Todo volvía a ser como antes. Todo volvía a ser justo como lo dejó hace un par de meses. 
Una loba solitaria que no dejaba que nada ni nadie interfiriera en su vida y sus planes.
Claro que era una loba solitaria que había tenido un grave desliz. Aunque todo fuera de nuevo lo mismo, ahora su forma de ver las cosas había cambiado completamente, y el trabajo que le costaría a Hyeri adaptarse de nuevo a todo aquello le iba a valer la vida.

Era martes por la mañana. Dos días habían pasado desde aquel accidente. El día después de la fiesta, domingo, había consistido en estar metida en la cama sin querer tener nada que ver con el mundo.
El lunes, más de lo mismo, y no, no se había tomado la molestia de madrugar e ir a la escuela. No creía que fuera a soportar ver a todos sus amigos, o mejor dicho ''aquellos amigos a los que no podía hablar por culpa de un demonio y una foto''.

No creía que fuera capaz de sopotar ver de nuevo a Chanyeol y sentir que todo el mundo se la tragaba cuando sabía que no podía hacer nada con los sentimientos que guardaba hacia él.

No creía que fuera capaz de mostrarse siendo ella misma libremente sin sentir el miedo y la presión de que Sunmin o quién sabe se la jugara de nuevo.

No podía.

Siendo honestos, algo sí había cambiado. Se sentía más sola que nunca, pero tampoco quería correr el riesgo de sufrir más de nuevo.

Aquel martes se levantó tarde. Sus ojos hinchados y su cuerpo cansado de no hacer nada. Puso los pies en el suelo y se revolvió aún más el pelo el cual encontraba cada vez más molesto. Demasiado largo.

Se puso en pie y con piernas temblorosas caminó hacia el cuarto de baño. Al contemplarse en el espejo solo pudo ver las ojeras y la palidez de sus mejillas, que en situaciones normales solían estar algo rosadas.

Se mordió los labios secos y suspiró, llevando el agua fría que corría por el grifo hacia su cara. Era hora de empezar a hacer algo con su vida.

Se peinó vagamente con los dedos y se puso ropa bien abrigada, estaba un poco resfriada; la piscina la dejó bastante lista.

Se echó la capucha de su sudadera sobre su cabeza y salió por la puerta, pero antes miro hacia la pequeña mesita que había al lado de su cama. Su móvil estaba allí, lo cogió.

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Camino a la tienda de cómics decidió encender su celular el cual había mantenido apagado desde el sábado noche porque no quería atender llamadas de nadie.

El cielo estaba despejado, no hacía tanto frío como otros días y el sol brillaba bien alto. El viento fresco rozaba el rostro de Hyeri y las calles eran transitadas por algunas personas que se dirigían su trabajo o algunos estudiantes que habían decidido perder la mayor parte de las horas de clase.

La pantalla del móvil se encendío y pasarón unos segundos hasta que la chica introdujo el código de desbloqueo. Vio el fondo de pantalla blanco y volvió a meter el aparato en su bolsillo para concentrase en mirar por donde caminaba.

Pero a los pocos segundos el celular empezó a vibrar varias veces. Hyeri desbloqueó de nuevo el móvil y vió de qué se trataba, tan pronto como lo hizo su mano perdió algo de fuerza, su frente se arrugó levemente y se puso nerviosa.

23 mensajes, 10 llamadas perdidas. Hyeri pulsó en la notificación. Eran llamadas y mensajes de Hani, Lay, Kai e incluso Sehun. Pero lo que más le sorprendió fue que la mayoría eran de Chanyeol.

Hyeri leyó algunos de los mensajes de Chanyeol: 

Sábado, 20 de noviembre.
''23:05; Hyeri dónde estás??? Por qué te has ido andando sola??? >:(

-23: 20; Eh, no sé qué habra sido de ti y por qué no me contestas, pero la última vez que te vi me ignoraste y te veías ovbiamente triste. Puedes contarmelo, si necesitas ayuda, soy tu super colega... y eso.

-23:59; Acabo de volver de la fiesta. Te he echado de menos, estoy preocupado, has llegado bien a casa?

Domingo, 21 de noviembre.

-00:10; RESPOOOOONDEEEEEEEEEEEEEEE

-00:12; HYERI

-00:24; hyeri

 -00:26; ireyh

-00:28; En serio, di algo, esto no tiene gracia.

-00:29; Necesito hablar contigo.

-1:01; Por cierto, me contaron todo lo que pasó. Perdón por incumplir mi promesa y no estar en el momento oportuno para... salvarte y todo eso. Buenas noches Hyeri, ahora sí.''

Había más mensajes del lunes, preguntándole por qué no iba a clase. Hyeri se sintió mal de nuevo. Sus pulmones se llenaron de un aire pesado, mojado. Quería responderle, decirle que no se preocupara con ella, que todo estaba bien, que podían quedar de nuevo para estudiar para el próximo examen de historia, y al mismo tiempo quería echarle en cara el por qué seguía actuando así con ella cuando tenía a Sunmin, por qué seguía siendo tan amable cuando se había llevado semanas ignorándole por el simple hecho de que le gustaba.

Pero la realidad era que no podía decirle absolutamente nada, y todo por culpa de Sunmin.

Aguantando las lágrimas que querían salir de sus ojos, guardó corriendo el celular en su bolsillo y entró en la tienda de cómics. Nada de mirar de nuevo el móvil.

Con el saludo de Jace resonando por la tienda, Hyeri tomó aire y se concienció de nuevo a sí misma de que la extraordinaria experiencia que había vivido los últimos meses había sido solamente eso, una experiencia; la cual no era su forma de vida y tendría que aprender a olvidar.

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''¿Por qué estás tan enfadado?'' Sunmin preguntó mientras miraba a Chanyeol, esperando a que el chico hiciera contacto visual con ella. Chanyeol frunció el ceño de nuevo y cerró de un portazo su taquilla. Tener a Sunmin así era una verdadera molestia dadas las circunstancias.

''¿Channie? Contéstame...'' Aegyo y más aegyo, Chanyeol estaba empezando a cansarse de aquello. Con un suspiró giró para plantar cara a la chica. ''Sunmin...''
''¿Soy yo verdad? ¿Qué he hecho mal? No quiero que oppa esté enfadada conmigo'' la chica dijo con voz alguna. ''No, no es-''
''¡EH!'' Kai saludó mientras se acercaba a ellos. Chanyeol se sintió un poco aliviado, salvado por Jongin. ''¿Habéis visto a Hyeri hoy?'' Kai preguntó.

Chanyeol volvió a suspirar, sacó el móvil de su bolsillo y le echó una ojeada en busca de notificaciones que dieran sañales de vida de Hyeri. Pero no había nada. Estaba preocupada, molesto y desesperado.

Preocupado porque Hyeri parecía estar muerta, molesto porque no le contestaba a sus mensajes y desesperado por saber algo de ella. 

''Hablé con ella ayer'' Sunmin comentó, sus ojos se posarón rápidamente sobre ella y enfocando su atención por completo en sus palabras. ''¿Ah sí?'' Kai preguntó curioso. Sunmin asintió incocente. ''¿Qué te ha dicho?''

''Bueno, me dijo que no quería hablar con nadie y que me iba a colgar.'' Chanyeol levantó las cejas ''Sí, y luego me estuvo explicando por qué se había ido de la fiesta tan pronto. Al parecer su madre le iba a matar por estropear el vestido y porque según me dijo, estaba castigada sin poder ir a la fiesta, y la desobedeció.''

Kai asintió chasqueando la lengua. Chanyeol se quedó de piedra durante unos segundos, y sin decir una palabra, se fue. Tenía que hablar con alguien seriamente, y esta vez lo intentaría cara a cara. Hyeri vivía sola en un internado, sabía que tenía madre, pero la última vez que supo que Hyeri había hablado con su madre, la había visto llorar todo un océano. Había algo raro en todo aquello.

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Aquel día como muchos otros, Hyeri alquiló una película en la tienda. ¿Cuál película? The Amazing Spiderman 2 ¿La que intentó ver cuando fue al cine con EXO? Sí, ¿La había escogido especialmente para torturarse? Puede, pero realmente quería entender la película y saber lo que pasaba.
Así que después de varios minutos ignorando a Jace hablando sobre alguna de sus historias, volvió al internado lista para pasar una tarde de super héroes y pizza. Porque pensaba ir a comprar pizza.

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''Yah unnie ¿con quién hablas?'' Jeese metió la cabeza impidiendo que Hyeri pudiera ver la pantalla desu teléfono. Cotilleando.
''JEESE'' Hani se quejó apartando el móvil rápidamente para que Jeese no pudiera ver nada.

Jeese abrió la boca, sorprendida y se aguantó la risa ''¿Con quién estás hablando?'' preguntó de nuevo. Hani guardó su móvil en el bolso después de escribir y mandar algo rápidamente con una sonrisa tímida. Jeese miró más a la chica, haciendo que se sonrojara. ''Déjame adivinar... empieza por T... y termina por AEHYUN.'' Jeese gritó divertida. Hani tapó la boca de su amiga rápidamente.

Sunmin miró a su alrededor. Estaba sentada en una mesa del comedor junto a Hani y Jeese. Algunos de los chicos de EXO estaban reunidos en otra mesa y ella los miraba sin pensar en nada.

''¿Sabéis qué demonios pasa con Hyeri?'' Hani preguntó de golpe intentando cambiar de tema. Sunmin rodó los ojos, cansada de escuchar siempre la misma pregunta. ''Se habrá quedado dormida.'' murmuró entre dientes. Una sonrisa se formó en sus labios cuando escuchó la risita de Jeese.
Hani quitó las manos de la boca de Jeese ''¿Qué pasa?''
Jeese la miró divertida, ''¿No te has enterado?'' ''¿De qué?'' Hani miró a su amiga curiosa. ''Del rumor''
Hani levantó las cejas ''¿Qué rumor?''Jeese sonrió ''Ese rumor...'' Jeese insistió. Hani le envió otra mirada, sin entender. Jeese suspiró. ''Dicen algunos que vieron a Yoon subir las escaleras cuando Hyeri se estaba cambiando de ropa por todo el accidente de la piscina, y otros lo vieron bajar rato después de que Hyeri lo hiciera.'' 

Hani sacudió la cabeza ''¿Estás insinuando que...?'' Jeese asintió divertida. Sunmin estaba entretenida por la escena ''La verdad chicas es que es desagradable pensar que lo hicieron en mi cuarto. Ugh, mi cama.'' Sunmin dejó escapar una carcajada.

La mirada de Hani no cambió, su ceño se frunció, realmente confundida... ¿era aquello verdad? Algo le decía que había mucho detrás de todo aquello.

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Hyeri dió el último trago a su refresco y aguantó las lágrimas que atentaban con rodar por sus mejillas sin despegar los ojos de la pantalla. Peter Parker había dejado de hablarle a su novia Gwen Stacy para protegerla de su identidad secreta como Spiderman y todos los peligros que aquello podía acarrear. Era una escena muy triste y solo el trozo de pizza que estaba mordiendo lo podía hacer un poco menos doloroso. 

Hyeri masticó con más fuerza la comida y tuvo el impulso de apagar la tele. Todo le recordaba a sus dramas personales. De repente se sintió como si ella fuera Peter Parker y Chanyeol fuera Gwen Stacy; aunque eso le hizo reír suavemente ya que se imaginó a Chanyeol como Gwen, es decir, con pelo rubio y un bonito maquillaje.

Rió y después rodó por su cama, lo echaba mucho de menos. Y pensar en toda la mierda en la que se había metido le hacía sentir peor de nuevo. Cerró los ojos fuertemente; lo peor que podía hacer en aquel momento era pensar en él, y lo estaba haciendo.

De pronto algo o alguien llamó a la puerta fuertemente e hizo que Hyeri se sobresaltara, cayéndose de la cama. ''AUCH'' gritó al dar con el suelo. La puerta seguía siendo golpeada. La chica se puso en pie lentamente y se frotó la cabeza, dolorida.

Los golpes continuaban y hacían que Hyeri se pusiera más de los nervios mientras buscaba apurada el mando de la televión para parar la película. Lo encontró. 

El ruido continuaba, a Hyeri le molestaba. ''¡YA VOY!'' gritó con furia mientras encontraba el botón de pausa. ''¡ARG!'' suspiró exasperada tirando el mando sobre su cama y corriendo hacia la puerta que no había parado de sonar.

''¡QUÉ DEMONIO TE PASA LLAMÁNDO DE ESA FOR-'' 

Hyeri dejó de gritar y su cara se puso blanca. Su ceño se relajó y sus ojos se abrieron ampliamente. Como si hubiera visto un fantasma. Rápidamente tragó saliva y cerró la puerta de un portazo al no saber muy bien lo que hacer. 
''¡HYERI!'' la voz grave resonó tras la puerta. La chica apoyó su espalda contra la puerta y respiró hondo muchas veces. Chanyeol estaba allí, y como ya había dicho antes, no era el mejor momento para pensar en él, y mucho menos verlo.

Tras un momento de silencio Hyeri se atrevió a hablar ''¿Qué haces aquí?'' preguntó alzando la voz para hacerse oír. 
''¡Ábreme la puerta!'' Chanyeol pidió claramente molesto. ''¡Qué brusco!'' Hyeri soltó.

Chanyeol frunció el ceño enfadado, ¿estaba jugando con él? Porque no era el mejor momento para jugar. ''Hyeri, por favor'' pidió. ''No puedo.'' Hyeri cerró fuertemente los ojos, suplicando a cielo y tierra que aquella situación pasara rápidamente.
''Deja de ignorarme de una maldita vez'' Chanyeol dijo enfadado. Hyeri tragó el nudo que se formó en su garganta ''¡Ya basta de ignorarme, quiero hablar contigo!'' Chanyeol golpeó de nuevo la puerta.

Hyeri se quedó en silencio, con los ojos humedecidos. No lo podía soportar, por su bien no debía de hablar con él. ''No puedo C-chanyeol'' dijo con voz temblorosa. ''¿Por qué?'' Chanyeol pegó la oreja contra la puerta.

La chica no contestó, quería explicárselo todo, pero no podía. ''Simplemente no puedo'' finalmente habló. Cerró de nuevo los ojos esperando la contestación de Chanyeol, pero nunca llegó.

Pasaron unos minutos y continuó de aquella manera. Espalda apoyada contra la puerta, batiéndose con sus impulsos de llorar o abrir. Tras la larga espera pensó que Chanyeol había decidido irse, suspiró aliviada.

Entonces escuchó un pequeño crujido, seguido de un clic. Dejó de sentir la puerta a sus espaldas, perdiendo el equilibrio y cayendo hacia atrás. Sintió unos fuertes brazos rodeándola por detrás, sujetándola y al mismo tiempo abrazándola. Sintió su cuerpo siendo empujado con gentileza contra otro. Sintió el calor de la cercanía, la cabeza que apoyaba su barbilla en su hombro y que luego hundia la cara en su cuello.

Sintió como su cuerpo se relajaba, como su respiración se para y sus pulsaciones se aceleraban; las lágrimas que por fin rodaban por sus mejillas, la respiración de Chanyeol contra su cuello.

Sintió la oleada de sentimientos que fluyeron sin temor alguno en su barriga.

''Chanyeol'' murmuró, pero no hubo contestación. 

Cogiendo aire, Hyeri se desprendió de Chanyeol y dió unos pasos hacia el frente, para luego girarse y hacer cara al chico. Entonces pudo ver bien el rostro de Chanyeol, parecía cansado y sus ojos brillaban. ''Lo siento pe-'' el chico posó su dedo sobre los labios de Hyeri. ''Eras una maldita llorica.'' el chico se quejó con una pequeña sonrisa.

Hyeri no pudo evitar que sus labios se curvaran e inmediatemente se miró los pies. ''No puedo- no puedes-'' empezó a murmurar pero no encontraba las palabras.  ''No te voy a obligar a que me cuentes por qué demonios me ignoras como si fuera un maldito desconocido, pero quiero que sepas que pase lo que pase, puedes contar conmigo.'' 

Hyeri lo miró durante unos segundos a los ojos, ojalá fuera tan fácil. ''Chanyeol...'' La chica volvió a mirarse a los pies. La pregunta de siempre... ¿qué le diría? ¿Y si Chanyeol le contaba a Sunmin que había ido a verla? ¿Y si Sunmin se enteraba de alguna forma? ¿Y si Chanyeol no la creía? ''¿Vas a decir algo?'' Chanyeol sonrió divertido. Su sonrisa.

Hyeri le miró con una sonrisa, sintiéndose llena por dentro ''Sí'' murmuró. Chanyeol levantó una ceja sin borrar la sonrisa. 

La chica se acercó a Chanyeol, acababa de encontrar la forma perfecta para hacer que todo saliera bien. La solución, el plan B. Solo le faltaba rezar para que todo fuera bien a partir del siguiente paso.

''Si hay algo que admiro de ti, es tu sonrisa.'' Chanyeol se rió por lo random que había sido aquello, miró a los ojos de Hyeri se acordó de la chica loca que conoció por primera vez, aquella loca que estaba frente a ella en ese mismo momento, cuánto la había echado de menos.

Hace unos minutos estaban enfadado a muerte con ella por todo lo ocurrido los últimos días, pero ahora estaba con una gran sonrisa, admirándola por algún extraño motivo, se preguntó hasta dónde podría llegar la magia de aquella chica.

''Por favor'' Hyeri dijo seriamente de golpe ''guárdame un secreto'' susurró. Chanyeol fue a preguntar extrañado de qué secreto se trataba, pero algo inesperado ocurrió. La distancia entre sus labios se cerraron completamente. Hyeri los había posado sobre los de él.

El chico abrió ampliamente los ojos, realmente sorprendido. Sintió la suavidad de los labios de la chica, la delicadeza con la que lo besaba, y sobretodo la fiesta de fuegos artificiales que se celebraba en su barriga.

Porque sí, le gustó aquel beos. Y sí, le gustaba Hyeri, demasiado.

Antes de que le diera tiempo a cerrar los ojos y disfrutar de aquel milagro, Hyeri se separó rápidamente de él y se empujó hacia atrás con una mano, y cuanto menos se lo esperó la puerta se había cerrado frente a sus narices. 

Chanyeol permaneció de pie allí durante un par de minutos, intentando asumir lo que acaba de pasar. 

Demasiado extraño.
Demasiadas preguntas.
Pero sentaba tan bien...

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Hyeri cerró la puerta y no pudo esperar para empezar a coger aire como una loca. Las manos le estaban sudando y por no decir que también temblando. Sus nervios estaban a flor de piel por lo que acaba de hacer.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, sus ojos se abrienron con un brillo inocente. Ni ella misma se creía lo que acababa de hacer.

Parte del plan. Si besaba a Chanyeol, estaba segura que no se lo contaría a Sunmin, sabía que Chanyeol no era el hombre que le buscaría problemas intencionadamente. Pero tenía que aceptar que aquello había sido... demasiado atrevido para ella.

Su primer beso no implicado por ningún juego. Le había gustado.

Se sonrojó y por primera vez en mucho tiempo, se rió para sí misma. Sacó el móvil de su bolsillo; había alguien, una buena amiga con la que por el momento podía hablar. Necesita la ayuda de Hani para su plan, y correría el riesgo de que ésta fuera amiga cercana de Sunmin.

La confianza había vuelto a ella, y todo gracias a la visita inesperada del chico que hacía unos minutos era lo último que quería ver. Un poco de esperanza se hizo camino hacia su alma, una nueva Hyeri acababa de nacer; porque la grandeza de un héroe se mide según el tamaño del villano. Y Sunmin era la peor villana que le podría haber tocado.