21.

Intoxication

“¡Mírate! Debes descansar Yuto, yo cuidaré de ella, si en tu ausencia despierta te haré saber de inmediato”.

“No. Permaneceré aquí hasta que despierte, quiero estar con ella, Hana. He estado separada de ella por bastante tiempo, no me niegues esto, además… ya no sólo es ella… y yo… le fallé. Fallé en protegerla-”

“No”, logro encontrar mi voz, la luz me cega, tardo varios segundo en enfocar mi mirada. A mi lado están Hana y Yuto, y al ver a Yuto los recuerdos de aquellas dos noches me golpean con suma fuerza, mis ojos se llenan con lágrimas al ver al hombre que jamás pensé que volvería a ver. Hana nos da privacidad saliendo de la habitación.

En un instante Yuto está a mi lado tomando delicadamente mis manos, rodeando mi tembloroso cuerpo con sus cálidos y fuertes brazos, “Yuto”, se me rompe la voz, abrazo desesperadamente su cuello atrayéndolo imposiblemente más cerca, la necesidad de sentirlo, tocarlo, mirarlo es infinita pues sigo sin creer que verdaderamente se encuentra conmigo, abrazándome. 

Vivo.

“Yo pensé, yo creí… yo-Kay me dijo que tú-”, sollozo al recordar cuando le dispararon y yo no pude hacer nada, las palabras de Kay asegurándome que Yuto había muerto.

“Oh Gaya, nena”, Yuto responde mis lágrimas y vulnerables palabras, entierra su rostro en mi pelo, su voz es atormentada y a la vez llena de alivio, sus manos acarician mi cuerpo tembloroso con suma ternura y delicadeza para después explorar mi rostro, sus labios besan mi cabeza, mi frente, mi nariz, mis mejillas una y otra vez, repitiendo en cada beso dulces palabras y reafirmándome, provocando que poco a poco me tranquilice y me derrita en sus brazos por tanto cariño y adoración.

No sé en qué momento he cerrado mis ojos, pero es tal el regocijo y la felicidad que no puedo evitarlo, mi cabeza descansa en el pecho de Yuto, escuchando el dulce y tranquilizador sonido de su corazón, confirmándome aún más que está vivo y es real.

Totalmente tranquilizada y contenta giro mi cabeza para plantar un beso en su pecho justo donde está su corazón y quiero reír porque en cuanto hago eso su corazón se dispara.

Sus manos que habían estado en mi rostro ahora descansan en mi levemente abultado vientre, moviendo sus pulgares en círculos provocando que sienta cosquilleos y que mi corazón se contraiga felizmente al saber que mi bebé y yo estamos a salvo en los brazos de su padre, de mi hombre y que podremos continuar con nuestra historia, juntos, en familia.

Posando mis manos encima de las de Yuto, dejo salir un suspiro en satisfacción, Yuto ríe suavemente y besa mi cien con dulzura.

“Entonces… estuve en lo correcto”, Yuto susurra suavemente en mi oído mientras su mano da un leve apretón en mi vientre, de inmediato sé a lo que se refiere pero a la vez me resulta confuso ¿cuándo se dio cuenta?

“Oh mi Gaya. Me has vuelto por segunda vez el hombre más feliz y afortunado del universo”, sus labios reclaman los míos en un beso dulce y a la vez posesivo que se va volviendo desesperado y carnal. Gimo en su boca dándole oportunidad de que su lengua conquiste la mía, me aferro a su camisa y le respondo con todo mí ser, extrañando la sensación de sus dulces y sensuales labios contra los míos, de su cuerpo frotándose contra el mío y su calidez rodeándome.

Oh… ha pasado mucho tiempo.

Quedándonos sin aliento rompemos la dulce conexión por unos segundos para después volver a conectar nuestros labios ahora en un suave y delicado beso.

Con nuestra respiración pesada abro mis ojos soñadores y esperanzados para encontrarme con los suyos reflejando mis emociones, sin perder aquel intenso contacto visual acaricio su mandíbula hasta descansar mi mano en su pecho donde su corazón late desenfrenado bajo la palma de mi mano, mientras la suya aprisiona mi cuello en una acción posesiva acercándome hacia él para descansar su frente sobre la mía, nos volvemos a besar y esta vez como si fuera la primera vez, intenso, desgarrador, carnal; hasta que nuestros labios duelan.

Nos quedamos quietos, recuperando el aliento con nuestros ojos cerrados disfrutando la calidez que emana nuestros cuerpos mezclándose en una danza de felicidad, como dos almas gemelas rencontrándose.

“¿Cómo fue que te diste cuenta?”, pregunto cuando puedo pensar y encontrar mi voz, sorprendida de que él de alguna u otra manera haya sospechado de mi estado.

Sonriendo suavemente besa mi mejilla, “En la intimidad te volviste más insaciable, algo de lo que no me quejo, claro. Tus hermosos pechos crecieron y tu apetito aumentaba, solo eran sospechas, podría haber sido la presión en la que nos encontrábamos”, me sonrojo y asiento con la cabeza, Yuto siempre me ha sorprendido, siempre tan observador y atento.

“Yo también tuve mis sospechas… pero con todo el caos que se desató…”, los recuerdos de cuando me arrebataron a Yuto en esa noche vuelven a mí con todas las emociones de estos últimos meses, “oh Yuto pensé que te había perdido, no sabes lo difícil que fue para mí el pensar que por mí te había perdido para siempre, no sabía qué hacer, no podía hacer nada, Kay me tenía vigilada todo el tiempo, me había dado por vencida, había perdido lo que me daba vida. Pero entonces supe lo de nuestro bebé, me dio vida de nuevo, fui la mujer más feliz del mundo al saber que tenía una parte de ti conmigo, pero también temí… no sabes de lo que es capaz Kay, estuve aterrorizada, sabía que tenía que hacer algo o nuestro bebé correría peligro…”, vuelvo a soltarme en llanto, todas mis emociones están al rojo vivo y aún peor por las hormonas del embarazo.

Pero no es para menos, saber que estás sola y que en tus manos está la vida de tu bebé donde solo tú puedes salvarlo…

“Shh, princesa. Ambos están a salvo, no permitiré que nadie se siquiera acerque a ustedes”, su voz es temblorosa y grave, sé que está reprimiendo todo su enojo y miedo, y en sus ojos veo culpa, sé que él se culpa por ser secuestrada por Kay, pero no estuvo en sus manos, nos ganaban por número y por poco lo pierdo.

“No fue tu culpa, Yuto. Éramos dos contra todo un grupo especializado y preparado, hicimos lo que pudimos, Así que deja de culparte, por favor. Creí que te había perdido, pero estás aquí, estamos juntos y necesitamos enfocarnos en nuestro futuro…”, abrazo con fuerza su cuello hundiendo mi rostro en su cuello, aspirando su exquisito aroma, saboreando la palabra ‘futuro’, porque a como dé lugar tendremos uno en familia.

“También creí que te había perdido, Gaya. No lograba encontrarte, ese bastardo te escondió muy bien pero no me di por vencido. No descansaría hasta tenerte en mis brazos de nuevo”, besa mi cabeza y después se agacha para besar tiernamente mi vientre y cuando alza su cabeza sus ojos soñadores y felices me miran como si fuera la única mujer del mundo, como la cosa más preciada y adorada, y yo me derrito en ellos.

“¿Un bebé?”, pregunta aún sin creerlo, sus facciones se suavizan cuando asiento, él se vuelve a mi vientre bañándolo de suaves besos y dulces palabras. En ese momento todo lo malo, los miedos y las incertidumbres se desvanecen, solo estamos nosotros tres, en un mundo de felicidad y regocijo pero sobre todo de amor.

Amor infinito.

 

“Bien, bien. Ya fue suficiente”, nuestra burbuja se rompe y veo a Hana, su esposo, Yuri, Daiki y Yuya entrar a la habitación expectantes, “Ya les di su espacio pero creo que fue suficiente para su reencuentro, también tengo derecho de abrazar a mi amiga”, Hana se acerca y me abraza con alivio y ojos lloroso. “Me alegra que estés bien, Gaya”, dice entre llanto y con mis emociones en alerta también comienzo a derramar lágrimas, “¡Y el bebé! Nunca te perdonaré por hacerme tía tan pronto, ¡bah! ¿Qué estoy diciendo? Estoy muy, muy feliz por ustedes”, rompe a llorar de nuevo abrazándome.

Después de un rato Hana me suelta y los demás se acercan a abrazarme y brindarme buenos deseos. Todos me ponen al tanto de lo que ha sucedido en estos meses, todas las dificultades por las que ha pasado y cómo Yuto ha sido infeliz y miserable sin saber nada de mí hasta que los mismo que nos atacaron esa noche e hirieron a Yuto fueron los que los ayudaron a encontrar mi paradero.

“No sabemos del todo porqué quisieron ayudarnos”, Yuri dice con su mano en su barbilla pensativo.

Yuya bufa, “No diría ‘ayudar’ pues realmente nos ordenaron que sacáramos a la chica de Yuto antes que otra cosa pasara. Claro está sabíamos que podría haber sido una trampa y Yuto no se lo tomaría a la ligera así que contrato a un escuadrón especial de agentes y fueron ellos los que nos confirmaron tu paradero. En cuanto supo Yuto no perdió ni un minuto y se unió al equipo, nosotros apoyamos en lo que pudimos, pero optamos por dejarlo todo en manos de los especialistas pues era una situación delicada, ese bastardo de Kay estaba bien equipado y tenía toda el área vigilada, el mínimo error nos costaría mucho“.

“Debemos estar preparados y en alerta, pudo haber sido una trampa. Pero por lo que veo ellos tenían asuntos pendientes con Kay y querían cobrárselo, lo que no comprendo es porqué nos avisarían para recuperar a Gaya”.

“Yo sí”, interviene Yuto quien solo había estado escuchando atento, “Cuando recibí la llamada y me dijo la dirección de donde tenían a Gaya también dude, con el que hable fue con el jefe y me dijo que él tiene una hija y que no le gustaría que pasara por todo lo que Gaya estaba pasando, que él conoce muy bien a Kay y que es un sucio bastardo, que no merece nada bueno pero si pagar todo lo que hizo, fue por eso que nos ‘ayudo’… algo paso entre ellos porque cada vez que se refería a Kay se refería a como rata traicionera”.

Todos se quedan en silencio, pensando. Hasta que Hana rompe el silencio y la tensa atmosfera.

“Oh vamos, quiten esa cara, estamos mejor preparados gracias a Yuto y por eso tenemos a Gaya aquí con nosotros, con una grata sorpresa, debemos estar felices además todo este estrés no le hace bien ni a ella ni al bebé. Te prepararé algo de comer linda, mírate aún estando embarazada estás muy delgada y eso no está bien”, me regaña Hana provocando que sonría mientras la veo que sale de la habitación con su esposo.

“No es que quiera correrlos hermanos, pero quiero estar a solas con mi mujer”, los tres apuestos hombres se echan a reír pero hacen caso y salen de la habitación no sin antes despedirse de mí y darme palabras de aliento.  

“No tenías por qué sacarlos, me siento bien y es grato volver a verlos”, lo regaño en broma. Él ríe suavemente dirigiéndose hacia a mí para meterse a la cama y acomodar mi cuerpo con el suyo en una posición más cómoda.

“Ya habrá tiempo de sobra para que platiques con ellos, por ahora”, su cuerpo se vuelve una cobija protectora cubriéndome con suma delicadeza, cosa que disfruto, “quiero estar a solas contigo y con nuestro bebé”, susurra en mi oído mientras su mano descansa en mi vientre.

Sonrío de oreja a oreja y me acurruco en su pecho, suspirando su familiar aroma y dejándome abrazar por su calidez.

Creo que me he dormido sin darme cuenta por un rato porque soy despertada por un beso en mi mejilla y la dulce voz de Yuto.

“Vamos dormilona, necesitan comer”, bostezando me levanto un poco desorientada, veo a Yuto traer una bandeja de comida hacia mí y de inmediato sonrío al verlo y saber que todo esto es real.

“Hana vino hace unos momentos a dejarnos esto, no quiso molestarte y quiso dejarte descansar pero me pidió que te dijera que pronto te robará de mí lado para un día de chicas”, asiento ensanchando mi sonrisa pues la de Yuto es contagiosa.

Poniendo la bandeja en el buro de noche toma la sopa que huele delicioso y hace que mi estómago gruña y comienza a alimentarme, “Hana tiene razón, amor. Aunque luces radiante y hermosa, has bajado bastante de peso y eso no es muy saludable para ambos”, asiento con la cabeza, ser mimada de esta manera, no puedo describir en palabras lo que siento, es realmente asombroso, Yuto no permite que coma por mí misma, y hace que coma absolutamente todo, no sé cómo lo hizo pero mi apetito volvió furiosamente después de todas las anteriores semanas de no haber comido mucho, incluso hubo espacio para el postre que compartimos entre caricias, jugueteos y dulces muy dulces besos.

Después de una maravillosa comida, nos volvemos acurrucar en la cama, platicando entre caricias y largos besos, no podemos dejar de tocarnos, necesitamos reafirmar una y otra vez que estamos juntos, que es real. Frente a frente, sus brazos rodeando mi cuerpo, mis manos en su rostro acariciandolo puedo ser infinita felicidad con simplemente tenerlo frente a mí.

Todo está bien ahora, mi hombre está conmigo y mi bebé crecerá en un hermoso hogar lleno de amor y dulzura.

Sin embargo, Kay sigue allá fuera…

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
MariYamadaInoo
#1
Chapter 21: Kyaaaaa!! Que hermoso ♡♡♡
MariYamadaInoo
#2
Chapter 19: D: YUTTI!!!! NOOOO!! TwT deos, esta historia de verdad me ha atrapado, esperare ansiosa el siguiente capítulo :3
Creesh
#3
Chapter 18: Oh dios no! Como puede quedarse ahi? >///< *espera con ganas el siguiente*
Shute_dayo #4
Chapter 17: NOOOOO!!!! kay!!!, ya deja en paz a Gaya!!... que alguien le lance un zapatazo!!! y lo deje sin memoria
Smiling_Usagi
#5
Chapter 16: Noooo Kay vete! Nadie te quiere!
Que Yutti desaparezca ahora mismo con ella!! Dx
Shute_dayo #6
Chapter 16: ¡QUE NO SE VALLA!!!!.... NOOOOOOO!!!
asdasdasdas~
YUTTI!!!.. SECUESTRALA!!!
Smiling_Usagi
#7
Chapter 15: Que no vuelva, que no vuelva♪ Quédate con Yutti él te ama!
Este fic es tan lindo!!!
A seguir esperando la continuación :3
Shute_dayo #8
Chapter 15: *¬* asdasdasdasd~
ooohh~ gaya!!! no vuelvas con kay!!
°o°)9 quedate con yuto!!!
asdasdasdasdasd
CONTI!CONTI!CONTI!CONTI!!! *hace porras*
Shute_dayo #9
Chapter 14: kyaaaaasdasdasdasdasdas~
*-* fue tan... tan.... taaaannn... por un momento crei que pasaria algo mas :3
a esperar que el pu*to de Kay se de cuenta...
¬¬)9 pero nooo~ Yuto se va a quedar con eilyn
Shute_dayo #10
Chapter 13: kyaaaaaaaa!!!!!!
asdasdsdasdasdasd~~
AL FINNNN!!!! *///////////*
esto es tan eoshionanteeeee~