El lunes de la siguiente semana se estaba convirtiendo en la más pesada para Yoona y el culpable de todo era Jung. El chico parecía no querer dejar de insistir a pesar de que Seo, al parecer, le había dicho que ya no lo hiciera la última vez que se encontraron, hacía ya una semana. Esta vez no fue un solo ramo de rosas, fueron tres. Yoona tuvo que resistir el impulso de tirarlas al suelo y pisotearlas, tal y como le gustaría hacer con Yonghwa.

"Regalo de Jung." informó la pelinegra de mala gana cuando Seo apareció en la sala con cara de dormida. Yoona, mientras tanto se dirigió al sofá y se encargó de despertar a Taecyeon que dormía completamente despatarrado en el sofá. "Taec, precioso, despierta. Vamos, bebé."

Aquellas palabras molestaron a Seo, ¿“Precioso”? ¿“Bebé”? Está bien, no tenía por qué molestarse, era el ex novio de Yoona, ésta tenía derecho a llamarlo como quisiera y ella no tenía por qué decir nada. Era solo su amiga. Últimamente se tenía que repetir eso en su mente varias veces, sobre todo cuando Yoona estaba cerca de ella. No quería volver a sentir algo por la pelinegra porque eso significaba amor no correspondido. Sí, Yoona había dicho que estaba abierta a lo que sea, pero jamás se fijaría en ella como mujer, sería la eterna mejor amiga enamorada y no quería eso. Decir lo que sentía, o estaba empezando a sentir nuevamente, no era una opción. ¿Abrir la boca y perder la amistad de Yoona? ¡De ninguna manera! Tampoco debía confundir las indescifrables señales que le lanzaba la pelinegra. Habían sido amigas durante cinco años, tiempo suficiente para que se formara una unión bastante importante y cierta confianza, por ende, comportarse con Yoona como si fueran una pareja no le parecía nada fuera de lo común. Es más, amaba esa complicidad de la cual eran dueñas, decirse todo con la mirada o algún gesto y que el resto no se diera cuenta de nada o no entendiera, le gustaba las horas que pasaba observando a la pelinegra con sus sobrinos, a pesar de que era allí cuando más fuerte se volvía lo que sentía. Quizás Yoona le gustaba en el pasado, pero esa etapa ya la había superado y si así no era, no estaba tan segura de querer decirlo en voz alta aún. Podría hablarlo con Siwon, pero eso significaba horas y horas de momentos detallados por insistencia del chico. Jessica tampoco era otra opción, no creía poder soportar su sarcasmo y su mirada inquisitoria todo el tiempo. Amaba a esos dos chicos, pero no quería hablar con ellos hasta no sentirse completamente segura de lo que sentía por la pelinegra. Taecyeon estaba descartado por varias razones, era el ex novio de Yoona y habían hablado poco y nada. Weston no era una opción porque si por ella fuera, lo ataría a una silla con una cinta en la boca y lo dejaría encerrado en el sótano de alguna solterona de cuarenta años. Aquello último la hizo reír llamando la atención de Yoona.

"Mi mente está planeando alguna maldad." explicó Seo encogiéndose de hombros haciendo reír a Taecyeon que parecía más dormido que despierto. "Buenos días, Taecyeon."

"Buenos días, Seo." saludó el chico volviéndose a dormir.

"Parece que tu “bebé” tiene sueño." planeaba que aquello le saliera de forma divertida, pero al parecer no le salió así porque Yoona la miró con una ceja levantada. "Iré a preparar el desayuno."

"Así que... ¿rosas nuevamente?" cuestionó Yoona como si nada una vez que estuvo en la cocina observando a Seo que soltó una pequeña risa.

"Sí, rosas de nuevo. Creo que por culpa de Yonghwa empiezo a detestar a las rosas." respondió Seo con una mirada cómplice hacia Yoona que estaba complacida por esa respuesta. "Es una lástima, porque son flores hermosas, pero que vengan de la mano de Yonghwa las convierte en... en fin, hoy no voy a poder acompañarte a pasear a Crusoe, tengo planeado ensayar porque en unas semanas serán las audiciones del señor Harper."

"Claro, no hay problema. Yo debo ir a trabajar." repuso Yoona aceptando la taza de café que le ofrecía Seo al tiempo que ésta la miraba desconcertada. "Dongun me llamó anoche y me preguntó si podía volver al trabajo porque Jeremy, el jefe del área de dibujo, se va a tomar unos días porque la esposa acaba de dar a luz." Seo esbozó una sonrisa tierna que captó toda la atención de Yoona. "¿En qué estaba? Ah sí, también me pidió que asesorara a la chica nueva."

"¿Chica nueva?" cuestionó Seo con el ceño fruncido sentándose a desayunar mientras Yoona le ofrecía la tostada que había estado untando para ella. "Gracias."

"De nada. Sí, la chica de la que te vengo hablando hace tiempo, ¿recuerdas?" Seo asintió y Yoona le dio un mordisco a otra de las tostadas.

"No hables con la boca llena que no te entiendo, Yoongie." indicó Seo con una sonrisa dulce que se transformó en una carcajada cuando la pelinegra intentó meterse la tostada entera en la boca, pero en lugar de eso, se ensució toda. "Pareces una niña pequeña. A ver, déjame limpiarte."

Yoona se dejó hacer, mientras que Seo le limpiaba con una servilleta la boca completamente concentrada en eso. Por inercia o porque no tenía control alguno sobre su cuerpo, la pelinegra colocó sus manos en la cintura de la menor, que tembló al sentir las cálidas manos de Yoona por encima de la camiseta. Automáticamente la miró y se encontró con los ojos cafés que la habían hecho perder la cabeza años atrás mirándola directamente, la vio relamiéndose los labios que intentó por todos los medios no besar.

"Lis-listo." indicó Seo con intenciones de alejarse de Yoona, pero ésta no se lo permitió, sino que se aferró con más fuerza a la cintura de Seo mientras esta cerraba los ojos para no ceder a la tentación. "¿Ahora qué?"

"Ti-tienes sucio aquí." respondió Yoona con la voz entrecortada mientras pasaba su pulgar por el labio inferior de Seo, sintiendo el calor que desprendía y que la estaba llevando a perder la cordura. "Ya está."

Pero ninguna de las dos se alejó, se quedaron mirando una a la otra que ganas de detener el tiempo en ese instante, cada una en sus pensamientos. Seo, auto convenciéndose de no hacer nada que pudiera poner en peligro su amistad con Yoona y la pelinegra buscaba una excusa para poder seguir manteniendo ese contacto con la menor. Se sorprendió cuando Seo se lanzó a sus brazos y la abrazó con todas sus fuerzas como si no quisiera dejarla ir.

"Te quiero." susurró la menor en el oído de Yoona y esta se sintió morir. No le salían las palabras debido al nudo en su garganta, por esa razón se aferró más a Seo para eternizar aquel abrazo que se estaba convirtiendo en uno de sus favoritos. "Gracias."

"¿Por qué?" cuestionó con un hilo de voz pero sin soltar a Seo que parecía que tampoco quería ser soltada.

"Por ser simplemente tú." respondió la menor, alejándose un poco para mirarla a los ojos siendo testigo de cómo Yoona esbozaba una sonrisa tímida al tiempo que se ruborizaba. "Aww... ¿la ovejita es tímida?"

"Sí, sobre todo cuando el león la mira como si fuera a comérsela." bromeó Yoona mientras Seo se alejaba definitivamente riéndose, no sin antes haber dejado un beso en la mejilla de Yoona que sentía como le quemaba la piel allí donde se posaron los labios de Seo.

"Sí, lo que digas, Barbie." replicó Seo sacándole la lengua. "Debo ir a ducharme. El desayuno para tu “bebé” está preparado, solamente tiene que calentar un poco el café, ¿Sabe hacer eso?"

"Supongo que sí, pero si no sabe, aquí tiene a su mamá, ¿No?" bromeó Yoona esquivando la servilleta que le lanzó Seo. "Yah, eso es violencia doméstica. Te denunciaré, pequeña. Ya me estoy imaginando el encabezado del periódico: "Mujer blanca muere a manos de un enano de yeso que fingía ser un ser humano"."

"Vete al diablo, Im. Mejor me voy a buscar el cerebro que perdiste." replicó Seo saliendo de la cocina siendo seguida por Yoona.

"De paso busca a la persona que me hizo perder la cabeza también." pidió Yoona con una sonrisa pícara acercándose hacia donde estaba Taecyeon durmiendo con un brazo colgando. "Taec, despierta maldito infeliz."

"¿Esa es forma de tratar a tu “bebé”?" preguntó Seo con una ceja en alto mientras se dirigía hacia el piso de arriba.

"¿Tú no ibas a ducharte?" replicó Yoona con el mismo gesto. "¿O necesitas que alguien te pase el jabón por la espalda?"

"Si no lo veo, no lo creo. ¿Im coqueteando con una chica?" cuestionó Seo apoyándose en la baranda de la escalera y mirando intensamente a Yoona que bajó la mirada jugueteando con la taza que tenía en las manos.

"Con alguien tengo que practicar si quiero conquistar chicas, ¿no?" respondió Yoona levantando la mirada y enfrentándose a Seo que frunció el ceño. "¿Y qué mejor que hacerlo con mi Cupido personal?"

"Será mejor que vaya a ducharme de una vez por todas." replicó Seo completamente seria entrando a su dormitorio.

" “Con alguien tengo que practicar si quiero conquistar chicas, ¿no?” " parafraseó Taecyeon con burla desde el sofá con las manos detrás de la cabeza y mirando a Yoona que lo fulminó con la mirada. "Te hacía más inteligente, Yoongie."

"Tu mamá no te enseñó que no debes escuchar conversaciones ajenas, Ok?" cuestionó Yoona dirigiéndose nuevamente a la cocina seguida de Taecyeon que sonreía más que un niño en Navidad. "Y agradecería que dejaras de hacerte el dormido."

"Estaba dormido." aclaró Taecyeon sentándose en la mesa para desayunar. "Pero ustedes dos con su coqueteo de escuela primaria me despertaron. Ya, basta. Pongámonos serios porque necesito preguntarte algo y que me respondas con absoluta sinceridad, ¿está bien?"

"Si tu pregunta es si Seo me gusta, la respuesta es sí. Sí me gusta, me gusta mucho, ¿contento?" susurró Yoona con cansancio mientras sus mejillas adquirían un tono rosado.

"En realidad iba a preguntarte si te molestaba mi presencia aquí." repuso Taecyeon, mientras que Yoona se golpeaba la cabeza con la mano por meter la pata de esa manera. "Pero lo que acabas de soltarme es... ¡Wow! Te gusta Seo. Ahora entiendo todo."

"Cierra la boca." susurró Yoona con los dientes apretados y los ojos vidriosos mientras el chico la tomaba de los hombros y la atraía más para él regalándole un abrazo fraternal, que la pelinegra necesitaba en ese momento.

"Shh... tranquila. No diré nada." susurró Taecyeon en el oído de Yoona acariciándole el pelo, mientras la pelinegra soltaba un sollozo. "Shh... No llores, Yoongie. Es hermoso lo que sientes."

"Es hermoso cuando eres correspondido, Taec." replicó Yoona con tristeza mientras que Ok la alejaba de él y le tomaba el rostro para que lo mirara a los ojos.

"Entonces en tu caso es más que hermoso." sentenció Taecyeon con una sonrisa convincente en los labios que llamó la atención de Yoona.

"Lamento interrumpir." intervino Seo con Aslan en los brazos. "Yoona, tu gato tiene hambre y... ¿estás bien?"

"Sí, pasa que le ofrecí café, pero se ve que estaba demasiado caliente y se quemó la lengua, ¿cierto, Yoongie?" Taecyeon le lanzó una mirada a Yoona, en clara señal de que le siguiera el juego, algo que la pelinegra hizo mientras se acercaba a Seo para tomar a Aslan en brazos.

"¿Segura que solo es eso?" susurró Seo mirando a Yoona mientras ésta sonreía y asentía para tranquilizar a la menor que suspiró regalándole una caricia en el hombro a Yoona antes de salir nuevamente de la cocina.

Después de media hora la menor ya estaba lista para partir, por lo tanto buscó a Yoona encontrándosela en su habitación limpiando mientras bailaba al ritmo de la música que había puesto. Se apoyó en el marco de la puerta viendo cómo la pelinegra bailaba sin reparar en su presencia, mirándola con una sonrisa traviesa y los brazos cruzados. Solo se detuvo cuando, al terminar la canción, Seo aplaudió entusiasmada mientras que un rubor cubría todo el rostro de Yoona.

"Cállate." ordenó la pelinegra con timidez mientras Seo se esforzaba por no reír.

"Venía a buscarte para decirte que saldré por algunas horas pero como aún no tengo llaves entonces quería asegurarme de a qué hora volverías de trabajar." repuso la menor. Yoona le lanzó una mirada de desconcierto y ella explicó: "Siwon tiene el día libre y le pedí que me acompañara a buscar empleo. Después me ayudara a practicar para la audición."

"Me parece bien que salgas a pasear." repuso Yoona con una sonrisa mientras Seo se encogía de hombros. "Yo no sé a qué hora volveré, todo depende de la chica nueva, pero no es necesario que esperes a que yo regrese."

Seo la vio alejarse de ella, mientras la pelinegra buscaba en su mesa de luz algo que ella no llegó a ver, por esa razón se sorprendió cuando Yoona le tendió un juego de llaves del cual colgaba una estrella como adorno y que ella reconoció como las llaves que utilizaba cuando vivía con la pelinegra.

"Yoongie..." empezó a decir Seo completamente enternecida.

"Mmm... no me preguntes cómo, pero sabía que volverías a utilizarlas algún día." susurró Yoona con una sonrisa nerviosa. "Te pertenecen, Seo."

"Gracias." susurró la menor alternando su mirada entre Yoona y las llaves en su mano. ¡Dios! ¿Podía ser más perfecta de lo que ya era aquella pelinegra? Sí, definitivamente podía ser más perfecta.

Un abrazo fue lo último que le regalo Seo a Yoona antes de salir de la habitación y posteriormente del departamento con una sonrisa de oreja a oreja en los labios, encontrándose en el camino con Taecyeon, que la miró sorprendido porque la menor le regalo un rápido abrazo.

"Nos vemos más tarde, Taec. Cuida a Yoongie." pidió la menor justo antes de subir al ascensor perdiéndose detrás de las puertas corredizas de éste.

Las siguientes horas pasaron más rápido de lo que le hubiese gustado a Yoona, pero aún así se alegraba de volver al trabajo después de varias semanas. Necesitaba estar en su lugar, en su hábitat, entre papeles y lápices, por esa razón al entrar al estudio le regalo a todos y cada uno con los que se cruzó una sonrisa de oreja a oreja.

Recorrió los pasillos del estudio llegando al lugar donde estaba ubicada su oficina. Dejó sus cosas allí y después se dirigió hacia donde estaba la oficina de Dongun que estaba esperándola con una sonrisa tierna en los labios, acompañado de una chica rubia que Yoona no llegó a reconocer.

"Hola, Yoona. ¿Cómo estás?" saludó Dongun regalándole un abrazo a la pelinegra que se lo correspondió pero sin quitar los ojos de encima de la rubia.

"Bien, ¿y tú, Dongun? ¿Qué tal están Jimin y Wendy?" cuestionó la pelinegra alejándose de su ex cuñado. Después miro a la rubia que estaba de brazos cruzados y la saludó agitando la cabeza. "Hola."

"Hola." devolvió el saludo la chica mirando a Dongun que parecía divertido con la situación.

"Los chicos están bien, Yoona. Te mandan saludos." respondió Dongun sentándose de nuevo en su silla detrás de su escritorio. "Pero después hablamos sobre eso. Ahora déjame presentarte a nuestra nueva adquisición, pelinegra." Una sonrisa apareció tanto en Yoona como en la chica desconocida. "Taeyeon, ella es Yoona. Yoona ella es Taeyeon, la chica nueva que trabajará con nosotros en el nuevo p