Cap. 3: Poniendo reglas al gato

MI GATITA

Caminaba de un lado a otro sin dejar de examinar a la minina que estaba sentada sobre su sillón, quien no hacía más que seguirla con la mirada como podía, con los ojos bien abiertos y desconfiados. El silencio la ponía tensa y eso no le gustaba, le daba miedo. Además de que la ponía de malas. Había estado así por varios minutos, caminando de esa misma manera y recorriendo el mismo camino docenas de veces, algo que la mareaba en cierto modo.

— ¿Que tanto miras? — Se atrevió a preguntar, recibiendo todo la atención de la peli-roja.

— ¿Cómo le haces?

— ¿Hacer qué?

—Eso, de... aparecer de la nada en mi casa. Llevo días tratando de echarte...

Varios días eran los que había echado a la neko de su casa y todos y cada uno de ellos había despertado con la estúpida peli-roja recostada a su lado izquierdo de la cama. No tenía ni idea de cómo se las apañaba para volver a entrar cuando la casa entera estaba cerrada como si de un bunquer militar se tratara. Pero de nuevo la encontraba allí, mirándole con esos grandes ojos cafés, ronroneando, moviendo su cola y esa desagradable y feliz sonrisa pintada en el rostro.

—No lo sé, quizás no sabes cerrar bien las puertas— Respondió despreocupada, ganándose un gruñido por parte de taeyeon.

—Creo que no es necesario que pregunte si te iras por tu cuenta ¿Verdad?

—Exacto, ya nos estamos entendiendo, señorita frígida—taeyeon sólo frunció el ceño por el nuevo apodo, todo era culpa de Yuri, absolutamente todo.

Fue entonces cuando decidió pasar directo al plan B: Si no puedes con el enemigo... únete a él. Pero claro, con sus reglas o nada.

—Ok, ok. Está bien, creo que es tiempo de que tire la toalla porque está más que claro que no te iras, así que ya es hora de que te deje vivir aquí.

Esperen... ¿Tiff había oído bien? Acaso dijo... ¡Si, si lo dijo! En su rostro apareció esa enorme sonrisa, su cola comenzó a moverse, sus orejas se alzaron en señal de felicidad, y en sus ojos había un brillo diferente al habitual.

— ¿¡Enserio!? ¡Esto es genial, yo…!

— ¡Ep, ep, ep! —Le cortó —No tan rápido gata estúpida. Para que yo acepte que vivas bajo mi mismo techo tienes que cumplir unas reglas a como dé lugar. Si incumples alguna de ellas… te vas a la calle, si las desobedeces… te vas a la calle, si intentas revelarte ante mi… también te irás a la calle, si…

— ¡Okay! "señorita-te-vas-a-la-calle", creo que ya entendí —Le dijo cruzándose de brazos, haciendo un mohín.

—Muy bien, pues grábatelas en ese globo de aire que tienes por cabeza porque no las voy a repetir dos veces—taeyeon comenzó a caminar de un extremo del sofá al otro—Regla número uno…— Comenzó alzando un dedo al aire—Todo, absolutamente todo lo que hay dentro de esta casa es única y exclusivamente mío. Si vas a pedirme utilizar algo, ni te molestes… no te lo voy a prestar…

Tiffany entrecerró los ojos irritada, murmurando por lo bajo.

—Si esas traemos entonces me conviene más ir a la cárcel, por lo menos el jabón si podrá ser mío.

—Regla número dos…—-Continuó con las reglas alzando dos dedos— Los cajones y los armarios guardan cosas… cosas que a ti no te interesan, así que no se te ocurra ver dentro de ellos.

Tiffany resopló fastidiada cruzando los brazos indignada… ¿Quién se cree esa rubia para hacerle eso?

—Como si quisiera volver a ver esa faja color hueso que guardas en el tercer cajón del mueble a un lado de tu cama…

—Regla núme... ¿Qué dijiste? –taeyeon la miro molesta ¿Ya había estado hurgando? ¡Gata del demonio!

—Nada, nada… continua… —Se excusó moviendo una mano.

Taeyeon hizo ademán de reunir toda su fuerza de voluntad y paciencia, que de por si… era poca. Como la irritaba, esa neko del demonio sabía muy bien que era lo que le molestaba. Nuevamente Yuri tiene toda la culpa.

—Regla número tres —Alzó de nuevo tres dedos —Solamente podrás permanecer todo el tiempo en tu zona habilitada dentro de la casa. Que es ésta —Señaló un cartel colgado en una de las paredes que ponía "Sitio habilitado para bola de pelos".

— ¡Idiota! —Se levantó enfurecida levantando un puño amenazadora—No le puedes llamar zona habitable a dos metros cuadrados de cara a la pared en el lugar más sombrío de la casa. ¡Hasta las cucarachas tienen más derechos y libertades que yo!

—O las acatas… o te vas.

—Cretina...

—Me alegra que te guste la idea, Tiffany "Nya" —Le dijo en tono de burla, resaltando e imitando el nya como Tiffany lo hacía, provocando obviamente que la neko se molestara y se hundiera en el sofá en gesto irritado —De todas maneras, a partir de ahora tendrás que acatarlas. Así que bájate del sofá y siéntate en tu zona habilitada, bola de pelos.

—No estarás hablando en serio ¿Verdad? Apenas si nos despertamos hace poco. ¡Ni siquiera he desayunado!

Desayuno, bien si eso era lo que quería lo iba a tener, a partir de ahora viviría con ella así que tenía que atenderla aunque sea un poco. Indiferente caminó hasta la cocina, al llegar abrió uno de los estantes donde por lo regular guarda comida enlatada. Buscó un poco y por fin encontró lo que buscaba, lo abrió con un abrelatas en un plato redondo que estaba en su "Zona habitable"

—Mira Tiffany, desayuno ¿Estás feliz?

—Oh, estoy extasiada—Alegó rodando los ojos y alzando ambas manos, en señal de falsa felicidad — ¿Por lo menos, puedo comerlo en la mesa?

Taeyeon solamente se limitó a dejarse caer sobre el sofá, con un aire lleno de aburrimiento y dándole entender a Tiffany que eso era una negativa. La menor sólo dejó escapar un suspiro, cansada, ya no quería discutir otra vez con ella ¿Para qué? Si siempre taeyeon va a ganar aunque ella tenga la razón.

No, no estaba contenta con la vida que la rubia le quería dar y la mayor lo notaba desde lejos; el rostro medio triste, el ceño fruncido, los suspiros, todo. Taeyeon se limitó a mirarla ahora un poco confundida ¿Por qué Tiffany insistía tanto en quedarse ahí? Bueno no tenía a donde ir pero no es como si taeyeon se fuera a portar amigable con ella y la hiciera sentir como en su casa.

¿Cuáles eran sus razones?

Para su sorpresa Tiffany cambió ese rostro abatido a su sonrisa de siempre, con la que la volteó a ver y el brillo de siempre en sus ojos también estaba.

—No importa, mientras me hagas compañía está bien.

Y esas fueron las palabras que, provocaron que un inexplicable calor subiera hasta sus mejillas y su corazón bombeara de una manera anormal. Y como solía actuar en ese tipo de situaciones, volteó el rostro, evitando mirarla otra vez.

—Ca...cállate y come... gata estúpida—Le ordenó cruzándose de brazos.

—Ya, ya, lo siento a eso voy.

¿Cuál era su problema? ¿No estaba molesta con ella o algo parecido? No terminaba de comprender por qué si la trataba tan mal siempre volvía a su lado. Un ejemplo que mejor explicaría la situación era que Tiffany para ser mitad gato, se comportaba como un cachorro; Fiel a su amo sin importar que este le trate mal y le pegue, siempre vuelve y permanece con él por el cariño que le tiene ¿Tiffany habrá llegado a encariñarse así con ella? No sabía porque pero todo era muy raro, bastante diría ella.

La peli-roja se sentó frente al plato pero lo que vio no la dejo muy cómoda que digamos; La "comida" en este era de un color marrón con consistencia extraña y de procedencia dudosa, a saber de qué estaba hecho.

Desconfiada acerco el rostro de manera lenta hacia al plato, y como lo hacían los animales con su comida, lo olfateó. Como el olor no le gustó para nada se alejó rápidamente de este.

— ¿¡Qué nyantres es eso taeyeon!? ¿¡Eso es lo que tú llamas comida!?

—Es comida para gatos— Respondió ya más calmada, como si darle comida de gato a un humano mitad felino fuera lo más normal del mundo. Tiffany la miró estupefacta.

— ¿Me ves cara de gato a mí? —Preguntó ganándose la atención de taeyeon, esta sólo la miró con cara de "Niégame que lo eres" —B... bueno en parte lo soy, pero eso no significa que no sea como tú también, que no merezca comer lo que tu comes...

Taeyeon contuvo aire por un momento, pensando mejor lo que la peli-roja acababa de decir... demonios tenía razón, no estaba muy bien de su parte tratar de esa manera a su ahora "Compañera de piso" así no la había educado su madre. Gata del demonio... no entendía cómo es que sólo una persona lograba derrumbar su muro de frialdad... la asustaba y... la hacía sentir débil.

Suspiró con pesadez.

—Bien... ¿quieres atún entonces?

— ¿Qué? ¡No! ¡Qué asco!

—Espera... ¿no te gusta el atún?.. — Preguntó impresionada, por Dios a todos los gatos les gusta el pescado y Tiff ahora le sale con que a ella no— P... pero eres un gato, se supone que...

—Sí, sí, ya sé, se supone que me debe encantar. Pues no, no me gusta como huele y mucho menos como sabe… me provoca nauseas…

—Que rara eres—Le dijo como si fuera la chica más anormal que haya conocido. Hasta que ella que no era un gato, le encantaba el atún, bueno no era tan malo, más para ella, Tiff se lo pierde— ¿Entonces qué te gusta?

—Pues...- —Se llevó una mano al mentón para pensarlo bien, y cuando lo hizo sus ojos volvieron a brillar pero ahora con una estrella en ellos— ¡Me gusta mucho el puerro!

—Perfecto, tengo algo en el refrigerador por si gustas— Después de eso tomó su mochila y se la puso en el hombro —Yo tengo cosas que hacer, regreso más tarde—Hizo amago de irse pero la voz de Tiff la detuvo.

—Espera... ¿No me acompañas a desayunar? — Puso una cara llena de ternura como la del Gato con Botas, rogándole que se quedara con ella. No se lo crean, taeyeon sí estuvo a punto de ceder pero no podía porque tenía cosas que hacer, era sábado y no iba a la universidad pero había asuntos que debía arreglar.

—No, lo siento. Hoy estoy ocupada.

—Buuu... —Resopló con un rostro ahora un poco triste, pero después volvió al que siempre tenía — ¡No importa! Esperare a que regreses, así podremos desayunar juntas ¡Nyaaa!

"Juntas", esa palabra se repitió varias veces en su cabeza, ya hacía mucho tiempo que nadie le decía esa palabra, y se sentía bien de alguna manera. Pero... algo en su corazón la alarmó, lo que hizo que volviera a su postura de siempre

—Sí, como sea. Yo ya me voy, haz lo que quieras.

No la volvió a mirar siquiera y salió de la residencia. Pero cuando cerró la puerta tras de ella... esta… sonrió, así de simple, sonrió y no sabía por qué y mucho menos lo comprendía. Lo peor de todo es que así se fue, con esa sonrisa pintada en su rostro.

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Varios días habían pasado de eso y como era su rutina, taeyeon estaba sentada en su pupitre como de costumbre. Este estaba situado al final de la última fila, pegado a la ventana permitiéndole ver la cancha donde se daban habitualmente las clases de educación física. En el lugar frente a ella no había alguien molesto, por lo menos no para ella; Era una chica inteligente pero perezosa a la cual le encantaba dormirse en clase. Sus cabellos eran largos de color gris, y sus ojos eran tan rojos como la sangre.

Su nombre: Haku Yowane. No solía darle problemas llegándole incluso a caer más o menos bien.

El problema era la persona que tenía al lado. A su derecha se sentaba su compañera conflictiva y que para colmo le encanta molestar, o en otras palabras, su hermana Soo. Por lo regular se la pasaba tratando de llamar su atención, pero siempre la ignoraba sabiendo que esta se cansaría de eso tarde o temprano.

—Hey ¿Por qué tan feliz, tae? —Y ahí está, lo que menos quería.

—No lo estoy ¿Por qué habría de estarlo?

—Quizás por esa sonrisa en tu rostro—indicó con su dedo índice sus labios curvados en su rostro, obviamente formando una sonrisa. Taeyeon trató inmediatamente de defenderse al momento que la borraba.

— ¿Y qué tiene? A veces sonrío y no es porque esté feliz.

—No, si eso ya lo sé— Rodó los ojos en gesto de ironía, nadie la conocía mejor que la misma Soo —Lo que sucede es que es una sonrisa diferente a las que llevas. Como la sonrisa A: Adórenme, soy taeyeon. Sonrisa B: Espero que tengas seguro de vida, porque estas más que muerto. Y por último pero no menos importante, la sonrisa C: Lo sé todo, y lo que no, me lo invento.

Taeyeon se sintió fastidiada por esa clasificación de sus sonrisas, pero para que negar lo que era verdad. Por más extraño que parezca, en estos últimos días su humor había mejorado notablemente, las mañanas ya no se le hacían tan pesadas y monótonas, incluso... hasta se ponía contenta al ver un nuevo día llegar.

—Mmmm… —Soo la observó detenidamente, y sonrío de manera picara al "descubrir" algo — ¡Ya se! Es por un chico ¿Verdad?

— ¡Cállate, idiota! —Le gritó, estalló con las mejillas sonrojadas, siendo sin pretenderlo, el centro de atención de toda la clase— No pasa nada que a ti te interese ¡Te sugiero que no me provoques!

— ¿O si no qué? ¿¡Me vas a violar!? —Se tapó la boca fingiendo falso horror —Eso no va a servir conmigo si lo que quieres es causarme miedo. Te recuerdo que tengo una novia tanto activa como pasiva así que... tú dime cuando y donde y ahí estaré.

— ¡Eres una...!

—Oigan par de escandalosas, cállense por un demonio —Les llamó Haku dándose vuelta para verlas, estaba molesta porque la habían despertado—Todos los días la misma historia... taeyeon, te enseño quinientas formas de asesinarla hasta con un pupitre entero si quieres, pero cállala por favor que quiero dormir.

Taeyeon gruñó e ignorándolas, continuó mirando por la ventana.

Estaba claro que le ocurría algo fuera de lo normal y Soo lo sabía. En la última semana había visto un cambio radical en su carácter de siempre. Ahora no es que sonriera con facilidad, pero en ocasiones contadas lo hacía… y parecía sincera… no una de esas prepotentes u orgullosas. Una que hacía mucho que no veía. Como contenta por algo. Siempre había sabido que bajo aquella perfecta fachada de mujer de hielo existía una mejor persona.

Pero nunca logró traspasar la barrera de defensa de su hermana.

Soo colocó una mano sobre su hombro tornando el rostro a uno serio y reflexivo.

—Me estás ocultando algo. No intentes engañarme, te conozco bien.

Taeyeon continuó sin responder. Sacudió el hombro para liberarse de la mano de la coreana y giró el rostro hacia la ventana, sin poder evitar la media sonrisa involuntaria que asomaba de nuevo en su rostro.

—Vamos, deja de sonreír y cuéntame de una vez qué te pasa —La sacaba de sus pensamiento Soo —; Llevas toda la semana trayendo puerros para almorzar, cuando las berenjenas solo las traías para… —No se atrevió a pronunciar el nombre por la mirada asesina de taeyeon, que no tenía límites —…Bueno tú sabes a quién me refiero… tus medias sonrisas prepotentes vuelven a asomar en tus labios y el carácter, aunque sigue dejando mucho que desear, te ha mejorado levemente a aguantable… hasta ayudaste a aquella chica que se le cayeron los libros en mitad del pasillo… eso en ti es una gran hazaña. Es evidente que alguien está invadiendo tu vida de nuevo.

Extrañamente eso le hizo a taeyeon recordar las peleas que había tenido con Tiffany, le dijo que no era destructiva, silenciosa y ¡Al carajo! Le destruyo muchas cosas y el ruido que hacía era inaguantable.

Refunfuñó en su lugar, estúpida neko.

—Oh... wow no me lo puedo creer—Murmuró la otra, esta vez impactada— ¡Tienes un nuevo novio!

—Yo nunca dije eso, imbécil.

—Pero lo diste a entender.

—Esa fuiste tú, no yo y cállate...

—Wuuuuu, alguien entro en tu vida, taeyeon~—Comenzó a canturrear detrás de ella, con una sonrisa maliciosa y picara —A mí no me engañas, ya verás cuando se lo cuente a Yukari-chan~

—Por Dios, parece que no podre echarme ni una pequeña siesta—Comentó Haku, rodando lo ojos fastidiada y dirigiéndose a taeyeon— Megurine, la recompensa ahora sube a setecientas formas de matarla lenta y dolorosamente si consigues que se calle de una buena vez.

Taeyeon suspiró cansada, malditas entrometidas, pareciera que nunca la iban a dejar vivir en paz, sobre todo Soo. No supo por qué pero comenzó a rascarse sin saber si era por la ira acumulada, o de verdad le picaba todo el cuerpo. La nuca, el cuello e incluso detrás de las orejas, su piel iba tomando un tono rojizo debido a la fuerza ejercida por sus uñas.

—Hey, deja de rascarte pareces... eeh... no sé pero llevas toda la mañana así, no lo hagas—Comentó Soo ya de vuelta en su lugar — ¿Se te habrán pegado las pulgas? pareces perro sarnoso.

—No me sorprendería, tengo a la más grande sentada a mi lado.

—Jajaja, que graciosa. Mira quién habla de pe...

Por desgracia no terminó de articular su frase. Eso porque taeyeon se había levantado de manera brusca de su asiento, y se abalanzó sobre ella con claras intenciones de estrangularla.

—Eso, taeyeon. Presiona ahí, justo ahí, en la tráquea— Levantaba Haku un dedo indicándole como matarla de una vez —Exacto, un poco más fuerte, bien... ya tiene la cara azul...

Pero no consiguió su objetivo; León entraba en el aula comenzando la clase.

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Taeyeon caminaba por la calle en la tarde, bastante frustrada y con algunas bolsas de tiendas de ropa en sus manos. No se lo crean, la comezón no la dejaba en paz ni unos cinco minutos y esa era la razón por la que ahora se rascaba la nuca repetidas veces, de todos los lugares que le picaban ese era el peor.

Cada paso se le hacía eterno, y peor tantito con las personas que se le quedaban viendo cuando esta pasaba a su lado con ese rostro de perro buldog.

Efectivamente, lo que había en las bolsas había ropa sol o que no era para ella si no para Tiffany. Había decidido que lo mejor sería comprarle, ya que bueno... la de ella no le quedaría por "Un par" de razones. Durante la estancia de la neko, taeyeon se tomó la libertad de examinar más o menos su comportamiento y forma de vestir, bien estaba mejor conocer a su inquilina para no llevarse sorpresas. Lo que si no le agrado es que Tiffany usaba faldas demasiado cortas ¿Que no le daba frío? O tan siquiera ¿No le molestaba mostrar más de la cuenta? ¡Un ertido podría hacerle algo!

Aunque le estaba tomando demasiada importancia al asunto, así no debería de ser. De cierta forma no le agradaba la idea de que la peli-roja mostrara más de lo necesario...

Llegó a su casa cerrando la puerta de un portazo que resonó en toda la casa, maldiciendo el maldito picazón que no le dejaba en paz desde la mañana. Rascar, rascar, rascar, rascar ¡¿Porque diantres no le dejaba de dar comezón?!

Como lo esperaba al entrar, se encontró a Tiffany dentro de la casa. Sólo que estaba tumbada sobre el sofá fuera de su sitio habilitado para bola de pelos como si esta fuera su casa. Pero bueno, no era la primera vez que la encontraba así, aunque eso no era lo peor de todo. Tiffany se rascaba de una manera frenética el cuerpo, sobre todo la cabeza y cuello.

Y lo comprendió todo. Su cara se deformo en un rostro lleno de ira, no le iba a ir para nada bien a Tiffany.

—Si serás gata estúpida ¡Me pegaste las pulgas! — Le gritó amenazante, asustando al momento a Tiff quien sólo la miró con miedo; Nada bueno iba a pasar y eso lo sabía.

— ¿¡Q… qué insinúas, tarada!? ¡Yo soy una felina limpia! —Se defendió, podía correrla de su casa, su cama e incluso decirle idiota y estúpida ¿Pero que tenía pulgas? ¡Eso nunca!

Taeyeon la miró amenazante, chirriando los dientes y apretando los puños. A pasos pesados caminó hasta la posición de Tiffany quien ya estaba de pie al sentir el peligro, sin que se lo esperara la jaló del brazo y la cargó como a un costal de cemento.

Esto no se iba a quedar así.

— ¿Q... qué intentas hacer, taeyeon...? —Preguntó desconfiada, volviendo a aparecer en su rostro esa mirada tierna. — ¿taeyeon?

—Voy a bañarte.

"Voy a bañarte" Un baño... ¡Un baño! No podía hacerle eso ¿Acaso no recordaba ella que Tiffany es un gato? Los gatos odian el agua y ella no sería la excepción en esta ocasión. Su rostro se deformó a uno de horror, mostrando el miedo que sintió con tan solo imaginarse a ella misma siendo mojada por esa agua... ¡Qué miedo!

— ¿¡Queeeeee!? ¡No! ¡Bájame, idiota! —Comenzó a patalear y morderla, pero ni eso parecía funcionar.

—Guarda silencio, mi casa mis reglas. Así que te bañas.

Y tenía razón, a saber los días que Tiffany tendría sin bañarse y lo peor de todo es que todos los días, sin excepción, despertaba con ella a su lado.

Era así siempre, ya la había tratado de echar varias veces por la noche de su cama al despertar para querer ir al baño y encontrarse con ella abrazándola por la cintura, y cuando Tiffany se aferra a taeyeon, ni Dios ni el Diablo, ni siquiera Chuck Norris podrían quitarla, e iba en serio. Y eso era lo extraño de todo, la rubia tenía más fuerza que la neko y fácilmente podía cargarla o arrastrarla, pero cuando Tiffany la abrazaba pareciera que la fuerza del gato se triplicó, aferrándose a como dé lugar a ella.

Ni con una palanca se la podía quitar.

Entendía muy bien porque se le pegaron las pulgas. No le sorprendía.

Cuando Tiffany se dio cuenta taeyeon ya se había encerrado en el baño... con ella dentro. La rubia giró el grifo del agua y la dejó correr hasta que la bañera más o menos se llenara, tampoco había que exagerar.

—Tiffany, quítate la ropa o te la quito.

Y esas simples palabras, hicieron que a Tiffany se le sonrojaran las mejillas y su cuerpo se calentara. Si estaba consciente de que fueron dichas sin malicia alguna, pero las dijo taeyeon, fueron dichas por ella y solo ella, por nadie más. Por instinto dio varios pasos hacia atrás hasta que su espalda pegara contra la puerta de madera, no había ventanas así que no había escapatoria alguna.

Una cosa curiosa que notó fue que si había un librero lo que dejaba de dos: O taeyeon era muy lista, o estaba estreñida. Y conociéndola mejor la segunda que la primera.

—Sobre mi cadáver— Pronuncio Tiffany casi en un susurro. Taeyeon la miró molesta y caminó hasta ella hasta acorralarla contra la puerta, cosa que sólo avergonzó más a la neko.

—Si eso quieres— Y como si fuera lo más normal del mundo, comenzó a tratar de quitarle la ropa como podía.

— ¡Quítame tus ertidas manos de encima, estreñida! — Bramó roja hasta las orejas. Su sistema de autodefensa se activó y como si de una maquina se tratara, comenzó a lanzar arañazos a la rubia. Una lástima que eso no sirvió de mucho.

Taeyeon había terminado con varios rasguños, en la cara y brazos sobre todo. Les restó importancia a pesar de que ardían de cierta manera pero había cumplido su objetivo; La ropa de la neko estaba tirada en el suelo, toda, sin excepción alguna, incluso su cabello ya estaba suelto. La pobre Tiffany no hacía más que taparse como podía; Con ayuda de ambos brazos se tapaba la zona del pecho y con la cola... bueno... su intimidad.

Quien sabe cuándo y por qué pero la rubia comenzó a mirarla detenidamente.

De abajo hacia arriba, una y otra vez. Sus ojos estaban prácticamente taladrándola, observando detenidamente su figura. Empezando por las piernas, tenía que admitir que aunque Tiffany fuera insoportable tenía buen cuerpo, seguido de ese vientre plano y su cintura. Esas curvas... su piel era blanca e incluso parecía brillar de alguna forma. Y el cabello suelto solo la hacía lucir... más hermosa de lo que ya era.

Un sonrojo apareció en las mejillas de taeyeon y después de eso Tiffany se había dado cuenta de que estaba siendo observada de una manera... "extraña".

— ¿Qué tanto miras? — Preguntó igualmente sonrojada que la mayor, quizá un poco más —Si tanto te gusta lo que ves, pues toma una foto... duran más... ertida— Todo parecía ir bien, hasta que taeyeon comenzó a reírse cosa que la desconcertó — ¿D… de que te ríes?

— ¿Por tu falta de atributos quizá? — Respondió entre risas. Apuntó con su dedo hasta la parte del pecho de Tiffany, y al volver la mirada se dio cuenta de que estaba destapada. Así que todavía más roja si es que se podía, se volvió a tapar con rapidez.

— ¡ertida!

—Jajaja... como sea, el agua esta lista. Cuando quieras "Tabla de planchar"

— ¡N... no son tan pequeños! Sobrepasan por lo menos la copa A —Trató de defenderse sin lograrlo del todo, obviamente perdía ante taeyeon.

—Si, como digas, pequeña. El baño ya está listo— Se hizo a un lado para que Tiffany pudiera meterse en la bañera, pero esta solo se pegó más a la puerta y negó frenética con la cabeza.

—No— Le dijo firme, tal parecía que en serio no le agradaba el baño. Taeyeon suspiro irritada, no iba a ser tan fácil como pensó.

—Vamos, no hablas en serio— Y sus esperanzas se aplastaron cuan la peli-roja se cruzó de brazos, firme a su decisión— Bien, conste que tú lo pediste.

Con el ceño fruncido caminó con decisión hasta donde Tiffany, y con toda su fuerza la jaló del brazo para empezar a arrastrarla hasta la bañera. La peli-roja por su parte no lo dejo así, con uñas y dientes comenzó a defenderse para poder soltarse, aunque no lo consiguió porque obviamente taeyeon era más fuerte y amargada que ella que incluso podía soportar el dolor de los arañazos dejados anteriormente. Tenía que admitir que eso era admirable, en toda su vida jamás conoció a alguien capaz de soportar el ardor.

Viendo que todos sus intentos eran en vano y no la salvaban ni los vigilantes de la playa de caer al agua, se agarró con uñas y dientes al cuerpo de la rubia. Si ella caía, taeyeon también caería.

Cuando estaban en el borde de la bañera intentó lanzarla, pero la neko se agarró con tanta desesperación que el contrapeso le hizo perder el equilibrio aterrizando en la bañera y salpicando agua en todas las direcciones.

— ¡Te mataré gata del demonio! — Maldijo taeyeon roja de la furia y escupiendo agua completamente mojada hasta las cejas — ¡Te voy a arrancar la piel a tiras!

— ¡Me ahogo! ¡Me ahogoooo! —Gritaba la peli-roja moviendo efusivamente las manos y salpicando todo el líquido en el suelo.

— ¡Estate quieta bola de pelos, deja de mojarme! — No encontró otra solución mejor que inmovilizarla con su propio cuerpo. La abrazó paralizándole las manos y el cuerpo que temblaba nerviosa— ¿De verdad odias tanto el agua?

Tiffany agachó la cabeza ocultándola en su pecho, tiritaba frenética sin contestar, eso era un claro sí.

Taeyeon por su parte suspiró cansada, sin comprender como es que había llegado a tal situación... maldita seas Yuri.

¿Cómo es que esa peli-roja sobreviviera tanto tiempo con el tipo de vida que llevaba? ¿Acaso la tal seo no la bañaba? Tantas preguntas y pocas respuestas. Sintió algo peludo rodearle la cintura y al bajar la mirada para descubrir que era lo que la apresaba tan posesivamente, descubrió la cola blanca de Tiffany enroscándose a su cuerpo, y a la misma neko abrazándola sin intenciones de soltarla. En ese momento comprendió que no podría quitársela de encima durante un rato.

¿Cómo debería actuar en una situación así? La menor no iba a soltarla y eso provocaría que no pudiera bañarse, indiferente pudo ver su envase de champo en el agua, quizá había caído ahí durante el suceso anterior.

Cerró los ojos y suspiro otra vez, ni ella se creía lo que iba a hacer.

—Ni se te ocurra abrir los ojos, y mucho menos moverte.

Y como si nada, tomó el envase y vertió una moderada cantidad de ese champo color morado en la palma de su mano. Era una suerte que el cabello de Tiffany fuera parecido al suyo, así no tendría que preocuparse por si estaba usando el correcto, quizá el único problema era si debería usar champo para personas... considerando que era un humano mitad gato.

Ahora se encontraba masajeando la larga cabellera roja y ahora enjabonada, las orejas blancas se movían por reflejo al ser rosadas por los dedos de taeyeon. Había que admitir que el cabello de taeyeon era sedoso, suave al tacto, cosa que le agrado. Refunfuñaba como una anciana claro, pero no era del todo malo; Por fin había podido comprobar que las orejas de la menor eran reales, suaves, e incluso entretenidas al ver cómo estas se movían. No paso mucho para que Tiffany comenzara a ronronear otra vez, ya que le resultaba agradable el masaje que taeyeon le daba, además que en veces se detenía para desenredar los rojos cabellos con los dedos.

—Ten cuidado... se me está metiendo el jabón en los ojos.

—Mejor, así tal vez te dejo ciega de una buena vez —No lo dijo por ofender claro, pero por su tono cualquiera se lo tomaría así. Ya terminada su labor en el cabello tomó el grifo, y dejó correr el agua sobre la cabeza de Tiffany, quien se estremeció al momento, retirando todo rastro de espuma.

Seguido de eso tomo la esponja y le tallo la espalda, batallando un poco debido a la posición en que se encontraba claro, pero podía. Tal pareciera que la menor no tenía planeado tallarse sola, todo se lo dejaría a taeyeon. Nada salió como la rubia lo había previsto, ella solo quería meterla en la bañera y dejar que se bañara por si sola... pero ahora... Quitando de lado eso la piel de Tiffany también era muy suave, y cálida. La peli-roja por instinto se aferró más al cuerpo de la mayor, por las caricias a las que no estaba acostumbrada y le provocaban una "extraña" sensación.

Cuello, hombros y espalda. Ya no faltaba mucho para que terminara su labor. Para su sorpresa Tiffany iba aflojando más su agarre, y le dejaba vía libre para que tallara la parte de enfrente.

Con otro suspiro enjabonó un poco más la esponja, lista para empezar nuevamente con lo que estaba haciendo en otro partes del cuerpo; Talló primero los hombros por la parte del frente, eso no tenía problema pero ¿Qué haría con las piernas? Lo mejor sería dejar que la neko se tallara sola esa parte. Todo iba bien, Tiffany estaba quieta para que taeyeon pudiera terminar su labor... eso hasta que taeyeon paso la esponja por la parte de los pechos de la neko.

Un maullido muy diferente a los de siempre salió de la boca de la gata.

Taeyeon la miró estupefacta ¿Eso fue un gemido? ¡Gata del demonio! La peli-roja no pudo siquiera ponerse a la defensiva para evitar lo que iba a suceder; La más grande la tomó por los cabellos y hundió su cabeza en el agua, provocando obviamente que comenzara a ahogarse.

— ¿¡CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA!? —Bramó la menor, tosiendo después de que saco la cabeza del agua — ¡PUDISTE HABERME AHOGADO!

— ¡Tus sonidos indecorosos son el problema! ¡Luego dices que yo soy la ertida!

— ¡Pero no fue mi culpa! ¡Estabas tan concentrada en esa zona, que en lugar de tallarme parecía otra cosa! —Se defendió con el rostro rojo de la vergüenza, ni ella se creía lo que acababa de pasar. La rubia se enojó aún más y le lanzó la esponja en la cara.

— ¡Pues termina de tallarte tú sola las piernas y entre ellas! ¡Que yo no te pienso volverte a tocar! — Acto seguido de aquello, optó por salir toda enojada de la bañera, mojada por todas partes y la ropa igual.

— ¿Q- Qué haces? — Cuestionó apenada, al ver como taeyeon salía de la bañera y le daba la espalda, para después de eso quitarse la mojada blusa dejando al descubierto su blanca espalda.

— ¿No es obvio? No pienso salir al pasillo con la ropa escurriendo, mejor la dejo aquí.

Tiffany no podía estar más roja; sus mejillas se calentaron al poder observar más a fondo el cuerpo de taeyeon. Tés blanca, esas curvas... su vientre plano y definido, demostrando lo bien que cuidaba de su físico, tal vez por eso es que era más fuerte que ella. La menor tuvo que llevarse la mano a la nariz de urgencia para impedir que la sangre saliera, pues taeyeon se había dado la vuelta y lo peor es que su sujetador era de color blanco... y estaba mojado.

— ¿Qué? ¿Tan mal me veo? — Le preguntó un poco confundida al ver como Tiffany se tapa los ojos, para evitar seguir viéndola.

—N-no es eso... — Aclaró apuntando al pecho de la rubia —Es... es que...

— ¿Eh?... ¡Ouuuuh! ¿Celosa, tabla de planchar?

—Ca... cállate... presumida.

Ya después de que se quitó toda la ropa, se colocó una toalla, así Tiffany ya no tuvo que seguir escondiendo la mirada para no verla. Pero en lugar del cuerpo desnudo de la rubia... se encontró... con la mirada de taeyeon... clavada en ella.

Taeyeon se había incorporado, tenía el flequillo aun mojado escondiendo un poco sus orbes, los ojos entornados sensualmente y su rostro mostraba el gesto más pacífico y hermoso que jamás llegó a ver. Miles de gotas resbalaban de su rostro al cuello llegando a morir en el pecho bajo la toalla. Quiso apartar la mirada, pero le fue imposible. La visión era realmente congelante.

Taeyeon se percató de la observaba boquiabierta y sonrió de forma arrogante. No fue hasta ese momento en el que Tiffany se dio cuenta de que había estado conteniendo la respiración.

—Será mejor que salgas del agua, tonta. O de lo contrario te arrugaras como una pasa —Le dijo de forma divertida, tras eso le dejo una toalla sobre la tapa del inodoro—; Te compré algo de ropa. Me cambiare primero y después podrás hacerlo tú.

Seguido de aquello taeyeon salió por la puerta, lo que hizo reaccionar a la más chica. Y después de eso esa sonrisa estúpida volvió a su rostro.

¿Eso era bañarse? ¡No era tan malo!

— ¡Ne, ne! —Comenzó a gritarle para que la escuchara — ¿Cuando dices que es el próximo año? — Pero la única respuesta que recibió no fue lo que buscaba, taeyeon regreso y le lanzó un chorro de agua con ayuda del grifo— ¡Desgraciada!, ¡Te voy a denunciar por maltrato animal, y de paso zoofilia!

La rubia volvió a salir de la habitación sin siquiera volver a dirigirle la palabra. Tiffany trató de levantarse de la bañera para seguirla, pero resbaló cayendo de espaldas al agua otra vez...

— ¿Mañana volverás a bañarme otra vez? Por mí no hay problema.

— ¡Gata ertida! —Le gritó desde otra habitación.

— ¿Esa es tu forma de decirme que sí?

Un olor extraño invadió su sensible olfato. Algo parecido como a desinfectante o pesticida… ¿Sería tal vez un perfume nuevo de la estreñida?... ¡No! Eso era…

— ¡taeyeon-idiota! ¡No fumigues la casa conmigo dentro, desgraciada

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Comments

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Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss