Un adiós más
My American Girlfriend
Horas después del vuelo
USA – San Francisco, California
Casa de Boa Jung
— Entonces… ¿Tu tía también tiene mucho dinero? — Le cuestionó la morena a su amiga, estando ambas aún fuera de la casa y no cerca a la entrada.
— Tengo entendido que Appa tiene mucho más dinero que ella… O creo que están por allí, la verdad, no lo sé.
— ¿Por qué no tienen una casa más grande si es así? — Seguía con sus preguntas de manera curiosa, llevándola ahora sí, a la entrada de aquella hermosa casa.
— Les comentaré que en mi ausencia, renueven la casa o que se muden a otra.
— Espero que sea la segunda opción — Se detuvo al llegar y se estiró hasta tocar el timbre, cuyo sonido rezumbó por todo el lugar, mirando curiosa el alrededor — Sorprendente.
— Tranquila, oye, ve por las maletas — Le señaló la acera, girando cómo podía en su silla.
— Cierto, cierto — Dio media vuelta y corrió por aquellas, tomando primero las dos de estas cómo podía, eran las de su mayor y suponía que estas estarían repletas de ropa.
— ¿Sí? — Se oyó la voz dulce de cierta persona tras la puerta.
— Uh, ¿Está la Sra. Jung?
— ¿De parte de quién?
— De su sobrina… De Jessica.
— ¿Sica? — La puerta se abrió y tras de esta, se reveló una castaña con una sonrisa en el rostro — ¡Sica! — Exclamó más animada y se lanzó a su prima, abrazándola cómo podía y meneándola también — ¡Ya estás aquí! ¡Ya estás aquí!
— Uh, Bomi — La mencionó cómo pudo, intentando corresponder el abrazo dado por su menor.
— Eomma no me quiso decir cuándo venías, supongo que era porque haría una fiesta o algo así, sabes cómo soy de exagerada con las cosas… Bueno, cómo sea, lo importante es que ya estás aquí y… ¡Qué emoción! — Gritó dando un paso hacia atrás para así, brincar un poco notando recién a la morena que se aproximaba dificultosamente con las maletas — ¡Oh! ¡Hola! ¡Yo te ayudo! — Corrió a la chica y tomó las maletas que Luna cargaba.
Jessica sin esperar más, empezó a adentrarse sola pero con cierta lentitud, notando las cosas que su tía había cambiado. Todo era silencioso, cómo la mayoría de veces y eso era porque en esa casa, tan sólo vivía su prima Bomi y su tía Boa, esta última era divorciada puesto que su esposo la había engañado y próximamente, dejado por aquella mujer.
Recordó que Bomi sufrió mucho en aquella etapa, su tía también y por ese motivo, es que fueron un tiempo a Corea para que vivieran en su casa, fue un suceso muy horrible en la vida de la castaña más aun así, salió adelante con su madre y esta, logró mejorar siendo ahora una de las escritoras más reconocidas en todo aquel continente, dándose a conocer también en su lugar natal.
Recapacitó lo último, si su prima no teniendo un padre, logró superar la depresión que tuvo por aquellos días, ella teniendo a su familia viva y para ella, lograría recuperarse y más al saber que tenía la posibilidad de recuperar el movimiento de sus extremidades. Lo conseguiría, sí, se aferraría a ello y nada más, a partir de ese momento, dejaría todo lo malo en ese país y sería una nueva chica, allí.
— SooYeon — La llamó cómo por tercera vez, sacándola de sus pensamientos — Haha, princesa, ¿Qué pensabas?
— Tía.
La mujer sin dudar, envolvió a su sobrina en un cálido abrazo, sintiendo la fuerza que la menor usó para corresponderla. Boa depositó un beso en la cabeza de Jessica al alejarse, acariciándola luego.
— ¿Qué tal el viaje?
— Uh, bueno, estábamos en primera clase.
— Cuándo no YunHo con sus especialidades.
— Quería que esté muy cómoda.
— Me lo imagino — Le regaló una amplia sonrisa antes de oír los chillidos de su hija — ¿Qué está haciendo tu prima?
— Uh, vine con una amiga y al parecer, se quedaron juntas hablando.
— Esta muchacha — Murmuró aproximándose a la entrada, viendo cómo su hija intentaba sujetar la última maleta que quedaba — Bomi, apúrate.
— ¡Sí, Eomma! — Gritó llegando con Luna a la entrada, siendo la morena la que hiciese una reverencia, soltando de esta manera las maletas.
— Un gusto, señora Jung, soy Park Luna, amiga de la infancia de Jessica.
— El gusto es mío, Luna, así que… ¿Decidiste venir con ella?
— Así es, no quería dejarla y su hermana tampoco, así que concordamos a que yo vendría primero y cuándo sus padres le permitan, Krystal llegaría.
— Con que lo tenían todo preparado — Dijo soltando una risilla, acercándose a la morena para brindarle así un abrazo, sorprendiéndola en primer lugar — Bienvenida y espero que te agrade vivir en nuestra casa.
— Se ve muy agradable, Eomma — Dijo Bomi aproximándose con Jessica, puesto que fue ella la que la llevó.
— Lo es, Bom, lo es — Respondió la rubia.
Y tras aquello, la estadía de Jessica se concretó y su tía sin esperar más, la llevó a rehabilitación en sí para inscribirla a aquellas terapias en dónde ayudarían a Jessica con su parálisis. La rubia estaba mucho más que emocionada y de igual manera, estaba muy nerviosa y temerosa de que a pesar de que hiciera aquello, nada le sirviera. Estuvo así por varias semanas hasta que tras hablar con su tía y con sus padres, por medio de unas llamadas, se convenció nuevamente de hacerlo y fue así que, tras 2 semanas y media, asistió a esa clínica en compañía de su prima y amiga.
— Estamos aquí — Mencionó Luna ingresando con las dos, llevando a Jessica — ¿Preparada, Jung?
— Supongo… Me entraron los nervios.
— No tienes que temer, Sica — Le dijo su prima, tomando su mano con mucha firmeza, regalándole una sonrisa.
— Lo que dice tu prima, no temas, Jess.
— ¿Y si…?
— Mira, ya debe de haber empezado tu terapia — Dijo Luna antes de volver a empujar a Jessica, esta vez hasta el espacio en dónde se encontraba la recepcionista — Disculpe, quería saber si la señorita Lee ya se ha retirado o no puesto que mi amiga, aquí presente, tenía su cita hace unos 15 minutos atrás.
— Oh, ¿Me cede su ticket?
Jessica sacó este de su polera y le extendió a la chica, quien tecleó de manera rápida verificando que su cita ya había empezado pero que la doctora no había empezado aún con otro paciente. Dando una pequeña señal a las chicas, procedió a llamar a la ‘oficina’ de la doctora, siendo contestada inmediatamente.
— Sí, doctora, la paciente Jung acaba de llegar, ¿La dirijo hasta su espacio? — Tras haber oído la respuesta, asintió y le comunicó que ya estarían yendo, colgó el teléfono y con una sonrisa, se aproximó hasta la rubia en silla de ruedas — Bien, de aquí me encargo yo, pueden esperarla tomando asiento por allá — Les comunicó a las chicas, estas asintieron pero aun así, tomaron las manos de Jessica.
— Fuerzas — Le susurró Luna antes de dejar un beso en su frente.
— Estaremos aquí, Ssicat — Le dijo su prima sonriente, sabiendo que con ese apodo, se conseguiría una sonrisa o cómo mínimo, un golpe — Kyah — Lo último en recibir, fue más fuerte de lo que esperaba.
— Las veo luego — Logró mencionar antes de ser llevada por aquella señorita, cuya sin que Jessica la viera, llevaba una de esas batas para hospital, ya anteriormente usadas pero de un distinto color — Uh, ¿Y eso? — Cuestionó al momento en que la chica le ubicó ese implemento en su regazo.
— You have to wear that.
Logró oírla por detrás y suspiró, detestaba mucho esas batas y el hecho de estar en lugares como estos pero, ya no daría vuelta atrás. Ya lo había decidido.
— Where? — Cuestionó manteniendo su mirada en frente.
— Don’t worry, i will help — Respondió antes de detenerse en cierta puerta.
Jessica, nuevamente, suspiró y sintiéndose avergonzada, asintió antes de ingresar con aquella chica. Tendría que acostumbrarse mucho a eso.
Ya estando lista, siguió siendo trasladada hasta que finalmente, llegó al espacio en dónde empezaría a recibir sus terapias. Nerviosa, ingresó allí aún con esa joven chica, haciéndola detener enfrente del escritorio de la doctora, viendo allí el nombre de esta tanto en inglés así como en coreano, sorprendiéndose un poco.
— Doctora Lee — La llamó la chica, viendo cómo esta salía de los servicios, sacudiendo sus manos.
— Oh, ya están aquí — Dijo tomando uno de los paños que tenía cerca, se secó bien y lo dejó en su lugar, acercándose hasta la chica — Gracias, Alice, ya puedes retirarte.
— Claro, ante cualquier urgencia, la estaré llamando.
— Cómo debe de ser, nos vemos — Se despidió de la chica e inmediatamente, posó su vista en la rubia, quien ahora tímida desvío su mirada de ella. La alta soltó una risa y fue detrás de su escritorio, tomando asiento primero — Bien, así que tú eres… — Tomó la historia clínica de Jessica, leyendo en primer lugar su nombre, seguidamente su edad y por último, el caso que tenía exactamente — SooYeon Jung, ah, una compatriota — Le dedicó una sonrisa y a cambio, no recibió nada de la chica, tan sólo su mirada y expresión seria — Yo soy Lee DaHae, cómo puedes ver.
— Sí — Fue su respuesta cortante.
DaHae creyendo que era una de esas chicas pesimistas y problemáticas, se reclinó sobre su asiento, cruzando así sus piernas tomando de paso su bolígrafo.
— ¿Me explicarías cómo es que sucedió tu accidente?
Jessica desvió su mirada, no le gustaba recordar aquel suceso y mucho menos a las personas que le causaron este, por lo tanto, con esa pequeña indiferencia quería hacerle saber a la doctora que no hablaría de ello.
— Bien, ¿Por cuánto tiempo estuviste internada?
—… No recuerdo.
— ¿Fue mucho?
— No lo sé…
— ¿Aproximado a un mes?
—… Supongo.
Tras esa respuesta, apuntó eso en esa hoja dónde le era indicado.
— Bien, ¿Qué es lo que, exactamente, no puedes mover?
—… Mis piernas.
— ¿Puedes usar tus manos? — Cuestionó mientras anotaba.
— Sí.
— Bien, ¿Te parece si nos dirigimos al cuarto de rehabilitación? — Tomó esa carpeta poniéndose de pie, Jessica asintió un poco y eso le bastó a la mayor para que partiera con ella hasta aquella sala.
Los días transcurrieron junto con las terapias de Jessica, al parecer, todo iba bien y la seguridad que su familia le brindaba y amistades, era excelente. Cada vez más, estaba decidida a continuar con ello; además, amigas de su infancia habían vuelto a aparecer en especial una, cuya al saber su estado, no dudó en estar en todo momento para ella más no desplazó a Luna, Luna seguía siendo más especial para la ahora, castaña.
5 meses después
Clínica de rehabilitación
Consultorio de DaHae
15:44
Un día más de terapi
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