HABITACIÓN nº55

''Tendréis veinte minutos para presentaros ante vuestro compañero y conocerlo un poco. Mañana quiero rellena la ficha de observación que os he dado.''

''Sí''. Todos los alumnos murmuraron al mismo tiempo. Era el primer día de proyecto social y todos estaban nerviosos aunque emocionados por el tema de aquel año. Chanyeol volvió a mirar el papel que sostenía en las manos y sonrió para sí mismo. Aquello iba a ser divertido. Y se olía fácil de aprobar.

El trabajo social iba a consistir en estudiar la conducta de algunas personas de sus edades con ''problemas'' y ayudarles a integrarse mejor en la sociedad. A Chanyeol le gustaba la idea, ya que aquello significaba conocer gente nueva; y conocer gente nueva significaba hacer amigos. 

''Eh Chanyeol, ¿a quién tienes tú?'' Baekhyun, uno de sus mejores amigos, preguntó echando una ojeada al folio que sostenía en las manos. ''Hmm... Sung... Sung Hyeri. ¿Una chica? ¿Te ha tocado una chica?''

Chanyeol se encogió de hombros y sonrió tontamente ''Hehehe, ¿celoso?''. Baekhyun sonrió ampliamente y murmuró un ''quizás'' entre dientes.

La blanca luz azotó su cara, dañando sus ojos. Giró su cuerpo, hundiendo su cara contra la blanda almohada. Beep, beep, el sonido de la alarma que sonaba a través de los altavoces colgados en el techo de la habitación provocaron que la chica mascullara entre dientes.

Todos los días igual, por qué no puedo dormir un poco más. Hyeri sacó sus piernas pesadamente de la cama y golpeó sus pies descalzos con el frío suelo. Observó que la pequeña pero larga mesa negra que normalmente solía estar colocada contra la pared, ahora estaba colocada justo en el medio de la habitación, con dos sillas una frente a otra. Al momento recordó. Hoy era aquel día en que venían esos alumnos. 

Chanyeol paró frente a la puerta. Habitación número 55, comprobó antes de llamar a la puerta. El chico esperó nervioso, entusiasmado, aunque un poco asustado, a que su compañera asignada le abriera la puerta. Pero nadie contestó a su llamada. Golpeó la puerta tres veces de nuevo, esta vez un poco más fuerte. Otra vez, sin respuesta alguna.

Chanyeol miró por décima vez su papel para asegurarse de nuevo de que no se estaba confundiendo de habitación.

La chica esperaba sentada en una de las dos sillas. Sus ojos fijos en puerta mientras las yemas de sus dedos golpeaban suavemente la superficie lisa de la mesa, siguiendo un ritmo que solo existía en su cabeza. La puerta sonó otras tres veces, esta vez un poco más fuerte que la vez anterior. Una suave sonrisa apareció en sus labios.

Unos segundos más tarde la puerta se abrió lentamente, y la imagen de un muchacho alto apareció frente a ella.La sala no era muy grandes y las paredes blancas parecían brillar aún más debido a la luz que emitía la gran lámpara de fluorescentes que se pegaba al techo. Un par de armarios cubría un espacio, y unos libros amontonados descansaban al pie de la cama de sábanas rosa suave.

La expresión de su rostro tranquilo cambió ligeramente y los ojos estudiaron al chico con gran atención.

''Eh... hola, me llamo Chanyeol. Tú debes de ser mi compañera Hyeri.'' La sonrisa de Chanyeol pareció ocupar casi toda su cara y su tono de voz grave, aunque alegre llenó los oídos de Hyeri. Chanyeol tomó rápidamente asiento en la silla frente Hyeri y la miró a los ojos. Su piel era tan pálida que daba miedo, quizás es por la luz fluorescente. Aclaró su garganta y rápidamente rebuscó en su maleta para sacar un gastado cuaderno y un bolígrafo medio roto.

''Así que... bueno, ¿qué tal si nos conocemos un poco el uno al otro?'' Los extremos de su boca se tornaron en una sonrisa tonta y simpática y sus ojos papaderon con expectación.

Hyeri le miró con una ceja levantada. Aquel chico era raro, su sonrisa era rara, había algo en ella que no dejaba funcionar bien algún cable dentro de su cabeza. Sus ojos eran gigantes y vivos, y le transmitían confianza al mismo tiempo que le hacían dudar de él. Por otra parte, algo en sus movimentos le decía que era un chico algo ingenuo y descuidado.

Sung Hyeri tenía el defecto o la virtud de querer conocer a todas las personas incluso antes de hablar con ellas; de hecho; si podía evitar hablar con ellas, mejor. Esto no quiere decir que no le gustase relacionarse con la gente, solo que odiaba hacerlo con las personas inadecuadas conforme a su forma de ser.Ella nunca juzgaba por las apariencias, sino por las miradas y las sonrisas.

Era una manía, una manía que la mayoría de la gente no entendía.

Chanyeol estaba esperando que alguna palabra asomara por los labios de Hyeri, sin embargo parecía que la chica no tenía intención de hacerlo. Sus labios apenas se curvaban. Si había algo que realmente le ponía nervioso, aparte de su silencio, eso era su mirada, fija sobre él, como si pudiera ver su alma. Nerviosamente se frotó el cuello con una mano, bajó la mirada y borró su sonrisa.

La gente le conocía como el Happy Virus, pero con Hyeri no funcionaba, de momento.

Hyeri rió al ver la reacción de Chanyeol, y este volvió a mirarla al oír su risa, al mismo tiempo que otra sonrisa se formaba en su rostro y una pequeña risa escapaba de sus labios, nerviosamente.

''Entonces... Hyeri, ¿qué... qué tal?'' No se le ocurría otra cosa que preguntar.

''Tengo sueño'' Hyeri dijo con voz firme, aunque aburrida, sin dejar de mirarle.

Chanyeol tragó saliva al escucharla hablar por primera vez, maldita sea, esto va a ser difícil.

''¿Tú no?'' Chanyeol miró a la chica, extrañado por su pregunta. Sonrió a la forma con la que Hyeri ladeó la cabeza al preguntar.

''Hm, no, hoy he dormido bastante bien. ¿tú no?'' ladeó la cabeza, imitando el gesto de la chica.

''Nop.'' Hyeri marcó la p final, presionando sus labios.

'Uh, ¿por qué? ¿has tenido alguna pesadilla?'' dejó escapar una pequeña risa, intentando calentar el ambiente.

''Oh no. Soñaba que te tenía entre mis brazos y te besaba. El problema es que no te conozco ni tu a mi, por eso era solo un sueño.''

A ver cómo reacciona a eso.

La cara de Chanyeol se puso roja como la manzana más dulce del mundo, arrancándole a Hyerin una gran sonrisa acompañada de una corta carcajada.

''Lo cierto es que no, pero oye, es bastante gracioso cuando te pones rojo. ¿Has soñado con algo tú?''

Chanyeol tenía que aceptar lo que gritaba su mente, esta chica estaba loca, o al menos, tenía todos los indicios de estarlo. Sin duda alguna, esa respuesta le había dejado asombrado y muy. Muy avergonzado. Al fin y al cabo, Hyeri había tenido que pasar una mala infancia, ¿no? O algo por el estilo. Estaba en un internado de psicología juvenil por alguna razón, ¿cierto?

''Pues... yo he soñado que soñaba que soñaba que soñaba que soñaba, etc'' respondió Chanyeol. Hyeri empezó a reír, haciendo que el chico sonriera de nuevo. Al menos su risa no daba tanto miedo como su respuesta de antes.

''Eso ha sido divertido.’’

La habitación se sumió en un gran silencio; incómodo para Chanyeol, indiferente para Hyeri. Chanyeol miró la hora en su móvil. ''Solo me quedan 5 minutos para marcharme.’’ Hyeri dejó escapar un 'hmm' como respuesta. Sus ojos ya no estudiaban a Chanyeol, había algo en él que hacía que su mente se volviera loca. Odiaba no saber lo que era, pero tenía la seguridad de que en poco tiempo lo averiguaría.

''Quiero hacerte algunas preguntas para rellenar mi formulario de trabajo.''

''Dispara''

''Está bien, primera pregunta; ¿cuál es tu color favorito?''

''Iridiscente.''

''Eh... ¿animal favorito?'' Chanyeol la miró de reojo, aguantando la risa.

''Dragón.''

''¿Comida favorita?''

''Pintalabios. Los de cereza.''

Chanyeol la miró durante unos segundos sin pestañear, realmente no eran las respuestas de una persona mentalmente sana.

''¿Qué clase de respuestas son estas?'' No pudo evitar no reírse ruidosamente.

‘’¿Qué clase de preguntas son esas?’’ repitió Hyeri imitando el tono de voz de Chanyeol. El chico se rio aún más y sacudió la cabeza, dios mío, Hyeri estaba como una cabra.

‘’De acuerdo, aclararemos tus respuestas el próximo día.’’ Chanyeol se puso en pie y agitó la mano para despedirse ‘’Nos… vemos’’. Sonrió por última vez antes de salir de la habitación. Esa chica le hacía sentir realmente incómodo. 

Hyeri lo observó por última vez antes de que saliera por la puerta. Su sonrisa. Era su sonrisa, la que no conseguía leer. Suspiró y rio para sí misma, había sido divertido.

***Hey, qué tal? Primer episodio. Odio empezar historias, realmento no me gusta escribir el primer capítulo, pero esto tiene que arrancar de alguna manera :(

Espero que no haya sido tan horrible.