“Recuerda respirar, chica linda”, sus labios rozan mi oído, sus embestidas son lentas y deliciosas.

Mi espalda está recargada contra la fría pared del baño, el agua caliente mojando nuestros sensibilizados cuerpos.

“Oh…”, Yuto gime y sus dedos se entierran en mis caderas.

“Yuto”, le suplico, no creo poder soportarlo más, “Ah…”

“Vamos”, me ordena sus labios rozando los míos, me pierdo en sus palabras y mi liberación me golpea dulce y agotador. Yuto encuentra la suya segundos después, mi o sigue y sigue, muy alto.

Nos quedamos en nuestras posiciones, tratando de recuperar el aliento. Yuto deja suaves besos en mi rostro.

Es tan dulce.

Sonrío, y él hace lo mismo, acerca su rostro y recarga suavemente su frente sobre la mía.

“Te amo”, mi sonrisa se ensancha y lo beso castamente en respuesta.

Salimos del baño, juntos nos ayudamos a secarnos y vestirnos. Besos fugaces, risas y bromas.

Todo es tan perfecto.

“Espera…”, Yuto sale de repente de la habitación, yo continuo cepillando mi pelo.

FLASH!

Miro para ver de donde proviene el sonido, Yuto está en la puerta con una cámara profesional, muy profesional, en posición para tomar otra foto, lo miro sorprendida.

FLASH

Yuto mira la pantalla de su cámara y sonríe de oreja a oreja.

“Muy buena toma”, me sonrojo, Yuto me mira, sus ojos brillan y de inmediato saca otra foto, “vaya.. será mejor que la ponga en modo de ráfaga”, ríe.

“¡Oye!”, grito y le aviento la toalla al rostro

“¡Hey! Cuidado con mi chica”, dice acariciando a su cámara, río para mis adentros.

Un Yuto joven y hermoso, travieso.

“¿Tu chica?”, pongo mis manos en mis caderas y finjo enojarme, él toma de nuevo su cámara y saca varias fotos, tomo una almohada y se la arrojo.

Él la esquiva riendo y se acerca a mí, tomándome por la cintura y acercándome a su cuerpo, sus ojos llenos de vida con una hermosa sonrisa en su rostro.

Me besa.

Oh… este dulce sabor.

Mi corazón reacciona y me deja sin aliento.

“Soy tan afortunado”, dice feliz, “tengo fotos inéditas de la más hermosa y famosa modelo de todo el mundo”, dice orgulloso.

Me río.

“Si claro, mentiroso”, golpeo suavemente su pecho.

“Es cierto”, su sonrisa decae un poco, algo pasa através de sus ojos, su smeblante cambia, “tú... eres realmente una modelo, Gaya”, parpadeo sorprendida.

Está diciendo ¿la verdad…?

Kay jamás me lo dijo…

Hay muchas cosas que no te dijo, Gaya.

Yuto suspira.

“Él... hizo todo lo posible para desaparecer toda tu carrera de modelo en todos los medios posibles…”, su voz ahora es seria.

“Cuando no podía encontrarte… busque noticias, algún indicio de donde podrías estar, pero no había nada, absolutamente nada de ti… como si no existieras. Ni siquiera las fotos de tus sesiones, revistas, reuniones, nada.”

Kay.

¿Quién eres?

No sé qué decir.

Lo ha ocultado tan bién.

“Hey…”, su cálidos dedos toman mi barbilla suavemente, levanta mi rostro y planta un suave beso en mis nerviosos labios, “Ven”, Yuto me jala suavemente y me sienta en la cama, él deja su cámara en la cama, toma el cepillo y comienza a cepillar cuidadosamente mi cabello.

Una acción tan simple, pero es tan íntimo y amoroso.

Sonrío.

Él sabe como hacerme sentir mejor, hacerme olvidar.

“¿Tienes fotos de nosotros antes de…uhmm... el accidente?”, pregunto curiosa, puedo ver que le gusta mucho sacar fotos y se nota que sabe lo que hace.

Ei ríe divertido como si fue obvio la respuesta, “Si”.

“¿Puedo verlas?”, prende la cámara y me la da.

Mientras Yuto trenza mi cabello yo observo cuidadosamente las fotos, la mayoría son de mí, durmiendo, seria, sonriendo, todo un repertorio.

Trato de recordar los momentos de esas fotos… pero aún son solo pequeños flashes, aún hay lagunas. Yuto cuando termina se me une a mí, ya estoy en las últimas fotos, son de nosotros la mayoría….

 "¡Tú eres Gaya! ¡La modelo!"

"¿Quién es ese chico guapo?"

"Alguien muy muy especial para mí. Pero es un secreto, ¿vale?"

"Dime, Gaya, ¿está bien para ti vivir de esta manera? ¿Escondiéndote?"

"Pensaba en todo lo que ha pasado en estos meses, el tiempo... pasa muy rápido"

La última foto es de mi sola, leyendo concentrada un libro.

“Tengo que salir de Tokyo por unos días…”

Mis ojos se nublan por las lágrimas y de inmediato los brazos de Yuto abrazan mi cuerpo y me deja llorar en su pecho. Él no dice nada, sólo acaricia mi pelo y me abraza fuertemente contra su cuerpo.

Eso es lo que necesito, sentirlo.

Yo…

Recuerdo lo que vie en las fotografías, lo recuerdo, nuestras citas, nuestras peleas, charlas, nuestros momentos íntimos. Pero lo que me destrozo fue ver la última… ese fue el día cuando nos separaron.

Recuerdo como Kay me obligo a ir con él sino le haría daño a Yuto, recuerdo mi agonía por no estar con este hermoso hombre, y… recuerdo el accidente, cuando yo estaba huyendo.

Todo fue provocado por Kay.

Me calmo poco a poco, no sé por cuánto tiempo hemos permanecido de esta manera, pero no me importa, Yuto está conmigo, al fin lo está.

“Lo siento…”, dice en voz baja, sus manos limpian gentilmente mis lágrimas. Niego con la cabeza, “estoy siendo egoísta…te he hecho que recuerdes cosas que probablemente serían mejor no recordarlas… yo quiero que recuerdes lo nuestro, pero si eso significa el que sufras yo no-“

“Quiero recordar”, tomo su rostro entre mis manos y lo miro directamente, firme, haciéndole saber que estoy diciendo la verdad.

Sus ojos están llenos de dolor, escépticos. Me acerco hasta apenas tocar sus labios con los míos, “… y al fin lo recuerdo todo”, sus ojos se agrandan llenos de sorpresa, “…nunca me arrepentiré de todo lo que he vivido contigo, Yuto. Nunca, soy tan afortunada de tenerte aquí conmigo…”, beso sus labios lentamente, él me corresponde, abraza mi cintura y me presiona contra su cuerpo.

“Yuto…”, nos separamos escasos centímetros, sus labios siguen buscando los míos, “huye conmigo…”, susurro. He estado consciente que apenas me queda dos días antes de partir a Paris… pero eso significaría separarnos.

“Gaya…”

“Secuéstrame. Llévame lejos de él”

“Te lo dije… no te dejaré ir esta vez”

Recargo mi mejilla en su pecho, sonrío al escuchar el sonido rápido de su corazón.

Está latiendo, por mí…

¿Puedes escuchar el mío también?

“Mi hermosa chica”, su nariz se hunde en mi cabello, aspirando mi aroma, “¿creerías en mí de nuevo?”, sus cálidos dedos toman mi barbilla alzándola para mirarlo, “que yo te protegeré… ¿confiarás en mí?”

“Confío en ti”

Los labios de Yuto exigen los míos, un beso profundo y sensual. Sus manos se meten debajo de mi playera, tocando y suavemente apretando, calentando mi cuerpo y despertando el deseo.

No hace unas horas lo hicimos y aquí estamos de nuevo, necesitando uno del otro, reclamando lo que es nuestro, conquistando.

Me separo un poco al escuchar el timbre.

“Debe ser Hana y los chicos…”, dice sin aliento, “continuaremos esto después…”, me dedica una sonrisa traviesa y besa fugazmente.

…

“Te ves mucho mejor”, Hana me dice, estamos en la sala mientras que los chicos están jugando cartas y charlando animadamente. Le sonrío a Hana y asiento con la cabeza, estoy a punto de hablar cuando el sonido de mi celular me interrumpe.

“Katherine, linda, al fin respondes, estuve llamándote…”, me congelo en mi lugar y siento un desagradable escalofrío golpear mi cuerpo.

No…

“He estado ocupada”, respondo indiferente, inexpresiva, cortante.

Hana entiende de inmediato con quien estoy hablando, me mira preocupada.

“Yo también he estado ocupado, linda, pero me he dado tiempo de llamarte varias veces, no importa. Estoy en el aeropuerto en este momento”

¿Aeropuerto?

Pero me quedan dos días.

“¿Pero… porqué… hacia París?”

Él ríe.

“No, nena, acabo de llegar a Japón, me estoy dirigiendo a Osaka, dame la dirección de tu amiga, pasaré por ti y nos iremos desde aquí juntos a París”

Mi mente está completamente en blanco.

¿Cómo supo dónde me encontraba?

Él está aquí, para llevamer de vuelta con él.

No…

¡No!

“¿Linda? Dame la dirección”

Yo… sigo estando casada con Kay.

No, no, no.

“¿Hola? ¿Gaya, sigues ahí?”

¿Por qué?

“¿Hol-“

El celular se resbala entre mi mano. Abrazo mi cuerpo y todo a mi alededor se vuelve lejano

No...

Ahora que he recuperado mi memoria, siento el miedo hacia a Kay, de lo que es capaz de hacer.

“Dios mío, Gaya”, apenas soy consciente de lo que Hana está hablandóme sus manos en mis hombros, no logro entender que me dice.

No...

“Nena, ¿qué sucede?”, la voz de Yuto me trae a la realidad, me hace reaccionar y lo abrazo.

“Kay…”, logro decir entre llanto, “está aquí, él está aquí”