너의  눈  너의  코  너의  입을,  나만  보고  싶어  욕심  같니   Your eyes, your nose, your lips, I wanna be the only one who looks at you

 

 

BAEKHYUN – UNFAIR(EXO)

 

 

- Baekhyun -

Miré el reloj, había llegado bastante antes de lo que ella me había dicho, movía la pierna de manera nerviosa porque realmente no sabía que iba a salir de esa conversación. Aún estaba sorprendido por el hecho de que realmente le hubiese dado a hyung los peluches que le había conseguido en el parque de atracciones, cuando él me los dio solo se me ocurrió enviarle el mensaje y esperar como un idiota mirando el teléfono hasta que me respondiera, cuándo lo hizo fue una respuesta tan cortante que me enfadó y solo pude pensar en que me devolviese todo lo que había pasado entre nosotros, pero como eso no se podía, le pedí la chaqueta. ¿Por qué me había devuelto las cosas? Ella no tenia derecho a estar enfadada, yo era quien la había visto yendo espectacular a cenar con otro hombre, y aunque no estuviésemos saliendo oficialmente, para mi, en parte lo estábamos. Debería de haber dejado las cosas claras así no tendría citas con otras personas. Bufé mientras me pasaba las manos por el pelo.

Prefería pensar que estaba en una primera cita con ese chico, aunque había una voz en mi cabeza que repetía el hecho de que llevaban más tiempo saliendo y que todo lo que yo había dado por hecho, todo lo que yo aseguraba que había entre nosotros, era solo de mi parte. Y eso me molestaba. Di un trago al café tratando de calmarme, miraba nerviosamente a la puerta hasta que la vi aparecer y de pronto me calme, había venido de verdad, temía que no lo hiciese. Miró por el café y pareció verme, iba a saludar con la mano cuando apartó la mirada y se fue a la barra a pedir, asentí decepcionado, empezábamos bien. La miré hasta que llegó a la mesa y plantó la chaqueta encima sin dejarme saludar siquiera, vale, estaba enfadada, y no tenia por qué. Pensé que eso no podía ser más extraño hasta que me preguntó por cómo estaba el peluche que me había devuelto. Dejándome descolocado, el problema era que eso era lo que más me gustaba de ella, en dos segundos era capaz de romper todas las normas establecidas y volverme loco. Y pasó de sorprenderme a hacer que me sintiese realmente insultado cuando se ofreció a pagarme el peluche. ¿Qué parte no había entendido de que era un regalo? Ella misma había dicho que los regalos no se rechazan y ella había rechazado los míos.

 

- Los regalos no se echan en cara después – de la sorpresa al insulto a la culpa. Ese era el recorrido de emociones en un tiempo record. Traté de escaparme de eso porque sabía que me había comportado como un absoluto imbécil en la cena.

 

- Quería preguntarle algo – dude entre el tema de conversación hasta que recordé la reunión del día anterior, quería una excusa para poder hablar – ¿Qué ha pasado con Minseok y Joy? – fue la mejor excusa que se me ocurrió.

 

- ¿Y a ti que te importa? – directa, ouch.

 

- Porque no lo entiendo – los acontecimientos de los últimos días se amontonaron en mi mente y la conversación con mis amigos, ninguna de ellas tenía sentido – que ganáis teniendo novio las tres y jugando con nosotros – le recriminé tratando de ocultar lo que me molestaba eso, ella había empezado a hablar y por su reacción pude ver que estaba sorprendida, de que lo supiera supongo – ¿Por qué no me dijiste que tenias novio? Todas – añadí de manera seria pero pasó de la sorpresa a la risa, enfadándome, a mi no me hacía gracia, esos juegos no iban conmigo – a mi no me parece divertido – dije con el tono más frío que pude.

 

- ¿Qué novios?¿Qué dices?

 

- El tuyo y el de tus amigas – le recordé, ¿qué intentaba negar? - Preséntamelos.

 

- ¿Cómo? – me sentía molesto y sorprendido a la vez ¿hablaba en serio o estaba intentando tomarme por tonto?

 

- Qué me los presentes, me encantaría conocer a mi novio y al de mis amigas – me contestó con un tono algo más serio.

 

- ¿Cómo que te lo presente? – pregunté incrédulo.

 

- Además ¿qué te importa? – empezó para seguir hablando muy rápido confundiéndome, demasiada información de golpe: no tenía novio, no había visto Peter Pan, dejar de hablar, cine, otra chica. ¿Cómo que otra chica? ¿De que hablaba?

 

- Para para para – le pedí tratando ordenar toda la repentina formación – ¿de que hablas?

 

- ¿Qué no te acuerdas? No sé tu, pero dejaste de hablarme de la noche a la mañana sin razón – me acusó.

 

- Sin razón no – me defendí. Eso no era cierto, tenía mis razones. – No me digas que te ibas a venir conmigo después de haber estado cenando con tu novio, porque yo te estaba invitando como una cita – confesé, esa cita que llevaba esperando tener con ella desde el día que la conocí y que no me había atrevido a pedirle directamente, conformándome con que nos viéramos como amigos, pero algo había cambiado por completo en el parque de atracciones, yo sabía que ella me gustaba desde antes, pero no quería apresurar las cosas y se me habían adelantado.

 

- Y dale, ¿qué novio? – me preguntó exasperada mirándome fijamente.

 

- El tuyo – añadí simplemente.

 

- Preséntamelo porque no le conozco – me dijo elevando la voz – además ¿qué me ibas a invitar a una cita? ¿Por qué no me lo dices directamente? ¿O es que te salió un plan mejor con esa chica? – ¿cómo iba a presentarle a su novio?

 

- Cómo no le vas a conocer si os vi – un segundo ¿de que chica estamos hablando? Me estaba perdiendo, no estábamos hablando de lo mismo – espera, de nuevo, ¿qué chica? – traté de concentrarme en su acusación.

 

- La del cine – contestó segura para al segundo cambiar su expresión – cómo que me viste, vamos a ver, si yo tuviese novio, digo yo que me habría enterado.

 

- ¿Qué cine? – pregunté cuando el resto de lo que había dicho llegó a mi “si tuviese novio” eso quería decir que... – entonces ¿no tienes novio? – pregunté asombrado y esperanzado.

 

- No – me acababa de afirmar que no tenía novio, pero yo la había visto, era ella, no la confundiría nunca, por muy de noche fue fuese...

 

- ¿Y el chico con el que te vi? – recordé como iba ella, al lado de un chico de traje, estaba llegando a la puerta de un restaurante exclusivo de Gangnam, primero había pensado en acercarme a hablar con ella, a saludarla, pero la había visto sonreír y acercarse a su acompañante por lo que simplemente decidí no interrumpir su maravilloso momento juntos. – Ibais juntos, tú ibas muy arreglada a un restaurante bastante caro – le dije mientras recordaba.

 

- ¿Yo en un restaurante caro? – me espetó como si la hubiese insultado – ¿un restaurante japonés? – preguntó de golpe mirándome intrigada

 

- Exacto – sabía que era ella y no me había equivocado.

 

- Era una cena de trabajo – me dijo y parpadeé varias veces inseguro de se había escuchado bien.

 

- ¿Trabajo? – notaba mi expresión palidecer, dándome cuenta de que tal vez, me había precipitado, un poco, bastante, demasiado y la había cagado.

 

- Si, pero repito, que no entiendo porque te enfadas por eso, tengo muchas reuniones de trabajo, esta era de emergencia y por eso quedamos allí. Aunque dudo mucho que lo que tuvieras en el cine fuese una cita de trabajo.

 

- ¿Qué cine? – si ella había estado en una cena de trabajo yo había sido un completo idiota y un imbécil además de un celoso por una soberana estupidez – ¿entonces no estás saliendo con nadie? – pregunté suavemente, encajando todo lo sucedido.

 

- ¿Cómo quieres que te lo diga? NO – me quede callado ¿cómo podía haber estado a punto de perderla por ser un idiota? – pero tu parece que si – ¿yo? No. Algo seguía fallando en nuestra conversación, me recompuse rápidamente, dispuesto a no perder la oportunidad.

 

- No, no, no – me defendí – yo solo quería salir contigo – confesé inconscientemente – no se de que chica me hablas en el cine.

 

- Una chica, te vi con ella, pero eso no es lo que me molesta, lo que si que me molesta es que dejes de hablarme de un día para otro.

 

- Te deje de hablar, porque te vi con ese chico – no era capaz de mirarla, había metido la pata hasta el fondo y no sabía como arreglarlo, ni si ella quería que lo arreglara – y pensé que estabais en una cita, y me enfade – reconocí.

 

- Pues no tenias porque.

 

- Lo sé, pero pensé que se me habían adelantado y no me gustó – reconocí resignado, le tuve que aclarar que la noche del cine con mi pr