Pasaron los días en los cuales Tiffany intentaba ir a visitar a ‘su’ rubia a aquel hospital, sin embargo su asistencia allí le era demasiado imposible puesto que la Sra. Jung, ella personalmente había dispuesto cierto personal para la habitación de su hija para que le negaran el ingreso a Tiffany. Hasta cierta enfermera personal de la Jung era quien le negaba entrar a la habitación de esta, enfureciéndola totalmente.

Más en aquellos días, Tiffany había estado recibiendo de quién fue una persona importante en su pasado. TaeYeon, la baja al notar la terrible situación que su menor pasaba, se lamentó cómo nunca y hasta intentó solucionar aquel problema yendo al hospital pero al igual que Tiffany, fue echada y en más de dos ocasiones por la menor de los Jung, con ayuda de la morena.

Todo iba en contra de Tiffany, ella no sabía qué hacer. Necesitaba ver a su rubia por una vez, deseaba saber cómo estaba y es que se estaba desesperando, estaba por volverse loca. Hasta que cierta idea se le vino a la mente a Kim, la cual sin dudar, le explicó a MiYoung.

— Tae… No creo que esto funcione, seré expulsada y hasta vetada de este hospital — Comentó la ahora pelirroja, aproximándose a la gran entrada de dónde se hallaba Jessica.

— Si no te arriesgas, no lo sabrás — Le respondió TaeYeon, soltando su mano para revisar que no estuvieran aquellos vigilantes en los laterales de allí.

— Esto es toda una locura, en serio que lo es.

— Puede ser pero — Calló por unos segundos para mirarla y dedicarle una de las sonrisas más sinceras que podía dar, aquellas en que resaltaba sus rasgos de una bebé — Tu rubia lo vale, ¿No?

— Lo vale… Claro que lo vale — Pronunció bien ingresó, exhalando al sentir que la primera fase había sido cumplida — Joder, me siento cómo en una película de acción o de terror.

— Bien, tenemos que verificar que tu cuñada, la loca no se encuentre por aquí.

— Lo más probable es que esté dentro de la habitación o que esté por llegar.

— Verificaremos si es que ya está aquí.

— ¿Cómo? — Le cuestionó curiosa, encaminándose ya a la habitación de su mayor.

— Uh, mh… — Andando, fue mirando su alrededor, buscando algo que le ayudase para la segunda fase improvisada y fue cuando su vista se clavó en cierto uniforme de médico sin usar, tendido en una camilla al azar — Ya tengo una idea.

— ¿Eh? — Preguntó distraída puesto que cada vez, estaban más cerca del cuarto de la Jung.

— Ve al baño, calcula unos 10 minutos y te diriges a la habitación de Jessica, ¿Te parece?

— ¿Qué harás?

— Tú sólo hazme caso, ¿Okey?

— De acuerdo — Dijo dudosa y dio media vuelta para dirigirse a dónde su amiga le había indicado.

— Diosito, me debes de perdonar todos mis errores con esto — Susurró con cierta gracia y tomó aquella vestimenta para dirigirse a la habitación más cercana y libre.

Tras haber demorado unos 5 minutos para ponerse aquella gran bata y cierta mascarilla que halló allí, salió y fue directamente a la habitación 401 dónde estaba SooYeon. Con cierto temor, ingresó no sin antes haber verificado que no hubiese un doctor cerca; pero al entrar fue lo contrario porque allí estaban la hermana y la morena. Maldijo en su mente y metiéndose en aquel papel, se aproximó a la rubia durmiente.

— Disculpe pero es la hora en dónde se le debe dar algunas medicinas a su hermana.

— ¿Uh? — Krystal algo distraída, giró para observar a la baja doctora, mirándola confundida — ¿Usted quién es?

— Soy la Dra. Kim.

— ¿Doctora Kim? No la he visto por aquí.

— Soy nueva, el día de ayer vine de intercambio — Se excusó con ciertos nervios.

— ¿Intercambio? ¿También sucede eso en estos lugares? — Le preguntó aún curiosa a su amiga, quien sólo elevó y bajó sus hombros, restándole cierta importancia a eso — Mh, bueno, ¿En cuánto podemos volver a entrar?

— En unos 20 minutos.

— ¿Tanto demoran en darle su medicina?

— Sí, es que, la tendremos que despertar… Darle aquello… Y unas cosas más — Ya no sabía qué decir y exigía en su mente que la menor dejara de ser tan metiche y por fin se retirara.

— Uh, está bien, vámonos — Dijo dirigiéndose a la salida con Luna.