Michelle Hwang estaba sentada en una silla reclinable, tenía un sombrero grande sobre su cabeza para protegerse del sol, y gafas oscuras en la parte superior de la nariz.

Ella estaba tranquilamente leyendo su periódico, mientras tomaba su café. Dejó la taza sobre la mesa que tenía a su lado, y pasó la página, sus  ojos fueron rápidamente a los titulares.

Y entonces sus ojos marrones se abrieron increíblemente y su mandíbula casi golpeó el piso.

Jessica parpadeó, sorprendida por el repentino movimiento, y las palabras de la chica más joven. Y  solo se la quedo mirando, sin saber realmente que decir.

¿Qué…?

“Rompe con él” Tiffany le dijo otra vez, ahora con una expresión suplicante en su rostro.

“

¿Qué?” Jessica fue finalmente capaz de decir.

“¡Rompe con él!” volvió a exclamar “¡Yo no puedo soportar esto!  Yo no puedo estar cerca y verte con él…”

Ella frunció el ceño.

“¿Para qué?” Ella le preguntó, interrumpiéndola.

¡Esta chica era imposible! Había sido una gran noche, probablemente la mejor noche de toda su vida. Pero no había nada más que eso, y ella no estaba dispuesta a arriesgarse, solo para estar con alguna chica que quería joderle su cerebro, y luego ¡esconder el hecho del mundo entero!

“¿Así tú puedas hacer de mi tu pequeño juguete ual? Gracias, pero no, gracias. Yo no soy buena en la clandestinidad”

Tiffany parpadeó, sorprendida ante la acusación. Y entonces ella frunció el ceño.

“¡Has estado jugando conmigo!” ella le dijo.

La rubia la miró, y luego jaló su brazo hacia atrás, alejándose de la mujer más joven

“¡Sabes a lo que me refiero!” exclamó “¡Tienes demasiado miedo de salir de tu maldito armario y enfrentarte a tus padres!” – gritó, molesta y enojada. ¡Y  ni siquiera sabía por qué ella estaba tan enojada en primer lugar!

“¡Tú no eres quien para decirlo!” le gritó, ahora igual de enfadada “¿Sabe mi hermano que tú tienes gusto por las lesbianas?”

La joven rubia rió. Duro, e irónicamente. Sus manos levantadas al aire. ¡Al diablo con todo! ¡Ella no podía soportar estar más  allí! Todos ellos eran demasiado locos, y ella estaba sintiéndose enferma y cansada de sus juegos.

Volvió a mirar a Tiffany, quien ahora estaba frunciendo el ceño “¡Por supuesto que lo sabe!” finalmente exclamó

¡Él era su mejor amigo! ¡Cómo demonios no iba a saber! Respiró profundamente, intentado calmarse a sí misma.

“Mira, me diste el viaje de mi vida, realmente lo hiciste” ella empezó “Pero tú realmente no quieres tener nada que ver conmigo, así que ¿Por qué quieres que…?”

“¡Eso no es cierto!” Tiffany la interrumpió, su pie golpeando el piso, frustrada “¡Yo quiero estar contigo!” ella gritó

“¡Ni siquiera me conoces!” Jessica gritó, con las manos al aire.

“¡Hey!, ¿Qué pasa con todos esos gritos?” la voz de Donghae, sorprendió a las dos.

Jessica lo miró, parpadeó una vez y luego se acercó a él.

“¡TÚ!” ella le gritó, apuntándolo con el dedo en el pecho “¡Esto es toda culpa tuya! ¡Tú arréglalo! ¡Me voy de aquí!”

“¡Espera, Sica!” gritó tras ella, agarrándola por el brazo y la detuvo de ir a alguna parte “¿Q