Cuando la rubia  despertó a la mañana siguiente, ella estaba recostada en una agradable y cálida cama, y no tenía ganas de levantarse aún.

Sintió un dulce olor a shampoo que llegaba a su nariz y una respiración cálida  acariciando su cuello. Un caliente, y desnudo cuerpo estaba presionado contra el suyo, una cabeza descansando en su pecho, los brazos envueltos alrededor de su cintura, y las piernas enredadas juntas.

Y ella se pregunto por qué no se había largado después de que su negocio habia culminado. Como ella siempre lo hacía. Sin preguntas, sin entrevistas ridículas sobre su vida, sin falsas promesas  que no podía mantener.

Y ella no quería mantenerlas de cualquier manera. No quería nada serio. No especialmente  con una chica al azar que había recogido en un bar.

Pero entonces ella sintió la sensación de sus pantalones de dormir acariciando su piel. ¡estoy en pijamas!  Y recordó que estaba, de hecho, vestida. Y que la chica desnuda presionada contra ella no era una chica al azar que había recogido en algún bar.

Y,  la parte definitivamente más importante, que ellas no habían tenido relaciones uales la noche anterior.

Sintió a la chica abrazándola incluso más de cerca, con una mano subiendo suavemente a la taza de su pecho, una pierna entre las suyas, rozando contra ella. Y entro en pánico, abrió los ojos de repente y miró a la chica dormida.

Esto no es bueno, se dijo a sí misma.

Tiffany levanto un poco la cara, lo suficiente para acariciar el cuello de la rubia, pero aún seguía dormida. Su pierna presionando un poco más fuerte contra la rubia.

“¡OMO!”  Jessica exclamó, alejándose lo mäs rapido que pudo de la chica, y cayendo al suelo, golpeándose duro la espalda “¡Mierda!” ella gritó de dolor.

Tiffany se despertó por el grito repentino, mirando alrededor de la extraña habitación donde se encontraba, y mirando a una cabeza rubia cerca de la orilla de la cama.

Y los recuerdos borrosos de la noche anterior llegaron de repente a su mente, por lo que se cubrió con las sabanas, y fue a la orilla de la cama, mirando a la mujer rubia aún tirada en el suelo.

“¿Estás bien?” preguntó “No te empuje ni nada, ¿verdad?”

“No”, ella respondió, gimiendo “¡Maldición, eso duele!”

La puerta se abrió de golpe, y ambas chicas voltearon para ver a Donghae allí de pie, con un vaso de agua y mirando preocupado a su hermana aún desnuda, sentada en su cama, y  a su mejor amiga tirada en el suelo junto a la cama.

Él sonrió, divertido.

“¿Todo bien?” – le pregunto a la rubia

Ella se sentó y lo miro.

“Oye no me mires así, yo solo preguntaba”

“¿Te lastimaste?” preguntó Tiffany, haciendo caso omiso de su hermano, y mirando a la mujer rubia.

“Sí, pero estoy bien” finalmente dijo “Sólo caí, eso es todo”

“¿Cómo te sientes?” Donghae le preguntó a su hermana.

“¡Como si un tren cargado con un millón de elefantes me hubiese aplastado anoche! Ella respondió, masajeando la frente.

“Me lo imaginaba. Estas son para ti”, dijo, entregándole un vaso con agua y dos analgésicos. Ella lo tomo de buena gana “Ahora, todo mundo está empezando a despertar. Así que mejor  date prisa y ve a tu habitación”, él le dijo y luego volvió hacia su amiga “Tu también”

Jessica no necesitó que él lo dijera por segunda vez. Ella se levanto en un rápido movimiento, y se dirigió a la salida sin siquiera mirar  atrás.

“Wow, ella es rápida” comentó Tiffany, después que la rubia salió.

“Si, lo es” Donghae dijo pensativo ¡pero qué rayos! ¿Desde cuándo Sica corre? “Y ella realmente no es una persona de la mañana, de todos modos…”

“Lo siento por lo de anoche” se disculpo “Yo realmente no debería de haber…”

“Hey, está bien” él la interrumpió “Simplemente no hagas tanto ruido la próxima vez. Tuviste mucha sue