En el momento en el su espalda rozó el fondo de la piscina, sus ojos abiertos como platos sintieron el escozor del cloro y su melena y su vestido flotaron alrededor de ella... en el momento en el que lo único que podía ver era un montón de luces que se mezclaban con el negro del cielo contorsionadas por el movimiento del agua y las burbujas que corrían hacia la superficie, en ese momento, la realidad dejó de parecer... eso, real.

Todo pasó en dos meros segundos que parecieron minutos. Hyeri sabía lo estaba pasando, pero no quería aceptarlo. El simple hecho de recordar la sonrisa de Yoon antes de que todo pasara, le hacían desear que todo fuera simplemente un sueño.

Pero el momento de afrontar la realidad siempre llega. Su cabeza emergió y tomó aire, se apartó rápidamente con una mano el pelo mojado que se pegaba a su cara e ignorando la atención que tenía sobre ella, buscó el bordillo de la piscina.Se impulsó para salir con la poca fuerza que le quedaba y se sentó en el borde.

Una mano le agarró el brazo y la ayudó a ponerse en pie. Hyeri hizo cara a aquella persona que le ayudaba e inmediatamente frunció el ceño y empujó al chico lejos de ella. ''¡Lo siento mucho! Por favor, déjame que te ayude.'' Yoon puso las manos en el aire, preocupado y arrepentido.

Aunque Hyeri sabía que no lo estaba, lo leyó en su anterior sonrisa. Entonces apretó los puños, guardándo las ganas de gritar y explotar. Sintió las miradas por fin, y las pequeñas risas que había a su alrededor. Su pecho se sintió presionado y su cara empezó a arder. Sus ojos se humedecieron por la impotencia y se sintió realmente ridícula en aquel momento.

Miró a su vestido, que totalmente mojado se pegaba a su cuerpo y llegaba a transparentarse por algunas partes. 'Humillante' se mordió la lengua. Apenas podía mantenerse bien en pie por los resaladizos tacones y sentía que el maquillaje de sus ojos había pasado de sus ojos, a toda su cara.

Tierra trágame, ¿por qué tenía que pasarle todo aquello a ella? ¿por qué no podía simplemente disfrutar de una fiesta normal, con idiotas normales que no le tirasen a la piscina, y sin estar todo el rato pendiente de la persona que le gustaba la cual estaba saliendo ya con otra persona?
 
Alguien le tomó de la muñeca fuertemente y tiró de ella, obligándola a andar. Hyeri no tenía fuerzas para resistirse o molestarse en saber qué pasaba ahora. Pero vio la cara de preocupación de Sunmin.

''¡¿Qué demonios has hecho?!'' Sunmin gritaba con preocupación al entrar en el salón. Las miradas continuaban siguiéndola. Hyeri miró al suelo y continuó andando. ''¡No me puedo creer esto!'' Sunmin seguía hablando horrorizada.

Entonces los ojos de Hyeri volaron hasta conectar con otros, grandes, que brillaban confusos. La chica abrió aún más los ojos al verle sentado en uno de los sillones, sosteniendo una copa entre sus grandes manos, sus codos apoyados en sus rodillas. 
No fue necesario intercambiar palabras para que más o menos ambos se hicieran una idea sobre la situación de cada uno.

Hyeri no lo pudo aguantar más y rompió el contacto visual. Sunmin la llevó a subir unas escaleras y la chica volvió a mirar al suelo, esta vez con los ojos un poco humedecidos. Pero qué más da, nadie lo notaria.

Andaron por un pasillos en cuyos laterales se abrían puertas que conducían a distintas habitaciones. Al fin, entraron en una. Era grande, espaciosa, elegante, y llena de típicas cosas de adolescentes; fotos, ropa, espejos, zapatos... sí, era el cuarto de Sunmin. 
Al fin Sunmin soltó su mano y la miró de arriba a abajo. Le envió una mirada de... ¿pena? Hyeri sintió que se la merecía, porque sí, daba pena. 'Mírame, me gusta tu novio y me pongo muy celosa cuando estáis juntos. Y aquí estas, ayudándome.' pensó.

Sunmin abrió unos cuantos cajones de su armario y sacó una camisa de mangas largas negra simple y unos pantalones de chandal grises. Se los puso en las manos a Hyeri e hizo que la chica la mirara levantando su barbilla. 
''Lo siento mucho, estás horrible.'' Sunmin rió, de alguna forma Hyeri sintió esa risa reconfortante ''Anda, arréglate un poco.'' Sunmin dijo antes de girarse y caminar hacia la puerta.

''Ah'' paró en seco antes de salir ''Tómate tu tiempo'' Sunmin sonrió amablemente. ''Gracias, de veras'' Hyeri asintió muy agradecida.

Hyeri caminó hacia el tocador de Sunmin y se sentó en el pequeño taburete, frente al espejo, sin importale estar empapada o no. Miró su reflejo durante largos segundos, minutos. Cerró los ojos ''Te ves distinta'' se dijo a si misma. Porque a quién iba a engañar, había cambiado. Desde que conoció a Chanyeol, había cambiado.

Ahora era distinta, más femenina... se había enamorado, se había puesto su primer vestido y ¡eh!, había besado a su primer chico. Aunque no estaba mal del todo, estaba aprendiendo que aquellas cosas eran esas fases a las que toda adolescente estaba destinada a vivir. Y ella, hacía solamente unos meses, estaba realmente convencida que no las viviría de la forma tonta en la que suelen vivirla la gente de su edad.

Pero allí estaba ella, en aquel mismo momento. Contemplando un rostro lleno de maquillaje mojado y un pelo que se pegaba a sus mejillas.

Con un suspiro se puso en pie y desabrochó su vestido. Sin importarle el dinero que gastó en la prenda, la usó para limpiarse la cara lo mejor posible, porque... ¿qué más daba? Ya  estaba arruinado de todas formas. Se contempló en el espejo durante un buen rato. Dio una vuelta, mirándo su cuerpo. Su ropa interior estaba casi seca, y no iba a coger la de Sunmin, eso estaba claro.

Tomó prestado un cepillo de pelo del tocador de Sunmin y empezó a desenrredar su largo pelo negro, sin dejar de dar vueltas por la habitación. De algún modo u otro, se relajó, y consiguió olvidarse de todo lo ocurrido durante un buen rato.
Movió su cabeza de un lado a otro, y pasó los dedos por su melena. Lista. Una última mirada en el espejo antes de empezar a vestirse le hizo sonreir, ahora se veía mucho mejor. Andó hacia la cama y agarró la camiseta de mangas largas negra y se la colocó.

Le estaba bien, quizás un poco ajustada, pero mejor eso que nada. Tomó los pantalones con sus manos y los observó por un momento antes de levantar una pierna para ponérselos. 

*Crack*

El sonido del pomo de la puerta siendo girado sonó. Hyeri dejó escapar un gritó ahogado. La puerta se abrió. La boca de la chica se abrió de par en par, al igual que sus ojos. Su corazón latió con fuerza contra su pecho, asustada.
''¡¿No ves que está ocupado?!'' Hyeri gritó enfadada y asustada al mismo tiempo que intentaba ponerse los pantalones rápidamente. ''¿Crees que no lo sé?'' el hombre le contestó con una risa, andando hacia ella. 
''QUÉ HACES'' la chilla chilló al ver que cada vez se acercaba más a ella, mientras... se... ¿desabrochada la camisa?

El cuerpo de la chica entró en tensión. Dio un par de pasos hacia atrás, los pantalones mal puestos. Yoon estaba solamente a medio metro de ella. ''¡Yoon, vete de aquí o sino-'' Hyeri empezó a decir cuando Yoon recortó la distancia que los separaba y la rodeaba fuertemente con sus brazos.

Hyeri colocó las manos sobre el pecho de Yoon e intentó apartarle fuertemente, pero todo era inutil, ese cabrón estaba bastante fuerte. Cuando Yoon colocó sus dos manos sobre el trasero de Hyeri, esta empezó a patalear, pero Yoon era capaz de bloquear sus movimientos a su antojo. Claro, taekwondo.

Las lágrimas se formaron en el borde de los ojos de la chica y Yoon simplemente se rio. ¿Por qué estaba pasando todo aquello? ¿por qué el to sentido de Chanyeol no funcionaba y no iba a salvarla de alguna manera? ¿Por qué? ¿POR QUÉ?

Yoon la tiró en la cama, y le levantó la camisa, revelanto su sujetador. El chico sonrió. Hyeri se seguia resistiendo. Pronto notó sus pantalanes por las rodillas. Las lágrimas corrieron por sus mejillas y sus gritos parecían no ser escuchados por nadie. Maldita música del salón.

Hyeri cerró fuertemente los ojos, esperando que aquella tortura continuara, cuando...

''Ya es suficiente.'' Hyeri abrió rápidamente los ojos ¿Sunmin? De prontó notó que ya no estaba siendo retenida por Yoon y sin pensarlo dos veces bajó su camiseta y se colocó toda la ropa corriendo, limpiándose las lágrimas. ''¡Sunmin!'' Hyeri gritó desesperada y corrió hacia la chica. 

Hyeri se paró en seco cuando vio la sonrisa del rostro de su 'amiga'. Era cruel, asquerosa, y divertida. Se fijó en que sostenía su móvil en la mano, y se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada y que Yoon no había parecido correr desesperado de allí por haber sido descubierto. 
''¿S-sumin?'' Hyeri la llamó con voz  asustada, de nuevo.
''Oh venga'' Sunmin estalló en carcajadas ''esto es genial'' ''N-NO, YOON ESTAB- É ES UN-'' Hyeri intentó explicar desesperada. La sonrisa de Sunmin se hizo más cruda y levantó una mano haciéndola callar. Aquello impactó aún más a Hyeri.
''¿Qué te crees? ¿que no sé nada de esto?'' Sunmin empezó a hablar. Hyeri levantó una ceja ''N-no entiendo''
''Pues claro que no entiendes.'' Sunmin volvió a reír. La chica empezó a caminar por alrededor de la habitación. 
''Lo cierto es... que ya me cansé de ti, Hyeri.'' Sunmin le mandó una mirada fría. Hyeri retrocedió. ''¿A qué viene todo esto?''

''Desde hace unos meses llegaste a la escuela. ¿Y qué? ¿Te creías que podías ir allí y presumir de la  belleza que no tienes? Escucha, Hyeri, llevo muchos años en lo alto del estamento del instituto y siempre he sabido ver quiénes son aquellas que creén que pueden ser alguien por encima de mí.'' La chica habló. 

Hyeri estaba en shock ''¿de qué cojones estás hablando?'' preguntó frunciendo el ceño. ''Oh vamos, ahora actúa como si no lo supieras. ¿Qué te creías que podrías conseguir a Kai? ¿Una idiota como tú? ¿Que podrías llegar el primer día y hacerte un lugar entre todos esos chicos? ¿Que éres? ¿Una zorra?'' Sunmin le escupió.

''No me lo puedo creer. ¿De veras Sunmin? ¿Todo esto por un chico que ni siquiera me gusta?'' Hyeri se pellizcó el puente de la nariz. Se sentía realmente furiosa y humillada. ''¡No soy tonta chica, ni estoy ciega. No eres más que una zorra que se merece todo esto.'' Sunmin hizo cara a Hyeri, parecia a punto de explotar. ''Ahora quiero que escuches esto'' Sunmin hundió el dedo índice sobre el pecho de la chica. ''Vas a terminar tu juego, porque yo lo he ganado ahora mismo. No vas a volver a hablar con tus amigos, no vas a volver a tener ni una sola amiga más. ¿Y sabes qué? No eres tan perfecta como piensas, no eres nadie, y no formas parte de nada.'' Sunmin volvió a sonreir.

''No voy a mentirte más.'' Sunmin soltó una carcajada seca ''También te gusta Chanyeol, y lo sé.'' Hyeri clavó sus ojos en los de Sunmin, si las miradas matasen, Sunmin ya habría muerto diez veces. ''A mí no me gusta Chanyeol, pero sé que a ti sí.'' Hyeri apretó sus puños. ''No vas  a volver a hablar con él, ¿sabes?'' 

Hyeri no podía aguantarlo mucho más ''No tengo por qué obedecer a una falsa como tú.'' Hyeri dijo seriamente.
''Oh sí que tienes. Sino lo haces la foto que acabo de hacerte casi desnuda a punto de 'hacerlo' con Yoon correrá como chuches por toda la escuela y más, ¿seguro que no quieres eso, verdad?'' Sunmin sonrió aún más, había más que ganado.

Hyeri tragó el nudo que se formaba en su garganta. E impidió que las lágrimas brotaran de nuevo. 
Sunmin era el ser más cruel que había conocido, y en solo cinco minutos había hecho de su vida un infierno. No se iba a resistir. No quería que fotos de ellas y malentendidos estuvieran en boca de cientos de alumnos. No quería decepcionar a sus amigos. No quería que pensaran mal de ella. Pero sobre todo no podía con el hecho de que si no quería que pasara todo aquello, debía de olvidarse de su nueva vida.

Se rindió. Bandera blanca. Aquello era demasiado surrealista. Demadiado inesperado. Realmente, le dolía. Sin decir una sola palabra  giró su cuerpo y abrió la puerta, saliendo de la habitación y cerrándola tras ella de un portazo, dejando a Sunmin, la cual disfrutaba de su victoria.

Hyeri caminó por el pasillo, bajó las escaleras y empezó a esquivar a las personas del salón que volvían a bailar descontroladamente. 

''Hyeri'' una voz suave y grave la llamó, la mano de Chanyeol se posó sobre el hombro de la chica. Queriéndo que parara, queriéndo explicaciones de lo que acaba de pasar. Queriéndo ayudar su mejor amiga, a la chica por la que tenía sentimientos reales que nunca antes había tenido. Hyeri pareció hundirse aún más por el tacto de Chanyeol y se llevó las manos a la cara. Aligeró el paso, intentando deshacerse de Chanyeol.
''¡Hyeri espera!'' Chanyeol la siguió, la agarró de la muñeca.
Hyeri sacudió el brazo ''¡Déjame en paz!'' gritó. Su voz sonó quebrada, tan dolorida que hizo que Chanyeol dejara de andar y mirara a la chica irse, como si se estuviera escapando de su vida para siempre. Era realmente horrible, pero no pudo reaccionar.

Hyeri o queria ser vista, no quería mirar a nadie, solo quería salir de allí y huír. Todo se había hundido y no podía tener a nadie que volviera a llevarla a flote, nadie que impidiera que se ahogara.

Absolutamente nadie, no podía aceptar a nadie.

No era nadie, volvia a no ser nadie.

Volvía a estar sola.

Volvía a ser la loca de Hyeri.