Gato callejero

Tentación

Al contrario de Hye Jin que al beber de más solo pierde el conocimiento, Wheein era del tipo de borrachos que causan alborotos y hacen tonterías al perder el autocontrol. Esa noche en la fiesta de apertura a la celebración de la semana de aniversario de la facultad de Arte audiovisual, la estudiante de cine hacia esfuerzos sobre humanos por mantener a Wheein quieta en aquel banco de la placilla del parque central de campus, la mayor exclamaba querer ir a bailar con ella tal y como estaba bailando con HyunA, pero la morena temía que luego de un par de movimientos Wheein volviera a vomitar.

 

Después de casi una hora luchando con ella, Wheein parecía ceder convenciéndola de volver a casa, su energía parecía se había consumido entre tanto berrinche y pataleo mientras la acompañaba a tomar el bus, Hye Jin le sugirió que era mejor si le llamada un taxi, pero la menor insistía que no tenía dinero para eso y que no iba a aceptar que la menor lo pagara por ella, así que sin pensarlo demás subió con ella al transporte para llevarla hasta su casa y plácidamente la joven del hoyuelo en la mejilla se quedó dormida sobre su hombro, aprovechando este pequeño momento de paz, entrando en el barrio de Junghwa-Dong, Hye Jin se concentró en encontrar la dirección de Wheein, intentando recordar el trayecto que había hecho desde la casa de su compañera hasta el centro de Seokgwan-dong en ese día en donde el pudor y la vergüenza la carcomían después de haber pasado la noche en su casa.

 

La historia ésta vez se repetía a la inversa, Hye Jin reflexionaba en lo sorprendida que se sentía sobre el avance de esta inesperada relación en tan poco tiempo. Se habían acercado tanto sin saber demasiado la una de la otra, era una extrañamente intensa conexión que no recordaba haber vivido antes.

 

Bajó del autobús al ver un grupo de casas que le parecía familiar y sentó a Wheein en el asiento de la parada del bus para cargarla sobre su espalda, luego de caminar un par de cuadras en la oscuridad de la noche, empezaba a creer que se había perdido y resoplando con la boca algo torcida destapo la mitad de su rostro que se había cubierto por su cabello, al dar la vuelta en la esquina nuevamente y reconociendo el achatado edificio donde vive Wheein, dio un enorme suspiro de alivio, para su mala fortuna Wheein empezó a moverse sobre su espalda mientras despertaba a medias.

 

Hye Jin: Wheein-ah~ Aguanta un poco que ya casi llegamos.

Wheein: ¡Oh! ¡Así que eres tú!

Hye Jin: Si… o lo que queda de mi… −Dijo con su espalda adolorida.−

Wheein: La chica guapa que es mi dongsaeng

Hye Jin: ¿Crees que soy guapa?

Wheein: Guapa y bonita. –Agregó riendo. −

Hye Jin: ¿Y por qué?

Wheein: Tu cuerpo es bonito, tus ojos son bonitos, −Señaló casi picando uno de los ojos de la morena mientras asomaba su cara por sobre su hombro. –…tú sonrisa es bonita, tú piel es bonita, tú voz es bonita… aigoo~ ¿Qué se supone que voy a hacer? –Se preguntó a si misma mientras se cubría el rostro con la mano.−

En el intertanto a duras penas la menor lograba terminar de subir las escaleras al segundo piso del lugar de residencia de Wheein.

 

Hye Jin: ¿Estás lista para bajar de mi espalda? Necesito que abras la puerta.

Wheein: No, no, no quiero. –Denegó oscilando con la cabeza mientras se abrazaba al cuello de la morena. –

Hye Jin: ¿Entonces cómo se supone que abra la puerta? ¿Quieres darme la clave?

Wheein: No, no… agáchate… −Sugirió al oído a la morena.−

Hye Jin: ¿Eres consciente de que camino sobre tacones? Está, bien…

 

Con algo de incomodidad la menor flectó un poco las rodillas para ayudar a Wheein a ver el panel del seguro de la puerta y pudiera marcar la clave de seguridad. Con movimientos flojos el dedo índice de la mayor consiguió marcar la clave y empujó con ambos brazos la puerta para abrirla. Esforzándose, Hye Jin logro quitarse los zapatos aun con su ebria compañera tambaleándose sobre su espalda y avanzó hasta entrar a la habitación para caer junto con ella sobre la cama.

 

Al momento de intentar levantar su torso del colchón, el movimiento de la menor fue impedido por un tironeo de Wheein que le recostó otra vez en la cama. Acostada de lado, su nariz casi rosaba a la de ella, y veía como las cejas de Wheein se retorcían como queriendo formar una expresión de molestia que no alcanzaba a definirse.

 

Wheein: No te vayas, quédate aquí conmigo. –Decía en un tono que no distinguía entre petición o exigencia. –

 

La morena no reaccionaba, solo podía estar pasmada mirando la tierna expresión de la chica que desordenaba sus planes y pretensiones. La mano de Wheein comenzaba a arrastrase por el costado de su cintura hasta el centro de su espalda y la más baja acortaba distancia mientras las mejillas de Hye Jin comenzaban a subir de tono como su cuerpo de temperatura y su estado nervioso de inquietud. De pronto la cabeza de Wheein se cobijó en su pecho y su brazo le presiono más fuerte.

 

Wheein: Quiero que te quedes conmigo. –Balbuceó. –

Hye Jin: Entonces no me iré…

 

La morena respondió con su profunda voz mientras levantaba su mano para acariciar el cabello de Wheein. Por suerte no era una noche demasiado fría, y las horas transcurrieron hasta el amanecer en medio de la oscuridad y el aire templado.

 

Con la salida del sol, la dueña del lugar comenzaba a abrir los ojos, padeciendo un horrible dolor de cabeza y una sensación al final del paladar que le asqueaba, sin embargo cuando vio el rostro de Hye Jin frente al de ella sintió un gran alivio, no recordaba del todo lo que había hecho en la noche, pero sospechaba debía haber sido algo bueno para tenerle ahí.

 

Evitando incluso el respirar demasiado fuerte, cuidó el sueño de la menor solo observándola pacíficamente dormir después de todo el cansancio que le había significado el cargarla hasta su casa, Wheein algo recordaba de haber sentido el cálido y cómodo calor de la espalda de la morena en su pecho, al igual que sentir el intenso aroma de su perfume que le obnubilaba. Para sentirlo una vez más se acercó suavemente y tratando de no despertarle, escarbo con su nariz el cabello de la morena casi tocando la piel de su cuello.

 

Hye Jin: ¿Qué estás intentando hacer? –Consultó con los ojos cerrados a la mayor.−

 

Sorprendida volcó su cuerpo atrás como si la hubieran atrapado cometiendo algún crimen.

 

Wheein: ¿Estabas despierta?

Hye Jin: …Acabo de despertar.

Wheein: Lo siento, no quise…

Hye Jin: Está bien, no fuiste tú… −Señaló intentando mirar hacia su espalda.−

 

Tras la menor, el pequeño gato de Wheein amasaba con sus patas la espalda de Hye Jin, enterrando sus garras en costoso vestido floreado que cubría a la estudiante de cine.

 

Wheein: ¡Ggomo~ya! ¿¡Que estás haciendo!? –Preguntó al borde de la risa. –

 

El gato dirigió sus grandes ojos a su ama sin dejar de hacer lo que parecía tenerlo entretenido. Wheein levantó su brazo por encima de la cintura de la menor para lograr capturar a su mascota tomándolo por debajo de su vientre y quitándolo del lugar contra su voluntad.

 

Wheein: Lo siento, es algo celoso. –Afirmó mirando a Hye Jin a los ojos.−

Hye Jin: Yo también lo sería si fuese él.

 

Wheein sonrió y volvió la vista a su gato algo nerviosa.

 

Hye Jin: ¿Cómo te sientes? Ayer bebiste mucho.

Wheein: La verdad es confuso porque siento el estómago vacío y tengo mucha hambre, pero al mismo tiempo tengo una sensación de mucho asco en la boca y el estómago.

Hye Jin: Supongo que es un síntoma común de la resaca.

Wheein: Si… −Se lamentó.− Pero prefiero desayunar de todos modos.

Hye Jin: Te ayudaré con el desayuno.

 

Cuando intentó levantarse de la cama, la espalda de la menor soltó un crujido y ella ahogó un grito soportando el dolor para no alarmar a Wheein pero su expresión lo hacía evidente.

 

Wheein: No te muevas.

Hye Jin: No es nada, tranquila. –Aseguró sentándose sobre la cama intentando sonreír.−

Wheein: ¿Cuánto tiempo me cargaste ayer?

Hye Jin: Desde la parada del bus, deambulamos casi media hora por el barrio, y luego encontré tu casa, soy muy torpe para orientarme en la noche.

Wheein: ¿Y me llevaste todo ese tiempo en tu espalda, caminando… con estas cosas? –Preguntó recogiendo uno de los tacones de la menor.−

Hye Jin: …Si.

Wheein: ¿Estás loca verdad?

Hye Jin: Pensé que solo oiría un “gracias”.

Wheein: No es que no esté agradecida, solo estoy cuestionando si tienes sentido común…

Hye Jin: Hubiera tomado un taxi, pero tú estabas indignada diciéndome que no podía pagarlo por ti y que tú tampoco tenías dinero para la tarifa por lo que no tuve otra opción y tomamos el bus.

Wheein: ¿Y por qué me hiciste caso? ¡Estaba ebria! −Dijo ruborizada por la vergüenza.−

Hye Jin: Ya no me quedaba energía para seguir discutiendo contigo después de todos los gritos y alborotos.−Argumentó. –

Wheein: Voy al baño a lavarme los dientes para intentar sacarme estas nauseas que tengo e iré a comprar algo para tu espalda.

 

La chica de menor estatura saltó a dos zancadas sobre la cama para llegar hasta su pequeño baño y siguió regañando a la menor mientras su boca estaba llena de espuma apenas dejando entender lo que decía. Terminando de enjuagarse, dejó el baño y rápido se puso sus zapatillas para dejar el departamento.

 

Wheein: ¡Solo quédate ahí voy a buscar algo y ya regreso!

 

La mayor, dio un portazo y corrió fuera su departamento para llegar hasta la farmacia que quedaba a una calle de su casa. Hye Jin vio como histriónicamente la dueña del lugar hacía su salida y aunque en un principio le molestó que ella le reprendiera luego de todo lo que le había hecho pasar, después de unos segundos ya estaba riéndose de lo cómica e impredecible que le parecía la conducta de su compañera.

 

Desde una esquina Ggomo miraba a la chica extraña en su hogar con algo de recelo, su mirada era acusatoria y suspicaz, como si tildara a Hye Jin como una intrusa en dicho lugar. Pronto y sin salir de aquel rincón el minino comenzó a caminar de un lado al otro como dibujando un ocho de costado en el piso sin dejar de observarle. Movía con elegancia la punta de su cola como si estuviera evaluando a la joven.

 

Hye Jin por su parte, entrecerraba sus ojos dedicándole al gato una mirada igual de afilada que la de él, parecía casi como si fuese un estilo de comunicación entre dos felinos. La curiosa estudiante de cine se percató de que Ggomo no cedería tan fácilmente, aunque intentara llamarlo no vendría hacia ella.

 

En un delicado movimiento que evitaría asustar al gato y también hacer doler a su espalda se levantó del colchón y caminó hasta la cocina para buscar un poco de la comida de la mascota, en su regreso a la habitación recogió un peculiar objeto alargado con hilos de colores brillantes que colgaban desde una de sus puntas que ocultó tras su espalda. A su regreso, el consentido de Wheein lamía la parte superior de su pata sin mostrarle a la morena demasiada atención.

 

Hye Jin: ¡Hey! ¿Quieres algo de comida? −Le invitó.− Vi que tu dueña no te alimentó, debes de tener hambre.

 

El caprichoso cuadrúpedo parecía comenzar a bajar la guardia. Primero, observó con detención desde su esquina casi como si estuviera confirmando que la oferta era real, luego al reconocer su comida y guiado por su instinto se acercó aún más a la mano de aquella chica que le ofrecía sonriente un poco de alimento.

 

Abriendo delicadamente la mandíbula para dar un gran bocado refreno en el último segundo su ímpetu al subir la vista nuevamente hacia el rostro de la joven. No, no dejaría su orgullo de lado dejándose engatusar por un poco de alimento, el felino subió la cabeza soberbia y volteó nuevamente a su esquina.

 

Hye Jin arrugó la frente para sonreír lánguidamente, sus intentos por vincularse con el antojadizo cachorro de gato estaban siendo frustrados de forma tajante y rígida, pero como ella tampoco era un rival que se rindiera demasiado rápido pasó sin demoras a su plan B.

 

Desde el escote en la espalda de su vestido sacó la varilla de juguete de Ggomo, su juguete favorito después de las cajas de cartón que su ama siempre tarda casi una semana en tirar a la basura. La chica empezó a deslizar el objeto de un lado a otro llamando la atención del pequeño y peludo animal al cual se le comenzaba a perder la vista en el brillo y colores de los hilos.

 

En ese momento Wheein volvía de la farmacia y abriendo sutilmente la puerta se entretuvo como espectadora de la escena. Ggomo se acercaba cada vez más a Hye Jin obsesionado con atrapar los hilos de la varilla que bailaban de un lado para otro esquivando sus filosas garras. Una vez bajo sus manos la morena deslizo rápidamente sus delgados dedos bajo él para intentar tomarlo, pero para su infortunio él no lo permitiría volteándose en el aire para rasguñar cruelmente su brazo y huir hacia la cocina.

 

El quejido de dolor de la chica hizo entrar veloz y preocupada a Wheein que observaba desde la puerta.

 

Wheein: ¿Estás bien? Tu brazo sangra. –Dijo sentándose en el suelo frente a ella. −

Hye Jin: Estoy bien, ya casi lo tenía.

Wheein: Él no es fácil de convencer.

Hye Jin: Quizás se parezca a su dueña. –Sonrió aun acariciando el rasguño.−

Wheein: Te dije que no te movieras, si me hubieras escuchado esto no hubiera ocurrido.

Hye Jin: No importa, en poco tiempo me ganaré su corazón. –Afirmó con seguridad mirándola a los ojos. –

Wheein: Seguimos hablando de Ggomo ¿Verdad?

Hye Jin: ¿Qué crees tú? –Consultó mirando los labios de Wheein.−

Wheein: Yo creo que… debería ir a buscar algo para curarte el brazo.

 

Wheein se levantó del piso y corrió hasta su botiquín como si el rasguño en el brazo de Hye Jin la estuviera haciendo desangrarse, al ver la infantil incomodidad de la mayor, Hye Jin se limitó a volver a sonreír mientras negaba con la cabeza. Al regresar y sentarse de nuevo frente a la joven para atender su herida, la chica del hoyuelo comenzó por limpiar con un algodón la sangre que asomaba por la delicada piel mate de la chica de Cheongdam-dong.

 

Wheein: Cuando los vi jugando parecían dos gatos…

Hye Jin: Con el cabello así debo haber parecido un gato callejero.

Wheein: Tu cabello está bien, solo esta despeinado.

Hye Jin: Dicen que hay personalidades de perro y de gato. Yo creo que la mía si es como la de un felino solo que uno grande, como un león.

Wheein: Puedo notar tus garras. –Señaló al levantar la mano de la morena con unas largas uñas pintadas de blanco. − ¿Crees que mi personalidad es como la de un gato o la de un perro?

Hye Jin: ¿Quieres que te sea honesta?

Wheein: Siempre.

Hye Jin: Como un perro, pero no como cualquier perro…

Wheein: ¿De qué hablas?

Hye Jin: Verás, cuando yo iba al colegio escondí a un perro atrás del colegio, le hice una pequeña casa y lo veía todos los días, lo alimentaba y cuidaba aunque no vivíamos juntos. Tu personalidad podría parecerse más a la de él que a cualquier otro perro.

Wheein: ¿Qué era lo que tenía de especial?

Hye Jin: Cuando yo lo adopté, él me mordió. Pero no porque yo realmente le hiciera algún daño, si no por desconfianza. Y no lo culpo, las personas en las que el confió desde cachorro, a las que el dio lealtad, protección y amor, lo golpearon y maltrataron, haciéndole perder la fe en las demás personas.

Te mentiría si te digo que lo perdoné de inmediato, si me resentí, pero luego entendí que no era algo personal, y que él merecía mucho más amor que otros perros, por eso lo adopté y lo crie hasta que falleció.

Siento que tienes una personalidad como la de ese perro.

Wheein: ¿Qué te hace creer que he sufrido así? –Preguntó desconcertada. –

 

La menor tomó la mano de Wheein en la suya y respondió.

 

Hye Jin: No somos fríos por falta de sentimientos, sino por abundancia de decepciones. Las personas que más buscan sacar una sonrisa en los otros, muchas veces son aquellas que más dolor han tenido que pasar.

 

Los ojos de la mayor de pronto se humedecieron. Tragó saliva y bajó la vista.

 

Wheein: Espero que no te deje una cicatriz, tu piel es realmente hermosa.

 

El comentario hizo reír sutilmente a la más joven.

Hye Jin: Dijiste algo similar anoche…

Wheein: ¿Cuándo dije algo así?

Hye Jin: Ah sí, si lo dijiste, y no solo mi piel, creo que empezaste por mi cuerpo, mi voz, mis ojos…

Wheein: No puede ser… −Dijo interrumpiendo mientras se sonrojaba. –

Hye Jin: Descuida, pero me agrada oír eso cuando estas sobria.

Wheein: ¿Sabes qué? No lo soporto, no quiero oír más de lo que hice ayer en la noche o moriré de vergüenza, así que ve y toma una ducha… mientras tanto yo alimentaré a Ggomo y pondré algo de orden aquí.

Hye Jin: Ok, ya voy antes de que vuelvas a darme sermones.

Wheein: Hay toallas en el baño.

 

Así como lo explicó, la dueña del lugar luego de servir el alimento y la leche para su mascota en sus respectivos platos, comenzó a quitar el polvo de los pocos muebles que tenía en aquel pequeño hogar.

 

Mientras el agua descendía por el desnudo cuerpo de Hye Jin, ella sonreía sola al recordar los blancos pómulos de Wheein ruborizándose producto de sus coqueteos. Se sentía convencida de que había algo que despertaba dentro de la mayor a pesar de su resistencia, de no ser así, ¿Por qué se pondría celosa de HyunA?, si esto en el fondo para ella no era más que un juego, ¿Para qué implicarse tanto?

 

Mientras más intentaba adivinar qué era lo que pasaba en el corazón y en la mente de Wheein, más eran las preguntas que surgían en la de ella, pero ¿Cómo encontrar las respuestas?, no se detendría hasta hallarlas, porque para Hye Jin esto ya había dejado de ser un juego, si algo bien sabía era como reconocer sus propios sentimientos; esto, era real.

 

Ya aseada y con una sensación cálida pero al mismo tiempo refrescante en su piel, secó su cuerpo con una toalla y su cabello con otra, para volver a ponerse su blanco vestido floreado con ese escote trasero que subía hasta la mitad de su espalda.

 

Wheein se congeló por un momento al ver a aquella chica descalza caminando desde dentro de su baño a su habitación mientras aun frotaba su toalla blanca contra su oscuro y ondulado cabello, como artista reconocía la belleza con tan sólo una mirada y aquella imagen le generaba fascinación.

 

Hye Jin: ¿Tienes algo de comer? Muero por desayunar.

 

Parpadeando dos veces intentando reaccionar la mayor volcó su atención en la voz de su invitada.

 

Wheein: S-si ­–Tartamudeó. – Pero creo que primero debería encargarme de tu espalda.

Hye Jin: No te preocupes por eso, ya casi no me duele.

Wheein: No seré la culpable si te mata un lumbago, asique siéntate sobre la cama. De todas formas solo serán unos minutos, traje unos parches para el dolor muscular.

Hye Jin: Esta bien, mientras no duela…

Wheein: Que niña más miedosa, tranquila, confía en mí y siéntate…

 

La menor, acatando a las indicaciones de Wheein se sentó sobre la cama dejando que sus pies se asomaran colgando desde el colchón. La estudiante de artes, después de recoger la bolsa que trajo de la farmacia, se arrodilló detrás de la morena y abrió un primer parche. Con delicadeza hizo a un costado el cabello aun algo húmedo de Hye Jin descubriéndole la nuca, bajando los tirantes del vestido también le descubrió los hombros. Sus manos empezaron a temblar al sentir el calor de la piel de la menor, su piel era tersa y de un color que le parecía hermoso, su calor la estremecía poniéndola algo nerviosa, ya había puesto dos parches en la zona de sus trapecios con sumo cuidado, al abrir el tercero la joven le interrumpió.

 

Hye Jin: Es la espalda baja donde sentí una punzada al levantarme más temprano.

Wheein: Pondré el tercero ahí entonces.

 

Buscando la zona lumbar de su compañera bajó el carril en el cierre del vestido, mientras con lentitud abría su vestido, no podía evitar titubear ante los pecaminosos pensamientos que surtían apertura en su imaginario.

 

Hye Jin: ¿Sucede algo? –Preguntó con tono profundo mientras giraba la cabeza para ver a Wheein.−

 

Al conectar con los ojos de la mayor, Hye Jin vio el antojo en su mirar y aquella idea no pudo agradarle más.

 

Wheein: Nada, no pasa nada. –Señaló obligándose a disimular y poniendo rápidamente el parche para levantarse del lugar. – Iré a preparar el desayuno.

 

Audaz dejó la cama avanzando por delante de la menor, mas Hye Jin negándose a dejarla ir la menor se levantó y tiró de la muñeca de Wheein haciéndole voltear, presionando su mano contra la espalda de Wheein a la altura de su cintura la apegó a su cuerpo.

 

Hye Jin: ¿Estás segura de que no pasa nada? ¿Qué es lo que miente? ¿Son tus ojos o tu boca?

 

Soltando su muñeca, la mano de Hye Jin subió hasta el rostro de la menor para acariciarlo, mientras la mirada de Wheein oscura e intensa, no se separaba de los ojos de la morena.

 

Solo un pequeño y lento beso de Hye Jin en el labio inferior de la mayor, erizó la piel de Wheein en un solo segundo, el impulso de la menor lejos de cesar volvió a usurpar los labios de su compañera por última vez liberándola de su tacto.

 

Hye Jin: …Vamos a desayunar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Amados lectores <3 Moomoos/No Moomoos xD , disculpen por la larga ausencia estoy terminando mi carrera universitaria y eso me ha alejado un poco del teclado pero ya estoy aquí de nuevo para continuar con esta vertiginosa historia de amor y desamor les prometo muchas emociones, para los que leyeron mis fics anteriores (Day & Night y Convirtiéndose en amanecer), probablemente este sea una historia un poco más extensa que sus predecesores, y luego de que termine estrenaré una nueva historia moonsun con una nueva temática no abordada en mis historias anteriores.

Sigan leyendo <3 ~ Y tengan un hermoso fin de año <3 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
AndreaTaeNySic #1
Chapter 7: acabo de encontrar esta hermosura
viridaria #2
Chapter 42: Demonios, siempre quise leer una historia como esta ya ahora no se como puede terminar y que mi corazóncito... Espero con ansias el nuevo capitulo.
RadioMon
#3
Chapter 29: Muy buena historia, espero con ansias el próximo capítulo.
Sería interesante saber que ha pasado en la vida de Byul
RadioMon
#4
Chapter 21: HyunA está en tu historia!!! Justo cuando pensaba que no podía ser más genial
RadioMon
#5
Chapter 20: Wow, es vergonzoso admitir que tu historia ya me ha hecho llorar varias veces? Porque lo ha hecho. Sé que es una historia wheesa pero Byul es demasiado....ugh, cómo decirlo? Irresistible? Me ha encantado, sigue con el buen trabajo
zalberi
#6
Chapter 29: Espero que Hyejin y Wheein solucionen sus diferencias :( Es triste verlas en ese estado....
Sigue con el buen trabajo autor-nim!! <3
zalberi
#7
Chapter 24: Un capitulo semanal? Yeeeeey :):):)
zalberi
#8
Chapter 22: Por fin hay besoooo!!! Deseando leer como avanza la historia. Feliz año <3
zalberi
#9
Chapter 8: No me arrepiento de darle una oportunidad :) una pena que no tengas mas lectores. Animo!!
zalberi
#10
Se me hace raro encontrar fanfics en español jajaja. Le daremos una oportunidad ~~