Capítulo cuarenta y nueve…

Te amo, Taeyeon pensaba una y mil veces por la noche. Hubo otros pensamientos, pensamientos demasiado llenos de pausas, separados por jadeos, gemidos y gritos de placer, pero no podía recordarlos. Lo que ella recordaba era darse cuenta de que le encantaba todo lo relacionado con Tiffany. Amaba su cuerpo, su piel y la forma en que sostenía a Taeyeon más fuertemente cuando llegaba. Le encantaba la forma en que Tiffany la tocaba, con una mezcla de desconfianza y confianza. Amaba a las manos de Tiffany, sus dedos y su lengua; definitivamente su lengua.

Taeyeon, abrió la boca para hablar, decir algo como, "Me matas." Pero todo lo que salió fue un sonido incomprensible. Su cuerpo se sentía como gelatina, pero más pesado, como una roca de gelatina. Su mente flotaba. Ella estaba al tanto de las hojas húmedas por debajo de su espalda, el hecho de que el tiempo se había movido hacia adelante y hasta la madrugada. Pero sobre todo, era consciente de Tiffany. De la boca de Tiffany plantándole besos en sus muslos... en su cadera... en su estómago.

"Sí" dijo Tiffany, y Taeyeon podía oír la sonrisa en su voz. "¿Quieres decir algo?"

Ella recogió lo que quedaba de su poder mental y lo intentó de nuevo. "¿No suenas engreída?"

"Bueno, gemías más bien con énfasis."

Taeyeon abrió los ojos para encontrar a Tiffany mirándola, y cualquier pensamiento coherente que había formulado en su mente murió. Se sentía sin aliento. Quería decir demasiadas cosas a la vez, a derramar hasta la última de sus emociones y hacer entender a Tiffany que esta noche y cada segundo la había llenado de felicidad incontenible. Quería dejar escapar las promesas y declaraciones de un paseo sin control. Pero estaba lo suficientemente lúcida para saber que todo eso era tal vez demasiado en esta hora de la mañana, y tal vez demasiado en general.

"¿Qué estás pensando?", Preguntó Tiffany.

"Estoy pensando... que quise decir lo que dije antes."

"¿El 'oh, sí, ahí mismo'? Me di cuenta."

"Antes de eso".

"¿Que amas mis pechos?"

Ella sonrió. "Sí, por supuesto eso. Y también, que Te amo a ti. "La declaración sonó fuerte en el relativo silencio de la habitación. Ella había dicho estas palabras antes, en un vulnerable no muy lejano-pasado, a otra persona por completo, pero nunca lo había sentido al tiempo que les decía. Nada en esta noche o sobre la relación se sintió como todo lo que había vivido antes, y que era a la vez excitante y aterrador.

Tiffany sonrió y Taeyeon se derritió un poco con la vista. Cambio de postura y se tumbó contra el costado de Taeyeon, apoyando la cabeza sobre el pecho de Taeyeon.

Taeyeon contuvo el aliento al sentirla. Nunca se cansaría de ello, pensó. Ya era adicta.

"Tu corazón está latiendo muy rápido."

"No puedo imaginar por qué", dijo Taeyeon. "No es que haya una chica muy y desnuda acostada sobre mí ni nada".

"Correcto".

"En serio. Cuando te miras al espejo no piensas de ti misma, 'Dios, soy tan maravillosa. ¿Cómo se me permite existir entre los mortales?' "

Tiffany se echó a reír. "¿Es eso lo que piensas cuando te miras en el espejo?"

"Oh, sí", dijo Taeyeon. "Y entonces pienso: 'Tiffany Hwang tiene la suerte de tenerme.' "

"Tiffany Hwang es de hecho muy afortunada."

Yo soy la afortunada, pensó, pero no lo dijo. Taeyeon quería decir muchas cosas de nuevo y ninguna de ellas sonaba bien en su cabeza, lo que significaba que sonaría aún peor en voz alta. Esta noche ha sido increíble y no tenía palabras para expresar cómo se sentía por todo. Tocar a Tiffany se sentía como un regalo. Sólo tener a Tiffany se sentía como un regalo. Quería decirle a Tiffany todo esto, pero no sabía cómo. Decir 'Te amo' no le parecía suficiente. Tal vez podría pintarlo. Podría llenar un centenar de lienzos con su espectro de emociones y dárselos todos a Tiffany. Así, ella diría, así es como me siento sobre ti.

El pensamiento la relajaba.

Sostuvo a Tiffany más fuerte y cerró los ojos.

~ * ~

Tiffany permaneció despierta mucho después de que Taeyeon se había quedado dormida. Cada vez que ella cerraba los ojos, se abrirían de nuevo, y cada vez, una parte de ella se preocupaba de que Taeyeon se haya ido. Pero Taeyeon estaba ahí, siempre, bañada por los colores pálidos de la mañana, y Tiffany se dio cuenta que no era miedo, pero se preguntó, que la mantenía despierta.

Vio la luz del sol radiante en el pelo de Taeyeon, miraba las sombras bailando por sus hombros desnudos. Podía tocarla, Tiffany pensó. Si quería, podía correr sus dedos por la suave piel de sus brazos; pasar su mano por debajo de las sábanas y acariciar sus pechos. Podía besarla.

Tiffany había temido siempre la incertidumbre de hacer el amor por primera vez. Estaba segura de que la experiencia sería acusada de torpe y que de alguna forma fuera su culpa. Pero con Taeyeon había tenido miedo de más que un rendimiento deficiente. Ella temía que a pesar de la sinceridad de lo que había ocurrido antes, al final de todo esto, Taeyeon se volvería hacia ella y diría: "Yo no creo que pueda hacer esto".

En su lugar, Taeyeon había dicho "Te amo." Y Tiffany, para todas sus inseguridades, creía en ella. Lo había visto en los ojos de Taeyeon, en las miradas que se cruzaron entre ellas durante todos los momentos sin palabras, momentos olvidados. Ella lo había sentido en la forma en que Taeyeon la tocaba; lo oía en la forma en Taeyeon gemía su nombre. Lo había probado en el líquido caliente que se derramaba en su lengua. Podía degustarlo, todavía. Podía oír, sentir el movimiento de sus caderas, la suavidad de su piel.

Taeyeon la amaba.

Y todas las otras cosas que componían la vida de Tiffany se sentían pequeñas en comparación. Tenía una vida fuera de estas paredes, una vida, una carrera, y el clamor de las expectativas ajenas. Tenía una vida que había pasado años en construir, proteger, sosteniéndola sobre todas las cosas sagradas. Pero sentía a esa vida distante ahora. Se sentía despojada de todo lo que había definido una vez. Aquí, ahora, era una parte diferente de ella, quizá su parte real, puesta en libertad al fin.

Tomó la mano de Taeyeon y la sostuvo, maravillada, todavía, de haber podido hacerlo. Tendría que dormir, pronto. Todavía había una vida allá afuera, esperándola. Tendría que enfrentarse a Seohyun. Tendría que enfrentarse a Ray. Tarde o temprano, tendría que soportar el peso de su preocupación.

Pero la mano de Taeyeon, no tenía preocupaciones por su cuenta. Y eso era nuevo. Eso era diferente.

Todo era diferente.

~ * ~

La almohada contra su mejilla era más suave de lo que recordaba; las sabanas, también. Sus párpados le pesaban, por lo que mantuvo los ojos cerrados, y escucho. Estuvieron ausentes el sonido de los automóviles y el grito de los vecinos, de las viejas tuberías oxidadas protestando su uso continuo. Fue en este punto en que Taeyeon recordó que ella no estaba en su casa en Nueva York, pero si en la casa de Tiffany; en la cama de Tiffany. Y el hecho la empujó hacia adelante a la conciencia.

Parpadeó en contra de la luz del día. Más allá de las puertas de cristal que conducían al balcón, no había nada, pero claro, el cielo azul, y el espectáculo la hicieron sonreír. Se sentía - y estaba segura de que esto tenía poco que ver con el clima - un sentido burbujeante de emoción.

Cuando se dio la vuelta, esperaba encontrar a Tiffany aún dormida a su lado, pero Tiffany no estaba allí. Taeyeon frunció el ceño ante el lugar vacío en la cama, dejando caer su emoción al pensar que podría Tiffany haberse ido sin decir adiós. Pero entonces oyó la voz de Tiffany en el otro lado de la puerta, y se relajó.

"Está bien" oyó que decía Tiffany, pero no podía escuchar el resto.

Esperando sola en la cama, tratando de no escuchar a escondidas, se sintió tonta, por lo que Taeyeon optó por seguir adelante con su mañana. Cogió algo de ropa de la maleta y se dirigió al baño para ducharse.

La casa de Tiffany no era grande para los estándares ricos, o por lo menos, lo que Taeyeon imagino que debían ser. Pero era de lujo. Todo en ella hablaba de gustos finos, caros; los muebles, la decoración, el estado de la técnica, los nombres más altos en la línea de marcas que lo cubría todo, desde ropa de los aparatos de la cocina de Tiffany.

El baño no era diferente. E incluso después de un día, Taeyeon todavía se sentía como que estaba caminando por un margen de revista. De las cuencas blancas, aguas arriba del mostrador, las paredes de mármol color arena, a la ducha de vapor, todo se veía tan impecable que tenía casi miedo de tocar nada. Casi.

A pesar de su desaprobación de toda la vida de las duchas extravagantes que desperdiciaban agua innecesariamente, Taeyeon tuvo que admitir que los aerosoles múltiples se sentían increíbles. Pero allí de pie, sobre todo deseaba que Tiffany deje el teléfono y se uniera a ella. Después de hacer el amor toda la noche no se imaginaba que ducharse juntas este fuera de cuestión, a menos que, por supuesto, a Tiffany no le gustara. ¿Cuál es la relación apropiada para etiquetar a dos personas que han teniendo o? Nunca había pensado en estas cosas con Baekhyun.

En retrospectiva, está claro que ella no se preocupaba lo suficiente como para preguntarse sobre estas cosas. Ella había ido con el flujo y reflujo de sus deseos. Pero Taeyeon tenía sus propios deseos, y en este momento, estos incluían besar a su novia, desnuda, de preferencia, y, si tenía suerte, enjabonándola hacia arriba

Se entretenía con los pensamientos, ya que nunca se los mostraría Tiffany, no importa cuántos mensajes mentales Taeyeon enviase a su manera. Probablemente era demasiado tímida, Taeyeon decidió, en algún momento entre el secado y el cepillado de sus dientes. No es como si una noche en la cama juntas automáticamente revelara los límites personales que estaban bien para cruzar. Tendrían que trabajar en eso, pensó, envolviendo su cuerpo en una toalla y saliendo al dormitorio.

Tiffany estaba sentada en el borde de la cama, mirando fijamente a su teléfono, pero levantó la vista al segundo oyó la puerta abrirse. "Hey".

"Hey", dijo Taeyeon, sintiendo ese entusiasmo burbujeante de nuevo al ver la sonrisa de Tiffany. Había algo en el camino que Tiffany estaba mirándola a ella que la hizo sentirse audaz. "Supongo que no has recibido mi mensaje." Tiffany frunció el ceño y miró de nuevo al teléfono. "Mensajes telepáticos", agregó Taeyeon. "Los que decían: 'Ven y únete a mí en la ducha.' Debí haber enviado como mil".

"Mil", dijo Tiffany, lanzando su teléfono a un lado y poniéndose de pie. "Despediré a tu proveedor de mensajes telepáticos." Ella se había puesto sus pantalones de yoga negros y una camiseta blanca, y parecía que estaba por filmar un video de cómo ponerse en forma. Parecía injusto, Taeyeon pensó, que esta hermosa mujer sea de ella.

Cuando Tiffany se acercó a ella, Taeyeon se acordó de la mañana en que había aparecido en el apartamento de Tiffany y la encontró de pie en una toalla. Todavía podía oler su champú, todavía podía ver la forma en que las gotas de agua resbalaban por la perfecta piel de Tiffany. Ella había querido besarla tanto, casi tanto como quería besarla ahora. Pero ahora no había nada de pie en su camino, nada más allá de la incertidumbre siempre desvaneciéndola, y la preocupación de que tal vez ella quería demasiado, si era posible desear algo demasiado.

Como siempre, cuando Tiffany la besaba, ella se olvidaba de pensar, y querer propagarse a todas las partes de su cuerpo. A diferencia de todos sus besos antes de anoche, esta vez vino con un nuevo nivel de intensidad. Cada vez que sus lenguas se reunían, su cuerpo respondía al recuerdo de la boca de Tiffany llevándola al o.

"Creo que te olvidaste de este lugar", dijo Tiffany, tirando la toalla hasta que cayó al suelo. Parecía oír jadear a Taeyeon.

Taeyeon se sentía demasiado aturdida para responder, por lo que simplemente se dejó llevar por Tiffany de vuelta a la ducha.

~ * ~

Taeyeon insistió en preparar el desayuno, aunque por la hora en que bajaron era mucho después de la hora del desayuno. Tostadas era probablemente la cosa más segura en su menú personal, pero decidió arriesgarse e ir por lo más cercano que tenía a una especialidad: tortillas. Quemó la mitad de una y el segundo adoptó una forma extraña que podría haber sido cualquier cosa, desde una ballena deforme a un gato sin cola. Se le ocurrió a Taeyeon que cocinó de la forma en que Tiffany le señalo. La idea la hizo sonreír.

Comieron en la terraza, y Taeyeon alternaba entre mirar a su alrededor - la casa, el océano azul-verdoso, las aguas cristalinas de la piscina - y a Tiffany. Ella debía haber hecho algo bien en una vida pasada para merecer todo esto. Hasta el tiempo estaba sonriéndole. Pero todavía se sentía ansiosa. Un poco como ella imaginaba que Cenicienta debía haberse sentido la noche del baile. El reloj alcanzaría las doce eventualmente.

"¿Quieres cenar conmigo esta noche?", Preguntó Tiffany.

"¿Se supone que vamos a cenar fuera?"

"Bueno, no. Sólo quise decir... en un restaurante. Tu sabes, por ahí." Ella agitó la mano en la dirección al mundo en general.

"¿Dónde están los flashes de las cámaras?"

"Si te molesta…"

"No", dijo Taeyeon rápidamente. "Simplemente pensé que te gustaría mantener un perfil bajo".

"Lo que quiero es vivir mi vida", dijo Tiffany, "contigo".

"¿Vas a proponérmelo? Heechul me advirtió que esto podría moverse rápido".

Tiffany tiró de una servilleta hizo un ovillo de ella, hizo el camino solo sobre la mitad de la mesa. "Yo estoy pidiéndote una cita."

"Tu proposición es terrible. Pero acepto. "

"El viento es engañoso. Y bueno".

"¿Vamos a algún lugar especial? No he traído nada extravagante para llevar."

Tiffany sonrió y tomó su teléfono. "JoKwon va a amarte", dijo, después de unos segundos de escribir.

¿Fue eso un sí a lo extravagante? "¿JoKwon?", preguntó ella. Taeyeon tenía la sensación de que las cosas iban girando fuera de su control. Había tenido el disgusto de acompañar a Baekhyun en un par de fiestas de sus padres, cenas de élite y eventos, pero aquellos habían sido pocos y muy espaciados. Su idea de una cena de lujo iba al “Olive Garden”. Lo que constituía "fantasía" en la estimación de Tiffany era una incógnita.

"Él es mi chico salvación cuando se trata de asuntos de jugar a disfrazarse".

"Oh." Así que sí a lo extravagante.

Tiffany colgó el teléfono, mirando seria. "¿Es esto demasiado? Podemos hacer otra cosa".

Había más graves dificultades que ser mimada por su novia, Taeyeon decidió. Además, quería ver más de la vida Tiffany. Se sentía como si estuviera empezando a arañar la superficie, y ella quería saber todo. "¿Está tratando de hacer una copia de nuestra cita, Srta Hwang?"

Tiffany sonrió. "Nunca".

"Entonces estoy para lo que sea".

"Lo que sea, ¿eh?"

Taeyeon sonrió, los pensamientos de su ducha juntas bailaban por su mente. "Lo que sea".

"Es bueno saber eso." Estaban demasiado lejos, Taeyeon pensó. La mesa, entre ellas parecía más de lo que había antes. ¿Era esto como se sentía ser adicto a alguien? "¿A qué hora es la reunión?"

"Tres", dijo Tiffany, con lamento en su voz. "Probablemente debería estar lista".

"Probablemente. ¿Quieres un poco de ayuda? Me estoy poniendo muy buena en quitarte la ropa. "

La sonrisa de Tiffany fue toda la respuesta que necesitaba.

~ * ~

Tiffany nunca se había considerado como una persona feliz. No era oscura o propensa a ser depresiva. Pero no estaba llena de vida o vigorosa ni alegre. Hasta hace muy poco, se consideraba sensata, con sus estados de ánimo siempre bajo control, sus emociones bajo control. Esto era, por supuesto, hasta Taeyeon, hasta que cayó enamorada de ella.

El amor trajo consigo un mundo de desconocimiento, lleno de acciones sin razón, de decisiones espontáneas, de opciones ilógico. Meditó estas cosas en su camino al estudio. Pensó en su primer correo electrónico a Taeyeon y cómo le había parecido absurdo a la vez; lo ridículo que todavía parecía, sin importar lo bien que todo salió.

En retrospectiva, nada de esto tenía sentido para ella. Había actuado de forma impulsiva desde el principio, desde el momento en que vio las obras de arte de Taeyeon en la acera. Había caído enamorada, entonces, sin saberlo, sin darse cuenta de cuánto tiempo ella todavía tenía que caer.

Ella seguía cayendo, lo reconoció, y el pensamiento trajo consigo una oleada de emociones, todo lo cual se reducía a un solo hecho, indiscutible: Era feliz, feliz de una manera radical y profundamente arraigada, que la hacía sentir, por primera vez, realmente viva. Era el amor, entonces no, la fama o la fortuna que la hacían sentir que valía la pena. Era el amor que la hacía sentir, al fin, como si tuviera un fin. El amor: lo único que había estado evitando la mayor parte de su vida. Ella se rió ante la ironía. El semáforo se puso rojo y encendió la radio y se volvió al sonido, moviendo los pulgares en el volante al ritmo de la música. Y en el coche junto a ella, un niño apretó la nariz contra el cristal de la ventana, y ella le sonrió e hizo lo mismo. Cuando reía, ella reía con él.

Todo estaría bien, pensó, cuando la luz cambió a verde.

~ * ~

Nickhun tomo una foto de ella en el momento en que Tiffany salió de su coche. Era una sonrisa de oreja a oreja. "Voy a poner esto en mi libro de recuerdos, y abajo dirá 'Tiffany pierde su idad.' "

"¿Qué estás haciendo aquí?" Le preguntó, tratando de fruncir el ceño ante él, pero no podía. La verdad era que ella no podía dejar de sonreír, y su mandíbula estaba empezando a dolerle. Se sintió avergonzada de lo transparente que debía verse.

"Es una larga historia que involucra a la embriaguez, conducta desordenada y un ciclista llamado Bubba Joe. ¿Quieres escucharlo? "

"Pensándolo bien, no. ¿Dónde está Sunny?"

"Adentro, con Ray. Llegas tarde."

"No llego tarde." Miró la hora en su teléfono sólo para asegurarse.

"Entonces, ¿cómo estuvo?" Nickhun se apoyó en su auto y se cruzó de brazos. "¿Alucinante? Apuesto a que fue alucinante."

"Sabes que no voy a responder a eso."

"No tienes que hacerlo. Esta por toda la cara. Mira, no puedes dejar de sonreír." Tomo otra foto. "Tan linda".

Tiffany se volvió y empezó a caminar hacia el edificio, sobre todo para que Nickhun no pueda ver que se ruborizaba. Ya estaba segura de que conseguiría a través de esta reunión sería un desafío. Tenía muy vivas, imágenes seductoras jugando en su cabeza que no era probable que vayan a desaparecer pronto. Cada vez que su mente vagaba estaba inmediatamente de vuelta en la cama con Taeyeon. Cada toque, cada beso, cada sensación se repetía en su mente en alta definición.

"¡Buena suerte ahí!" Nickhun llamando después.

Ella la iba a necesitar.

~ * ~

Taeyeon pasó la mayor parte de la tarde sentada en un sillón junto a la piscina, su cuaderno abierto delante de ella. De vez en cuando, iba a dibujar, pero sobre todo, miraba hacia el océano y pensaba.

Ahora comprendía lo que la profesora había querido decir con encontrar la pasión. No se trataba de o, no exactamente. Se trataba de deseo. Era sobre el deseo. Era acerca de sí misma permitirse querer.

Se había convertido en una persona complaciente con los años. Se había convertido en alguien con miedo a la desaprobación de su familia. Su falta de apoyo se desmoronó. Y lo había dejado. Se había mantenido al margen y dejo que la duda se filtrase, se arraigue y se ensañase. Poco a poco había tratado de encajar en el molde de sus expectativas.

Se había unido al programa de arte porque quería, pero  había vacilado. Hubiera sido más fácil elegir una carrera diferente, elegir la carrera que su madre quería. Ser médico, ella había dicho, una y otra vez. Ser abogada. Con lo que gane. Podría pintar en su tiempo libre. Y Taeyeon había entendido la lógica en todo esto.

"Es tu vida", Sooyoung había dicho, cuando Taeyeon admitió que no estaba segura de qué hacer. "Tú eres la que tiene que vivir. Si tomas las decisiones equivocadas por lo menos sabes que es la tuya." Vio la lógica en eso.

Al final, ella se unió al programa de arte porque eso quería, pero se había castigado por eso. La carga de la desaprobación de su madre era un peso constante sobre sus hombros. Entonces había conocido a Baekhyun, y Baekhyun se convirtió en su compromiso. Lo había amado, sin duda, pero lo que más amaba eran los ojos iluminados de su madre cuando estaba con ella. Le encantaba la forma en que Jihoon sonreía con orgullo. Sentía como si por fin había hecho una elección de la que su familia podía estar orgullosa.

Sin embargo, Taeyeon no había sido feliz. No estaba segura de que había conocido la felicidad