Cap.11: Aquí hay gato encerrado.

MI GATITA

El ambiente en la cocina era tan tenso, con miradas furtivas y amenazas de muerte contenidas volando por el aire. La comida paso entonces a segundo plano, y ahora lo importante era no quitarle el ojo de encima a esa pelinegra idiota que hacía lo mismo, directamente a los ojos.

-Atrévete a decirlo una vez más- Siseó taeyeon peligrosamente, retándola mientras apretaba los palillos en sus manos.

Yuri ni se inmuto, al contrario, sus palabras le llegaron a parecer graciosas. Sonrío socarronamente y, subiendo parte de su cuerpo en la mesa hasta acercarse hasta su amiga para que sus caras quedaran peligrosamente cerca, susurró a su oído:

-Otorrinolaringólogo- Y su paciencia que de por sí ya era muy poca, se esfumo como por arte de magia.

-¡Se acabó, me tienes harta!-

La pelinegra se echó a reír con grandes carcajadas mientras se quitaba de la mesa, taeyeon se había levantado de golpe de su silla y golpeado la madera del mueble con claras intenciones de ir y asesinar a esa inquilina indeseada. Yuri corrió más por seguir molestándola que por miedo hasta salir rápidamente de la cocina; esquivó tenedores, libros, cojines, controles remotos, lámparas y casi estuvo tentada a cargar el sillón con la fuerza que tanto había estado reprimiendo para lanzárselo a la cabeza. Así se mantuvo durante varios minutos más, corriendo en círculos por la sala haciendo que su amiga hiciera una rabieta como ella tanto adoraba tras suyo. ¡Maldita pelinegra cabeza hueca que nada más vino a amargarle la vida! Ya suficiente tenía con Tiffany para aguantar a otra niña en casa.

Finalmente, Yuri encontró el momento perfecto para entrar rápidamente en el baño de la planta baja y cerrando la puerta con seguro aun riéndose como si su vida dependiera de ello.

Idiota…

-¡Sal de ahí, cobarde! ¡Sal o te va a ir peor, te lo advierto!- Grito la rubia dando varios golpes a la puerta de madera que resonaron por toda la casa -¡Que salgas, te digo!-

Yuri sólo río.

-No porque me vas a pegar- Respondió inmensamente divertida la muy idiota esa. Santo cielo, parecía una niña que temía al castigo de su madre, un miedo fingido claro.

Todo normal, todo completamente normal dentro de esta casa acogedora de dos pisos. Aunque ¿No creen que hay algo diferente dentro de estas paredes? Bueno, Yuri es una cosa muy extraña e idiota que sacaba de quicio a la Kim cada que se le diera la gana desde hace un poco más de unas semanas ¡Como la odiaba! Esa tonta ertida sólo había venido a joderle la existencia como ustedes no tienen idea, no exagera cuando se pone a pensar las mil y un formas de asesinarla, o las mil y un maneras para que tuviera una muerte "accidental" y saliera en el programa ese de las mil maneras de morir.

Más y más gritos en la casa. Tiffany apenas se había levantado y ahora se encontraba bajando las escaleras, bostezando y con el largo cabello suelto y alborotado que le llegaba hasta un poco más debajo de la cintura. Vestía unos bóxers azules y una ramera blanca que le quedaba un poco grande, pues le llegaba hasta la mitad de los muslos. Bostezo perezosamente y pasó de largo a ese par de peleoneras como si fuera lo más normal del mundo.

-Dos más dos son pez…. Tres más tres es ocho… siete más siete es triangulo…- Bostezaba y balbuceaba algunos cálculos por lo bajo. Mmmm… puede que haya sido mala idea quedarse viendo "Matemáticas para tontos" hasta tarde –Oh, ahí van otra vez…- Dijo refiriéndose ahora sí a ese par de idiotas, viendo como cierta estreñida golpeaba a la puerta una última vez y abría la boca para gritar algo –"Ríe todo lo que quieras, idiota. Ya me reiré yo cuando te mueras"-

-¡Ríe todo lo que quieras, idiota! Ya me reiré yo cuando te mueras- Ooowww ¿Apoco no es linda esa neko? Hasta salió con poderes para predecir el "futuro" y toda la cosa. ¿O sólo se aprendió las líneas de una película que ve todo el tiempo?

-"Te vas a quedar con las ganas, Fresita, porque soy inmortal"- Volvió a predecir ahora suspirando con cansancio y rodando los ojos, no había remedio.

-Te vas a quedar con las ganas, Fresita, porque la perfección nunca muere- Casi… pero es prácticamente lo mismo.

Tiffany rodó los ojos, mejor detenerlas antes de que a taeyeon se le ocurra usar una Bazuca para derribar la puerta.

Luego de sacar un suculento puerro del refrigerador, se acercó a la zona de caos con aires aburridos.

-¿Qué ocurre con ustedes? No son ni las diez- Y le dio una mordida a su alimento favorito. Taeyeon giró el rostro y la miro de reojo, después resoplo para seguir golpeando la puerta como si no hubiera escuchado nada –taeyeon-nya…-

La neko suspiro, no había remedio.

-No te preocupes, Tiffany-chan, pronto se aburrirá y me dejara salir para que pueda llevarte a ya sabes dónde~- Canturreó Yuri antes de que su amiga comenzara a patear la puerta.

¡Ah, claro, ese lugar! De lo aburrida que se sentía por la rutina se había olvidado ese detalle por completo. Se supone que esa pelinegra ertida encontró una manera para que Tiffany no se aburriera en casa por tener que esperar a taeyeon todo el tiempo, y cabe decir que es tan mala dueña que son pocas las veces en que la saca a pasear, además de que sería algo que beneficiaría a todas las habitantes de la casa. Pero la Kim no debía enterarse, no aún, porque lo seguro era que se negaría.

Silenciosamente, la rubia se dedicó a observar como Tiffany sonreía ahora ampliamente para luego correr y guardar en una carpeta varios papeles sobre la mesa, papeles que no se molestó en revisar ella antes.

Eso es sospechoso, muy sospechoso ¿Está a donde se cree que va sin su permiso?

-¿Quién te ha dicho que puedes salir y a dónde?- Exigió saber recargándose en el marco de la puerta en actitud recelosa, la pelinegra bufó ante esto y opto por salir del baño.

-Fresita, te lo dije antes de que empezara a decir Otorrinolaringólogo, hoy iremos a una entrevista de trabajo. Se nota que no me pones atención-

Los ojos de la aludida se estrecharon peligrosamente, conociendo a Yuri kwon no la pondría a trabajar en algo muy bonito que digamos. La otra notó su desconfianza y se apresuró a corregirla.

-Si piensas que la voy a poner a trabajar de o star estas muy equivocada- Dijo para luego se acercara peligrosamente a su oído y susurrarle ersamente –Nadie además de ti la va a desflorar-

Un sonrojo de los mil demonios subió peligrosamente hasta sus acaloradas mejillas, como la odiaba… la odiaba tanto… Yuri tuvo que enderezarse casi instantáneamente, evitando de esta manera el tremendo puñetazo que su linda amiga le había lanzado.

-¿De qué vas a trabajar? ¿En un zoológico?- Ahora la pregunta fue para la neko, quien se puso roja de la ira.

-¡Muy graciosa, idiota!- Bravo enojada luego de comenzar a subir las escaleras -¡Ve a saber que Yuri me consiguió un trabajo en una Conbini con Iroha-san!-

¿Iroha? ¿Esa Nekomura Iroha? ¿¡Desde cuando se lleva con ella!? Estúpida Yuri, seguramente ella y Tiffany han estado haciendo cosas a espaldas suyas. Pero era entendible, en estos momentos taeyeon no estaba en condiciones de aceptar cosas como esas, los exámenes estaban ocupando todo su tiempo y su mal humor estaba diez veces peor de lo que era antes luego de regresar de la universidad, por lo que ambas inquilinas trataban de no fastidiarla y dejarla dormir luego de eso. Hoy, por ejemplo, le toca hacer otro examen con la profesora Sukone Tei, y como ella es mucho más exigente que la mayoría de los profesores, la rubia se la paso estudiando hasta altas horas de la noche, por lo que ahora no estaba de humor.

Yuri le dio unas palmaditas en la espalda, quería hacerla entender que le haría bastante bien a los gastos de la casa el que Tiffany trabajara, puesto que la herencia de sus padres no va a durar para toda a vida, y ella es la única de los tres hermanos que no tiene trabajo. Yoona debe estar en Hollywood actuando para alguna película de alta calidad en la que será pagado bastante bien, y aunque a veces le mande dinero a ella y a Soo, no iba a sobrevivir con eso toda la vida.

Taeyeon le miro seria, pero no dijo nada, ya resignada porque Tiffany parecía muy entusiasmada por eso, y por más cruel y amargada que ella era, no iba a arruinarle la felicidad a su minina.

Pero en eso entonces, un maullido un poco asustado por parte de la neko desde arriba las sobresalto un poco.

-¡C-chicas! ¿P-podrán fijarse un poco por la ventana, por favor?-

Ambas se miraron, por su voz temblorosa seguramente algo la traía nerviosa, y así era desde hace como tres días.

-Ven, Fresita, vamos a ver qué le pasa a tu gatita-

Se encaminaron hasta una de las ventanas que daban hasta la calle de enfrente, al principio pensando que algo le había picado a esa Hwang, pero luego de fijarse de que Yuri se había puesto pálida a más no poder por completo y como un sudor frío le resbalaba por la frente, taeyeon comprendió que lo que vieron allí afuera no era algo normal. De pronto sintió unos claros escalofríos recorrerle la espina dorsal.

-O-oye… taeyeon… creo que nos están vigilando…-

Puede que sea así, como puede que no lo sea y ella y Tiffany solamente estén imaginándose cosas que no tienen nada que ver. Ahí afuera en una esquina de la calle, estaban un par de muchachos con aspecto ligeramente sospechoso, que a lo mucho parecían tener su edad, un chico y una chica respectivamente. Si hubiera sido la primera vez que los ve ahí afuera todo estaría perfecto, pero el caso era otro, puesto que ambos desde hace tres días se quedaban ahí a observar su casa sin falta desde entonces, por eso les daba miedo. ¿Qué querían los dos? Oyó a la rubia tragar saliva y empezar a murmurar unas cuantas cosas sin sentido o por lo menos que ella no alcanzó a oír.

Quizá lo peor del caso es que la Kim no los conocía, sino que sabía más o menos quienes eran porque los había visto un par de veces; el primero tenía el cabello corto de color amarillo y no parecía muy a gusto estando en ese lugar. La segunda y hasta puede que la única que sabía que por qué estaba ahí y hasta lo disfrutada, no era otra que una chica peli-roja con cabello que parecía un par de taladros.

Sospechoso…

La rubia le dio un codazo a su amiga y esta reacciono como parte de magia, ya sabiendo que hacer a continuación.

-¡Oigan, mocosos, fuera de mi césped!- Idiota… Los chicos que hasta ese momento estaban recargados en un poste de luz en la esquina de la calle, sólo atinaron a girarse hasta observarla un poco confundidos.

-Disculpe, pero estamos fuera de su casa, y la calle es de todos- Contestó Teto un poco molesta, Kikaito parecía estar nervioso, mucho más de lo normal, y sólo alcanzo a decirle a su compañera que no fuera tan descortés.

-Eso lo sé muy bien, pero ponen nerviosa a mi querida hija y a mi esposa- ¡Idiota multiplicado al mil! ¿Es qué no puede dejar de hacer tonterías aun en momentos como estos? La rubia e dio un fuerte pellizco en un brazo que la hizo gritar de dolor –Amor, no me lastimes frente a desconocidos, se darán cuenta de que soy una mujer maltratada-

-Lo que mi amiga quiso decirles- Prosiguió taeyeon ignorando por completo a la pelinegra –Se trata de que su presencia nos pone incomodos a nosotras y a los vecinos, si pudieran hacer el favor de no venir por aquí les estaríamos muy agradecidas-

Teto y Kikaito se miraron por unos segundos, la primera le dijo algo al segundo que ninguna de las dos alcanzo a escuchar. Al final volvieron a girarse hacia ellas e hicieron una reverencia en modo de disculpa.

-Lo sentimos- Dijo el chico –No pensamos en eso, prometemos no volver a pasar por aquí- Luego cruzaron hasta la otra calle para volver por donde vinieron.

-¡Así es, corran o mi casa se los va a comer!- Otro golpe por parte de su amiga rubia la mando a callar.

Problema resuelto… al menos prometieron no volverse a parar por aquí, y las tres esperaban que cumplieran con ello. Yuri y taeyeon suspiraron aliviadas, mejor es olvidarse del tema por el momento para poder concentrarse en sus propios asuntos, unos que eran importantes.

Al poco rato cierta neko por fin había bajado las escaleras, mucho más arreglada que de costumbre o que cualquiera de las dos chicas la hubiera visto alguna vez; como siempre llevaba sus habituales coletas pero esta vez amarradas por un par de listones negros. Seguido de eso un bonito vestido juvenil blanco con encajes oscuros que a lo mucho llegaba un poquito más arriba de la mitad de sus blancos muslos. Terminando con la descripción, estaban unos zapatos de tacón pequeño color rojo y unas medias que llegaban un poco más debajo de su rodilla. ¿S-se había maquillado? Diablos… se veía tan… tan… diferente…

Taeyeon tuvo que apartar la mirada tras sentir el intenso rubor en sus mejillas que le llegaba a quemar la punta de las orejas. Tiffany sonrío ante esto, y como si quisiera fastidiarla o hacer crecer su ego al saber que había causado esa reacción en ella, se acercó hasta la joven muchacha de cabellos rubios. Todo esto ante la picara mirada de kwon.

-Nee, taeyeon-nya- Llamó tímidamente, a la aludida se le dificulto el voltearla a ver pero lo logró –Sé que hoy tienes examen ¿Verdad?- Tardo un poco pero asintió con la cabeza –Y si lo apruebas… ¿Tendrás más tiempo libre?-

Volvió a asentir, era cierto eso, pues si aprobaba todos sus exámenes tendría varios días de vacaciones antes de comenzar el siguiente semestre de clases. Por un lado estaría bien, puesto que su hermana y la novia de esta habían organizado una reunión durante todo el fin de semana en la antigua casa de sus padres. Entonces… puede que esté bien irse por un tiempo… un tiempo que era desde mañana.

En fin…

La neko al principio se mostró un poco nerviosa, pero luego esa inseguridad se fue esfumando de poquito a poquito, hasta lograr tener la fuerza suficiente como para colocarse de puntillas y eliminar la poca distancia que había entre su boca y la de taeyeon, dándole así un suave y casto beso en los labios.

Al principio la rubia no supo cómo reaccionar, aunque al fin de cuentas sólo se quedó quieta hasta que Tiffany se separara de ella con las tiernas mejillas sonrojadas y acaloradas.

-B-buena suerte…- Pronunció bajito, desviando la mirada hasta otro punto no específico.

Sin más tiempo que perder, Yuri le indico que se hacía tarde dándole unos golpecitos a su reloj de muñeca con uno de sus dedos. Camino hasta donde ella y la siguió hasta la salida hasta que taeyeon escuchó la puerta de su hogar cerrarse. Y aunque a simple vista parecía estar perfectamente tranquila sin ningún tipo de perturbación, lo cierto es que sentía como si el corazón le fuera a explotar en cualquier instante.

Taeyeon se llevó dos dedos a su boca, entrecerrando los ojos y tratando de no mirar la puerta en ese momento.

Desde que regreso de casa de Yuri, la neko no había vuelto a tratar de besarla desde entonces, seguramente porque había entendido bien cuando le dijo que le diera algo de tiempo para pensar las cosas. Odiaba decirlo, pero cierto era que la rubia extrañaba ese suave y delicioso contacto entre sus labios.

-Gata estúpida…-

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Es maravilloso sentir la brisa del viento pegar contra tu rostro cuando vas viajando en auto con la carretera, y más si es con la persona que te hacía perder la razón de vez en cuando, pero a Tiffany le hubiera gustado que taeyeon le hubiera avisado con tiempo el que iban a salir para poder comprarse ropa mejor de la que ya tenía… o que Yuri se la comprara mejor dicho. Sin importar en esconder sus orejas o no, la Hwang sacó la cabeza por la ventana del auto y disfruto del refrescante aire alborotarle los cabellos.

Taeyeon gruñó ante esto y tomándola por el cuello de la ropa la hizo estarse dentro del coche por milésima vez.

-Mou… eres una amargada ¿Por qué no lo pruebas? ¡Es genial!- Dijo sin esfumar esa felicidad radiante que emanaba de ella, no todos los días tenía la oportunidad de viajar en auto y las veces que lo hizo no lo disfruto –Los perros deben disfrutar esto con ganas-

-Exactamente por eso, no somos perros y se supone que eres un gato- Respondió fastidiada, girando el volante hacia la izquierda para poder dar vuelta en aquella curva frente a ellas sin problema.

Tiffany rodó los ojos, lo mejor es ya no seguir diciéndole nada para no terminar fastidiándose también. Aunque ¿Cómo fastidiarse con esto? ¡Manejar por la carretera era espectacular! O por lo menos para ella sí lo era. ¿O será porque ella no tenía que conducir?

Pero bueno, la razón por la que esa neko estaba más que contenta, es porque al fin la Kim la había sacado de la casa por su propia voluntad para ahora encontrarse de camino a pasar el fin de semana con otras dos en la vieja casa donde crecieron. Una simple reunión donde pasaran todo el fin de semana, pero al final de cuentas le será de ayuda para disfrutar del buen ambiente y aire fresco que ahí habrá durante tres días completitos y con todo pagado. Oyó a su par de amigas mencionar algo de que habrá otro par de chicos, pero no le prestó la mínima atención por estar observando las fotos de la casa estilo americano.

Una vivienda de dos pisos que se levantaba y resaltaba del frondoso y verde bosque, construida por las propias manos del viejo abuelo Kim y que se la heredo a su hija tiempo después de que diera a luz a su primer hijo varón. Casa que sin dudas, estaba construida con el sudor y sangre del ahora viejo señor, y casa que posiblemente estaría llena de un sinfín de anécdotas gracias a tres pequeños revoltosos que crecieron ahí hasta que cada uno siguió su camino.

Lo cierto era que Tiffany admitía saber casi o sino es que nada del pasado de taeyeon, y esta ocasión la veía como una clara oportunidad para saber más de ella y de su vida antes de conocerse. Quizá también, quien sabe, pasar un fin de semana romántico con ella… Había un sinfín de razones para estar tan contenta como lo estaba ahora.

Sonrió divertida tras habérsele ocurrido una forma de joder a taeyeon un poco, y sin quitar esa sonrisa de su cara fugazmente mordió el pálido del cuello de su presa, provocando que esta se sobresaltara y perdiera el control del vehículo momentáneamente.

Taeyeon gritó groserías durante diez minutos y no volvió a dirigirle la palabra durante todos los veinte minutos de viaje que quedaban.

Pero Tiffany estaba satisfecha y seguía riéndose de su broma luego de ver la cara rojísima de la otra.

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Y estaban ellas dos, fuera de la gran residencia de la familia Kim que se levantaba delante de ellas.

La rubia volvió a gruñir y estacionó el auto en la tierra, y Tiffany sólo se dignó a mirar maravillada tal casa que, a pesar de estar descuidada por su abandono hace años, seguía tan bella como lo fue cuando había vida allí adentro.

De claro estilo americano, había una residencia hecha de pura madera justo ahí mismo; de paredes azul pálido y con tejados pintados de café. Ventanas un poco agrietadas y justamente en la entrada de la casa, a la que se accedía tras subir unos pequeños escalones, había varias sillas, en el centro una mesita. También había una lámpara pegada al lado de la puerta y una jaula para pájaros vacía. Los arboles alrededor de la casa estaban un poco descuidados, pero como dije antes, todo eso es debido al abandono.

La rubia la miro durante unos segundos antes de bajar del auto… tenía recuerdos bonitos de allí dentro pero…. Había otros que…

"-Hey, taeyeon-chan, mira lo que tu nii-chan te trajo para tu colección hoy- Llamó un chico rubio con no más de doce años entrando a la habitación de su hermana. Y entonces la aludida retiró la vista de su libro para mirarlo curiosa, tae se acercó hasta su cama para luego mostrarle una cajita que contenía varias mariposas de todos los colores dentro –Son tus favoritas ¿O no?-"

Agh… maldito idiota. Amaba a las mariposas más que nada y lo seguía haciendo pero… ¿Por qué se acordó de ello?

Quién sabe.

-Me emociona y todo, pero hubiera sido genial que estuviéramos solas en la casa. Así no voy a poder usar la ropa interior comestible que Yuri me regalo ayer…- Dijo la neko de repente sacándole de sus pensamientos, salió del auto y taeyeon se dignó a verla como si hubiera dicho una grosería, pero no dijo nada –Un fin de semana romántico, tú y yo, en una habitación llena de pétalos de rosa a la luz de la luna. Algo así como una luna de miel, tú me entiendes, taeyeon-nya-

Una vena roja y palpitante apareció en su frente, esa peli-roja la sacaba de quicio en un dos por tres.

-Ya las conoces- Dijo tratando de parecer tranquila. La pelinegra igual bajo del auto y camino hasta la parte trasera del vehículo para abrir la cajuela –Sólo ignóralas y ya-

Comentario inocente, pero la neko lo mal pensó.

-Owww, taeyeon-nya ¡Pensé que el día que me entregaras tu idad jamás llegaría!- Exclamó con una emoción espeluznante, con los ojos brillando como estrellas se lanzó a abrazarla por el cuello –Pero aquí estas, insinuando que ignoremos a ese par de salidas y nos entregamos a la pasión en medio de la noche ¡Nya! ¿Ya te dije que te amo?-

No, jamás se lo dijo, pero la rubia no sabía porque se sentía acalorada otra vez en lugar de molestarse por el comentario.

Incomoda con la extraña situación que se había formada, empujo a Tiffany levemente hasta separarla de ella.

-¿Y tú en que te basas para decir que aun soy virgen, gata estúpida? Te recuerdo que he salido con muchos chicos- La neko resopló.

-Mentiras, puras mentiras. Lo de los chicos sólo se reduce a leeteuk, y dudo que pasara algo entre ustedes. Además, contigo puede que te haya vuelto a crecer, si es que la perdiste algún día porque empiezo a dudarlo- La aludida tuvo que apretar los dientes y morderse la lengua para no gritarle o algo así.

Se encaminaron con algunas maletas en mano hasta la entrada de la casa, logrando escuchar que apenas se acercaban más, el ruido de la música coreana a todo volumen resonaba por todo el lugar. Aja, lo más seguro es que Soo tenga una fiesta para ella sola allí dentro, y se encuentre torturando a Yukari con grupos que a ella como buena rockera ni le gustaban, y cabe decir que a la Kim tampoco.

Pero apenas llegaron a la entrada y la más grande tocara el timbre de su antiguo hogar, la neko se aferró a su brazo con una gran sonrisa dibujada en su rostro, tomándola por sorpresa. Quiso quitársela de encima pero cuando estaba por hacerlo la mencionada pareja ya había abierto la puerta, y las observaban con miradas indescifrables.

-A-antes de que digan una estupidez, idiotas, no es lo que creen…- Y rápidamente se zafó de su agarre, la Hwang sólo a miro indignada.

-No tienes por qué negarlo, ya lo sabíamos de todas formas- Respondió Yukari como si nada, esta le dio un pequeño codazo a su novia para que dejara de mover la cabeza al compás de la música y saludara a las invitadas.

-Vaya, vaya, así que la parejita estrella sí vino después de todo ¿Ah?- Mugre idiota…

-Vaya, vaya, así que sí existen idiotas musicales ¿Ah?- Ironizo la rubia levantando una ceja. Soo inflo los cachetes y la miro molesta, después bufó cruzándose de brazos y mirando a otro lugar.

-JA, tu mal humor no va a arruinarme el día, tae-chan, no lo hará-

Las dos chicas vestían cómodamente, con pantalones deportivos, tenis y alguna ramera con estampados X. Parecía que habían estado pintando y limpiando la casa, pues su ropa tenía manchas de pintura recién hechas casi.

-Oh, y parece que Soo-chan tiene una fiesta allá adentro- Se metió Tiffany en la conversación, ya sin importarle el mal humor de su "pareja" La aludida sonrió y Yukari se tapó los oídos dando a entender la tortura por la que pasaba.

-Sep, ¿Por qué no vienes y me cuentas como estas, Tiffany-chan?- Añadió la coreana tomándola por la mano alegremente para empezar a guiarla dentro del hogar –Bueno, no seas tímida, mujer, ya eres de la familia y esta es tu casa- Y tirando de ella la metió dentro dejando a las otras dos solas.

Yukari no les quito la mirada hasta que la peli-roja dejara los zapatos en la entrada y desapareciera con Soo al dar vuelta en un pasillo. Cuando estuvo segura de que no le escucharían, se llevó las manos a la cabeza y halo de sus cabellos exasperadamente, respetaba los gustos de su novia y todo, pero no por eso iban a dejar de ser una tortura para ella.

-Cielos, me tiene harta… ¿Cómo la soportabas?- Preguntó ansiosa por alguna forma de soportar esa indeseable música que retumbaba en sus oídos –En fin, me sorprende que en serio hayas aceptado nuestra propuesta de venir. Aunque no son las únicas, todavía faltan Seulgi y su hermano… Len se llama... creo-

La Kim frunció el ceño ¿Dijo quienes creyó que dijo o sólo escucho mal? Taeyeon podía aceptar el que el chico rubia viniera, pero su gemela es la ex de la querida novia de Yukari y ella que supiera todavía andaba detrás suyo. Así que se le hacía bastante raro que Yuzuki les haya invitado, puesto que se detestan mutuamente pues… Bah, toda una larga historia de un triángulo amoroso que la rubia no venía caso en recordar porque simplemente no le interesaba en lo absoluto.

-¿Enserió invitaste a esa idiota, idiota?- Preguntó extrañada, cabe decir que Seulgi tampoco le caía muy bien que digamos… la típica cuñada que no te cae bien por su forma de ser.

Yukari se encogió de hombros.

-Sigue sin agradarme ¿Pero qué le iba a hacer? Hicimos la paz por no seguir fastidiando a Soo, pero bueno ¿Pasas o no, mujer?-

Ajam… A lo mejor y esa peli-morado no estaba enterada de ese "bonito" beso que Seulgi le dio a su novia hace no mucho… pero quien sabe. Yukari se hizo a un lado para dejarla pasar y de paso ayudarla a meter las maletas que Tiffany había dejado atrás tras meterse en la casa con la coreana. Taeyeon dejo sus zapatos en la entrada junto a los pares de las demás, y un poco entre nostálgica e incómoda entró en la vieja casa Kim.

Como se lo esperaba, la madera rechinaba bajo sus pies debido a lo vieja que era, pero al fin de cuentas se conservaba muy bien… su abuelo hizo un excelente trabajo. Conforme iba adentrándose en su viejo hogar, notó perfectamente que el suelo en el pasillo estaba adornado por sábanas blancas y los botes de pintura y brechas esparcidos por todo lado. De verdad que estaban esforzándose por hacer que quedara bien… en serio que lo hacían. Llegando al salón pudo contemplar otras cosas, como que los cuadros de su padre estaban forrados por plástico, así como las reliquias y muebles de la casa. Y sí, todo estaba completamente igual a como lo dejaron justo después de que Yoona se fuera a perseguir uno de sus sueños a los Estados Unidos y ellas se fueran a estudiar universidad a Sapporo.

Girl's Generation y su éxito "I got a boy" inundó sus oídos, y justo en medio de la sala, Soo estaba enseñándole coreografías a su neko-estúpida-invade-espacio personal ¡Dios mío, la estaba mal educando! Yukari se pasó la mano por la cara, no había manera de remediarlo.

-Hmm, taeyeon- Le habló la novia de su hermana –Estamos arreglando un poco la casa y resguardando bajo llave las reliquias para protegerlas de la aplanadora de Seulgi y Len, así que si gustas puedes….- Pero no la escuchaba, la rubia ya estaba encaminándose hasta el jardín trasero para distraerse leyendo un libro –Ayudarnos….-

Su actitud indiferente hacia las cosas no era justificable, solamente no quería tener nada que ver con los objetos antiguos de esa casa si era posible, sobre todo las desgastadas y viejas pinturas de su padre muerto. Mejor, era mejor de esa manera, muchas de esas cosas no tenían una historia completamente feliz que contar, ella más que nadie lo sabía muy bien. Tanto así era que incluso se arrepentía de no haber vendido ese montón de "basura" como ella decía, por internet cuando tuvo la oportunidad. Otra familia disfrutaría perfectamente de esos objetos si no supieran nada de la historia de muchos de ellos… Yep, todas se veían contentas estando ahí disfrutando la compañía de las demás, todas menos ella, nunca ha disfrutado de algo verdaderamente, y si alguna vez lo hizo no lo recuerda con exactitud, pero tampoco era como si quisiera hacerlo.

-Hey, Tiffany-chan ¿Quieres subir y ayudarme con algo?- Pidió la peli-morado a su amiga, interrumpiendo gracias a Dios la coreografía de Soo.

La neko asintió, tener algo de contacto con las cosas personales de taeyeon le daba un montón de curiosidad.

Arriba no estaba más arreglado que abajo, pero no era feo, todo lo contrario mejor dicho.

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Las paredes eran adornadas tanto por pinturas de algunos paisajes que nunca había visto en su vida, como por las significativas fotografías de la hasta ese entonces… una familia que parecía ser feliz hasta el último momento. Una que llamó su atención por lo graciosa que era, se trataba de una pequeña rubia siendo perseguida por otra rubia de siete años con una máscara de demonio japonés ¡taeyeon estaba al borde de las lágrimas, cielos! Y lo gracioso era que a Soo no parecía importarle. Todos eran felices… todos sin excepción, y si era así entonces ¿Por qué la Kim es tan antisocial y grosera con las personas que quieren ser cercanas a ellas?

Yukari le guio hasta una puerta que quedaba en el fondo del pasillo, hecha de madera color chocolate, con algunos raspones pero que seguía conservando su aspecto. Sacó un manojo de llaves metálicas, y tras estar tratando de encontrar la llave correcta que habría aquella misteriosa habitación, dio con una peculiar; pequeña que parecía un corazón en la punta.

-Y esta, Tiffany-chan, es la habitación de los señores Kim- Anunció abriendo la puerta dramáticamente como en las películas.

Una exclamación salió por parte de la neko; el cuarto era más grande que los demás de la vivienda, con su propio cuarto de baño incluido y así. Había una cama matrimonial elegante, un tocador con un gran espejo y que aun parecía guardar en él varios perfumes y pinturas que no han sido abiertos o tocados desde hace muchos años. Había una cómoda silla delante de aquel mueble, también había un ropero y una alfombra circular en medio del cuarto. Tan elegante como sólo una familia así podría ser.

Tiffany entró y Yukari se quedó fuera.

-Encárgate de es te cuarto, yo estaré subiendo todo lo demás al ático- Y sin más se fue del lugar.

Todo era tan bello, y a la vez tan parecido al cuarto en donde SeoHyun dormía en los días que todavía estaba viva, por lo que es comprensible que una ola nostálgica azotara contra ella en ese instante. Curioseo un rato por el lugar, revisando por el tocador si no había algún objeto de valor digno de ser salvado de los destructivos gemelos que no tardarían en llegar, lo mismo hizo con el ropero, el baño, etcétera. Y entonces, casi accidentalmente, se percató del gran cuadro que colgaba de la pared tras la gran cama.

Eran tan llamativo, el enmarcado, lo grande que era, pero más que nada la figura pintada en é: De un largo cabello rubio con unos mechones cayendo elegantemente por sus hombros, y con unos tan verdes como esmeraldas que lograban reflejar la bondad de esa persona, estaba una mujer.

La neko se trepó en la cama y lo tomó con sus delgados dedos hasta descolgarlo y observar este más detalladamente. Dicen que la curiosidad mato al gato y ella estaba completamente consciente de ello, pero en ese momento le picaba tanto la curiosidad por saber quién era esa mujer que no aguanto más y salió a buscar a Yukari para ver si ella lo sabía. Mientras tanto, cierta peli-morado se encontraba subiendo algunos jarrones y fotografías enmarcadas al tan mencionado ático.

No tardo en que la peli-roja llegara con ella.

-Hey, Yukari-chan ¿Puede hacerte una pregunta?- Cuestionó un poco ansiosa la neko.

-Claro, ¿De qué se trata?- Respondió sin voltearse a verla, pues estaba tan concentrada en no caer de las escaleras mientras subía las cosas al ático.

La aludida bacilo un poco un rato, pero al final lo hizo mostrándole el cuadro de la mujer entre sus manos -¿Quién es ella?-

Yuzuki esta vez sí volteó su mirada hacía ella, y luego de ver aquella pintura que la neko enseñaba… se le seco la garganta.

Oh sí, ella si bien no había presenciado aquel horrible suceso en esta misma casa hace años ya, su novia le había contado la terrible historia detrás de esa pintura, y sobre todo, quien era la mujer del cuadro. Un historia triste, lamentable, desgarradora, que estuvo en los periódicos y noticieros japoneses durante semanas, y les dejo un mal sabor de boca a las personas que supieron de ella.

-B-bueno… Tiffany… ella es…-

-Mi mamá-

Subiendo las escaleras e interrumpiendo la conversación por sorpresa, estaba Soo, cargando una caja y con una mirada sería muy impropia en ella. Tiffany la miro sorprendida y Yukari lo hizo con tristeza, a nadie de las tres hermanas Kim les gustaba hablar de ese tema, por lo que se sintió un poco impotente al ver como su novia suspiraba tristemente y dejaba la caja en el suelo para acercarse a la neko.

-Leia Kim - Prosiguió tomando el cuadro entre sus manos –Este cuadro en especial de hecho, fue pintado por mi padre, Reon Kim, semanas después de que a mamá la atropellara un camión y muriera-

Soo suspiro y le pasó el cuadro a la peli-morado para que lo subiera al ático.

-Bueno, yo tenía apenas dieciséis cuando eso paso- Comentó estirando los brazos perezosamente bostezando y rascándose la nuca –Ñam, ñam ¿Es que taeyeon no te lo ha contado, Tiffany?- La aludida negó shockeada -¿¡Qué, en serio!?-

-Hasta crees… le cuento todo de mi pero no logró que me abra su corazón y me cuente algo de ella… no puedo- Y se deprimió.

Eso era completamente cierto, en los meses que ambas han estado viviendo y durmiendo juntas taeyeon jamás se había atrevido a contarle algo de su pasado, aunque eso también puede deberse a que Tiffany por miedo tampoco se lo había preguntado abiertamente pero… aun así. No importaba cuanto quisiera saber algo sobre esa peli-rosa testaruda, esta con sus acciones siempre le dejaba más que claro lo mucho que odiaba que se metieran en sus asuntos, y que pase lo que pase no estaba dispuesta a discutir con ella cosas referentes a lo que parece ser su triste pasado… pase lo que pase, y si lo hacía la mandaba a dormir al balcón toda la noche.

Taeyeon kif era una persona cerrada, que al parecer le gustaba ahogarse ella sola con su dolor… pero ¿Podría ella, demostrándole su amor, hacer que eso cambiara de una vez por todas?

Ni idea de ello…

Soo se pasó la mano por la cara un poco molesta, no podía creerse todavía que… Agh…

-Entonces tae-chan no te ha contado que nuestra padre se suicidó ¿Verdad?-

-¡S-Soo! Taeyeon te va a…- Trató de callarla la peli-morado ante la mirada impactada de la peli-roja.

-No importa, Yukari-chan, taeyeon no podrá hacerme nada si no se entera que le conté esto- Cortó encaminándose hasta quedar cerca de la Hatsune, luego puso una mirada de determinación y posó ambas manos sobre los hombros de su amiga –Tiffany-chan, sólo te digo que esa idiota rosa no siempre ha sido así. Antes era una persona feliz, pero que desde papá se volvió loco por la muerte de mi madre se hizo así. Cuando él se prendió fuego solo las cosas cambiaron, y cuando mi hermana Yoona se fue al extranjero se convenció de que no puedes confiar en nadie ¿Me entiendes?- Tiffany asintió lentamente todavía impactada –Bien, porque no pienso volver a contártelo ¿De acuerdo?- Volvió a asentir.

Soo rodó los ojos y, levantando parte de su camiseta por arriba de su ombligo, le dejo ver una bien visible cicatriz ahí en su vientre –Yoona y yo tratamos de evitar que hiciera tonterías y en consecuencia… papá me apuñalo con una navaja justo aquí- Señaló un lugar en su vientre –Mi hermana se salvó por poco, ella recibió una cerca de pecho y a pesar de nuestro sacrificios… papá corrió hasta su habitación y…-

-"¡Soo, trae el hacha, se encerró!"-

-Se prendió fuego y se lanzó por la ventada gritando el nombre de mamá- Finalizo su historia dejando su playera en su lugar escondiendo la cicatriz otra vez –Así que… henos aquí ocho años después. Yoona se hizo actriz y tae-chan cayó en una tremenda depresión por dos años luego de eso, se encerró en su mundo y bueno… ya sabes la demás historia-

La coreana sonrió contenta ante la mirada horrorizada de Tiffany y le dio unas cuantas palmadas en la espalda. Hoy acaba de descubrir algo del pasado de esa estreñida, pero lo mejor era ya no hablar más del tema a partir de ahora.

-Bien, porque quería cambiar de tema y preguntar ¿Cómo te va con mi hermana? ¿Hasta dónde has llegado con ella?- Esto último lo pregunto con un cierto tonito de picardía en su voz, llegándole esa pregunta de sorpresa.

-¿Ll-llegar?- Cuestionó alterada, la otra cabeceó afirmativamente –P-pues... pues… lo más lejos que taeyeon me ha llevado es hasta aquí… nada más…-

-¡Oh, vamos, no se refiere a eso!- Alegó Yukari bajando las escaleras para tomar la caja que Soo traía antes y subirla –Lo que quiere decir es si no han…-

-¡No, eso no, eso es aparte!- Le silencio su novia un poco alterada al saber lo que iba a decir –Yo hablo de que si taeyeon ya te pidió que fueras su novia o algo. Porque lo hizo ¿Verdad?-

Tiffany las miro a ambas con un sonrojo esparciéndose por todo su rostro, sólo alcanzo a balbucear algunas cosas sin sentido ante la mirada ansiosa que le dedicaban las otras dos. Al final de cuentas, era más que obvia la respuesta ¿Enserio creían que la peli-rosa vendría y le pediría que fuera su novia? Se nota que no recuerdan como es su maldita de forma de ser. Sería obra de los extraterrestres si taeyeon pensara en hacer eso al menos, o su hermana gemela perdida y para colmo malvada… no… malvada no ¡Buena, sí, eso!, porque era meramente imposible.

-¿Qué, hablas en serio, Tiffany?- Interrogó con una mirada fastidiada Yukari -¿De verdad que no te lo ha pedido?-

-Es q-que a alguien como taeyeon hay que darle tiempo… si le presionó me mandara a dormir con Yuri… y no quiero eso…- Respondió cohibida desviando la vista hacia otro lugar.

-Oh vamos… pero si tú la quieres- Esta vez hablo Soo un poco por la respuesta –Si no te lo dice ella al menos deberías decírselo tú entonces ¿Crees que Yukari se hubiera animado si yo no lo hubiera insinuado primero?-

-¡H-hey, eso es privado!-

-A lo que te digo, es que al menos deberías arriesgarte y pedírselo tú… Tiffany-chan- Le aconsejó la rubia pasándole un brazo por los hombros hasta estrecharla contra ella, por una vez admitía que tenía razón.

-¡Toca antes de entrar, imbécil!-

-¡Lo siento, no sabía que estaba ocupado!-

Ara, ara, parece que los gemelos Kagamine ya llegaron. Esa vocecilla de ahí abajo, chillona e infantil, no era otra que de la joven Rin Kagamine de diecinueve años, y parece que había hecho molestar a la bestia rosada por alguna bizarra razón. Debieron cerrar la puerta de haber sabido que esto iba a pasar… Bajaron las escaleras un poco apresuradas, y como lo habían previsto, una rubia bajita que para ser mayor de edad todavía rasgos de niña, asustada y temblando de miedo frente a la ahora abierta puerta del baño.

-Seulgi-chan ¿Qué sucedió, y taeyeon?- Comenzó la coreana con el interrogatorio, pero la aludida solo seguía sin mirarla -¿Seulgi?-

-Y-yo… nadie… baño… taeyeon y aaah…- Balbuceó cosas sin sentido, eso hasta que al menos intento tranquilizar y después de lograrlo les explico todo con claridad –Es que yo llegue y no había, entonces quise venir al baño a retocarme y yo no sabía que Luka lo estaba ocupando y…-

-Oh, Yukari, no es por nada pero creo que esta niña se traumó- Le susurró Tiffany a la peli-morado, la otra le dio la razón.

A juzgar porque la gemela de Len ya estaba ahí, entonces eso quería decir que él también lo había hecho, pero conociendo a Seulgi seguramente estaría en el auto sacando las maletas llenas de ropa y maquillaje de su hermana. Ese par de hermanos resultaban ser amigos de la infancia de las hermanas Kim, y ha permanecido así hasta ahora a pesar de las malas situaciones que han estado viviendo con ellos desde hace mucho tiempo. Técnicamente dejaron de frecuentarse desde que todos se mudaron de ahí para hacer sus vidas en otros lados, y también del rompimiento de Soo con Seulgi, lo cual provocó que los Kagamine tuvieran que mudarse para que la gemela no sufriera por eso.

Raro resultaba el hecho de que quisieran volver a reanimar esa antigua amistad que estuvo presente durante muchos años, con el consentimiento de ambas partes tal parece ser al menos. Puede que Yukari no este del todo de acuerdo, pero la rubia menor prometió no volver insinuársele a su novia no hace mucho, quería creer que en verdad iba a cumplir su promesa por lo menos.

La neko y las otras dos estaban por echarse a reír ahí mismo, si no fuera porque cierto rubio entraba por la puerta, cansada y cargado de un montón de maletas.

Pobre Len, parecía la mula de su querida hermana.

Len se desplomó al piso justo a los pies de su gemela, quien lo miro con el ceño fruncido, luego fue enterrado en una montaña de maletas.

-s-Seulgi… ¿Era necesario traer todo esto para un solo fin de semana?- Preguntó cansado, esa niña siempre le hacía lo mismo.

-El Glamour ante todo, Len, el Glamour ante todo- Respondió como toda una diva.

Pronto el pobre rubio es liberado de su prisión con ayuda de la feliz pareja que organizo todo esto, Tiffany, por su parte, sólo se mantenía observándolos a la distancia, no conocía a esas personas al final de cuentas.

Bueno… así era Rin Kagamine después de todo.

-Bien, parece que estamos todos… errr… ¿Dónde se fue taeyeon?- Yukari se rascó la cabeza, esa idiota definitivamente no estaba por ninguna parte.

-Yo la vi salir al bosque hace poco- Seulgi se encogió de hombros restándole importancia al asunto –Ya sabes cómo es de… ¡Tiene orejas de gato!- Apuntó a la Hwang con un dedo.

Ah, así que ya se dio cuenta de ese detalle. Un poco tarde pero al menos lo hizo. Seulgi puede llegar a ser de efecto retardado algunas veces… En fin. Restándole importancia a eso ¡taeyeon las ibas a matar, a las tres, con cuchillo y lentamente! Si se llegara a enterar de que los revoltosos gemelos descubrieron casi por accidente el no tan bien guardado secreto de Tiffany, seguramente que les iba a ir muy mal, de ninguna manera esa peli-rosa podría perdonarles esto.

Soo dejó salir de su garganta su típico gritito de niñita asustada, rápidamente corrió hasta la neko que hasta ahora sólo parpadeaba confundida ante la escena. Nerviosa tapó esas peludas y puntiagudas orejas con ambos brazos, provocando que Tiffany maullara en señal de desagrado, y un gato incomodo no es muy bueno que digamos.

-¡N-no es cierto, usted sólo está soñando, esto es una ilusión, despierte y olvidara lo que paso aquí!- Gritó a los cuatro vientos, la neko estrecho los ojos peligrosamente y Yukari se pasó a mano por la cara.

-No puede ser un sueño, Soo, porque yo también la estoy viendo- Opinó Len sintiéndose incomodo en la situación.

-¡Tú cállate, en ese caso también eres una ilusión!-

La Hwang se sentía tan rara y molesta al mismo tiempo por ese extraño momento que Soo se había encargado de armar ella solita. No estaba armando un escándalo tan feo como el de cierta rubia, pero le molestaba el hecho en que se empeñen tanto en ocultar su condición de gato, como si se tratara de un bicho raro del que se avergüenzan y de los que hay que esconder en el sótano de tu casa para que nadie se entere de que es tuyo. Por eso era su enfado en ese momento, porque desde hace no mucho Tiffany había decidido dejar de esconderse de los demás y puesto para sí la meta de que lograría que las personas la aceptaran tal y como eran, quieran o no, y si no pues que no le molesten más.

Gruñó y retiro las manos de la coreana de sus orejas, quien la miro exaltada e incrédula por lo que estaba haciendo.

Camino hasta donde el par de gemelos y les tendió la mano amistosamente, si algo le encantaba era mostrarse ante las personas tal y como era.

-Hatsune Tiffany- Se presentó con una sonrisa de oreja a oreja –Amiga de estas hilarantes idiotas y como pueden ver… soy mitad gato- Y les sacó la lengua.

Seulgi y Len no emitieron palabra alguna durante un rato, mirándola sorprendidos sin saber si era por esa confianza o por esas orejas felinas que sobresalían de su cabeza, sin mencionar la cola claro. No todos los días conoces a alguien así, y ellos lo sabían de puro antemano… era encantador en cierto punto, cautivador se atrevía a pensar Yuzuki que ya hasta estaba con el pañuelo en mano mientras le decía a su novia "Snif… crecen tan rápido"

Tiffany ya estaba por deprimirse e irse a un rincón al ver que ese par de hermanos no hacían nada, por lo menos hasta que la rubia estrecho su mano amigablemente, también sonriéndole.

-Kagamine Seulgi, mucho gusto- Devolvió el saludo –Pero ya me has de conocer, soy modelo en una revista de ropa conocida a nivel mundial, linda-

-Jamás te he visto en mi vida-

Aura depresiva de Seulgi extendiéndose por toda la habitación en 3…. 2… 1….

-¡A-ay y yo Kagamine Len!- Esta vez fue el turno del gemelo para estrechar su mano evitando con esto la rabieta depresiva de la rubia –Soy la mula de carga de-perdón-querido gemelo de esta engreída-

Ser aceptada por los demás no es difícil Tiffany, toda la gente a tu alrededor es la pura prueba de eso. Las hasta ahora ignoradas novias sólo se miraron felices, no importa si taeyeon las mataba por esto, porque si Tiffany era feliz haciendo nuevos amigos ¿Quiénes eran ellas para prohibirle la felicidad a si querida neko?

-Jum, pues déjame decirte que tú tampoco has de resaltar mucho por tus pechos, PLANA- Soltó Seulgi de repente con una vena roja palpitante. Obvio que la Hwang se molestó por esto.

-¿Ha, me estas llamando plana a mí? ¡Pero si tú estás peor que yo, tabla de planchar!- Contestó grosera, nunca llames a una mujer plana porque hieres su orgullo.

-¡Basta ya, las dos son planas!- Llegó Soo para separarlas e interponerse entre la lucha de titanes que estaba por comenzar.

-¡Cállate que tú también eres plana, Soo!- Gritaron las otras dos.

Silencio prolongado….

-¿¡Qué!?-

-Oh, wow wow wow wooow. Ya basta, todas estamos planas- Esta vez fue el turno para interponerse de Yuzuki, quien no podía creer como es que habían llegado a esto, y una gran gota se resbala por su sien en ese instante –Pero eso es genial, miren, sólo piénselo, así podremos ser famosas formando un grupo musical llamado "Las chicas de Tablón" Len puede ser bajista, él sí que parece tabla-

-Pero si yo soy hombre…- Nadie le puso atención a eso último realmente, pero ese último comentario pareció calmar a las otras tres chicas que le dieron la razón a la peli-morado. Lo cual termino por herir la hombría del rubio.

Es lo que te ganas por convivir con puras mujeres…

________________________________________

Yukari se lo había dicho, Soo se lo había dicho ¡Hasta Yuri y Tiffany se lo habían dicho! Pero sí que tenían razón; si taeyeon no iba dar ese gran pasó, entonces Tiffany sería quien lo daría entonces. Sí lo estuvo pensando, sí se dio cuenta de que sólo ella sería capaz de darlo. Quizá porque era más valiente, quizá porque era mucho más abierta de mente que ella, pero si taeyeon no va a ella entonces ella tenía que armarse de valor e ir hasta taeyeon, hacer que le habrá su corazón y pronuncie esas calidad palabras que había estado esperando todo el tiempo.

Te quiero… ¿Acaso era tan difícil hacérselo saber? Bueno… para una persona como la rubia puede que sí pero… se lo decía siempre que se dejaba besar, o la envolvía en sus delgados brazos, o hasta la vez que se entregaron a la pasión aquel día en el estudio, incluso siempre que venía a buscarla para pedirle que regresara con ella, arrepentida. Además, cualquiera que nos las conociera a fondo, pensaría que están en una relación cuando no es así, pero podrían estarlo si alguna se atreviera a decir ese deseo abiertamente, porque sí, la neko tenía el claro pensamiento de que quizá esa Kim pudiera también estar con ella…

Como algo más.

Se supone que cuando el sentimiento es mutuo muchas veces tenía que darse algo entre esas dos personas, Tiffany más que nadie, deseaba poder considerar a la Luka como su pareja y presumir que había domado al Bloque-de-hielo-Kim ante las narices de todos. Independientemente de su condición de gato, lo seguro es que eso no importaba en lo absoluto, y si tenía razón y no lo hacía, mucho mejor para ella la verdad.

¿Quién dijo que los gatos no tenían derecho a enamorarse?

Oh, claro, aquello era más que obvio; seguramente la primera reacción de la rubia no resultaría ser una de completa aceptación al principio, considerando el hecho de que esa testaruda no estaba segura de sus sentimientos, se le haría un poquito más difícil hacerla entrar en razón para que aceptara de una vez por todas que también la quería. Taeyeon Kim no sabía el significado concreto del "Amor", pero la neko podrá enseñárselo con gusto hasta con caras y gestos si ella así lo acepta, con sus pros y sus contras. Yep, creo que a estas alturas todo valía la pena para ella.

Tiffany salió de la casa ya sabiendo más o menos que hacer, aunque de todas maneras la kif había salido no hace más de casi tres horas, Yukari le contó sobre un lindo lugarcito más al fondo a donde seguramente se fue en su momento de rabieta contra Seulgi.

Hace no mucho le dijo que no sabía lo que sentía, pero puede que ahora darle un empujoncito pudiera hacer que se diera cuenta de ese claro sentimiento que era clara e inevitablemente correspondido. Tiffany lo sentía de ese modo y haría que taeyeon se diera cuenta de él pasase lo que pasase. Estaba decidida pero nerviosa al mismo tiempo, pero las palabras que SeoHyun le decía cuando era pequeña eliminaron todo rastro de nervios en ella.

"El mundo es tuyo, Tiffany-chan"

-The world is mine- Repitió cerrando los ojos, agarrando fuerzas para declarársele a esa peli-rosa idiota –Todo estará bien… ella siente lo mismo por ti, lo sabes- Se dijo a sí misma y abrió los ojos ya decidida -¡Se lo diré!-

________________________________________

Dibujar el paisaje, hace mucho que la rubia no tenía la oportunidad de hacerlo, eso debido a que los lugares de Sapporo no le llamaban la atención en lo absoluto, o simple y llanamente no tenía el tiempo suficiente para hacerlo. El lago, ese bello lago con sus rocas adornándolo junto con la pequeña cascada, era perfecto para entretenerse en ese lugar dibujando algo lindo como eso.

Cierto era que estar aquí le resultaba relajante hasta cierto punto, el verde bosque que a veces le parecía completamente infinito la tranquilizaba, el canto de las aves: Todo parecía acomodado perfectamente para que pudiera retratar alguno de esos bellos paisajes o poder leer las viejas novelas que leía cuando joven a gusto. Por eso decidió estar ahí ahora, llevaba tres horas ahí, pero unas buenas tres horas que valieron la pena completamente; sin nadie que la molestara, teniendo la absoluta paz y tranquilidad que disfrutaba más que nada en este ancho mundo.

Su bloc de dibujo, junto con su lápiz y borrador favoritos, reposaban sobre el verde césped tras haber retratado a la perfección el bello lago frente a ella, y taeyeon, en un momento de relajación donde se recostó sobre el pasto y cerró los ojos, no logró percatarse de que llevaba más de veinte minutos dormida. Fue capaz de sentir unas dulces y delicadas caricias en su cabello, que tiernamente le incitaban a que siguiera durmiendo. Pero por mera intriga en eso momento, abrió un poco los ojos adormilada para averiguar de quien se trataba. Aunque ustedes ya han de saber quién es.

-Shhh, tae-nya, duerme un poco más, anoche te acostaste hasta tarde y estas muy cansada- Oyó la dulce voz de Tiffany retumbar en sus oídos, y la vio ahí, sonriéndole encantadoramente –Me quedare aquí, contigo-

"Conmigo…."

Una grata sonrisa se perfiló en los labios de taeyeon, quien aún adormilada, se acomodó más sobre las piernas de su neko que hasta ahora ella le había prestado para que fueran su almohada. Tiffany también sonrió entrecerrando los ojos sin poder evitar ruborizarse un poco, no todos los días tenía el gran privilegio de ver a la rubia de esta manera, tan tierna y dócil en su presencia. Y hasta ahí todo bien, por lo menos hasta que la peli-roja no pudo soportarlo más e inclinándose hacia ella lo suficiente… depositó un tierno beso en los labios de la otra.

Como alguna escena nostálgica típica de un anime, la suave brisa del viento ondeo aquellos verdosos cabellos sutilmente, que provocaron un cosquilleo en la piel de ambas. Un contacto tan extraño pero a la vez tan agradable era como taeyeon lograba describir los besos de su compañera, acompañando de ese calorcillo que se presentaba en su pecho junto a la sensación de tener mariposas revoloteando por tu estomago libremente. Hay de esas veces que, más que sentir todo esto tan real, llegaba a parecer un sueño que no tenías idea de porque lo soñaste. La diferencia es que bueno, ahora todo era tan real, sólo que todavía no se percataba de ese hecho. Mientras no lo hiciera… se podrá decir entonces que estaba bien disfrutar de él como lo estaba haciendo ahora.

¿Verdad?

Un momento… esto estaba pasando en verdad… Apenas Miku se enderezó en su lugar todavía sonriendo, taeyeon abrió sus parpados de golpe.

-Eh, tae-nya ¡Despertaste!- Exclamó con su típico rostro sonriente… ¿Por qué está aquí?

La aludida la miro desconcertada durante un rato, ahora un poco incomoda. Muy a pesar de eso, la neko siguió revolviéndole los rubios cabellos cariñosamente, ya habiendo puesto en marcha su más grande plan titulado "A por tae-nya" Existían veces en las que volvía a ser muy infantil…

Lejos de quedarse recostada sobre el césped otro rato más, la rubia reaccionó a modo de defensa retirando la mano de aquella gata con algo de brusquedad en sus acciones. Por lo que era Tiffany está ni se inmuto, tenía la certeza de que esto iba a suceder por lo que no le sorprendió para nada aquella reacción por parte de ella; todo lo contrario, estaba justamente esperando eso para que pudiera pasar de la faceta "linda y tierna" a una un poco más… seductora, algo a lo que Kim taeyeon no se pudiera resistir.

-¿A qué te crees que estás jugando, gata estúpida?- Interrogaba la rubia ya sentada con una mirada desconfiada, Tiffany odiaba su apodo pero ¿Qué le iba a hacer?

Todavía sin borrar esa sonrisa de su rostro, volvió a robarle otro rápido beso -¿¡H-ha!?-

-Oh, nada, tae-nya, sólo quería confirmar eso de que te gustaban mis besos-

Justo en el clavo ¿¡Quién rayos le había dado tal dato!? ¿¡Y por qué lo estaba confirmando en su cabeza!? Sintió su cuerpo tensarse de manera inmediata, hasta el punto en que ninguna de los músculos le respondían para pararse y salir corriendo de ahí.

Estúpida neko ¡Mil veces estúpida!

-¿Qué…? Te volviste loca…- Atinó a responder ida, la Hwang sólo rodo los ojos.

-Mou, no soy tan tonta como para no darme cuenta de eso, te calientas demasiado cuando lo hago-nya- Dijo cruzándose de brazos e inflando los cachetes en un mohín de falso enfado.

Ahora sí, esta vez había cruzado la raya de estupideces permitidas; su límite eran tres. Taeyeon balbuceó algo sobre control animal y al fin habiéndole respondido su sistema óseo, dejo escapar de su garganta un gruñido y se colocó de pie dispuesta a irse de ahí. ¡Eso sí que no lo iba a permitir! Apenas terminado de hacer esto, la peli-roja la tomó fuertemente por la muñeca halando de ella hasta lograr que cayera de sentón al suelo. Esto apenas comenzaba y Tiffany Hwang no iba a estar satisfecha hasta ver cumplido su objetivo.

Por si no fuera ya bastante tortura para le chica de cabellos rubios, esta tuvo que arrastrarse hacia atrás con tal de evitar la notable forma en que esa neko loca se le estaba acercando provocadoramente. Bien, lo evitó un rato hasta que sintió su espaldas pegar contra el tronco de un árbol tras ella, impidiéndole escapar de la cercanía con esa peli-roja, quien avanzando a ella gateando iba acortando la ahora poca distancia entre ellas.

Maldijo entre dientes.

La más pequeña se sentó a horcajadas sobre sus muslos para evitar que tratara de escaparse, también aprovechando esto para mantener sus rostros peligrosamente cerca, procurando mantenerse así hasta obtener lo que quería escuchar salir de su boca.

-Tiffany, bájate, te lo digo en serio- Ordenó evitando mirar esos ojos acuosos a toda costa, no quería salirse de control esta vez.

La aludida menor sólo maulló divertida, y tras ronronear tentadoramente a su oído, acarició suavemente su mejilla y la obligo a verla.

-Pero si todavía nos quedan muchos asuntos por resolver entre nosotras ¿Tan rápido quieres irte?- Y juguetona se atrevió a morderle el lóbulo de la oreja, sacando un satisfactorio jadeo involuntario de su parte.

Taeyeon cerró los ojos con fuerza mientras pegaba todo lo que podía la espalda contra el tronco, tratando de evitar esa tortuosa cercanía que liberaba una notable ola de calor contra su impotente cuerpo. Detestaba y al mismo tiempo amaba esa situación que nada más se había formado de repente, pero al mismo tiempo odiaba el sentirse descubierta ante la peli-roja incluyendo el hecho de que no se sentía lista para hablar sobre "ese" tema todavía. La neko poso ambas manos sobres los hombros de ella.

-Ne, te gustan mis besos ¿No es así?- Comenzó con su interrogatorio en un tono pausado –Te gusta que te abrace por las noches, que ronronee a tu oído, y ahora veo que también te gusta que te acaricie el cabello-

Sostuvo la mirada con dificultad ¿Pero qué podía decirle? No tenía argumentos para negar todo eso… estaba contra la espada y la pared. La Kim volvió a tratar de pegarse todo lo que pudo al árbol; Tiffany volvía atacarle repartiendo mordiscos y lamidas por su pálido cuello. ¿No estaba haciendo calor ahí? Entonces la mayor sintió que el aire comenzaba a faltarse en sus pulmones, asfixiándose ella sola al momento que sentía el cálido aliento de su neko golpear sensualmente su cuello hasta subir por su oreja y mejilla. Cierto era que esta es la primera vez en la que la veía comportarse de esa manera, y eso automáticamente provocaba que no supiera que tonta excusa inventarse esta vez para salir viva de esta.

Recordó a leeteuk entonces, con quien mantuvo una relación "amorosa" un tiempo, pero que al compararlo automáticamente con esta chica que la aprisionaba como si su vida dependiera de ello, se daba cuenta de que ese peli-morado jamás la hizo sentir como ella lo estaba haciendo en ese mísero momento. Sin embargo, para cualquiera era sólo cuestión de mirar su relación de reojo para darse cuenta de que taeyeon no lo quería verdaderamente. ¡Claro que no!

Tiffany se relamió los labios, y notando el claro calor que la más grande presentaba en su cuerpo, deslizó su felina lengua por la comisura de los labios de ella, para terminar robándole otro beso un poquito más subido de tono que todos los anteriores -Te gusta tocarme, ¿No?- Cielos… esa pregunta le cayó como tal cual balde de agua fría.

Otra vez volvió a actuar, ahora tomando delicadamente la mano de su compañera hasta deslizarla por su propio muslo, haciendo que esta vez la ola de calor las golpeara a ambas. Taeyeon maldijo las cortas faldas que esa neko idiota acostumbraba usar como si fueran cualquier cosa.

-Cuando tú me tocas… así…- Prosiguió ahora jadeando un poco y con un rubor esparciéndose por toda su cara –Siento como si tus manos me quemaran… pero no puedo conformarme con un simple roce cuando lo haces-

Diablos…

La neko volvió a tomar esa misma extremidad y ahora la deslizó hasta su pecho, permitiéndole que pudiera ser capaz de sentir ese desbocado latir de su corazón que amenazaba con explotar -¿Sabes por qué lo hace, taeyeon?- Tragó saliva con dificultad, y solamente alcanzó a responder con voz temblorosa:

-N-no….-

-Lo suponía, entonces déjame responderte esa duda- Volvió a sonreírle, esta vez para acercarse a su oído nuevamente para poder susurrarle con todo el cariño del mundo –Es por amor, taeyeon…-

Amor.

Fue capaz de pronunciar el nombre de aquel sentimiento completamente desconocido para ella, uno que jamás había experimentado por nadie… Y lo más extraterrestre de todo este caso, es que ella, taeyeon Kim, la persona más insensible que esa gatita haya conocido nunca, estaba pensando que ese sentamiento lo había despertado la chica frente a ella, una persona de su mismo o y para acabarla menor que ella… una muchacha mitad animal. El disfrutar sus besos, sus abrazos, sus ronroneos, pero sobre todo, su compañía, quedaba tan claro para ella en ese momento para ella. Había una respuesta a todo eso, se la acaban de decir, y ahora entendía porque simplemente sentía que ya no podía vivir sin esa peli-roja.

T-tenía que ser amor también ¿No?

Pero… ¿Cómo y por qué ella precisamente?

¿Habrá sido su sonrisa, o simplemente porque fue la única persona que ha demostrado estar dispuesta a seguirla queriendo a pesar del pésimo carácter con la que le trata? O ya de plano los dos ¡Pero seguía sin estar segura de ello! Y ahora estaba debatiéndose entre que contestarle… porque lo que dijera a partir de ahora causaría un gran y último impacto que podría ponerle fin a una posibilidad de volver a ser feliz en la vida… quizá también la última oportunidad de serlo. ¿Existía en serio la posibilidad de ser feliz junto a ella, de volver a confiarle a alguien sus sentimientos después de ocho largos años en los que decidió que el mundo es una completa basura y tarde o temprano te traicionan?

Tal vez…

Entonces, ¿Cuál es tu respuesta, taeyeon Kim?

Los labios le temblaron pero, cuando Tiffany observo que se preparaba para contestarle algo abriendo la boca y dar por completada su misión: Volvió a cerrarla.

-Chicas, Yukari las manda a buscar para la cena y aah…- Len llegó a interrumpirlas en su momento, petrificado en su lugar ante tal escena -¿I-interrumpo algo?-

-No- Negó Tiffany sonriente y bajándose de taeyeon como si nada- Nada-

-¿Nada?- Esta vez preguntó la rubia bien incrédula, observándola con los ojos bien abiertos aun sin desaparecer ese sonrojo de sus mejillas.

-Nada-

Siendo esa interrupción o no… lo cierto es que taeyeon no se pudo decirle sus sentimientos.

________________________________________

4:00 a.m. de la madrugada; la casa era un completo chiquero a tan sólo dieciséis horas de haber sido abandonada por su dueña original, puesto que salió de viaje para pasar todo el fin de semana en la antigua casa donde vivía con sus padres y se quedó completamente sola ahí, decidió aprovechar una de esas pocas oportunidades de libertad que se te presentaban en la vida. Era joven aun al fin de cuentas, Yuri ya se encargaría de arreglar ese chiquero después antes de que regresaran.

El televisor sintonizaba el programa de la pasarela de aquella marca de lencería famosa, con sus modelos de buen cuerpo y alas de ángel pasando por la pasarela frente a las personas; todo la demás casa estaba en penumbras, bolsas de comida y vasos de refresco vacíos se esparcían por toda la sala que apenas era iluminada por la simple luz que provenía del único aparato eléctrico encendido ahí. Y para rematar, ahí sobre el sillón durmiendo a sus anchas: Estaba Yuri kwon.

Aun estando completamente dormida con la televisión a todo el volumen que daba, se estiro en su lugar y se acomodó dándole la espalda al aparato.

Pero por eso no se dio cuenta de la pequeña nota que se había colado bajo la puerta y que ponía en letras apenas legibles:

"Lo sabe. Ya viene"

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Comments

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Itaenylove
#1
Chapter 17: Realmente me encantó el epílogo ☺️
hiciste un gran trabajo con esta maravillosa historia, gracias por compartirla con nosotros ❤️
ana2381 #2
Chapter 17: Demasiado chistoso????
Skyth06
#3
Chapter 17: Fue hermoso la vdd gracias por compartirlo
Skyth06
#4
Chapter 15: Omg *-* muevele taeeerr
Judithp
#5
Chapter 15: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA AMO ESTE CAPITULO!! xDD pinche negris no te puedes callar xDD
soo cada dia consume mas lechuga :/

ahora a esperar el otro capitulo favorito mio xDD

hago spoiler? naaaaa... mejor no xD
Skyth06
#6
Chapter 14: Ya decía q esa profespra daba mala onda ;0;
Itaenylove
#7
Chapter 14: Ya sabia que Era la profesora Sukone ,maldita!!!!!!
Que taeyeon rastreé él celular de fany para encontralar
Actualiza pronto plssssss
mv007842 #8
Chapter 13: Wooooooo hay esta muy buena la historia conti porfa Yuri esta rebelando el pasado de Tiff sige no me dejes haci porfa
Skyth06
#9
Chapter 13: Wtf o_o muy buenooop contii
Itaenylove
#10
Chapter 13: ¿Así que yuri se enamoro de la hermana de tiff ? Seria jessica?
¿Así que contagia lo de tiff?pobre taeyeon,jajaja
¿la familia de tiff esta viva u solo su hermana?
Actualiza pronto plsssssss