Cap.9: Los gatos también lloran

MI GATITA

Yuri recorrió con su mirada azul intenso cada rincón de la casa, encontrando que en tan solo un par de meses el aura que emanaba el lugar había cambiado casi por completo ¿No olía a quemado por ahí?

—taeyeon~ La perfección en persona se está impacientando ~ —Hizo otro intento para invocarla, más su amiga no aparecía por ningún lado —Maldición, está haciendo mucho calor aquí… ¿Y el aire acondicionado dónde está?

Dio un largo bostezo mientras se rascaba la nuca, preguntándose igualmente el paradero de su amiga peli-roja. Ya eran prácticamente casi las once de la noche, y como taeyeon no es una persona que pudiera considerarse "sociable"… era extraño no encontrarla en su casa. Yuri resopló con pesadez, se ha de haber quedado dormida en su estudio dibujando o haciendo alguna aburrides por ahí. Como estudiar o leer, cosas que a ella le tienen sin cuidado.

— ¡Roja estúpida, te estoy hablando!

Tiffany tembló dentro del pequeño estudio al reconocer esa voz, un poco ronca pero al final de cuentas que ella llegó a conocer bastante bien, o en otras palabras la voz de la chica que se la pasó tratando de escabullirse en su cama durante unos tres días. Por otro lado, la cara de taeyeon era todo un poema épico digno para una fotografía, uno que la neko se concentraba en examinar cuidadosamente esos rastros de duda y confusión en sus orbes cafés ¿De qué duda? ¿Quiere entregarla?

—Ne…—Llamó la más pequeña con algo de miedo— taeyeon-nya… ¿Vas a ir?

—… —No le contestó nada, sólo se dedicó a separarse lentamente de ella sin mirarla a los ojos —Tú quédate aquí, hay muchas cosas que tengo que hablar con ella.

Sin saber que hacer o decir para detenerla, la rubia sólo atinó a asentir levemente con la cabeza insegura. Ciertamente, el caso era que tenía tanto miedo de que las cosas se salieran de control, haciendo enojar a taeyeon otra vez y que está en consecuencia termine por dejar que Yuri se la llevara, y Tiffany no se quería ir. Tal vez no sólo por que cabe la pequeña posibilidad de que su amor por fin haya sido correspondido, sino también de que tenía terror de que esa pelinegra degenerada se dedique a acosarla como siempre desde que hyo las presentó por primera vez ¡Hubo doce ocasiones en tan sólo tres días que casi la violaba! Y no es bonito…

Taeyeon ya se había arreglado las ropas para que kwon no sospechara, por lo que ahora estaba bajando las escaleras para el rencuentro con esa ertida.

— ¡Oh, ahí estás! — Exclamó la única pelinegra ahí, con los ojos brillantes por la emoción de ver a su mejor amiga después de tanto tiempo, dejó unas revistas "no muy bonitas" que estaba leyendo, en el sillón. Muy típicas de ella— Y yo que ya estaba por darte por muerta, querida amiga.

La aludida hizo un gesto de desagrado ante la joven que tenía a sólo unos metros distancia. Le molestaba el hecho de que se apareciera tan campante por ahí, lo cual Yuri notó.

—Mmm… Llegué en mal momento ¿Verdad? — Su amiga, que ahora se encontraba de brazos cruzados en las escaleras, nada más chasqueó la lengua en gesto de desaprobación, frunciendo el ceño —Ah, lo siento, olvidé que la señorita antisocial odia que la visiten. Perdone usted, no planeaba venir a fastidiarla con mi hermosa precen…

— ¿Dónde diablos estabas? — Cortó su oración, con un tono tan hosco que hacía notar perfectamente que muy a penas sí lograba contener esas ganas que tenía de estrangularla —Dos meses, Yuri… ¡Te desapareciste casi dos meses como si nada dejándome con una completa desconocida! —Bueno… los volcanes hacen erupción tarde o temprano ¿O no?

Yuri, que hasta ahora se mantenía impotente ante sus palabras tras haberla cortado así como así, sólo logró poner los ojos en blanco boquiabierta, no comprendiendo el por qué la peli-roja se enojó tan de repente. Bueno… sí lo comprendía, pero tampoco iba a ir y admitir que taeyeon Kim tenía razón esta vez, porque antes que nada está su orgullo y manera de ser egocéntrica ante todo lo demás, esto incluía tanto a sus amigos como a su propia familia —La cual sabrá Dios si tiene todavía—

La miró consternada durante unos segundos, para luego apretar la mandíbula y endurecer la mirada tras caer en cuenta de algo importante.

—Pero si te dije que pasaría a recogerla luego de que pasara ese tiempo. Incluso hasta cumplí con mi promesa, Roja Fresita— Se defendió tratando de parecer lo más calmada posible —Además, ¿Cómo qué casi dos meses? ¿Qué no estamos ya a Noviembre?

¡Hija de su… master! Como la sacaba de quicio; un día de estos le rebanara la garganta de lado a lado, lentamente, mientras duerme. Taeyeon dejó que un sonido de frustración saliera de su garganta, haciendo muecas graciosas con esto se llevó las manos a ambos lados de la cabeza y comenzó a jalonearse los cabellos rojos, frustrada.

La más grande, por su parte, sólo se dedicó a observarla ahora ya con el enojo por los suelos de una manera divertida, lo de Yuri era sacar de quicio a la Kim, y eso ciertamente lo adoraba más que a cualquiera de sus cochinadas. Así duró un poco menos de diez segundos, despotricando amenazas y groserías en su contra en un idioma al que ella llamaba muy tiernamente "balbuceos" Hasta por un momento se dedicó a pensar que tarde o temprano estamparía la frente contra la pared.

Ya después de eso, para la buena suerte pero mala para la rubia, se giró hasta ella con un gesto de infinito desprecio adornando su cara. Yuri ahogó una risilla. Amaba verla así.

Tiffany, por su parte. Todavía permanecía escondida en el estudio de la peli-roja, esperando el momento que se le indicara para que pudiera mostrarse en medio de la sala, aunque la verdad era… que no quería hacerlo. ¿Por qué mejor en lugar de empezar una discusión no se dedica a solo decirle que cambió de opinión y quiere que se quede con ella? ¿Tan difícil era?

En fin…

— ¿Qué haces aquí tan temprano, Yuri? — Comenzó con su interrogatorio. Siendo sincera, la verdad era que desconfiaba mucho de su amiga, hasta tal punto que una teoría del por qué estaba aquí se pasó por su mente. Y la pelinegra se lo confirmaría sí o sí —Hablé con Tiffany hace poco, y me dijo que todavía tenías asuntos que arreglar ahora en Canadá, de eso una semana ¿Qué haces apenas a semana y media antes de que se cumplieran los dos meses que acordaste?

—Ah…. Hey… taeyeon, creo que el no dormir te está afectando ¿Verdad?... —Señalo nerviosa a las ojeras que se asomaban bajo los ojos de la otra, viéndose acorralada —Es que cancelé esos asuntos porque quería verte a ti y a Tiffany-chan… eso es todo… Hablando de ella ¿Dónde está? —Preguntó tratando de evadir el tema.

—No te vas a escapar de mí fácilmente, idiota. Algo pasó allá ¿Verdad? Te conozco y ahora vienes con la cola entre las patas para pedirme algo.

—Oye… créeme que te equivocas ¡En serio, no pasó nada! Sólo dime dónde jodidos dejaste a Tiffany para irme— Respondió ahora tratando de hacerse la dura sin conseguirlo, y la mencionada solo masculló entre dientes desde el estudio ante la mención de su nombre.

"Diablos…"

— ¿Dónde está, taeyeon?

—Respóndeme tu primero, abejita —Sentenció en todo duro, dándole a entender que si no le contestaba iba a pasar por las cinco torturas más horribles por las que un ser ertido ha pasado jamás — ¿Y bien, qué tienes que decirme?

Yuri puso su famosa cara de perrito regañado, con la que se dedicó a observarla durante un tiempo pidiendo por algo de compasión de su parte. Pero como claro, taeyeon además de frígida estreñida era una maldita idiota mal nacida que no le tendría ni el más mínimo rastro de compasión a nadie, obvio que no se la dio. Y cabe decir que la rubia no tenía el valor de decirle la verdad a su amiga, porque cuando le diga la verdadera razón por la que se encuentra aquí no la va a contar ni por poquito.

Si taeyeon planea matarte, te mata, así de simple.

Tras un tiempo que le pareció terriblemente largo, Yuri comenzó a pasear la mirada por toda la casa clavándola en cada rinconcito, sin mirarla a los ojos claro, cosa que la molesto más.

—Yuri…—Llamó su atención ya perdiendo la paciencia.

—Es que todo fue culpa de los chinos— Murmuró bajo.

— ¿Qué? — Inquirió ahora con su clásica vena roja palpitante en la frente.

—Pues sí, ya sabes que desde que me está yendo bien en esto de ser estilista y crear mis propios productos pues los estúpidos chinos que al parecer no tienen imaginación ni nada pues quisieron plagiarlos. Y bueno, hasta ahí todo bien porque ni quien los tome en cuenta ¿Verdad? — Yuri paró su explicación un momento, se giró a ver el estado de su amiga que solo la miraba sin entender con una ceja levantada —Bueno, de hecho, hace un tiempo que Tiffany y yo empezamos a crear una nueva línea de productos con algunos elementos químicos sin consultar a nadie y pues…

Ah, claro, claro, taeyeon ya sabía por dónde iba esta conversación tan idiota como la misma rubia. Seguramente Yuri ya hizo alguna de sus idioteces, no necesitaba ser una experta para deducir eso.

—Por favor… por favor dime que ni de broma sacaron a la venta esas cosas, Yuri—Le pidió prácticamente estampando la palma de su mano contra su frente, cerrando los ojos y suspirando cansada. Hasta Tiffany, que se mantenía escuchando desde arriba todavía, hizo lo mismo que la peli-rosa, pues hasta ella sabía que eso era una estupidez.

—Verás, Rojita, por ahí va la cosa. Los sacamos a la venta tras experimentarlo en nuestro mono de experimentación, Al. Pero días después de que lo sacáramos a la venta pues se quedó calvo. Dando como resultado que las otras dos millones de personas que alcanzaron a adquirirlo antes de que lo retiraran de mercado también se quedaran sin un pelo— Explicó avergonzada —Luego me peleé con los chinos porque me demandaron y perdimos el juicio, lo perdimos todo.

Bien, creo que no está mal decir que a estas alturas tras escuchar tremenda tontería, taeyeon se encontraba debatiéndose entre estrangularla o simplemente cortarle la cabeza con un tenedor. Su cara, la cual ahora se encontraba luciendo ese gesto de "Estás muerta" como si nada, había pasado por varias deformaciones hasta terminar en el que era ahora. Okay, okay, taeyeon antes de todo esto había tenido un poquito de fe en que las rubias o por lo menos no todas, eran inteligentes, pero sinceramente teniendo una hermana como Soo y ahora esta inmensa idiota frente a ella… no había esperanzas.

Las pelinegras eran tontas, fin.

¿¡Qué diablos pasaba por la cabeza de esa idiota!? ¿Tenía estiércol o ya nada de plano? Además ¿Por qué le contaba sus idioteces con tanta tranquilidad?

Increíble, meramente increíble.

Yuri esta vez levantó la mirada, observando con eso como las finas cejas de la otra se iban curvando de poco a poco hasta transformarse de furia mesclada con más ni menos que rastros de su instinto asesino saliendo a la luz, amenazándola. No faltaba mucho para que estallara en gritos que se escucharían por varios kilómetros adelante…

Sólo es cuestión de esperar…

— ¡Sólo a ti se te ocurre, estúpida ertida! —Ahí están, justo a tiempo. La peli-rosa solamente atinó a caminar por la sala más que enojada— ¿¡Calvicie, enserio!? ¡Por eso te pasa lo que te pasa, imbécil! — Yuri la observó caminar de un lado a otro como si estuviera poseída, no importándole demasiado por el hecho de que no era la primera vez que hacia tal cosa.

—Genial, ya te enojaste... —Bufó apática cruzándose de brazos tras rodar los ojos, toda esta escenita que le estaba armando la Kim ya comenzaba a molestarla.

Y como si hubiera dicho una blasfemia, la aludida se giró hasta ella tipo película de terror.

— ¡¿Y cómo no quieres que lo esté!? —Rugió taeyeon, con esa furia escalando bestialmente por su ser —Claro, claro, seguramente que te quedaste sin un yen y vienes a pedirme dinero a mí ¿¡Verdad!?

— ¿Uh? ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas, por leeteuk? — Replicó la otra con indignación, abriendo la boca mientras curvaba sus cejas en un gesto de enfado— No necesito tu cochino dinero para subsistir, taeyeon, deberías de saberlo— Durante un pequeño lapso de tiempo calló, aunque luego se inclinó un poco hacía el frente y juntó sus manos delante de su rostro, en gesto de súplica —Pero si me prestaras unos 15 mil yenes te estaría agradecida eternamente.

— ¡Vete al demonio!

— ¡Tú primero!

Por unos cuantos minutos más ella siguió con su "paseo" por la casa, maldiciéndola con palabras inaudibles, pero tampoco era como si los quisiera oír. Yuri siguió observándola sin rastro de culpabilidad, hasta que ésta regresó a las escaleras, donde recargó la espalda contra el barandal comenzando a frotarse el rostro con cansancio, dejando que unos cuantos suspiros salieran de su boca.

Taeyeon ya no lo soportaba, en serio que ya no soportaba ni un solo minuto más ahí. Primero tuvo que dejar vivir en su casa por dos meses a una neko de a saber dónde habrá salido, para ahora tener que soportar las babosadas con las que Yuri le salía luego de regresar, tal parece ser sin ninguna buena noticia. ¿Qué no era ya demasiado castigo para ella? ¿Qué rayos hizo para merecer esto? Era toda una suerte que no haya ido a parar al manicomio… porque poco le faltaba para hacerlo… poco le faltaba…

—Vamos, taeyeon, que yo no he tenido la culpa —Yuri no ayuda en nada en estos momentos — ¿Dónde está Tiffany?, ¿No la habrás echado de la casa, o si? Porque si lo hiciste te juro que…

—No lo sé— Le cortó inmediatamente— Seguramente está arriba… ¡Tiffany!

"Ay... no puede ser…"

Con la simple llamada que la Kim le había hecho, los nervios empezaron a carcomerla por dentro, haciéndole imposible mover las piernas para acudir y enfrentarlas. Más aún si parecía muy tonta aquella situación, o más bien el sentirse de esa manera en ella, quisiera o no todo esto tendría que suceder ya sea tarde o temprano, y parece que esta vez será lo primero. Si estaba obligada a hacerse fuerte para encarar la verdad, tendría que hacerlo ahora mismo ¿No? Quería pensar tan siquiera, soñarlo un poco, que taeyeon detendría toda esta discusión para que saltara frente a su amiga y le dijera que ciertamente ya había aceptado a la neko aquí, por lo que no había razón para llevársela y separarla de ella.

Pero claro, era sólo una inútil fantasía porque la Hwang sabía muy bien que taeyeon jamás diría esas cosas en su vida, no es del tipo de personas que expresan sus sentimientos más bien.

Recargó la espalda en la puerta y miró al techo durante unos minutos, meditando que debería de hacer para no echarlo todo a perder como siempre. Finalmente decidió que debería de confiar no sólo en sus emociones, sino también en las de la más grande, tomando en cuenta lo que sucedió antes de que Yuri arribara a la casa era lógico pensar así ¿O no? Tiffany, un poco más temerosa que valiente, salió de la habitación para luego bajar las escaleras encontrándose luego con ambas jóvenes en la sala una en frente de la otra.

Oh Dios mío, era la primera vez que veía a las dos en el mismo lugar… este… pero... ¿Eso era bueno o malo?

— ¿P-para qué soy buena, taeyeon-nya? —Titubeó la pelirroja cuando le habló, taeyeon por su parte, no se dignó a mirarla solamente encogiéndose de hombros como si no le importara.

—Quién sabe, pregúntale a tu dueña— El rostro nervioso de la neko por lo menos hasta ese momento, rápidamente se transformó en uno lleno de pura confusión ¿Por qué dueña?

Tiffany lentamente giró su vista hacia la aludida, observando como ésta le miraba con una empalagosa sonrisa de oreja a oreja.

—Ara, Tiffany-chan ¡Tiempo sin verte! — Saludó felizmente a la recién llegada, no tomándole importancia a la expresión que esta mantenía —Qué bueno, pareces estar igual de bien a cómo te traje. Ahora ve y recoge tus cosas, nos vamos ternurita~

Ahora su cara era adornada por lindos y tiernos rastros de miedo mesclados con la sorpresa, no por el reciente notición que acaba de recibir sintiéndolo como un horrible balde de agua fría, sino más bien por el tono demasiado empalagoso que había puesto para dársela ¡Esto no era un buen augurio! Seguramente la rubia ya estaba planeando las mil y un maneras para someterla en algún lugar para nada bonito, bonito por lo menos no para ella ¡Por favor, no! Podía casi leer esa mente llena de ersiones con tan solo mirar la reciente mirada maliciosa que ponía mientras le observaba…

La neko parpadeó varias veces, con la boca abierta tratando de procesar toda la información enviada a su cerebro hace segundos.

¿Hablaba en serio? ¡¿De verdad lo hacía!? No podía ser cierto….

—Tiffany-chan, te noto muy pálida ¿Estás bien? — Cuestionó la pelinegra notando el color blanco que comenzaba a tomar su piel.

— ¿P-por qué? —Preguntó con la voz temblándole sin que ella lo deseara, Yuri sólo pudo lograr suspirar con cansancio ante su pregunta.

— ¿Qué no es obvio? Ni tú ni yo somos bienvenidas aquí. Lo mejor será dejar a taeyeon sola con su vida aburrida, en casa de Tiffany estarás mucho mejor, vas a ver cómo te diviertes con las cerezas come humanos que tiene en su jardín.

El caso es que la Hatsune no había escuchado ni la mitad de su oración, sólo se entretenía mirando a la peli-roja fijamente, con un toque de súplica en esos orbes agua marina. Claro que la otra no lo hacía igual, más bien, le daba igual toda la conversación que quien sabrá si la había escuchado, así que podría decirse que le daba lo mismo si Tiffany regresaba con Yuri o no. Era lo mejor de todos modos ¿O no? Si esa rubia se la llevaba podría tener un problema menos, no tendría que estar cambiando de opinión sobre lo que sentía o no por ella cada cinco segundos, no existiría la necesidad para lastimarla siempre, sólo ahora, pero sería la última vez.

Taeyeon sólo se encogió de hombros indiferente, la decisión esta vez también le correspondía a la neko.

Por el otro lado de la mesa, o el de Tiffany mejor explicado, sentía como una creciente ira que no era normal en ella comenzaba a subir cada vez más, sintiendo esta vez unas ganas de golpearla que no creyó llegar a experimentar alguna vez. Sin embargo, hay que decir que eso no duró mucho, aun si hubiera sido lo mejor. La decepción se fue abriendo paso de poco a poco, rebasando por mucho el enfado. La verdad, es que nunca en su vida se había sentido TAN dolida como lo estaba en ese preciso momento, incluso podía afirmar que sentía unas ganas enormes de llorar, pero no lo haría para no darle esa satisfacción a la peli-roja.

No merecía sus lágrimas ¿Verdad?

Es que… esa precisa mujer de doble personalidad le estaba destrozando el corazón en pequeños trozos con su sola indiferencia ante la situación… nada más por eso.

—Está bien…— Por fin tomó una decisión, frotándose discretamente los ojos con el dorso de las manos —V-voy por mis cosas…

—Me parece bien, sólo apúrate que Tiffany nos espera en el auto— Le apuró la aludida con una sonrisa gentil, tal parece ser que ya ha podido ver como se sentía la rubia con todo esto.

La neko sólo asintió rápidamente con la cabeza, para luego apurarse a subir las escaleras hasta la habitación donde hasta hoy había dormido. Y no fue hasta que Yuri se aseguró que ya había subido, cuando borró esa gentil sonrisa como por arte de magia. Ahora con el ceño fruncido, caminó hasta quedar frente a taeyeon, luego la tomó de la cara con ambas manos para que la otra por fin se atreviera a observarla.

—A ti te dicen la elotito tierno ¿Verdad, Fresita? — Se burló sonriente, provocándola claro —Se nota un montón que te adora ¿Algo que quieras decir con tu gran sentido de la delicadeza?

—Sí, algún día alguien te violará para que veas lo que sentimos los otros, nada más espera y verás…—Refunfuñó entre dientes, molesta por la cercanía de la otra. Yuri ahogó una carcajada.

—No, yo te quiero más mi querida amiga.

—Eres una jodida majadera…. —Vaya, a la rubia le encantaba fastidiarla indudablemente, por eso no encontró otro momento perfecto para molestarla todavía más. Con una sonrisa inmensamente divertida, acercó su rostro más al de ella con intenciones de joderla, y le dio un rápido y corto beso en los labios, haciendo que taeyeon retrocediera instantáneamente— ¡Agh, maldita imbécil! ¿¡Qué te crees que haces!?

Yuri dejó que una sonora risa escapara de su boca, en serio que disfrutaba de esto. Por acto de reflejo, la peli-roja comenzó a tratar de limpiarse la boca desesperadamente con manos y brazos ¡Desgraciada cabeza de chorlito!

—Qué raro, se supone que debiste de convertirte en príncipe.

De repente se escucharon los pasos de la Hwang por las escaleras, rompiendo las recientes ganas que taeyeon tenía para cometer homicidio. Era extraño, pero la mayor de las tres sólo logró tensarse en su lugar, evitando a toda costa el dirigirle por lo menos una corta mirada, con el presentimiento que se arrepentiría de su decisión si se le ocurría estúpidamente hacerlo. Tiffany ya se había cambiado de ropa, llevando la misma que tenía el día que llegó a esta casa, también con una maleta no muy grande en una de sus manos.

— ¿Lista? — Preguntó la rubia, ella solo asintió con la cabeza silenciosamente —Entonces vámonos, Tiffany se enojará si la hacemos esperar.

Ya no tenía más razones para permanecer ahí. Pasando de largo a la peli-roja, se apresuró a alcanzar a Yuri, quien sólo tomó la maleta para ayudarle en algo.

Sólo piensa que esto es lo mejor, taeyeon, así no sentirás ese remordimiento que tanto detestas.

Antes de que salieran de la casa hacía una vida nueva, Tiffany se atrevió a mirar atrás, sólo para dedicarle una mirada llena de la más pura decepción por la persona por la que menos le hubiera gustado, pero que siendo sincera ya se lo esperaba de ella… Claro, eso no era bonito.

—Has hecho un buen trabajo, taeyeon— Le dedicó su amiga con un tono sarcástico— No esperaba menos de ti.

Y entonces salieron cerrando la puerta tras de ellas, ya sin importarles del todo que es lo que la Kim haría a continuación, aunque Yuri ya tenía una idea de lo que sucederá. Hacía frío ahí fuera como para que Tiffany sólo estuviera vestida con esa ropa que no la cubría de él, por lo que la pelinegra se tomó la molestia de quitarse su chaqueta para cubrir a la neko con ella.

Le pasó un brazo por los hombros y la estrechó contra sí misma, en un abrazo reconfortante.

—Tiffany, no estés así, vas a ver cómo nos divertimos en casa de Tiff— Trató de subirle los ánimos, sin ningún resultado prometedor.

Caminaron todo el tramo que quedaba para llegar al dichoso auto de la chica que olía a cerezas, por lo menos era de lo poco que conservaron tras perder la demanda en contra suya.

¿Por qué taeyeon le volvía a hacer esto? ¿Por qué tenía que volver a irse cuando ya sentía esta precisa casa como su hogar? Durante casi todos los dieciséis años de su vida, ella siempre estuvo de una casa en otra, viviendo y no viviendo allí y allá al mismo tiempo. Y cuando por fin, después de la muerte de SeoHyun, encontraba un lugar donde se sentía a gusto…. Estúpida taeyeon…

Yuri estaba debatiéndose entre sí tratar de decirle alguna palabra de consuelo, o simplemente callar por miedo a empeorarlo. Hubo una situación parecida cuando taeyeon le hizo algo más o menos similar a ella, así que entendía un poco del cómo se sentía.

Un corto lapso de tiempo pasó para que por fin llegaran al coche; era un viejo auto Tsuru color negro. Yuri la ayudó a subirse en la parte de atrás, y ella ocupó el asiento del copiloto.

—Ara, Tiffany-san, tiempo sin verte— Le saludó Tiff desde adelante, girándose a verla con una sonrisa — ¿Cómo te la pasaste con taeyeon?

—Hola Tiff…— Le saludó cortante para evitar el tema, de lo cual la aludida fue consiente. Fue como si el ambiente dentro del vehículo hubiera cambiado en un abrir y cerrar de ojos.

Con esa indirecta de "No quiero hablar contigo" la peli-roja sólo se giró lenta e incómodamente de nuevo, ya ni sabiendo que hacer para relajar las cosas.

—Entonces… creo que mejor será irnos— Avisó colocando las manos sobre el volante.

—Ya Tiffany, no pongas esa cara. No necesitas de taeyeon, me tienes a mí. Dormiremos juntas, nos bañaremos juntas, nos frotaremos juntas ¿A qué no suena eso divertido? Eso hacías con ella ¿O no?

—Yuri no es por nada, pero no creo que estés

Ayudando— Aseveró observando por el espejo retrovisor a la neko, quien se hundía más en su lugar ante la mención de la estreñida.

El camino sería muy largo para las tres, desgraciadamente.

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—Y aquí es donde dormirás a partir de ahora —Indicó la pelinegra abriendo la puerta de madera, dejando a Tiffany entrar en su nueva habitación —Ya sé, dilo, es genial ¿No?

El cuarto, vieras por donde lo vieras, parecía ser mucho más simple de lo que era el de taeyeon; la cama matrimonial yacía frente a ella, pero daba un aspecto de que era más o menos barata o hasta con varios años de antigüedad ¿Habrá chinches u otro bicho? La decoración no eran más que simples posters de unas bandas de rock famosas, y un viejo librero con pocos libros en una de las paredes. Se atrevería a decir, que lo único bonito que encontraba en todo el lugar, era la ventana de fondo con pequeñas grietas que daba vista hacia el tranquilo bosque.

Pero, aunque en apariencia no se le antojaba muy cómodo ni mucho menos cálido, prefería eso a nada, a vivir en la calle como lo hiso durante un tiempo. Se acostumbraría ¿Cierto?

—Lamento las condiciones, pero en este cuarto no teníamos pensado hospedar a nadie—Se disculpó procediendo a limpiar el polvo que había sobre el pomo de la puerta.

—…Huele raro…

¿Raro? Yuri puso una cara extrañada y se apresuró a olfatear el lugar ¿Qué tenía el olor de raro? Tiffany puso una mueca de desagrado, y sin tener nada más que hacer caminó sin ganas hasta dejarse caer sobre la cama rechinante. Con ayuda de sus brazos se arrastró un poco hasta hundir la cara en la almohada.

La Hwang no se veía nada bien.

— ¿Podias dejarme sola? — Pidió, o eso pareció ser porque la aludida no le entendió nada de nada.

— ¿Qué?

Suspiró, ni ganas tenía de repetir lo que dijo, pero por su privacidad lo hizo así. Levantó parte de su cuerpo y se giró hasta ella.

–Quiero estar sola ¿Te importa?

Y de nuevo se desplomó sobre su almohada.

Yuri, lejos de darle su espacio de una buena manera, sólo colocó una mueca de circunstancias, debatiéndose entre quedarse ahí a tratar de reconfortarla o simplemente salir esperando que esté bien al día siguiente. Pero para ella ya era obvio lo que la neko haría cuando estuviera completamente sola en ese frío cuarto; conocía esa mirada a la perfección, la misma que ella puso cuando una personita especial para ella desapareció por completo del planeta ¿Qué donde estaba? Ni ella lo sabía.

Seguramente que esa adolescente felina rompería a llorar cuando ninguna de las dos la viera u oyera, lo sentía así porque todo el camino podía notar como se aguantaba las ganas de hacerlo en el auto. Pero eso no estaba mal, mejor salir de ahí para que pudiera desahogarse…

Le hicieron mucho daño…

Llenó sus pulmones de aire hasta el tope y tras exhalarlo salió y cerró la puerta tras de ella, aunque antes de buscar a su socia en la sala, se recargó un rato en la puerta para ver si lograba escuchar algo que a la vez no sabía si quería oírlo. Y sí que lo hizo, dentro de la habitación alcanzo a oír como sollozaba, la rubia nunca creyó que llegaría a escucharla así cuando la conoció. Parecía un gatito abandonado, y técnicamente, Tiffany, se sentía de esa forma cuando se ponía a pensar en la peli-roja ¿¡Qué le hiciste, taeyeon!?

"Empezamos mal…"

Ya mejor optó por dirigirse a la sala, escuchar a la neko de esa manera también la ponía triste a ella. Bajó las escaleras y luego cruzar todo el pasillo hasta el salón principal se encontró con Tiff leyendo un periódico en uno de los desgastados sillones. Por la cara que ponía era seguro que trataba de encontrar algo referente a su reciente tontería… Pero bueno.

Levantó la vista al sentir la presencia de su amiga, y viendo la cara que esa se cargaba sólo torció la boca en gesto confundido.

— ¿Qué? ¿No le gusto el cuarto? —Preguntó incrédulamente ahora levantando una ceja, la aludida sólo la ignoró olímpicamente y se dejó caer en el sillón a su lado —Okay… entonces le doy el mío si no quiere ese…

—No es nada del cuarto, Tiff… ¿Crees que hice bien en traerla? —Ay no, es otra de esas ocasiones en las que la rubia se pone extremadamente sentimental, y la peli-roja odiaba esas veces porque es a ella quien le toca calmarla. Rayos…

—Pff… Yuri…— Y ahí vamos otra vez, ella dejó el periódico sobre sus piernas— Tú dijiste que no podías llevarla contigo por lo que no podrías protegerla de lo que sea que te pidieron cuidarla, si le mentiste a taeyeon con la excusa del "regalo de cumpleaños" para que cuidara de ella mientras no estás ¿No crees que estuvo bien? —Su amiga sólo negó con la cabeza—Vamos, que no es tu culpa, es la de Tiffany-san por tener un mal gusto ¿taeyeon, en serio?

—Sí, ni yo me la creí pero pasó ¡Y la idiota de Fresita le hizo daño! — Exacto, parece que se está recuperando, ya empieza a decir sus cosas típicas. Pero no estará bien hasta que diga una ersión —Pero eso no es caso, taeyeon la dejó virgen ¿Puedes creerlo?- —Este… ¿Eso cuenta cómo ersión?

La peli-roja puso los ojos en blanco abriendo la boca ¿Y qué si era virgen, tenía algo de malo ser virgen? No creo que sea nada malo ¿O sí? Pero había otro dato importante que quizá Yuri no pasó por alto, así que ella carraspeó para que le pusiera atención.

—Yuri-estúpida-chan, creo que estás equivocada con eso ¿Si es virgen, que hay del chupetón que tiene en el cuello? A menos que no hayamos descubierto otra cosa de los de su raza no creo que se lo haya hecho sola— Señaló creyendo que tenía razón, pero la otra sólo se golpeó la frente varias veces.

— ¡Es virgen, punto! Taeyeon será frígida, ahora me será mucho más difícil esconderla….

Bueno, Tiff no entendía mucho de lo que esa rubia ertida se refería ¿Si era virgen o no cuál era el problema? La peli-roja lo veía como algo bueno, Tiffany todavía era menor de edad al contrario de taeyeon, así que estaba bien que, si de casualidad llegaron a algo, no haya pasado de sólo unos cuantos manoseos y por eso el chupetón. Pero, por otro lado, el punto de vista de Hwang sobre el tema parecía ser otro completo distinto, aun así prefirió no objetar nada en su contra, porque extrañamente Yuri sabía mucho más de la neko que la misma gata. Seguro que había alguna razón para que pensara de esa manera.

Se frotó la cara resignada, le frustraba el hecho de que su socia la haya metido en una misión de la que ella no sabía casi nada, o de la que la rubia no quería contarle demasiado en otras palabras.

—Sí, sí, está bien, en eso no te voy a replicar pero sólo digo que ni siquiera estás segura de que ya sepan que está aquí ¿Le viste aca…

— ¡Te dije que la vi! — Cortó repentinamente su oración con un grito, no tomando las precauciones necesarias para que cierta rubia no las escuchara —Está aquí, en Sapporo ¿Necesitas otro dato más para creerme?

Sí, ciertamente si necesitaba de muchos datos más para hacerlo, pero mejor no pedírselos porque se iba a enojar como siempre que sacaban ese tema, y no quería que la amenazara con sus tijeras otra vez, casi le corta el cabello de un tajo ese día ¿Apoco Tiffany era tan importante como para ponerse de esa forma? Desde que hyo se las vendió por muy pocos yenes allá por Rusia, muy alejado, sí, pero fue una suerte porque ese traficante de cabellos azules la vendió a quienes no debería mientras les decía -"No quiero enviarla a sufrir otra vez"- Fue un gran gesto de su parte… en serio… Aun sabiendo que recibiría un fuerte castigo por no llevarla a su destino por eso, él prefirió colaborar para ponerla a salvo.

Tiffany Hwang era un tesoro y un mar de nuevos conocimientos viviente, pero eso era lo que muchas personas, entre ellas taeyeon, no sabían.

De hecho, la peli-roja no recordaba la última vez que vio a Yuri tan feliz como se había puesto cuando encontró a Tiffany, no hace mucho. Yuri llevaba como dos años y medio buscándola, y no fue hasta que viajo a Rusia que encontró una pista que las llevo hasta hyo. De todas maneras, no sabía tantos detalles de la historia, para su desgracia.

Se frotó los ojos, cansada, era de noche y ninguna de las dos ha dormido muy bien.

—Por cierto, Yuri lla llamó con cuidado, sabiendo que se iba a meter en un tema muy sensible para la pelinegra — ¿Has vuelto a hablar con ella? Ya sabes… la chica que es…

—No— Cortó, sinceramente odiaba hablar de ese tema —Te dije que se desapareció hace como dos años ¿No lo recuerdas?

—Ah…

Tiffany rodó los ojos, Yuri nunca la dejaba terminar una oración como Dios manda.

Ya mejor decidieron dejar por zanjado el tema.

La pelinegra se levantó de su asiento, ya optando por irse a dormir porque simplemente eso no le haría ningún daño a nadie, su socia le siguió de cerca hasta que subieron las escaleras con direcciones hasta sus respectivas habitaciones.

—Yuri… ¿A dónde rayos te crees que vas? —Cuestionó la peli-roja observando como esta se metía en un cuarto que no era el suyo —Ese es el cuarto de Tiffany-san…

—Buenas noches —Le dijo ignorándola por completo.

—Pero…

— ¡Dije buenas noches!

________________________________________

Cuando salía a caminar un rato por las mañanas la solía tranquilizar un poco; el aire fresco, el sonido que emitían las aves en busca de comida y el silencio que había en el bonito parque durante esas veces. Aun si era una época de frío, el clima era agradable como para salir a pasear un rato con la pareja… si tuviera una claro.

Taeyeon se detuvo en seco en medio de la tranquilidad, quitándose los audífonos empezó a observar todo aquello que la rodeaba por ahí; los árboles, la fuente y esas cosas. Aunque más que mirar parecía estar perdida en su propio mundo, pensando en muchas cosas y en nada a la vez, si eso era posible. Y aunque ustedes no lo creyeran después de lo que hizo la noche anterior, estaba muy afectada por eso que hizo aunque parezca increíble. Pensaba en si había hecho bien en dejar que se fuera, o si de casualidad era la mejor opción para volver a tener su tranquila vida. Pero ¿De verdad quería esa vida de vuelta?

Bueno, hay que decir que taeyeon Kim ya no ha sido la misma de siempre, esa neko la había cambiado, más todavía había una que otra cosilla que había que corregir.

Estúpida neko y su estúpida habilidad para entrar en las personas fácilmente.

Ni siquiera podía disfrutar a gusto el día por andar pensando en ella y su maldita sonrisa que la trae embobada, y cuando pensaba en la mirada llena de decepción que le había dedicado ayer… perdía el aliento. Y si, si la vio, pero no se atrevió a detenerla cuando tuvo la oportunidad, porque estaba segura de que dejarla ir era lo mejor para ambas. Aun si ella sufriera, no lo volvería a hacer después de aquello, o eso creía al menos.

Pero bueno, ella ya no quería pensar más en ese tonto tema como para enojarse sin razones rondando, así que mejor decidió volver a colocarse sus audífonos para seguir con su tranquila caminata por el parque. Sin embargo, algo sumamente raro pasó cuando apenas si se dirigía a la fuente: ¿Era su hermana? Si, si lo era. Ella se encontraba charlando cerca de esa fuente, con una chica que a la peli-roja se le hacía extrañamente conocida, y eso era lo extraño porque no estaba con Yukari como acostumbraba. Era una muchacha más bajita que ella, que rondaba más o menos los dieciocho años de edad, de cabellos largos y dorados con una diadema blanca que era adornaba por un gran moño. Desde lejos parecían discutir, por lo que taeyeon se sentó disimuladamente en una banca cercana para ver que sucedía, aun si no escuchaba nada.

Soo, cruzada de brazos, hablaba o a veces callaba para escuchar a su acompañante, pero también negaba con la cabeza o sólo se encogía de hombros. La más bajita parecía pedirle algo o reprocharle algo, apuntándole con el dedo o haciendo uno que otro movimiento con las manos y cabeza. Hasta ahí todo bien, era poco comparado con lo que sucedería a continuación: La más pequeña tras haberse hartado de discutir, tomó desapercibida a la coreana por ambas mejillas y le planto ¡Un beso! ¡La estaba besando! ¿¡Yukari, dónde estás cuando deberías!?

Soo si se tardó un poco en responder, pero al final la empujo y le grito, después la chica rodo los ojos y… se fue… como si nada.

¿Qué diablos acaba de pasar?

Entonces taeyeon decidió interferir, por primera vez en su vida había pensado en la novia de su hermana. Se paró de su escondrijo y caminó rápidamente hasta la rubia, pero esta no notó su presencia.

—Y te quejas de la idiota de Yuzuki ¿Verdad? Maldita infiel —Habló tras de ella, la aludida dio un saltito en su lugar por el susto, y rápidamente se giró hasta su hermana.

— ¿Q-q-q-q-q-qué?, ¿A-a-a a quién le hablas? ¡H-hola, taeyeon! — Se apresuró a saludarla, nerviosa, rascándose la nuca con su mano temblorosa —Bonita mañana… ¿N-no lo crees?

—Así que si estabas haciendo algo a sus espaldas… Si le dijera lo que acabo de ver —Soo ahogó un gritito de niña que salió de su boca ¡Era coreana muerta! Para comer en familia también…

— ¡No, por favor, no le digas, te lo suplico! ¡Piensa que es como un favor al prójimo! —Y exageradamente, la rubia se dejó caer de rodillas delante de ella y con desesperación se aferró fuertemente a su pantalón — ¡No fui yo, fue ella, te lo juro, ENSERIO!

—Suéltame, desgraciada, me avergüenzas —Ordenó con fastidio dándole un puntapié, la pateada se quejó con un sonido parecido al que hacen los perros.

Taeyeon gruñó molesta, odiaba cuando Soo hacia esas cosas y luego pedía por perdón o que no dijeran nada al respecto.

A veces era muy hipócrita.

Su hermana se levantó después de haberse recuperado, apoyándose en el suelo con sus manos sosteniéndose para no caer, y cuando por fin logró ponerse de pie, su expresión había cambiado a una de completo horror y suplica, a un profundo arrepentimiento, como si ella también no estaba de acuerdo con lo que acababa de hacer… o le hicieron.

La peli-rosa movió un poco la cabeza con paciencia, Soo estaba por explicarle las cosas que pasaron hace poco, y como no tenía nada más que hacer esa mañana mejor se pondría a escuchar sus excusas, nada más por ser bondadosa, y no siempre lo es.

—taeyeon… ¿Te enojaste? —Ok… sólo era eso. Quiso estrangularla pero no tenía las ganas de hacerlo, aún tenía mucho en que pensar con respecto a cierta neko-invade-espacio personal —taeyeon… no le digas… no fue mi culpa.

—No estoy enojada, tú bien sabes que me importa nada lo que hagas con tu vida, pero creo firmemente que Yukari debería de enterarse que te estás viendo con tu ex novia todavía.

—Eres cruel…. — Ya la tenía hasta la coronilla, que Soo arregle sus problemas ella sola.

—Agh, olvídalo, arréglatelas tú.

La peli-roja se dio media vuelta, no quería prestarle ayuda a su hermana para que después ésta ni caso le haga ¿Para qué lo hacía entonces? Si quería seguir viéndose con una persona que todavía no la supera a ella era su problema, si Yukari se llega a enterar de todo esto tendrá que explicarle las cosas también sola ¡Sin su apoyo! Ya tenía suficiente con lo de Tiffany como para todavía meterse en otras broncas que ni la involucran a ella. Y le molestaba igualmente, porque lo que le estaba haciendo a la peli-morado ya se lo había hecho leeteuk a ella, pero extrañamente lo de él no le dolía, fue como si nunca hubiera sentido algo por él verdaderamente.

Extraño… pero a la vez no lo era.

Soo por miedo a que su hermana revelara información que no quería que fuera revelada, solo la siguió todo el camino de cerca pidiéndole que por favor no le dijera nada, que no era lo que parece, que ella se lo dirá pero no hoy.

En fin, un buen de cosas que ella ya había escuchado una vez en su vida, hace como seis meses siendo exactos. Llegaron a un puente hecho de piedra y lindamente adornado con figuras talladas en él; animales, plantas, etcétera. Estaba colocado específicamente sobre el lago del parque, adornándolo y que hiciera juego con el ambiente.

Cuando taeyeon se había hartado de la situación, paró en seco y se giró rápidamente hacia su hermana, usando uno de sus dedos como navaja a una distancia alarmante de su garganta.

—Te lo advierto, no diré nada ¡Pero deja de seguirme! ¡Odio cuando lo haces! —La aludida tragó saliva sonoramente, tener esos dedos como armas la ponían nerviosa, ¡taeyeon la ponía así, maldita imbécil!

—Ya, ya, ya entendí…—Replicó retirando cuidadosamente la mano de su hermana —Bien, lo siento ¿Vale?

—No es a mí a quien deberías pedirme disculpas, infiel.

¡Y ahí vamos otra vez!

Estaba preparada para lanzarle una docena de gritos y groserías para explicarle que las cosas no eran como ella lo creía ¡Porque no lo era! ¡Esa rubia maligna la había buscado! Pero bueno, una ertida de cabello morado había hecho su aparición en la escena.

Avanzaba con pasos fuertes y furiosos por el puente en dirección hacia ellas, con un rostro lleno de una ira que nunca en su vida alguien verla así, ni siquiera sus hermanos la habían visto de esa manera, eso porque por lo regular —cuando tenía un conejo con ella— era una persona alegre, ertida, pero alegre al fin de cuentas. Por eso es que la rubia tuvo un mal presentimiento al verla ¿Y si se enteró de todo? Oh no…

Aunque, sus miedos se derrumbaron rápidamente cuando gritó llamando a taeyeon. La nombrada se volteó para ver cuál era el alboroto, y desearía no haberlo hecho, porque cuando lo hizo recibió una fuerte bofetada en la mejilla que la hizo girar la mejilla bruscamente hacia la dirección opuesta.

— ¡Eres una maldita insensible, taeyeon! —Le gritaba Yukari precediendo a tomarla por la blusa y comenzando a zarandearla fuertemente — ¿¡Qué demonios le hiciste a Tiffany para que se fuera!?

—Suéltame, no me grites, cuernuda —La coreana no pasó por alto ese insulto; desesperada comenzó a hacerle señas para que cerrara el pico, lo bueno que Yuzuki ni le prestó atención —Tal parecer que te vinieron con el chisme ¿Cierto? Si se fue con Yuri fue por su voluntad.

— ¿Qué?, ¿Qué Tiffany se fue con la ertida? —Se incorporó Soo la plática, frunciendo el ceño y mirando indignada a su hermana— ¿Cómo está eso, taeyeon ¡Ooh!, ¿No te dijo, amor? Sí, y todo fue por culpa de la joyita de tu hermana. Anda, taeyeon, dile que Tiffany se la pasa llorando desde entonces.

La peli-roja gruñó peligrosamente, todo este tema de la neko-invade-espacio personal la tenía con un mal humor de los mil demonios. Pero más importante ¿A ellas qué les importaba eso? Después de todo es de ella la casa en donde vivía esa rubia, si la quería echar o no era su decisión ¿Verdad? Ninguna otra persona, por más cercana a ella que fuera, tenía ese derecho de venir a recriminarle las cosas como lo estaba haciendo la peli-morado. No tenía ese derecho…

— ¡Yuri y yo teníamos un acuerdo! —Bramó furiosa librándose por fin del agarre de su captora —Ella regresaba, Tiffany se iba. Así de simple ¿Entienden?

—Que excusa más barata— Replicó Yukari —Si de verdad la querías hubieras mandado a Yuri al demonio y te hubieras quedado con Tiffany ¿Qué tan difícil es? ¿Eh? ¿Qué tanto?

Sí, sí, eso lo sabía desde el momento en el que la vio salir por su puerta.

Pero en lo que se equivocaban, es que no era nada fácil hacer semejante cosa, no para ella.

Ninguna de las dos entendía lo difícil que le resultaba expresar sus emociones siempre que quisiera, lo difícil que le era el haber ido y confesado que de verdad la quería y que no deseaba que Yuri se la llevara. Pero no. Su orgullo y la furia que le habían invadido en ese momento no se lo permitieron, aun si hubiera querido hacer eso no se lo iba a permitir.

Y lo peor del caso es que tenía ese dolor y esa decepción reflejados en los ojos de la neko todo el tiempo, recordándole su estupidez a cada rato que parpadeaba.

— ¿¡Y quién dijo que la quiero!? — Volvió a gritar, esta vez espantando a uno que otro pájaro que había sobre los árboles —Estás muy equivocada, Yukari, ni volviendo a nacer sentiría eso por e-ella…—Extrañamente le tembló la voz, dando a entender que estaba mintiendo, una mentira de ella para ella.

— ¡Necia, necia, necia, orgullosa! —La peli-morado ya no podía aguantar esas ganas de golpearla. Furiosa se abalanzó contra ella, pero su novia se interpuso en su camino, con los brazos extendidos y protegiendo a la Kim.

—Yukari, por favor cálmate, no quiero que discutan por eso —Trató de tranquilizarla con buenos resultados, pues la amaba tanto como para no poder resistirse a ceder ante esa carita de súplica que le ponía. Con un rubor en sus mejillas se enderezó y cruzó de brazos, murmurando cosas inaudibles por lo bajo —Y tú, taeyeon, no permitiré que te vayas con la cola entre las patas —Dijo viendo como ésta tenía intenciones de pasarlas de largo, aunque Yukari la detuvo tomándola fuertemente por una de las muñecas.

La Kim le sostuvo la mirada amenazante, con los ojos entre cerrados tratando de intimidarla para que la dejara libre, pero la peli-morado hacia eso mismo por lo que no le funcionó la miradita.

—Suéltame, voy en serio, Yuzuki —Advirtió en un siseo, uno muy peligroso. La aludida sólo bufó.

—Ni lo creas, Kim, no te vas de aquí sin antes arreglar cuentas conmigo —Oh, se avecina una tormenta.

Parecía un duelo de titanes, tanto que Soo se emocionó y asustó al mismo tiempo al ver sus rostros así de cerca, sabía que el día que se pelearían estaba cerca ¡Pero no tanto! Y lo más extraterrestre del caso es que no era por asuntos entre ellas, sino por nada más ni nada menos que por Tiffany, porque la peli-morado vino en su defensa

¡Viva Yukari!

Puede que taeyeon siguiera siendo un poco más alta, pero eso no la intimidaba en nada, estaba dispuesta a asesinarla a ser posible. Casi, casi podía llegar a sentir como el aura alrededor de ambas se iba incrementado, de color negro y blanco dependiendo del lado al que apoyaban, y como sus miradas emanaban chispas y chocaban entre sí.

Impresionante.

¿Quién tiene las palomitas?

—Me esperaba muchas cosas de ti, pero me sigue sin caber en la cabeza el cómo puedes estar tan hueca y dejar ir así como así a una persona como ella. Se nota que no tienes ni idea de lo mucho que cuesta encontrar a una persona que te amé, que te ponga atención ¿Qué pasa contigo? —Luka apretó la mandíbula fuertemente, pero se debatía mucho el que contestarle.

—Yo no soy como tú, no entenderías nada de lo que me sucede.

Su orgullo; ni ella sabía por qué éste resurgía en los momentos menos adecuados para hacerlo, lastimando a cierta neko con eso. ¿Pero por qué orgullo? Porque éste no le permitía ni de broma admitir que, en efecto, se había enamorado completamente de Tiffany Hwang… su gata estúpida.

No, eso no terminaba de digerirlo, no comprendía por qué ella precisamente, de tantas personas que había en el planeta ¿¡Por qué ella!? Y lo peor del caso, es que tampoco le agradaba mucho la idea de que fuera de una chica menor de edad, alguien de su mismo o y que todavía era una adolescente.

Eso le molestaba, le daba rabia, la confundía. Nadie había puesto toda su lógica de cabeza como ella lo hacía, nadie, nadie en la faz de la tierra.

Era… era… frustrante.

—Sí lo entiendo. Pasé por una situación como la tuya, porque ni yo me podía creer que mi amor por tu hermana era tan grande que hasta rebasó las barreras del género. Pero ya ves— Dijo y con su mirada le indicó a taeyeon de quien hablaba— La amo, como tú a Tiffany. Y no me vayas a salir con que no es cierto.

La rubia se sonrojó fuertemente por sus palabras, pero decidió callar hasta que dejaran de discutir, y estar preparada para meterse si las cosas pasaban a golpes y jaladas de cabellos.

—Que no es cierto, ella sólo es una gata estúpida que se metió en mi vida a la fuerza ¡Yo no pedí conocerla, es culpa de Yuri! — Bramó desesperada, tratando de hacer invalidas las palabras de la novia de Soo.

— ¿Sabes qué? Sigue engañándote, sigue pensando que tú tienes la razón en todo esto… pero… —Y sin vergüenza señaló un punto en el cuello de la peli-roja —Ese chupetón no te lo hiciste sola ¿O sí? — La aludida gruñó y bajó la mirada ya ni sabiendo que contestar.

Maldita obsesionada con los conejos.

—Todo esto es igual a lo que pasaste con mi primo, leeteuk, hace seis meses ¡Y otra vez está Yuri en medio! Pero la diferencia es que esta vez es de Tiffany quien estamos hablando. Si lee-un buscó consuelo en los brazos de tu mejor amiga fue porque eso fue lo que encontró que existía más parecido a ti, porque jamás te interesó y él se dio cuenta. ¿Y qué es diferente ahora? Dime, taeyeon, a ti no te dolió lo de él, porque ni siquiera lo querías, sólo salías con él para que dejara de insistirte y te dejara tranquila… pero Tiffany... ¿Te gustaría pasar eso con ella?

¡Golpe bajo! ¡Eso sin duda fue un K.O extraordinario! Taeyeon ya no sabía ni que responder a eso. Y exacto, Yukari ya le había ganado la batalla con eso. Tan enojada estaba en ese momento que nada más gruñó, le dirigió una furiosa mirada a su hermana antes de irse, y por último con fuerza se libró del agarre de Yukari. Rugiendo avanzó con pasos furiosos hasta desaparecer de su vista.

Yukari chasqueó la lengua aun observando la dirección por la que taeyeon desapareció.

—Dios, no entiendo cómo es que Miku la quiere —Gruñó ella también, el mal humor de su cuñada era contagioso.

Su mal humor se le vino abajo tan sólo un momento después, pues su novia se le acercó cariñosa por la espalda, rodeando su cintura con los brazos y recargando su barbilla en el hombro de ésta, comenzando a repartirle besos por el cuello y la mejilla.

—Yukari-chan~ —Ronroneó peligrosamente a su oído — ¿Quieres que vayamos a casa para que desayunemos algo?

Yuzuki dio un suspiro involuntario.

¿Quién era ella para decirle que no? Ya hablarían de lo que sucedió con Rin Kagamine hace rato, pero no ahora, porque Soo no sabía que si se enteró de todo.

________________________________________

Ya era de mañana, pero todos sabemos que la pereza puede hacer muchas cosas, por eso era que Tiffany se levantó un poco tarde ese día. Igual había que recalcar que se la pasó llorando casi toda la noche hasta que se quedó dormida, sus ojos todavía un poco hinchados y enrojecidos podían confirmarlo. De todas formas, había algo muy fuera de lo normal esa mañana, uno que le hizo pensar que quizá lo de anoche fue todo un muy mal sueño.

Había alguien acostada al lado suyo de espaldas y ella abrazándole por detrás, como lo hacía con cierta estreñida siempre.

Cabía decir que su cabello tenía ese mismo largo, aun si el olor de su cabello hubiera cambiado de fresas a… ¿Miel? ¿Olía a miel el cabello de tae? Bah, no importa, seguro que se puso otro champo para cambiar algo tan siquiera.

La neko sonrió de medio lado, ahí estaba su estreñida, no la había abandonado. Por eso se aferró más a la espalda de ella, contenta, ronroneando y pasándole la cola entre las piernas descaradamente.

Grave error, al menos para ella.

—Cielos… si le haces esto a Fresita todas las mañas, no sé cómo soporta ser frígida contigo. Yo estoy a punto de…

— ¡YURI!

Tiffany pegó un grito que se escuchó por toda la casa, que hasta despertó a Miku, pero como cuando la despiertan se pone tan amargada sólo les gritó desde su cuarto:

— ¡DEJEN DORMIR AL PRÓJIMO!

Luego de aquello, la peli-roja cayó de la cama tras dar un salto mientras hacia el típico sonido que hacen los gatos cuando los fastidias.

Por último se golpeó la cabeza.

—Tiffany, cuidado, la madera de esta casa es cara—Alegó preocupándose más por el piso que por la gata, entonces se arrastró un poco por el colchón hasta la orilla del otro lado — ¿Te rompiste algo?

Pero todo eso estaba perfectamente, comparado con lo otro, pues la Hwang, de forma sorpresiva, empezó a dejar que unas lágrimas silenciosas se resbalaran por sus mejillas… esto es malo.

—Ay no… oye, oye... ¿Te encuentras bien, hice algo malo?

La aludida sólo negó con la cabeza, no era su culpa después de todo, fue la de sí misma por hacerse falsas ilusiones con la Kim.

—No… no es nada, Yuri… pensé que eras taeyeon… eso es todo… Siento mucho causarte molestias… de verdad…— Yuri puso un rostro preocupado, se sentía como una madre impotente porque no podía hacer mucho para ayudarla, y si lo hacía quizá hasta lo empeoraría — ¿P-por qué me hizo esto? Es que no la entiendo…

La más grande se frotó el rostro en signo de cansancio, estaba harta de que esa gata se la pasara llorando por quien no valía la pena desde un principio. Pero también es su culpa, ella ya había cumplido con advertirle desde antes él que mejor se quedara con alguien más, pero no, Tiffany fue muy necia.

—Tiffany, ya no llores, yo te dije quién era taeyeon desde un principio. Y si de todas formas así es como la quieres, entonces solo espérala y ya —Dijo en tono hosco, entonces

Solo espérala y ya —Dijo en tono hosco, entonces volteó su mirada confundida hacia ella.

— ¿Esperarla, cómo que esperarla? —Inquirió molesta.

—Sí, eso. Aunque no lo creas tú sí le importas, más de lo cualquier persona con la que se haya relacionado a lo largo de su vida. Pero más que egoísta y orgullosa, taeyeon es una completa cobarde —Dijo ahora sentándose en el borde de la cama, frunciendo el ceño y observando su manicura perfecta con desinterés –No sabe cómo expresar sus sentimientos, por eso tiene miedo de no ser correspondida.

—Pero yo sí la…

—Sí, ya sé, no me refiero a eso —Cortó rápidamente lo que ella quería decir —Le da miedo expresarte lo que siente realmente porque tiene miedo de dejar de ser mujer sólo por sentir esas cosas por ti, ¿Entiendes o no? —Bueno, Yuri puede ser muy directa cuando se lo propone —Nada más dale el tiempo que necesita, que empezar a batear del otro lado no se empieza de un día para otro, se pasa por una etapa de aceptación primero, luego… eso ya es decisión de ella. El preferir darse rienda libre a lo que le gusta, o elegir ser una lesbiana reprimida toda su vida son cosas que debe elegir.

— ¿En serio? —Preguntó ahora con un rayo de esperanza en su ser, quizá no todo está pedido todavía.

—En serio. Te lo prometo.

Una grata sonrisa se perfiló en los labios de la neko y sus orejas volvieron a alzarse otra vez, deseando con todo su corazón que esas palabras dichas por la rubia ertida fueran todas ciertas. Yuri le revolvió cariñosamente la cabellera roja con una de sus manos y le ofreció ayuda para que se levantara. La tiró sobre la cama y comenzó a hacerle cosquillas, era agradable tener este tipo de relación de ella, parecían buenas amigas.

Aunque cuando le tiró de la cola fue otra cosa.

— ¡Ouch, cuidado con el rabo, idiota!

— ¿Prefieres que haga otra cosa entonces? —Ay… ya empezó con sus ersiones. Tiffany se espantó hasta el punto en que a puntapiés la sacó de la cama, no deseando perder su idad con esa ertida — ¡Ya, ya! Hmpf, resultaste ser igual de frígida que taeyeon…

Después de aquello hubo más risas, más insinuaciones ertidas aunque estaba vez eran más en broma que de verdad.

Y para fortuna de las habitantes de toda casa, es que gracias a Dios eso terminó por animar por completo a Tiffany, algo tan bueno porque su cara entristecida y llenándose de lágrimas las hacía sentir mal a las otras dos, como si les contagiara el sentimientos.

Bueno, cabe decir que aun si kwon era una inmensa ertida, era también una gran amiga en la cual podrías confiar hasta con los ojos vendados, pues puso todo su empeño para animarla desde ayer.

¡Y lo logró!

Aun riéndose a carcajadas sobre la cama, sintió como su cuerpo volvía a acalorarse de una manera alarmantemente rápida, y eso no era un buena señal. Borrando de golpe esa bella sonrisa de su rostro, se levantó de la cama dándose cuenta que los efectos del celo volvían a flote.

— ¿D-dónde queda el baño? —Preguntó tímidamente a la rubia, quien se encontraba sentada todavía en el colchón.

—Ara, pero si la gatita ya va a tocarse~—Insinúo con una sonrisa maliciosa que le recordaba mucho al gato Chesire de Alice in Wonderland. Al ver como los colores se le subían al rostro de sopetón no puedo hacer más que reír –Es broma. Al fondo a la derecha—Indicó para terminar recostándose sobre la cama para empezar a viciarse con su PSP que tenía bajo la almohada.

Los minutos comenzaron a pasar lentamente, así fue como la rubia esperaba el regreso de una joven que ya nunca regresó.

Pero sólo fue el comienzo del infierno que se desataría en la casa de Miki Furukawa, al menos ellas lo verían así.

— ¡YURI, YURI, VEN Y AYUDAME, MALDITA ERTIDA!, ¡LA IDAD QUE YA NO TENGO ESTÁ EN PELIGRO!

El celo… oh no…

Se levantó rápidamente de la cama en dirección al cuarto de la peli-roja. Abrió la puerta con fuerza por la que ésta emitió un fuerte estruendo al chocar contra la pared, y la imagen que había frente suyo la dejó pasmada:

Tiffany volvía a tener ese resplandor rojizo en sus orbes, jadeando y con el rabo todo tieso. Lo más shokeante es que intentaba tirarse a Miki a como fuera lugar.

— ¡Ven y ayúdame, imbécil! —Rogó la peli-roja, tratando de librarse a punta pies de esa gata en celo.

Tiffany maulló como si estuviera poseída, y para el horror de Yuri ya había puesto toda su atención en ella.

—Mami…

Y lo siguiente que vio fue a una neko abalanzándose a cuatro patas sobre ella

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Comments

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Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss