Me levanté enseguida guardando mis cosas.

Sus manos me detuvieron, sintiendo un escalofrío no agradable. Suspiré hondo y lo mire directamente a los ojos. Realmente no podía descifrar que sentimientos yacían en esos ojos.

“Por favor, hablemos”, me pidió sin soltarme.

“Si ya firmaste los papeles del divorcio lo haré. Si no, no tengo nada que hablar”, dije tratando de guardar compostura y deshacerme de su agarre, pero no me lo permitió.

“Por favor…”, volvió a pedir. Oh esa voz, cuando utiliza ese tono de voz en mí…

Me volví a sentar en mi lugar y Kay se sentó enfrente de mí. Cruce mis manos, un hábito mío para protegerme.

Espere.

Hubo silencio.

“Te he extrañado…”, Kay rompió el silencio. Lo mire con cara de no-te-creo. No después de haberla visto muy feliz con esa chica. No dije nada. Lo mire impasible.

“Gaya… la chica que viste… no es nada. No para mí”, agrego. Reí suavemente.

“Claro”, frunció su boca. No estaba contento con mi actitud. Sabía muy bien que a él no le gusta que lo desafíe.

-¿Acaso no lo ves Kay? Tú y yo ahora… somos diferentes.-

“Quiero que volvamos. Quiero salvar este matrimonio. Te quiero… a mi lado”

“Kay… no-“

“Escucha. Tuvimos malos momentos y acepto que actúe mal y me di cuenta que no puedo cambiar lo que eres, te amo por lo que eres, te amo Gaya. Te amo y quiero que nos demos una nueva oportunidad. Lo que dije… fui un idiota, el modelaje es tu pasión y yo debo apoyarte…”, podía ver en sus ojos dolor y anhelo. Oh… Kay.

Me limite a mirarlo sin poder formular palabra alguna.

Se me hizo un nudo en la garganta.

¿No eso es lo que esperabas Gaya?

Sí… pero ahora es diferente… me siento diferente.

“¡Hey vecina!”

Una voz me saco de mi ensoñación y mi corazón latió rápidamente en respuesta.

¿Yuto? Pero qué…

Me saludaba de lejos, Kay siguió mi mirada. Le devolví el saludo, tímida y nerviosa. Hana estaba con él, tenía cara seria y le estaba diciendo, no más bien regañando en voz baja. El rostro de Yuto se volvió serio y frío al ver a Kay ¿por qué?

“¿Lo conoces?”, pregunto Kay serio.

“Si, es mi vecino”

“¿Vecino? No lo parece… la forma en que te está mirand-“

Le devolví una mirada furiosa.

“No soy como tú, Kay, yo no corrí a brazos de otro hombre para consolarme”, lo corté.

No dijo nada. Volví a mirar, Yuto y Hana ya no se encontraban. Los busque con la mirada.

“Gaya…”

Mire a Kay de nuevo.

“Podría esperarte todo el tiempo del mundo, pero… para ser honestos, no puedo. Mañana… estaré esperándote en este lugar a las 8pm. Si no vienes… comprenderé… pero piensa muy bien lo que te dije. En verdad quiero recuperar lo nuestro”, me tendió una tarjeta con una dirección. Se puso de pie y automáticamente hice lo mismo. Kay se acercó lentamente a mí y yo retrocedí.

Kay suspiró y avanzó sin dudar, tomo mis brazos, nos miramos por largos segundos. Se acercó lentamente a mí, esta cercanía… estos sentimientos… cerré mis ojos lentamente y él beso dulcemente la comisura de mis labios.

“Por favor Gaya… te espero mañana y no te acerques a ese vecino tuyo, no me gusta”

Tomo mi mano y miro mi anillo, sonrió tiernamente.

“Aún hay esperanza”, dijo en voz baja y beso mis nudillos.

Me dio una ultima mirada.

Se dio la vuelta y se fue.

Me quede por un largo tiempo ahí parada, mirando al vacío. Pensando.

En tan solo una semana había experimentado tanto; mis nuevos sentimientos por Yuto. Kay y esa mujer y después él buscándome para pedirme que volvamos.

Me senté y recargue mi mejilla en la fría mesa.

¿Era tanto pedir vivir en paz? Todo esto es tan complicado.

Creí que casándome todo estaría en su lugar equilibrado, estable y con armonía.

Soy muy ilusa lo sé.

“¿Gaya?”, sentí una mano en mi brazo. Hana. Se sentó en frente de mí con cara preocupada.

“Dime... ¿qué hago?”

“¿Qué paso?”,

“Quiere que volvamos… pero yo… no sé. Estoy confundida”, levante mi cara y la mire esperando su respuesta.

“¿Confundida?”, asentí.

“Oh Gaya, no será por mi hermano ¿o sí?”, me sonroje… tal vez… en estos momento no lo sé, en verdad no sé qué quiero.

“Te lo advertí, mi hermano no es lo que estás buscando”

Fruncí el ceño. De nuevo con esas advertencias. ¿Qué tan malo puede ser Yuto? No lo comprendo.

“No sé, Hana, tú misma lo viste con esa chica, no estoy segura, él dice que no es nadie… pero no lo sé”, puse mis manos en mi cabeza recargándome en mis codos. Qué tan miserable podía lucir.

“Oh querida, mejor descansa y piénsalo con calma”

“Dijo que estaría esperando por mí en esta dirección mañana… esperando mi respuesta”, le tendí la tarjeta con la dirección. La admiro por un momento y después me miro a mí.

“Todo está pasando por alguna razón y lo descubrirás por ti misma mañana, o probablemente no, ya veremos”, me brindo una cálida sonrisa. Doy gracias por encontrar a alguien como Hana, es como una hermana mayor y amiga.

***

Tendida en mi cama sin poder dormir… ni siquiera sé cuándo fue la última vez que dormí bien.

“¿Vecino? No lo parece… la forma en que te está mirando“

De entre todas las cosas que debo pensar estoy pensando precisamente en esto. Yuto… de qué forma me mira.

Me sonrojo.

Espera… ¿Por qué me emociona y me importa la forma en cómo me mira él?

-Porque tú también te sientes de la misma manera-

¿Y Kay?

¿Debo creerle?

¿Puedo creerle?

¿Quiero creerle?

Tal vez… solo tal vez…

Cerré mis ojos…

***

Ya vestida y arreglada con la tarjeta de la dirección pegada a mi pecho… sigo dudando. Estoy nerviosa. Miro mi anillo “Aún hay esperanza”, es cierto, aunque nos hayamos separado llevo mi anillo puesto, porque... quiero que haya otra oportunidad.

Hana tiene razón, debo descubrir por mí misma que me depara el destino.

Yo… quiero intentarlo de nuevo.

Estoy en frente del lugar, un restaurante muy elegante y precioso también, un estilo clásico, discreto.

Tomo una gran bocanada de aire y me dirijo a la entrada donde un señor me recibe cordialmente con una bienvenida.

“¿Tiene recepción, señorita?”

“Estoy aquí para reunirme con Kay Allen”, el señor revisa la lista y frunce el ceño, confundido.

“Por aquí”, me dijo indicándome el camino, lo seguí, nos dirigimos hacia un lugar más privado, un cuarto. El señor abrió la puerta para mí y desapareció, en el centro del lugar había una mesa donde estaba una chica sentada tomando una copa de vino, por un momento pensé que el señor se había equivocado hasta que vi bien a esa chica… mi corazón dio un vuelco al reconocerla. Llegué hasta ella y ella sin siquiera mirarme sigui tomando su vino.

“Oh, ya está aquí”, la escuche murmurar, me hirvió la sangre.

 “¿Tú eres…?”, pregunte tratando de sonar tranquila, se puso de pie y puso su sonrisa hipócrita.

“Soy secretaria de Kay-, quiero decir del señor Allen”, dijo arrogantemente con una leve reverencia, sonriendo burlonamente como si yo fuera un chiste privado.

¿Secretaria?

“Oh, ¿y Kay?”, mi piernas temblaban. Poco a poco estaba comprendiendo la situación.

“Probablemente esté en el cuarto de baño”

¿Qué demonios es todo esto? ¿Cuál era el propósito de la chica aquí? ¿Por qué Kay la tiene aquí? ¿Cosa de negocios?

La mire intensamente, ella se volvio a sentar y me ignoro completamente

“Por qué estás aqu-“

“¡Gaya!”

Mire a Kay venir hacia nuestra dirección, vestía un traje negro...algo no estaba bien.

“Llegaste temprano”

¿Llegué temprano? Llegué a la hora que me cito.

Kay miro su reloj.

“Pero si ya son las 8, no me había dado cuenta de la hora ¿ya conociste a Naoko?”, dijo sonriéndome, y puso una mano en su hombro, la chica tomo la mano de Kay y lo miro con una sonrisa… una sonrisa cómplice y con una mirada lasciva… esa mirada, no me digas que...

“Yo…”

No pude formular ninguna palabra.

Ella no es nada.

Todo esto era tan… sospechoso y tan obvio.

¿Desde cuándo estaba bien traer a tu secretaria a un restaurante con cuartos privados, muy privados? ¿Desde cuándo una secretaria se le permite tomar tanta confianza para tocar y mirar de esa manera a su jefe? Muchas cosas golpean mi mente.

¿Para él esto significa quiero recuperar lo nuestro? 

Quiero que estés conmigo de nuevo.

¿Está enfermo? ¿Está loco? ¿Cree que soy tonta?

Oh no Kay, no esta vez, no me harás ver como una estúpida de nuevo. Aunque sinceramente lo fui al creer que esto podría funcionar de nuevo y el venir aquí creyendo que todo se resolvería. No no me arrepiento de haber venido, porque al final sé qué tipo de persona es en verdad.

“Cuando tengas los papeles de divorcio listos, házmelo saber”

Me di la vuelta y camine lo más rápido que pude, realmente no podía correr, me temblaba todo. Escuche la voz de Kay llamarme pero lo ignoré, salí de restaurante lo más rápido posible, quite mis zapatillas y corrí hasta no escuchar la voz de Kay.

Me detuve, quedándome sin aliento, estaba lloviendo y estaba completamente empapada. Realmente no me importa, nada me importa. Nunca pensé que Kay fuera capaz de hacerme eso, o tal vez sí... pero aún así tuvo el descaro de pedirme otra oportunidad, de armar todo ese acto de estoy sufriendo y te amo, y además pedirme que no me acercara a Yuto cuando él estaba con esa chica.

Llegaste muy temprano.

Oh, ya está aquí.

Soy la secretaria de Kay, quiero decir del señor Allen

¿Conociste a Naoko?

Ella no significa nada para mí.

Antes de que me diera cuenta ya estaba llorando, en medio de la calle.

¿Cuál fue su propósito? ¿Sólo lastimarme? ¿Jugar conmigo?

En verdad no puedo, ya no puedo, agache mi cabeza abrazando mis piernas, llorando con más fuerza.

Estuve así varios minutos hasta que alguien me puso de pie. La fuerte esencia de cigarrillos y una varonil colonia golpeo mi nariz. El sentimiento de aquellos brazos a mí alrededor pegándome a su fuerte cuerpo, me hizo sentir bien, cálido. Una calidez que ya había experimentado con una sola persona.

“Enfermeras si te quedas aquí toda la noche, chica linda”

Mire aquellos firmes y brillantes ojos, atravesándome, ojos que no se me permitirían ver solo por el capricho de Kay, pero ahora realmente no me importa, este hombre me ha atraído poco a poco a su mundo, me ha hechizado y lo ha logrado y quiero conocerlo más, aferrarme a él.

Yuto.

Lo quiero a él.

Rodee su cuello con mis brazos enterrando mis dedos en su suave cabello. Lo besé. Él me correspondió sin dudarlo, sus labios perfectamente moldeándose a los míos, su sabor… era adictivo, un sabor dulce a alcohol y cigarrillos… era intoxicante. 

NOTA: si ven una palabra en color azul en el texto, no teman, es un link con una imagen para que vean como es el vestido. Espero que lo vean :D