Capitulo 24: Opacidad

Le Retrouvaille

Capitulo 24: Opacidad

 

Andy miro a su alrededor y se incorporó sobándose la cabeza del lado derecho.

-Estos viajes me van a terminar matando- dijo mientras miraba a su alrededor, encontrando un amplio bosque con salientes montañosas a lo lejos, de aquel lugar que fue esplendoroso en su tiempo, donde había pasado su infancia no quedaba nada más que la disposición, el verde pasto que solía cubrir todo el suelo ahora estaba seco y tan alto como él y los bellos árboles que estaban siempre frondosos y con frutos eran ramas secas de las cuales colgaban telarañas y frutos putrefactos, el delicioso aroma a kiwi que siempre estaba presente no existía más.

-Pero ¿Qué rayos ha sucedido aquí?-dijo Andy desconcertado- Sé que me fui muchos años pero ¿qué paso con todos los habitantes? ¿Y mis padres? ¿Y la gente que trabajaba para nosotros?- seguía preguntándose en voz alta mientras llegaba a la formación rocosa más cercana a él y observaba su reino, aquel reino que era glorioso ahora no era ni la sombra de lo que había sido.

-Necesito respuestas pero primero necesito mi amuleto-dijo mientras se internaba de nuevo en aquel territorio en dirección hacia el castillo mientras caminaba iba moviendo y recortando los arbustos e iba apoyándose de todos los árboles que le rodeaban, parte de la maleza había originado aquella planta que era apreciada enormemente por los humanos: rosas, de sólo dos colores vino y escarlata.

-Que hermosas son, sé que no son nada a comparación de nuestras flores, pero aún así… -siguió meditando mientras avanzaba y cuanto más se acercaba lograba ver las paredes de aquel que fue su hogar cubiertas de moho y vegetación.

-Esto es demasiado extraño, sólo fueron 4 años como para que esto este en tan mal estado, algo es sospechoso-dijo Andy desviándose de la entrada principal y caminaba hacía uno de los lados del castillo cercano a una de las grandes rocas que había en el jardín, colocándose frente a una de las entradas ocultas que sólo él conocía, toco una de las piedras sobre su cabeza que estaba cubierta totalmente por moho y susurró:

Ostium vitae meae
Sol Gate
Tuam ad me shelter
Ut mare aura

(Puerta de mi vida Puerta del sol
Dame tu refugio, como la briza del mar)

La piedra se movió y desapareció activando un mecanismo interno que creó una puerta que abría hacía el interior del castillo, permitiéndole el paso. Andy se agacho y murmuró mientras cerraba la entrada:

Φως (fos)

 

La luz iluminó toda la habitación dejando a la vista sólo muebles y libros así como baúles de ropa. Andy miro extrañado al percatarse que no había nada de polvo ni telarañas, era como si todo lo que estaba alrededor fuera una ilusión…

 

Esto es demasiado extraño” pensó él, cerró sus ojos y junto sus manos de manera que sus palmas se encontraban y levantó el dedo índice,  cerró sus ojos y pronunció:

 

- Omnia monstrat- y una onda de viento surgió de él ampliándose para recorrer todo el territorio, a su paso cada centímetro del castillo era iluminado y recorrido. Tras esperar unos minutos nada sucedió así que  Andy miro las tres puertas que estaban en la habitación, la primera era por la que entró, otra conducía hacía el salón principal y la otra a su recamara, yendo por esta última subió las escaleras, deteniéndose en ciertos puntos para vislumbrar el interior del castillo que estaba vacío, sin rastros de vida alguna a pesar del hechizo… Andy desconfiaba era demasiado extraño el contraste de la apariencia interna y la externa. 


 
Debe de haber un hechizo de eso estoy seguro… mmm quizás es para detectar movimiento” Al concebir este pensamiento aumento aún más la sigila con la que caminaba. 

 
Fue una idea brillante haber utilizado el escondite secreto y fue aún mejor idea haberlo diseñado de este modo: las puertas que me llevan a este abren hacía el mismo, nunca rompen la simetría ni estructura visible al jardín o las habitaciones.” 

 

Después de 10 minutos Andy por fin llego a su habitación y antes de cruzar la barrera invisible que lo separaba de ella murmuró un hechizo de protección que invalidaba cualquier hechizo en esa zona.  Salió cauteloso y al percatarse que nada sucedía, corrió hacia su lado derecho hacía el gran librero que cubría toda esa pared, poso su vista en el segundo estante más alto y tomó uno de sus libros favoritos y lo abrió.

 

Cerró los ojos y dijo suavemente con una sonrisa en su rostro: Por fin, de vuelta a la normalidad… suspiró y conjuró:

 

Da mihi clavem animae tuae

da mihi cordium vestrorum penetralibus

(Dame la llave de tu alma, dame el secreto de tu corazón)

 

El libro brillo y cayó al piso teletransportando a Andy a un lugar muy lejano de ahí y en pocos segundos el libro volvió a su posición original, aquella energía despertó el hechizo que estaba sobre el castillo atrayendo al mismo a dos brujas que inquietas comenzaron a registrar todo el lugar.

Mientras en el reino de Antares Heliké había visto y escuchado todo lo que paso esa noche en la cascada, fue una buena idea haber desobedecido a Zanesu, ahora sabía que algunas de sus sospechas eran verdaderas, por lo que siguió a Zanesu y a Jacqueline a sus aposentos donde presencio otro enfrentamiento, ahora la verdad sobre Jacqueline y Hyesung estaba siendo revelada.  Escuchaba atentamente y se percató de que Zanesu, su cuñada caía al piso entre las  lágrimas de Jacqueline.

“Alguien se encargará de ellas ahora” pensó mientras seguía a toda velocidad a Irídea que se desvanecía por el corredor. Se acerco y siguió el rastro de magia desvaneciéndose en pleno pasillo.

Ella seguía viajando sin saber a dónde, por lo general las apariciones eran más rápidas de lo que está llevaba y comenzó a analizar la información reciente: “no tenía la menor idea de que algo tan oscuro se cernía sobre ella y Hyesung”, un sentimiento de tristeza la invadió al pensar en ese futuro y pasado tan incierto que ambos tenían.  “Dongwan tiene que saberlo… bueno no en realidad no… será mejor que lo contacte cuando tenga más información que la que tengo en este momento

Tras unos minutos ella apareció en una tierra lejana en la que jamás había estado… miro a su alrededor y se escondió en las rocas de color dorado que estaban junto a ella miro asombrada al ver que todo el lugar estaba cubierto de rocas de diferentes colores tan pequeñas como para cubrir a una persona y tan grandes que parecía que tocaban el cielo. A su alrededor no había ni vegetación ni animales por lo que su corazón comenzó a acelerarse. “Me habré extraviado en el camino, no eso no puede ser… entonces ¿dónde demonios estoy?” La luz provenía de las rocas ya que el cielo estaba completamente oscuro.

-Por fin llegas…-dijo la voz de Irídea- Heliké se apresuro y se acomodo desde un punto que le permitiera ver que es lo que hacía la bruja.

-Ahora resulta que tú me regañas a mí, ¿no?-dijo molesta una mujer que no pudo reconocer. “¿Y quién será ella?

-Extrañando los viejos tiempos ¿no es así?-dijo Irídea burlonamente…y antes de que la otra mujer pudiera responder volvió a hablar- ¿Y ahora porque vas disfrazada? Estamos en Vrâchos aquí nadie se atreve a venir.

-Es sólo para seguir conservando mi identidad…-dijo aquella mujer con un dejo de orgullo.

Vaya, quién quiera que sea esta persona, no le agrada que Irídea la mande… ¿Vrâchos? Creo que alguna vez escuche a Jinnie hablado de este lugar… o lo vi en un mapa de Dongwan… ahh no sé… no es el momento para estar pensando en estas cosas” pensó regañándose.

-¿Y qué novedades han acontecido?-pregunto Irídea curiosa mientras se recargaba sobre una de las piedras escarlata.

-Una de mis espías dice que ha detectado actividad en el reino de Lira… han ido inmediatamente a comprobar que es lo que ha pasado.

-Perfecto… igual pudiera ser una trampa de parte de ese grupo de insolentes…-dijo Irídea

-Creo que los sigues viendo como en el pasado…-dijo la mujer percatándose de que exteriorizó un  pensamiento, un anhelo detuvo la idea de inmediato y miro detenidamente una de las grandes rocas verdes.

-En vista de que estas anhelando un reencuentro con el pasado… te daré una misión especial-dijo Irídea sin dejar pasar por alto aquel anhelo del pasado.

-¿De qué se trata? No pienso volver a hacer encargos de comprar cosas para tus hechizos o ir por más ingredientes para las pociones-dijo molesta

-No, esto es algo crucial, nos tenemos que deshacer de alguien, que ha estado estorbando y entorpeciendo mis planes desde hace mucho tiempo, si nos deshacemos de ella tendremos el camino libre…-dijo Irídea notando como una sombra cubría el rostro de la mujer

-No me digas que tienes miedo o quizás aún mucho afecto…-dijo Irídea imitando una voz infantil.

No puede ser….¿Zanesu? No… ella la hubiera matado hoy en la noche… que bueno estuvo a punto de…

-Primero he de saber su paradero-dijo la mujer excusándose.

-¡Oh! pero querida yo lo sé… esta en Archid I, tu sabes bien dónde… tú conoces la casa de aquella guardiana, creo que se llama Annelise ¿No es así?-dijo sonriendo maliciosamente.

“¿Annelise? Pero ¿quién rayos es esta mujer?”

-Pero ¿cómo sabes que este es el mejor momento para hacerlo?-dijo la mujer cuestionándola dudosa sin responder a aquella pregunta.

-Por qué yo misma la he herido fatalmente, así que no podrá defenderse, es más en este mismo momento ni levantar un dedo puede…-dijo riendo malévolamente.

No… no…

-Así que vete ahora mismo o perderemos la oportunidad de matarla por completo…-dijo Irídea, la otra mujer no se movió su rostro estaba completamente oscurecido.

-Es una orden, así que ve…-dijo Irídea molesta y su expresión cambio a la satisfacción cuando la mujer asintió y desapareció.

“¿Qué debo hacer? Seguirla… me mataría y ni siquiera sé si es alguien que conozcamos, Annelise no me suena el nombre de nada…Será mejor ir con Dongwan… ”

Dos luces partieron en ese exacto momento una  con dirección a Antares y la otra con dirección a Archid.

Esa noche entre los bosques de Archid I una luz cayó iluminando brevemente toda la locación, mostrando la belleza del mismo sólo por unos segundos. Archid el lugar más sublime de todos los reinos mencionados anteriormente, su vegetación abundante, sus enormes ríos de zafiros y aquellas lunas de plata y topacio que alumbran el cielo nocturno eran el orgullo de sus habitantes.

Tras esa luz, de entre los árboles apareció una mujer cuyo atuendo estaba oculto bajo una capa negra que comenzó a andar en dirección a la ciudad, era la hora en que sólo la luna de plata estaba en su cenit y esta noche era especial: sólo una vez cada 5 años (5 siglos humanos) la luna de plata completaba su reflejo con la luna de agua que cubriría el cielo, así como esta era una ocasión especial, la mujer que llevaba pérdida más de un siglo aparecería para completar parte de su misión.

La mujer caminaba ocultándose de los reflejos de la luna,  Archid era una ciudad de luz y uno de sus encantos es que para protección de sus habitantes las lunas no podían proyectar la sombra de quién guardara oscuras intensiones, consciente de esto la bruja tomó el camino más largo para llegar a su destino, bordeó callejones y se escondió entre los árboles hasta llegar a las calles que eran cercadas por los ríos de zafiros y rubíes, siguió por este camino  hasta que vislumbro la casa que le traía tantos recuerdos, la casa de Annelise.

La casa que parecía más una casa de vidrió no había cambiado en nada toda la parte de abajo del lado del río era un ventanal por lo cual podría verse el interior de la casa de no ser por las cortinas que ahora estaban, el piso de arriba tenía un aspecto que asemejaba la forma de los diamantes y a diferencia de la parte de abajo tenía dos o tres ventanas de tamaño normal.

Sigilosamente se asomó por uno de los ventanales de la parte posterior y observó el interior, había sido una espectacular situación que Annelise siguiera dejando libre la vista al jardín posterior, de esa manera pudo observar que el interior estaba en quietud, no había rastros de Annelise al menos en la planta baja, camino hacia la puerta trasera y entró, subió las escaleras escalón por escalón lentamente cuando  se detuvo a medio camino al escuchar voces.

-Te digo que se va a recuperar-decía una voz que conocía bastante bien: Annelise.

-Lo sé pero sabes me preocupa todo esto, hay algo que no estamos viendo…-decía Moswen

-Lo único que sé es que estando agotados no podremos resolver nada, vamos a descansar-Najja

-Tienes razón… -dijo Moswen y Annelise simultáneamente. 

Escucho atentamente las voces hasta que se fueron extinguiendo al final del pasillo, notando la dirección en la que se iban identificó una puerta de donde suponía todos habían salido, se encontraba frente a ella. Presurosa se acercó a abrirla y se deslizó en el interior, cerró la puerta tras de sí haciendo el menor ruido posible y se recargó en ella suspirando profundo.

-Ahh, esto es más fácil de lo que había imaginado-dijo la mujer descubriendo únicamente su rosto, observó la habitación desde su posición visualizó la cama en una dirección paralela a la puerta a unos 3 metros de ella, un edredón azul cielo la cubría y sobre ella estaba la persona que deseaba encontrar inconsciente miro el cuerpo tendido y notó que una de las manos que descansaba sobre su regazo estaba completamente púrpura.

-Mmmm vaya eso sí no lo vi venir…-dijo mientras seguía el recorrido con sus ojos, un sofá rosado estaba a unos 2 metros de la cama hacía el fondo de la habitación y detrás de este un enorme ventanal formado de cuadrados de 20 cm que dejaba entrar toda la luz de la luna.

Se acercó a la cama y la luz la alumbró por completo, dejando sus hermosos ojos color chocolate al descubierto así como su piel morena tostada y aquel cabello rizado negro que la distinguía desde hace tiempo, Daira no había envejecido ni un poco, su belleza estaba intacta a diferencia de sus habilidades que habían aumentado.  

-Yo en verdad lo siento mucho mi querida Haneul…-dijo ella acariciando su rostro mientras ella seguía sin recobrar la conciencia. Dándose un momento para admirar la belleza de la que alguna vez fue su discípula.

Vaya que tenía razón, te convertirías en alguien hermosa y talentosa, la mejor bruja de todos los tiempos…

Movió su mano izquierda hacía su espalda retirando un poco la capa dejando ver un vestido  color beige y un cinturón negro, del cual sacó una daga cuya hoja color zafiro brillaba por el leve temblor de su mano, sujeto el mango de plata con ambas manos  y la miro fijamente intentando controlar el temblor que se había apoderado de su mano,  respiro profundo dos veces y ya en control de sí misma la miro por última vez.

-Yo sé que en otra vida serás mucho más útil y mucho más feliz de lo que eres ahora-dijo mientras una lágrima caía por su rostro y en menos de un segundo la daga que sostenía se enterró en su cuerpo,  cruzando su pecho y su corazón, dejando salir de golpe el último aliento de Haneul, la daga brillo rojiza por la sangre que ahora la cubría y la luz de aquella luna de agua que ilumino el momento justo de aquel asesinato.

-Adiós…-dijo Daira desvaneciéndose, dejando la habitación vacía y ausente de toda vida.

 

 

 

Nota: Archid, estrella doble de la constelación de Cassiopeia. (Estrella doble= dos estrellas que desde la Tierra se ven como una)

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Comments

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mykarlitalove #1
Chapter 2: tienes el talento mi nena!! no es porque alguien nombrado karla salga ahí... pero lo que escribes es genial!! XD mas de esto plis! jajaja
mykarlitalove #2
Chapter 1: ohhhh está fabuloso!! esperaré con ansias el siguiente!!! soy tu fannssssssssssssssssss!! <3
emi_amore
#3
Chapter 1: wow esta super , me deja intrigada de lo que puede ser , esperare aunque sea un vez por mes :D