Capítulo 18

Yuto

“Toma esto contigo, ahí van las llaves junto con la dirección del lugar”, sonríe, “Estoy seguro que sabrás protegerla”.

Fueron las últimas palabras que me dijo Aoki-san antes de irnos.

Sonrío.

Gracias, Aoki-san, lo haré.

Miro a mi lado donde Gaya está durmiendo pacíficamente, relajada.

El momento en el que ella entro a mi vida juré protegerla, adorarla, mimarla… amarla. Quiero ser la persona que la ame en todas las maneras que se puede amar a una persona, hacerla feliz, hacerla sonreír.

Sé que lo que compartimos es real, puro. Algo similar a lo Aoki-san y Ryoko-san tuvieron. Crecí anhelando poder amar tanto a alguien como Aoki-san lo hizo.

Con Gaya, soy un hombre feliz y libre, puedo ser yo mismo todo el tiempo con ella sin tener que preocuparme de apariencias. Estoy absolutamente consumido por ella… por la manera que me hace sentir.

Físicamente, emocionalmente… incluso más allá, estamos fuertemente unidos.

Y nadie podrá romper ese lazo.

Gaya

“Nena, hemos llegado”, los suaves labios de Yuto en mi mejilla me despiertan.

“Wow”, es lo único que puedo decir al ver a mi alrededor, una hermosa casa de madera blanca cerca de un hermoso río, árboles y hermosas flores de varios colores rodeando la casa, es… mágico.

Surreal.

“¿Estamos en Japón?”, Yuto ríe y se acerca a mí, abrazando mi cintura por detrás, “Si ¿Te gusta?”, susurra en mi oído y asiento con la cabeza.

“Es hermoso…”, él ríe suavemente.

“Tú eres hermosa”, susurra en mi oído y sus labios van dejando un camino de besos en mi cuello, cierro mis ojos disfrutando la sensación, disfrutando esta calidez.

Me giro y rodeo el cuello de Yuto con mis brazos, acercándolo a mí, nuestras frentes rozándose, ambos sonriendo.

“Esto es como un sueño”, él asiente sus manos aprietan más mi cuerpo al suyo, “estar aquí contigo, haber recuperado mi memoria”, nuestros labios están rozándose, “disfrutar nuestro amor…”, Yuto no me deja terminar y sus labios silencian los míos, yo le respondo con todo mi corazón. Es un beso dulce, cuidadoso.

“Te amo, Gaya”, susurra en mis labios, jadeante, sonrío y lo beso castamente, Yuto sonríe y me carga llevándome dentro de la casa como si fuéramos recién casados, yo río divertida y feliz y Yuta se une a mí con esa hermosa sonrisa y risa desenfadada.

La manera en cómo Yuto me acuesta cuidadosamente en la cama, como si fuera lo más frágil del mundo, lo más preciado, su mirada de adoración, sus manos acariciando delicadamente mi piel.

Puedo sentir que todo es diferente ahora.

Sus dedos acarician gentilmente mi mejilla, no hay porque interrumpir este cómodo silencio, con nuestras miradas es suficiente para profesar nuestros sentimientos el uno al otro.

Todo es perfecto.

Sus dedos acarician amorosamente mis labios, mi barbilla, la línea de mi cuello… esto… esto es algo especial, algo que sólo nosotros dos sin palabras entendemos y podemos transmitir, es algo mutuo, profundo y puro.

Me he enamorado perdidamente de este hombre enfrente de mí.

“Gaya”, su mano toma la mía y la lleva a sus labios… su mirada se vuelve seria.

“¿Hmm?”.

“Cásate conmigo… sé que no podemos legalmente… pero…”, sus ojos buscan en los míos sorprendidos y llorosos, mientras que los suyos me están implorando.

Oh Yuto…

“Quiero estar contigo, despertar cada día a tu lado, poder abrazarte, besarte, cuidarte… amarte”, su frente se posa suavemente sobre la mía, varias lagrimas se me escapan de los ojos, mi corazón está latiendo rápidamente, estoy llena de regocijo, “por siempre”, besa mis lágrimas, “Cásate conmigo, Gaya… no tiene que ser en papel, por favor”.

Yuto…

Abrazo su cuello acercándolo a mí, besándolo desesperadamente, con todo mi ser, “Si”, sus brazos me rodean para cargarme y dar vueltas de felicidad, su risa hace que mi corazón se derrita, no puedo evitar reír también, contagiándome su felicidad, nuestra felicidad.

“Gracias Gaya”, Yuto dice sin aliento pero alegre, besando mis mejillas y mis labios castamente.

Niego con la cabeza y lo beso, “Gracias Yuto”.

Este regocijo, esta felicidad, sólo lo sentiré con Yuto.

Mi cuerpo y alma le pertenecen a él, no importa que no profesemos nuestro amor enfrente de un altar o escrito en un papel, lo importante es que estamos juntos y somos felices.

…

“Maldito bastardo, dinos dónde demonios está esa zorra y ese hijo de puta”, uno de los hombres continua ahorcando a Aoki, pero Aoki con mirada fría no dice nada, no responderá.

“Te estoy dando una última oportunidad viejo, ¿dónde está Gaya y su estúpido novio?”, el hombre ahora ha sacado una pistola apuntándola directamente a Aoki, él se sorprende pero ha tomado una decisión.

“No.lo.sé”, Aoki dice palabra por palabra lentamente como si estuviera hablado con un chiquillo lo cual el hombre no le agrada y lo golpea fuerte en la cara antes de dispararle directamente en el corazón.