Epílogo: Siete vidas tiene un gato, pero a veces con una basta.

MI GATITA

Future Media era una preparatoria de buen nivel, con profesores excelentes y talleres interesantes. Las instalaciones eran pintorescas, perfectas para que los adolescentes entre quince y dieciocho años se sintieran cómodos andando por sus pasillos y se envolvieran en un ambiente escolar agradable.

Taeyeon caminaba por los alrededores a paso relajado, cuando era adolescente este fue uno de sus lugares favoritos cuando los problemas en casa la agobiaban. Cuando no quería saber nada de sus hermanos aquí podía encerrarse en la biblioteca un rato, o bien: Participar en el coro de la escuela. Cierto era que antes había pensado en volver la música su profesión, junto a sus dos hermanos por supuesto, pero desde el incidente de su padre y su madre desechó ese sueño a la basura. Aunque aún estaba a tiempo para retomarlo, la guitarra eléctrica que solía tocar seguía en el sótano, simplemente era cuestión de sacar la llave de su escondite y bajar a por ella.

Ustedes se preguntaran ¿Por qué habrá pensado esa ello tan radicalmente? Bueno… es que Tiffany se lo recordaba, por una razón que están por descubrir.

Fuera del salón de música la maravillosa e inigualable voz de cada uno de los miembros del coro inundaba sus oídos, sumiéndola en una zona de confort que pocas veces alcanzaba. La rubia sonrió para sus adentros, caminando silenciosamente hasta la puerta para no interrumpirlos.

Ahí fue cuando la vio.

A su Tiffany al frente de todos como la voz principal, una hermosa voz para serles sincera.

—Más allá de las estrellas…~

La canción la finalizo ella, cerró los ojos instintivamente al cantar la última parte y el aplauso emocionado de Kei, su profesor de música, fue lo único que la sacó de su trance.

— ¡Magnifico, maravilloso, hicieron un excelente trabajo hoy, muchachos! —Animó limpiándose unas lagrimillas que se asomaban por sus ojos —Hwang -san, esa última nota que alargaste al final quedó perfecta, sin duda ganaremos el concurso que será mañana.

—G-gracias… Kei-sensei—respondió avergonzada, rascándose una mejilla. El profesor procedió a acercarse a un grupito que estaba atrás para felicitarlos de igual forma, tiempo después sintió una mano posarse en su hombro sobresaltándola un poco.

—Hey, Tiffany-chan, ¿qué esa no es tu novia? —Kokone, una buena amiga suya de largos cabellos castaños le sonrió con picardía, señalando la puerta donde se encontraba la nombrada.

¿Eh?

La aludida enarcó una ceja un poco extrañada ante la pregunta, pues no era común ver a Luka andando por la escuela en días como estos. Giró hacia la puerta, corroborando sin duda alguna que su novia la observaba con ternura desde el pasillo de afuera.

Una tierna sonrisa también se perfiló en el rostro de la Hwang, no sabía por qué estaba aquí pero eso no hacía la sorpresa menos agradable de lo que ya era.

—Ne, Kokone-chan, saldré afuera un momento—avisó corriendo hasta la salida, a lo que su querida amiga suspiró formando una mueca divertida en su rostro.

No era la primera vez que su novia venía a verla, por supuesto, pero eso sólo era en días que la escuela armaba reuniones o en las presentaciones del coro oficial de ésta misma. La Kim se había convertido en la encargada de Tiffany, siendo ésta menor y que Michelle no tenía lo necesario para hacerse cargo de ella mejor fue taeyeon quien se encargó de tomar dicho papel; con ayuda de leeteuk logró que esta escuela la aceptara, pudiendo así entrar a estudiar como cualquier persona lo haría.

Como una persona completamente normal.

Y siéndoles sincera, Tiffany adoraba su escuela, y saber que los Kim habían estudiado aquí lo hacía más interesante.

— ¡tae-chan! —Tiffany se lanzó corriendo hasta ella, atrapándola en un abrazo. Claro que la rubia estaba acostumbrada a ello, no era la primera vez que lo hacía y ustedes ya deben de saberlo — ¿Me viste? ¡Kei-sensei me dijo que podremos ganar el concurso! Y, bueno, últimamente se la ha pasado diciéndome que podría ser una gran y famosa cantante.

La más alta rio alegre ante la noticia, como siempre su neko tan entusiasta.

—Kei le dice eso a todos, Tiffany, lo mismo nos decía a Soo y a mí cuando estudiamos aquí—comentó despreocupada, le dio un pequeño golpe en la frente y procedió a caminar por el pasillo.

Tiffany arrugó un poco la nariz mientras se sobaba la frente, a veces su novia volvía a ser la misma estreñida de hace un año, pero hoy estaba extrañamente más contenta de lo normal. ¿Qué se traerá hoy? Obvio que no le molestaba su inusual humor, más bien todo lo contrario, a pesar de que tenía la sensación de que hoy estaba planeando algo.

— ¿Y tú? ¿Vas a quedarte ahí en lugar de ver tu regalo, gata estúpida? — ¿Regalo? La neko la miró confundida un rato, la verdad no recordaba que hoy fuera un día especial, lo cual su novia notó. Negó sonriente con la cabeza, su gata no tenía remedio —Vaya, y yo que pensé que recordarías el día que nos conocimos, tonta.

El día que… ¡Oh!

Cierto, cierto, hoy era ese día en el que Yuri la ayudó a meterse a la casa de taeyeon en un día lluvioso, uno donde esa rubia casi la mata con un bate y luego quiso correrla de su casa. Apenas había pasado un año, claro, pero para las dos ese día tenía mucho significado en sus vidas. La ertida de Yuri debía de tener crédito en ello, porque de no ser por su brillante plan de enredar a su amiga en los problemas más grandes que le hayan dado, nunca habrían podido conocerse y, por supuesto: Nunca podrían haberse enamorado.

Tiffany la miró contenta mientras caminaba tras de ella, quien insistió para que la siguiera fuera de la preparatoria para poder darle su regalo. ¿Qué será? Se preguntaba. Taeyeon también había cambiado, eso debemos de añadir.

Esa muchacha que veía su vida en tonos grises ya no estaba, o al menos, quedaba muy poco rastro de ella. Seguía siendo recia con Soo y Yuri, además de que era bastante fácil hacerla enojar, eso no podía cambiarse, pero de que ahora le sonreía más a la vida y disfrutaba de esta misma, lo hacía a cada pequeña oportunidad que se le presentaba. Ya no era una estricta maniaca del orden como antes, y no desperdiciaba una ocasión para hacer alguna pequeña locura para salir de su rutina de vez en cuando.

Casi la taeyeon que conocí, comentaba cierta coreana.

— ¡Mou, taeyeon! ¿A dónde me estás llevando? —Se quejó Tiffany en el camino, haciendo diversas muecas divertidas —Mira que dejé a Kokone esperándome~

— ¿Por qué mejor no miras la carretera antes de quejarte? —contestó señalando un punto frente a ellas, ocultando esa cierta emoción por ver la cara de su neko cuando lo mire.

—Ok, ok, lo hago, lo hago.

Alzó la vista para clavarla en lo que su novia apuntaba con tanto afán. Bueno, todavía no veía lo impresionante, tan sólo alcanzaba a observar la motocicleta roja que taeyeon se había comprado hace apenas dos meses, alegando que ella necesitaba su medio de transporte. Sin embargo, cuando vio lo que adornaba la motocicleta, un gran sonrojo apareció en sus pálidas mejillas, y no por obra del calor.

Ese vehículo que Tiffany consideraba peligroso, tenía amarrados grandes globos con estampados y formas románticas en los manubrios y el asiento trasero, y ni se diga del enorme oso de peluche blanco sentado sobre ésta misma. ¡Por todos los gatos! ¿Cuánto se habrá gastado en esto esa idiota?

Lentamente se giró hasta ella, conteniendo su enorme emoción antes de lanzarse a ella y comérsela a besos.

—No tenías por qué hacerlo… ¿sabías? —La aludida se encogió de hombros, sonriendo ampliamente como a la peli-roja tanto le gustaba —Yo no te compré nada…

— ¿Y? Yo puedo decidir si quiero consentir a mi novia de vez en cuando.

— ¡Eres una idiota! —Gritando a los cuatro vientos esto, la Hwang abrazó a su novia con todas sus fuerzas, pasándole los brazos por el cuello mientras murmuraba algunas cosas indescifrables contra su pecho en el cual siempre se había sentido protegido —¿Desde cuándo eres tan romántica, Kim?

Taeyeon rio de buena manera sin responderle, correspondiendo a otro de esos aplastantes abrazos que su neko solía darle cuando se emocionaba demasiado. Y sí, no es necesario que lo pregunten, pero le encantaba hacerla sonrojar siempre que tenía la oportunidad, cosa que conociendo a la Luka de hace un año ustedes no pudieron habérselo creído.

— ¡Ne, Tiff-chan! ¿No quieres ir a jugar un partido de básquetbol con nosotros? Kyo hoy sí que no nos gana~

Claro, como siempre alguien tiene que venir a arruinarles sus momentos románticos, ¿no?

La Kim estuvo recia a soltarla los primeros cinco segundos, aunque luego accedió a soltarla de mala gana cuando la más joven le dio un puntapié en la espinilla. Ya se vengaría de ella después.

El grupito de los buenos amigos de Tiffany, conformado por Kokone, Merli, la muchacha morena que la había llamado, Maika e Ia, un par de Kittyes que Tiffany estimaba mucho; también estaban Yuu y Kyo, los chicos del grupo. Por supuesto, Aria era muy buena amiga suya, ya que compartió el encierro con Miku y, aunque lo negara en aquella ocasión, compartían muchas cosas en común.

Y ahí, todos, sin excepción, sabían de la condición gatuna de Tiffany, y la de las otras dos.

—Ah, tíos, creo que acabamos de interrumpir a la tierna parejita~—comentó la española de ahí, codeando a su alta amiga Merli que parecía tenía tener una cara de arrepentimiento.

— ¡Oh, no, por supuesto que no! —Se apresuró a corregirlos con una gota resbalando por su sien, haciendo diversas señas con las manos para llamar su atención —tae-chan sólo pasó a ver cómo estaba, ¿a qué no?

—En realidad estaba por llevármela a un hotel para una apasionada sesión de "eso" —comentó molesta, asegurándose de que todos los amigos de su novia alcanzaran a escuchar.

Se cruzó de brazos, y el canto de los grillos se hizo escuchar como si los hubieran llamado. Varias caras mejillas se colorearon de un color rojo brillante por el comentario, y unas orejas felinas blancas aparecieron de un momento a otro.

— ¡TAEYEON, NO FRENTE A MIS AMIGOS!

Y ¡pam! Golpe, tras golpe, tras golpes le llegaron de lleno a esa idiota y ertida rubia. ¡Seguro que lo hizo a propósito! ¿¡No!? Los amigos de Tiffany reían a carcajadas ante la escena, no era la primera vez que taeyeon hacía ese tipo de comentarios en su presencia para avergonzar a su adolescente novia.

Luego, Aria reaccionó.

— ¡Diantres, Maika, yo te dije que mejor fuéramos a jugar mientras llegaba! —La española sintió un puño contra su cabeza, y ella sacó esas felinas orejas para comenzar con la pelea.

— ¡Hostia, ¿por qué me has pegado?! ¡Serás gilipollas!

—Pelea de gatas~ Kokone-chan, saca las palomitas—Kyo sacó la cámara ante la mirada sufrida de su hermano Yuu, siempre pasaban este tipo de cosas cuando la novia de Tiffany andaba cerca.

Era bastante normal.

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Al parecer hoy era otro día especial. Yuri consideraba extraño que taeyeon se acordara de este tipo de fechas por sí sola, pero ya sabiendo que de nueva cuenta el día tenía que ver con Tiffany ya no le sorprendía tanto que digamos.

Y ustedes se preguntaran: ¿Pero qué día es tan importante como para que Kim taeyeon ande de aquí para allá desde la mañana sin descanso haciendo los preparativos para una fiesta? Bueno, sólo dejémoslo en que hoy Tiffany y su grupo del coro acaban de ganar el concurso, tal y como Kei lo predijo. Y no hay nada mejor para felicitarla que hacerle una fiesta a ella, y aunque no lo quisiera porque odiaba meter a un montón de gente en su casa, a los amigos de su novia también.

Mandó a llamar a Soo y a Yukari para que ayudaran en la comida, Michelle ayudaba con la mesa con Tiffany y Yuri no hacía otra cosa que acosar al par de hermanas que ya le habían dado como cincuenta golpes en el transcurso de una hora.

Todo parecía llevar a que el día iba a ser uno maravilloso para la Hwang, eso por lo menos hasta que una caja con contenido desconocido llegó a la puerta de la casa. Rápidamente las habitantes de la casa se interesaron por su contenido, pero no se atrevieron a abrirla porque da la casualidad que la receptora no era otra que Michelle.

¿Qué estás planeando, mujer?

— ¡Okay, hoy empezaremos con las lecciones para controlar sus hormonas de nekos y que no sean enviadas a un laboratorio con un loco peor que Tei! —gritó la peli-verde a los cuatro vientos, seguramente espantando a los vecinos.

Tres personitas estaban sentadas en el sofá de mala gana, y la Megpoid había ordenado a Soo meter a su novia a la cocina para que siguieran cocinando mientras ella daba su "importante clase".

—Les voy a mostrar un vídeo instructivo que mandé a ordenar con uno de los amigos de Lily—avisó poniendo una pose de determinación. Michelle les apuntó a las tres con un periódico enroscado para luego encender el televisor —No es exactamente el vídeo con el que mamá me instruyó, pero dado que las tres son gays pues no hay de otra.

—Onee-chan, sé que debes de tener tus razones para esto, y no dudo que no hagas un mal trabajo, todo lo contrario de hecho pero…—Tiffany se encogió en su lugar un poco incomoda, cierto era que ella tampoco se sentía a gusto con esta situación — ¿Yuri tiene que ver el vídeo con nosotras? No creo que ella lo necesite porque no es Kittye…

—Ella más que nadie…—susurró tras sentir unos escalofríos recorrer su espina normal, viendo como la aludida sonreía ertidamente como diciéndole "Ya entregarás tus orejas, gatita."

Con un suspiro cansado colocó el CD en el reproductor. Ninguna de las tres iba a imaginarse que cuando Michelle le diera "play" a la cinta, no apareciera otra cosa que varias chicas parecidas a esas de "Play Boy" bastante ligeras de ropa posando para la cámara en diversas poses.

Una gota recorrió la sien de la peli-roja, una gran vena palpitante apareció en la frente de la rubia, y una gran sonrisa se ensanchó en los labios de la pelinegra.

—Michelle, estamos a menos de una hora de que lleguen mis amigos, y van a venir niños a esta casa, ¿esto es realmente necesario HOY? —Tiffany se cubrió el rostro con ambas manos con la cara completamente roja, luchando contra la tentación de seguir mirando ese "vídeo instructivo".

—Sólo quiere jodernos el día, eso es seguro…—taeyeon, por ser la única con un gran autocontrol al parecer, por ser una frígida, miró a otra dirección. Las risotadas de su hermana y su cuñada no se hicieron esperar desde la cocina — ¡Ustedes cállense, dúo de idiotas!

—Yo digo que has tenido una maravillosa idea, Zanahoria—Yuri se acomodó mejor sobre el sillón, sin despegar la vista de la pantalla ni un solo momento.

Michelle gruñó ignorando todos y cada uno de los comentarios de las muchachas. Caminando de una manera muy digna de algún comandante de ejército comenzó a caminar de un lado a otro, empuñando con fuerza el periódico en una de sus manos lista para usarlo en cualquier momento.

—Presten mucha atención, bola de ertidas sin remedio, que estas lecciones que me dio mi santa madre y que ahora yo les quiero dar a ustedes les va a ser de mucha ayuda en el futuro—Y asó le dio varios pequeños golpes a la pantalla —Estas muchachas de la vida alegre son la tentación, ¡son el demonio puro!

Las tres muchachas se miraron un poco inseguras entre sí; a Michelle se le había caído un tornillo.

Yukari asomó la cabeza desde la cocina con intenciones de ver ella también el vídeo, pero su novia se lo impidió devolviéndola a la cocina.

— ¡Ah, no, tú no vas a ver esas cochinadas mientras viva!

Bien…

—Les voy a enseñar a no mirar a este tipo de mujeres con la mente sucia e impura—prosiguió irguiéndose en su lugar mientras colocaba las manos tras la espalda, adoptando una pose de soldado —Cuando las vean quiero que piensen en el ejercicio y la dieta que han de haber seguido para terminar así de buenas. Repitan conmigo: ¡Estricta dieta!

—Estricta dieta…—repitieron las tres de mala gana. Yuri recibió un golpe en la cabeza con el periódico.

— ¡Auch, ¿eso por qué fue?! —Se quejó sobándose la zona afectada luciendo una enorme vena en la frente.

—Por nada, me caes gorda. ¡Sigamos! —"Hija de la…" —Ahora, cuando miren esos grandes pechos sólo quiero que piensen en los miles de yenes que les debieron de haber costado. Repitan conmigo: ¡Silicona!

—Sili… ¿qué? —La miraron confundidas, y ésta sólo les pegó en respuesta.

— ¡Silicona, dije! —Y cogiendo fuerzas inhaló aire hondamente para seguir gritando — ¡Luego miren esos bien cuidados cuerpos! Están que se caen de buenas, ¡pero deben ser fuertes! Repitan conmigo: ¡No las quiero violar!

—No las quiero violar…—respondieron dos voces al unísono mientras las grandes carcajadas de Soo y Yukari sonaban con fuerza desde la cocina. La mirada de la peli-verde recayó sobre aquella voz que no se hizo escuchar junto con Tiffany y taeyeon.

—Yuri…—La rubia la miró hastiada durante unos segundos, nada más para gruñir y repetir entre dientes.

—No las quiero violar…

Ya se las pagará esa mugre Megpoid un día de estos, a ella y a todas. Volvió a erguirse en su lugar con intenciones de seguir con su clase, pues seguía la prueba de hierro, eso que de verdad la ayudaría a que sus esfuerzos por ayudarlas con sus instintos felinos dieran frutos.

Había llegado el momento decisivo.

Adelantó la cinta hasta la escena que quería que vieran, y eso fue lo peor, pues ahí no se mostraba otra cosa que una escena muy parecida a una de esos animes yuri que Yuri veía nueve veces a la semana. La respiración de las tres chicas de detuvo bruscamente, pues ellas no eran de piedra, y esos bultos sobre sus cabezas no se hicieron esperar.

Desgraciada cabeza de zanahoria…

— ¡Contrólense! ¡CONTRÓLENSE, MIERDA, CONTRÓLENSE, CONFÍO EN USTEDES! —Michelle gritó a los cuatro vientos alzando los brazos al cielo con entusiasmo, como gritándole a Yisus para que accediera sus plegarias de que sus esfuerzos dieran frutos ¿¡pero cómo lo paneaba!? — ¡Griten sus odios, grítenlos con fuerza!

— ¡Atún!

— ¡Yuri!

— ¡El novio de la vecina!

Tres golpes de periódico se escucharon en la sala, acompañando las enormes carcajadas de las chicas en la cocina por andar escuchando y viendo la divertida situación. Eran caso perdido. Michelle detuvo la cinta y se dejó caer en el sillón, lamentándose su suerte.

Yuri tanto como Tiffany la observaron masajearse las sienes con cansancio, mientras taeyeon se levantaba alegando que ella mejor se iba a la cocina a asegurarse de que no le quemaran la cena.

—Estoy perdiendo la fe…

—Onee-chan, lo estás haciendo bien, de verdad—Su hermana trataba de reconfortarla desde su lugar, dándole unas buenas y necesitadas palmaditas en la espalda para tranquilizarla —Pero mejor dejémoslo para otro día, mis amigos no tardan en venir hoy y es un día especial, ¿ne~?

La peli-verde la observó por el rabillo del ojo, y sin más suspirando le dio la razón a su hermana menor.

Por supuesto que hoy era un día especial para ella, pues no todos los días tu escuela gana el concurso de coros gracias a ti. Estaba agradecida con la Kim, ella fue quien buscó por todos los medios una forma de que Tiffany pudiera entrar a cursar primer semestre en la preparatoria y, con todo su esfuerzo y el de la más pequeña: Oficialmente se había matriculado ahí. De esta forma podría vivir más como una persona normal, alguien más de la sociedad, justo como tanto lo había deseado en todos sus años de vida.

Bueno, ahora también taeyeon se había metido a trabajar en una tienda de mascotas con Iroha mientras estudiaba de la misma forma, pues el dinero que su hermano les enviaba y la herencia de sus padres no iban a alcanzar si ahora tenía que ayudar a Tiffany con sus estudios. Por esta razón, a pesar de que al principio no fue de su agrado esa muchacha rubia, Michelle aprendió a convivir con ella y por supuesto: A aceptarla.

Ella veía por la felicidad de su querida hermanita después de todo, y si ella era feliz al lado de esa estreñida de Kim ¿quién era ella para oponerse a ello? De todas maneras, que la peli-roja nunca le haría caso respecto a ese tema aunque se lo pidiese.

Aunque… respecto a esa muchacha no terminaba de comprender qué rayos le vio; mandona, mal humorada, bipolar, arisca con la mayoría de las personas. No sé ustedes, pero no parecían ser unos buenos atributos, ni siquiera admitiendo que tiene muy buen atractivo físico.

Pero recalcándolo: Tiffany era feliz, y eso era lo que le importaba.

El timbre sonó, y exclamando un "¡Yo abro!" Lily se levantó del sofá y caminó hasta la entrada, esperando ver a los invitados al abrir la puerta.

—Niños~ ¿Vinieron a ver a su querida tía Lilisita? —Dijo con ternura luego de ver a los pequeños Yuki y Gachapoid acompañados de leeteuk en la puerta. Se encorvó a la atura de ellos, pero éstos sólo la ignoraron olímpicamente y corriendo a abrazar a Tiffany —Osh, malditos niños…

—Cálmate, Masuda, que sólo vinieron a jugar con los gatos de la casa—leeteuk le saludó con una sonrisa, kwon le devolvió el gesto y se encorvó en su lugar, dándole un apretón de manos luego de eso — ¿Y taeyeon?

—En la cocina. Pero, hey, sabes que tiene novia~—Respondió invitándolo a pasar, a lo que esté entró en la casa rodando los ojos.

—Ya sé, sólo preguntaba porque no la vi en la sala. Pero, ¿qué hay de ti y Megpoid? —Ah… claro, la rubia le tenía la suficiente confianza como para contarle ese tipo de cosas.

Yuri se encogió de hombros un poco sonrojada, buscando cómo restarle importancia al tema.

—No he hablado de eso con ella, es una chica difícil…—leeteuk resopló, no entendía la lógica de las mujeres.

—Deberías de irte apurando, ya ha pasado casi un año. Yo mientras iré a saludar a la festejada, ahí me avisas que pasó luego—Y sin más se retiró hasta la sala.

Vaya… ese idiota cabeza de berenjena tenía razón.

No, en realidad en todos estos meses no ha podido sentarse a hablar con Michelle como personas civilizadas sobre su relación. Se besaban y abrazaban, claro, pero cuando Yuri quería hacerle la gran pregunta la primera sólo la evadía y cambiaba de tema bruscamente, claramente no queriendo hablar de eso con ella a pesar de todo.

¿A qué le tenía miedo esa neko? Se querían mutuamente, y a pesar de ser una enorme ertida Yuri nunca sería capaz de hacer algo que la dañase de alguna manera. Así ambas se habían sumido en un juego de tira y afloja bastante debatido.

Leeteuk se lo acaba de decir, e incluso Tiffany ya se había acercado con ella para hablar sobre el tema, alegando que ella sabía perfectamente cómo se sentía y que lo mejor sería obligar a Gumi a hablarlo, pues eso fue lo que hizo con taeyeon cuando estaba en su situación.

Y lo haría, claro, pero no hoy, que era un día para festejar entre todos.

Pero de que acabaría con este tonto juego del gato y el ratón entre las dos para que Michelle admitiera sus sentimientos por ella: Sí que lo haría.

El timbre volvió a sonar un par de veces más, recibiendo a más personas en la casa Kim; Kaito llegó acompañado de Miki y los gemelos a la vivienda, pues luego del incidente el año pasado digamos que se había hecho apegado a Tiffany y a las personas relacionadas con ella. Era un buen tipo después de todo. Merli arribó con Kokone y el dúo de idiotas de Kyo y Yuu. Finalmente, Aria llegó acompañada de Maika y, para la clara sorpresa de los demás; SeeWoo, quien a pesar de todo no parecía ser el más cómodo ahí.

— ¿Necesitas ayuda con la comida, tae-nya? —Tiffany entró a la cocina con su semblante alegre habitual, notando como su novia estaba concentrada en los alimentos desde hacía un buen rato.

Taeyeon negó con la cabeza, esto mientras abría el congelador en busca de los hielos para las bebidas.

—Te has estado esforzando mucho por mí desde la mañana~—Con una linda sonrisa pícara, la neko avanzó silenciosamente hasta su posición, nada más para abrazarla por la espalda con cariño. Taeyeon se tensó ante al contacto, pero como ya estaba acostumbrada a ese tipo de acciones de su parte se relajó casi al instante —Deja que yo lleve los hielos y te prometo que haré mi tarea temprano.

Esa niña… La rubia rodó los ojos resignada, ¿qué era llevar los hielos a fin de cuentas?

—Bien… bien…

Los ojitos de Tiffany se iluminaron cuando recibió un envase cuadrado lleno de estos.

— ¡Yeih! ¿Ya te dije que te amo mucho? —preguntó con ternura, sacando una sonrisa enternecida de su novia.

—Sólo me dices esas cosas cuando te conviene, gata estúpida.

— ¡No, enserio, te amo mucho! —Un cortito, aunque cálido beso en los labios fue lo que taeyeon recibió después, pero eso terminó por convencerla del todo.

El timbre sonó por una vez más, lo cual las extrañó a ambas, pues todos los invitados ya estaban en la sala y que recuerden no estaban esperando a nadie más.

Pero he de decirles una cosa, y es que Soo iba a darles una respuesta.

— ¡Ne, Lu-chan! ¿Recuerdas la sorpresa que te mencioné? ¡Al parecer llegó más pronto de lo que planeé!

Ambas se miraron confundidas, preguntándose de qué rayos hablaba esa idiota esta vez. Y algo era seguro: Era algo muy grande, porque las exclamaciones de asombro que leeteuk, Yuri y Yukari soltaron llegó hasta sus oídos, el silencio en la sala las perturbó un poco y el grito emocionado de Soo tomó su lugar.

¿Qué era ahora?

Tampoco tenían un buen presentimiento de todo esto.

Caminaron hasta la sala, un poco temerosas por lo que podrían encontrarse. Lo que vieron, como cierta coreana se lo esperaba, dejó a su hermana menor sin aliento.

Una chica de cabellos rosados dejó sus maletas en la entrada, dirigiéndoles una sonrisa a todos los invitados a la fiesta. Kokone quiso decir algo, pero Merli se lo impidió con un codazo en las costillas, logrando que su amiga emitiera un gemido adolorido.

— ¡Yoona! —Soo saltó sobre la mesita de noche y corrió hasta su hermana después de eso, evadiendo a toda alma en la casa hasta lograr abrazar a su querido hermana — ¡Pensé que mi carta no te había llegado!

— ¿Bromeas? ¡Siempre espero por alguna carta de ustedes! —Yoona le revolvió los cabellos a su hermana cuando se separó del abrazo. Por un segundo se sintió incomodo por tantas miradas puestas sobre ella, pero luego sólo decidió ignorarlas y buscar a su otra hermana con la mirada — ¿Dónde están tae-chan y esa tal Tiffany de la que me hablaste?

— ¡Ahí!

La muchacha clavó la mirada justo en la pareja que Soo le había señalado. ¿Era esto un sueño? Para sorpresa de todos los presentes, a pesar de que varios ya se lo habían visto venir cuando la vieron hiperventilar cuando Soo gritó el nombre de la recién llegada: taeyeon se desplomó sobre el suelo.

— ¡tae-nya!

Ahora sí, que su vida nunca más iba a poder estar tranquila… ¡No más!

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Comments

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Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss