Lunes 19:35.

Restaurant Chino – Wǒ De Yán

Jessica, en cierta manera, acató con lo que Tiffany luego le había dicho que no era salir ese día con Hara. Se quejó de la chica, sí pero Jung no la daría del todo el gusto y eso, se lo había planteado demasiado bien.

— Y, dime, ¿Por qué aceptaste salir conmigo, Sica?

— Eres muy hermosa y gentil, ¿Por qué no darte la oportunidad?

— Es que… Hubieron rumores de que Hwang y tú…

— Ah, eso — Incómoda, por haber oído eso, se movió en su asiento y le sonrió de manera ladina. Para su suerte, el día estaba nublado y como buena excusa, usó una chalina para cubrir la marca que Hwang le había dejado y que aún, se mantenía — Que te den igual esos rumores, a Phanie y a mí, nos da igual también.

— ¿Por qué la llamas ‘Phanie’? Se supone que tú puedes pronunciar con claridad su nombre — Cuestionó curiosa, tomando un poco de su sopa dada.

— Es una simple costumbre — Meneó su mano y la vista de Hara se elevó al escuchar como la campanilla del restaurant había sonado. Se tensó un poco al ver que era la chica, de la cuál estaban hablando.

Ella veía cierta atracción entre ambas americanas, es más, todos en su Universidad se daban cuenta de ello, a excepción de estas mismas claro, según ella. Con apuro, tomó la mano de Jessica que estaba por sobre la mesa, esta se sorprendió pero le volvió a regalar una sonrisa.

— De todas maneras, viniste — Dijo la chica de sonrisa de ojos, que en ese momento, no tenía gesto alguno en su rostro.

Jessica sorprendida, giró su rostro para ver a su ‘novia’. No quitó la mano de Hara y allí, sentada, no sabía qué decirle. Sólo se cuestionaba y pensaba, ¿Por qué Tiffany está aquí? ¿Me necesitada para algo? No, no puede necesitarme, es más, ¡No puede venir a joder mi cita con esta chica!  Yo no la jodo cuándo la están follando o se está besando con alguien, es injusto.

— Hwang, ¿Qué quieres? — Preguntó Hara, causando que la de pie riera.

— Vengo por ella, por mi chica.

— ¿Qué?

Jung ya más que sorprendida, se puso de pie abruptamente, hasta casi botaba los platos que estaban servidos en la mesa. Su mirada se detuvo en Tiffany, quien le sonrió de manera coqueta; la mayor le brindó una ahora furiosa mirada, comunicándole que no se quedaría callada.

— Hablemos afuera — Su voz había sonado tosca, seca, cómo si no tuviera ganas de nada.

Tiffany alzó sus manos y así, decidió irse del restaurant con las miradas sobre ellas. Jessica exhaló cansada, cansada de que esa chica le prohibiera hacer cosas desde que esa extraña atracción comenzara entre ambas.

— Entonces, es tu novia.

— En sí, es algo raro, no puedo explicártelo, Goo — Probó velozmente la sopa mientras que a ciegas, con su zurda buscaba su billetera para sacarla y dejar su parte del gasto en total — Ten, gracias por invitarme a salir… Espero que se repita pero, sin la presencia de ella.

— Concordamos en algo — Le dijo entre risas, Jessica con una pequeña sonrisa se le acercó, para depositar un beso en su mejilla más Hara hizo que el roce, sea de ambos labios, probándolos un poco.

No se quedaría con las ganas.

— Adiós, Jung.

— ¿Por qué saliste con ella?

— No le veo lo malo.

— Es una antipática.

— Contigo porque, conmigo, es súper dulce.

— ¡Es porque le gustas! — Gritó, deteniéndose en medio de la acera, dando media vuelta para ver a su rubia sorprendida — Es obvio que será adorable contigo, conmigo es pura mierda.