Capítulo Cincuenta…

El regreso a Nueva York  llego más rápido de lo que Taeyeon había esperado. Miércoles fue un fragmento de lo que podría ser la vida: despertar juntas, ducharse juntas, desayunar en la piscina, pasear por la playa, hacer el amor en cada oportunidad. Taeyeon quería esa vida. Por lo menos, quería más días de ininterrumpido tiempo con Tiffany. Pero el jueves eso se dio vuelta, y se produjeron reuniones a las que Tiffany tenía que ir, llamadas telefónicas que tenía que responder y el día se deslizó rápidamente hasta que iban en un avión, hacia el este.

Mucho ha sucedido en cuatro días, y Taeyeon seguía procesando los eventos de la semana. Tiffany le había salido a su familia, que sólo hizo a Taeyeon pensar en hacer lo mismo con la suya. El pensamiento la llenó de temor. Era imposible ser valiente cuando ya sabía el resultado. Se sentía como una bomba de reloj. Tic-tac, tic-tac. Boom. Estaba su familia, perdida en un torbellino de lágrimas y rabia y citando la Biblia. Podía vivir en la mentira y mantenerlos contentos, o podía decir la verdad y perder a su amor. ¿Había una respuesta correcta? O todo se reducía a elegir la opción con la que podía vivir.

Ella les diría. Algún día. Con el tiempo. Tal vez. No, de inmediato. Ella les escribiría una carta. Ella los llamaría por teléfono. Ella se les aparecería en persona. No importaba. Ella ya podía ver el rostro de su madre, enferma de vergüenza, de dolor y decepción.

Se apartó de la ventanilla del avión y miró a Tiffany. Tiffany levantó la vista del libro y algo en sus ojos atravesó el alma de Taeyeon. Se sentía indigna, sentada junto a Tiffany. Se sentía avergonzada de su propia cobardía. Tiffany creció soportando el peso de la muerte de su madre, la culpabilidad de su padre y la debilitada salud de su abuela, todo el tiempo frente a la presión de una carrera en el centro de atención. Ahora tenía el temor de perder su carrera y todo para lo que había trabajado. Y todavía había salido a su familia, en respuesta a la crueldad con aplomo y hasta risa.

"¿Cómo lo haces?" Preguntó ella.

Tiffany cerró el libro. "¿Hacer qué?" 

"¿Cómo eres tan valiente?"

"¿Valiente, yo?" Comenzó a reír Tiffany pero vio que Taeyeon estaba seria. "No soy valiente, sólo soy impulsiva. Al igual que tú al tirar vino en la cara de Janet."

"Espera, ¿lanzó vino en la cara de alguien?" Sooyoung había aparecido de pronto al oír eso. Ella se dejó caer en el asiento al otro lado de Taeyeon.

"¿Quién tiró vino en la cara de alguien?" Sunny preguntó, tomando el asiento al lado de Sooyoung.

"Taeyeon."

"¿En la cara de quién?

"¿Quién es Janet?", Preguntó Sooyoung.

"¿Tae echó vino en la cara de Janet?" Nickhun se acercó.

"¿Alguien me diga quién es Janet?"

"La madrastra de Tiffany" respondió Sunny.

"Maldita sea. ¿En serio?"

"¿Por qué no estuve ahí para ver esto?" Nickhun preguntó. "Ya está, oficialmente, eres mi héroe." Se inclinó delante de Taeyeon.

"Espera, nos dicen todo ", dijo Sunny. "Comienza por el principio."

"¿Qué está pasando aquí?" Le preguntó Heechul.

"Taeng echó vino en la cara de la madrasta de Tiffany", dijo Sooyoung.

"¿Taeyeon lo hizo?"

"Vamos a contar la historia."

Todos miraban expectantes a Taeyeon.

Sorprendida por la súbita atención, Taeyeon miró a Tiffany para que la ayude, pero su novia estaba demasiado ocupada mirando divertida para ser de mucha ayuda. Taeyeon se aclaró la garganta. No quiero entrar en detalles completos de lo que Janet había dicho. La idea la enfurecía y le daba ganas de viajar en el tiempo y punzarla en la cara. Pero, ella podría darles una versión abreviada de la verdad. "Um, bueno, nos encontramos con el papá y la madrastra de Tiffany en el restaurante..."

~ * ~

Todos los días, Tiffany había estado temiendo el pensamiento de su separación con Taeyeon. Se había acostumbrado a estar cerca de ella todo el día. Se había acostumbrado a dormir con Taeyeon en sus brazos y despertar a su lado. La idea de volver a su apartamento vacío hacia tener a Tiffany ganas de llorar. Dejaron a Heechul primero. A continuación, a Nickhun y Sunny. Sooyoung las entretenía con las historias de sus aventuras salvajes en Los Ángeles, que Julianne hubiera disfrutado más si no hubiera estado sintiéndose cada vez más deprimida por la idea de decir adiós. No pasó mucho tiempo antes de que se dirigieran hasta el apartamento de Taeyeon y Sooyoung quien saltó primero en dar algo de privacidad. Había un montón de cosas en la punta de la lengua de Tiffany. Un montón de cosas que habría dicho si hubiera sabido exactamente cómo expresarlas.

"Esto es una estupidez", dijo Taeyeon.

"¿Qué?"

"Estar sentada aquí tratando de encontrar la manera de dar las buenas noches." Taeyeon la miró. "¿Te gustaría dormir aquí, en mi casa? Quiero decir, que ya tienes tu equipaje contigo. Y el viaje al estudio es mucho más corto de aquí."

Tiffany había estado a punto de pedir a Taeyeon volver a su apartamento. La alternativa no se le había ocurrido. "¿En serio?"

"Quiero decir, mi apartamento es una pesadilla"

"No me importa sobre tu casa." No le gustaba la forma en que sonaba, así que lo intentó de nuevo, "Quiero decir, no importa cuán grande o pequeño o estrecho sea. Yo sería feliz contigo en cualquier lugar. "

"Así que, ¿entonces...no?"

"Sí" dijo Tiffany, y sonrió, sintió al alivio circular por ella.

"Vamos entonces."

~ * ~

Para Tiffany, el apartamento de Taeyeon era fascinante. Era pequeño y nada en él era nuevo o brillante. Los muebles estaban encontrados, a pesar de no enfrentarse, tampoco. Las paredes estaban cubiertas de obras de arte, algunas enmarcadas y otras grabadas o con clavos o tachuelas. Había grietas en el techo. Una ventana en el salón parecía rota. Pero allí de pie, Tiffany se sentía como si la hubieran metido en un lugar especial. A diferencia de los lugares en que había crecido, en el apartamento se sentía invitada, era acogedor. Estaba lleno de algo intangible, pero que le gustaba.

Tiffany se preguntó si esta vida podría haber sido la de ella, si ella hubiera sido una actriz pobre que tratara de triunfar en el mundo. Nunca había tenido esa experiencia: cheque a cheque de la vida, necesidades y deseos de elegir sobre la base de lo que podía y no podía permitirse. Ella no sabía lo que era vivir la vida tratando de subir hacia arriba en vez de no caer.

"Debe parecer deprimente", dijo Sooyoung, apoyada en la puerta de su habitación.

Tiffany se preguntó cuánto tiempo había estado de pie allí. Taeyeon había ido a la ducha y el sonido del agua se hizo eco en voz alta en el pequeño espacio. Le recordaba a Tiffany estar de pie cerca de una cascada. "¿Qué debe parecerme?"

"El apartamento".

"Estaba pensando en todo lo contrario, en realidad, "respondió Tiffany. "Estaba pensando que es muy hogareño."

Sooyoung se echó a reír. "Sí, hogareño. Código para los oprimidos." Ella se acercó y se apoyó contra el respaldo del sofá. "La vida es tan rara, ¿no?"

"Lo era" Tiffany no estaba dispuesta a estar en desacuerdo, pero quería saber qué pensaba Sooyoung sobre el tema.

"Hace unos meses, Taeyeon estaba vagando por ahí como un zombi emocional y yo estaba trabajando mi trasero en una tienda de café que apenas cubría el alquiler, y ahora Taeyeon está flotando en el aire y yo estoy en una película. Contigo. "

Tiffany sonrió. Hace unos meses, estaba caminando como una zombi emocional, demasiado, pero no dijo eso. Todo eso se sentía como hace toda la vida.

"¿Tuviste algo que ver con esto, por cierto?"

"¿Con qué?"

"Conmigo de conseguir un papel en la película", dijo Sooyoung.

"Ah" dijo ella, y sabía que estaba haciendo tiempo. La respuesta estaba en algún lugar en medio de sí y no, pero ella no sabía cómo explicarlo. "Yo realmente no tuve ni voz ni voto en la elección final de casting. Fuiste admitida porque eres muy buena. Pero sí te recomendé para el papel." Recordando lo que supone la parte, agregó," quiero decir, le pregunté a Jessica si había una parte para ti. Yo no... Ya sabes... yo no quise decir que te he solicitado específicamente para esa función."

"Aww, acabo de hacer sonrojar a Tiffany Hwang. Este es un momento tan querido diario". Sooyoung sonrió. "De todos modos, gracias. Y eso es un general, de todo incluido te doy gracias porque no se hablar patosamente muy bien."

"No hay de qué, en general, así todos los servicios incluidos".

El agua se detuvo y cayó en el apartamento el silencio.

"Estas muy contenta", dijo Sooyoung, mirando a la puerta del baño.

"¿Creía que no eras patosa?" 

"Lo sé, joder. Pero es que las veo juntas, se ven tan lindas, enamoradas y me hace sentir muy caliente, mareada y con náuseas. Y de todos mo