It's payback time!
“El fin de semana más largo de mi vida”
Ella volvió a aplicarse un poco de brillo de labios y admiró su propia imagen en el espejo del baño. Asintió con la cabeza para sí misma, tomando la copa de vino rojo que estaba sobre el mostrador, bebiendo un sorbo.
Ella lucía simplemente maravillosa, y lo sabía muy bien.
Estaba vistiendo un magnifico vestido azul noche, que abrazaba perfectamente su figura. Con una pequeña cinta azul, que colgaba de su hombro izquierdo, hasta la cintura, donde un cinturón de plata marcaba sus curvas, y luego el vestido caía ligeramente hacia el suelo, con una pequeña cola que fluía por la parte posterior, besando el piso por donde ella caminaba.
Su cabello estaba recogido hacia el lado derecho en una coleta baja, sus rizos en cascada por el hombro y mostrando su largo cuello. Sombra negra en los ojos y rímel en las negras pestañas largas que hacían resaltar sus profundos ojos.
Pero el hecho de que ella lucía de esta manera, era la razón de tener a más de un hombre soltero persiguiéndola por toda la fiesta, y ello estaba haciéndola sentir miserable.
Eso, y el hecho de que una joven y delgada mujer rubia aún no había bajado.
Ella había pasado todo el día buscando una oportunidad para estar a solas con Jessica, pero entre su hermano, su propia madre y el Sr. Fosforo, había hecho eso completamente imposible.
Y la rubia parecía no querer tener nada que ver con ella. ¡OMO! Tal vez ella me tiene miedo, pensó para sí misma. Yo fui un poco brusca con ella… ¿Y si ella nunca ha estado con una mujer antes?
Ella entró en pánico ahora.
¡Oh Dios! ¡Debe estar totalmente asustada! ¡Necesito hablar con ella!
Con esto en mente, Tiffany salió del cuarto de baño, y se dirigió a la sala donde se celebraba la fiesta de cumpleaños de su madre. Miró alrededor de la sala en busca de una cierta cabeza rubia, pero no pudo encontrarla en ningún lugar.
Y fue entonces cuando lo escucho.
Era suave, casi como el susurro de un amante. Pero lo suficientemente alto para que ella lo oyera. Camino hacia el otro lado de la habitación, sus pies la llevaban sin que ella lo sepa y se detuvo justo en frente y a cierta distancia del piano.
Sus ojos color chocolate estaban fijos en la bella mujer que estaba sentada allí, con los ojos cerrados y una suave sonrisa en su cara bonita, acariciando suavemente las teclas blancas y negras.
Dios, es tan… perfecta.
Y ella lo era. En la mente de Tiffany, la delicada, hermosa joven rubia era la más asombrosa perfecta criatura con la que jamás se había topado en su vida.
El corazón se olvido como latir de repente, y el tiempo se detuvo. Y Tiffany se quedó allí parada, hipnotizada por la música de la rubia. Por su belleza, su elegancia y su gracia. Por ella, por solo estar ahí. Viva y justo en frente de la joven mujer de cabello rubio.
Al igual que la imagen de un sueño.
Y entonces la música se detuvo, y la rubia ya no estaba allí. Pensó que había estado mirando dentro de los ojos castaños por un momento, pero no estaba muy segura de eso.
Miró en la habitación, en busca de la rubia, pero ella no estaba en ninguna parte a su alrededor.
Y ella entro en pánico otra vez. ¡Tengo que encontrarla! ¡Tengo que hablar con ella! Pensó para sí misma.
“¡Miss Hwang!” la voz del señor Fosforo se escuchó “¡Yo estaba buscándola! Te ves increíblemente hermosa esta noche, querida”
“Discúlpeme, por favor” empezó diciendo “Realmente no puedo hablar con usted en este momento”
“Oh, pero por favor, permíteme bailar contigo, te lo ruego” él insistió.
¡Maldito Hombre! Ella pensó.
Un destello de color amarillo cruzo su visión, entrando en el salón, al parecer procedente de los jardines. Donghae estaba detrás de ella, parecía un poco preocupado.
¡OMO! ¿Ellos acaban de tener una pelea? ¿Ella le dijo acerca de… ¡Oh my Gosh! ¡Qué he hecho!
Su mano siendo tomada y jalada en sentido opuesto consiguió su atención hacia el hombre pelirrojo justo en frente de ella. Entorno los ojos y retiro su mano de nuevo.
“¡Le dije, que no en este momento!” – exclamó, dándose vuelta y siguiendo a la joven rubia.
La siguió hasta el pasillo, y por un momento pensó que la había perdido. Pero luego un destello de tela amarilla entrando en una habitación consiguió su atención.
Ella la siguió, entró en la biblioteca y allí la encontró. La rubia estaba caminado en círculos, en el cuarto casi oscuro, solo alumbrado por una pequeña lámpara, respirando profundamente y sacudiéndose las manos, como si estuviera tratando de sacudir algo de ellas.
“¿Acabas de tener una pelea con Hae?” le preguntó, sorprendiendo a la rubia, quien prácticamente salto en el aire “Siento haberte asustado” se disculpó “pero, ¿ustedes dos tuvieron una pelea?”
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