Capítulo 5
Crazy VirusEra miércoles para Chanyeol.
Los miércoles significaban proyecto social.
Lo miércoles significaban ver a Hyeri durante media hora.
Los miércoles significaban tratar con una chica medio chiflada que le hacía sentir incómodo, extraño y avergonzado.
Los miércoles como aquel día, en el que Chanyeol aún no había conseguido quitarse la belleza de Kin Sumnin, y el rechazo hacia su persona por parte de ésta de su cabeza, hacía que su estado de ánimo decayera completamente.
Ah, el amor. El amor era duro para un chico como él.
Era miércoles para Hyeri.
Los miércoles significaban clases por la tarde, por lo que podría dormir hasta tarde por las mañanas.
Los miércoles significaban leer cómics y tomar batidos de chocolate en su cafetería preferida.
Los miércoles como aquel día, en el que estaba obligada a levantarse temprano para recibir a un chico pesado de cuyo nombre no se acordaba, hacía que le doliera la cabeza.
Ah, ya echaba de menos la soledad.
Hyeri se levantó más temprano que nunca aquel día y se vistió rápidamente con su uniforme de clase. Fue al comedor del internado donde las cocineras aún estaban preparando los alimentos para el desayuno, y cogió una taza de leche con colacao y una manzana y se las llevó a su habitación.
Hoy tenía una idea. Una idea muy podre, pero al fin y al cabo era una idea. Se sentaría en la silla, tomaría su desayuno, leería su cómic mientras esperaría que llegara Chanyeol, y por último hablaría con él e intentaría conocerle mejor y hacer ese tipo de cosas que suelen hacerse cuando se quiere hacer amigos. También, tenía como objetivo descifrar la sonrisa de Chanyeol.
Lentamente, empezó a comer su escaso desayuno y a leer con interés. El tiempo pasó y Hyeri se preguntó dónde estaría el chico extraño. Miró hacia el reloj que colgaba de su pared, debería de haber llegado ya. Hyeri se encogió de hombros; por un lado, no le importaba que aquel ser no viniera hoy, pero or otro le molestaba el hecho de que no lo hiciera, porque se había levantado temprano exclusivamente por él.
''Tengo que preguntarle su nombre'' Hyeri dijo para sí misma y tomó el último bocado de su manzana.
Pocos minutos después, la puerta se abrió y Chanyeol entró, cabizbajo, en la habitación. Hyeri lo observó detenidamente; vió como se sentó en la silla frente a ella, cómo la miró y cómo bostezó, adormilado.
''Buenos días'' La voz de Chanyeol salió más grave de lo normal y una suave sonrisa apareció en su rostro, cansado.
Por supuesto, Hyeri se dio cuenta de todo aquello. De hecho, era la primera vez que le resultaba tan fácil leer los pensamientos y el estado de ánimo de Chanyeol. Chanyeol la miró extrañado, la chica lo observaba sin decir ni una sola palabra, como si estuviera en su propio mundo o algo así.
''Ho-holaaaa'' Chanyeol, como el idiota que era, levantó su mano y la movió frente la cara de Hyeri. Hyeri pareció despertar y sonrió alegremente. ''HOLA''
Chanyeol abrió los ojos un poco más de lo normal, sorprendido de la reacción inesperada de Hyeri. Chanyeol sonrió para sí mismo, para luego suspirar pesadamente. Los pensamientos sobre Sunmin no cesaban, y estaba seguro que de un momento a otro se volvería loco de tanto pensar en ella. La idea de que en aquel mismo momento podría estar intentado hablar con ella, en vez de estar sentado en aquella pequeña habitación con la loca de Hyeri le golpeó fuertemente en la mente. Y de una forma u otra, Chanyeol se encontró estando enfadado con el mundo.
''Perdona que te pregunte esto, pero apenas me acuerdo de tu nombre.'' Hyeri dijo con el mismo tono alegre con el que le había saludado segundos antes. Chanyeol chasqueó la lengua. Estar encerrado en aquella habitación con la loca de Hyeri que nisiquiera se acordaba de su nombre era lo peor. Aún así se las arregló para sonreír de nuevo. Podía perder la esperanza de gustarle a Sunmin, pero no podía perder la costumbre de sonreír.
''Yah Hyeri, soy Chanyeol'' Suavemente, Chanyeol golpeó la frente de la chica con dos dedos de la mano. Hyeri levantó una ceja, pensando en lo extraño que había sido eso. Sacudió la cabeza. ''¡ESO! Chanyeol... ¿qué vamos a hacer hoy?'' preguntó Hyeri con una sonrisa, casi emocionada.
Chanyeol sonrió aún más confundido ''Te veo extrañamente emocionada hoy'' dijo sin quitarle los ojos de encima. Hyeri asintió con ganas ''Quiero que seamos amigos, ¿recuerdas?'' Hyeri sonrió de nuevo. Chanyeol dejó escapar una pequeña risita, no podía negar que la locura de Hyeri era en cierto modo divertida.
''Hoy he pensado que me podrías hablar un poco de ti.'' dijo Chanyeol tras pensarlo un rato. Escuchar a Hyeri le haría olvidar todo su drama amoroso.
''¿Hablar de mí?'' Hyeri dejó de sonreir. Chanyeol asintió. ''Pero yo no tengo nada interesante que decir'' La chica cerró su cómic nerviosamente. Aquello le había puesto más nerviosa de lo que se esperaba. ¿Hablar de ella? No es que le apeteciera, y no es que hubiera mucho que quisiera decir.
Por algún extraño motivo, el cambio de estado de Hyeri hizo que Chanyeol se interesara aún más en saber de ella. ''Sí venga, cuéntame lo que sea.''
Hyeri tragó saliva y empezó a hablar de cosas al azar ''Pues bueno.. me gusta leer, pero leer cómics. Los dibujos hacen las cosas mil veces más interesantes. Eh... las clases de historia son divertidas, pero las de lengua no, las de lengua y literatura son el horror. Uh, también me gustan mucho los batidos de chocolate, y me encantan los perros de raza grandes, espero poder tener alguno algún día.'' Hyeri sonrió, la verdad es que hablar de cosas que le gustaban no era tan incómodo como ella pensaba. Quizás contarle cosas a Chanyeol no era algo tan maol, al fin y al cabo.
Chanyeol escuchaba la voz de Hyeri como si estuviera muy lejos de él. Tan pronto como empezó a hablar, su cabeza creó la imagen de Kim Sunmin en su cabeza, y de hecho, Hyeri también tenía un aire que le recordaba a ella. De repente, notó que Hyeri había dejado de hablar y que ahora lo miraba fijamente, esperando a que dijera algo. ''¿Y quién te gusta?'' La pregunta salió disparada de los labios del chico, inconscientemente.
Hyeri tomó aire. ¿Quién le gustaba? Se quedó unos segundos en silencio hasta que soltó una risa seca, ''No me gusta nadie.'' sonrió tímidamente sin darse cuenta. Chanyeol se rió ''Mientes, te gusta alguien, dime, quién el ese chico...''
Las cejas de la chica se fruncieron ''Te digo que no me gusta nadie''
''Siii yaaaa...'' Chanyeol sonrió mientras se llevaba las manos tras la cabeza.
''¿Y a ti te gusta alguien?'' Hyeri contraatacó. Un cosquilleo recorrió el cuerpo de Chnayeol y al instante sintió el calor ardiente en sus mejillas. Hyeri le miró divertida, no comprendía muy bien lo que la cara roja de Chanyeol significaba exáctamente, pero era bastante divertido verlo así.
''No me gusta nadie...'' Su voz grave sonó en un susurró. Sin pensar, Hyeri repitió la respuesta de Chanyeol ''Mientes, te gusta alguien.'' y se rió.
Chanyeol sonrió tímidamente, justo como lo había hecho Hyeri. No sabía por qué sintió la necesidad de contárselo a Hyeri, pero iba a hacerlo. Quizás lo que necesitaba era hablar de sus dramas amorosos con alguien.
''Pues me gusta una chica.''
Hyeri paró de reír y lo miró exrañada, ¿le gustaba una chica?
''Se llama Kin Sunmin'' Continuó Chanyeol. ''Pero... me ignora completamente.'' La voz de Chanyeol sonaba claramente, pero la leve sonrisa que se mantenía en su cara seguía confundiendo a Hyeri. De todas formas, ella no sabía como actuar en ocasiones como aquella, la verdad es que nunca se había encontrado en situación antes. Incómodamente, siguió el primer impulso que tuvo. Posó su mano en la mesa, sobre la de Chanyeol. ¿Se supone que eso le consolaría un poco, no?
Chanyeol, que tenía la mirada baja, ignoró el gesto de la chica y volvió a sentirse abatido. Pero pronto tomó aire y puso cara seria ''Necesito que me ayudes'' dijo firmemente mirando a Hyeri, que puso una cara divertida ''¿Qué?''
''Quiero que me des consejos para conquitar a Sunmin''
''¿Quién? ¿Yo?''
''Sí, eres una chica, las chicas sabéis de cosas de chicas.'' Chanyeol asintió, como si fuera un experto en el tema.
''Eh Chanyeol... no sé eh... no puedo ayudarte en eso.'' Hyeri negó la cabeza.
''Venga, por favor.'' Chanyeol juntó la palma de sus manos, en modo de súplica.
''¡Pero yo no sé de esas cosa!'' Hyeri se quejó, un poco molesta al verse presionada.
''Te lo suplico, te compraré gallletas todos los miércoles y viernes.'' Chanyeol puso ojos de cachorrito degollado, pero pareció no afectar en absoluto a Hyeri. Sin embargo, la idea de las galletas sí.
Hyeri sacudió la cabeza, enfadada y se levantó de la silla. ''Lo siento Chanyeol, pero no es asunto mío. El único consejo que te puedo dar, es que dejes de pensar en ella. Así todos tus problemas desapareceran.''
Chanyeol, por primera vez, dejó de sonreír completamente. Asintió lentamente, mirando al suelo. Estaba enfadado; enfadado con Hyeri, que no quería ayudarlo, y enfadado con el mundo, por no darle una oportunidad con la chica que le gustaba.
Sin decir una sola palabra, recogió su maleta del suelo, se la echó al hombro y se fue.
''Maldita Hyeri.''
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