“El fin de semana más largo de mi vida”
Ella abrió la puerta, y vio a la chica tendida allí en el piso, media toalla envuelta alrededor de su desnudo y mojado cuerpo.
Y ella estaba sobando su trasero y haciendo pucheros.
La rubia cerró sus ojos castaños por un momento y respiró profundamente. ¡Querido Dios, ayúdame! Ella rogó.
“¡Oh, hola!” Tiffany la saludó, sonriéndole “¿Dónde está Donghae?”
“En la planta baja, fue a hacer un poco de café” ella respondió, abriendo los ojos y fue a ayudar a la chica a ponerse de pie, envolviendo la toalla alrededor de su cuerpo “¿Qué sucedió contigo?” – ella le preguntó, preguntándose a donde esa inocente, encantadora, y linda señorita, que había conocido más temprano en la noche había ido.
“¡Ella me dejo!” Tiffany exclamó, levantando sus manos en el aire y dejando caer su toalla nuevamente “¡Y a través de un maldito teléfono!”
Jessica se ruborizo profundamente al ver ese perfecto cuerpo, justo al frente de ella, de hecho no escuchaba lo que la chica estaba diciendo sino que estaba bastante ocupada mirando sus pechos.
¡Estimado Señor, acaba de matarme ahora! rezó, y fue a recoger la toalla y cubrirla de nuevo.
“¡Ok, así que no estaba enamorada ni nada… pero aún asi!” la chica seguía hablando “¿Y que si ya tengo una carrera? ¿Es eso realmente tan malo?” – preguntó, mirando a la rubia.
“No, por supuesto que no”, ella respondió “Ahora vamos a conseguirte algo de ropa…”
“Y, sí, tengo una loca familia, y mi padre no tiene ni idea” ella siguió hablando, ahora apoyándose contra el mostrador “Así que no puedo solo presentarme y decirle “Hey Appa, esta es mi novia, ¿verdad?” – ella preguntó “Quiero decir, tenía que darme un poco de tiempo, ¿cierto?”
Jessica parpadeó. “Lo siento, ¿Qué?” – preguntó, completa y absolutamente sorprendida.
“¡Me refiero a que quizas él probablemente moriría o algo así! ¡Y entonces él volvería entre los muertos solo para poder asesinarme!” Tiffany siguió hablando, ignorando completamente a la sorprendida rubia “¡Pero esa no es una buena razón para dejarme! ¿Lo es? ¿O tal vez hay algo malo en mi…? ¿Hay algo malo en mi?” – preguntó, ahora mirando a los ojos color castaños, sorprendidos y ampliamente abiertos.
“¡N… no! ¡Por… supuesto que no!” la rubia tartamudeó “Quiero decir… ¡Solo mírate!”
“Eres hermosa” Tiffany dijo, otra vez ignorando lo que la rubia acababa de decir “¿Sabias eso?”
“¿Qué?” Jessica preguntó. Tiffany la miraba como si ella luciera como el más delicioso, y provocativo pastel sobre la tierra, y la rubia estaba entrando en pánico ahora.
“Y yo quiero besarte tanto”, dijo la chica de cabello castaño.
Jessica apenas tuvo tiempo de parpadear antes de que ella sintió un par de, una vez más desnudos, senos presionados contra los suyos, un par de brazos alrededor de su cuello y unos suaves labios sobre los suyos.
Labios suaves que sabían a alcohol.
Ella cayó al piso a causa del repentino impacto, cayendo de espalda y la mujer más joven sobre ella sentada a horcajadas, ahora besando el largo cuello de Jessica.
¡Oh Dios, oh Dios, oh Dios!, era todo lo que podía pensar. Ella estaba muy cerca de tener un ataque al corazón.
“Infierno, mi hermano es de verdad un bastardo con suerte”, dijo Tiffany a su oído, y luego aspiro en el cuello, justo debajo de la oreja de la rubia.
“¡Ok, detente!” rogó, sentándose en el suelo.
Pero Tiffany tenía otra cosa en m
Comments