Capitulo XXXVI
InstintoCuando salí me encontré con Leslie en el patio. Chaerin estaba a varios metros de distancia de ella, más cerca del agua. Leslie me agarró por el brazo cuando pasé corriendo por su lado, y vi que estaba blanca como el papel. Estaba demasiado oscuro para poder ver qué pasaba, pero me invadió una tremenda sensación de congoja y terror. Acababa de suceder algo horroroso y jamás había visto a Chaerin tan afectada.
—¡Teddy! —vociferó Chaerin, y se detuvo—. ¡Teddy!
—Voy a buscarlo —susurró Leslie con nerviosismo. Me apretujó el brazo con tanta fuerza que incluso me hizo daño, pero ni siquiera me di cuenta de ello —. Tú quédate aquí, Dara. No te muevas. En seguida vuelvo.
—¡Corre! —le rogó Chaerin, pero Leslie ya había desaparecido.
Y aunque me quedé inmóvil, mis ojos se fueron acostumbrando poco a poco a la oscuridad. La luz de la luna se coló un instante entre las ramas de un árbol e iluminó a Chaerin. Vi que llevaba en brazos una figura flácida y se me cortó la respiración. De inmediato pensé que a Matilda le había pasado algo. Las chicas se habían pasado de brutas con sus juegos, la perra había resultado herida y Chaerin sabía muy bien que cuando un animal sufre algún daño me pongo histérica. Pero entonces vi a Matilda gimoteando a sus pies, con el pelaje blanco empapado. Vislumbré manchas oscuras que alt
Comments