Trece.

L U C I F E R R I S I N G

TRECE.

—Hey, Bella Durmiente... — Tiffany apartó con suavidad un mechón enmarañado de la ceja sudorosa de Taeyeon. No bromeaba cuando le dijo a Carmina que hacía calor, y la piel de Taeyeon casi echaba vapor en el húmedo día—. Despierta —canturreó con suavidad.

Los ojos negros de Taeyeon parpadearon hasta abrirse de mala gana y enfocaron, atontados, el pelo rodeado de sol que lentamente se concretó en las dulces facciones de Tiffany.

—Que...

—Vamos —ofreció una mano a la mujer rubia—. Aquí te estás asando. Te he preparado un baño frío.

La mente de Taeyeon luchó para liberarse de la bruma algodonosa que la envolvía. Los acontecimientos de la noche, que culminaron en su atormentada confesión en los brazos de Tiffany, se presentaron en un afilado relieve, y se quedó mirando con asombro e incredulidad la mano extendida con dulzura—. ¿Todavía sigues aquí?

Una risa burlona resonó en la mujer menuda.

—Tú sigue preguntándome eso. Ya lo hemos hablado. Sí, todavía estoy aquí. Y no, no voy a ninguna parte.

—Pero... pero... —tartamudeó Taeyeon, intentando en vano que su mente asimilara la afirmación—. ¿Por qué?

—Porque no hay ningún otro sitio en el que prefiera estar —dijo inclinándose hacia delante y rozando con sus labios la asustada boca de Taeyeon en un tierno saludo.

—Oh... — Taeyeon musitó suavemente, sin ser consciente de por cuánto tiempo esas palabras habían permanecido en la punta de la lengua de Tiffany.

—Y ahora, vamos... tienes un baño esperándote. Y odio decírtelo así... —la olisqueó delicadamente—... pero, vaya si lo necesitas.

Taeyeon se rió y permitió que la levantara de la butaca y la guiara escaleras arriba hacia el baño.

Una vez allí, Tiffany le quitó con cuidado la camisa destrozada y la lanzó por encima de su hombro a la papelera.

— ¿Sabes? —murmuró, tratando de iniciar una conversación—. Si vas a seguir llevando cosas como ésta, puede que te interese encontrar otro tipo de trabajo. Uno que no sea tan duro con tu armario —le imprimió un tono ligero a la voz, no queriendo presionar a Taeyeon demasiado, ni demasiado rápido.

Taeyeon rió mientras se sentaba.

—Eso puedo hacerlo yo —objetó cuando Tiffany se arrodillaba para quitarle las botas. La pelirroja le apartó las manos y terminó su cometido—. Ahora mismo, un nuevo tipo de trabajo no suena nada mal —se sorprendió a sí misma al decirlo. Un café atónito se elevó para encontrarse con su mirada y Taeyeon consiguió esbozar una sonrisa forzada—.Yo... yo... oh, mierda —maldijo suavemente—. No quiero volverme a sentir así nunca más.

—Yo tampoco quiero que te sientas así —aceptó Tiffany tranquilamente. Las dos mujeres intercambiaron unas miradas de asombro. Ninguna de las dos podía creerse lo que estaba sucediendo realmente. Rompiendo el momento, Tiffany dio unas palmadas en la pantorrilla de Taeyeon.

—Ponte de pie —le pidió levantándose con agilidad—. Fuera —ordenó, mirando a los pantalones de cuero.

Taeyeon arqueó una ceja curiosa, pero hizo lo que se le pedía, quitándose la prenda con eficiencia y mandándola a un lado de una patada.

—Adentro — Tiffany señaló el agua, aunque sus ojos vagaban por propia voluntad a lo largo del magnífico cuerpo de porcelana de Taeyeon. Furiosos cortes enrojecidos manchaban la suave perfección de su torso, pero la mayoría de las heridas eran rasguños superficiales. Un par de ellos tenían peor aspecto, pero ninguno parecía requerir puntos. Llegó a ver, fugazmente, un diseño oscuro en la cadera derecha de Taeyeon antes de que se sumergiera en el agua fría, suspirando agradecida. Tomó agua con las manos y la derramó sobre la anchura de sus hombros.

—Voy a ponerte algo de pomada antiséptica y ver cómo va tu comida —dijo Tiffany con un violento rubor tiñendo sus rasgos y del que ambas eran bastante conscientes.

— ¿Hay comida para mí? — Taeyeon ladeó la cabeza.

—Hay comida para ti —afirmó Tiffany —. Ahora vuelvo.

Taeyeon sonrió a la forma de Tiffany que se alejaba. La apreciación de la pelirroja de su figura desnuda no había pasado desapercibida para Taeyeon, y archivó felizmente esa información para una referencia en un futuro no demasiado lejano. Curiosamente, se sentía con la cabeza despejada y emocionalmente limpia, como si todos los edificios infernales que habían mantenido presa su alma durante los últimos años hubieran sido finalmente demolidos. Ahora, todo lo que quedaba era eliminar los escombros y comenzar a construir su vida de nuevo. Una oleada de vértigo de fuerza aterradora la envolvió, y hundió la cabeza debajo del agua para evitar que se abriera camino por su garganta en un grito desgarrador. Emergió con elegancia en la superficie y se entretuvo en lavar el largo cabello y en aclararlo hasta que Tiffany regresó a la habitación con una bandeja de madera.

— ¿Quesadillas? — Taeyeon olisqueó apreciativamente—. ¿Está Carmina aquí?

—Sip, y las ha hecho especialmente para ti. Puedes comer mientras pongo algo sobre esos cortes.

—Pero...

—Hazlo por mí, ¿vale, Tae?

La mujer rubia se encogió de hombros como muestra de aceptación y se echó amablemente hacia delante para que la otra mujer pudiera llegar a los cortes de la espalda. Notó que, en el intervalo, Tiffany se había puesto unos shorts sueltos, pero que todavía llevaba la camisa blanca que Taeyeon había vestido la tarde anterior. Había pequeñas manchas oscuras donde Taeyeon había sangrado durante la noche, pero a la mujer del pelo rojo no parecía importarle.

— ¿Cómo has convencido a Carmina para que se quede? —preguntó entre enormes bocados de su almuerzo—. Mmm, está buenísimo. Recuérdame que le suba el sueldo.

—No he tenido que convencerla de nada. Estaba preocupada por ti.

—Sí... pero... a veces... no soy la... persona más fácil de tratar.

— ¿Quieres decir durante tus noches del demonio? —preguntó Tiffany suavemente.

— ¿Así es como las llama? ¿La noches del demonio?

—Ajá.

—Es bastante preciso. Creo que una vez le tiré una botella.

—Me lo ha dicho.

— ¿Te ha dicho que tuvieron que darle diez puntos?

Tiffany no pudo controlar el estremecimiento que atravesó su cuerpo.

—No, no me lo ha dicho.

—Así que... ya ves por qué me sorprendió un poco el verte aquí esta mañana.

—Nunca me has levantado la mano, Taeyeon.

Los ojos de Taeyeon se volvieron para estudiarla. El negro sombrío era ahora el color invitador de un cálido día de primavera.

—Me pregunto si sería capaz —musitó en alto—. Te miro... y algo... encaja perfectamente dentro de mí —levantó una mano vacilante para acariciar la mejilla de la mujer pelirroja—. No sé cómo ni por qué... simplemente pareces encajar —sus dedos bajaron por el cuello de Tiffany, pasaron sobre el pulso creciente y se detuvieron en el centro de su pecho—. Aquí. Encajas aquí... dentro de mí —en los veinte y pico años que llevaba en el planeta, aquello era lo más que Kim Taeyeon se había acercado a una declaración de amor, y sintió cómo el aliento abandonaba su cuerpo a consecuencia del esfuerzo.

Como respuesta, Tiffany aceptó la caricia cerrando los ojos en un gesto innegable de confianza y de bienvenida. Mil sensaciones bajaban en cascada sobre la piel de Taeyeon, bañando con calidez lugares tan recónditos en su interior que ni siquiera sabía que estuvieran helados.

Y entonces, Taeyeon se puso de pie, el agua envolviendo su cuerpo musculoso, y salió de la bañera con piernas inseguras. Sus manos rodearon con dulzura las suaves curvas del rostro de Tiffany, y los pulgares dibujaron la forma de sus cejas, de sus párpados, de su nariz... esperando pacientemente a que esos iris cafés volvieran a ella.

Tiffany se detuvo en los cálidos torbellinos lujuriosos que se arremolinaban en su cuerpo, odiando abandonar su confort. Por fin, abrió los ojos a un negro luminoso, vibrante de emoción, y se encontró con un tipo diferente de calor.

— Tae... —murmuró antes de que unos deliciosos labios se encontraran con los suyos en un beso rebosante de ternura, alegría y pasión. Más allá de lo que Tiffany había conocido, sintió que lo que le estaba ocurriendo era algo sin duda correcto... pero una duda acuciante coloreaba el deseo que se iba acumulando en su interior—. Tae... —repitió, retrocediendo un paso con pesar— Espera...

Taeyeon retiró sus manos repentinamente temblorosas con una serena y auto-acusadora maldición.

—Yo... lo siento, Fany. Pensé que... –dijo en voz más alta.

—Espera — Tiffany hizo un gesto con las manos—. Pensaste bien —le confirmó. Igual que Taeyeon lo había necesitado la noche anterior, ahora era el turno de Tiffany de asegurarse de que esto era lo que la mujer rubia quería realmente, y que no se trataba de una reacción a ciegas—. Es que... acabas de pasar por un torbellino emocional. ¿Cuándo fue la última vez que bajaste la guardia como lo has hecho esta noche? No quiero que hagas nada que más tarde, cuando las emociones se asienten, puedas lamentar.

— ¿Cómo hacerte el amor?

—Sí, algo... así — Tiffany enrojeció violentamente.

Taeyeon se mordió el labio un momento, observando a la bella mujer de pie frente a ella. Sosteniendo su mirada, recordó a Tiffany suavemente: —Estaba preparada para hacerte el amor anoche, antes de recibir una maldita llamada telefónica, ¿te acuerdas? — Tiffany guió a ambas fuera del baño, hacia el espacio menos restrictivo del dormitorio. Un ventilador de techo giraba perezoso sobre ellas, enviando suaves ráfagas de aire contra la piel empapada de Taeyeon. Vacilante, acarició el pelo brillante de Tiffany, cuyos reflejos encendidos bailaron bajo sus manos.

—Hacerte el amor es algo que nunca podría lamentar —dijo—. Y me gustaría... es decir... si tú quieres... —lanzó un suspiro de frustración y bajó la cabeza—. No sé cómo hacer esto —murmuró.

—Lo estás haciendo bastante bien —sonrió Tiffany dulcemente, a sabiendas de que las palabras no eran la forma más fácil de comunicación para la mujer rubia. Incluso ahora, podía sentir temblar el cuerpo de Taeyeon con un deseo reprimido—. Sólo quiero que estés segura de lo que quieres. De a quién quieres.

—Estoy segura —replicó Taeyeon sin dudar—. Quiero hacerte el amor, Fany. Aquí... a la luz del día. Necesito ver tu rostro mientras te acaricio, y tu cuerpo cuando te muevas contra mí. Quiero la luz del sol sobre nosotras... juntas, ¿comprendes?

—Conmigo —contestó Tiffany suavemente, levantando sus brazos para enlazarlos en el cuello de la mujer rubia, sintiendo cómo unos agradables estremecimientos se abrían paso a través de su cuerpo ante la sensación de Taeyeon apretándose contra ella.

— ¿Qu... qué? —preguntó Taeyeon, sus manos se colocaron de forma automática sobre las caderas de Tiffany.

—Dime qué quieres hacer el amor conmigo, no que quieres hacerme el amor —murmuró sensualmente, sus ojos cafés oscureciendo de deseo.

—Yo... quiero hacer el amor contigo, Tiffany... —corrigió Taeyeon, y el comienzo de una sonrisa se asomó a sus labios—. Contigo, para ti y por ti.

Abriendo su boca para recibir el tierno regalo de los labios de Taeyeon, Tiffany se dejó caer en el sabor especiado de la mujer rubia. El beso se hizo más profundo y, sin prisas pero ansiosamente, sus lenguas se abrieron camino a través de dientes y labios, mezclándose en el acogedor abrazo de sus bocas. No se trataba del deseo frenético que las consumía la noche anterior, sino, más bien, de rescoldos largamente acumulados que llameaban y se llenaban de vida prendiendo un ardor lento que prometía no acabarse.

Las cálidas manos de Taeyeon se deslizaron bajo los faldones de la camisa de Tiffany, jugando sobre la suave superficie de las costillas de la pelirroja, sonriendo cuando notó que contenía el aliento.

—Me sorprende que hayas podido abrochar esta cosa después del destrozo que le hiciste ayer —bromeó.

Una risa llena burbujeó en la garganta de Tiffany.

—A mí también —accedió, arqueándose en la cuidadosa exploración.

—Pobre camisa —murmuró Taeyeon —. Quizá deberíamos retirarla. Enviarla a un lugar mejor.

—Oh, no —objetó Tiffany —. Ahora es mi camisa favorita. Se queda conmigo.

— ¿Y tiene que quedarse contigo ahora mismo?

Observando el arco divertido de la ceja de Taeyeon, Tiffany captó la indirecta que le lanzaba.

—Oh —se ruborizó, pero en seguida rompió a reír—. Ah... no, creo... quizá... pueda pasarme... sin ella... durante un rato... Ya que lo dices.

Unos dedos elegantes desabrocharon los botones que quedaban en la camisa y la abrieron lentamente.

—Eres absolutamente preciosa —susurró Taeyeon, apartando la tela de Tiffany y dejando que su mirada vagara sobre sus fuertes hombros, sus pechos redondos y un abdomen finamente musculado. Deslizó los shorts sobre la curva de las caderas de Tiffany con el corazón latiéndole con fuerza salvaje ante la belleza que se le revelaba.

—Qué gracia, yo iba a decir exactamente lo mismo sobre ti —rió Tiffany con una risa entrecortada.

Cuando finalmente se atrevió a admirarlo por completo, los ojos de Tiffany devoraron todo el ágil y largo cuerpo de Taeyeon. Los pechos de la mujer rubia eran más llenos de lo que había imaginado; y sus caderas se ensanchaban retando a la estrechez de su cintura y dotando al cuerpo musculoso de una apariencia inesperadamente exuberante. Sus manos siguieron la longitud de los brazos de Taeyeon, probando la enérgica fuerza de los músculos en descanso, para luego pasar sobre los hombros anchos, hundiéndose en las hondonadas de sus clavículas, y finalmente detenerse en las ondulaciones de los pechos de Taeyeon. La mujer rubia gimió por lo bajo y cerró los ojos ante el contacto, cediendo la iniciativa de este primer baile a Tiffany.

Palpando tiernamente su peso con ambas manos, los dedos de Tiffany exploraron los pechos de Taeyeon y forzaron a los pezones a despertarse ruborizados, deleitándose entonces con sus manos encima de la mujer rubia.

— ¿Te gusta esto, Tae? —bromeó Tiffany, observando cómo los ojos de Taeyeon se abrían con esfuerzo.

— ¿De dónde has sacado esa idea? —consiguió gruñir perezosa, mientras las pequeñas manos insistían en sus tortuosas exploraciones—. Pero ahora que lo mencionas... mmm... sí, me gusta.

Los ojos de la reportera brillaron con la broma, disfrutando de la conexión de sus mentes y de sus cuerpos.

—Bien... no quisiera que te aburrieras o algo así —replicó, cambiando ligeramente la dirección de sus caricias y aumentando un poco la intensidad de su tacto. Sonrió cuando, en consecuencia, la respiración de Taeyeon se hizo más rápida.

—Me... aseguraré... de hacértelo... ¡oh!... saber —las palabras de Taeyeon se fracturaron cuando la boca de Tiffany se unió al ataque con besos fugaces sobre el pulso embravecido del cuello de Taeyeon y a lo largo de la línea de sus hombros.

— ¿Sabes? —dijo Tiffany pensativa—. Esto sería mucho más fácil si no estuviéramos de pie. ¿No sabrías, por casualidad, de alguna superficie grande y horizontal por aquí cerca, verdad? —inquirió con aparente inocencia.

Taeyeon entreabrió un ojo negro y observó a Tiffany con severidad.

—Eres... Eres una tormento.

— ¿Y bien? ¿Vas a hacer algo para remediarlo? —preguntó Tiffany maliciosamente.

— ¡Ya está! ¡Se acabó! — Taeyeon levantó a la pelirroja en sus brazos de un solo y resuelto movimiento, recorrió la corta distancia hasta la cama y lanzó a ambas sobre su acogedora superficie.

—Esto está mucho mejor —asintió Tiffany con aprobación, riéndose.

Las dos se pelearon sobre la cama durante unos breves momentos, permitiendo que el juego evolucionara hacia unas caricias más sensuales y unos besos más prolongados. Sintiendo cómo crecía su deseo, Tiffany giró a la rubia sobre su espalda, para acariciar con su lengua lo más profundo de la boca de Taeyeon y comprobar si el deseo de ella igualaba al suyo propio.

Taeyeon gimió bajo el lujurioso asalto, arqueando la espalda y presionando sus pechos contra los de Tiffany.

—Sí —murmuró mientras Tiffany deslizaba su lengua fuera de la boca de Taeyeon, buscando lugares más hacia el sur.

Su lengua exploradora esculpió un candente sendero sobre el cuello de Taeyeon, dibujando exquisitos patrones sobre la piel de porcelana. Unos largos dedos se enredaron en el pelo de Tiffany, no guiando ni dirigiendo, sólo manteniendo su conexión táctil. Tiffany besó su camino hacia abajo sobre la curva del pecho izquierdo de Taeyeon y notó el martilleo de su corazón claramente audible bajo la piel.

—Sabes tan bien... —susurró, lanzando una breve mirada hacia el ardiente rostro de Taeyeon.

El negro sombreó hacia la oscuridad infinita debido a la pasión y se encontró con la mirada de Tiffany para devolverle otra de un deseo tan claro que, directamente, hizo arder su cada vez más líquido centro. Su boca encontró el pezón ansioso de Taeyeon y lo apresó con dulzura. Taeyeon se arqueó una vez más ante el contacto, gimiendo desde lo más profundo de su garganta. Tiffany se entretuvo largo rato en sus pechos, dándose un festín con labios, dientes, lengua... en su redondez. Echó otro vistazo para ver la cabeza de Taeyeon echada hacia atrás con total abandono, ofreciendo su cuerpo a los cuidados de Tiffany. Una llamarada de los rayos del sol que se ponía se derramó sobre sus formas entrelazadas y se detuvo un momento para absorber el calor del sol, su piel y su deseo.

— Tae —murmuró, haciendo que el negro sombrío se abriera—. Mira —indicó con sus ojos hacia las ventanas abiertas—. Estamos haciendo el amor a la luz del sol, ¿es esto lo que querías?

Un gemido gutural de pasión se liberó de la garganta de Taeyeon mientras se inclinaba para enredar sus labios con los de Tiffany.

—Dios, sí... Es maravilloso. Tú eres maravillosa, Tiffany...

—Me alegro —susurró, apartándose y deslizándose a lo largo del torso de Taeyeon —. Tae, quiero que me digas qué es lo que te parece bien y... —sonrió con picardía—...qué te parece mejor que bien.

Involuntariamente, las caderas de Taeyeon dieron una sacudida suplicante cuando Tiffany se situó cómodamente entre las piernas de Taeyeon. La mujer rubia cerró los ojos, manteniendo todavía sus dedos entre el pelo de Tiffany.

—Dime qué te gusta —invitó con voz suave y sensual.

—Sólo... —un suspiro entrecortado y áspero salió de sus labios—. Por favor... –imploró.

 

Desde que se habían encontrado, Tiffany se moría por conocer a esta mujer, conocer los secretos de su vida, su mente y su cuerpo. Ahora, capa por capa, Taeyeon iba abriéndose a ella, revelando un corazón tierno y un alma asustada... y Tiffany se encomendó reverentemente a la tarea que tenía frente a ella.

Sus dedos temblorosos se abrieron camino sobre la carne suave de un poderoso muslo, sintiendo cómo el cuerpo de Taeyeon se estremecía en respuesta, y sus labios entreabiertos siguieron el camino señalado por sus caricias. Ningún intoxicante en el mundo podría haber mareado más los sentidos de Tiffany como lo hacía el limpio aroma a almizcle del centro de Taeyeon mientras se acercaba peligrosamente al centro del deseo de su amante.

Trazó las fuertes líneas de la cintura de Taeyeon con sus dedos, agarrando sus caderas y acomodando su cuerpo con más firmeza en su seno. Tentativamente, presionó un beso suave sobre la cima de esas piernas seductoras y sintió cómo la espalda de Taeyeon se arqueaba en respuesta. Dándose cuenta de que el deseo de Taeyeon se encontraba en un punto enfebrecido, Tiffany deslizó dos dedos entre los pliegues de la mujer sombría y se le escapó un grito ahogado ante la cálida humedad que encontró allí.

—Oh, Dios... –nunca había imaginado que podría sentir tanto con tan sólo la punta de los dedos.

La reportera quería devorar a Taeyeon, vagabundear dentro de ella y proclamar como suyo y de nadie más su interior. Aun así, Tiffany se contuvo, penetrando con suavidad y cada vez más profundamente, esperando a que Taeyeon le marcara el ritmo, a que le ofreciera libremente su necesidad. Tierna e inevitablemente, caderas y dedos sincronizaron la intrincada flor de la consumación. Mientras Taeyeon subía cada vez más alto en una espiral, Tiffany añadió otro dedo a la danza y hundió su boca, por fin, en la miel.

El sabor de la mujer rubia era dulce como flores silvestres, y no pudo contener el gemido que la bañó cuando la primera ola pasó por sus labios. Otro gemido de respuesta se hizo eco en la garganta de Taeyeon mientras se abandonaba a las caricias, confiando implícitamente en la pelirroja para que llevara la iniciativa. Tiffany se hundió más en su amante, conquistando el deseo del cuerpo de Taeyeon en forma líquida (fundido), deseando nada más que tocar a esta mujer con sus manos, con su corazón, con su alma.

—Oh, Dios... Fany —gimió Taeyeon cuando la lengua de Tiffany rozó el centro de su deseo, pintándolo con el suyo propio. Un estremecimiento incontrolable sacudió el cuerpo de Taeyeon, paralizándolo en el punto más alto de su curva, y Tiffany sintió los primeros estremecimientos rodeando sus dedos. Cuando la cresta de la ola rompiente llegó, ella la surcó con Taeyeon, haciendo más lentos sus movimientos, conduciéndola a casa. Por fin, permanecieron quietas, el centro de Taeyeon todavía latiendo suavemente alrededor de sus manos. Le brindó otro tierno beso, sonriendo ante la sacudida que pasó por su cuerpo tembloroso, y lentamente se deslizó hacia arriba de la forma delgada, reemplazando sus dedos con uno de sus bien formados muslos.

—Hola... —se apoyó en ambos codos sobre su nueva amante, con una ufana sonrisa de auto-satisfacción danzando en su rostro.

—Tú... Hola –una risa exhausta salió de los labios de Taeyeon.

—Curioso encontrarte aquí.

—El mundo es un pañuelo —admitió Taeyeon con una sonrisa irónica—. Guau... —exhaló.

Un destello de alegría iluminó los ojos cafés de Tiffany.

—Supongo que lo he hecho bien, ¿eh?

—Más que bien —corrigió Taeyeon, tomando la cabeza de Tiffany suavemente entre sus manos y bajándola para besarla—. Perfecto —dijo tras un largo momento en el que sus labios se encontraron sazonados con la agreste esencia de Taeyeon.

Tiffany se deslizó un poco más abajo por el cuerpo de Taeyeon para apoyarse en su pecho y el ligero movimiento hizo que el muslo de Taeyeon se pegara contra su propio ansioso centro. Inconscientemente, se apretó contra la sólida presencia. La acción no pasó desapercibida para Taeyeon y una sonrisa traviesa se curvó en sus labios. Con destreza, dio la vuelta a ambas, de forma que Tiffany quedó bajo su largo cuerpo.

—Me da la sensación de que hay algo... que puedo hacer por ti... Fany —ronroneó con tono sensual, las sedosas palabras provocando temblores a lo largo del ágil cuerpo. — ¿Hmmm? —arqueó una ceja inquisitiva.

El calor que había podido controlar concentrándose en el cuerpo de Taeyeon entró en erupción violentamente, corriendo por la sangre de Tiffany, sofocándola de necesidad.

—Ssííí... —murmuró.

Taeyeon era todo gracia felina mientras sus manos comenzaban una ronda de exploraciones por el cuerpo de Tiffany, trazando el mapa de sus músculos, articulaciones y nervios, maravillándose ante la belleza áurea que se extendía ante ella. Tiffany estaba más que preparada para el contacto de su amante y con una necesidad sobrecogedora, ansiaba la boca y las manos de Taeyeon en su centro. Sus pequeños dedos se enroscaron en el cabello rubio, dirigiéndola hacia abajo, no dejando tiempo a Taeyeon para detenerse en los sensibilizados pechos, en las estremecidas caderas o en las flexibles piernas.

—Te deseo, Taeyeon —jadeó con aliento entrecortado, gimiendo bajito cuando sintió las puntas de los dedos de Taeyeon deslizarse sobre el tenso haz de nervios—. Por favor...

—Shh... —canturreó Taeyeon —. Shh… Lo que sea por ti… Fany… lo que sea... Yo me ocuparé de ti... confía en mí... —prometió antes de inclinar la cabeza para probar el calor de su amante. Colocando los muslos en cada uno de sus anchos hombros, la lengua de Taeyeon trazó un camino resbaladizo hasta el centro de Tiffany, mientras sus manos se estiraban para acariciar los tentadores pechos que antes le habían sido negados. Tiffany ronroneó su gratitud mientras empujaba con fuerza sus caderas contra la boca de Taeyeon, donde su hábil lengua y sus labios llevaron a Tiffany a un plano todavía más alto al tiempo que ambas mujeres encontraban una cadencia sinuosa para dar y tomar, ambas gimiendo con delectación ante sus descubrimientos.

Perdiendo todo sentido del tiempo y del espacio, sólo consciente de la mujer rubia deslizándose cada vez más profundamente dentro de ella, Tiffany gritaba de placer con cada roce de la lengua de Taeyeon, que enviaba estremecedoras olas a través de su cuerpo tembloroso. Alcanzando un punto en el que ya no había un lugar más alto al que llegar, sintiendo como si Taeyeon fuera una extensión de su propio cuerpo, comenzó la larga caída hacía el o, gritando el nombre de su amante con ronco deseo.

Mientras las devastadoras sacudidas la consumían, sintió que las manos y la lengua de Taeyeon se apartaban de ella, moviéndose para rodear su forma temblorosa con sus fuertes brazos, desplegando a su alrededor su tranquilizadora longitud, atrapándola en una sensual red. Taeyeon le besó en la frente con ternura, apartándole algunos mechones húmedos, con una sonrisa espléndida y completa sobre su rostro.

Se entretuvieron perezosas mirándose a los ojos durante unos momentos más. Las palabras carecían de sentido después de lo que sus cuerpos acababan de compartir. El sol empezaba a deslizarse hacia su sueño nocturno y pintaba sombras doradas sobre las líneas elegantes de sus cuerpos entrelazados.

Juntas, se unieron al sol en su retirada, felices de dejar que la noche continuara sin ellas.

 

 


Uno más, uno más!! 
Ahora, nos vemos en la próxima actualización!!!
Un abrazo!!! 
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Comments

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pilargutierrez #1
Actualiza pronto no nos dejes asi en suspenso actualiza por fabor
abi-21 #2
Chapter 20: Es una grandiosa historia!! Espero q actualices pronto :D
Lari_sone #3
Esperando actualizacion :(
taeny179 #4
Chapter 20: Me flipa la historia, de verdad, es genial como solo Tiff consigue abrirse camino hasta llegar a la real Taeyeon, incluso después de encontrarla cotilleando y haberse pegado mutuamente, aún así ambas vuelven a ser perfectas juntas. Gracias por esta última actualización porque no podía soportar estar mucho más tiempo con el anterior capítulo jajaja Espero que vuelvas pronto :3
BlackLotus77 #5
Chapter 19: ¡¡Vientos!!
Regresaste con todo. Así ni me acuerdo de que no actualizaras hace un shingo y dos montones. ;D
Jajajaja me sigue dando risa tu expresión "Por todos los coños del mundo". Jajajaja xD

¡Qué genial que Fany le haga frente con toda la actitud! lml
PD: Se me cayeron los chones, por el susto, cuando Tae encañona a Tiff.
pinkobssesion #6
La actualizacion para cuando??
Lari_sone #7
Chapter 15: Esperando actualizacion :'(
maria_baby09 #8
Chapter 15: Demasiado hermosa el capitulo ,espero y tae no le pasa nada cuando intente salir del bajo mundo
Skyth06
#9
Chapter 15: Muy bello el cap
gasori #10
Chapter 14: actualización estupenda *-*... te espero pronto :*