Cambio total
My American GirlfriendCómo era de saber, los días transcurrieron y con estos, un gran progreso en Jessica. Esta había empezado a dar sus primeros pasos, lentos y con sus piernas aún juntas, pero ya era algo muy dable en su salud. Ese avance la hacía sentirse con mucha más vida, con muchas más ganas de seguir porque algo le hacía saber que no faltaba mucho para que recuperara su andar, o quizás sí, falta una buena cantidad de tiempo pero lo que estaba hecho, era que volvería a caminar.
Superaría esa parálisis.
Mientras que por el otro lado de la historia, con respecto a Tiffany, todo iba en caída. La vida que había mejorado gracias a la ayuda y apoyo moral que Jessica le había brindado, se fue con ella tras su partida a América; y sumando la muerte de su hermano Leo, bastó cómo para que tomara una nueva faceta.
La sonriente chica, la chica coqueta, la chica locuaz que existía, murió.
Tras su despertar del sedante, volvió a sentirse sumamente mal al aceptar que su hermano ya había partido cómo su madre. Tenía a su papá, a su hermana y hasta a TaeYeon, pero nada era igual, ya que, bien su hermana empezó con su trabajo e inició una relación, era muy alejada de su familia al igual que su padre, gracias a su trabajo intenso en sus empresas.
El único que estaba para ella, era su hermano. Cuándo Jessica no podía estar ayudándola, Leo siempre estaba allí para tenderle la mano y sacarle sonrisas cuándo era necesario y hasta para cuándo no lo era. Él era más que un hermano, era su mejor amigo y sí que le afectaba su partida, le afectaba cómo no tienen idea.
Pero, eso no quedó así ya que al darse a conocer la muerte del Hwang nacionalmente y hasta de manera internacional, los problemas en su familia iniciaron y ciertos temas de su pasado, también. Cómo por obra de magia, cierta persona le llegó de chismosa a la mayor de los Hwang, diciéndole todos los ‘secretos’ que su hermana menor tuvo. Tiffany, por supuesto que aceptó los acostones que tuvo con todas esas personas, desconocidas y conocidas, prefirió ser sincera y aceptar sus consecuencias a que regresar a ese pasado de mierda, cómo ella lo calificaba.
La decepción llegó a los dos integrantes que quedaban de la familia y con eso, la tormenta en la vida de la pelirroja. Una indiferencia creció para hacia ella, su hermana dejó de verla cómo creía que era y desde aquel momento, empezó a tratarla cómo ella consideraba que era, cómo una puta. Eso fue algo muy doloroso para MiYoung y también dejó de contar con el apoyo de su padre, otra cosa fuerte porque no le faltaba mucho para que iniciara su carrera universitaria.
Todo iba en contra, todo lo que pudo haber tenido en su cima, dio un giro de 180° grados para que se torne de cabeza, cómo lo está ahora.
Con 3 meses transcurridos, las vidas de esas dos chicas, era una suma diferencia. Mientras que una probó primero la desgracia, ahora prueba el gozo, el cierto gozo que conseguía gracias a su esfuerzo; y por el otro lado, la que primero tenía el placer de una vida ‘casi perfecta’, ahora prueba esa desgracia que nadie quiere tenerla.
Ya nada era cómo antes y con esta, la vida de Jessica y Tiffany.
Corea del Sur
Cafetería XXXX
— Entonces, ¿Ya no quieres seguir? — Le preguntó a su amiga mientras tomaban un poco de café.
— Ese viejo de mierda me va a volver loca — Se quejó apretando sus ojos, moviendo luego su cabeza de lado a lado.
— Pero, ¿Qué vas a hacer? Es la mejor paga que puedes conseguir por aquí — Le comentó tras verla beber un poco más de su bebida.
— Mgh, me quiero ir a prostituir para llegar a lo que necesito.
Sus palabras sorprendieron a la mayor, la pelirroja al caer en cuenta de lo que dijo, casi se atora con su café y negó apresuradamente con sus manos.
— No, haha, qué estupidez he dicho.
— Fanny, soporta un poco más, estás a 20 mil wons, nada más.
— Igual… ¿No tienes esa cantidad para que me prestes?
— Si tuviera, te lo daría con mucho gusto.
— Maldita sea — Arregló su cabello de manera frustrada, bufando justamente.
— Es un peso que tienes que pagar.
— Lamentablemente… Ah~, Leo me hubiera ayudado — Susurró lo último, posando su vista en el anillo que una vez su hermano le regaló por su cumpleaños —… ¿Cuánto me darán por esto?
— ¡TIFFANY! — Le gritó sorprendida, por segunda vez.
— ¡Bromeo!
— Perdiste el sentido del humor hace mucho.
— Aguafiestas.
La mayor rodó sus ojos y en ese instante, recibió un mensaje, cuyo al parecer había estado esperando ya que lo respondió en menos de lo que Tiffany creía. Ni era tan veloz cuándo la pelirroja la hablaba, bueno, a no ser cuándo en el texto las primeras palabras sean “Necesito tu ayuda”.
— ¿Nueva conquista?
— Algo así — Dijo dejando a un lado su celular, ahora con una sonrisa en su rostro.
— ¿Cómo es eso? — Preguntó dándole un sorbo a su café.
— Estamos en planes de formalizar.
— ¿Cómo se llama?
— Se llama… No es de tu incumbencia.
— Eish, TaeYeon.
— Quiero que la conozcas cuándo sea algo formal, algo serio, si no, ¿De qué vale?
— Ajá… — No le pareció una justificación real pero le bastó el hecho de que su mayor tuviese una gran sonrisa.
— Bueno, ¿Y tú? ¿Tienes alguien en mente?
— Ay, Tae… — Suspiró al oírla, reclinándose en el asiento mientras cruzaba sus brazos — ¿Tu pregunta es en serio?
— ¿Por qué no debería de serlo?
— No… No puedo dejar de pensar… En ella — Respondió desviando su mirada de su amiga.
— Tiff, ya ha pasado más de medio año, debiste de su-.
— ¿Cómo superar años y años de conocerla en unos 9 meses? — Preguntó de manera directa, viéndola de igual manera y con sus ceños fruncidos — En 9 meses no habré olvidado su voz, en 9 meses no habré olvidado sus manías ya sean buenas o malas, en 9 meses n
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