¡No puedo!
My American GirlfriendAntes de la llegada de TaeYeon a la cafetería
La baja mientras iba dirigiéndose a aquel lugar citado, iba con una sonrisa en su rostro y con su celular en mano, pensando en qué escribirle a aquella persona. Ya con anticipación y con mucha insistencia, había pedido a cierta persona el número de la novia de Hwang.
Para: Jessica
¿Quieres que te pruebe la ‘fidelidad’ de tu chica?
Supongo que no será sorpresa para ti el remitente de este mensaje, ¿Verdad, rubia?
Y para su sorpresa, Jessica había caído en su trampa puesto que le preguntó, con curiosidad, el significado de su mensaje.
Para: Jessica
Si quieres saber de qué se trata, ven en unos 10 minutos o antes a la cafetería “XXXX”. Allí te darás cuenta de lo que te hablo.
De: Jessica
Si esto es una broma, desearás no haber nacido, enana.
Decidió no responder y manteniendo su sonrisa, bloqueó la pantalla de su celular para mirar a través de esa ventana, lo cerca que ya estaba por llegar.
Ya en la cafetería
TaeYeon había permanecido en silencio, mirando de reojo el fajo de billetes y a su vez, esa amplia ventana que estaba también a su lado. No había señal de la rubia, por momento y eso la ponía ansiosa, no sabía qué movimiento hacer para que la pelinegra cayera también en su trampa.
— ¿En serio te has enamorado de esa chica?
— Cómo no tienes idea, por eso mismo es que vengo a pedirte que me dejes en paz.
— ¿Segura que no sacarías el pie del plato? — Preguntó con risas, acomodándose en su asiento.
— Casi la pierdo una vez, ni loca cago esto con ella.
— Demuéstrame que no la engañarías.
— ¿Qué?
La mayor se levantó para inclinarse sobre la mesa, apoyándose bajo sus palmas. Tiffany sorprendida, se trató de hundir en el asiento, más la baja seguía acercándose. Sus manos fueron a los hombros impropios, pero la rapidez de TaeYeon logró que la sujetara así, cómo una pose típica de una pareja.
— TaeYeon, ¿Qué mierda-?
— Siempre quise besarte, Hwang.
— ¿Qué? — Negaba y movía su cabeza a cada lado, queriendo escaparse de su agarre y de lo que quería hacer, hasta que Kim acercó su rostro todo lo que pudo al ajeno, deteniéndose al acto.
— Tus labios siempre me han parecido algo muy tentador.
— Aléjate, ya.
— Mhm, yo creo que no.
— Kim, mh…
Para ese momento, la mayor desvió su mirada hasta la ventana dónde localizó a la rubia, que miraba la calle dispuesta a cruzar este. Esperó el momento debido antes de robarle un beso a la menor, asegurándose de sujetar bien sus manos sobre las ajenas. Cerró apresuradamente sus ojos y abrió estos, al rato, mirando nuevamente a la rubia que ahora se había detenido en medio de la pista.
TaeYeon sonrió satisfecha por ello, moviendo su cabeza luego a cada lateral, queriendo que aquel beso se vea cómo uno correspondido cuyo no tardó puesto que Tiffany había mordido el labial ajeno.
— ¡Mierda! — Exclamó cayendo hacia atrás.
— ¿Qué diablos te pasa?
Kim no respondió ya que prefirió mirar a la chica que se mantenía en medio de aquella pista. Tiffany mantuvo su mirada en su acompañante para luego girar su mirada hacia aquel punto que la chica observaba.
— Je-Jessica… — Susurró cómo pudo, notó cómo su rubia negó y esta volteó para irse de allí pero, en menos de lo que pensaban los espectadores, la rubia salió disparada por un choque — ¡JESSICA! — Gritó la pelinegra y sin más, corrió hasta la entrada.
TaeYeon que observó todo con suma atención, se quedó impresionada por lo sucedido.
— ¿Qué? ¿Qué?... Yo no… — Sintiéndose responsable, corrió también pero no para escapar; deseaba hacer algo y no desperdiciar tiempo.
Volviendo al momento actual
Hospital XXX
21:45
Jessica ya había sido trasladada por una ambulancia hacia el hospital más cercano, no podían desaprovechar ningún minuto y es que, la apariencia de la rubia tras ese accidente, se veía demasiado grave.
Krystal, Luna, Tiffany y TaeYeon, estaban sentadas en la sala de espera. La mayor presente, estaba así por el mismo motivo con el que se acercó en plena escena del atroz suceso. Luna, por su parte, no iba a retirarse de allí y más con saber que la pelinegra llorona era quién provocó todo.
La menor, había dejado de llorar y se había calmado o eso trataba de hacer gracias a las palabras y presencia de Luna, además, bien reciba noticias sobre su hermana, sabía que no iba a permitir la presencia de Tiffany en aquella habitación y si le era posible, en la vida de la Jung mayor.
Tiffany, por su parte, se sentía una completa estúpida por haber concordado con aquella cita. Sabía que era para un bien de su relación pero si hubiera sabido lo que sucedería, hubiese aguantado las molestias de TaeYeon, quién ahora se encontraba demasiado arrepentida. También, con ello, notó que su mayor no era –casi- la misma de antes, siquiera, en esta oportunidad, se mantuvo con ella por lo sucedido.
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