En el Jeonbukyeogo High School, el colegio de varones de la zona norte de Jeonju se encontraba inscrito el hermano menor de Moon Byu-yi, este era el mayor colegio de elite en la provincia, su estudiantado era famoso por su rectitud y competitividad en el área del desempeño escolar.

Tan pronto como entraron en el distrito de Deokjin-gu, Byul-yi comenzó a tener mayor cautela en cómo se ubicaba dentro de las calles, porque a pesar de que venía al menos dos veces a la semana hasta ese lugar para cuidar de Chang Hee, aun sentía al lugar como ajeno para ella y ya se había perdido en un par de ocasiones al principio.

A las afueras de la escuela la rubia hizo detener el motor de su motocicleta, bajó de ella diciendo que iría en búsqueda del chico y echó a correr hacia dentro del edificio, le envió un mensaje de texto al menor para avisarle de su llegada, sin respuesta y después de un par de vueltas buscándolo volvió hasta donde Wheein.

Moonbyul: Lamento mucho tener que hacerte esperar para volver.

Wheein: Está bien, no es molestia para mí, ve y busca con tranquilidad. Me sentaré aquí y estiraré un poco las piernas.

Moonbyul: No tardaré, ¿Dónde estará?

Tal y como había dicho a su compañera, Wheein se sentó a una orilla del muro de la entrada del edificio, estiró las piernas y cerró sus ojos para reposar bajo la copa de un árbol que se asomaba por sobre el muro. Luego de unos minutos sentía que iba a quedarse dormida, hace mucho que no estaba tan relajada, en un golpe su paz se fue, y desde lo literal, ya que un estudiante distraído por la lectura de un grueso libro que traía frente a su rostro tropezó con sus piernas y cayó sobre ella. El azote del estudiante contra el suelo espabiló a Moonbyul que hablaba con un profesor de Chang Hee con el que se había encontrado a pocos pasos de la entrada, preocupada por Wheein la chica corrió a hiper velocidad hasta donde le había dejado encontrando a su hermano menor tendido sobre las piernas de la joven.

Moonbyul: Así que aquí estabas…

El torpe chico saludó a su hermana mayor antes de ponerse de pie rápidamente, mientras que Wheein no entendía nada de lo que estaba sucediendo.

Chang Hee: Discúlpame, ¿Te lastimé?

Ofreciéndole su mano para levantarse, Moonbyul sujetó a Wheein quien diligentemente recogió el libro que el joven traía.

Wheein: Descuida…Física avanzada –Dijo leyendo la portada del libro en sus manos− ¿No es demasiado para ti?

Moonbyul: ¿Bromeas? El chico es un genio… me gustaría que aplicara su inteligencia en otras cosas ¿Por qué no miras por dónde caminas? Podrías haber lastimado a Wheein.

Chang Hee: Le pido que me perdone. –Señaló respetuosamente en una profunda reverencia. –

Wheein: No hagas tanto alboroto de esto, es él el que pudo haberse herido. –Aclaró ignorando las molestias de su mayor mientras sacudía con sus manos la chaqueta del menor. –

Chang Hee: No, no, yo estoy bien.

Moonbyul: Él es mi hermano menor, Moon Chang Hee, el hijo prodigo. El mejor promedio de su escuela, experto en astro física, experto en música clásica, pianista, violinista, chelista, el honor y futuro de la familia Moon. –Presentó con orgullo al chico mientras se colgaba del hombro de Chang Hee quien era más alto que ella. –…Chang Hee, ella es Jung Wheein, la chica más hermosa en todo Jeonju.

Dejando de lado las bromas de Byul e ignorándola por completo, le omitió de su vista para dirigirse únicamente al menor.

Wheein: Encantada de conocerte Chang Hee. ¿Qué edad tienes?

Chang Hee: Tengo 16 años.

Wheein: Aww, eres encantador, de seguro tienes mucho éxito con las chicas. ¿No?

Chang Hee: La verdad, no tengo mucho éxito con ese tipo de asuntos, creo que Byul-yi noona se llevó todo lo que se necesita para tener éxito con las chicas.

Wheein: ¿Ella tiene a muchas chicas?

Chang Hee: Bueno…

Poniéndose en medio de ambos Moonbyul hizo un intrépido intento por intervenir en su conversación.

Moonbyul: Wheein no lo escuches, él es un niño, no sabe lo que dice.

Con una mano Wheein empujó a Moonbyul por el vientre para apartarla de en medio.

Chang Hee: Ella si ha tenido a muchas chicas, ha salido con muchas, pero eres a la primera que me presenta formalmente. Noona siempre me da consejos sobre cómo atraer a las chicas, pero nunca he tenido buen resultado, incluso me tinturé el cabello de rubio como ella, pero en cuanto abro la boca ellas parecen no estar interesadas.

Wheein: Que eso no te angustie, quizás no eran lo suficiente para ti, eres un chico inteligente, no puedes estar con cualquier chica, seguro la correcta llegará pronto. –Resolvió en una sonrisa mientras revolvía el cabello del menor. –

Moonbyul: Si, si… adorable, Chang Hee ¿No te han molestado más esos idiotas de tu clase?

Wheein: ¿Te han estado acosando Chang Hee?

Chang Hee: No, ya no…

Moonbyul: Hace un mes unos chicos lo golpearon, en su primer día no encontró una mejor idea que ponerse a hacer experimentos. –Acusó con reproche. –

Wheein: ¿Qué fue lo que hiciste?

Chang Hee: Estaba probando una catapulta, y lancé mi mochila esperando que cayera sobre un libro que lanzaría mi lápiz sobre mi banquillo entre dos gomas de borrar, pero lancé mal y mi mochila cayó sobre la cabeza de un chico muy agresivo.

Moonbyul: Lo tomaron entre tres y lo golpearon, tuve que venir a arreglar el asunto.

Chang Hee: Si, gracias noona, ahora se burlan de mí porque es mi hermana quien me defiende.

Moonbyul: Deja de quejarte, lo importante es que no te hagan daño. ¿Necesitas dinero? ¿Tienes suficiente comida? ¿No te faltan materiales?

Chang Hee: Estoy bien, si me faltara algo ya te habría llamado. Nada ha cambiado desde hace cuatro días.

Moonbyul: ¿Estuve aquí hace cuatro días?

Chang Hee: Si…

Moonbyul: Demasiado tiempo, debería venir cada dos días.

El menor miró a Wheein con cara suplicante como si le rogara por salvarlo de la sobreprotección de su hermana.

Wheein: Déjalo en paz, el chico también necesita espacio.

Moonbyul: Está bien, ya no te fastidiaré más, pero solo porque Wheein lo pide. Ya está por caer el sol, ve a tu habitación.

El joven hizo una reverencia ante Wheein para despedirse y fue empujado con suavidad desde los hombros para empezar alejarse del lugar.

Moonbyul: ¡Y ya deja de leer mientras caminas!

Con una sonrisa y haciendo un gesto desde lejos el chico se despedía.

Moonbyul: Es hora de volver, son más de las seis dela tarde.

Wheein: ¡Mis cosas! Mi bolso, mi teléfono, dejé todo en el salón.

Moonbyul: Calma, le pedí a Namjoo que las recogiera. ¿Ella también es interna verdad?

Wheein: Si, sus padres viven fuera de la ciudad asique vive en el internado de la escuela.

Moonbyul: Entonces vamos a buscarlas a su habitación.

La mayor retiró desde su bolsillo su teléfono y al activar su pantalla, dio cuenta de un gran número de mensajes que Namjoo le había enviado, alertándola de que había descubierto su escapada y estaban en grandes problemas.

Moonbyul: Tenemos que llegar rápido, tenías razón al preocuparte más temprano, al parecer estamos en problemas.

Wheein: Te lo dije, lo sabía, debo llegar a mi casa pronto asique vas a tener que ir rápido. –Indicó con angustiada expresión subiendo al vehículo antes que su mayor. –

A las órdenes de Wheein, Moonbyul montó la motocicleta y aceleró a máxima velocidad en dirección al sur. Ya en la entrada del internado tras la escuela, corrieron sin hacer demasiado notoria su presencia ya que siempre había monitores rondando el lugar, por suerte la habitación de Namjoo no estaba demasiado lejos.

Al golpear su puerta, la mejor amiga de Wheein abrió en un segundo y las metió dentro de su habitación.

Namjoo: ¿Dónde demonios estaban?

Moonbyul: Salimos a dar un paseo.

Namjoo: ¿Un paseo? Wheein tu madre te ha llamado una docena de veces, intenté cubrirte y engañarla en un principio diciendo que habías ido al baño, pero ella se enteró de que te fugaste de clase y aun peor de la escuela, ya le llamaron de la oficina de dirección.

Moonbyul: No lo entiendo. ¿Por qué es peor?

Namjoo: Una fuga de clases según el reglamento es una falta leve, pero fugarse del recinto en una falta grave, sería la tercera de Wheein en este año, eso significa que podrían expulsarla por esto.

Wheein: Debo ir a casa. –Expresó para abrir la puerta dejando la habitación. –

Moonbyul: Yo te llevo.

Namjoo en un rápido movimiento sujetó la muñeca de la mayor frenando sus intenciones de seguir a Wheein.

Namjoo: ¿No crees que ya la has metido en suficientes problemas?

Moonbyul: Me disculparé ante sus padres, esto fue mi culpa.

Namjoo: No es el momento. Ella necesita tiempo para poder explicarse, tú solo agrandarás más la situación, sólo vete a tu dormitorio.

Moonbyul: No puedo dejarla sola, ya es de noche, y esto debe ser complicado para ella.

Namjoo: Debiste haberlo pensado antes de sacarla antes de la hora de salida solo por capricho, además ella conoce este barrio mucho mejor que tú, no le pasará nada malo.

La culpabilidad obligo a Moonbyul a agachara la cabeza, había actuado de manera muy infantil y ahora era Wheein quien debía pagar el precio, Namjoo, arrepentida de lo dura que estaba siendo con Byul, le llevó a sentarse sobre una pila de colchas sobre su cama.

Namjoo: No me malentiendas unnie, no tengo nada en contra tuya, pero he estado con los nervios de punta toda la tarde pensando en que Wheein podría ser expulsada. Probablemente la lleven ante comisión de conducta para evaluar su permanencia aquí, y si ella se va… ni siquiera quiero terminar esa frase.

Moonbyul: Ella no sé irá yo no dejaré que eso suceda, puedes estar tranquila.

Frente a su casa, Wheein tragaba saliva con un nudo en la garganta, producido por los nervios al enfrentar una vez más los sermones y regaños de sus padres. Entró empujando la puerta principal sin hacer mayores sonidos, con la mirada hacia abajo, en humilde disposición, ya preparada para recibir los duros gritos de su padre o las palmadas sobre su espalda que le daba su madre ante alguna desobediencia. Para su asombro, al sentarse sobre la mesa su madre sin saludarla o dirigirle la mirada le sirvió la cena. Poniendo también un puesto para ella cenaron en el más rotundo silencio.

Wheein: Mamá…

Sra. Jung: Acaba de comer, y ve a dormir Wheein. –Ordenó en seca entonación. –

Sumisamente la joven asintió con la cabeza sin siquiera murmurar, siguiendo las instrucciones de su madre continuó con su cena sin tener el más mínimo apetito. Dejó la bajilla en el lavado y fue hasta su habitación a quitarse el uniforme. La omisión de su madre calaba hondo en sus emociones, con su estrecha relación le era doloroso cuando se molestaba con ella, había pasado mucho desde la última vez que la había regañado y después de un par de palmadas en una situación de humor ligero la lección ya estaba aprendida y todo volvía a la normalidad, pero esta vez la situación parecía realmente seria. No sabía cómo hacer que su madre le perdonara, pronto una gran sensación de tristeza se apoderaba de su corazón haciéndola volver donde su madre, a punto de llorar llegó hasta la cocina donde su madre secaba la bajilla luego de haber terminado de lavarla.

Wheein: Mamá… Lo siento. Fui estúpida otra vez, no fui capaz de medir las consecuencias, me metí en problemas, pero de verdad lo siento.

La mujer seguía secando los platos de loza sin prestar atención a las palabras de su hija.

Wheein: Dime que puedo hacer para compensar mi error, haré lo que sea, si quieres golpéame, me lo merezco, haré cualquier cosa que me digas pero por favor háblame.

Como si estuviera sola en la cocina, la señora Jung seguía ignorando a la joven, sin mirarla o atender a sus arrepentidas premisas, con una neutral expresión en su rostro.

Wheein: ¡Mamá!–Exclamó colgándose del brazo de su madre. –

Con el movimiento, el plato que sostenía su madre cayó al suelo rompiéndose en pedazos.

Sra. Jung: ¿¡Qué quieres que te diga Wheein!? ¿Te siento contra una esquina a pensar en lo que hiciste como cuando tenías 10 años? ¿¡Eso te haría feliz!? Tienes 17 años Jung Wheein… ¿Hasta cuándo tendré que castigarte? Ya me cansé, ya no eres una niña Wheein, sabes que todo lo que haces tiene un costo y esta vez fue mi confianza…

Wheein: Lo sé, pero puedo explicarlo todo si me escuchas…

Sra. Jung: Explicar… ¿Explicar qué? ¿Tus razones para fugarte de la escuela?

Wheein: Solo quedaban unos minutos para salir, y no estaba el profesor, ni siquiera teníamos tarea para hacer.

Sra. Jung: Tus escusas solo agravan tu falta Wheein, no importa si no estás haciendo nada importante, en horario de escuela tu lugar como estudiante es en la escuela, así de simple. Mañana me citaron a mí y a tu padre al comité de conducta de la escuela a una reunión donde se va a discutir si tú sigues o no dentro como estudiante. Vete a dormir, no quiero seguir hablando.

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Notas del capitulo: Jeonbukyeogo High School si existe en la vida real y efectivamente está en la zona norte de Jeonju solo que en la realidad es una escuela femenina.