"Te mataré por esto, Im." le susurró Seo a la pelinegra debido a que los aplausos del público no parecían querer cesar.

"Aceptaré el castigo con mucho gusto, Hyun." replicó Yoona con una sonrisa traviesa antes de dejar un beso en la mejilla de la menor que sonrió completamente emocionada mientras abandonaban el escenario dejando solamente a Brody parado allí con el micrófono en la mano.

"Ustedes piensan que esto se ha terminado, pero me complace informarles que aun queda una última presentación." escuchó Seo que decía el chico llamando la atención del público mientras la miraba a ella con una sonrisa que llamó la atención de Seo. "Es un placer para mí presentar a la encargada de finalizar este maravilloso espectáculo. Algunos de ustedes quizás la haya visto algunas de las obras en las cuales ella actuó o la hayan escuchado como recién tuvieron el placer de hacerlo."

"Yoona… ¿de qué está hablando Weston?" cuestionó Seo sintiéndose nerviosa mientras Yoona sonreía con culpabilidad.

"De cualquier forma vas a matarme." bromeó la pelinegra tomando a la menor por los hombros al tiempo que la miraba a los ojos. "Brody está hablando de ti. Tú eres la encargada de cerrar el show, Seo."

"¿Qué? ¡No! No lo haré… no lo haré." negó Seo con la cabeza entrando en estado de histeria. "No puedo hacerlo, Yoona. Llevo meses sin cantar, ¿estás loca? ¡No lo haré!"

"Sí lo harás." dictaminó Yoona tomándola del rostro. "Mírame, Seo… esta mañana me pediste que te ayudara a regresar a lo que eras y eso es lo que estoy haciendo. La Seo Ju Hyun que yo conozco, la que quiero que vuelva, no le importaría el tiempo transcurrido desde la última vez que cantó porque confía en su talento, lo que le importaría sería dejar a todos con la boca abierta, completamente sorprendidos… tal y como lo acabas de hacer. Has nacido para eso."

"Yoona, debe subir al escenario." informó Brody acercándose a las dos chicas.

"Seo, hay un público esperándote. Escúchalos, quieren escucharte cantar… yo quiero escucharte cantar." confesó Yoona con un rubor en las mejillas que hizo sonreír a Seo. "Imagínate que solamente estás tú…"

"¿Puedo imaginar que también estás tú?" cuestionó la menor sorprendiendo a Yoona. "Corrijo, es mi fantasía y yo hago de ella lo que quiero, así que sí, vas a estar en mi imaginación… Weston, dame el micrófono."

Se sentía segura. La seguridad y determinación que desprendía Yoona la contagiaba a ella también. Sabía que la pelinegra tenía razón, ella había nacido para estar sobre un escenario, para cantarle a un público que en ese momento le regalaba aplausos y vítores haciéndola sentir querida. Era momento de dar un paso adelante y dejar atrás el sufrimiento que la había sumido en esa odiosa depresión que la mantuvo tres meses ajena del mundo. Tres meses que ya no volverían, pero que ella se encargaría de recuperar y compensar. Una última mirada hacia donde estaba Yoona fue todo lo que necesitó para enfrentarse al público. Ni siquiera le importó que la pelinegra estuviera abrazada a Brody, lo que le importó en ese momento fue saber que la sonrisa y la mirada de orgullo que tenía Yoona en ese momento eran para ella.

Le había dicho a los chicos de la banda la canción que debían tocar. Prefirió seguir con la temática que había elegido Yoona: canciones que cantaron en el Club Generation. "Here To Us” había sido elegida para la ocasión. Ya la había cantado y el elegido esa vez había sido Leeteuk, pero esta vez no había elegido a nadie en particular. Podría haber elegido a Yoona, pero cantar “Because You Loved Me” de Celine Dion no creía que fuera lo indicado, principalmente porque era una canción un poco íntima, personal, por eso eligió “Here To Us”. Terminar como comenzó el show era lo indicado.

Muchas fueron las miradas hacia donde estaba Yoona sonriéndole. Se sintió más tranquila cuando se dio cuenta de que Brody ya no abrazaba a la pelinegra sino que se había encargado de volver al escenario con los chicos del curso, entre ellos Jimin que apenas la vio, se acercó para tomarla de la mano y admirarla como siempre hacía cuando la escuchaba cantar.

La imagen de Seo con su sobrino fue demasiado para Yoona. Hizo todo lo que pudo para que su corazón latiera con normalidad, pero le fue imposible. Muchos conocían a Seo Ju Hyun, la actriz, la chica que estudiaba en SME, la que se comía el escenario cada vez que se subía a uno, quien de vez en cuando firmaba algún que otro autógrafo pero nadie conocía o al menos muy pocos hacían, a la Seo Ju Hyun de puertas para adentro, la que hablaba en sueños, la que había sufrido una decepción amorosa recientemente, la que te avisaba antes de abrazarte o la que siempre intentaba ayudar pero que casi siempre metía la pata. Esa era la Seo Ju Hyun que Yoona conocía y la que quería.

Sintió un escalofrío correr por todo su cuerpo cuando la menor se acercó a ella, aun con el micrófono en la mano y la incitó a que la acompañara al escenario. ¿Cómo resistirse cuando la miraba con sus ojos marrones llenos de ilusión? ¿O cuando le sonreía con esa sonrisa dulce que volvía loca a Yoona?

"Contrólate, Yoona." se reprendió en su mente, pero aun así no pudo evitar esbozar una sonrisa llena de felicidad y de orgullo.

A Seo poco le importó que la canción ya hubiese terminado o los aplausos y silbidos de aprobación que le regalaron, lo que le importaba a ella, eran los ojos marrones que la miraban completamente orgullosos. Dejó de mirar a Yoona solo para comprobar una vez más, lo perfectas que se veían sus manos unidas.

"Eres la mejor." dictaminó Yoona antes de que su sobrino se lanzara a la menor y la alejara de ella mientras que Brody se acercó a la pelinegra tomándola de la cintura para levantarla del suelo haciendo que ésta soltara una carcajada.

"Tenías razón. Esa chica es puro talento." sentenció el chico con una sonrisa de oreja a oreja. "Ahora entiendo por qué la quieres tanto."

"Mírala." pidió Yoona una vez que estuvo en el suelo viendo cómo la menor era rodeada por chicos y sus padres firmando algún que otro autógrafo u sacándose fotos cuál diva que era. "Ella nació para esto, Brody. Gracias por ayudarme con toda esta locura."

"Yo soy el que debería agradecerte. Has salvado el espectáculo." sonrió Brody contagiando a Yoona, pero la sonrisa del chico cambio por un gesto más formal. "Uh, mira. Ahí está el señor Harper. El amigo de mi madre."

Yoona dirigió su mirada hacia donde señalaba Brody encontrándose con un hombre alto, buen mozo y una sonrisa bonachona que aumentaba a medida que se acercaba a ellos.

"Brody, muchacho. Qué placer verte." saludó el señor Harper tendiéndole la mano a Weston. "Estás cada día más grande. Pensar que te conocí cuando eras apenas un niño. Por cierto, como siempre estuviste excelente con tu actuación."

"Gracias, señor Harper." agradeció Brody con amabilidad tomando la mano del amigo de su madre. "Mmm… debo ir a ver a los niños pero lo dejo en buenas manos. Ella es Im Yoon Ah, es…"

"Sé quién es." interrumpió el hombre con una sonrisa mirando a la pelinegra. "Ve tranquilo, muchacho. Esta hermosa jovencita y yo tenemos algunas cosas que hablar, ¿cierto?" Yoona asintió con timidez mientras Brody dejaba una suave caricia en su espalda antes de irse. "Déjame decirte que tenías toda la razón, Yoona. Disfruté muchísimo este espectáculo, me enamoré de él. Personalmente, creo que deberían haberles dado más tiempo."

"Gracias, es muy amable y le agradezco enormemente que se haya tomado su tiempo para venir a ver el show. Tengo en claro de que usted es un hombre muy ocupado, Señor Harper." comentó Yoona mientras el hombre asentía con una sonrisa en los labios.

"No vayas a pensar que fue una pérdida de tiempo venir aquí. Es más, creo que si no hubiese sido por ti, jamás habría conocido tan inmenso talento y eso que debido a mi profesión he visto a muchos." repuso el hombre y Yoona se ruborizó mientras buscaba fugazmente a Seo en el escenario. "Cuando me llamaste y me dijiste que era importante que viniera a ver el espectáculo, lo primero que le dije a mi esposo fue: “Seguramente es otra más del montón” pero veo que me equivoqué, definitivamente tiene talento… más del que cree."

"¿Quiere que se la presente?" preguntó Yoona con emoción y el señor Harper asintió antes de que la chica saliera en busca de su objetivo.

"Tú vienes conmigo." indicó Yoona tomando la mano de Seo que estaba hablando con Jessica. La menor la siguió entre la multitud de padres y alumnos sin saber bien de qué se trataba todo eso.

"Señor Harper, le presento a Seo Ju Hyun." afirmó Yoona empujando suavemente a Seo, que se quedó petrificada. Lo único que pudo hacer fue buscar la mano de Yoona como si de su salvación se tratara. "La chica de la que le hablé."

"Un gusto conocerte, Seohyun." saludó el hombre tendiéndole una mano a la menor, que le devolvió el gesto con su mano libre completamente nerviosa. "Cambia esa cara, que no voy a matarte… sino todo lo contrario. Soy productor teatral y musical."

"Yoona, ¿qué está pasando?" cuestionó la menor sin mirar a la pelinegra que con disimulo trataba de rescatar su mano de la de Seo que cada vez ejercía más presión.

"Pasa que la señorita Im, aquí presente, me llamó hace unos días, bueno, varias semanas atrás para decirme que había una obra teatral escolar y que el acto final lo iba a realizar una joven con mucho talento." explicó el señor Harper mientras Seo miraba a Yoona que sonrió con timidez encogiéndose de hombros. "Seohyun, déjame decirte que eres puro talento. Confieso que al escuchar “Don’t Rain On My Parade” en tu versión dije: “No debo confiarme porque esa es una interpretación de años atrás”, al menos eso decía el panfleto que nos entregaron en la entrada. Aun así tenía la piel erizada y todo por culpa de tu maravillosa voz." Seo abrió los ojos completamente sorprendida. "Si por ese entonces ya me había enamorado de tu voz, con tu acto final me enamoré mucho más."

"¡Oh por dios!" exclamó la menor cuando el hombre le entregó su tarjeta de presentación.

"Con mi esposo estamos preparando la comedia musical de la Bella y la Bestia. Habrá audiciones dentro de un mes y sinceramente me encantaría que tú estés presente allí." explicaba el señor Harper intercambiando una mirada con Yoona. "Seohyun, quiero que seas mi bella."

"Está emocionada, por eso no habla." indicó Yoona porque la menor parecía en estado de shock mirando la tarjeta que tenía en la mano. "Le agradezco por todo, señor Harper."

"Es un placer para mí, Yoona." replicó el hombre mirando su reloj pulsera. "Creo que es hora de que me vaya. Debo preparar la cena sino George me pedirá el divorcio." Yoona soltó una risita por la broma. "Permíteme agradecerte por haberme mostrado tan inmenso talento, Yoona. De más está decir que tú también eres grandiosa, tienes una de las voces más dulces que he escuchado. Me encantaría contar contigo si algunas vez necesito a alguien como tú."

"Para mí será un placer, señor Harper." respondió Yoona aceptando la tarjeta que le ofrecía el hombre. "Después de lo que acaba de hacer por mí, solo me queda decirle que soy completamente suya para lo que quiera y necesite."

"Mmm… suena tentador eso." bromeó el señor Harper acariciando el hombro de la pelinegra. "Pero hay tres contras: la primera, estoy casado; la segunda, soy gay y la tercera, podrías ser mi hija." Yoona se unió a la risa del hombre antes de que este continuara. "Me despido, pero nuevamente gracias, Yoona. Estoy seguro de que nos veremos muy de seguido. Adiós a ti también, Seohyun. Espero verte en las audiciones. Hazme feliz, ¿sí?"

Seo asintió y Yoona supo que lo hacía por pura inercia. La menor aún seguía sin entender qué era lo que estaba pasando. No sabía si estaba soñando o si aún seguía en su estado de depresión llevándola a alucinar cosas. Solo la mano y la mirada de Yoona le hicieron saber que aquello era real, que eso estaba ocurriendo en ese preciso momento. Estaba a punto de interrogar a la pelinegra cuando la niña que había cantado al principio se acercó a ellas.

"¡Yoona! ¡Yoona!" llamaba la niña completamente emocionada mientras la pelinegra se inclinaba un poco para corresponder el abrazo que le regalaba. "Esto es maravilloso. Me han felicitado, eso que ni siquiera canté de verdad. Mis padres dicen que están orgullosos de mí por lo que acabo de hacer y… ¡Oh por dios! ¿Es ella? ¿Es Seo Ju Hyun?"

"Sí, es ella, Eunha." afirmó Yoona esquivando la intensa mirada de Seo.

"¿Crees que si le pido un autógrafo me lo dará?" cuestionó la niña con timidez en el oído de Yoona que sonrió con ternura. "¿O una foto?"

"Seo, mi amiga Eunha quiere un autógrafo tuyo y una foto, ¿crees que sea posible?" le preguntó la pelinegra a la diva y ésta solo se limitó a asentir. "Ve por la cámara de fotos, Eunha. Aquí te esperamos." Yoona esperó a que la niña se fuera y se dirigió a Seo. "Hey, reacciona que me estás dando miedo, ¿acaso no estás contenta? ¿no te gustó mi sorpresa?"

Seo no respondió, simplemente la abrazó. Necesitaba abrazarla, hacerle saber que no estaba contenta, que estaba feliz y que no solo le gustó la sorpresa sino que la amó también. Más aún cuando sintió los brazos de Yoona alrededor de su cintura aferrándose más a ella. Se mordió el labio al sentir cómo su cuerpo se estremecía.

"Otra vez no, por favor. Ya superé esa etapa." rogó Seo en su mente cuando se alejó del cuello de Yoona para mirarla a los ojos y se encontró con su mirada y una sonrisa capaz de enamorar a cualquiera. Sentía que le temblaban las piernas pero no sabía si era por la adrenalina del show o por el hecho de tener a Yoona tan cerca de ella.

"Gracias." susurró la menor con los ojos cerrados juntando su frente con la de Yoona que soltó un suspiro que hizo sonreír a Seo. Cuando se alejaron, quedaron mirándose una a la otra, como si no existiera nada más. Siguiendo un impulso, Yoona colocó su mano en la mejilla de Seo acercándola más a su rostro.

"Seo…" aquel susurro por parte de la pelinegra hizo temblar todo el cuerpo de la menor que se aferró a los hombros de Yoona.

"Siento interrumpir pero tengo la cámara de fotos, papel y lápiz." interrumpió la niña con emoción.

"Claro, Eunha." respondió Yoona pero sin dejar de mirar a Seo, sino todo lo contrario, le regaló un beso en la frente. "Seo, tu admiradora quiere una foto contigo y un autógrafo."

"Claro, claro." balbuceó Seo aturdida por lo que acababa de pasar. ¿Había estado a punto de besar a Yoona? Ese no era el problema, debido a su trabajo se había besado con varias chicas. El problema estaba en el hecho de que con ellas fue por trabajo pero con Yoona, por alguna extraña razón, lo deseaba.

"Basta Seo." se ordenó a sí misma en su mente mientras la niña se posaba a su lado lista para la fotografía que Yoona se encargaría de sacar.

"Fui a verte a varias de tus obras con mis padres. Papá dijo que serías la próxima Barbra Streinsand." decía la niña con emoción mientras Seo le firmaba el autógrafo y le regalaba una abrazo.

"¡Tía Yoona!" exclamó Jimin sacando a la pelinegra de su burbuja Hyun. Detrás de él venían sus padres y Wendy que extrañamente sonreía y miraba a su hermano con orgullo. "Ha estado genial el show. ¿Has visto cómo bailé? Cuando hables con Taecyeon, debes decirle que he hecho todo lo que él me enseñó y…"

"Hola, Seo." saludó Jiyeon con amabilidad acercándose a Seo para dejar un beso en su mejilla. "Como siempre estuviste estupenda en el escenario."

"Sí, debo admitir que para tener el cuerpo tan pequeño cantas muy bien." intervino Wendy cruzándose de brazos. "¿A dónde va todo el aire? ¿A tus piernas?"

"Wendy." reprendió Jiyeon al tiempo que su hija rodaba los ojos.

"Descuida, Jiyeon. Tu hija y yo nos comunicamos así, ¿verdad, rubia?" Seo buscó complicidad en la chica que la miró con una ceja levantada lo cual recordó a Seo lo mucho que se parecía a su tía Yoona. "Tomo eso como un sí."

"Jimin, despídete de tus tías y vámonos que ya es un poco tarde y tu madre debe volver a su casa para la cena." intervino el ex cuñado de Yoona regalándole a la pelinegra una sonrisa fraternal a medida que se acercaba a ella para abrazarla. "Estuviste genial sobre el escenario, Yoona. Deberías replantearte la posibilidad de estudiar comedia musical."

"Me halaga lo que me dices, Dongun, pero la artista aquí es Seo." indicó la pelinegra señalando con la cabeza a la castaña mientras ésta se despedía de Jimin.

"Eso es amor." susurró Dongun en el oído de Yoona antes de alejarse del abrazo. La pelinegra sonrió con resignación mientras se encogía de hombros.

Tenía una excelente relación con su ex cuñado. Lee Dong Gun, aquel hombre de treinta y cinco años, con el cabello marrón y los ojos azules, sonrisa dulce y mirada amable, que renegaba casi siempre de su nombre porque decía que no combinaba con su apellido. Aquel que llegó a la vida de la hermana de Yoona trayendo con él la ilusión del primer amor. Quien le había dado a la pelinegra dos hermosos sobrinos, quien en sus noches de insomnio pasaban horas debatiendo sobre arte y música, aborreciendo juntos la política. Parte de que a Yoona le gustara el dibujo era culpa de su ex cuñado que le había enseñado todo lo que él sabía. Yoona sabía que a pesar de que se haya divorciado de su hermana, Dongun siempre estaría para ella y ella estaría para él. Ambos tenían eso en claro.

Poco a poco el escenario y la sala de actos escolares se fue vaciando. Los padres, alumnos y directivos se iban todos y cada uno de ellos con una sonrisa en los labios, hablando de lo maravilloso que estuvo el show en general, sobre todo el final. Hacía poco más de quince minutos que Yoona se había despedido de sus sobrinos y ahora se disponía a ir a los vestuarios del lugar para darse una ducha.

La sonrisa que tenía en sus labios parecía no querer abandonarla y ella tampoco quería que lo hiciera. Estaba feliz, su sobrino había actuado, bailado y cantado como ella sabía que lo haría. Seo había recibido su sorpresa y estaba contenta. Tenía una nueva posibilidad de encabezar un espectáculo en el teatro gracias al señor Harper. Cuando Brody le había comentado que un amigo de su madre estaba planeando un nuevo espectáculo automáticamente en su mente apareció el rostro de Seo, por esa razón estuvo varias semanas intentando contactar al señor Harper en compañía de Brody hasta que por fin lo logró, hacía poco menos de una