你眼睛在说你, 太晚看清楚真正原因   Your eyes say that, you've seen the real reason too late

 

 

CHEN – PLAYBOY(EXO M)

 

 

 

- Yuri -

Estaba terminando de limpiar la cafetera, el día había sido tranquilo y me sentía más descansada gracias a que Joohyuk se había incorporado del todo, aunque las horas que coincidíamos eran una locura, ya que se llenaba la cafetería de gente, hacíamos buen café de eso estaba segura, pero sabía que no venían por eso, sino para admirar a mi compañero.

 

- Lo acabo yo – escuché a Joohyuk a mi lado, le dediqué una sonrisa. - No te preocupes.

 

- No seas simpática conmigo solo porque voy a salir en tu video prácticamente gratis. Me das miedo.

 

- Yo soy siempre simpática contigo – le dije dedicándole una sonrisa exagerada, era verdad que estaba agradecida infinitamente con el por trabajar casi gratis, aunque también sabía que habría trabajado gratis si se lo hubiera pedido. Me sonrió mientras me agarraba un moflete.

 

- Claro que si – sonrió, le aparte la mano de golpe – bueno, largo, tu turno ya ha acabado.

 

- Acabo esto y me voy – declaré volviendo a limpiar la maquina, se puso a mi lado y me dio un empujón con la cadera.

 

- Largo – declaró simplemente tomando mi lugar limpiando – o no salgo en tu video – le miré bufando dedicándole una mirada asesina – no me mires así – declaro amenazante.

 

- Lo que usted quiera – le sonreí falsamente – a ver con que me amenazas cuando haya grabado el video, niñato – murmuré entre dientes.

 

- ¡Somos del mismo año! – se quejó mientras yo desaparecía a cambiarme sonriendo.

 

Nuestra jefa estaba encantada con la incorporación de Nam Joohyuk, y no solo por el incremento de ventas, sino porque decía que era muy entretenido ver como nos peleábamos todo el día, como si fuésemos hermanos, siempre habíamos sido así, discutíamos todo el rato, pero cuando habíamos tenido malos momentos nos habíamos apoyado, nos preocupábamos el uno por el otro. Una relación difícil de explicar, pero nosotros nos entendíamos.

Me cambié el uniforme por un mono negro con una tela cruzada que parecía que fuese un vestido, aunque mantuve las botas negras, saque el estuche de maquillaje para retocarme ya que tenía que ir a un evento y salí a la cafetería a despedirme.

 

- Mañana puedo abrir yo – me dijo Joohyuk ofreciéndome un café para llevar, no se lo había pedido pero lo agradecía.

 

- No hace falta, no creo que el evento sea muy largo, puedo manejarlo – le dije segura, dando un sorbo al café – gracias – indique señalando el café.

 

- Si cambias de idea avísame, suerte hoy – yo asentí mientras salía y me despedía con la mano, lo dicho, como hermanos.

 

Corrí hacia el metro, esperaba llegar a tiempo. Tarde más de lo esperado y sin poder sentarme debido a la hora punta pero llegue al recinto donde se realizaba la exposición, evento, lanzamiento de los nuevos productos al que nos había invitado Nikon por ser una pequeña productora, a ese evento iba yo ya que al ser la semana digital de Seoul mis compañeros estaban asistiendo a otros eventos similares en diferentes lugares. Entregue mi invitación en la entrada y me dieron un pase de identificación, me sentía importante. El pabellón estaba repleto con pantallas de televisión emitiendo videos a todo color y muchas cámaras, de distintos tamaños expuestas, además de muchos accesorios. Pase horas mirando todos y cada uno de ellos detalladamente, apuntando los que nos podían interesar. Hasta llegar a una cámara réflex que era capaz de grabar en calidad 16K.

 

- Preciosa, no la podremos pagar en la vida – comenté para mi misma mientras apuntaba el modelo – bueno...– empecé a pensar en si había una posibilidad en poder pagar los 5.000.000 ₩ que costaba el juguete – no, en la vida – me comenté mientras la miraba, estábamos empezando y no podíamos gastar tanto.

 

- ¿A darte un capricho? – escuché a mi lado sobresaltándome.

 

- Que susto – comenté llevándome la mano al pecho mientras miraba a Jongdae.

 

- No tanto como el precio de esa cámara – comentó mirándola, me reí.

 

- Eso si – reconocí– ¿qué haces aquí? – le pregunté y el me enseño su identificación orgulloso.

 

- Lo mismo que tú – comentó– ¿vas a comprar algo? – yo me reí.

 

- En la vida – dije riéndome – no tenemos tanto presupuesto – suspiré algo decepcionada, había esperado encontrarme otra cosa en ese evento, pero todo eran productos nuevos e imposibles de pagar – la verdad es que me voy a ir pronto, no es lo que esperaba.

 

- La verdad que no – comentó el – si te vas ya, podemos, irnos juntos – comentó con una pequeña sonrisa.

 

- Vale – comenté con una sonrisa – seguro que has acabado ¿no? – y él asintió mientras empezábamos a caminar – debes estar ocupado últimamente – reflexione para mi misma mientras nos dirigíamos a la salida.

 

- ¿Lo dices porque no he ido a la cafetería? ¿Por? ¿Me echas de menos? – me pregunto sonriente mientras me aguantaba la puerta para salir.

 

- Me había acostumbrado ya – dije simplemente mirando alrededor, ya había oscurecido, siendo julio, eso significaba que era muy tarde.

 

- No te preocupes pronto volveré a verte – comentó empezando a andar.

 

- Tengo que ir por allí, con suerte el metro aún funciona – comenté mirando mi reloj – o tal vez no.

 

- Vamos a cenar – dijo simplemente cogiéndome de la mano y andando hacía su coche, no entendía porque me estaba poniendo roja pero notaba mis mofletes ardiendo y mi corazón acelerandose, por suerte era de noche.

 

- No hace falta – susurre nerviosa – puedo coger un taxi, ya es tarde.

 

- Por eso vamos a cenar, si fuese temprano iríamos a desayunar – me dijo con una sonrisa cuando habíamos llegado a su coche – que si quieres también podemos ir a desayunar – se metió en el coche y yo pensé unos segundos si iba con segundas. Claramente no podía ir con segundas. - ¿Dónde vamos?

 

- No lo sé, mandas tú ¿no? – le dije mientras me ponía el cinturón de seguridad. Vi como asentía sonriente, encendió el motor y condujo sin decirme el destino, mientras hablábamos relajadamente de lo que habíamos hecho esos días. Cuando aparcó, bajé del coche pero no reconocí la zona. – ¿Dónde estamos?

 

- Yangcheon-gu – comentó Jongdae poniéndose a mi lado – vamos – comenzó a caminar mientras yo le seguía.

 

- Parecía que estábamos más lejos – comenté distraídamente, aunque la verdad es que podíamos haber ido más cerca de la zona centro. A medida que cruzábamos algunas calles empezaba a haber más gente y se escuchaba más ruido y cuanto más nos acercábamos a lo que supuse era la calle principal pude ver puestos de comida, cuando nos adentramos pude ver el mercado de verano en todo su esplendor, puestos de comida, lugares de juego y demás.

 

- No te pierdas – comentó Jongdae mientras me cogía de la mano - ¿Qué te apetece? ¿Gimbap? ¿Ramen?¿ Tteokbokki? ¿Bibimbab? ¿Yangnyeom Tongdak?

 

- Gimbap – le dije mientras él hablaba, haciéndole reír – Tteokbokki – comente alegremente – todo – dije emocionada mirando a todos lados, me llegaban muchos olores diferentes haciendo que me diese cuenta del hambre que tenía en ese momento. El asintió sonriente mientras caminábamos entre la gente buscando un sitio que nos apeteciese, acabamos sentados en una pequeña mesa de un puesto que vendía Gimbap, Tteokbokki y salchichas rodeadas de patatas fritas, íbamos pidiendo a medida que comíamos, hablando cómodamente mientras cenábamos, no era para nada difícil hablar con él.

 

- Por cierto, creo que deberíamos hacer un plan los dos – comentó mientras cogía Tteokbokki.

 

- ¿De qué?

 

- Minseok y Joy parece que no van mal – comentó – tal vez para ayudar a Aria y Baekhyun – yo me reí.

 

- Esos dos no necesitan ayuda – comenté alegremente – se nota que se gustan desde el primer momento, esos van a acabar juntos sin nuestra ayuda.

 

- Tú también te diste cuenta – me dijo sonriente asintiendo.

- Yo ya he asumido a Baekhyun como cuñado pero es un secreto. - Eso esta bien – me miró sonriente.

- ¿Qué pasa?

 

- Nada, es solo que me gusta que consideres a Baekhyun como tu cuñado – no entendía muy bien porque tenia la sensación de que ocultaba algo en sus palabras. Discutimos porque no me dejo pagar, pidiéndome que le diera tarta gratis la próxima vez que viniera a la cafetería.

 

- Estoy llenísima – comenté feliz mientras volvíamos a caminar entre los puestos, miré la hora y vi que era muy tarde, me giré a mirarle – ¿no trabajas mañana? – él simplemente asintió – tal vez deberíamos ir volviendo, es más tarde de lo que pensaba – miró su reloj y se sorprendió cómo había hecho yo.

 

- Si, mejor, que trabajamos mañana – comenzamos a andar por otra calle de vuelta que también tenía puestos, emprendiendo el camino de vuelta cuando Jongdae paró de repente haciendo que casi me chocase con él, me miró con una gran sonrisa y vi como se acercaba a un puesto de juego. –Un momento – yo le seguí sin decir nada. – Te debo algo – comentó cuando estábamos frente a un puesto de baloncesto, hablo con el del puesto, le pago y este le dio tres balones de baloncesto. Yo le miré sin decir nada. Se arremangó y se dispuso a tirar, acertando el primer tanto, me miró sonriente y yo le devolví la sonrisa haciéndole un gesto con la mano de que lo había hecho muy bien, para mi sorpresa encestó los dos tiros restantes. Habló con el hombre del puesto que no parecía muy contento y este le tendió tres peluches: una alpaca rosa que era el peluche más grande, otra un poco más pequeña amarilla y una aún más pequeña de color azul, las cogió y se giro ofreciéndomelas, le mire sorprendida, dudando si me estaba ofreciendo los peluches. – Son para ti, te lo debo desde el parque de atracciones.

 

- No me debes nada – le dije negando con las manos sin evitar sonreír.

 

- Vale, no te debo nada, pero son para ti – le sonreí tímidamente mientras cogía los peluches – te gustan ¿no?

 

- Me encantan – respondí tímidamente sin parar de sonreír, no podía describir la sensación que tenía en ese momento, aún que era habitual estando cerca de Jongdae.

 

- Me alegro, ahora si, vamos – comenzó a caminar y yo le seguí agradeciéndole el regalo. No solté los peluches en ningún momento, me dejó en casa y le prometí que las dos próximas veces que viniese a la cafetería le invitaría a lo que quisiera, incluida la tarta. Subí a casa con los tres peluches como si fuese una niña pequeña, entre en casa con una sonrisa.

 

- ¿Y esos peluches? ¿Y esa sonrisa? ¿De dónde vienes tu tan contenta a estas horas? – me preguntó Aria que salía de su habitación y se acercaba a mirar mis peluches, Joy estaba revisando algo en su portátil sentada en la mesa del salón.

 

- Del evento de Nikon – comenté mientras me quitaba los zapatos – allí me he encontrado a Jongdae – noté como había llamado la atención de las dos – y hemos ido a cenar y ha acabado regalándome esto – noté la mirada de Ar