Ya han pasado dos meses desde el incidente con Kay, pero han sido los dos meses más felices de mi vida.

Salimos con frecuencia ahora, pero Yuto es muy sobreprotector, hay veces que tengo miedo de que en cualquier momento nos separen, aunque ya no hemos sabido nada de Kay.

Sé que él probablemente tenga alguna idea de donde nos encontramos, la pregunta es por qué no ha venido a buscarnos si tanto quiere encontrarme. No voy a mentir, una pequeña parte de mi aún piensa en Kay, aunque haya hecho lo que haya hecho. Pasamos momentos felices, momentos que a veces me son difíciles de olvidar.

Pero... mi amor por Yuto crece más y más cada día. Su amor me ha ayudado a ir olvidando a Kay a sanar heridas que más creí que podrían sanar.

Sería una tonta si dijera que no me gusta lo que mi corazón está sintiendo.

Yuto se ha vuelto en alguien muy importante para mí y puedo sentirlo, es algo tan especial e intenso lo que compartimos ambos.

La manera en que me escucha, la manera en que me mira, la manera en la que toma mi mano. Cuando me dice cuánto me ama. La manera en cómo sus labios rozan mi oído cuando me susurra dulces cosas cuando hacemos el amor.

Su dulce voz, cuando ríe, es una hermosa melodía para mis oídos.

Yuto está siempre mi mente a tal punto que es intoxicante. Aun así su presencia me mantiene viva, él es la razón por la cual mi corazón sigue latiendo.

Aun en nuestra burbuja privada, nos mantenemos al tanto de lo externo, yo me mantengo en contacto con Hana.

Es agradable poder platicar con ella. Cuanto quisiera poder verla,  platicar horas y  horas en su café, pero en estos momentos no es posible, necesitamos tomar precauciones hasta estar seguros que estaramos a salvo.

Dejo escapar un suspiro, mi mirada perdida a través de los grandes ventanales esperando a que Yuto vuelva, es la primera vez que me deja sola ya que tuvo que atender una situación muy urgente de negocios.

"¿Pensando en mí?", al escuchar su voz giro para verlo y le brindo una sonrisa, aliviada, él se acerca a mí y me abraza, mi ansiedad y tensión se esfuman al instante.

"¿Qué sucede?", sus ojos estudian mi rostro. Niego con la cabeza.

"Nada, sólo...pensaba", sus ojos me miran con desaprobación.

"¿Qué sucede?", lo sabía, no puedo esconderle nada, él me conoce basta bien ahora.

"Veo en tus ojos que algo realmente te está molestando…"

Recargo suavemente mi cabeza en su pecho, sus brazos rodean de manera protectora mi cuerpo.

"Pensaba en todo lo que ha pasado en estos meses, el tiempo... pasa muy rápido"

Él asiente, nos quedamos en silencio y nos quedamos así por varios minutos, sin importarnos todo lo demás.

Siento los labios de Yuto presionar mi frente gentilmente.

"Te extrañe", sus dedos toman mi barbilla levantando mi rostro, sus labios encontrándose con los míos dulcemente. Besa mi mejilla, detrás de mí oreja, bajando dejando un camino de besos húmedos en la línea de mi cuello, comienzo a sentir caliente mi cuerpo, sus labios seduciéndome.

No hay necesidad de palabras, ambos sabemos qué es lo que queremos.

Yuto, se ha vuelto mi otra mitad. Mi alma gemela.

Me doy la vuelta encarándolo, mis manos hacen su recorrido por su pecho, su cuello hasta enterrar mis dedos en su suave cabello, acercándolo más a mí y exigir sus labios, él responde y profundiza más y más el beso mientras que los dedos de él van dejando rojas marcas por toda mi espalda, mi cintura hasta mis caderas, apretando sensualmente.

"Yuto..."

Sus manos se dirigen a mi bajo vientre y desabotonan mis jeans, sus dedos rozan mi feminidad por encima de la tela haciendo que deje escapar un largo y profundo suspiro.

Hacemos nuestro camino hacia la cama y en el transcurso él se deshace de toda mi ropa, dejándome lista y expuesta para él. Yuto cae sobre la cama y yo quedo encima de él, mi húmeda feminidad roza su miembro excitado y aun atrapado bajo la tela de sus pantalones.

Yuto gime al contacto y es un punto fuerte para mi verlo debajo de mí, gimiendo, su rostro lleno de placer.

“Gaya… ahhh… detente”, dice entre gemidos. Sus manos encuentran mis caderas y entierra sus dedos en mi piel tratando de detenerme, pero falla. Comienzo a desabrochar su camisa, rozando mis dedos en su piel ahora expuesta.

Él me toma de la cintura y en un movimiento rápido ahora yo estoy debajo de él.

“Suficiente”, dice con voz seductora, sus ojos obscuros y deseosos. Se aleja de mí y quita el resto de su ropa, su cuerpo gloriosamente desnudo, y mío.

Él me dedica una sonrisa traviesa, toma una de mis piernas, y comienza a hacer un camino de besos, lentos, torturándome. Cada se acerca más y más ahí… gimo en frustración arqueando mi espalda ante sus besos.

“Ahhh…”, le suplico.

En mis relaciones pasadas nadie me ha hecho sentir de esta manera. Ni siquiera Kay.

Yuto lleva mi pierna a su hombro y se posiciona, anticipo la sensación, tomo las sabanas cerrando en fuertes puños mis manos, ambos gemimos fuerte cuando él me penetra lento y por completo.

Es una nueva sensación, más intensa. Yuto comienza a embestirme a un ritmo lento y sensual. Arqueo mi espalda al sentir esta dulce sensación, siento las manos de Yuto masajear mis pechos.

Yuto aumenta la velocidad y grito llena de placer cuando golpea mi dulce punto una y otra vez.

“¡Ahhh… Yuto!”

“Eso... es...Oh...”, su voz se apaga, su respiración se acelera más y más siendo él quien grita mi nombre, escalando más y más su o, viniéndose de lleno dentro de mí.

Yuto sigue su ritmo salvaje y fuerte, minutos después, grito su nombre al sentir esa ola de placer por todo mi cuerpo, llevándome alto, muy alto, mi o parece no tener fin.

“Ahh…”, escucho gemir a Yuto y ambos nos detenemos tratando de recuperar el aliento. Siento sus labios besar gentilmente los míos.

Sus brazos rodean mi cintura y me levantan, haciéndome que me siente, mi pecho contra el suyo.

“Date la vuelta”, me ordena, sabiendo que esto no ha terminado aún. Hago lo que me dice, ahora mi espalda toca su húmedo y sensual torso sus manos acarician mi cintura, mi vientre hasta llegar a mi feminidad, sus dedos rozan mi ahora sensible feminidad, gimo fuerte y echo mi cabeza hacia atrás mi cabeza tocando su hombro.

Sus labios rozan la línea de cuello, hasta mi hombro. Mi cuerpo comienza a moverse a un lento y erótico ritmo encontrándome con sus dedos ahí abajo.

“Yuto…”, parece que lo único que sale de mi boca es su nombre, pero lo que me hace sentir… es demasiado.

“Mmmm, amo cuando gimes mi nombre…”, susurra en mi oído. “Tan hermosa…”, añade.

Muerdo mi labio al sentir esa deliciosa liberación cerca. Yuto se detiene, remplaza sus dedos por su miembro, penetrándome rápido y fuerte.

“Ahhhh…”, Yuto gime en mi oído. Ambos nos comenzamos a mover en un lento y placentero ritmo, disfrutando, sintiéndonos.

“Te amo…”, su voz es dulce y esta vez los dos llegamos a nuestro juntos, fuerte e intenso…

Autor

Kay observa asqueado el lugar donde ellos han compartido este tiempo. Donde han dormido juntos.

Ese hombre, ese bastardo, la ha vuelto a una zorra.

“¿Creen que me he dado por vencido?”

Él le mostrara al gran Yuto Nakajima lo que se siente que te quiten algo que es tuyo, cuan dolor ha sentido desde que él aparto a Gaya de su lado.

“Esto apenas comienza”