이  세상  모든  소리  중에  너를  찾아내면  돼     All I have to do is find you among all the noise in the world

 

 

XIUMIN - WHITE NOISE (EXO)

 

  - Joy - 

Lunes, otra vez. Apague el despertador. Me levanté de la cama, me daba muchísima pereza empezar la rutina de nuevo. Salí de la habitación, fui al baño, me mire en el espejo, menuda cara tenía, preciosa, me duché. Cuando termine mis quehaceres en el baño, me dirigí a la cocina y vi a Aria sentada en la barra con un café.

 

- ¿Que haces tan pronto levantada? – la pregunté, sirviéndome un café.

 

- Hoy me tengo que ir antes, tenemos que preparar una reunión con los proveedores – me senté a su lado – pero tengo tiempo para comer, ¿comemos juntas? – me ofreció.

 

- Si, porque hoy va a ser un día duro. Espero que no me toque a mi enseñarle todo a la Steisy – sentí estrés recorrer todo mi cuerpo solo de pensarlo.

 

- Que se lo enseñe el otro si tan bien se llevaron, échale el marrón – sugirió – y, por favor, control, que no quiero que te perjudique, aguanta – dijo mientras apretaba mi mano, yo asentí no muy segura de mi capacidad.

 

Después de esa breve charla mañanera, me vestí y Aria me llevó hasta el trabajo en nuestro coche, no trabajábamos lejos de casa ninguna, lo cierto era que podíamos ir andando, pero ella tenia prisa y se ofreció a llevarme, dejándome en la puerta del local que siempre era mucho más cómodo.

Ese lunes me tocaba abrir a mi, pero para mi sorpresa, el local ya estaba abierto, mire el reloj extrañada, eran las 8:25, incluso había llegado antes de la hora. Entre y fui directa al vestuario, me cambié y me dirigí a la cocina, encontrándome a Minseok, le miré desconfiada, no entendía que hacía allí.

 

- Buenos días – me saludó mientras sacaba cosas del almacén.

 

- ¿Por qué has abierto? Me tocaba a mi.

 

- He llegado antes porque – dejo las últimas cosas encima de la encimara y me miró – quería hablar contigo, a solas – declaró.

 

- No tenemos nada de que hablar – dije segura.

 

- Quería disculparme por el comportamiento de esa noche – dijo rápido y seguro.

 

- Te dije que me daba igual.

 

- Solo quería disculparme – me dijo cabizbajo.

 

- No te preocupes, todo olvidado, ya te lo dije – conteste fría, pero es que no era capaz de decirlo de otra manera. Pasé por su lado ignorándole, cogí la bayeta y me fui a la barra a limpiar.

 

La mañana paso como cualquier otra, aburrida, a veces hablaba con mis compañeros, pero sus temas de conversación no los entendía y la mayoría del tiempo me sentía fuera de lugar, así que solo les prestaba un poco de atención y después me iba a seguir trabajando. Estaba llegando la hora de las comidas así que me metí en la cocina a prepararlo todo. Estuve allí cómo una hora aproximadamente, a mi bola, haciendo las cosas sin que nadie me molestase.

 

- Joy – me giré y vi a Minseok en la puerta – vete si quieres a comer ya, Aria esta afuera esperando.

 

- Tengo que terminar esto – declaré mientras revisaba lo que nos quedaba en el almacén para el día, porque habría que hacer el pedido esa misma tarde.

 

- No te preocupes, yo me encargo – declaró acercándose.

 

- ¿Hay trampa? – pregunté secamente – ¿qué me vas a pedir a cambio? – le pregunté sin mirarle mientras volvía a mi trabajo.

 

- ¿En qué puede haber trampa?

 

- En que me ofrezcas salir antes – le miré seria.

 

- No, de verdad, no pasa nada por que te vayas una hora antes a comer. Cuando vuelvas voy yo y ya está – le mire confusa, en otras circunstancias me habría dado igual y no habría salido hasta acabar mi trabajo, pero sí Aria ya me estaba esperando no iba a perder la oportunidad, además, necesitaba aire.

 

- Vale, esta bien – acepté – intentare volver pronto – dejé el material encima del mueble.

 

- Come tranquila, tienes una hora. A ver si te vas a atragantar y no quiero llevarme... – se aclaro la garganta – No quiero que nos llevemos un disgusto – sonrío de lado, sonreí irónica acercándome a la puerta.

 

- Cómo si eso te importarse, seria una gran oportunidad para ti – le espeté fríamente, quiso responderme pero no le dejé. Pase por su lado y fui a los vestuarios a cambiarme, había sido una mañana intensa y el delantal había pagado las consecuencias. Salí y vi a Aria en la barra esperándome. - ¿Como es que has llegado tan pronto? – la pregunté.
 

- He acabado antes de lo que creía, ¿vamos? – se puso en pie.
 

- Si – conteste mientras la cogía del brazo. Fuimos al un restaurante que solíamos frecuentar que preparaban los mejores calditos de todo Hongdae. Nos sentamos al lado del gran ventanal y pedimos.

 

- Que majo Minseok, te ha cambiado la hora de comer – comentó de manera distraída.

 

- Por algo lo hará – murmuré – ¿sabes lo que me ha dicho? – me miró atenta – me ha pedido disculpas por lo de la Steisy.

 

- A mi también – dijo Aria mientras servía el agua, la mire extrañada. - ¿A ti? ¿Por qué?

 

- No se, será porque estaba en la mesa y se dio cuenta que me levanté por su culpa – razonó – que pasa ¿te pones celosa? – levanto sus cejas, bufe.

 

- ¿Qué dices? – comí kimchi para que no leyese mi mirada. - Ya, ya – le llego un mensaje y ella sonrió ampliamente.

- ¿Quién es? – dije picara, me miró.

- Nadie, una compañera – declaro guardando el teléfono.

 

- ¿Te tienes que ir?

- No, tranquila – llego nuestra comida – mmm... caldito.

 

Comimos mientras hablábamos de nuestras tonterías y no quería volver al trabajo, quería quedarme más tiempo hablando, relajada, pero no me quedaba de otra si quería conseguir dinero para abrir mi cafetería. Aria me acompañó de vuelta a la cafetería, nos despedimos y entré por la puerta de atrás, que daba directamente a los vestuarios y según abrí, me tope con Steisy y Minseok.

 

- Joy, ya estas aquí – dijo Minseok, yo entre y dejé mi bolso en la taquilla – ella es Steisy la nueva empleada – la presentó como si no la conociese ya, ojalá.

 

- Hola – me saludo tímida, yo la mire de la manera más neutral que pude, ¿Cómo se comportaba cómo sí no la conociese? ¿Cómo sí no supiese quien era? Noté como el enfado emergía en mi pero había prometido a Aria controlarme, y lo iba a intentar, tendría que aprender a jugar su juego.

 

- Hola Steisy, ¿Que tal? Yo soy Joy, la otra aspirante a gerente – la di la mano con una pequeña sonrisa, para mi muy falsa, para ella suficiente, yo también sabia actuar como si nada hubiera pasado.

 

- Encantada, con muchas ganas de empezar – declaró con una fingida alegría mientras pasaba de mirarme a mí a Minseok, vamos que lo que quería empezar era a él no el trabajo, bufé interiormente, no podía mostrarlo.

 

- Voy a enseñarle el local – declaró Minseok mientras abría la puerta y dejaba pasar a Steisy.

 

- Espera – le llame – si quieres me encargo yo, que tu no has ido a comer todavía – le ofrecí, así no sentía como si le debiera algo por dejarme salir un rato antes.

 

- No te preocupes, no voy a tardar, no es nueva, viene de otro local, sabe como funcionan las cosas – me miró – pero gracias – dijo sonriente, yo solo asentí.

 

La semana pasó, y la siguiente también, tranquilas y aburridas como siempre. Gracias a los Dioses, Steisy no había liado ninguna, aunque tenia la sensación de que pronto acabaría esa tranquilidad, era como la calma anterior a una gran tormenta, se comportaba amable y dulce con todos, incluida yo, que me sentía un poco mal conmigo misma al ser tan falsa con ella, pero creía que era la mejor opción, además sabia de lo que era capaz de crear en segundos y no podía bajar la guardia ni un segundo, ella necesitaba creer que a mi me caía bien.

Era jueves, había quedado con las chicas para cenar, habían sido semanas movidas para ellas y no las había podido ver mucho, nos apetecía pollo frito así que quedamos en un restaurante especializado en ello cerca de mi trabajo ya que era yo la que salía más tarde ese día. Estaba limpiando la barra, solo quedábamos Minseok y yo. Termine de limpiar, fui a los vestuarios y me cambie, mire el reloj, ok, sin problemas, llegaba bien.

 

- ¿Ya te vas?–me giré y vi a Minseok en la puerta con un papel en la mano.

 

- Si, he quedado con las chicas – le comenté distraída mientras cogía mis cosas de la taquilla.

 

- Es que hay un problema con la caja de hoy y quería pedirte ayuda. Pero no pasa nada, de verdad, vete sin ningún problema, lo pudo arreglar solo no te preocupes – me dedico una sonrisa, todo el día dedicándome sonrisas, pesado, a ver si se cansaba pronto. Mire el reloj.

 

- No, mejor lo dejamos hecho hoy – lo mejor era dejar todo solucionado en el día y me sentía mal si le dejaba haciéndolo solo, al fin y al cabo los dos éramos, en ese momento, gerentes. Nos sentamos en el escritorio, uno al lado de otro, empecé a revisar las cuentas. Habíamos llegado al número de ventas estipulado, pero las ventas no encajaban con el dinero de la caja, había más dinero que ventas. Llegamos a la conclusión de que podría ser que algún cliente había pagado de más sin darse cuenta o que no quisiese recibir la vuelta.

 

- ¿Quién estaba hoy en la caja? – pregunté intentando entender que podía haber pasado.

 

- Steisy – respondió Minseok rodando los ojos, yo sonreí – siempre que esta ella hay algún problema con la caja, por lo menos esta vez es dinero de más.

 

- Habrá que ponerla en otro sitio – reflexione.

 

- Lo que tu digas cielito – me miro con una sonrisa burlona, cielito era algo que me decía un cliente habitual, yo reí, me había hecho gracia qué lo sacase en ese momento, no sabía que el era consciente de eso, me reí sin saber por qué. La verdad era que las cosas entre nosotros seguían algo tirantes pero a la vez más relajadas, era algo extraño.

 

- Idiota – murmuré. Me miro a los ojos y empezó a acercarse, yo me asuste, ¿que estaba haciendo? Una cosa es que las cosas estuviera tranquilas y otra muy distinta esas confianzas. Estábamos muy cerca así que no tenia tiempo para salir corriendo, acerco su mano a mi ojo izquierdo y yo por auto reflejo cerré los ojos rápidamente.

 

- Tenias algo en la pestaña – abrí los ojos y me encontré los suyos muy cerca, note la tensión que aumentó cuando no nos separamos, joder, eso se avisaba.

 

- Bueno, me tengo que ir, se me ha hecho un poco tarde – me levanté de la silla rápidamente encontrando la excusa perfecta.

 

- Esta bien. Saluda a las chicas de mi parte – me dijo mientras se despedía con la mano con una sonrisa en su rostro, como se notaba que disfrutaba poniéndome nerviosa el muy imbécil. Minseok salió de mis pensamientos en cuanto recordé que iba a comer pollo. Pollo, pollo, pollo canturreaba alegremente mientras recorría las calles hacia el restaurante. Entre y allí vi a las dos, en una mesa chiquitita, me vieron y saludaron como locas, dos segundos y ya me avergonzaban. Me acerque y me senté.

 

- ¿Qué ha pasado loca? – me pregunto Aria de muy buen humor.

 

- Me he tenido que quedar con Minseok haciendo cuentas, perdón – me excuse mientras me acomodaba.

 

- Joder tía, avisa,