En las siguientes semanas, Yoona no había dejado de darle vueltas al dibujo que le había regalado Taeyeon, aun resonaba en su cabeza la frase: “Tu futuro, supongo”, aquellas palabras la habían llenado de confianza, porque si alguien ajeno a su entorno se había dado cuenta significaba que algo de cierto había detrás de todo eso. Algo en su interior le decía que podía conquistar a Seo y que no había peligro alguno en que lo hiciera, pero por otra parte no quería arriesgarse. Se encontraba en un gran dilema, en ambas opciones tenía mucho que perder y al mismo tiempo mucho que ganar también. Por esa razón había llegado a la conclusión de que no debía pensar tanto en eso y dejar que las cosas siguieran su curso. Lo que la tranquilizaba un poco era el hecho de que Jung había dejado de molestar, al menos por ahora.

Taecyeon ya se había ido del departamento hacía poco más de dos días porque debía volver a los ensayos con el resto de los chicos para presentarse a la competencia de baile que se llevaría a cabo dentro de un mes. Que el chico ya no estuviera en el departamento significaba que solamente eran ella y Seo en el lugar.

El día de la audición de la menor se acercaba y ésta andaba completamente histérica. Había días en los cuales no dormía y si lo hacía, se despertaba a medianoche o por las madrugadas gritando en sueños y llorando porque según ella no lograba pasar la audición. Había estado practicando horas durante todos los días a lo largo de aquellas semanas para deleite de Yoona, que simulaba hacer otras cosas cuando en realidad lo único que hacía era escucharla cantar llenándose el alma y dejando que una suave caricia le arañara el corazón.

"¿Te encuentras bien?" le preguntó la pelinegra a Seo que se encontraba recostada con su espalda en el pecho de Yoona sintiendo los latidos del corazón de la pelinegra, mientras ésta le acariciaba el pelo

Aquel lugar se había vuelto el sitio preferido de Seo. Estar en los brazos de Yoona le proporcionaban esa seguridad, la contención que necesitaba en ese momento. Ese día, cerca de la tarde llegaría de visita Sunny, su prima, además también estarían los sobrinos de Yoona pasando el fin de semana con ellas y por último Jessica y Siwon que se habían auto invitado a almorzar. Por esa razón quería aprovechar al máximo aquel momento a solas que tenía con su amiga.

"¿Por qué lo preguntas?" cuestionó la menor con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.

"Porque estás callada y eso no es normal en ti." respondió Yoona haciendo reír a Seo.

"Estoy disfrutando el momento." aclaró la diva entrelazando sus dedos con los de Yoona. "¿Qué hay de malo en eso?"

Aquella respuesta desarmó completamente a Yoona. No tenía palabras para replicar aquello porque ni siquiera había una buena razón para hacerlo. Seo lo había dicho todo, un momento como ese era lo que ambas necesitaban. Por esa razón se aferró más a la menor abrazándola al mismo tiempo que dejaba un beso en el hombro de Seo.

"¿Con tu novia también eres así?" cuestionó Seo con los ojos cerrados sintiendo los brazos de Yoona a su alrededor y la risa de ésta chocando en su cuello haciéndola estremecer.

"¿Novia? Yo no tengo novia." negó Yoona con una sonrisa traviesa. "No sé de quién hablas."

"Hablo de la rubia que trabaja contigo." respondió Seo sin ningún tipo de emoción en la voz.

Debía saber lo que había entre Yoona y aquella chica. Hacía varios días atrás la pelinegra había invitado a cenar a la rubia después que ésta le llevo algunos de los dibujos terminados y que al parecer Yoona debía aprobarlos. Después estaba el hecho de que varias fueron las veces que las descubrió mirándose con complicidad como si supieran algo que el resto no y eso le molestaba por que se suponía que Yoona tenía ese tipo de relación con ella, no con una rubia y que hacia menos de tres semanas que conocía. Tampoco era que debía molestarse por eso. Yoona era libre de hacer lo que quisiera y ella no podía hacer ni decir nada.

Yoona por otro lado intentaba comprender o al menos entender aunque sea un poco de la actitud de Seo. La menor asesinaba con la mirada a Taeyeon cada vez que la veía y eso desconcertaba a Yoona. La rubia y ella eran amigas, nada más. Si, la chica era hermosa, amable, sincera, tenía esa voz que hipnotizaba a cualquiera en conjunto con sus ojos, pero aquella chica no era la que Yoona quería como novia. La persona que la pelinegra quería que portara ese título estaba entre sus brazos, “disfrutando del momento” como había dicho.

“ "La rubia que trabaja conmigo." ” Yoona dibujo comillas con una mano porque la otra seguía aferrada a la de Seo que la miró con el ceño fruncido. "Se llama Taeyeon y no es mi novia. Además te cae bien Tae."

"Es divertida." coincidió Seo con sinceridad, pero aún así la rubia tenía algo que no le gustaba. "Siempre dices que no es tu novia pero no es eso lo que yo veo."

"¿Y qué es lo que ves?" cuestionó Yoona con toda su atención en Seo que se separó un poco de ella para mirarla a los ojos.

"No lo sé, miradas cómplices, sonrisas tiernas, susurros que nadie llega a escuchar... solamente ustedes dos." enumeró Seo mientras que la pelinegra asentía a cada cosa que decía con una sonrisa en los labios. "Se ríen de cualquier cosa, estás atenta a ella..."

"Contigo también me comporto así y no eres mi novia." replicó Yoona quitando el cabello del rostro de Seo. "Sabes como soy, Seo. Me gusta que las personas a mi alrededor se sientan cómodas. Tae es una buena chica y sí, podría ser la novia perfecta pero no para mí."

"¿Por qué no para ti?" cuestionó Seo mirándola directamente y con todos sus sentidos en alerta. "Lo acabas de decir, es la chica perfecta."

"Y sostendré eso a muerte, pero Taeyeon y yo no funcionaríamos como pareja. Somos las dos perfectas." bromeó Yoona ganándose un manotazo suave por parte de la menor. "No, en serio. En el tiempo que llevo conociéndola, me he dado cuenta que es genial y es obvio que es buena chica y una buena amiga pero no la veo como una posible conquista... ¿esa respuesta eliminó tus celos?"

"No son celos, son derechos de propiedad." respondió Seo encogiéndose de hombros mientras jugaba con las manos de Yoona. "Quiero saber si una chica que apareció en nuestras vidas hace menos de tres semanas puede quitarme a mi mejor amiga, eso es todo."

"¿Mejor amiga? ¿Quién es tu mejor amiga?" bromeó Yoona con la lengua entre los dientes adquiriendo un gesto travieso, mientras que Seo frunció el entrecejo fulminándola con la mirada.

"Será mejor que empieces a correr, Im." advirtió Seo haciéndose a un lado mientras que la pelinegra reía a carcajadas.

"¡Oh, no! La maknae me va a atrapar." exageró Yoona con las manos en alto comenzando a correr seguida de Seo que también reía a carcajadas.

La broma se convirtió en una persecución por todo el departamento mientras que ambas chicas se reían. Crusoe también se unió a ellas mientras que Aslan estaba recostado en el estante de la sala mirando toda la escena desde arriba. Todo fue risas hasta que Seo se golpeó el dedo meñique del pie con la mesa ratonera y Yoona se preocupó.

"Seo, ¿estás bien?" pero lo que Yoona no se dio cuenta fue de la sonrisa diabólica de la menor que apenas la pelinegra se acercó a ella, comenzó con un ataque incesante de cosquillas.

"Eres lo más ingenuo que vi en mi vida, Yoongie." decía Seo mientras la pelinegra se desternillaba de risa. "Eso te pasa por decirme maknae."

"Ya-ya, lo si-siento, maknae." replicó Yoona entre risas pero Seo no parecía dispuesta a dar tregua alguna. "No, en serio... bas-basta, Seo. ¡Me rindo!"

"¿Ves? Hablando se entiende la gente." indicó Seo repitiendo la misma frase que siempre le decía Yoona. Iba a agregar algo más, pero el timbre de su departamento la interrumpió. "Yo voy."

No hizo falta mirar por la mirilla de la puerta porque la voz de Jessica discutiendo con Siwon le indicó que se trataba de ellos.

"Ya, Choi. Deja de lloriquear... solo fue una broma." decía la americana rodando los ojos mientras entraba al departamento. "Hola, maknae, ¿por qué estas toda agitada?" cuestionó Jessica mirando a Seo y después a Yoona que le regalaba un abrazo a Siwon. "¡Oh, por dios! ¿Estaban a punto de tener o y nosotros interrumpimos?"

"Deja de decir estupideces, Jessica." replicó Yoona adquiriendo un tono rosado en las mejillas. "Estábamos jugando con Crusoe, eso fue todo."

"Ahora se le llama jugar." ironizó Jessica cruzándose de brazos. "Ya, no importa. Más tarde tendrán o, ahora deben preparar el almuerzo que nos prometieron al Hada de los Dientes y a mí."

"En realidad nosotras no te prometimos nada." aclaró Seo mientras Yoona se dirigía a la cocina en compañía. "Ustedes se auto invitaron a almorzar."

"Ya, ya. Lo que digas." replicó Jessica sentándose en el sofá mientras le hacía señas a Seo de que hiciera lo mismo. "Ven aquí y dime que es lo que estaban haciendo tú y Yoongie antes de que llegáramos. Quiero detalles."

"No estábamos haciendo nada, Sica." suspiró Seo mirando seriamente a la americana. "Solamente estábamos jugando con Crusoe, nada más."

"Pero te hubiea gustado estar haciendo otra cosa, ¿cierto?" replicó Jessica con una ceja en alto mientras que Seo bajaba la mirada. "¡Por dios, Seo! Abre los ojos de una vez. Respóndeme una sola cosa... ¿Yoona te gusta?"

"Claro que me gusta, es mi amiga, Jessica." respondió Seo recostándose en el sofá con los ojos cerrados. No tenía intención de admitir más que eso. Yoona era su amiga, nada más.

"Sabes que puedes confiar en mí, Seo." susurró Jessica acariciando el hombro de la menor que sin pensarlo se recostó en las piernas de la americana como si de una niña pequeña se tratara. Jessica lejos de quitarla dejo que se quedara allí porque estaba segura lo que vendría a continuación.

"Tú sabes lo que siento por ella, Sica." susurró Seo después de unos minutos en los cuales debatió internamente sobre si debía hablar sobre sus sentimientos o no con Jessica. "Sabes que no es una simple amiga para mí, que estoy luchando por no sentir nada más que amistad, pero ella no me lo pone fácil." se indignó la menor con los dientes apretados. "Cuando por fin logro convencerme de que no debo sentir nada más allá, el que cariño llega ella con su sonrisa tierna e inocente a tambalear mi mundo y a generar miles de cosas en mí. Aparece con su séquito de chicas chaparras y hermosas que hacen que quiera cortarle las cabezas a todas. Pero lo cierto es que no debería sentirme así... ¿Tú-tú qué sugieres que haga?"

"Si por mi fuera, las encerraría a ambas ya mismo en alguna habitación de este maldito departamento para que eliminen de una vez por toda esa tensión ual que sienten." respondió Jessica captando la atención de Seo que la miró. "No me mires así, sabes que es cierto. Lo que yo te sugeriría es que dejaras de lado eso de “soy la eterna mejor amiga enamorada” porque juro que vuelvo a escuchar eso y te entierro viva en algún macetero de aquí." amenazó la americana haciendo reír a Seo. "Ya que estas que se te caen los calzones por mi hermana, ¿por qué no intentas conquistarla?"

"¿Qué? ¿Estás loca? No puedo, Jessica." negó Seo, aunque la idea no le pareció tan descabellada. "No puedo intentar conquistar a Yoona."

"¿Por qué no? Mira, lo diré una sola vez y después será mejor que tu cerebrito de nuez lo olvide, ¿ok? Eres hermosa, Seo. Cantas bien, eres un poco intensa, pasional, la primera impresión que inspiras es la de ahorcarte o encerrarte en una caja de fósforos, pero con el tiempo la gente se acostumbra a eso." repuso Jessica rodando los ojos. "A pesar de medir menos que un perro pequinés tienes unas infartantes y largas piernas, lo cual nunca he entendido eso... además corres con ventaja."

"¿Con ventaja?" preguntó Seo ganándose un manotazo en la cabeza por parte de Jessica. "¡Auch, Sica! Eso dolió, ¿Por qué me golpeas?"

"Porque tenía ganas. El momento se estaba volviendo demasiado empalagoso para mi gusto." respondió la americana encogiéndose de hombros quitándole importancia al asunto. "Como sea, tú corres con ventaja y es ahí cuando debes aprovechar." Seo la miró con desconcierto y eso exasperó a Jessica. "¡Dios, dame paciencia! Abre bien tus oídos puntiagudos, baby. ¿Quién eres tú en la vida de Yoongie?"

"¿Su mejor amiga?" respondió Seo que más que una respuesta fue una pregunta, mientras que Jessica asentía. "¿Y con eso qué? Tú también eres su mejor amiga, Jess."

"Error, yo soy su hermana." aclaro la americana haciendo sonreír a Seo. "Pero, como bien dijiste tú, eres su mejor amiga, por lo tanto esa es tu ventaja. La conoces de todas las maneras posibles, conoces sus gustos, lo que detesta, como se despierta a la mañana, cuantas personas integran su familia, sus gustos musicales, sus... ¡¿quién demonios se atreve a interrumpirme cuando estoy haciendo de consejera?!"

Seo soltó una carcajada mientras se dirigía a la puerta encontrándose directamente con Ok Taecyeon que le sonreía de lado luciendo completamente atractivo. Definitivamente si no se encontrara en un dilema interno respecto a los sentimientos que crecían en ella debido a cierta pelinegra de ojos marrones, aquel chico sería alguien de quien podría enamorarse tranquilamente.

"Tenía que ser Magic Mike, ¿quién otro sino?" escuchó que decía Jessica mientras el chico entraba al departamento después de regalarle un abrazo a Seo.

"Hola, Jessica." saludó el chico dirigiéndose hacia la americana que le arrojo el almohadón del sofá. "Ok, creo que estás en tus días femeninos. Mejor no me acerco. ¿Dónde está Yoongie?"

"Yoona." enfatizó Seo frunciendo el ceño. "Está en la cocina preparando el almuerzo."

"Pelinegra, deja lo que estás haciendo porque tú y yo tenemos una cita." gritó Taecyeon entrando a la cocina sorprendiendo a Yoona que estaba hablando con Siwon.

Im apenas vio a Ok y se lanzó a abrazarlo. Rodeo l