Mirar atrás

Tentación

La chica de largo cabello oscuro azulado ofreció su mano enfrente para estrecharla a la de la morena, y la joven estudiante de cine la recibió con seguridad mientras veía entretenida como aquella cantante callejera no mostraba timidez al conectar su mirada directamente con la de ella.

 

Hye Jin: Estoy segura que te daría mi número de no tener novia.

Moonbyul: Uuuh… así que chica de compromisos. Era lógico, alguien así no podía estar soltera. −Continuó sin dejar de coquetear. −

Hye Jin: ¿Estás segura que no quieres reconsiderar lo del empleo?

Moonbyul: ¿Discutirlo me dará la posibilidad de sentarme a beber un café contigo? −Respondió con rapidez. −

Hye Jin: Creo que ya había dejado claro que tengo novia.

Moonbyul: No hay problema, no soy posesiva, ni celosa.

Hye Jin: Wuoaa… eres realmente descarada… ¿eh? −Sonrió. – Me agrada, vamos a tomar algo, yo invito.

 

En la universidad, Wheein había discutido fuertemente con dos de sus amigas en la universidad por un trabajo, encontró a ambas alterando uno de sus trabajos antes de su exposición.

 

Wheein les conoció el primer día en su llegada a la universidad, al igual que ella venían de provincias y de familias humildes de noble esfuerzo. Poco a poco al ver como Wheein tomaba el primer lugar de su clase y lo mantenía incluso a pesar de trabajar, en ambas compañeras empezó a brotar la semilla de la envidia, empeoró cuando conocieron a Hye Jin, notaron enseguida lo guapa que era, lo bien que le trataba y lo feliz que su novia se esmeraba por hacerla. Cada genuina sonrisa de la joven artista empezó a irritarles profundamente, no les cabía en cabeza como una chica de pueblo como ellas había logrado ser tan feliz en la capital en tan poco tiempo, codiciaban su buena estrella y sus actos se volvían venenosos conforme a su envidia crecía.

 

Ese día, las tres terminaban sus trabajos para una de sus clases compartiendo un aula, las obras estaban listas y en una hora serían evaluadas.

 

Antes de su exposición la chica del hoyuelo en la mejilla fue a buscar un café con el propósito de sacar aún más energías para la evaluación, sus compañeras a las que consideraba amigas le sonrieron al escuchar que iba a tardar un poco para volver. A medio camino hacia la cafetería se dio cuenta de que no llevaba el dinero suficiente para comprar su bebida y volvió al salón en donde estaba.

 

Antes de asomarse por la puerta escuchó sin premeditarlo la conversación de las chicas dentro de la sala. “Mira, la muy despreciable… todo lo hace perfecto.”, decía una de ellas contemplando el trabajo de Wheein. “Ya estoy harta de ella, su falsa humildad y simpatía.”, la segunda se acercó al dibujo y lo manchó con un pequeño frasco de pintura negra. “¿Qué haces?” dijo sorprendida sonriendo maliciosa su compañera, pero al contrario de detenerla la arengó diciendo “Bueno, tendremos que decirle que ocurrió un accidente.”.

 

La indignación que sintió Wheein en ese momento era indescriptible, seguida por una enorme decepción, dolor e ira contra ambas, sabía que no podía quedarse en silencio después de haber escuchado tales aberraciones. Entró cual vendaval a la sala caminando a paso firme con sus puños apretados y sus ojos tenían una mirada potencialmente intensa.

 

Ambas se congelaron al ver entrar a su compañera, la que había manchado la pintura aun sostenía el tintero en la mano. Luego de dar un par de zancadas hacia ella intentó quitarle el tintero, pero la osada chica se resistió transformando la situación en un forcejeo.

 

El ligero liquido negro salpicó la obra de la compañera que había arruinado su obra, pero no había sido voluntad de Wheein el emparejar las cosas así, la cara de inocencia y arrepentimiento que puso Wheein luego de manchar el dibujo de su compañera le enfureció, y aplicando fuerza con su mano en el pecho de Wheein la empujó provocando que hiciera distancia. Respirando de manera agitada al botar aire por la nariz y casi con los ojos desorbitados de rabia, impulsó el frasco de tinta vaciando sus restos en medio del rostro de Wheein, mientras que su otra compañera observaba atónita toda la escena pensando que todo se había salido de las manos.

 

Humillada Wheein, sin menos rabia y orgullo que la que hasta entonces había considerado su amiga se lanzó a ella para jalarle el cabello entonces ambas empezaron a pelear entre gritos zarandeos, terminando por perder el equilibrio una sobre la otra sin dejar de tironearse en el piso del salón. Desesperada la tercera chica intentó separarlas gritando aún más fuerte e intentando empujarlas en direcciones opuestas.

 

La situación era un caos insostenible e incomprensible, ya sea por frustración de ambas contendientes o por los intentos de la tercera por separarlas la pelea física cesó. De rodillas en el piso Wheein tenía el cabello desordenado y lloraba adolorida, su llanto se arrastraba dramáticamente por la pintura negra que cubría parte de su rostro, Cho Ji An su compañera tenía la ropa rasgada y desordenada, su cabello también era un lio mientras también parecía estar al borde del llanto, sin embargo, se veía mucho más estoica y firme que la joven de Jeonju.

 

Wheein: ¿¡Por qué!? −Preguntó con la voz desgarrada. − ¿Qué les hice? No tiene sentido que sean de esta forma conmigo… ¿Por qué?

 

Su compañera soltó un bufido y su mirada rodó hacia arriba con cinismo, se levantó del suelo y respondió.

 

Ji An: Claro… ¿A quién se le podría ocurrir que Jung Whee in podría hacerle algún daño a alguien? ¿no? Si ella es perfecta, nunca hace nada malo, y se lo merece todo. Un promedio excelente, una casa propia, una linda novia. ¿Estás pasando un momento difícil? Pues deja de llorar, así es la vida, no todos tenemos todo como tú.

 

Wheein: ¿Tener todo? −Enjugó las lágrimas para levantarse. − ¿Creen que todo lo que tengo ha sido gratis? −Preguntó con incrédula expresión. – Ustedes no tienen idea de cuanto he tenido que esforzarme para lograr hacer las cosas bien y conseguir las cosas que tengo y aun así estoy agradecida de todo. Mientras que ustedes pueden levantarse tarde, salir a donde quieran con sus amigos, yo he tenido que casi dejar de dormir y de comer para poder trabajar y estudiar al mismo tiempo.

 

Las dos chicas que le acompañaban comenzaron a sentirse inseguras de su posición, al parecer sentían que la vergüenza o el arrepentimiento podían tomar lugar en ese momento en sus posiciones.

 

Wheein: Yo misma pago por la mitad de mis cursos con el dinero que consigo trabajando y con la otra mitad pago por parte del lugar en donde vivo, tengo que llegar a mi casa a estudiar después de haber atendido gente toda la tarde, eso cuando no tengo que estar de rodillas limpiando la pastelería. Dedico todo mi fin de semana a estudiar y hacer trabajos, así que no puedo salir con mi novia o con mis amigos a divertirme como ustedes lo hacen, para así poder tener calificaciones decentes y hacer que mis padres no se arrepientan por dejarme venir hasta aquí. ¿Realmente creen que todo para mi es tan fácil? Ustedes que se decían mis amigas en lugar de preocuparse por mí, en lugar de tomarse la molestia de preguntarme como estoy o como me he sentido, comenzaron a acumular ese rencor estúpido e ignorante. ¿Qué hice mal?

 

Ji An no tenía como contra argumentar el discurso de Wheein, pero a pesar que se sentía algo mal por lo que había hecho, no lo demostraría.

 

Ji An: Nada… pero de todas maneras ya no te soporto. Pretendamos que nunca nos conocimos. − ¡Vamos! −Le gritó a la otra chica en el salón. –

 

Las dos compañeras salieron del salón dejando a Wheein sola. La artista visual terminó de secar sus lágrimas y con un enorme nudo en la garganta y el pecho apretado volvió a hacer el dibujo para la presentación de ese día. Cuando terminó, con solemnidad y compuesta deambuló por los pasillos de el mismo piso para llegar al baño, no podía ir a su clase con la cara llena de pintura.

 

Soltó su bolso sobre la barra de mármol de los lavamanos frente al espejo y sacó de un dispensador una abundante cantidad de papel. Presionó el botón que liberaba el agua e inclinándose sobre el mármol acerco su rostro al espejo para comenzar a limpiarse la tinta, al frotar su cara en silencio sus ojos comenzaron a brillar contenidos en lágrimas que irrefrenablemente volvían a salir en un llanto desembocado. Emocionalmente cansada, sus brazos rectos se apoyaban con las manos en el frío mármol mientras que con la cabeza hacia abajo Wheein veía sus lágrimas negras juntarse con el agua cristalina.

 

En Hong Dae, Hye Jin se había sentado bajo la sombra a la salida de una cafetería frente a la misteriosa cantante callejera.

 

Hye Jin: Si tienes talento… ¿Por qué no pruebas ir a alguna audición en alguna de esas empresas? Creo que tienes imagen de idol.

Moonbyul: Ya te lo dije, tengo un espíritu libre. Ese tipo de cosas como estar esclavizado a un trabajo, hacer lo que otros te digan que hagas… no, no me convence la idea. Yo voy a cantar lo que yo quiera cantar, no lo que otro me diga que cante, porque verás… la música hay que sentirla, no voy a hacer nunca algo que no sienta. Menos con la música que es una de las pocas cosas a las que le tengo respeto. −Declaró con seriedad. −

Hye Jin: Hmm… interesante. ¿Y cuáles son esas otras cosas que respetas?

Moonbyul: Los sentimientos de las personas a las que quiero, a los niños, las artes en general, los sueños de otros (mientras no lastimen a nadie), los animales (tengo un perro al que amo mucho) …y obviamente a las mujeres.

 

Hye Jin: A las mujeres en último lugar…

Moonbyul: Si… te diré por qué, pero acércate.

 

Con toda curiosidad la morena inclinó su torso hacia adelante para acercarse a Byul yi. Ella puso su mano cubriendo su boca a un lado del rostro de la morena dispuesta a susurrar.

 

Moonbyul: A algunas mujeres a veces les gusta que sea un poco ruda con ellas y no tan respetuosa. ¿Si me entiendes?

 

Hye Jin soltó una carcajada y cubrió su boca para dar una palmada al aire sintiendo pudor por la chica que le acompañaba.

 

Hye Jin: Hablas de esas cosas con mucha confianza… ¿Eres coreana?

Moonbyul: Algo así… he vivido mucho en el extranjero, así que no comparto ciertas “normas sociales” que aquí tanto veneran, todas esas absurdas que promueven la discriminación y agredir a las otras personas, ya sabes…

Hye Jin: Yo también he viajado mucho afuera, principalmente en Inglaterra y en L.A, en estados unidos.

Moonbyul: Wow, sorprendente... yo también, de hecho, llegué ayer desde Londres.

Hye Jin: Estás bromeando.

Moonbyul: Hablo en serio. Estaba estudiando música allá…

Hye Jin: ¿Y qué haces aquí?

Moonbyul: Pedí que me trasladaran a la Universidad de artes de Seúl, pero tengo que esperar hasta que acabe el semestre. Así que, hasta entonces no tengo mucho que hacer.

Hye Jin: Deberías haberte quedado allá, la escuela de música inglesa es respetada en todo el mundo.

Moonbyul: No es la única razón por la que volví. Además, hay alguien a quien quiero encontrar. −la mirada de Byul se volvió codiciosa. –

 

La morena sonrió nuevamente casi a punto de reír.

 

Hye Jin: Suena como la trama de un kdrama… ¿Es por amor o por venganza? −Se burló. –

Moonbyul: Por amor. −Respondió con honestidad. –

Hye Jin: Woow... es cierto que vienes buscando a alguien. Me imagino que debe ser alguien muy especial para que hicieras todo ese camino hasta aquí.

Moonbyul: …Ella lo es.

Hye Jin: Bueno, yo también correría hasta el último rincón del mundo para ver a mi novia.

Moonbyul: ¿Así de mal estás?

Hye Jin: Me tiene comiendo de su mano, y no me avergüenza decirlo. −Rió. – Incluso, en una semana cumplimos los 200 días y ya estoy armando un plan para ese día. Podrías cantar para nosotras ese día… −Ingenió. −

Moonbyul: No, no, odio eso de compartir con parejas es incómodo.

Hye Jin: Es cierto, en realidad ya había pensado en hacer algo más íntimo solo entre las dos.

Moonbyul: Finalmente eso es lo que más importa para esas fechas, estar con tu pareja… ¿No? La verdad no lo sé, no he estado en una relación lo suficiente para celebrar un aniversario.

Hye Jin: Eso suena como si te hubieran roto el corazón muchas veces…

Moonbyul: ¿A mí? No… yo soy la que ha roto más corazones de los que puedo contar. Y no me enorgullece.

 

Las dos jóvenes simultáneamente sentían que su conversación fluía de forma espontánea y genuina, tanto así que les sorprendía.

 

Moonbyul: Increíble, hablo contigo como si nos conociéramos hace años.

Hye Jin: Tengo la misma sensación. −Contestó dedicándole una cálida expresión. − ¡Oh!~ Es cierto, el trabajo que te ofrecía no es la gran cosa, es solo cantar dos o tres veces a la semana en el bar de un amigo, es muy al estilo Broadway, tiene presentaciones en vivo pero últimamente no consigue que muchos cantantes de los que conoce hagan presentaciones, por esa razón me encomendó el buscar a alguien, no es mucho dinero pero si quieres mantenerte ocupada eso servirá.

 

La morena sacó un bolígrafo de tinta azul del bolso a un lado de ella sujetó la mano de Byul Yi y procedió a escribir su número entre el índice y el pulgar en la blanca piel de la cantante.

 

Hye Jin: Si quieres puedes recibir más pago si le ayudas a mi amigo cuando llegan las cargas de bebidas al bar.

Moonbyul: Hmm… No lo sé… −Caviló. −

Hye Jin: Piénsalo, y aunque digas que no, yo asisto a clases a la Universidad de artes de Seúl así que si quieres un recorrido cuando tu semestre empiece… puedes pedírmelo. Ahora tengo que irme a clases.

Moonbyul: ¿Te vas? −Consultó boquiabierta. –

Hye Jin: Si ya voy tarde. −Dijo levantándose con agilidad. –

 

Con la mano de un lado al otro en el aire mientras salía corriendo sobre sus tacones Hye Jin se despedía de su nueva amiga.

 

Esa tarde en su presentación en clases, Wheein no podía evitar mirar a las compañeras del incidente de más temprano, pero ellas rehuían de sus ojos, el único momento en que la miraron fue de forma despectiva justo luego de que la maestra del curso alabara el trabajo que había hecho.

 

Al salir del salón se apartó de sus compañeros con la intensa necesidad de escuchar la voz de Hye Jin, le marcó y lo puso a la vera de su oído para escuchar el tono de marcado, mientras este sonaba se llevó el dedo pulgar comenzando a morder la punta del con impaciencia, pero su teléfono había quedado sin la batería suficiente para realizar una llamada. Vio como la pantalla se ennegrecía, musitó una maldición y lo volvió a meter a su bolsillo.

 

Antes de ir a su trabajo dio un par de vueltas por el campus de cine a ver si la veía, las exasperadas ganas de verle y abrazarle le habían hecho olvidar que esa tarde la menor tenía una salida a terreno con su curso y que no estaría en la Universidad. Decepcionada y aun llena de angustia no tuvo más opción que ir a trabajar.

 

Ya al iniciar su turno de trabajo en la pastelería un hombre de extraña apariencia entró en el local, sus cejas eran tupidas, sus labios gruesos, sus modales eran toscos, y se vestía como la caricatura de un prestamista de novela. Pidió un batido de frutilla, el que ella preparó y se lo llevó hasta una mesa, cuando la chica llegó hasta el con el pedido el hombre golpeó la mesa preguntándole si es que era tonta o sorda por que según él había pedido un batido de chocolate.

 

Los gritos hicieron que la señora Lee saliera a la parte de al frente de la tienda para ver que estaba sucediendo y el sujeto increpó a la mujer mayor, diciendo que no instruía bien a sus empleados. Wheein bajaba la cabeza con humildad mientras que su jefa intentaba tranquilizar al cliente asegurándole que le llevarían el batido de chocolate que quería.

 

Luego de hacer nuevamente su trabajo Wheein fue con el Batido hasta la mesa, además de esto lo acompañó con un panecillo a modo de compensación por su error. El tipo no contento con esto le preguntó en tono prepotente, por qué no había traído el café con el que había pedido el batido.

 

En blanco, la chica no respondió de inmediato, no recordaba haber escuchado un café en su pedido y era lógico porque él nunca lo había pedido en primer lugar. Enfurecido el hombre se levantó de la mesa empujando la silla con agresividad, los demás clientes en el local (no más de unas 5 personas) se mostraron algo espantados, pero nadie hizo nada. Determinantemente el déspota cliente dijo que no pagaría nada, y que no quería nada, retiró el vaso de batido frio de la mesa y lo volteó sobre la cabeza de la joven.

 

La señora Lee no alcanzó a atajar los actos del hombre para detenerlo, llegó hasta donde Wheein y le tomo del brazo para alejarla del violento tipejo, quien hizo una mueca de desagrado y salió del local. Parte del hielo comenzaba a hacerle arder la cabeza mientras otra se derretía por los costados de su rostro.

 

Sra. Lee: Vamos a limpiarte eso…

 

La dueña la llevó hasta un lavadero que usaba para los utensilios grandes de la pastelería detrás de los mostradores y allí le hiso lavarse el cabello; la mujer se sentía muy apenada por lo que la joven había tenido que pasar. La menor pensaba que al parecer a todos hoy se les habían formado las ganas de derramar cosas sobre ella para humillarla, en silencio y calmada sin mayor fuerza moral después de atender a los últimos clientes se dirigió a hacer la actividad que daría término su turno de trabajo ese día. Al sacar la basura antes de poder ir a casa, cargo la última bolsa y ésta por el peso que contenía se rasgó desparramando todos los desechos en el suelo, por lo que Wheein tuvo que tomar el recogedor y la escoba y volver a poner todo en un par de bolsas nuevas antes de irse.

 

La menor que extrañaba mucho a su novia después de haber tenido todo un día sin verle, decidió detener su auto en el camino que quedaba entre la parada de bus y la pastelería donde Wheein trabajaba, por más que le llamaba su teléfono sonaba apagado por lo que prefirió esperarle ahí.

 

El camino estaba alfombrado por pétalos de cerezo, la noche era fresca pero aun así estaba esperándola de pie, apoyada fuera del auto con ambas manos guardadas en los bolsillos. Cuando vio a Wheein aparecer a unos metros en esa misma calle, se separó del auto, le dedicó una sonrisa y sacó una de sus manos de los bolsillos de su abrigo para saludarla a lo lejos.

 

Su corazón que se sentía frío comenzó a templarse sólo con ver la sonrisa de Hye Jin, miró adelante y como si hubiese estado todo el día perdida, corrió impaciente con fuerza que no había sentido, hasta los brazos de la morena que le recibió envolviéndole en un abraso que por fin lograba reconfortarla, todo lo que no había logrado soltar ese día salió de golpe al sentir su confidente calor.

 

Los brazos de Wheein parecían no tener fuerza para abrazarle, sus manos se mantenían abajo su cuerpo tiritaba y su garganta formulaba una voz que se deshacía en llanto sobre el acogedor hombro de la menor, la expresión de la morena era de consternación al ver tan afectada a Wheein, sostuvo su mano temblorosa intentando transmitirle seguridad y fortaleza. Poco a poco la respiración de Wheein fue calmándose y sus brazos ganando fuerza para aferrarse a la menor.

 

Después de un largo momento Hye Jin pudo volver a mirar a su novia a los ojos, tomó su cara con una de sus manos y la acarició para preguntarle con suavidad si estaba mejor. Volvió a abrazarla rápidamente una última vez y rodeó el auto para abrirle la puerta, la mayor aun sollozaba, pero no sentía la necesidad de volver a llorar. La morena durante todo el camino, no soltó la mano de Wheein y la miraba cada vez que podía, tanto así que Wheein comenzó a preocuparse de que pudieran tener un accidente.

 

Al llegar a casa, le abrió la puerta y volvió a sujetar su mano. Tras entrar la guio hasta al sofá, la cubrió con una manta llamando a Ggomo quien rápidamente apareció para subirse al lado de su ama, en cuanto Wheein era custodiada por su gato a pedido de Hye Jin, la menor corría a la cocina a preparar un chocolate caliente. Cuando llego con la taza del dulce brebaje, recogió una de las manos de Wheein para hacer que esta rodeara la el tazón y luego repitió lo mismo con la otra.

 

Se lanzó al sofá a un lado de ella y nuevamente le miró a los ojos.

 

Hye Jin: Está bien… aquí y ahora todo está bien. Lo que haya pasado ya quedó atrás, y cuando estás conmigo no necesitas mirar atrás. Es más, debes prometerme que nunca mirarás atrás cuando estemos juntas. −Dijo levantando el dedo meñique. –

Wheein mostró su dulce sonrisa otra vez y entrelazó su dedo meñique al de la menor. Hye Jin había aprendido que para su novia el hablar de las cosas que sentía, o lo difícil que podía pasarlo no era algo fácil de hacer para ella, no solo lo entendía, sino que también lo respetaba y por ello había escogido el no presionarla nunca más, pero aún así estaría siempre presente ahí por ella y para ella. Wheein le regalo un pequeño beso en los labios antes de decir una palabra.

 

Wheein: Gracias… Te extrañé mucho hoy.

Hye Jin: Ya estoy aquí… ¿Qué quieres hacer?

Wheein: Estoy muy cansada hoy, quiero acomodarme al lado tuyo hasta quedarme dormida escuchando tu voz.

 

A las indicaciones de la mayor la morena hizo su largo cabello oscuro hacia un lado, y contorneó su brazo tras la nuca de Wheein para que ella pudiera acurrucarse.

 

Hye Jin: ¿Quieres que te cuente que hice el día de hoy?

 

La menor asintió con la cabeza con la boca metida dentro de tazón de chocolate caliente mientras acariciaba el lomo de su gato que descansaba sobre su regazo.

 

Hye Jin: Por la mañana, después de levantarme y teniendo que haber superado el trauma que me dejó el despertar me y no verte ahí… −Dijo sobre-dramatizando. –

Wheein: Sabías que yo tenía clases temprano. −Interrumpió riendo. –

Hye Jin: Okay… continúo, después de la primera clase, el profesor no pudo asistir al segundo módulo, así que aproveché de ir de compras a Hong Dae y me pasó algo muy entretenido.

Wheein: ¿Qué pudo ser para que sonrías así? −Preguntó con mirada inquisitiva. –

Hye Jin: Una chica me invitó a salir.

 

El cuello de la más baja comenzó a girar hacia la menor torciéndose casi en forma mecanizada.

 

Wheein: ¿Qué? −Preguntó descolocada. −

Hye Jin: Era una cantante callejera, realmente muy talentosa y con mucho estilo…

 

La morena seguía alagando a la desconocida chica sin ser consciente de la creciente molestia de Wheein.

 

Hye Jin: Creo que era justo lo que estaba buscando, espero que me llamé. −Concluyó inocente. –

Wheein: ¿¡Qué!? −Repitió. –

 

De pronto Hye Jin notó que los ojos de la menor parecían estar en llamas.

 

Hye Jin: No me digas que estás celosa. −Comentó justo después de chasquear la lengua. – Ese tipo de cosas son demasiado infantiles para ti.

 

Después de escuchar que los celos a la menor le parecían infantiles se detuvo a repensar su posición.

 

Wheein: No soy celosa, soy territorial. −Aclaró. – Si alguien tiene celos es porque desea algo que no es suyo, ser territorial es nada más que proteger lo que ya te pertenece.

 

La menor rió y le robó un beso a Wheein ahuyentando su enojo. Continuó narrándole lo que hizo en su salida a terreno y cuando volteó otra vez a ver su rostro la chica del hoyuelo estaba profunda y apaciblemente dormida. La cargó hasta su cama y la arropó, le observada ensimismada, su ternura le agitaba el corazón, todo era silencioso hasta que repentinamente su propio celular amenazaba con quebrantar el sueño de su novia. Lo contestó rauda para evitar así el impertinente sonido.

 

Moonbyul: ¿Aló? ¿Hye Jin ssi?

Hye Jin: Si, soy yo. ¿Quién es? −Dijo susurrando, mientras se movía rápido para cambiar de habitación. −

Moonbyul: La chica que robó tú atención por la mañana.

Hye Jin: Ah, así que eres tú. ¿Vas a aceptar mi propuesta?

Moonbyul: Sí, voy a trabajar para ti.

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Comments

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AndreaTaeNySic #1
Chapter 7: acabo de encontrar esta hermosura
viridaria #2
Chapter 42: Demonios, siempre quise leer una historia como esta ya ahora no se como puede terminar y que mi corazóncito... Espero con ansias el nuevo capitulo.
RadioMon
#3
Chapter 29: Muy buena historia, espero con ansias el próximo capítulo.
Sería interesante saber que ha pasado en la vida de Byul
RadioMon
#4
Chapter 21: HyunA está en tu historia!!! Justo cuando pensaba que no podía ser más genial
RadioMon
#5
Chapter 20: Wow, es vergonzoso admitir que tu historia ya me ha hecho llorar varias veces? Porque lo ha hecho. Sé que es una historia wheesa pero Byul es demasiado....ugh, cómo decirlo? Irresistible? Me ha encantado, sigue con el buen trabajo
zalberi
#6
Chapter 29: Espero que Hyejin y Wheein solucionen sus diferencias :( Es triste verlas en ese estado....
Sigue con el buen trabajo autor-nim!! <3
zalberi
#7
Chapter 24: Un capitulo semanal? Yeeeeey :):):)
zalberi
#8
Chapter 22: Por fin hay besoooo!!! Deseando leer como avanza la historia. Feliz año <3
zalberi
#9
Chapter 8: No me arrepiento de darle una oportunidad :) una pena que no tengas mas lectores. Animo!!
zalberi
#10
Se me hace raro encontrar fanfics en español jajaja. Le daremos una oportunidad ~~