Cap. 4: La curiosidad mato al gato

MI GATITA

—Deja de seguirme, ya no estamos en la universidad— Le ordenó taeyeon, girándose con furia hacia la rubia que tenía tras de ella.

—Vamos, no seas amargada. Hace mucho que no voy a la casa de mi hermanita —Respondió ignorando su orden por completo y corriendo hasta caminar al lado de ella —Te prometo que solo será un rato.

Esa vena palpitante que tanto la identificaba no tardo demasiado en salir, roja y tan visible que hasta asustaba. Hacía frío y llovía mucho últimamente

¿Por qué simplemente no le caía un rayo y la dejaba en paz de una buena vez?

Soo y tae caminaban por la calle, directo a la casa de la segunda y ambas con sus ropas de frío. La primera con esa felicidad aterradora y la otra obligada a soportarla todo el estúpido viaje, y lo que faltaba. Tres minutos con cuarenta segundos llevaba cantando "Face", canción de una banda coreana llamada NU'EST, y para ser sinceros, los tres minutos con cuarenta segundos más terribles de toda su vida. Y ni mencionar que la había seguido hasta el centro comercial, aunque le fue de ayuda para elegir lo que compraría, y al recordar por qué las bolsas que llevaba consigo, sonrió discretamente.

En las bolsas llevaba puerros, verduras y carne, recordando como Tiffany le había dicho que nunca había comido cerdo en su vida ¿Por qué no prepararle algo especial tan solo por esta vez? Se lo merecía por su buen trabajo limpiando la casa.

— ¡Pero si nunca has ido! — Gritó, buscando algo para librarse del problema.

—Exacto, con una vez que vaya no te va a dar cáncer ¡Duh!

—Idiota...

— ¡Tú mamá! y que quede claro yo soy adoptada.

Soo definitivamente era la persona más irritante que ha conocido en veintiún años de su vida ¿Qué hay de la neko fastidiosa? ¡La prefería mil veces que a esa rubia oxigenada!

Después de cinco tortuosos minutos, en los cuales su hermana se la pasó parloteando y presumiéndole a taeyeon el "fabuloso" fin de semana que pasó con su novia sunny. Llegaron a la casa de la rubia. Soo miraba asombrada el tamaño de esta ¿De verdad ella vivía sola ahí? ¿De verdad pudo comprarse eso con su parte de la herencia de sus padres? ¡Era impresionante! El decorado era bellísimo, con plantas y flores decorando tanto el jardín delantero como trasero y el color claro de la casa le quedaba muy bien.

— ¡Hey, hey! Definitivamente sunny y yo viviremos contigo un día de estos—Afirmó la rubia, sonriendo estúpidamente y encaminándose a la entrada.

—Estás loca— Le levantó la voz la rubia, como si hubiera dicho la grosería más horrible de todas —Vivo sola y planeo que sea así hasta que muera. Y con dos idiotas ertidas en mi casa, no creo vivir por mucho tiempo.

—Eeee... hablas como si te fuéramos a violar —Dijo ofendida, fingiendo falsa tristeza.

— ¿Ah, y no trataron ya de hacerlo una vez? —taeyeon la miró seria, recordándole ese traumático momento en el que trataron de montar un trío con ella cuando no tuvo de otra que quedarse a dormir en su casa.

—Bien... lo admito... la idea sigue en pie —La rubia rodó los ojos, esa idiota no tenía remedio. Y desde que anda con sunny se hizo mucho peor —Vamos, no te enfades...

—Lo sabía... —Resopló resignada. Caminó hasta la entrada de su casa, y se enfureció al ver que Soo hacia lo mismo — ¿Y tú a donde te crees que vas?

—Es que quiero conocer a tu compañero o compañera de piso ¡Debo de preguntarle cómo es que te soporta! —Soo estaba decidida, con toda su fuerza arrebató las llaves de la mano de la rubia. Taeyeon no tardó y la empujó hasta la calle— ¡Vamos! ¿Qué tan malo puede ser?

— ¿Qué te hace pensar que vivo con alguien?

Y hablaba en serio, jamás había mencionado a nadie que estuviera ahora viviendo con alguien, y peor que ese alguien fuera una neko-acosadora-ertida-fastidiosa ¿Por qué ella habría de decir algo como como eso? Y sus compañeros de clase no eran los más tranquilos de todo mundo, el rumor podría esparcirse hasta convertir "una simple relación de compañeras de piso" en un muy amoroso y apasionado romance prohibido.

Definitivamente nunca diría algo así.

Soo tampoco era la persona más reservada del mundo, no podía mantener un secreto en su boca por más de treinta minutos o a lo mucho le iba con el chisme a sunny. Taeyeon a su diferencia sería capaz de llevarse cualquier cosa que quisiera a la tumba, su vida era como así decirlo, solitaria y por esa razón es que en la única persona en la que confía realmente o confiaba más bien era su hermano mayor, heechul. Pero eso para ella era otro tema, que, de igual manera, enterraría consigo bajo la tierra.

Soo esbozó una sonrisa y apuntó contenta la bolsa que la rubia llevaba consigo. Sus compras en otro término.

— ¡Los puerros! —Señaló —Es lo pasaba con las berenjenas ¡Y a ti no te gustan los puerros!

—Dieta— Se defendió, con firmeza y cruzándose de brazos.

—Siempre las rompes, porque según tú no las necesitas.

—Ejercicio.

—Demasiada coincidencia.

—Cambio de hábito.

— ¡Esa ni tú te la crees! — La rubia la miró retadora, definitivamente había algo que Luka aun no le contaba. La conocía demasiado bien como para saberlo —Odias los puerros y lo sabes.

Taeyeon frunció el ceño, mirando desde lejos a la coreana que amenazaba con decir algo indebido, como siempre lo hacía, en medio de la calle con coches, personas y casas cerca. Soo podía leerla como un libro abierto, quizás no descubriendo el secreto que guardaba pero si lo suficiente como para saber que algo escondía, y eso lo sabía muy bien.

Gruñó y optó por ignorar a su hermana adoptiva, girándose hasta la puerta dispuesta a entrar en su hogar, esperando encontrarse con Tiffany tirada o dormida o si no ambos en el escalón de la entrada, esperando como siempre a su regreso. Aunque sabía muy bien que tan sólo con la mirada, Soo ya le amenazó con decir una incoherencia delante de todos. Pero ¿Qué importaba? Técnicamente ya se había acostumbrado con tantas veces que se la había hecho, además, no era como si le importara demasiado. Lo que le importaba era ver si Tiffany ya había comido debidamente pues conociéndola seguiría esperando a que regresara para sentarse en la mesa, y así tener a alguien con quien poder compartir tanto la comida como cena. Y eso era lo que tanto le sacaba de onda.

La trataba tan mal que le seguía impresionando el como la trataba, amigable y con esa felicidad pasmosa que tenía ¿Cuál era su problema?

Ignoró a la rubia por completo y cuando giró el pomo de la puerta, la rubia comenzó a gritar.

— ¡A taeyeon Kim le gustan las bubíes!

Y de pronto, el silencio, el penetrante y aterrador silencio. Los vecinos que habían salido a dar su paseo matutino con sus perros no hicieron más que ver a su vecina rubia, a quien conocían de sobra, con una mirada rara y penetrante mientras murmuraban "Yo lo sospechaba"

... ... ... ... ...

— ¡taeyeon me estas ahorcando! ¡No respiro, imbécil! —Soo hacia fuerza para quitarse la bufanda, la cual taeyeon había tomado de ambos extremos y ahora usaba como arma letal — ¡Suelta, suelta, suelta!

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Cansada y fastidiada cerró la puerta con un portazo que resonó en toda la residencia, si bien estaba irritada del duro día de estudios que tuvo debido a los exámenes, la sola presencia de su hermana mayor adoptiva término por colmar su paciencia. Refunfuñando como una anciana tiró por sin ningún lado sus zapatos, mochila y abrigo como era de costumbre, y entró a la casa.

Al llegar a la sala se encontró como esperaba con Tiffany, tumbada sobre el sofá y con el televisor encendido y a todo volumen. Esta al sentir una presencia de sobra conocida, se sentó de sopetón con una sonrisa en su rostro.

—taeyeon, te estaba esperando.

— ¿Y esa sonrisa? —La evadió con una pregunta, entrando a la cocina pasándola de largo.

—Es que... es que... no sabía que te gustaban las bubíes...

La rubia sacó avergonzada y furiosa la cabeza del congelador, tal parece que el escándalo que armo Soo llegó a los oídos de Tiffany.

—Ah... son cosas sin importancia... se te va a olvidar— Dijo volviendo a lo que estaba haciendo, tratando obviamente cambiar de tema— No te quedes ahí y ven y ayudarme con las compras.

— ¡Es que fue tan gracioso! De verdad, en serio, en mi opinión ella dejaría de molestarte si te portaras más ¡Femenina!, ¿Ya viste la ropa que siempre traes? ¿Qué pasa con los vestidos que tienes en el armario?

Tiffany comenzó a parlotear y lanzarle uno que otro insulto, aunque ciertamente taeyeon no le prestaba ni el más mínimo rastro de atención. Se había quedado embobada viendo como esta vestida; Un short de mezclilla que a lo mucho llegaba hasta menos de la mitad del muslo, una blusa sin mangas con franjas anaranjadas y blancas, y por ultimo dos listones naranjas amarrando su cabello. La neko se percató de esto, y se sonrojó dispuesta cambiar de tema.

—Ne tae, esa chica… —No sabía si continuar. La mirada que le dedicaba la rubia cortaba hasta el hambre — ¿Quién era y porque estaba contigo? — Preguntó en tono imperioso. No sabía por qué razón necesitaba con urgencia una explicación detallada y plena de todo lo que ocurrió con "la chica escandalosa"

—No te metas en lo que no te interesa —Cortó, guardando las verduras en el congelador sin prestarle atención —Prohibido hablar sobre ella en esta casa.

¿Pero cómo rayos quería que olvidara el tema? ¡Si hasta golpeo con todas sus fuerzas a la puerta pidiendo auxilio! Taeyeon le estaba escondiendo algo y no podía evitar sentirse mal por ello.

Tiffany resopló resignada, esa rubia no tenía ningún remedio ya que para la amargura no había cura alguna. De igual manera ella ya estaba acostumbrada a su personalidad distante y agresiva, tal cual animal peligroso que ataca cuando se siente amenazado sin pensárselo dos veces, así era taeyeon. Pero a pesar de que lo tomaba como algo normal, no podía evitar pensar que muy en el fondo era una persona diferente que anhelaba con todas sus fuerzas poder cambiar para ser alguien mejor, que era una persona lastimada y que esa era su forma de protegerse de los demás.

Y la comprendía.

—Mhhmmm... Hoy llegaste temprano ¿Pasó algo?

—Cosas de la universidad... —Cortó fría. Ignorándola entro en la sala y se sentó con aires aburridos en el sofá, sacó su libro de "Romeo & Julieta" dispuesta a leerlo.

—Taeyeon—Volvió a llamarle pero esta vez en un tono amigable, recostaba los antebrazos y la barbilla en el respaldo del sofá cerca del rostro de la otra joven.

— ¿Qué quieres?

— ¿Te volverás a ir? — Respondió con otra pregunta.

—No— Respondió fría retomando la lectura —Hoy nos dejaron salir temprano, nadie va a volver, tonta— Resopló y cambio de página.

— ¡Nyaaaaa, genial! Entonces eso puede significar que... — Tiffany no pudo reprimir el chillido de felicidad que salió de su garganta. Feliz se paró frente a ella y coloco el rostro frente a de ella quedando nariz con nariz —Podríamos salir a pasear, jugar en el jardín o en el parque, o si no. ¡Podemos salir a comer! ¿Qué te parece?

—Antes me hago el harakiri que salir fuera contigo, no cuentes conmigo para nada —Dijo sin apartar la vista del libro.

La peli-roja apartó la cara resentida, eso la había ofendido.

—Vaya, así que resultaste ser como "ellos"

Taeyeon alzó una ceja, y con una mueca confusa levantó la mirada del libro para interrogar a la neko

— ¿"Ellos", has dicho?

Tiffany asintió calmada con la cabeza, bordeó el sillón hasta sentarse al lado de ella. Dejó caer el peso de su cuerpo hasta que la cabeza quedó apoyada en las piernas de su compañera, un gesto que obviamente hizo sacar una vena roja y palpitante sobre la frente pálida de la rubia.

—No te lo había contado antes, taeyeon. Pero desde que he tenido dueños todos y cada uno de ellos me han tenido encerrada todo mi tiempo en sus casas, amarrada a un árbol en el jardín o hasta en jaulas— Comenzó su relato un poco melancólica, mirando el techo con esos hermosos zafiros —Siempre me decían que era una aberración, un error de la madre naturaleza. Por eso me tenían, según ellos, al margen de la sociedad.

Lo expresivos ojos de taeyeon se abrieron de par en par sorprendidos.

—Menos seo —Ronroneó cerrando los ojos con un suspiro— Recuerdo que una vez me dijo que no tenía que hacer caso a los insultos de los aldeanos amargados, que solamente estaban celosos de mí, porque soy diferente y que soy única en este mundo— Hizo una breve pausa en la que giró el rostro hacia el lateral opuesto a taeyeon. Su tono de voz disminuía a medida que hablaba más, en aspecto desanimado— Pero para serte sincera, no pude ser capaz de creerme esas palabras por completo, considerando las miradas de repugnancia y odio que me dedicaban los aldeanos. Pero conseguí hacerme inmune a ellas, que no me afectara... por lo menos no en el exterior...

Taeyeon observó las orejas blancas y peludas y la larga cola que reposaba con suma tranquilidad sobre el sillón, pensando lo duro que tuvo que ser para ella sobrellevar ese dolor que aún hoy en día resentía en su mente.

No comprendía mucho del comportamiento de esa gata, no comprendía por que al estar sufriendo tanto durante tantos años seguía tan feliz y contenta aun con la miserable vida que le había tocado. ¿Qué no se suponía que debería estar resentida con las personas? ¿No se suponía que debería estarlo con ella? Taeyeon fácilmente lo estaría si hubiera estado en su lugar. Ella si estaba resentida con la vida, repeliendo a la gente a su alrededor siempre que alguien quería ser alguien cercana a ella, rechazando la ayuda que le ofrecieran y conformándose con la compañía que solo ella se podía dar, porque para ella los demás eran un estorbo.

Por eso la desconcertaba la personalidad brillante y alegre que Tiffany tenía. Pero tenía que admitir, que eso era lo que más le encantaba de ella.

— ¿P...por qué eres así? — Preguntó tartamudeando un poco, comenzó a acariciar una de las orejas peludas.

Tiffany la miró sorprendida debido a las caricias a las que no estaba acostumbrada, pero luego de eso se acopló a ellas y ronroneó complacida.

— ¿Cómo? ¿Así como... como gato te refieres? ... No lo sé, seo me dijo que era un secreto aunque supongo que nací de esta manera.

Taeyeon lo asimiló un momento ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Esa neko era realmente admirable, si ella estuviera en su lugar seguramente estaría más amargada de lo que ya está y sería una vieja cascarrabias.

—Y cuando... cuando seo murió—Continuo desanimada, interrumpiendo por un momento sus pensamientos— Me sentí la persona más desgraciada del planeta; La casa quedó hecha ruinas y como en los viejos tiempos tuve que volver a vivir en las calles, buscando una que otra manera de subsistir en ellas. Vagué sin rumbo fijo durante un tiempo, adquiriendo experiencia de un sitio y de otro.

La neko calló un pequeño momento para estirarse en su lugar, inhalando todo el aire que sus pulmones podían contener y así poder relajar tanto sus músculos como el habiente tenso que se formó.

—Oye... ¿Puedo estar segura que lo que te cuento no saldrá de aquí?

— ¿De verdad crees que si lo cuento alguien me creería? —Preguntó levantando una ceja.

—Cierto... —Suspiró y prosiguió con su relato —Bueno, no pasó ni siquiera un año cuando alguien volvió a encontrarme y a "acogerme". Ella me había prometido comodidad, buena comida y todo el cariño que ella como dueña, podría ofrecerme... pero...todo resultó ser mentira. Sólo me quería para analizarme y descubrir mis orígenes. Pase tres años encerrada en un laboratorio para ratas, siendo drogada y con cables metidos donde no deberían… no fue muy agradable la verdad, me hacía bastante daño.

Taeyeon volvió a permanecer en silencio, por primera vez en su vida no tenía ni idea de que hacer no mucho menos que decir.

La cara de la neko se deformó en una mueca dolida, debido a los dolorosos recuerdos que pasaban en forma de Flash Back por su mente, torturándola. La rubia se sorprendió y sintió aun peor al ver el rostro de Tiffany el cual era uno que nunca vio en ella, y además se hacía un ovillo ahí aun refugiándose entre sus piernas. Y por esa razón fue que obviamente taeyeon comenzó a sentirse estúpida, reprendiéndose por quinta vez el haber hecho tan boba pregunta. De haber sabido lo que sucedería se hubiera quedado callada, ignorándola como siempre lo hacía...

El colmo de todo fue cuando la neko comenzó a temblar de forma leve. Luka preocupada sólo atinó a cerrar el libro y acariciarle la cabeza, dándole protección, seguridad y ¿Cariño? tal vez pero no mucho.

—Hace un poco menos de ocho meses que pude escapar, y fue entonces cuando me jure a mí misma que nadie volvería a hacerme daño— Prosiguió un poco más calmada y cerrando los ojos, disfrutando de las caricias—Aunque no tuve suerte, hace un poco más de un mes una traficante llamada Kiku me encontró y me tomó a la fuerza. De ella pase a manos de otro traficante... Kaito. Él me vendió a una muy agradable chica de nombre hyo, y finalmente me llevo con Yuri para terminar aquí —Concluyó volviéndola a mirar, con esa sonrisa en su rostro.

La naturalidad con la que contaba su historia produjo a la peli-roja sentimientos contradictorios; Incomodidad, lástima, incluso algo en común con ella; La soledad. Desde el primer día que la conoció, Tiffany siempre mostraba sus emociones, pensamientos y deseos con una facilidad pasmosa, y eso no le gustaba. Porque cada vez que le abría su corazón, que le contaba algo de su vida, paso a paso, notaba como entraba en su alma, amenazando con quedarse por siempre en su frío corazón. Prefería alejarla como hacía con todos, provocarle con su actitud desagradable que le cogiera odio para finalmente se alejara de ella y le dejara en paz. Pero en vez de eso, la rubia se acercaba más y más, y aunque no lo aceptaba, todos los días la seguía cautivando con esa sonrisa y su encanto personal.

¿Pero en qué rayos estaba pensando? ¿Ella estaba... enamorándose de esa neko? ¡Jamás! Había dos muy buenas razones para que esa no fuera posible, y la más importante de todas es que la neko era una chica como ella. Soo y sunny podían hacer lo que sea con su vida, pero no por eso taeyeon también tendrá que unirse a ellas en esa cuestión ¿Cierto? Taeyeon quería sobrinitos y no podía negarle eso a su hermano mayor, aunque no era como si de verdad le interesaba lo que la rubia pensara.

—Tú sabes bien que aquí no te tengo encerrada ni nada. Puedas irte cuando quieras.

—Lo sé.

Tiffany volvió a girar sobre su cuerpo, levantando la vista que conectó con los profundos ojos cafes.

En el rostro de la neko se perfilaba una grata sonrisa, algo que provocó un cosquilleo en la nuca de la rubia, amenazando con expandirse por todo su cuerpo. Se vio obligada a desviar la mirada hacia un lateral, un tanto sonrojada.

La neko estiró el cuello y se acomodó mejor entre las piernas con un suspiro.

—Pero la verdad es que aquí me siento muy bien si lo comparo con mis otros hogares —Alegó tornando la mirada un poco más tierna, insistiéndole a taeyeon que siguiera acariciando sus orejas —Confieso que esperaba que fueras una dueña cariñosa y amigable, pero aunque Yuri me dijo que quizá no me sentiría bien aquí. Lo cierto es que me gusta mucho estar contigo.

El corazón de la rubia comenzó a bombear de una manera inimaginable, todo eso por las palabras que Tiffany había pronunciado. Se sentía bien con ella, eso le dijo. Desesperada dejó el libro en la mesita que tenía enfrente y se paró de forma brusca del sillón, tirando a la peli-roja al suelo provocando que se golpeara la cabeza.

— ¡Auch! — Se quejó sentándose en el suelo y agarrándose la zona afectada. De repente vio a taeyeon subir las escaleras y un rato después escucho cajones abriéndose y cerrándose de forma desesperada — ¿Ahora qué?

Varios segundos después taeyeon volvió a la sala con algo entre sus manos.

—Levántate —Ordenó de forma casi amigable— Iremos a dar un paseo por el parque.

— ¿Eh? —Exclamó confundida. La peli-roja le lanzó algo y esta lo atrapó en un movimiento rápido —Esto...

—No pienses que es porque me avergüenzo de tu físico. Pero si no es—condes las orejas la gente te vera y hará preguntas, y el paseo dejara de ser tranquilo y terminaras sintiéndote incómoda Aclaró señalando el gorrito de lana que Tiffany tenía entre sus manos.

La neko sonrió contenta y se lo puso en la cabeza cubriendo las peludas y puntiagudas orejas.

Tiffany la miró con ese hermoso brillo en sus ojos llenos de júbilo e ilusión, taeyeon por su parte sonrió satisfecha al ver como esa gata seguía feliz con la vida que le toco. Inconscientemente se prometió muy en el fondo de sí misma, que haría que esa sonrisa durara, si era posible, para toda la vida. ¿Pero qué estaba pensando? Se estaba tomando a Tiffany demasiado en serio... no había remedio...

Para su sorpresa la menor corrió hasta ella, le saltó encima abrazando su cuello comenzando a frotar su mejilla contra la suya una y otra vez de forma cariñosa. Taeyeon avergonzada la apartó con un ligero empujón cuando recupero la conciencia.

—Eeeer... no hagas eso, tonta. Es mi espacio personal —Aclaró comenzando a sonrojarse

El animado gato volvía a saltar y a gritar de la alegría por toda la casa, corriendo hasta la entrada dispuesta a salir. Fue entonces cuando se percató de otro inconveniente.

—Oe, esconde la cola…

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Seguía haciendo frío pero eso no parecía importarle a Tiffany en lo absoluto, quien se había puesto a jugar y correr por el césped, árboles y cerca de la fuente. Taeyeon rodó los ojos, parecía toda una niña, y el colmo fue cuando se puso a corretear a las palomas que una anciana estaba alimentando, pero fue gracioso ver cómo está la golpeaba con su bolso.

La peli-roja se sentó en una banca del parque de los Vocaloid, el cual era llamado así por las distintas pandillas de jóvenes que peleaban ahí por las noches para quitar o mantener su liderazgo, en el cual ahora estaba a poder de la pandilla "Crypton". Abrió su libro que estaba leyendo desde la mañana el cual era una hermosa obra escrita por William Shakespeare titulada "Hamlet".

— ¡taeyeon, ayúdame, taeyeon, ayúdame! —Levantó la mirada indiferente para ver cuál era ahora el problema. Encontrándose a Tiffany corriendo de un perro callejero que ya llevaba rato siguiéndola.

—Vamos Tiffany, es solo un perrito. Tu puedes sola con él—Le gritó divertida.

— ¡Desgraciada!

—Boba— Murmuró por lo bajo retomando la lectura. Casi estallaba en carcajadas cuando veía que Tiffany en un intento de escapar, se trepó a la rama de un árbol y el pequeño animal daba saltos para tratar de alcanzarla.

— ¡Anda ayúdame a bajar de aquí! ¡El mendigo animal me va a comer!

—Es tu problema, si no puedes con un simple cachorro significa que eres solo una gatita asustadiza.

Continuó con su lectura varios minutos más. Hasta percibir un de sobra conocido aroma a berenjenas que le hizo arrugar el entrecejo y poner su más que irritante rostro de fastidio. Segundos más tarde, la persona llegó con un rostro más que contento a su lado.

—Vaya, taeyeon. No esperaba verte por aquí—Habló con su tono amigable de siempre, dejando las bolsas de compras a un lado.

—Y créeme que yo a ti tampoco —Respondió notablemente nerviosa. Era un buen chico pero había veces que la inquietaba —No creo que sea buen momento, minho.

—Oh, siempre es buen momento para saludar a un amigo ¿No crees? —Dijo feliz y sentándose a su lado.

—...Pero tú no eres mi amigo... —Susurró en un volumen que siwon no oyó.

—Vamos no te enfades, no te voy a fastidiar como tu hermana y su novia. Sólo será un momento.

—Bien... —Suspiró cansada cerrando el libro y dejándolo a un lado— Pero sólo UN momento.

— ¡Genial!

Asustada y aferrada a la rama de un árbol, Tiffany alcanzó a percatarse de la conversación que los dos jóvenes mantenían. Quedando extraña al ver como el joven entablaba con tanta tranquilidad una conversación animada con taeyeon, hasta ese momento, pensaba que nadie en su sano juicio se atrevería a entablar una conversación con la amargada y engreída Kim. Le sorprendió mucho más que fuera un joven tan apuesto y educado.

Se mantuvo en la distancia durante largo tiempo, observando cuidadosamente todos los gestos y cada movimiento de ambos; taeyeon se mostraba contenta, compartiendo anécdotas con el muchacho y riendo de las cosas que él le contaba... Algo demasiado raro en ella. Pero fácilmente pudo deducir que las intenciones de él eran otras, y eso le molestó.

Una extraña sensación de incomodidad le invadió por dentro. Rabia, furia, como si estuvieran arrebatándole algo de su propiedad.

El pobre animal salió corriendo espantado, justo después de haber ladrado. Tiffany se había girado hacia él, aferrada a la rama a cuatro patas, mostrándole garras y dientes con los cabellos erizados y con un brillo rojizo en sus orbes. A cuatro patas se dejó caer al suelo, con gracia y agilidad como tal cual leopardo acechando a su presa, y dio varios pasos acercándose hacia ese nuevo intruso que acaparaba más atención de taeyeon de la que ella deseaba.

A poca distancia, escuchó parte de la conversación.

—Te he llamado muchas veces pero tu línea de teléfono ya no está operativa—Pronunciaba Minho dándole un giro drástico a la conversación y molestando a taeyeon con ello —También me dijeron que te cambiaste de piso…

—Mi vida privada ya no es de tu incumbencia…— La peli-roja visiblemente harta de esa conversación, cerró el libro con brusquedad y se levantó desabrida.

Alzó la mirada dejándola clavada en la presencia que escuchaba toda la conversación tras él.

—Yo diría que sí… me da la impresión de que todo eso lo haces huyendo de mí…

Los puños del chico se cerraron con violencia y su mirada se entrecerró visiblemente enfadado por el cambio de actitud tan repentino. Fue entonces cuando recayó hacia dónde miraban esos ojos. Desvió su colérica mirada hacia atrás, y allí inmóvil se encontraba Tiffany.

— ¿Y quién esta señorita? — Preguntó curioso, tratando de recuperar su postura amigable.

Taeyeon abrió la boca para replicar, pero Tiffany se le adelantó ante todo pronóstico.

—Hwang Tiffany— Respondió en tono provocador —Su compañera de piso.

— ¿Compañera de piso? —Preguntó incrédulo desviando la mirada hacia la peli-roja, intentando encontrar algo que confirmara esas palabras.

Pero esta como siempre, se mantenía impasible. Eso era absurdo, simplemente imposible creerse que el frío bloque-de-hielo-Kim estuviese viviendo con alguien más que no fuera ella misma.

Y los celos invadieron a Minho. Era un muchacho apuesto y muy educado, pero cuando le entraba ese sentimiento cambiaba totalmente, y tae lo sabía.

— ¿Y tú quién eres? —Le formuló la misma pregunta la menor de los tres.

—minho—Le respondió arrogante —Su novio.

—Ex novio… — Aclaró tae irritada.

—Un pequeño detalle sin importancia. Lo volveré a ser tarde o temprano—Afirmó Minho.

— ¿Comienzas a delirar de nuevo? Fui lo bastante clara hace seis meses como para que comiences a asumir que no volveré a inmiscuirme contigo —La peli-roja caminó hasta colocarse al lado de la neko.

—Sólo estamos pasando por un mal momento...

—Minho... siento decirte que lo mejor que pudimos hacer fue terminar con la relación —Le dio la espalda dando por finalizada la conversación e indicó con un gesto de cabeza a Tiffany para que la siguiera.

Sólo cuando estuvieron alejadas lo suficiente de él joven como para que no las escuchara, Tiffany se atrevió a pronunciar

—Vaya, tienes muy poco tacto con los chicos. No me extraña que no tengas novio…— La aludida se metió las manos en los bolsillos del pantalón sin contestar. Con su típica expresión de siempre, no-me-importa-nada.

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El resto de la tarde trascurrió en palabras cortantes evitando obviamente sus preguntas sobre porque el peli-negro aseguraba ser su novio ¿Pero por qué le molestaba tanto el tema? Lo peor fue que tae, se desapareció todo lo que restaba del día y no volvió a aparecer hasta la noche, sólo para seguir con los planes que ya tenía listos.

"No quiero que te acerques a él" Fue lo último que le dijo antes de encerrarse toda la tarde en el estudio.

Pero… ¿Por qué? Las dudas y las suposiciones no dejaban de asaltarle la mente. Tiffany no lo comprendía. De acuerdo, estaba claro que mucha gente, y más conociendo el rudo carácter de tae, se enfadarían si un chico fuera contando a todo el mundo que es tu novio sin serlo.

Pero lo que ella se preguntaba eran los motivos que tenía él para ir contando cosas como esa…

¿Qué había ocurrido entre ellos para terminar así la relación?

Porque la mayor no lo había desmentido. Fue su novio… ¿Novio de la prepotente estreñida? Comenzaba a pensar si el día que la peli-roja aceptó la propuesta estaría borracha, drogada o las dos cosas. No por Minho, seguro que tendría muchas chicas tras de él ya que le resultó muy guapo. Pero nunca se había imaginado que tae aceptara mantener una relación seria con alguien.

Llegó la hora de preparar la cena, y para su sorpresa la reaparición de tae en la casa.

La encontró entrando en la cocina cuando ella se encontraba arañando uno de los sillones, y con ese hermoso brillo en sus ojos se atrevió a dirigirle la palabra

— ¿Qué vas a hacer para la cena?

Tae le dirigió una mirada incomoda, pero se enterneció al imaginarse a Tiffany emocionada por la respuesta.

—Cerdo al jengibre— Y como se lo esperaba, la emoción de Tiffany fue tan inmensa que no pudo reprimir el chillido de felicidad que salió de su boca — ¿Quieres prepararlo conmigo?

— ¡Claro que sí taeyeon!

Con una sonrisa divertida dejó a la neko pasar en la habitación. Rápido y sin perder tiempo sacó los ingredientes que necesitaría y los dejó sobre la mesa donde preparaba la comida, seguido de cuchillos y cucharas que necesitaría más tarde.

—Tú ayúdame con la lechuga y el jengibre. Yo me encargo del cerdo —Ordenó dejándole a su disposición un cuchillo afilado, y velozmente se dispuso con su trabajo.

—Claro, claro. No necesito que me digas que hacer, si no nací ayer.

Se mantuvieron en silencio un rato después de aquello. El único sonido que podía escucharse resonar en la cocina, era el que provocaban los afilados utensilios de las dos, rebanando la carne y la verde y fresca lechuga que se cenarían cuando estuviera lista. El leve quejido-maullido que emitió la neko cortó con la paz que se había formado. Taeyeon desvió la mirada en expresión de "¿Y ahora qué?" encontrándose con la pelirroja chupándose el dedo índice para calmar el dolor.

—Lo siento... soy mala con esto de los cuchillos— Alegó con una risita después de eso sacándose el dedo de la boca y volviendo a su labor —No me mires así, estaré bien no moriré, idiota.

—No es eso... vas a manchar la lechuga con tus gérmenes de gata estúpida. Déjame ayudarte— Con flojera abrió un cajón que tenía en esa misma mesa, y sacó de este una venda con la que curo la herida que Tiffany se había hecho —Mejor, ten más cuidado para la próxima.

—Lo siento, lo siento— Rio volviendo a su labor otra vez —Eres muy linda cuando te lo propones—Susurró sonrojada aunque tae pareció haberla oído.

— ¿Qué has...? ¡Meeooow! —Se quejó como Tiff lo había hecho anteriormente y se chupó el dedo de urgencia, se sonrojó al darse cuenta que había ¡Maullado! ¡Las personas normales no hacen eso! — ¿¡Que tanto miras!? ¡Déjame!

—Te cortaste.

— ¡Ya lo sé, déjame en paz!

—Deja que te ayude—Trató inútilmente de tomar su mano, pero la rubia sólo se resistía.

— ¡Que me dejes! —Bramó roja hasta las orejas, apartando la mano del alcance de Tiff.

— ¡Poooooorfaaaaaaaaa! —Le rogó por fin tornando los ojos llorosos, formando con esto la típica mirada del "Gato con botas" de esa famosa película animada llamada "Shrek"

Pasaron varios segundos en los que tae no parpadeó, mirando congelada esa mirada que la neko le dirigía ¿Tanto quería ayudarla con algo tan insignificante como eso? Sólo está exagerando las cosas. Pero no le quedó de otra más que aceptar fastidiada.

—Bien... has lo que quieras...

No se lo pensó dos veces. Tiff con una muy notable emoción tomó la mano herida de la rubia, y como lo hacían los animales, lamió con sumo cuidado y ternura la sangre que resbalaba por el dedo de esta.

Volvió a su lugar con esa sonrisa que tanto la identificaba, dejando a taeyeon en un tremendo shock sin comprender muy bien lo que había sucedido ¡Hasta se había sonrojado! ¡Se veía tan linda así! Para Tiff ver a tae con las mejillas teñidas de rojo valía más que un millón de puerros frescos y recién ¿Sacados de la tierra? Ni siquiera sabía de donde salían. No le presto mucha atención a los balbuceos de tae, volviendo así a preparar la ensalada que acompañaría al primer cerdo que comería.

—Idiota tae... —Susurró sonriendo para sí misma.

Después de una deliciosa cena, no le quedó más que ir a acostarse. Le resultó incomoda a la hora en la que por fin se sentaron en la mesa a disfrutar de delicioso cerdo de jengibre preparado con algo de ayuda de la neko estúpida, ya que aún no podía recuperarse de lo sucedido en la cocina.

Suspiró cansada, acostada en su cama con las luces apagadas y la puerta abierta, examinando cuidadosamente a la altura de su rostro esa herida lamida anteriormente ¿Es que quién se creía ella para tocarla así como así? Sólo era la "mascota" de la imbécil de Yuri, ya faltaban unas pocas semanas para librarse de ella, la iba a matar cuando regresara. Volvió a suspirar, ni siquiera sabía por qué le inquietaba tanto el pensar que pronto tendría que irse.

Se alarmó cuando oyó los pasos de la neko en el pasillo, y rápida ni perezosa se cubrió con las sabanas simulando estar dormida. Tiff pasó por su habitación después de haber lavado los platos y haber apagado todas las luces, esta vez se dirigía a dormir al estudio donde tae se la pasaba todo su tiempo leyendo y haciendo tarea.

Se sentía algo mal, ese día había comenzado muy animada, y a estas horas y después de vivir ese encuentro inesperado con aquel joven, seguramente tae no estaría de humor esa noche para jugar a ver dónde duerme el gato. Decidió mejor darle un poco de espacio personal y por una vez en aquella semana, dormir realmente en el sofá del estudio.

En su camino, algo especialmente curioso le llamó la atención: La puerta del dormitorio de tae se encontraba medio abierta. ¿Se le habría ido la cabeza? Ella nunca olvidaba cerrar la puerta, con los siete cerrojos todas las noches.

Caminó en silencio, descalza sobre el suelo hasta llegar a la puerta, mirando curiosa por la abertura. La luz que desprendía la luna iluminaba tenuemente el dormitorio, reflejando la silueta de la rubia tumbada en su cama, de espaldas a ella.

Desde la puerta la contempló cuidadosamente; Acostumbraba dormir con una camiseta sin mangas, de color blanco y la sabana cubría el pantalón de su pijama. Sus cabellos rubios se encontraban alborotados y esparcidos por la almohada y parte del colchón, con la luz de la luna iluminando y haciendo brillar de alguna manera esa blanca piel que tanto le gustaba observar... se veía tan hermosa a sus ojos de gato.

Una imagen que tan sólo ella era honrada de ver en aquel instante tan íntimo.

Escuchó como se revolvía levemente y un gruñido de disgusto brotaba de su garganta. Por lo visto no estaba dormida aún.

— ¿No… no vas a cerrar la puerta? —Preguntó Tiffany con un cierto toque de timidez. Dispuesta a cerrarla si era necesario.

— ¿Para qué lo voy a hacer? — Respondió la aludida sin moverse de su posición ladeada —De todas formas mañana cuando despierte volverás a estar ocupando el lado izquierdo de la cama.

Esas palabras dieron un vuelco en el corazón de la neko... Eso significaba que… que…

—Eso quiere decir que… ¿Me dejas dormir a tu lado…?

—Yo no he dicho eso —Apresuró a replicar removiéndose con un gruñido apagado.

—Pues a mí me da la impresión a que sí.

Tiffany no se lo dudo ni un sólo instante. Dejó caer el cojón que llevaba consigo al suelo y corrió hasta acostarse con ella en la cama, ocupando el lado izquierdo. Tae se dio vuelta comprobando que estaba ahí y mirándola consternada, tal parece que la iba a aguantar otra noche. Rodó los ojos con un "Tsk" y se dio vuelta dándole así la espalda, la neko por su parte sonrió al ver como la rubia no hacía nada por sacarla, ni una patada ni un grito, nada.

No pasaron ni dos segundos en silencio cuando Tiffany comenzó a hablarle en tono cansado.

—tae…—La llamó apacible removiéndose para estar más cerca de ella. Aspiró el aroma y reconoció al instante su esencia, comenzaba a ser una adicción permanecer a su lado. Tae tan sólo gruñó dándole a entender que le escuchaba —Me lo he pasado muy bien hoy... y el cerdo que me preparaste estuvo delicioso— Susurró con ternura detrás de ella —Gracias.

Ella no contestó, era de esperar. Tan sólo se dedicó a sonreír de medio lado, escuchando el hipnótico ronroneo que comenzaba a emitir su minina, era tan tranquilizador. Antes de caer rendida, escuchó un leve "buenas noches" y por fin cerró los ojos satisfecha.

Ni dos minutos trascurrieron cuando la repentina voz enérgica de Tiff la desvelaba de sus adormecidos sentidos…

—Oe, me estoy acordando de… que… mañana toca baño ¿Verdad? ¿Te bañarás conmigo otra vez? ¿Me volverás a frotar ahí? — Preguntó riendo por lo bajo viciosamente —Pero luego te frotaré yo a ti…

No una, ni dos, ni tres… muchas, muchísimas venas palpitantes se hincharon sobre la frente de la rubia que habría los ojos furiosa. Y con una voz sepulcral y que daba miedo sólo murmuró llenándose de ira.

—Eres una gata ertida del demonio...

Cinco minutos más tarde...

— ¡Hey, que era broma desgraciada! ¡No tienes sentido del humor! —Gritaba a todo pulmón la pobre neko, saliendo despavorida de la habitación cubriéndose la cabeza y así evitando los zapatos voladores que volaban en dirección hacia ella — ¡Si lo decía por ahorrar agua, estreñida!

— ¡Estúpida gata ertida! — Finalizó lanzando el último zapato antes de que Tiffany desapareciera en las escaleras. Sonrió satisfecha y divertida al ver como esta maullaba de dolor por los golpes recibidos.

No cabía duda que...

Iba a extrañar a esa neko

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Comments

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Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss