Epilogo
Forget Everything And Come Here
I dream a dream called you each night,and it keeps coming true All my roads lead to you, the light that links us together Once more, I'm gonna cherish you
EXO CBX - CHERISH
내 모든 걸 바칠게 I’ll give it my all
XIUMIN - PROMISE
- Minseok -
Miraba concentrado la carretera, en el coche solo se podía escuchar el sonido de la música que había puesto, me giré ligeramente para mirar a mi acompañante, Joy estaba completamente dormida con las gafas de sol puestas y la cabeza apoyada en la ventana del coche, me sorprendía que no se despertase con lo difícil que estaba esa carretera, me reí ante esa visión y seguí conduciendo hasta el hotel. Cuándo llegamos me quedé sentado dentro del coche mirando a Joy, que no tenía ninguna intención de despertarse, o eso parecía, llevábamos diez minutos parados cuando empezó a volver en sí.
- ¿Ya hemos llegado? – me preguntó mientras se estiraba.
- Si – le dije sonriente, por poco me quedaba dormido yo también esperando a que se despertase, salí del coche por fin y ella hizo lo mismo.
- ¿Y el resto? – miró alrededor, en el parking había muy pocos coches pero ninguno de nuestros amigos.
- Ni idea, se suponía que venían detrás – murmuré mientras buscaba el teléfono.
- Están desayunando – miré a Joy que tenía su teléfono en la mano – me han avisado pero estaba dormida ¿a ti no te han dicho nada?
- Dos llamadas de Baekhyun, una de Jongdae – enumeré mirando mi teléfono – pero estaba conduciendo, no me he enterado hasta ahora.
- Podían haberme llamado a mi – se quejó.
- Estabas dormida, tampoco lo habrías cogido – me burlé mientras abría el maletero y sacaba el equipaje.
- Ya, también es verdad – murmuró a mi lado, cada uno cogió sus maletas mientras nos dirigíamos al hotel.
- 3 años desde la última vez que estuvimos aquí – comenté distraído mirando alrededor, poco había cambiado el sitio, las cabañas ya no existían, pero a parte de eso, el lago, el bosque, el hotel, eran exactamente iguales.
- El tiempo vuela – asintió Joy mientras entrabamos al hotel y nos acercábamos al mostrador.
- Kim Minseok – le dije al chico de recepción que asintió mientras se disponía a buscar la información, Joy estaba distraída mirando alrededor – Vaya, estás aquí – le comenté divertido apoyándome en el mostrador y dedicándole una sonrisa juguetona.
- ¿Eh? – ella me miró sin entenderme – ¿dónde iba a estar si no? – yo me reí porque no había captado la broma.
- Disculpe – nos llamó el chico – ahora mismo están limpiando las habitaciones – nos informó en tono de disculpa – estarán listas enseguida, pero les esperábamos más tarde...
- ¿Cuánto tardarán? – pregunté.
- Una media hora, lo siento mucho de verdad – nos dedicó una reverencia.
- ¿Podemos dejar las cosas aquí? – preguntó Joy.
- Por supuesto, pueden dar una vuelta por los alrededor o el bar mientras acabamos de acomodarlo todo – miré a Joy.
- Vale, en media hora volvemos, dejamos aquí las cosas – el chico salió del mostrador para guardar las cosas, yo miré a Joy con una sonrisa mientras la agarraba de la mano y salíamos del hotel.
- Siempre he tenido curiosidad por aquello de allí – me comentó señalando a lo lejos – es dónde hicimos las pruebas del barro – me aclaró.
- ¿Y por qué esa curiosidad? – le pregunté mientras empezábamos a andar.
- Por saber si lo pusieron los de la empresa o si está siempre – me dijo alegremente.
- Yo creo que lo puso la empresa – le dije mientras íbamos andando. - Yo también, no era de muy buena calidad.
- No era más que barro y algunas cuerdas – hice memoria de lo sencillas que eran las pruebas realmente si trabajabas en equipo, cosa que en aquel entonces, Joy se había negado por completo a hacer conmigo – no te dejabas ayudar – declaré en voz alta mirándola.
- Si me dejé ayudar – declaró segura.
- ¿En cuál? ¿En la del barro? – ella asintió – si no llega a ser porque Baekhyun, Jongdae y Aria nos gritan aún sigo ahí esperando a que me dejes ayudarte.
- Bueno, podía hacerlo sola.
- Era trabajo en equipo.
- Da igual – comentó apartando la mirada, haciendo conmigo lo que quería como siempre. Andamos hasta llegar al recinto que creíamos que había estado la gymkana y como imaginábamos estaba vacío.
- Si me llegan a decir cuándo estaba haciendo las pruebas que tres años después iba a volver aquí a celebrar nuestro primer aniversario de boda, no me lo creo, en absoluto – comenté distraídamente mientras dejábamos atrás la zona de la gymkana y nos íbamos acercando al lago para dar un paseo.
- Yo pensaba que jamás iba a volver aquí así que imagínate – la acerqué a mi para pasar mi brazo por encima de sus hombros mientras ella pasaba su brazo por mi cintura.
- ¿De quién ha sido la idea de venir? – pregunté distraídamente mientras nos sentábamos al lado del lago, me senté en el césped mientras Joy se tumbaba apoyando su cabeza en mis piernas.
- ¿Baekhyun y Aria? ¿El viajes es para celebrar que se casan en dos semanas? – preguntó mirando a través de sus gafas de sol.
- Yo pensé que la idea había sido de Jongdae – miré el lago.
- La verdad es que no está mal – comentó ella, pasé una mano por su pelo mientras miraba distraído el paisaje, la miré y vi el pequeño collar con forma cuadrada que brillaba bajo la luz del sol, sonreí, no se lo quitaba nunca.
- Parece increíble que hayan pasado 3 años desde la primera vez que estuvimos aquí – seguí mirando el collar que había utilizado para pedirle que se casara conmigo.
- Ya – me dedicó una sonrisa, me incline para darle un dulce beso en los labios.
Nos quedamos bastante rato disfrutando de la brisa veraniega, hasta que finalmente decidimos movernos y volver al hotel, esperando que el chico tuviese nuestra habitación libre.
- Aquí tienen su llave – comentó el chico de recepción con una tímida sonrisa – habitación 126, si quieren pueden subir a la azotea, hay una bebida de invitación – nos comentó amablemente. Le agradecí la información mientras íbamos a dejar nuestras cosas al tercer piso.
- No cambia nada este sitio – comentó Joy mientras estábamos en el ascensor – ¿vosotros os llegasteis a tomar la copa? – me preguntó y yo negué, ella sonrió – nosotras si.
-Pues nada, luego me llevas si sabes el camino – comenté sonriente mientras salíamos al pasillo, fuimos a nuestra habitación, nada más llegar Joy dejó las cosas y se dejo caer en la cama. – ¿Qué? ¿Tienes sueño? – pregunté mientras abría mi maleta para ordenarla.
- Un poco – comentó bostezando – ¿qué vamos a hacer? – se incorporó – si me quedó aquí me duermo.
- Se me ocurren algunas cosas que hacer para entretenerte – comenté divertido mientras me tumbaba con ella en la cama, ella me miró sonriente mientras la atraía a mi para besarla.
- ¿Por ejemplo? – comentó sonriente cuando nos separamos, me incorporé e hice que se levantase conmigo, la llevé hasta la entrada, la apoyé en la pared.
- ¿Te acuerdas de esto? – le dije con una sonrisa mientras apoyaba mi antebrazo en la pared, dejando a Joy atrapada entre mi cuerpo y la pared, ella solo se rió fuertemente – ¿Qué pasa? ¿No te acuerdas? ¿En serio? – le comenté intentando ocultar mi preocupación, Joy agarró mi camisa y me acercó a ella para besarme.
Le devolví el beso mientras notaba como ella pasaba sus brazos por encima de mi cuello acercándome a ella, pegué mi cuerpo por completo a ella mientras el beso se volvía cada vez mas pasional, estaba a punto de cogerla en mis brazos para llevarla a la cama cómo había hecho tres años atrás, cuándo el sonido de un teléfono nos interrumpió. – No contestes – murmuré contra sus labios, pero no me hizo caso, se apartó ligeramente de mi mientras sacaba su teléfono del bolsillo y contestaba.
- ¿Qué? – contestó de manera seca a quien quiera que fuese quien había interrumpido nuestra recreación – ¿Ya habéis llegado? ¿No estabais desayunando? – me miró mientras hablaba – Si, vale, pues ¿nos vemos en media hora?...una hora, vale, nos vemos – colgó el teléfono y me miró – era Aria que ya han llegado, en una hora nos vemos abajo para comer – comentó.
- Pero podemos bajar mas tarde ¿no? – comenté acercándola de nuevo a mi para besarla, pero entonces se me ocurrió algo mejor – aunque en vez de recordar podemos hacer algo nuevo – comenté ella me miró mientras pasaba una mano por mi pelo.
- ¿Cómo qué?
- ¿Te apetece una ducha? – vi cómo sonreía mientras me agarraba de la camisa y me acercaba de nuevo a ella.
알 수 없는 강한 이끌림, 너를 향한 나의 두날개 펼쳐주고 싶어 With this mysterious and strong attraction, I want to spread my wings toward you
BAEKHYUN – BEAUTIFUL
- Baekhyun -
- Encima de que la aviso de que acabamos de llegar – se quejó Aria mientras colgaba el teléfono y me ayudaba a sacar las maletas del coche – si lo llego a saber nos quedamos mas rato en el pueblo dónde hemos parado – habíamos parado a desayunar en un pequeño pueblo que había sido sorprendentemente bonito, casas tradicionales, un lago pequeño, un río, una parada maravillosa.
- Si es que este sitio les trae muchos recuerdos – comentó Jongdae que había aparcado a nuestro lado mientras sacaba su equipaje.
- Podrían avisar de que han llegado – comentó Yuri mientras cogía una mochila de su maletero.
- Qué manía de no avisar nunca de nada de verdad – Aria cogió su maleta – le he dicho que en una hora en la entrada.
- ¿Una hora? – preguntó Yuri mientras empezábamos a caminar – ¿no puede ser un poco mas?
- ¿Por? – pregunté mientras íbamos hacía el hotel.
- Íbamos a hacer fotos – dijo Jongdae serio.
- ¿Dos horas? – negocié yo, Yuri miró a Jongdae esperando que el respondiera.
- Me vale, yo aviso a Minseok – dijo mientras sacaba el teléfono y le mandaba un mensaje, Aria y yo pedimos antes nuestra llave de la habitación y nos despedimos mientras nos íbamos a nuestra habitación.
- ¿Será la misma que la de la última vez? – pregunté mientras miraba la tarjeta. - Espero que no – me miró – será de una cama digo yo – yo asentí.
- Yo lo prefiero, la de una cama – le sonreí, ella se rió mientras asentía, salimos del ascensor y fuimos a nuestra habitación.
- ¡Eh! está habitación es enorme – exclamó Aria mientras la revisaba yo me acerqué al enorme ventanal que daba completamente al lago.
- Las vistas no están nada mal – le grité para que me escuchara, a los segundos apareció y se puso a mi lado.
- Está es mucho mejor que la de la última vez – exclamó feliz.
- ¿Qué hacemos ahora? ¿Quieres descansar? – le pregunté mientras ella apoyaba su cabeza en mi hombro, negó la cabeza – ¿damos un paseo? ¿Nos montamos una gymkana? – ella se rió.
- No gracias, los únicos barros que quiero son los del balneario, si no hay que pagar claro – yo asentí mientras la miraba apoyada en mi, me agarró del brazo y me miró – ¿damos un paseo por el lago? – me preguntó y yo asentí sonriente. Salimos de la habitación y fuimos hacía el lago, anduvimos por la orilla.
- Este sitio es mas bonito de lo que recordaba – comenté mientras andábamos cogidos de la mano, Aria asintió mientras miraba el lago, yo sonreí mientras la miraba. Vi como su expresión cambiaba de una calmada sonrisa a una cara de sorpresa.
- ¡Mira! Hay barquitas – me miró emocionada – ¿vamos?
- No puedo decirle que no a la hija de Poseidón – respondí sonriente mientras íbamos hacía el pequeño embarcadero, hablamos con el hombre que se encargaba y le dijimos que éramos huéspedes del hotel, nos indicó una barca dónde montarnos y así lo hicimos, nos sentamos uno frente al otro. Al principio me costó un poco remar porque nunca lo había hecho, pero en cuanto le pillé el truco, que fue bastante rápido, nos llevé por el lago calmadamente, hasta que en cierto punto dejé de remar para apreciar el paisaje.
- Por cierto – empecé mientras Aria me miraba – nos casamos en dos semanas – anuncié alegremente, le llevaba diciendo lo mismo desde hacía dos semanas.
- Ya, ya, algo he oído – comentó, estaba dispuesto a decir algo pero no me atreví por su mirada – ya eh, la boda ya está montada y no quiero hablar de nada.
- Vale – dije cómo un niño bueno mientras le sonreía, había estado muy estresada con los preparativos, yo había querido ayudar pero cuando lo intentaba parecía que las cosas se complicaban más para Aria, por lo que me limité a seguir sus ordenes, miré hacía la orilla y vi las merenderas dispersas, aunque estábamos algo lejos aún podía vislumbrarlas, sonreí al recordar una noche que habíamos pasado Aria y yo sentados allí mientras mirábamos el lago.
- ¿Qué piensas? – me preguntó de una manera suave, me giré a mirarla, me dedicó una pequeña sonrisa.
- ¿Te acuerdas de cuando no podía dormir y me acompañaste a tomar un cola cao al lado del lago? – le pregunté nostálgico. Al final Aria había encontrado la manera de que algunas tiendas se interesasen por el producto y lo había traído, se vendía a un precio algo elevado pero la verdad era que era lo que mejor funcionaba cuando no podía dormir.
- Si – se rió – esa noche es para recordar.
- Cuando descubrí que eras la reina del mar – recordé divertido.
- Si y me escoltaste y todo porque mi ejercito de peces estaba descansando – ambos reímos ante aquel recuerdo.
- Quería demostrarte que era todo un príncipe – recordé que me había molestado esa noche la familiaridad que se había creado entre Aria y Jongdae siendo Reina y Príncipe, ahora solo pensar en el momento en el que me molesté parecía ridículo.
- Al final lo conseguiste.
- Sabes, esa noche fue cuando lo decidí – me miró sin saber muy bien a que me refería – que iba a ir a por ti, esa noche lo supe – declaré por primera vez, ella sonrió ampliamente, noté como se sonrojaba – aunque desde que te vi me llamaste la atención, pero esa noche pensé que no podía dejarte escapar – ella me miró fijamente, me acerqué a ella y le di un corto beso, la miré.
- La primera vez que cenamos juntos – empezó contestando la pregunta que no había hecho pero quería hacerle – me caíste muy bien, me pareciste ¿único?
- Lo soy – dije seguro y ella asintió – ¿cuándo decidiste que no me ibas a dejar escapar?
- Cuándo me llevaste a casa en moto – comentó me incorporé un poco mirándola sorprendido – siempre que te veo en moto me acuerdo de ese día – se quedó pensativa – estabas tan y – le miré mientras arqueaba una ceja – lo estás siempre que vas en ella, cómo me gusta.
- ¿A si? – le pregunté provocativamente – tal vez deberíamos usar eso en un método mas creativo – ella soltó una carcajada al darse cuenta de lo que me refería.
- Deberíamos – me dijo sonriente y sabía que lo decía en serio ¿Por qué esa moto estaba tan lejos? Si hubiese sabido lo que acabábamos de hablar la hubiese traído en lugar del coche... se me ocurrían muchas cosas para hacer juntos en la moto.
- Algo pensaré, no te preocupes – le dije y ella asintió con una sonrisa. – Aprovechando que nos ponemos ys ¿cuándo vamos a tener a Habaek? – ella me miró sorprendida.
- ¿No nos hemos casado todavía y ya estás pensando en tener a Habaek? – exclamó y yo asentí sonriente, una vez me había dicho que si tenía un hijo tendría que llamarse Habaek porque sería el dios del agua, ya que ella era la hija de Poseidón.
- Si – dije seguro sonriendo.
- Primero la boda y luego ya veremos – me respondió.
- Pero yo quiero tener hijos pronto – me quejé suavemente.
- No, poco a poco – me dijo segura – además tenemos a Jongdae y a Bulbi ¿qué más hijos quieres?
- Bulbi te quiere mas a ti que a mi – declaré seguro del peluche que le había regalado, en realidad era que ella adoraba ese peluche, años después y me seguía poniendo celoso del peluche – y Jongdae, ese está perdido ya.
- Oye, Bulbi nos quiero a los dos – dijo sonriente.
-Además yo no quiero que mis hijos llamen hyung a los hijos de Minseok – me quejé – el es mi hyung quiero que los suyos llamen hyung a los míos – declaré seguro.
- Pero es que son los mayores, tendrán que tener hijos antes – me explicó. - Ya pero quiero que los míos sean mayores – rebatí.
- Pero si todavía no tienen hijos, aún hay tiempo, tú tranquilo.
- No, tranquilo no, porque Minseok en cualquier momento nos dice que van a tener un hijo y ya no puedo y después de hoy los otros dos van a estar prometidos y seguro se nos adelantan, y ya estará nuestro hijo llamando hyung a los de Jongdae – me quejé, en realidad no me importaba pero era verdad que me hacía ilusión que mis hijos fuesen mayores que los de Minseok.
- ¿Qué has dicho? – me preguntó Aria mirándome fijamente.
- Si ya lo sabes – dije simplemente – que quiero que nuestros preciosos hijos...
- No, eso no es lo que has dicho – me corto, yo la miré recordando mis palabras sin entender y entonces lo entendí, había metido la pata, el último día.
- No he dicho nada – dije rápidamente, Aria me miró mientras una sonrisa empezaba a asomar en sus labios – es un secreto – le dije rápidamente.
- ¡Que fuerte! – exclamó emocionada, que me perdonase mi amigo.
손을 잡고 날아가 영원히 언제 까지나 Holding your hand and flying forever, until always
CHEN – BEST LUCK (EXO)
- Jongdae -
Tardamos una media hora en encontrar un sitio que me gustase para las fotos que quería hacer.
- ¿Aquí está bien entonces? – me giré a mirar a mi novia, para encontrármela apoyada en un árbol mirándome a través de su cámara de fotos, sonreí y ella se apartó satisfecha con las fotos que me acababa de hacer. Miré de nuevo el bosque, había arboles enormes de metros de altura, de hojas verdes por donde se filtraba la luz dando el ambiente de árbol encantado que tenía en mi mente para esas fotos.
- Es el sitio perfecto – me giré para sacar el vestido que había pedido prestado a la revista para la que trabajaba de la mochila, nada más verlo me había imaginado a Yuri con el y debía de hacer fotos de ese momento, me puse de pie con el vestido en la mano – aquí tienes – se lo ofrecí, ella me dio su cámara para que la guardara, escuché cómo daba unos pasos y me mantuve girado para darle privacidad mientras se cambiaba, era una costumbre que tenía de las sesiones de fotos, mientras ajustaba la cámara a la luz del lugar.
- ¿Entonces cual es exactamente el concepto? – me preguntó, yo seguí sin girarme aunque estaba tentado.
- La sensualidad de la inocencia – respondí recordando la imagen que tenía en mi cabeza y que quería reproducir: ella andando por un bosque encantado, descalza con el vestido rojo destacando sobre el verde de los arboles.
- ¿Y yo soy la inocencia? – escuché su tono divertido – ¿esté vestido cómo se supone que va? – me giré para mirarla, se había puesto el largo vestido rojo, tenía una apertura que permitía ver una de sus piernas completamente, tenía su pelo largo ondulado para la sesión y se agarraba la parte de arriba sin estar muy segura de que hacer, me miró – una ayuda no me vendría mal – me dijo con una sonrisa irónica, me acerqué a ella y me puse a su espalda, me dio las largas tiras de tela roja, las cogí y se apartó el pelo hacía un lado.
- ¿Con este vestido en serio crees que puedes ser la inocencia? – hice una cruz con la tela, pasé los brazos por su cintura para cruzar la tela por delante y atarla atrás, mientras hacia el nudo pude ver su pequeño tatuaje en la parte del cuello, me incliné para darle un corto beso.
- Claro que puedo – se giró con una sonrisa – ¿qué tal? ¿sensual? – me preguntó divertida, la miré de arriba abajo atentamente, demasiado sensual, intenté controlarme.
- Perfecto – le dediqué una sonrisa, nos alejamos un poco de dónde habíamos dejado las cosas, Yuri se adelantó entre los arboles para posar, yo le indicaba lo que tenía que hacer en parte porque ella había captado el concepto demasiado bien, las imágenes iban tomando forma tal y como las había imaginado, el bosque verde contrastaba con su vestido rojo y vaporoso, descalza entre la naturaleza.
Me concentré en hacerle las fotos. Estaba apoyada en un árbol, mirando hacia la derecha, no sabía cuanto rato llevábamos haciendo fotos, no me convencía esa foto, le acababa de hacer una mirándome directamente, pero quería otra diferente – espera – le dije mientras apartaba la cámara un momento y me acercaba a ella.
- ¿Qué tal van? – me preguntó cuando estuve frente a ella, solía haber silencio entre nosotros cuando hacíamos fotos, ambos éramos iguales en ese aspecto y nos habíamos hecho mas de una sesión el uno al otro.
- Bien – dije concentrado en ella – ponte como estabas – le pedí, ella enseguida volvió a girar, su pelo caía por delante de ella, lo aparte suavemente acariciándole desde la sien hasta el cuello, noté como reaccionaba inconsciente al contacto, me miró un segundo para volver a la postura que le había marcado. Hice un par de fotos y su pelo volvió a caer por delante de su hombro, volví a apartar la cámara mientras me acercaba a ella de nuevo. Cuando estuve delante de ella me volvió a mirar, mientras la miraba fijamente volví a apartarle el pelo acariciándole el cuello, esta vez bajando por su hombro, recorriendo su brazo suavemente hasta cogerle la mano – ya casi acabamos – ella me miró fijamente, me moví dispuesto a volver a hacer las fotos cuando me di cuenta de que había agarrado ligeramente del jersey, la miré divertido, me hizo un rápida expresión que conocía perfectamente, sabía lo que quería. Me acerqué a ella y le di un corto beso en los labios, o esa era mi intención ya que ella atrapó mis labios con los suyos, llevé mi mano a su cara, sus manos me acercaron ligeramente a ella agarrándome por el jersey. Era un beso dulce, pero aún así noté la adrenalina recorrer mi cuerpo entero, la había notado desde que la había visto con ese vestido pero quería mantenerme profesional, había controlado todas las sensaciones que mi cuerpo había gritado, pero era difícil ignorar la adrenalina recorrer mis venas cuando me besaba. Se separó quedando a centímetros de mi.
- No me provoques – le pedí en un susurro mirándola pero sin alejarme.
- No he empezado yo – declaró segura mirándome a los ojos – yo hemos quedado en que soy la inocencia – comentó acercándose de nuevo a mi para darme un corto beso en los labios.
- No, eso desde luego no lo eres – dije seguro sin moverme, pasé mi mano por su cintura para acercarla a mi – me estás seduciendo ahora mismo – susurré casi pegado a sus labios.
- Has sido tú – dijo segura, noté como llevaba una de sus manos a mi pelo y repetía el gesto que había hecho en ella para colocarle el pelo, la miré mientras notaba mi respiración acelerarse, se acercó a mi para darme otro corto beso y morderme el labio, lo sabía, ella sabía que cada vez que hacía eso me volvía completamente loco – ahora si he sido yo – dijo orgullosa, la miré y vi como sonreía, la acerqué a mi con la mano que tenía en su cintura y atrape sus labios con los míos, está vez sin barreras, demostrándole todas las sensaciones que estaba provocando en mi, queriendo que ella también las sintiera, me pegué a ella completamente mientras ella estaba apoyada en el árbol. La besaba con pasión, notaba sus manos en mi pelo, una de mis manos que estaba en su cuello bajo lentamente por su clavícula, bajando hasta su cintura, buscando su cadera, hasta encontrar la ape
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