Cap. 10: Amor de gatos ¿Lo oíste por tu tejado?

MI GATITA

El ruido del veloz tren bala al pasar rápidamente por las vías invadía sus oídos, y el mar de gente apresurada y afligida que llenaba la estación de trenes solo conseguía marearla. Trataba de concentrarse en ese libro sobre cuidados de gatos, el cual "amablemente" Yukari había lanzado a su ventada con la esperanza de causar una aunque sea pequeña pisca de remordimiento en ella ¿Pero que hizo la pobre ventana para que la rompieran así? Lo peor fue que lo logro, así que tras una llamada a las cinco de la madrugada a un chico que no le caía muy bien que digamos, ahora estaba aquí, sentada en una banca esperando a que él le trajera su encargo.

Y… de pronto, un pequeño recuerdo fugaz le había cruzado a la mente, una de las muchas veces que eso sucedía desde aquel encuentro desagradable en el parque.

"-¿Puedo dormir contigo? Como ves sigue lloviendo y… tengo frío…-"

Taeyeon cortó su respiración un momento, los recuerdos que más le calaban eran los de aquel dichoso día en que la conoció… de aquel malditamente maravilloso día. Un día en el que al parecer todo mundo se empeñaba en hacerla recordarlo para que el remordimiento se la devorara desde adentro, como un parasito que reside dentro de ella, hasta matarla. Ya le dolía lo suficiente, arrepentido de su decisión más de lo necesario, para que todavía sintiera ganas de llorar ahí, en medio de tanta gente, donde todo mundo sería capaz de ver su debilidad.

Taeyeon, fugazmente dejo el libro reposando sobre sus rodillas y corrió rápidamente a limpiarse esas lagrimas que ya empezaban a resbalar por sus mejillas con las palmas y dorso de las manos.

Anoche fue quizás la noche más tediosa y fea de todas las que había pasado, las horas pasando lentamente al mismo tiempo que ella traba de conciliar el sueño, dando vueltas sobre la cama una y otra vez tratando de espantar esos pensamientos indeseables de su mente. Justo como ahora lo hacía, justo como ahora estaba tratando de volver a ser ella misma, a ser aquella antes de que Tiffany Hwang llegara a su vida.

Por eso, la rubia no se dio cuenta de que leeteuk ya había bajado del tren donde iba y se aproximaba a su lado.

-Ten, aquí están las malditas pastillas que me pediste-

Hijo de su… master, le había pegado el susto de su vida. ¿Cómo rayos le hacia este para aparecerse así como así? ¡Y en un momento sumamente sentimental! taeyeon, como si se tratara de un niño pequeño al que habían pillado robando una golosina, retiro rápidamente las manos de su rostro para no levantar sospechas, y se giró para ver al dueño de esa voz que tanto le irritaba.

Leeteuk estaba parado de pie frente a ella, con unas orejas horribles por no dormir bien, mal peinado, con la ropa más o menos arreglada y con un gesto que mezclaba el fastidio con el cansancio, hasta juraba que aun en ía puesto el pantalón de la pijama; este le tendía una pequeña bolsa de plástico blanca, de esas que usaban para poner medicamentos, que era sellada por una grapa y el recibo de lo que compro.

-Vamos, tómalas, taeyeon. Porque me hiciste ir al otro lado de la ciudad solo para conseguir estas cosas, ¡Me hiciste hacer fila por dos horas y media!- taeyeon lo examino de arriba abajo, y sin quitarle la vista de encima, las tomo recelosa.

-¿Seguro que son estas, que me trajiste las correctas?- Pregunto desconfiada, el otro se indignó.

-Oh, claro que son las correctas ¿O es que me creías tan tonto como para equivocarme?- Ironizo enojado –Mira que si fueran otras, las dependientes de la farmacia no me hubieran visto con cara rara y dicho ertido cuando no les veía-

La aludida no dijo nada más dando a entender que le creía, pero eso no hizo que la clara cara de molestia que tenía su exnovio se ablandara. Más bien todo lo contrario. Leeteuk carraspeo algo adolorido para llamar su atención, pues estar expuesto al frío durante las mañanas no ayudaba mucho con la gripe que había pescado hace poco.

-Sabes, con esta ya me debes muchas, ¿Lo recuerdas o no?- Dijo disconforme con su actitud desagradecida hacía él, por lo que la aludida volvió su vista nuevamente sobre su persona en forma amenazante.

-Sí, claro que lo recuerdo. Odio que me lo eches en cara siempre que tienes la oportunidad- Ahí vamos otra vez, el enfado e indiferencia con la que la Kim siempre le decía las cosas lo sacaba de sus casillas por completo.

Lo que termino por empeorar ese pésimo humor que se cargaba desde la mañana.

El peli-morado ya estaba completamente listo para lanzarle una sarta de gritos reprochándole eso, incluyendo también los reclamos del por qué tenía solamente él ser quien fuera por medicamentos para aplacar el celo de cierta gata estúpida, porque siendo sincero ya estaba completamente harto de hacerle favores a Tiffany que eran disfrazados en favores para taeyeon. A quien quería era a esa rubia y no a su competencia después de todo, ya que seguía pensando firmemente que esa neko solo era un obstáculo en medio que impedía su reconciliación con taeyeon, algo que había que eliminar para tener el camino libre.

Sí, estuvo a punto de hacerlo, si no fuera porque pudo percatarse de la mirada triste —aunque escondida tras su rostro habitual — que se reflejaba tras esas azuladas pupilas, unas que hasta ese momento creyó que eran imposibles de leer.

-Eeer… oye…- Trato de llamarle preocupado, pero con algo de miedo –No es por nada ni quiero que te enojes conmigo por eso pero… ¿Estuviste llorando?-

-¿Qué?, ¡Por supuesto que no!- Se apresuró a replicar lo más rápido que pudo, endureciendo su mirada para hacerla más creíble –Yo nunca lloro -

-No, no, si eso yo ya lo sé perfectamente. Pero hasta las rocas tienen sentimientos ¿Cierto?-

-Vaya, la retrasada de Soo si lava cerebros después de todo ¡Suenas igualito a ella!- Gruño por última vez dando entender que no quería permanecer ni un segundo más ahí, pero antes de que pudiera salir corriendo su exnovio la tomo por la muñeca, impidiendo así su escape –leeteuk, en serio, suéltame-

-Hay cosas que quiero preguntarte, no puedes irte así como así-

-¿Qué más quieres de mí, leeteuk? Una vez yo igual tuve muchas preguntas que hacerte y jamás me las respondiste-

El abrió los ojos de par en par por un momento al caer en cuenta de lo que estaba hablando, taeyeon se estaba refiriendo al día que le fue infiel con Yuri. Desvió la mirada hacia un lado y se encogió de hombros, si existía algo que odiara más que una berenjena que no era tratada como se lo merecía… era el que su exnovia se empeñara en recordarle ese día.

-Ya te he dicho miles de veces cuanto lo siento… hice muy mal, traicione tu confianza yo….- Oh no, ahí vamos otra vez con esa platica de siempre. La rubia suspiro cansada cerrando los ojos ante esto, luego se dio vuelta para mirar al chico de cara a cara –De verdad… no supe lo que estaba haciendo…-

-Basta, deja de hacer eso, ya deja de disculparte conmigo. Fui yo quien te arrastro a esa situación después de todo, tuve la culpa de que lo hicieras- Pronuncio con una calma muy impropia de ella, tanto que hasta el aludido la miro completamente sorprendido.

-No, taeyeon, no digas eso… Lo que hice no puede excusarse… porque por eso te perdí…- Esto último lo pronuncio casi en un susurro mientras clavaba sus ojos en los de ella, la aludida parpadeo impactada y luego frunció un poco el ceño –Sí me disculpo es porque todavía te quiero…-

-…-

Leeteuk ya esperaba que no se atreviera a responderle nada tras aquella pequeña confesión ¿Qué podría esperarse? Obvio que no sonreiría y le diría un "Yo también te quiero" Claro que no, sí hiciera eso la persona frente a él no sería taeyeon Kim sino otra joven completamente diferente a ella, pero no por eso dejaba de lastimarlo aquel silencio incomodo que él mismo había causada por decir sus sentimientos instintivamente, como si pensara que eso lograra un avance en la conversación.

-Sí ahora me odias, está bien, sé afrontar las consecuencias de mis actos- Pronuncio ya más tranquilo, con una fingida sonrisa pintada en su rostro. Taeyeon negó con la cabeza.

-Oye, olvida eso de una vez, no te odie antes y no lo hago ahora, ya dije que no tengo nada que perdonarte, me lo merecía-

Era impresionante ponerse a pensar que esta forma de portarse con otras personas era por Tiffany, porque la verdad era que la Kim por fin había aceptado sus errores y con esto quería corregir su áspera forma de ser, quería ser una mejor persona ¿Por ella? Tal vez, es lo más seguro. Había lastimado a tantas personas que le querían en el pasado, que ahora por fin se había dado cuenta de ello y había decidido cambiar tras darse cuenta que ser así con quienes no tenían la culpa podría lastimarlos.

El primer paso para lograrlo era estar en paz con su exnovio, zanjar esos asuntos que lo atormentaban más a él que a ella.

Luego… estaría lista para encarar a Tiffany…

Tiffany…

-Todo está bien-

Una grata sonrisa sincera se perfilo en el rostro del peli-morado, pensando que quizá las cosas podrían volver a ser como antes. No ahora pero sí a su tiempo.

-Bien, en ese caso déjame demostrarte que he cambiado, quiero recuperar tu confianza. Quizá tú y yo podríamos… bueno si tú quieres…- El leve tono carmesí que tomaron las mejillas del joven la hizo darse cuenta de sus intenciones ¿Él acaso creía que…? No, no, no, nada de eso, olvidar las cosas no significa que estuviera interesada en él más allá de una buena amistad.

-leeteuk, no me malinterpretes, puedo aceptarte una ida al cine si quieres, siempre y cuando sea como amigos- Aclaro resaltando la última palabra mientras se llevaba las manos a los bolsillos del pantalón, y ese rastro de ilusión en el rostro del otro se borró de poco a poco –Lo siento-

-Ah… claro… está bien, no te preocupes… ¿Es por alguien más, cierto?-

-Tal vez…- Murmuro bajo. Que rayos, a la rubia no le gustaba para nada que sus mejillas tomaran ese color cuando mencionaban a esa neko con ese tipo de insinuaciones.

-¿Tiffany?- Pregunto tranquilo y sonriente, tratando de esconder ese claro dolor que se presentó en su pecho.

-No lo sé…- Respondió insegura mientras se encogía de hombros, no sabiendo si respondía así por no querer lastimarlo o porque de verdad no sabía lo que sentía por ella. De pronto y para gran sorpresa de ella, el peli-morado le revolvió los cabellos con una de sus grandes manos, algo que, sinceramente, nadie además de su hermano le había hecho jamás.

-Está bien, no te preocupes, no tienes por qué mentir para hacerme sentir mejor, lo supe desde el primer momento en que la vi, era de esperarse- Agrego guiñándole un ojo y levantando frente de ella su dedo pulgar, en señal de aprobación –Soy un hombre generoso y no homofóbico que sabe aceptar su derrota-

Listo, un pendiente menos en su larga lista de chorrocientos pasos para convertirse en una mejor persona, estaba consciente de que le quedaba un largo camino por recorrer para lograrlo, pero por algo se empieza ¿Verdad? Aja, era una sensación incómoda para taeyeon el que su exnovio hiciera las mismas cosas que su hermano mayor Luki le hacía cuando era pequeña, aunque también era agradable volver a sentirse como esa niña más inocente y alegre que era antes.

Uhum… agradable.

Ya vez, taeyeon ¿Qué te costaba dejarle las cosas en claro para no darle falsas ilusiones? ¡Deberías hacerlo más seguido, empezando por la neko-invade-espacio personal de Tiffany! Necesita esa disculpa mucho más de lo que te imaginas, idiota.

¡Cierto! Se hace tarde.

Taeyeon parpadeo un poco sonrojada y sorprendida por los actos de leeteuk, e inconscientemente retiro la mano en su cabeza de una forma torpe muy impropia en ella.

-B-bueno, tengo que irme- Dijo tratando de aparentar una calma que casi no tenía –Gracias por todo, leeteuk- Había dicho gracias… ¡Oh Dios mío!

-¿Qué?, ¿Enserio?, ¿No quieres que te lleve a casa de Tiff?- Ofreció –Vive retirado, a las afueras de la ciudad. Si quieres puedo pedir prestado el auto de mi tío para llevarte con…-

-No, ya has hecho suficiente- Interrumpió rechazando su oferta –Puedo irme sola-

El aludido suspiro resignado –Bien, vete entonces si eso quieres, pero antes debo decirte que si el medicamento no hace efecto empeorara su celo-

La rubia asintió con la cabeza dando a entender que había entendido los riesgos a la perfección, pero ese era un riesgo que tenía que correr por el bien de Tiffany. Finalmente se dio media vuelta y comenzó a caminar en dirección opuesta a él.

Tenía otro pendiente en su lista.

________________________________________

-Serán nueve mil yenes, señorita- Cobro el hombre regordete del taxi, ansioso por qué taeyeon le entregara su tan preciada plata. Malditos avaros.

Taeyeon le pago con una cara de pocos amigos, al fin y al cabo a ella tampoco le gustaba "regalar" el dinero así como así. Finalmente el taxista esbozo una escalofriante sonrisa y arranco el coche, avanzando hasta desaparecer por completo de su rango óptico. Frunció el ceño y opto por mirar un mapa mal hecho de lugar, el cual Yuri le había dibujado poniendo en evidencia que es pésima para eso, no como a ella que se le daba bastante bien.

"¿Qué… qué es esto?, ¡¿Dónde diablos estoy!? Estúpida ertida…" Gruño molesta para luego arrugar el horroroso mapa entre sus dedos, no le servía para nada.

El clima aquí seguía siendo tan frío como allá, por lo que se reprendió internamente a si misma por ir tan destapada esta vez: Vestía una torera de piel negro, la cual hacia juego con esas botas de tacón pequeño hechas del mismo material y color. Acompañando el conjunto estaba un lindo suéter de cuello largo color blanco bajo aquella torera que su abuela le regalo hace dos cumpleaños, luego de esto llevaba una falda de cuadros negros y blancos, similares a los tableros de ajedrez. ¿Por qué había decidido ponerse todo eso hoy? La boina blanca en su cabeza resultaba ser la de Tiffany, pero por algo se la puso. ¿Por qué no se le ocurrió ponerse unos guantes? En fin.

Miro a su alrededor, fijando así su vista en cada casa y puesto del pequeño poblado que quedaba por lo mucho a una hora de su casa ¿Por qué Miki vivía hasta acá? Aunque, bueno, no estaba tan mal como lo pensó al principio, era bonito de hecho.

Era un pueblo pequeño, en el cual no debían de vivir más de quinientas personas ; las casas de los habitantes estaban colocadas por todo el lugar, más adelante un mercado y la escuela que preparaba a los niños de prescolar hasta secundaria, un pequeño centro médico y más allá dentro del bosque estaba el santuario sagrado.

Recordaba mucho al pueblo de Hinamizawa (1) con tan solo verlo.

-¿Qué hago aquí…?- Suspiro con nostalgia apretando el medicamento en su mano.

Para que pudiera conservar la poca de cordura que le quedaba, la Kim había evitado a toda costa visitar los hogares de los amigos de su hermana y de su amiga, pero era una suerte esta vez que por mero trabajo de la Universidad se hubiera visto obligada a visitar la casa cerca del lago de Miki, así se le complicaba menos encontrarla. Fue así entonces como había terminado ahí, fuera de una casa más o menos grande con elegantes y altas rejas negras que le adornaban, además del amplio jardín lleno de plantas que tenían delante y la pequeña piscina de atrás. Habría que decirlo, era toda una suerte que no le haya quitado la casa en los juzgados por lo menos.

La gran reja estaba abierta por lo que entro sin problemas. Exacto queridos lectores, por más bizarro e increíble que les parezca ¡taeyeon estaba nerviosa y meditando todo lo que diría al entrar en la casa! Con decir que hasta tragaba saliva pesadamente pues…

No, no iba a venir y pedirle a su neko que regresara con ella, sabía que estaba lastimaba y lo primero que haría iba a ser mandarla a freír puerros… solo las pastillas… solo eso, taeyeon, nada más.

Apenas iba caminando hasta la puerta principal cuando unos perturbadores gritos que venían de adentro la dejaron completamente desconcertada.

-¡Miki, Miki, esta gata vuelve a estar fuera de control! ¡Haz algo maldita cereza andante!-

-¿Y qué quieres que haga?, ¡ME DEJO COMO ONCE CHUPETONES LA ULTIMA VEZ, ESTÚPIDA!-

-¡No lo sé, pero rápido que viene para acá, viene por mí que soy una santa!-

-¡Jajajaja, no me hagas reír, más santa es mi tanga que tú, maldita depravada, solo corre!-

-Meeeeeowwww-

Pero… ¿Qué jodidos estaba sucediendo ahí dentro? Un muy mal presentimiento le paso por la cabeza ahora mismo, el caso es que tenía una clara idea de lo que estaba pasando ahí dentro, y más que preocuparse por el bienestar de su amiga y su socia… le dieron… ¿Celos? Era raro pero sí, aunque esta supiera que más que querer aprovecharse de la situación parecían querer correrle de ella, de todas formas no podía evitar que… Agh, diablos, no debía de pensar así sólo…

Llegando a la puerta lo primero que hizo fue golpearla con fuerza varias veces, tratando inútilmente de lograr que las otras dos afectadas vinieran abrirle, ya que el caos era meramente enorme ahí dentro que los golpes se ahogaban en los gritos asustados y desesperados más de Yuri que de Miki. Trato de mirar por las ventanas pero… nada. Todo estaba cerrado y las cortinas no le dejaban ver el interior del domicilio.

Maldita sea… "¿Qué tonterías has hecho ahora, gata estúpida?"

-¡Me tiene, me tiene, quítamela de encima, Miki!-

-No puedo, tiene una fuerza descomunal, ¿Qué diantres le das de comer?-

-¡Miki, a este paso necesitare de una silla de ruedas para moverme, HA Z ALGO!-

-¡Dale un plátano, dale un plátano, tú siempre usas de esos y no me vayas a decir que no!-

Definitivamente, las cosas estaban fuera de control en esa casa, y ella, como la única adulta responsable rondando la zona, tenía el deber de intervenir antes de que Yuri kwon recibiera una probada de su propio chocolate. La Kim trato de recordar automáticamente si había una entrada alternativa a la casa, y sí que la había, así que no encontró más solución que meterse por el jardín de Miki siendo casi devorada por las cerezas carnívoras de esta, logrando con esto llegar a la parte trasera de la casa. La puerta trasera no conducía a otro lugar que no fuera la cocina, así que abrió el mosquitero y se encamino rápidamente hasta la sala.

Y pudo comprobar sus sospechas, pero no por eso dejaba de impactarse ante la imagen frente a ella:

Yuri gritaba de dolor mientras estaba tumbada sobre su panza en el piso del salón, con varios arañazos en todo el cuerpo y rostro, además de que sus ropas estaban desgarradas de todas partes; a duras penas trataba con todas las fuerzas que tenía de librarse de la neko sobre ella, quien, sentada en la espalda de la rubia, mordía el cuello de su presa con rabia como si se tratara de un pedazo de carne; Miki, por su parte, llena de chupetones en el cuello y quizá hasta la espalda y vientre, hacia todo lo que podía para liberar a su amiga de su sufrimiento, sin embargo, muy apenas si podía retenerla de los brazos, pues la fuerza de la otra era mucho mayor a la suya.

-Dúo de perdedoras, ¿A qué carajos están jugando esta vez?- Interrogo taeyeon tratando de sonar lo más firme posible, parada al lado de una de los sillones cercanos, llamando automáticamente la atención de todas menos de la peli-roja, quien seguía concentrada en su trabajo.

Las caras de las aludidas le parecieron tan graciosas en ese momento, todas llenas de rasguños siendo acompañadas de un claro gesto de confusión y sorpresa, que luego paso a uno molesto por el comentario. Sabía eso muy bien, entendía perfectamente que ambas tenían sobradas las razones para poner esa cara ante su presencia, hasta ella lo haría. Después de agarrarle cariño a Tiffany y verla ponerse a llorar de la nada por su culpa era lógico estar enojado con ella, simplemente ¿Quién no lo estaría?

Sí, por esa razón era que la rubia ahora la miraba con rabia, todo por verla ahí parada en la casa de la peli-roja como si no hubiera herido ya los sentimientos de la persona sobre ella.

El sentimiento de enfado contra ella era tan grande, que el dolor que sentía por culpa de esos filosos dientes felinos clavados en su cuello ya no le importo en lo absoluto.

-¡Tú, taeyeon, apúrate y sujétala de las piernas!- Gritó la dueña de la casa de repente -¡A este paso nos garchara a las tres!-

-¡Maaaoooowwww!-

Para sorpresa de todas, la neko abandono su posición sobre la espalda de Yuri para ponerse de pie y girarse hasta la peli-roja peligrosamente. Fue una suerte que Miki reaccionara como era debido y se hiciera velozmente hacia atrás, esquivando las filosas garras que amenazaban con enterrarse en su cara. Pero no fue de mucha ayuda, pues cuando apenas se estaba preparando para lanzarse sobre esa Hwang y tumbarla al suelo, Tiffany le rompió la nariz de un puñetazo y de una patada en pleno rostro la dejo noqueada, incapaz de seguir luchando.

La pobre pelinegra, de pura suerte logro ponerse de pie sin que su violadora se diera cuenta, armándose de valor para hacer su próximo movimiento: Pasó ambas manos bajos los brazos de la peli-roja y la inmovilizo, para terminar se ayudó con sus piernas y la tumbo al piso en un movimiento rápido, aprovechando la reciente confusión de Tiffany para correr hasta la Kim y esconderse tras de ella, asustada y temblando del miedo.

-F-f-f-f-fresita, ¿Qué diablos pasa con ella?- Cuestiono Yuri asomando la cabeza todavía tras de ella, tratando de usar a su amiga como escudo apunto a quien se refería.

-¿Tú qué diablos has hecho? Apenas llevas como un día con ella y mira como me la encuentro- Ironizo la aludida mirando como la Hwang se levantaba difícilmente sobándose la nuca por el golpe y gruñendo del dolor -¡Eres una maldita irresponsable!-

-Cállate, cállate, cállate, cállate, si nos viola va a ser por tu culpa, estúpida- Maldición, Tiffany ya estaba volviendo a ponerse de pie, alistándose para lanzarse sobre ellas –Lo único que piensa es en tirarse a alguien-

Taeyeon se vio tentada a responderle un "Justo como tú, idiota" Pero simplemente no pudo, las palabras de su boca no salían por estar pasmada y sin aliento con la mirada clavada en la Hwang, esta última ya terminando de levantarse algo aturdida por el golpe.

¡Peligro!

-Soy yo ¿O una de las dos tendrá que hacer de linda Neko pasiva para calmar a esta bestia lujuriosa?- Soltó Yuri con picardía, mirando ahora fijamente a la rubia –No, esta vez no estoy hablando de mí, Idiota, la aludida solo le dirigió una atemorizante mirada que apago sus risas tan rápido como habían comenzado –Ajaja…. Ya sé, fue un mal chiste…-

Bien, bien, de acuerdo ¿Qué hacer en momentos así? Taeyeon estaba segurísima de que había traído algo consigo que le sería de ayuda para aplacar las descontroladas hormonas de la neko ¿Qué era? ¿¡Qué era!? ¡Ah, sí! Las benditas pastillas para calamar ese tipo de ansiedad. Tras golpearse la frente con una mano las saco de su bolsillo, lo que causo que Yuri la observara curiosa sin saber qué diablos estaba pensando.

-¿Qué planeas, Fresita?- Pregunto frunciendo el ceño, pero la aludida solo se encontraba concentrada en los movimientos de Tiffany.

-Guarda silencio y escucha atentamente lo que te digo- Oh, al parecer tiene un plan, sus ojos reflejando determinación eran una buena señal de eso –Necesito que guíes a Tiffany hasta tu habitación, ahí la atraparemos con las sabanas ¿De acuerdo?-

-¿Eh? Espera ¿¡Por qué tengo que hacer yo de carnada!?-

-¡No hay tiempo para explicarte, ahí viene!-

Tiffany ya estaba completamente recuperada del golpe, así que terminada su recuperación fijo sus ojos rojos en taeyeon, y sin que esta última pudiera preverlo se abalanzo sobre ella a cuatro. ¿Entonces la prefería a ella? ¿Por qué no le sorprende? La rubia se agacho justo a tiempo para esquivar el salto de su neko, volviendo a quedar aturdida por esto, finalmente le dirigió una mirada a su amiga en la cual fácilmente se podía leer "Cambio de planes" Yuri capto el mensaje a la perfección y luego de asentir con la cabeza con firmeza subió atropelladamente las escaleras con dirección a su habitación.

Ahora literalmente estaba confrontando a la neko de cara a cara, justo como ella lo quería.

De pronto esas intimidantes pupilas se clavaron sobre ella, haciéndola estremecerse como nunca. Eso la hizo preguntarse inconscientemente si esta era Tiffany Hwang, la alegre jovencita medio gato que la abrazaba amorosamente todas las noches, porque no lo parecía, parecía tratarse de una gata completamente diferente a la suya. La Kim se puso en posición de defensa cuando la más pequeña maulló furiosa dándole una advertencia, una de que si no le corría ahora se iba a convertir en su próxima presa, igual que un depredador peligroso.

Taeyeon tomo un cojín del sillón al lado suyo y se lo lanzo al rostro para darse tiempo y comenzar a correr, empezando de esta forma una persecución muy parecida al día en que se conocieron, sólo que esta vez los roles estaban cambiados de lugar.

Nop, no era nada divertido para la rubia, créanme que correr por tu vida jamás va a llegar a ser bonito. Tras andar huyendo en círculos por la sala durante un rato, taeyeon encontró el momento adecuado y sin peligros para subir las escaleras como endemoniada, cansada y sin fuerzas para seguir corriendo. ¿Cómo diantres era que Tiffany tuviera tantas energías? ¡Sí cuando anda normal es una completa holgazana! ¿Qué otros secretos esconde detrás de todos esos rasgos felinos? Finalmente, su persecución se detuvo cuando por fin entro en la habitación de la rubia, quien les esperaba parada sobre el colchón de su cama y con una gran sabana amarilla en manos.

-¡Ahora, maldita ertida!- Bramo apresurada ¡Tiffany ya casi la alcanza, por Dios! Fue una suerte que Yuri la obedeciera sin chistar, segundos después una gran sabana cubrió a la neko por completo.

-¡Al piso, tírala al piso, yo buscare algo para retenerla!- Grito Yuri mientras Tiffany maullaba desesperada, la rubia sin pensárselo dos veces se abalanzo sobre su cazadora y la tiro al suelo, segundos después la otra tomo las cortinas de su ventana y las amarro alrededor del cuerpo de la neko, impidiendo que se escape.

Como si se tratara de algún tipo de posesión, Tiffany empezó a retorcerse y maullar aun en el suelo, tratando inútilmente de romper sus ataduras. Habría que decirlo, la imagen ya era bastante perturbadora de tan solo verla. Todo, absolutamente todo lo que está pasando en esta casa era una completa locura, tanto que hasta se arrepentía todavía más por dejarla al cuidado de un par de perdedoras que muy apenas si podían cuidar de sí mismas ¡Nada más había que verla!

-Bien… bien… ya está… ¿Qué harás ahora, Fresita?- Preguntó colocándose de cuclillas cerca de Tiffany, taeyeon hizo lo mismo y después de rebuscar en sus bolsillos le enseño el pequeño frasco de pastillas que llevaba -¿Y eso qué es?-

-El antídoto-

¡Hija de su master!

-¡Ah! Claro, el antídoto ¿Cómo pude ser tan tonta como para olvidarlo?- Replicó con un todo torpe notoriamente fingido, golpeándose la cabeza con una de sus manos -¿¡Y porque carajos no me dijiste que había antídoto!?-

-Cállate, no me grites, apenas lo conseguí, idiota- Silencio la otra masajeándose las sienes como si le fueran a explotar, ambas guardaban su distancia al mismo tiempo que cierta neko seguía retorciéndose en el suelo –Esto aplacara esas malditas hormonas que la ponen así ¿Comprendes?- Yuri asintió malhumorada.

Taeyeon y Yuri tenían muy en cuenta de que esas delgadas sabanas no retendrían a la Hwang por mucho tiempo, de todas formas las dos se impactaron cuando, con sus afiladas garras/uñas, la peli-roja atravesó la pobre sabana, liberándose así de su prisión. Ambas gritaron como niñitas asustadas —Yuri más que nada— dando un pequeño bote en su lugar cayendo de esta forma de sentón al suelo, rápidamente se arrastrando hacia atrás hasta que sus espaldas chocaron contra la pared.

Oyó como su amiga rubia se echaba a reír, la peli-rosa volteo a mirarla con una cara de pocos amigos.

-Dios, fue tan épico, debiste oírte gritar- Se mofaba a grandes carcajadas, pero un golpe en la cabeza propinado por la otra la hizo cerrar el pico –Auch, ya, perdón, olvide que tienes un nulo sentido del humor-

Tiffany no estaba en sus cinco sentidos para sentarse y escuchar tranquilamente las bromas de la ertida, apenas terminando de hacer trizas aquellas sabanas amarillas, dirigió su mirada escarlata hasta la rubia alistándose tal cual león hambriento para abalanzarse sobre su presa. La rubia se dio cuenta de esto, así que llenándose de valor se puso de pie colocándose en modo de defensa, lista para enfrentar lo que le venga. Taeyeon hizo exactamente lo mismo. Maullando y gruñendo, la neko corrió hasta ellas que apenas verla venir se apresuraron a esquivarla, corriendo cada una hacia una dirección diferente, provocando que Tiffany chocara accidentalmente contra la pared, haciendo enfurecer todavía más, si es que eso se podía.

Sin saberlo, el par de amigas ya estaba poniendo en marcha otro plan para inmovilizarla y hacer que se tragara las mentadas pastillas para el celo.

Como la rubia se le había escapado, la neko decidió entonces volver a hacer a Yuri su presa principal, quien ahora se encontraba trepando a la cama para pasarse al otro lado. Yuri tomo una almohada y se la lanzo a la cara para obtener un poco de tiempo para ella y la peli-rosa, Tiffany por su parte, destrozo por completo a la pobre almohada que ni culpa tenía. Ya cuando tenía los pies sobre el suelo, la neko volvió a divisarla por lo que no lo dudo ni una sola vez antes de querer lanzarse sobre ella, mala elección por cierto, porque la joven de cabellos rubios se hizo a un lado para evadirla, y con ayuda de uno de sus pies la derribo sin problemas, luego la inmovilizó sentándose sobre sus posaderas y aprisionándole los brazos tras la espalda.

-¡Hazlo ahora, Rosita Fresita!-

-Todas aquí están zafadas…- Suspiro y sin más que hacer abrió el bote de medicamento.

La neko no paraba de retorcerse y maullar en su lugar para escaparse, tanto así que Yuri sentía como si estuviera en un toro mecánico, pero uno mil veces peor. Ciertamente era muy difícil continuar, puesto que la Hwang le enseñaba los filosos y amenazantes colmillos en su boca cada que taeyeon acercaba su mano, o si no hasta trataba de morderla como el juguete ese del cocodrilo.

Definitivamente, esa bestia rabiosa no era Miku, era alguien completamente distinta a ella.

-¡Mierda, estate quieta, gata estúpida!- Gritó y presa de la desesperación le propino un golpe en la cabeza que solo empeoro las cosas.

La neko dejo de retorcerse en su lugar como si se tratara de un milagro, sumisa y pacifica como si estuviera dispuesta a dejarse medicar. Por lo menos taeyeon interpreto esto de esa manera, razón por la que resoplo cansada y volvió a tratar de seguir con lo que estaba haciendo.

Otro error de su parte; se trataba de una trampa y Tiffany termino por morderle la mano con rabia. La rubia grito de dolor e instintivamente se hizo hacia atrás con su ahora mano sangrante, desparramando todo el contenido del frasco por el suelo.

-¡Eh, taeyeon!-

Yuri tampoco saldría ilesa de eso, ya que en su descuido aflojo las fuerzas que estaba poniendo para mantenerla a raya, la peli-roja aprovecho eso y se giró hasta ella propinándole con sus garras un zarpazo en pleno rostro, haciendo que la rubia cayera y empezara a retorcerse de dolor en el suelo mientras cubría la zona afectada.

Segundos más tarde la peli-rosa ya se encontraba completamente inmovilizada por la neko, quien subida sobre ella, empezaba a desgarrarle las ropas caras que traían puestas.

Era el fin.

-¡Idiota, detente, tú no eres así!- Gritó intentando controlarla, pero ni caso le hacía.

Y no supo si solamente lo había hecho en un momento de desesperación para tranquilizarla, o bien, movida por aquellos profundos sentimientos hacia Tiffany que albergaba su corazón. Pero ahora había agarrado las fuerzas suficientes para tomarla de la cara, acercarla peligrosamente a su rostro, y robarle un brusco y apasionado beso en los labios.

En lo que era la parte de Yuri, esa pelinegra ya estaba casi recuperada del dolor en su mejilla izquierda donde ahora había unos nada lindos rasguños, por lo que solo se dedicaba a ver boquiabierta como la neko parecía volver en sí completamente impactada ante el demandante beso de la rubia. Cielos…. ¡Madre de Dios! Esto ni de broma lo ves todos los días ¿Dónde están las palomitas?

Taeyeon alargo un brazo para tantear el piso y tomar una de las pastillas sobre este. No sé si ustedes lo piensen como yo, pero empiezo a creer que esa estreñida resulta ser muy astuta después de todo, pues en pleno beso se apartó un poco y se metió el medicamento a la boca, logrando pasarla la pastilla de boca a boca obligándola a que se la tragara. Justo como lo había previsto… o quizá no… ¡Pero lo que importa es que estaba funcionando! Tiffany se apartó de ella tosiendo varias veces cerrando los ojos con fuerza, adolorida, sin embargo, al poco tiempo volvió en sí, con sus pupilas cambiando de poco a poco a ese lindo azul verdoso que tanto le gustaba.

Todo había pasado por fin.

Tiffany cayó profundamente dormida sobre su pecho, y taeyeon solo se dedicó a suspirar cansada dedicándose a abrazarla ya ni sabiendo que hacer a continuación. Quizá llevársela a casa, quizá dejarla aquí para no volver a molestarla jamás, o simplemente cerrar la boca y disfrutar este instante que muy seguramente no se le volvería a presentar nunca en la vida.

Solo… disfrutarlo un poco… puede que cinco minutitos… o hasta diez… veinte… posiblemente treinta, o una eternidad al menos pero… solo quedarse ahí a oír el tierno e hipnotizaste ronroneo que comenzaba a emitir su minina sobre ella. Tantas ganas de no despertarla…

Pero como siempre, Yuri arruina los buenos momentos entre dos personas.

-Oye… Fresita- La oyó susurrar a su oído -¿Qué tengo que hacer para que me des un beso como ese? Vamos, solo la besaste y ya la dejaste exhausta, tigre, grrr-

Un tic nervioso apareció en su ojo derecho, acompañando esa vena roja en su frente.

-Maldita ertida…-

________________________________________

Ya habiendo dejado a esa neko problemática tranquilamente dormida sobre la cama de Yuri, no encontraron de otra más que bajar las escaleras hasta la sala para sanar sus heridas.

Todo un infierno se había desatado dentro de esa simple casa, pero aunque le resultara un poco divertido por el hecho de que su vida ya no era tan aburrida como antes, taeyeon no podía dejar de reprenderse internamente por dejar a esa encantadora joven en manos de unas irresponsables que perdieron ante unos chinos, le asustaba la idea y no paraba de preguntarse lo que sucedería si la dejara con ellas otra vez.

¿Estaría bien, ella, Tayeon Kim, bien de la cabeza si dejaba a la neko-estúpida-invade-espacio personal con estas dos? Obvio no, por eso lo más sensato en estos momentos era regresarla a la casa con ella, donde se encontraba a salvo de este tipo de cosas descabelladas. El problema pasaría entonces a ser el cómo le explicaría todo a Tiffany de lo ocurrido ahí y ahora porque la regreso con ella, porque era más que obvio que cuando despertara de nuevo en ese cuarto no estaría muy contenta que digamos ¿Verdad que no?

Hallaría la manera de hacerlo, pero por ahora solo debía de afrontar el hecho de que esa linda felina que le sonreía todo el tiempo estaba dolida por culpa de ella, pues destrozarle el corazón a uno no es algo muy bonito ¿O sí?

A ella se lo hicieron alguna vez hace años, puede que por eso sea una amargada ahora.

Despejo todos esos pensamientos de su mente cuando su amiga pronunció en un tono asustado:

-¿D-donde esta Miki?-

¿Miki?, ¿Cuál Miki? ¿Y quién era tan tonto como para llamarse como el ratón gigante ese? … ¡Ay, Miki, es cierto! Como fue la primera en caer ante la fuerza de Tiffany se supone que su cuerpo inconsciente debería estar justo aquí… pero… había desaparecido por completo.

Okay, eso da miedo.

-Maldición, ¿Y si se levantó y ahora es una bestia mega rápida que viene a comerse nuestra carne (2)?- Bien, si había algo que la irritaba en un dos por tres eran las estupideces de su amiga rubia.

Aun así, la rubia no pudo evitar imaginarse a esa desaparecida caminando por la casa arrastrando los pies, con los ojos completamente en blanco, chorreando sangre de sus heridas y con la carne en descomposición, cosa que le dio unos tremendos escalofríos.

-Suena a la Miki de todo el tiempo-

-Emm… Fresita, yo que tú me daba la vuelta antes de hablar así de ella-

¿Qué? ¿Por qué ahora se encontraba señalando un punto tras de ella? Taeyeon solo frunció el ceño y se dio media vuelta, arrepintiéndose profundamente por haber dicho esas cosas de la peli-roja.

Y ahí estaba Miki, que aunque le miraba furiosa y chirriando los dientes, la verdad era que no se veía nada bien: Además de esas rasguños que estaban en cada parte de su cuerpo, tenía un espantoso ojo morado por la patada que le dio cierta neko hace no mucho rato, siendo esto acompañado por una nariz torcida manchada con sangre seca, esto último causado por el puñetazo de ya saben quién.

Se veía fatal. ¿Necesitara cirugía o algo?

La peli-roja se acomodó la nariz aun sin quitarle la vista de encima, nariz que emitió un crujido de huesos al ser acomodada, y antes de que la más alta pudiera abrir la boca para decirle algo sobre su estado, Miki ya le había propinado una tremenda cachetada en su mejilla derecha.

-¡Tú, estúpida cabeza de chorlito!, ¡Todo esto es por tu culpa!- La peli-roja empezó a reprenderla "pacíficamente", pues sus gritos se escuchaban por todo el pequeño pueblo -¿Cómo se te ocurre aparecerte aquí como si nada, eh?-

-¡Hey, basta, déjame de pegarme, me duele!- Efectivamente, taeyeon ahora trataba de cubrirse la cabeza con los brazos de los fuertes golpes que la socia de su amiga le propinaba por todo el cuerpo hasta el punto en el que se hizo bolita en su lugar para cubrirse -¡O-oye, detente! ¡Hey, auch! ¡Si me dejaras explicarles!, ¡AGH!-

-Vienes… aquí… después… de dos días…. Dos días… maldita… desgraciada…. Sin corazón…- Mientras seguía con su paliza remarcaba cada palabra que salía de su boca, furiosa –Idiota… ¡Cabeza de pulpo!-

-¿¡Pulpo, por qué pulpo!? ¡Ay!- Que remedio… La peli-rosa retrocedió un poco y se echó a correr para huir de su castigo, pero Miki salió tras ella, al final taeyeon tropezó casi luego luego de empezar su huida y la peli-roja siguió dándole puñetazos mientras ella se hacía bolita ahí abajo.

-Tiffany, ¿Dónde está Tiffany?- Exigió saber levantando el tono de voz, aunque la pregunta iba más para Yuri que para su víctima.

-Arriba durmiendo- Le aclaro la aludida riéndose en el acto ¿Estaba grabando todo esto con su celular? Desgraciada…

Si la Kim ya no le estaba reprendiendo nada y se dejaba golpear "tranquilamente", era por la simple razón de que comprendía toda la razón de ser de esa ira de Miki que esta estaba descargando a golpes sobre su cuerpo. Yuri ya no lo demostraba, pero también estaba furiosa con ella por lo que le hizo a la peli-roja, eso porque esas dos se habían encariñado mucho con ella en tan solo unos pocos días, eso contando los otros tres en los que vivió ahí antes de irse con taeyeon.

La mala del cuento aquí era nada más ni nada menos de ella, y ella a duras penas aceptaba toda esa culpa y responsabilidad que todo mundo estaba descargando contra ella, pues era lo justo y tampoco iba a negar que sí le hiso bastante año a la neko…

Su neko…

El karma, querida, el karma en su más puro esplendor siendo arrojado sobre ti en forma de fuertes golpes. Diablos ¿De dónde sacaba la peli-roja tanta fuerza como para golpearla de esa forma? ¡Sí se nota que lo único que come son cerezas!

Yuri al final de cuentas sintió pena por su mejor amiga, por lo que torciendo la boca dejo de grabar con su teléfono móvil y lo guardo en el bolsillo de su desgarrado pantalón.

-Que va, cálmate, cereza con patas, taeyeon ya tuvo suficiente castigo- Trato de tranquilizarla, pero solo empeoro la situación.

-¿¡Qué me calme, dices!?- Sólo se escuchó el quejido de dolor que emitió la estreñida por la patada en el estómago que recibió de su captora antes de que esta se girara hacia la otra –Yuri, si no fuera por esta…. Esta cosa- Golpe bajo para taeyeon–Nada de esto hubiera pasado. No tenía por qué hacerle lo que le hizo a Tiffany, lo sabes ¿Verdad?-

Aja, claro, ¡Ya sabía muy bien que todo era su culpa! Pero le daba tanta furia que todo mundo viniera y se lo recordara todo el tiempo, como sí ellos supieran lo que paso realmente esa noche.

-Bueno pero no se enoje, solo decía- Refunfuñó cruzándose de brazos y entrecerrando los ojos, disponiéndose a murmurar algunas groserías por lo bajo.

-¡Ah, decías! ¿Hay algo más que quieras decir entonces, linda?- Dijo con un notorio sarcasmo, rodando los ojos y suspirando como si fuera la única alma con cerebro en este mundo.

-Miki, tú no sabes nada de…-

-¡Tú te callas, taeyeon!- Le silencio inmediatamente, apuntándole con uno de sus dedos a quien ya estaba sentada sobre el suelo –Si te vuelves a aparecer de esa forma en mi casa, te dejare estéril, eso te lo prometo-

-Pero si ella es muje…-

-¡No me importa! Estoy hablando con ella, no contigo, Yuri- Gritó fulminándola con la mirada –En cuanto a ti- Esta vez miraba severamente a la rubia –Te disculparas por destrozarle el corazón de esa manera a Tiffany-san, rezaras para que te perdone ¡Y fin de la discusión!-

Ok… todo eso fue demasiado raro. La peli-roja estuvo tentada a darle otra patada a la Kim, pero lo único que hizo fue darle un último golpe en la cabeza antes de dirigirse a las escaleras, posiblemente para ver el estado de Tiffany, gritando y despotricando varias maldiciones en contra suya mientras las subía.

Inmensamente raro…

Taeyeon se dedicó a parpadear confundida sin alejar la mirada mientras levantaba una ceja la dirección por la que la chica que olía a cerezas había desaparecido.

-Ya la oíste, necesitamos que te la vuelvas a tirar para que podamos perdonarte ¿De acuerdo?- Susurro Yuri ersamente a su oído, volviendo a aprovecharse la situación.

-Cállate, idiota-

________________________________________

Ignoraba por completo en la cama de quien se encontraba ahora, esa sensación de comodidad era tan placentera que hasta se atrevía a decir que sería capaz de quedarse ahí dormir durante horas y horas, o hasta días. Sep, se sentía fabuloso. Una cama con un colchón increíblemente suave, y ni se diga de esa almohada pachoncita, la cual le introducía a una zona de confort que pocas veces había tenido. Era extraño también, pero de todas formas lo que menos quería era abrir los ojos en ese momento, estaba bien así.

Deseaba dormir… sólo… dormir durante largas horas más, dormir para olvidarse de todos sus problemas.

Y de taeyeon.

No, no, no hay que pensar en eso ahora y arruinar esa comodidad que tanto te gusta, solo sigue durmiendo y ya… Pero… solo por asegurarse de que era un lugar conocido, Tiffany abrazo la almohada y la olfateo, pero luego frunció el ceño al saber que ese era un olor conocido para ella, pero no el de ese par de peleoneras que le cuidaban. No a cerezas de Miki, no a miel como Yuri, ni siquiera al de cartón mojado que tenía su cama, y ni por más que le costara acordarse de ese olor sin que le doliera, tampoco a fresas igual que el de taeyeon.

Este era diferente pero conocido, uno que no olía desde hace… ¿Qué será? ¿Una semana tal vez? Es lo más seguro.

Uva. Este cuarto olía a uva.

La neko solo conocía a alguien que oliera de esa manera, estaba seguro porque no existía alguien que tuviera el mismo olor corporal, lo mismo con las huellas digitales. ¿Soo? ¿Estaba en la casa de Yukari acaso? Más importante que eso ¿Cómo diablos fue a parar ahí? La verdad era que tiffany no recordaba absolutamente nada, lo único que pudo recordar fue estar jugando a los videojuegos con Yuri en la sala y luego de eso… nada… todo estaba completamente en negro. Entonces extrañada decidió abrir los ojos por fin y sentarse sobre la cama para averiguar donde se encontraba.

-No… no conozco este lugar…-

Exacto, por más que estuviera segurísima de que ese olor le perteneciera a su amiga coreana, esa habitación no era el cuarto donde ella y Yukari dormían.

Aquel cuarto no era blanco como el de taeyeon, este era naranja de hecho, un lindo naranja; la cama era una individual, de edredones naranja pálido con almohadas de un tono más fuerte que ese. El piso y el techo eran blancos, arriba colgando una blanca lámpara con forma circular que iluminaba la habitación, y abajo una alfombra pequeña rectangular con franjas verdes y naranjas adornaba el suelo. Las paredes que se encontraban a su izquierda y derecha estaban pintadas de naranja, mientras que las de frente tras suyo eran marrones.

La habitación era grande, puede que hasta un poco más pequeña que la de taeyeon, pero parecía estar equipado con las comodidades de quien quiera que sea que durmiera ahí. Tales como en la pared de su derecha, la cual tenía en ella construido un closet de madera de color natural, no tenía casi nada de ropa, pues lo único que había ahí adentro eran un par de cajas de zapatos y un viejo suéter hecho de lana.

También había un televisor en el cuarto, consolas como lo eran una NES 64 que todavía tenía un cartucho dentro, una computadora y al fondo una ventana con cortinas blancas que daba vista al jardín trasero. Las paredes eran adornadas por posters de grupos coreanos, pero lo que llamo más su atención fue el mueble que había al lado suyo y la guitarra eléctrica perfectamente acomodada junto a él. Tiffany curiosa observo la fotografía enmarcad.

-¿taeyeon?-

¡Sí, sí era ella! Pero… un poco más joven al parecer; en esa foto se encontraban tres adolescentes, dos de cabellos lacios y rosados y una joven que sobresalía nada más por tener el cabello rubio y ondulado. Sonreían a la cámara, y la chica de en medio que en ese entonces parecía contar con catorce años abrazaba con cariño a sus dos hermanos que hacían lo mismo mientras hacían el símbolo de la paz con una de sus manos, el más grande con quince y la menor con trece.

La foto fue tomada en un escenario, por eso Soo aún no se había quitado su bajo, Luki llevaba unas baquetas y finalmente, taeyeon, tenía la guitarra de hace un momento y un cómodo micrófono pequeño manos libres en su oreja.

También había una nota en las cuerdas del instrumento, la cual ponía claramente:

"Es triste que la muerte de nuestros padres los haya afecto así a ti y a Luki, pero al menos espero que tú sí cumplas con nuestra promesa algún día.

Atte.: -Soo-"

¿Qué diablos? La neko parpadeo varias veces, y no fue hasta ese entonces que se dio cuenta de que estaba abrazando un gatito blanco de peluche.

-Al fin despiertas, gata estúpida- Escucho a alguien pronunciar y una puerta cerrándose tras eso –Cuando te traje aquí tenías fiebre alta- Indicó con una preocupación impropia en ella, dejando una bandeja con comida sobre ese mueble y sentándose frente a ella en la cama –Pareces estar mejor, ¿Cómo te sientes?-

-Bien… supongo…- Murmuro confundida, y sin entender que pasa solo atino a abrazarse las rodillas un poco asustada -¿Dónde estoy, taeyeon?-

-En el cuarto de la idiota, bueno, lo era hasta que se fue a vivir con la ertida de su novia- Aclaró sin rodeos. Pero, ese tono afable, esa mirada hermosa y serena, pero sobre todo, un rostro sin rastros de enojo o sentimientos parecidos era lo que más le desconcertaba de esa Kim frente suyo. ¿Era un sueño acaso?

La rubia acaricio cariñosamente una de sus mejillas con una de sus suaves manos, mostrando una pequeña y discreta sonrisa sobre sus labios, lo cual hizo a tiffany levemente sonrojar.

Entonces… si esto se trataba de un sueño… No quería despertar nunca.

-¿Y qué hago aquí?-

-Eso no importa, tiffany. Ya estás en casa después de todo-

-¿Casa?- Preguntó con un deje de esperanza en su voz, la aludida asintió silenciosamente –Casa….- Solo un sueño.

Tiffany cerró los ojos en ese momento, bajando las orejas y dejando que su cola reposara tranquilamente sobre el colchón, empezando a ronronear sólo tomo la cálida mano de su compañera con ternura, la cual aún estaba en su mejilla. Todo perfecto para ella en ese momento. Pero todo cuento de hadas termina tarde o temprano. Los recuerdos e imágenes del día en que tuvo que irse, de ese día en que la persona frente a ella le había destrozado el corazón, provocando que ese dolor en su pecho se presentara justo ahora, arruinando el aura romántica del lugar.

De golpe abrió sus ojos, y retiro la mano de la peli-rosa de un manotazo.

-V-vete, vete por favor, taeyeon- Ordenó pegándose aún más a la cabecera de la cama, la aludida le dirigió una mirada confundida ante su repentino acto –Es en serio… vete…- Sep, por más que trató de sonar firme no lo logró.

-tiffany…-

-Basta… no digas más mi nombre… no así…- Murmuró con un tono más triste que antes, hundiendo la cabeza todavía más entre sus rodillas –Me duele… me duele mucho…-

-Si me escucharas podría explicarte que…-

-No, no quiero escucharte- Corto repentinamente su oración –Siempre que lo hago solo me das excusas o me hieres... estoy cansada de eso. L-lo único que deseo es que me escuches a mi… y me comprendas por un vez en lo que llevamos viviendo juntas… en serio-

La peli-roja suspiro sin voltear a verla todavía, le dolía tener que olvidarse de esa peli-rosa estreñida por completo, pero aunque Yuri le dijo que lo único que tenía que hacer era esperarla para ser correspondida. Pero no, a veces el corazón no puede esperar a alguien por demasiado tiempo, y la Hwang no tenía ni idea de cuánto tiempo necesitaba para que sus ideas se aclaran y le dijera de una buena vez si la quería o no, tanto como podrían ser días también cabía la posibilidad de que se convirtieran en semanas o meses…

Muchos meses.

-Sé que te quiero… sé que cada una de mis pensamientos son sólo sobre ti pero… no puedo seguir así…- Sentenció sin muchas ganas –Sufriendo…-

"-Sé que te quiero-"

"-¡De verdad te quiero!-"

"-No sabes cuánto…-"

Todas y cada una de esas oraciones empezaron a repetirse en su cabeza una y otra vez, sin estar segura de cuál era la razón que provocara todo eso. Puede que sea un indicio de algo, una advertencia ¿Pero advertencia de qué? ¿De qué podía perderla si no hacía algo, cualquier cosa, ahora mismo? Pero, ¿Por qué perder? ¡Estúpido corazón, la estas asfixiando, idiota! Taeyeon apretó la mandíbula y frunciendo el ceño desvió la mirada hacia un lateral evitando verla, después de eso ya ni tenía el valor de verla a la cara como hace un momento.

-Olvida eso, nunca debió de pasar, me equivoque- Como siempre, la rubia no sabe que palabras elegir para arreglar las cosas.

-¿Olvidarme de eso? ¿Cómo, taeyeon?, ¡Dime cómo!- Chilló sacando la cara de su escondite y acomodándose sobre la cama –taeyeon, mírame ¡Mírame a la cara y dime cómo!-

Era imposible, ya no tenía el valor para hacerlo.

Tiffany sostuvo esa triste mirada sobre ella durante unos segundos, aguardando por una respuesta, una que nunca llegó. La rubia la escucho susurrar un "Lo sabía…" luego de que esta también desviara su mirada, ya no queriendo verla ni en pintura, no porque estuviera enojada con ella, sino porque simplemente le dolía hacerlo, mucho.

-Perdóname- Murmuro con dificultad.

-Eso no arregla nada-

-Lo sé-

-¿Entonces por qué te disculpas? ¿Crees que con un simple "Lo siento" arreglaras un corazón destrozado?- tiffany suspiro cansada, esa Kim testaruda no tenía remedio –Ya no importa… lo he decido de todas formas…-

Para su sorpresa, la neko se atrevió a tomarle la mano aunque de todas formas taeyeon seguía sin verla, por lo menos no lo hacía hasta que escucho el tintineo de lo que parecía ser un cascabel y segundos después fue capaz de sentir que la peli-roja colocaba algo sobre la mano que había tomado.

-Ten, te lo devuelvo- Efectivamente, le estaba regresando el cascabel que le había regalado hace días.

-¿Qué?- Cuestiono desconcertada, corriendo a asegurarse de que no era lo que creía –tiffany, ¿Qué significa esto?-

-Eso, me estoy liberando de ti. Esta vez ya no necesitas correrme como siempre lo haces… me iré por cuenta propia…-

No… no es cierto… ¡Pero si esto era lo que quería desde que llego! ¿Por qué diablos le dolía el sólo pensar que nunca podría volver a verla nunca más? Hace dos meses esto no habría pasado con nadie en lo absoluto, por lo que la mentada pregunta del porque con ella sí era así le asaltaba la mente en cantidades inimaginables.

Tiffany… ¿De verdad pensaba irse, lo había de verdad decidido ya? ¡Joder!

-No… no puedes, estas mintiendo- taeyeon entro en una etapa de negación, sin más que hacer apretó con furia el cascabel entre sus manos y por fin se dignó a verla a los ojos -¡No puedes irte! ¡Acabas de decir que me quieres!-

-¡Y te quise antes, te quiero ahora y probablemente lo seguiré haciendo!- Respondió en un grito, también conectando con esos ojos zafiros que tanto la enloquecían -¿Qué te cuesta dejarte querer, eh? ¡TE QUIERO PERO AL PARECER ESO TE MOLESTA!-

Entonces se calló, se calló no solo porque no se le ocurría que responder a eso, sino también porque tiffany, su gata estúpida, había roto a llorar en ese instante, nuevamente esa neko revoltoso y alegre se encontraba llorando por culpa suya. Pero no… no era que le molestara el ser querida de esa forma, tanto que hasta duele. No. Otra razón muy diferente era que no sabía cómo diablos reaccionar ante aquello, entonces por no saber que rayos hacer su cerebro mandaba como una orden de repeler todo eso de manera inconsciente, lo más seguro para no salir lastimada por todo eso.

Pero… no significaba que no le correspondiera…

-No tengo por qué darte explicaciones… sólo me iré y…-

-Quédate conmigo- Escucho como pronunciaba la rubia en un susurro.

Silencio.

Tiffany aspiro hondo, apretando los puños sintió como su corazón se paraba por un instante y su respiración se cortaba justo como en esas películas románticas que tanto odiaba. ¿Taeyeon estaba jugando con sus sentimientos otra vez? ¿Veía divertido todo esto de alguna manera? Tampoco quería irse, pero tampoco tenía las ganas para quedarse. Su cabeza estaba hecha un lío; su corazón le gritaba otra cosa y su cerebro le advertía de otra, al final de cuentas ninguno de los dos se decidía y todo aquello terminaba por marearla. Si se quedaba correría el riesgo de seguir sufriendo por alguien que no vale la pena, pero si se iba jamás sabría si esa idiota podría llegar a corresponderle.

Al final de cuentas, volvía a estar donde empezó.

Cuando sentía más lagrimas cristalinas resbalarse en sus mejillas, sintió como alguien las limpiaba con delicadeza, y más tarde calidez… taeyeon la estaba abrazando.

-Sé que no puedo obligarte a que te quedes- La escucho susurrarle al oído –Pero si te vas déjame decirte que no sé qué es lo que siento realmente por ti, pero de qué haces que me corazón se acelere como nunca nadie lo ha hecho, lo haces… ¿Significa eso algo para ti, tiffany?-

Maldita desgraciada… sabe darle en el clavo cuando se lo propone la muy imbécil.

-Idiota…. Maldita seas… idiota…- No lo dijo en mala onda, pero no iba a dejar que ese enojo se le pasara tan rápido.

Desesperada se aferró fuertemente a la peli-rosa que le robaba el aliento todo el tiempo y siguió llorando y sollozando en su pecho durante un tiempo que le pareció eterno. Taeyeon se preguntó si sería correcto besarla ahora. Pero quizá no, lo mejor no era hacerlo hasta estar segura de lo que sentía por ella… Aliviada recargo tiernamente su barbilla sobre la cabeza de la más pequeña, para luego cerrar los ojos y abrazarla todavía más fuerte.

Solo abrazarla… tenerla así y nunca soltarla…

A pesar de todo, la Kim sí estaba consiente de una cosa que no se atrevió a mencionarle a Tiffany hace un momento; esa cosita pequeña es que en estos días sentía como si le faltara el aire cuando no la tenía cerca, que se sentía desesperada cuando no veía su animada sonrisa cuando regresaba a casa, o no lograba conciliar el sueño sin escuchar ese ronroneo tranquilizador durante las noches.

Que pudiera… que cupiera la simple posibilidad… de que sin ella… sin esa gata estúpida…

No podía vivir.

-¡taeyeon!, ¿Dónde carajos guardas la miel?, ¡No puedo comer mi perrito caliente sin miel y lo sabes!- Ay no… esa voz.

Tiffany se separó bruscamente de ella para dirigirle una mirada interrogante -¿Qué hace esa ertida aquí?-

-Digamos que por eso te traje aquí y no al mío- Contesto fastidiaba por haber roto el abrazo de ese modo.

Larga historia, una larga historia donde taeyeon tenía que aceptar el dos por uno y dejar que Yuri se quedara a vivir con ellas para que Tiffany pudiera regresar a su casa… Así de simple… en fin…

Escucharon como Yuri subía las escaleras corriendo para finalmente terminal en el umbral de la puerta, mirándolas mientras se relamía los labios con esa mirada ersa que era como su sello distintivo.

-Oigan… hace mucho frío estos meses últimamente… así que me preguntaba ¿No les apetece que durmamos las tres juntitas y apretaditas, dándonos "calor" mutuo?- No podía estar hablando en serio… ¿O sí?

-¡Yuri, vuelve a tocarme ahí abajo y ya no tendrás manos para seguir haciéndolo! ¡DEGENERADA!-

-¡Mi colita esta atrás, mi colita esta atrás! ¡Si vas a tocar algo te suplico que sea la colita entonces, por favor!-

No había nada fuera de lo normal.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss