Lo bueno de dormir en la biblioteca era que en aquel lugar no entraba ningún rayo de luz, lo cual garantizaba dormir hasta tarde, pero lo mínimo que hizo Yoona durante la noche fue dormir. Era demasiado para ella tener a Seohyun entre sus brazos. La había tenido miles de veces en aquella posición pero esta vez era distinto, esta vez se habían besado. Seo le había preguntado qué era lo que tenía que hacer para conquistarla y eso la llenaba de felicidad. Porque si quería conquistarla, significaba que sentía algo por ella, atracción quizás, a lo mejor el sentimiento de amor no era mutuo pero algún día lo sería. Algún día Seohyun le diría que la amaba tal y como ella lo hacía.

La sintió removerse en sus brazos y sin quererlo sonrió, ¿cómo haría ahora para contenerse de no besarla a cada momento? ¿Qué hacer para enamorarla y que sintiera lo mismo que ella? ¿Cómo resistirse a no besarla en aquel instante? Seo tampoco se lo ponía fácil en ese momento, parecía estar dormida, pero la sonrisa que tenía la menor en su rostro, le indicó a Yoona todo lo contrario. Por esa razón comenzó a dejar besos por el rostro y cuello de la diva, pero sin llegar a los labios haciendo que su amiga soltara una pequeña risa que alegró su mañana.

"Buenos días, maknae." saludó Yoona cuando Seo dejó de fingir que dormía. "Hace rato que estás despierta, ¿cierto?" Seo rió por lo bajo confirmando las sospechas de la pelinegra. "¿Fingiendo que duermes solo para que te bese? Eso está mal, Ju Hyun... muy mal."

"Lo que está mal es que empieces desde tan temprano con tu ego tan alto." replicó Seo con una sonrisa diabólica en los labios antes de morder el cuello de Yoona, quien soltó un grito. "Te lo tenías merecido. Muero de hambre." Yoona levantó una ceja y Seo agregó: "Hablo del desayuno, ¿quién lo prepara? ¿Lo haces tú o lo hago yo?"

"Iré yo." respondió Yoona para salir en cuanto antes de allí y eliminar todo ese calor que sentía en su cuerpo. Calor que aumentó cuando Seo pasó por encima de ella provocativamente. "No juegues conmigo, Ju Hyun."

"¿De qué hablas? No hice nada." negó la menor con fingida inocencia dirigiéndose hacia la salida. "Iré a ducharme primero porque hoy somos muchos en la casa. Levántate y prepara el desayuno, Yoona."

"Ni siquiera estamos juntas y ya me da órdenes." renegó Yoona en voz baja cuando Seo se perdió de vista tras la puerta, pero lo cierto es que la palabra “Juntas” le llenó el corazón de una agradable sensación haciéndola sonreír.

Se recostó en el sofá y empezó a reírse sola como una loca, pero es que estaba tan feliz que esa era la única forma que encontró para exteriorizar todo lo que sentía en su interior. A los pocos minutos vio como la puerta volvía a abrirse dejando al descubierto una cabellera rubia toda despeinada que tenía como dueña a una chica de ojos marrones con cara de dormida.

"¿Preparas el desayuno, Im?" cuestionó Wendy entrando a la biblioteca mientras su tía sonreía por la imagen que estaba viendo. Estaba a punto de irse, pero Yoona la tomó de la cintura y la acostó con ella en el sofá, tapándola con la cobija. "¿Qué te pasa loca? ¡Suéltame!"

"No lo haré." negó Yoona abrazando la cintura de su sobrina quien dejó de forcejear. "No quiero hacerlo, Wendy. Quédate un rato con tu tía. Piensa que es como cuando eras niña y yo llegaba del colegio, iba a buscarte a tu casa y dormíamos juntas la siesta, ¿lo recuerdas?"

"Lo recuerdo." respondió Wendy colocando sus manos sobre las de su tía. "¿Por qué te comportas así hoy? ¿Qué paso?"

Sabía que debía disculparse con su sobrina. Aquel “Lo siento” en el departamento de su ex cuñado no era suficiente a pesar de que Wendy le dijo, sin palabras, que estaba todo bien. Aún así debía decir lo que pensaba y pensó que ese era el momento adecuado para hacerlo.

"Quiero que sepas que no te veo como la chica fría y calculadora que aparentas ser pero que no eres." replicó Yoona y Wendy se giró para mirarla seriamente. "Sé que la separación de tus padres te afecto y por eso actúas así, pero debes mirarle el lado positivo. Al menos los tienes a los dos, separados, pero los tienes."

"Lo dices por el abuelo Jin-young, ¿cierto?" cuestionó Wendy mientras Yoona cerraba los ojos para que su sobrina no viera las lágrimas que se estaban formando. "Lo siento, tía Yoona. Yo no quería..."

"Descuida, está todo bien." interrumpió la pelinegra esbozando una sonrisa dispuesta a cambiar de tema. "¿Fuiste la única que se despertó o hay alguien más?"

"No, solamente nosotras. Bueno, y Willow que la escuché cantar en la ducha mientras venía para acá." respondió Wendy encogiéndose de hombros al tiempo que Yoona sonreía de oreja a oreja. "¿Cuándo tiene la audición Ju Hyun?"

"El martes, creo." indicó Yoona acariciando el pelo de su sobrina quien le pegó en la mano solo para molestarla. "Yah, no seas arisca. Solamente te estaba acariciando."

"Vaya, uno a saber dónde estuvieron esas manos antes." bromeó Wendy mientras Yoona se ruborizaba. "¡Oh, por dios! No me digas que..."

"No pasó nada con Seo, ¿ok?" susurró Yoona, mientras Wendy levantaba una ceja. "Hablo en serio, Wendy. Es mi amiga y es así como la veo."

"Sí, claro y ella supera el metro veinte." ironizó Wendy haciendo reír a su tía quien le pegó suavemente en el hombro como represión. "¿La acompañaras a la audición?"

"No lo... ¿por qué tanto interés en la audición de Seo?" cuestionó Yoona con el ceño fruncido alejándose un poco para mirar a su sobrina quien hizo lo mismo que ella, imitándola. "No te burles de mí, Seungwan."

"No me burlo de ti, Im." replicó Wendy con una sonrisa que decía todo lo contrario, pero después se puso seria y continuó: "No lo sé, supongo que para el gnomo esas cosas son importantes y cuando algo te importa tanto quieres tener a tus amigos cerca para compartir con ellos lo que sea." razonó Wendy sorprendiendo a Yoona. "Además te mueres por estar cerca del frasquito de veneno en ese momento."

"Se llama Seohyun, no frasquito de veneno." corrigió Yoona mientras su sobrina rodaba los ojos. "¿Cuándo la llamarás por su nombre y no por esos sobre nombres que, sinceramente, no sé cómo se te ocurren?"

"La llamaré por su nombre cuando se lo merezca." respondió Wendy levantándose del sofá. "Así que deja de preguntar eso. Por el momento déjame torturarla un poco más, ¿qué sería de mí sin molestar a Frodo Bolsón?"

"Pasar mucho tiempo con Sica te contagia su manera de pensar." afirmó Yoona aceptando la mano que le ofrecía su sobrina. "Debo preparar el desayuno, ¿me ayudas?"

Pero Yoona no le dio tiempo a su sobrina de responder porque, sin que la chica se lo esperara, la cargó sobre sus hombros haciéndola reír mientras se movía para que su tía la soltara. Algo que Yoona hizo solamente cuando llegaron a la cocina sentando a Wendy en la mesa como si de una niña pequeña se tratara. Preparar el desayuno fue una odisea para las Park-Im, no porque no pudieran hacerlo, sino porque a Wendy se le ocurrió la idea de preparar galletas caseras lo que derivó en una guerra de harina en la cual ambas quedaron completamente sucias de pies a cabeza, pero aún así ninguna dio su brazo a torcer.

"¿Que están haciendo?" preguntó Seo entrando a la cocina encontrándose con todo el desastre mientras que tía y sobrina esbozaban idénticas sonrisas diabólicas acercándose a la menor. "¡Oh, no, no! Yo conozco esa sonrisa, Im Yoona... aléjense las dos ¡acabo de ducharme!" pero de nada le sirvieron esas excusas a Seo porque Yoona y Wendy no le hicieron caso sino que la abrazaron, ensuciándola. Bueno, más bien Yoona la abrazó porque Wendy, lo único que hizo fue sacudir el pelo manchándola de harina. "¡Las mataré a las dos!"

"Sí, como no, maknae." ironizó Wendy rodando los ojos pero frunció el ceño cuando vio la cercanía y las miradas cómplices que se lanzaban su tía y la maknae. "Yah, acá está pasando algo."

"Nada está pasando." contradijo Yoona alejándose de Seo quien se mordió el labio mirando hacia el suelo. "¿Por qué no vas a darte una ducha, Wendy? Yo termino con esto."

Wendy le hizo caso a su tía y se fue del lugar no sin antes lanzarle una mirada asesina a Seo y hacerle una señal de que la estaría vigilando muy de cerca. Cuando la chica rubia desapareció, la maknae carraspeo para llamar la atención de Yoona, quien solamente la miró con una sonrisa en los labios.

"Por tu culpa ahora tendré que ducharme de nuevo." reprochó Seo mientras Yoona sonreía de lado con una mueca de burla. "Hablo en serio, Im."

"Si tú lo dices." fue lo único que dijo Yoona mientras se acercaba a la menor con una sonrisa pícara. "Creo que tienes harina en el rostro. Déjame limpiarte."

Seo no dijo nada y se dejó hacer, sintiendo cómo Yoona, con la lengua entre los dientes, le limpiaba toda la cara con una concentración que Seo no estaba segura de dónde la sacaba. Una concentración que a ella la faltaba por el simple hecho de tener enfrente a la mujer que la noche anterior había besado. En ese momento no veía a Im Yoona, su mejor amiga, veía a Im Yoona, la chica que le gustaba.

"¿Qué pasa?" preguntó Yoona mordiéndose el labio pero sin alejarse de Seo, sino todo lo contrario, colocó su mano en la mejilla de la menor obligando a que la mirara. "Mis ojos están aquí arriba, esos son mis labios."

"No estaba mirando tus labios." negó Seo con un rubor en la mejillas sabiendo que estaba mintiendo pero cuando Yoona levantó su ceja, quedó completamente desarmada. Por esa razón antes de hacer algo tonto se alejó de la pelinegra quien gruñó de frustración. "Gracias por limpiarme. ¿Te ayudo con el resto del...?"

Pero no pudo continuar porque Yoonó la tomo de la cintura girándola hacia ella quedando una frente a la otra y muy cerca. Im pudo sentir cómo el pecho de la menor subía y bajaba con la respiración entrecortada mientras veía cómo cerraba los ojos al tiempo que juntaba su frente con la de ella.

"Vas a matarme, ¿eres consciente de eso?" preguntó Seo mirándola directamente a los ojos mientras Yoona esbozaba una sonrisa dulce. "¿Ahora qué harás? ¿Me provocarás, me torturaras y al final me dejarás con las ganas de besarte?"

Yoona no tuvo tiempo de responder porque, para su suerte o su desgracia, el resto de sus invitados hacían acto de presencia en la cocina. Seo rápidamente se separó de su amiga y fingió buscar algo en la heladera haciendo tiempo para que se disipe el rubor de sus mejillas y todas las sensaciones que sentía en ese momento.

"Buenos días a todos." saludó Yoona con nerviosismo. Necesitaba salir ya mismo de ahí. "Hay galletas en el horno y café en la cafetera." indicó la pelinegra emprendiendo su camino hacia la salida de la cocina. "Jessica sabe dónde está el resto de las cosas. Si necesitan algo se lo piden a ella. Yo iré a ducharme."

Seo miró disimuladamente la huida de Yoona del lugar. Sonrió tiernamente cuando vio que la pelinegra dejaba un beso en la cabeza de su sobrino antes de desaparecer completamente. Quería salir corriendo de allí y seguir a Yoona para que le diera las respuestas que necesitaba, quería seguirla para retomar la posición en la que estaban, pero sabía que no podía. Que la haya besado la noche anterior no significaba que podía besarla todo el tiempo.

Yoona por otro lado fue directamente a su dormitorio, necesitaba calmar de alguna manera toda esa ansiedad que sentía. Había estado a punto de besar a Seo nuevamente y no solo eso, sino que la menor parecía no oponerse al hecho de que lo hiciera. Aquello le robó una sonrisa, otra más, si Seo no se oponía a que la besara, era porque sentía algo por ella, ¿no?

No supo cuánto tiempo estuvo en la misma posición, pero cuando salió de su burbuja, y aun con la sonrisa en los labios, buscó su ropa para irse a duchar pero por el rabillo del ojo vio como una cabellera marrón pasaba por la puerta de su dormitorio y no lo dudó un segundo.

"Pero, ¡¿qué...?!" exclamó Seo cuando sintió unos brazos rodear su cintura tirándola para adentro de la habitación. Se sorprendió cuando descubrió que era Yoona quien automáticamente le tapó la boca para que no gritara.

"Cierra la boca, no grites." ordenó Im quitando su mano de la boca de Seo mientras ésta la miraba con desconcierto. "Tampoco es que te fuera a matar."

"No, pero tu actitud de secuestradora no ayuda mucho." replicó Seo haciendo reír a Yoona quien la apoyó contra la puerta una vez que la cerró. "¿Se puede saber por qué te comportas así? ¿Para qué me metiste aquí, Yoong?"

"No lo sé. Solo... solo quería estar un tiempo a solas contigo." susurró Yoona con timidez haciendo derretir a Seo quien se mordió el labio mientras colocaba sus manos en la cintura de la pelinegra.

"¿Solo eso?" preguntó Seo con una ceja en alto viendo cómo Yoona se ruborizaba. "Hay algo más, ¿cierto?"

"¿Por qué tendría que haber algo más?" replicó Yoona como si nada mientras Seo la miraba fijamente, dándole a entender que no le creía. "Es cierto. Yo solo... solo..."

"¿Querías terminar lo que empezamos en la cocina?" cuestionó Seo con un hilo de voz por el nudo que se formó en su garganta. Más aun cuando Yoona la miró con sus ojos marrones confirmando su respuesta.

"¿Tú-tú no quieres?" preguntó Yoona con temor a una negativa al mismo tiempo que Seo sacaba sus manos de la cintura de la pelinegra para colocarlas alrededor del cuello de ésta.

La menor acercó su rostro al de la pelinegra pero sin besarla aun. Soltó un suspiro cuando Yoona le rodeó la cintura con los brazos ada