Lo que más le gustaba de todo el departamento, era la vista que le proporcionaba el balcón. La ciudad frente a ella, personas caminando por las calles, el parque frente al departamento de Yoona con todo ese marrón alucinante frente a sus ojos. Se había despertado aquel lunes bastante temprano. Hacía frío, típico día de invierno pero aun así no le importaba estar de pie en aquel balcón disfrutando de las vistas que le ofrecía. Lo único que podía hacer era pensar en su audición del día siguiente. Se sentía nerviosa, casi al borde del colapso pero había encontrado algo que la anclaba a la cordura: la sonrisa de Yoona.

Ya no había nadie en el departamento, solamente ellas dos. Sunny se había ido el día anterior por la tarde y los sobrinos de Yoona lo habían hecho por la noche cuando Dongun pasó a buscarlos. Taecyeon, Jessica y Siwon se habían ido después de la cena, pero el hecho de que estuvieran solas, no significaba que pudieran hacer lo que quisieran. Por la noche habían dormido cada una en su habitación y Seo sintió la ausencia de los brazos de Yoona alrededor suyo. Si por ella fuera invitaría a vivir a todos en aquel departamento si eso le garantizaba que volvería a dormir junto a su pelinegra. Muchas fueron las veces que por las noches fue a la habitación de Yoona solo para asegurarse que la pelinegra dormía sin perturbaciones.

Sonrió cuando sintió unos brazos rodeando su cintura y no tuvo dudas de quién se trataba. Cerró los ojos cuando sintió un cálido beso en su mejilla.

"¿Qué haces aquí tan temprano?" cuestionó Yoona abrazándola más fuerte para brindarle el calor que le hacía falta en aquel balcón. "Vamos adentro. Aquí hace frío."

"Quiero quedarme un rato más." susurró Seo colocando sus manos sobre las de Yoona mientras se recostaba en el pecho de la pelinegra. Después de unos minutos en silencio agregó: "Estaba pensando en la audición."

"Es mañana, ¿cierto?" susurró Yoona apoyando su mentón en el hombro de Seo. "¿Estás nerviosa?"

"Demasiado... me acompañarás, ¿verdad?" aquello sonó más a suplica que a otra cosa haciendo morir de ternura a Yoona quien se aferró con más fuerza a la cintura de Seohyun. "Disculpa, quizás tienes cosas que hacer y yo..."

"No tengo nada más que hacer que estar a tu lado... quiero estar a tu lado mañana." respondió Yoona sorprendiendo a la menor. "No debes estar nerviosa porque lo harás maravillosamente bien, Seo."

"Te quiero." susurró Seo sin poder contenerse. No había nada oculto detrás de eso, nada que significase más allá de la amistad, solo un sentimiento que pedía ser expresado con palabras. El beso de Yoona en su mejilla le confirmó que la pelinegra lo había sentido de igual manera. "Gracias por estar a mi lado."

"Siempre será así. No lo olvides." sentenció Yoona girándola para mirarla a los ojos. Le gustó encontrar una sonrisa tímida en los labios de Seo. "Debo preparar el desayuno, ¿me ayudas?"

Seo como respuesta se colgó de la espalda de Yoona quien soltó una carcajada mientras se dirigían hacia la cocina a preparar el desayuno. Al llegar, la pelinegra depositó a la diva en la mesa mientras ella se encargaba de preparar café no sin antes haberle dejado un suave beso en la mejilla. Mientras Yoona se encargaba de preparar el desayuno, Seo la observó detenidamente, descubrió cómo la pelinegra se esmeraba porque todo saliera perfecto y aquello le gustó.

"¿Qué tanto me miras?" preguntó Yoona cuando descubrió a Seohyun apoyada en la mesa con una mano en el mentón mirándola completamente embelesada. "Solamente soy yo."

"Por eso mismo... porque eres tú." susurró Seo haciendo sonreír a Yoona mientras le pasaba una taza de café. "Gracias, aunque no desayunaré mucho."

"¿Por qué?" preguntó la pelinegra frunciendo el ceño mientras se sentaba frente a la menor.

"Recordé que tengo que desayunar con Eunhyuk oppa, el chico que me llamó el otro día, ¿lo recuerdas?" repuso Seo mientras Yoona tensaba la mandíbula y abandonaba su sonrisa. "¿Qué pasa?"

"Nada, me queme con el café." respondió Yoona sintiendo los celos en su interior, pero se mordió la lengua porque Seo era su mejor amiga, nada más. Sí, se besaban, pero no tenían derecho de exclusividad. Si la menor quería salir con ese chico estaba en todo su derecho aunque eso le molestara. "¿Quieres una tostada o con el café te alcanza? No quiero que te llenes demasiado porque a tu chico no le gustará."

"No es mi chico, es solamente un amigo." aclaró Seo con seriedad mientras Yoona hacia una mueca como si no le creyera. "Hablo en serio, Im. Eunhyuk es solo un amigo."

"Yah, no tienes por qué darme explicaciones." murmuró Yoona sin mirar a Seo fingiendo indiferencia. "Puedes hacer de tu vida lo que quieras. Soy tu mejor amiga, no tu novia."

"Eres una idiota, Im." replicó Seo con enojo saliendo de la cocina para no tener que enfrentarse a la pelinegra.

Se sentía una estúpida. Minutos antes se había comportado cariñosamente y ahora le decía esas cosas. Ella le estaba diciendo que no tenía nada que ver con Eunhyuk y Yoona lo único que le decía era que no tenía que darle explicaciones porque eran solamente amigas, nada más. Si se lo había dicho, no era para que se pusiera celosa, sino para que supiera que confiaba en ella, que si le contaba esas cosas era porque quería formar algún tipo de vínculo, demostrarle que la confianza era primordial si querían ser una pareja. “Una pareja”, aquellas palabras que antes le parecían al alcance de su mano ahora parecían estar a miles de kilómetros de distancia.

Mientras tanto Yoona en la cocina se estaba golpeando internamente por ser tan idiota, ¿cómo pudo haberle dicho algo así a Seohyun? ¿Cómo pudo haberle dicho que eran mejores amigas y no novias cuando lo único que quería era ser más que eso? Se sentía culpable. Seohyun le había hecho un comentario y los celos se apoderaron de ella. No podía hacer eso por que terminaría perdiéndola. Sonrió con tristeza al pensar que quizás eso que ella había experimentado minutos antes era lo que Seo experimentaba cada vez que el nombre de Taeyeon salía a la luz.

Después de haber salido de su ensimismamiento, buscó por todo el departamento a la menor y no la encontró por ningún lado. No quiso entrar en su dormitorio hasta que escuchó como ésta cantaba en el interior. Automáticamente una sonrisa se instaló en su rostro, pero así como apareció se fue al comprobar que la puerta estaba cerrada. Sabía lo que aquello significaba: Seohyun estaba enojada.

Estuvo varios minutos pensando que hacer hasta que se le ocurrió algo que siempre hacia cuando la menor no quería hablar con ella. Buscó papel y lápiz en su dormitorio y volvió a la puerta de Rachel rápidamente. Una vez que comprobó que ésta seguía igual se recostó en el suelo para estar más cómoda.

Seo se sorprendió cuando, por debajo de la puerta, vio un papel deslizándose hacia el interior de su habitación. Sonrió cuando descubrió un "Lo siento" escrito con la perfecta caligrafía de Yoona. Rápidamente buscó una lapicera y esperó unos minutos antes de contestarle a la pelinegra. Quería hacerla sufrir, esa sería su venganza.

"Está todo bien. No te preocupes." leyó Yoona después de que la menor le respondiera y enviara la nota por el mismo lugar donde había llegado.

"De verdad lo siento. Tienes razón, soy una idiota. Pero quiero que salgas, así hablamos de frente."

"Lo siento, no puedo. Estoy terminando de prepararme porque tengo una CITA a la que asistir. ¿Por qué no vas a terminar tu desayuno?"

"Porque..." estaba escribiendo la pelinegra cuando la puerta del dormitorio de Seohyun se abrió descubriéndola boca abajo respondiendo lo último que había escrito.

"¿Qué haces ahí, Yoona?" preguntó Seo mientras la pelinegra se levantaba del suelo con un rubor en su mejilla, lo cual causó ternura en la morena. ¿Cómo podía enojarse con aquella chica cuando se comportaba de forma tan adorable? "Yoona, no hacía falta que..."

"Sí hacía falta." interrumpió la pelinegra acercándose con nerviosismo. "Hacía falta, Seo. Yo... yo quería disculparme contigo. No debí reaccionar así. Lo que paso fue que..."

"¿Qué cosa?" cuestionó Seo cuando la pelinegra se detuvo. "¿Qué paso, Yoongie?" la pelinegra susurró algo entre dientes que la menor no llegó a escuchar. "No se escuchó, Yoong... ¿Qué cosa?"

"Me puse celosa, ¿ok?" confesó la pelinegra en un susurro más audible bajando la mirada mientras Seo moría lentamente. "Me ganaron los celos al saber que irás a desayunar con ese... chico. Sé que no tengo derecho a reclamarte nada, porque no somos nada pero..."

"Exacto, no somos nada." indicó Seo mientras que el corazón de Yoona parecía dar su último latido. "Pero estamos en camino a ser algo, ¿no? No tienes por qué tener celos, Eunhyuk Oppa no significa nada para mí. Es solo un amigo."

"¿De verdad?" cuestionó Yoona luchando con una sonrisa que quería escaparse de sus labios.

"Juro que es cierto." respondió Seo juntando su cabeza con la de Yoona al tiempo que se mordía el labio. "Solo tú me importas, pelinegra. Nadie más que tú."

"Solo yo." susurró Yoona con emoción mientras Seo sonreía olvidándose completamente del enojo con la pelinegra. "Solo yo."

"Puedes repetirlo cuantas veces quieras, pero no deja de ser cierto." murmuró Seo alejándose un poco de Yoona para no sucumbir a la tentación. "Debo irme, tengo a un chico guapísimo esperándome." bromeó Seo pero Yoona frunció el ceño. "Es broma. Sí es guapo, pero no es mi tipo. Yo prefirió a las pelinegras de ojos marrones... alguien como tú."

"¿Alguien como yo, eh?" replicó Yoona haciéndose dueña de la cintura de Seo quien suspiró cuando sintió los labios de la pelinegra cercanos a los de ella. "Lo siento. No sabes lo que sufrí anoche al no poder dormir contigo... dime que tú también me extrañaste, por favor."

"Si te digo que iba cada quince minutos a tu habitación a verte, ¿eso responde tu pregunta?" replicó Seo mientras la pelinegra sonreía conforme con aquella respuesta. "Nuestro hijo tiene los brazos cortos, no me podía abrazar." Aquello hizo a reír a Yoona mientras Seo se mordía el labio. "Debo irme, Yoongie." pero la pelinegra no la soltó, sino que se aferró con más fuerza a la menor levantándola del suelo para guiarla de nuevo hasta la habitación de ésta depositándola en el escritorio más cercano. "No me digas nada... así es más fácil, ¿cierto?"

"Me encanta que empieces a conocerme." susurró la pelinegra antes de apoderarse de los labios de Seo quien le aprisionó la cintura con sus piernas.

Los labios de Seo en los de ella se acoplaban perfectamente como si lo hicieran desde mucho tiempo antes. Un beso tierno que poco a poco fue convirtiéndose en uno salvaje, más aun cuando Yoona poco a poco fue recorriendo con su mano la pierna de la menor haciéndola temblar. Mismo temblor que ella experimento cuando Seo logró introducir su mano debajo de su pijama acariciando su espalda de arriba a abajo llevándola a la falta de cordura.

La menor soltó un suspiro cuando Yoona se separó de ella por falta de oxígeno. Se miraron a los ojos intentando recuperar el aliento mientras ambas sonreían contentas de haber compartido ese momento juntas.

"Eres hermosa." susurró Seo acariciando el rostro de Yoona. "Realmente lo eres... sobre todo tus ojos. Me gustan cuando cambian de un marrón suave a un marrón furioso dependiendo tu estado de ánimo."

"¿Cómo es eso?" cuestionó Yoona con diversión antes de dejar un suave beso en Seo quien se aferró a su cuello.

"Ya sabes, cuando estas contenta por algo, brillan demasiado, pero cuando estás molesta, se vuelven más oscuros, más intensos." explicaba Seo mirándola directamente mientras fruncía el entrecejo para concentrarse.

"¿De qué color están ahora?" preguntó Yoona acariciando la cintura de Seo sintiendo como ésta temblaba. "¿Tiemblas porque te estoy tocando?"

"¿Tú qué crees?" ironizó Seo mientras se sonrojaba. "Ahora tienen una mezcla de alegría y enojo pero no sé por qué..."

"Debe ser porque estoy contenta de tenerte entre mis brazos y que me enoja enormemente no poder retenerte porque tienes que ir a desayunar con ese... chico." aclaró Yoona presionando la mandíbula mientras Seo con dulzura le llenaba el rostro de besos para terminar haciéndola reír. "Oh, no, Ju Hyun. El cuello no porque no respondo de... ¡Auch!"

"No te quejes. Dijiste el cuello no, pero no dijiste nada del hombro." repuso Seo alejando, muy a su pesar, a la pelinegra de entre sus piernas que gruñó. "Es hora de que me vaya. Debo ir a desayunar con un amigo y después a pasear a unos hermosos perritos... ¿Tú que harás?"

"Debo ir al estudio para ver cómo va Tae con los dibujos." respondió la pelinegra sonriendo porque Seo rodó los ojos cuando escuchó el nombre de la rubia. "Yah, Ju Hyun. Tae es mi amiga, nada más, ¿ok?" Seo volvió a rodar los ojos saliendo de su habitación pero Yoona rápidamente la abrazó por la cintura mientras caminaban hacia las escaleras. "No debes ponerte celosa porque solo tú me importas, Frodo."

"Si tú lo dices... ¿Qué harás a la hora del almuerzo?" preguntó Seo como si nada mientras bajaban las escaleras.

"Debo ir a devolver el auto a Fany pero, ¿me quieres acompañar?" preguntó la pelinegra con emoción mientras Seo sonreía sin contestar. "Me mandó mensajes anoche y me dijo que le debo devolver a su hijo, si no quiero a la policía en la puerta de nuestra casa por secuestro automotriz y sé que a Yul se le hace ilusión verte de nuevo."

"¿Por qué?" cuestionó Seo sorprendida por eso último mientras en su mente aun resonaba aquel “nuestra casa” dicho por Yoona.

"Piensa que eres uno de los gnomos ayudantes de Santa Claus y quiere entregarte a ti la carta de Navidad." respondió Yoona riéndose contagiando a Seo que lejos de molestarle aquello le pareció divertido. "¿Qué dices? ¿Me acompañas?"

"Por supuesto. No puedo negarme a ir a ver a mi competencia." respondió Seo haciendo reír a la pelinegra. "No lo dije para que te rías. Es la verdad."

"Si quieres ver a tu competencia, tendrás que mirarte en los espejos, maknae." replicó Yoona con una ceja en alto y sorprendiendo a Seo por la clara indirecta. "Mmm... Debo ir a ducharme y luego ir a trabajar."

"Oh, sí claro." repuso Seo recuperándose de lo que había dicho la pelinegra. "Mmm... ¿Yoona?" Im la miró con desconcierto mientras ella bajaba la mirada y susurraba con timidez. "No sé cómo despedirme de ti. O sea, ¿te abrazo? ¿Te...?"

"Tienes dos opciones." interrumpió Yoona enternecida por la actitud inocente de Rachel. "O me besas en la boca..." Seo asintió con una sonrisa en los labios. "O me besas en la boca. Tú elijes, Ju Hyun."

La respuesta de Seohyun fue simple, nada de palabras. Un dulce beso en los labios de Yoona que se fue profundizando de a poco hasta el punto de dejarlas casi sin aire a ambas. Quería guardar el sabor de Yoona en su boca hasta la próxima vez que volviera a besarla y la pelinegra, por su parte quería lo mismo.

"Nos vemos luego." susurró Seo antes de dejar un corto beso en los labios de la pelinegra saliendo del departamento. De lo contrario se olvidaría de Eunhyuk y de los perros que debía pasear.

Yoona, por otra parte se rió al descubrir que habían tenido su primera escena de celos, aun sin ser pareja. Algo que casi terminó con lo poco que había comenzado, pero que logró arreglarlo justo a tiempo. Fue hasta su teléfono móvil y luego regreso al sofá palmeando el sitio al lado suyo para que Crusoe se recostara a su lado mientras ella empezaba a escribir en el teléfono.

"Ya te extraño :( (Y)" leyó Seo en su móvil después de haber subido al taxi. Su corazón dio un vuelco al leer aquello. Sabía que Yoona era cariñosa, pero no sabía que podría llegar así y fue en ese entonces que sintió celos de los ex's novios de la pelinegra por haber disfrutado aquello antes que ella.

"Mira, Crusoe. Mira lo que... ¡Oh! Cierto que no sabes leer." repuso la pelinegra leyendo la respuesta de Seo donde rezaba un "Yo también. Ya quiero verte de nuevo :)"

Un rato más tarde y con una sonrisa de oreja a oreja se dispuso a ducharse después de mandarle un mensaje de texto a Taeyeon avisándole que llegaba tarde al estudio. Mientras tanto, Seohyun caminaba por Seoul Forest en busca de su amigo. Un mensaje de texto de Eunhyuk le indicó dónde estaba. El chico estaba esperándola con un perro Pug en los brazos y una sonrisa de dientes blanquísimos que cautivó a Seo.

"Yah, ¿cómo has estado, mi vida?" fue el saludo del chico cuando la menor se lanzó a sus brazos. Le hubiera correspondido el abrazo correctamente si no hubiera sido porque en su otro brazo estaba su mascota. "Tanto tiempo."

"Demasiado." respondió Seo besan