Capítulo 28: ULTIMA OPORTUNIDAD

#3 "Sweet Reckoning" (SinRin Ver.)
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Con una respiración profunda en mi pecho y una oración en mi corazón entramos a la cumbre.

Nueve pares de ojos rojos como la sangre se posaron en mí, haciendo que la adrenalina corriera a toda marcha a través de mi cuerpo. Todo el mundo estaba allí, excepto mi padre, Rahab, y Jezebet. Los nueve Duques presentes me miraban con absoluto desdén antes de asentir a Pharzuph con admiración por mi captura.

Pharzuph me empujó hacia delante, con una expresión de orgullo en su rostro, y dijo:

―Ve a sentarte hasta que estemos listos para hacerte frente.

Me moví, sintiendo a mis aliadas muy cerca detrás de mí, y me fijé en nuestro nuevo entorno. Nunca había sido capaz de imaginar esta cumbre: y ahora aquí estábamos. No me hubiera imaginado que esta lucha, en su mayor parte mortal, tendría lugar en una ostentosa sala VIP.

La habitación era toda negra, como el club principal, con similares estrellas parpadeantes por encima de nosotros. La misma música se reproducía aquí, sólo que a un volumen más bajo. Mesas en forma de fases de la luna y asientos de cuero negro moderno llenaban el espacio en el piso. La sala de estar rodeaba una pista de baile circular con una superficie de color negro brillante que reflejaba las estrellas del techo. Al lado de la entrada había un bar con un camarero Neph masculino de mediana edad que no reconocí. Nos ignoró y se centró en los Duques, quienes se reunían alrededor de la barra, hablando y riendo como si este encuentro no fuera más que un evento social.

Largos sofás negros se alineaban en las paredes de la habitación. Fuimos al final del salón y nos sentamos contra la pared. Yerin, yo, Nayeon, y luego Eunha nos sentamos juntos en un sofá. Sowon y Yuju se sentaron en el siguiente. No tuvimos que esperar mucho tiempo para que otros empezaran a llegar. Todos los Neph se acercaban a este otro lado de la habitación, luego se esparcían a lo largo de los sofás en la pared, reconociéndose mutuamente con inclinaciones de cabezas, pero nunca hablando.

Los dos hermanos mayores de Yuju se acercaron y se sentaron junto a ella. ¡Más aliados! Mi esperanza creció a la vista de los tres sentados en el sofá al lado en silencio estoico. Sus hermanos tenían grandes rasgos físicos idénticos a los de ella, pero sus ojos eran de un color marrón oscuro a diferencia de sus ambar.

Una sensación brutal se deslizó a través de mi vientre cuando Caterina entró, el moño ajustado en su cabello pareciendo que podría darle a una persona normal una migraña. Cuando caminó hasta nosotros y se sentó en un sofá en solitario, me sonrió… la sonrisa más espeluznante que he visto nunca. Supuse que ella sabía por qué estábamos reunidos y estaba esperando por ello. Me pareció que las gemelas estaban lanzando miradas asesinas hacia ella, por lo que le di a Nayeon un discreto codazo en el brazo para que se detuviera.

El Duque Jezebet entró entonces, y Caterina se enderezó más, mirando al Duque de las Mentiras con adorada reverencia. La mujer rusa impresionante en su elegante traje gris ni siquiera miró a su hija. En cambio, escaneó a los Neph hasta que me encontró. Nuestro contacto visual duró sólo un breve momento, pero al ver la falta de odio en sus ojos y sabiendo que era una aliada me levantó el ánimo, aunque también me hizo anhelar a mi padre.

Sentí a Yerin tensarse a mi lado cuando Pharzuph y Astaroth miraron en nuestra dirección. Entonces Astaroth dio una sacudida de cabeza y volvieron a beber. Nayeon inclinó su cara hacia mí y Yerin, inclinándose hacia adelante lo suficiente para comprobar nuestro vínculo. Dio un pequeño asentimiento. Estábamos bien. Yennie se volvió a relajar. Eso me hizo preguntarme cuánto tiempo duraría su agitación y ocultaría el vínculo. Probablemente no mucho. Todos nuestros secretos serían revelados pronto.

Ver a los Duques socializar, sin preocuparse por la denominada chica mercenaria Neph, me dio una extraña sensación de determinación. Ellos creían que eran intocables. Veían a su enemigo esta noche tan solo como una niña. Una chica estúpida que podría estar trabajando con alguien, pero su completa falta de preocupación mostraba su defecto más débil.

Estúpido orgullo. Lo usaríamos en su contra.

A pesar de mi alentada determinación, mi cuerpo todavía respondía a los nervios traicioneros cuando pensaba en cómo ya no tenía la espada, y no tenía idea de qué otra manera físicamente podría deshacerme de estos demonios. Yerin rebotó su pierna contra la mía cuando empecé a masticar la uña de mi pulgar. Dejé caer mi mano. Bueno. Nadie iba a tratar de matarnos en este mismo instante. Me enderecé.

Un joven asiático entró con un emblema verde, viéndose como si pudiera ser un modelo chino, Melchom, el Duque de la Envidia. Su cabello negro brillante tenía unos pocos centímetros de largo y su estilo era muy parecido al cabello negro de Sowon. Eché un vistazo a Sowon, quien estaba mirando al nuevo cuerpo de su padre con asombrado horror. Rápidamente encubrió su expresión facial cuando Melchom miró hacia ella y asintió con la cabeza. Sowon le devolvió el gesto.

A medida que los Duques se relajaban, bebiendo y riendo, todas nos quedamos mirando en blanco por la habitación, haciendo nuestro mejor esfuerzo para no llamar la atención hacia nosotras mismas. Conté diez de los doce Duques.

Entonces el Duque Rahab entró con su profundo emblema púrpura, y un silencio se instaló. Juro que un escalofrío recorrió la habitación cuando el Duque del Orgullo nos estudió, parpadeando de color rojo brillante durante todo un segundo cuando me vio hasta que él mismo se compuso. Se volvió hacia sus compañeros y sonrió con fuerza. Alguien apagó la música. Marek llegó a través de las puertas detrás de Rahab y las cerró, bloqueándola desde el interior y resguardándola. El momento de silencio fue ensordecedor.

Rahab hizo un gesto a los Duques en el bar, y todos se presentaron en el salón, sentándose en las mesitas que rodeaban la pista de baile. Rahab caminó hacia el centro del círculo negro y se detuvo con las manos entrelazadas detrás de la espalda como un dictador. Parecía haber envejecido desde que lo había visto hace año y medio, su cara viéndose demacrada y demasiado severa para lucir guapo. Era un hombre alto y elegante, pero demasiado delgado. Me sorprendió que aún no hubiera optado por un nuevo cuerpo. Tal vez su exceso de orgullo le hacía aguantar más tiempo que los demás.

Empezó a hablar en su rica voz, fuerte, con acento francés.

―Buenas tardes, hermanos… y hermana ―dijo―. Gracias por su presencia en tan poco tiempo. Esperamos resolver este asunto delicado lo más rápido posible para que todos podamos pasar a cosas más agradables. Nuestra ciudad favorita espera. ―Hubo risas y sonrisas―. Empezaremos por convocar al mensajero Azael para supervisar esta cumbre e informar a nuestro Señor Lucifer a la conclusión de nuestros eventos.

Me preparé cuando un silbido increíblemente aterrador llenó el aire. Azael con sus rasgos de león ascendió a través del suelo negro brillante justo en frente de Rahab. Sus alas abiertas de par en par por un momento antes de cerrarse firmes a su nebulosa espalda. La vista era chocante, pero estaba tan contenta de tener a Azael presente.

―Gracias por estar con nosotros, Azael ―dijo Rahab―. Esperamos no retenerte mucho tiempo.

El espíritu demoníaco inclinó la cabeza en un movimiento de cabeza.

A los Duques, Rahab dijo:

―Vamos a convocar a los Legionarios.

Otra vez con la horrible cacofonía de silbidos. En el momento justo, las paredes negras comenzaron a arrojar espíritus llenos de humo en el salón desde todas las direcciones. No podía esperar a que se fueran. Para siempre.

La habitación se atenuó a medida que se llenaba con los espíritus, por lo que encendí mi visión nocturna al máximo.

Cuando todo el mundo estuvo en silencio, Rahab miró hacia las puertas.

―Hijo de Shax ―le dijo a Marek―. Estás a cargo de escuchar cualquier interferencia durante el presente procedimiento. Los acontecimientos de esta noche requerirán toda la atención de los Duques. ¿Entendido?

―Sí, señor ―dijo Marek, con una ligera reverencia.

El arrepentimiento me inundó al pensar en nuestro aliado perdido, Flynn, y cómo el vigilar la puerta habría sido su trabajo. Hubiera sido una gran ventaja.

Rahab miró por encima a la multitud, el ceño fruncido en su rostro mientras observaba a los cien Nephilim adicionales. Cuando sus ojos se detuvieron en mí, se volvieron de un rojo intenso.

―En verdad ―dijo―, nunca creí que esta cumbre sería convocada. Pero, por desgracia… la gran profecía está sobre nosotros. Podemos agradecer al hermano Pharzuph por su rápido trabajo al traer a un traidor a la justicia esta noche.

Los murmullos estallaron alrededor de la habitación, de Duques y Nephilim por igual. Rahab le hizo señas a Pharzuph de unirse a él.

En vez de ir al lado de Rahab, Pharzuph se desvió a la pista de baile, paseándose hacia mí con una sonrisa arrogante.

Aquí vamos. Mis entrañas cayeron a mis pies.

Me senté con la espalda recta, sin moverme, manteniendo los ojos fijos en Pharzuph a medida que se acercaba. Cuando llegó a mí y vio que yo no iba a acobardarme, me agarró del brazo y me puso de pie.

―Crees que eres valiente incluso sin tu arma, ¿eh? ―Me miró con disgusto―. Ya veremos.

Me mantuve firme cuando me atrajo hacia el centro de la habitación. Mi pecho y cara ardían, pero hice mi mejor esfuerzo para no mostrar ningún temor. Pharzuph me soltó, limpiándose la mano en su camisa y me dejó entre ellos dos. Rahab me miró con gran repugnancia.

―Todos ustedes pueden ver su emblema ―dijo Rahab―. Teníamos la esperanza de que fuera un subproducto de ser ignorante de su legado durante tanto tiempo, pero incluso después de haber trabajado estos últimos dos años, su emblema aún tiene el blanco de la inocencia. ―Escupió la palabra―. Primero, los ángeles intervinieron para mantenerla con vida, y luego su padre desaparece cuando intentamos interrogarlo. Pero una vez que nos hagamos cargo de su descendencia encontraremos a Belial, y él lidiará con nosotros. Y será quemado por sus métodos traicioneros.

Esperaba que los Duques se animaran ante esto, pero permanecieron en silencio, observando con expresiones desencajadas a medida que digerían la forma en que todos habían sido engañados por uno de los suyos y su descendencia.

―¿Cómo puede estar pasando esto, hermano Rahab? ―preguntó el padre de Sowon, Melchom―. ¡La profecía era un mito! Hablaba de una Nephilim mitad luz y oscuridad. Todos sabemos que eso no es posible.

―¿En serio? ―preguntó Rahab resueltamente―. Tenemos razones para creer que hace dieciocho años, un ángel de la guarda rompió filas y poseyó a un ser humano para estar con un Duque. ¿Algunos de ustedes pueden recordar al ángel Jessica y su emotivo vínculo con Belial?

―¡Ese traidor! ―bramó Sonellion, el Duque del Odio. Golpeó el puño contra la mesa, haciéndola tambalear. Los ojos de Sonellion se encendieron de rojo brillante, junto con varios otros pares de ojos entre los Duques. Mi respiración se atascó cuando sus voces se levantaron en ira hacia mi padre. Esta era ira sin escrúpulos. No habría forma de razonar con estos demonios.

Respira, me dije. Sólo respira. Miré por encima de mí a donde Azael se cernía, observándome atentamente.

―Espera ―dijo una voz suave. Todos se volvieron hacia Alocer, el padre de Yuju―. No estoy convencido con esta supuesta profecía. ¿Cómo sabemos que es verdad? ¿Qué pruebas tenemos?

Rahab frunció el ceño.

―Como ustedes saben, siempre he tenido la confianza de nuestro príncipe de las Tinieblas. Me llamó ante él para contarme de la profecía dicha por medio del apóstol Pablo. ¿Te atreves a dudar de él?

―Por supuesto que no ―respondió Alocer, entrecerrando los ojos en Rahab―. Pero me atrevo a dudar de su fuente para esta información. ¿Quién fue testigo de esta profecía? ¿Además del ángel de la guarda del apóstol?

―Un susurrador de confianza. ―Los Duques estallaron en gemidos, y Rahab tuvo que levantar la voz―. Nuestro Señor tomó la profecía con la mayor seriedad posible, ¡y ustedes también deberían!

―Dinos, Hermano ―dijo Jezebet―. Recuérdanos una vez más las palabras de la profecía. ―Ella se inclinó sobre la mesa y golpeó una uña con manicura a la francesa contra su labio inferior.

―La profecía declaraba ―comenzó Rahab―, que un Nephilim nacido tanto de un ángel y un demonio sería el instrumento utilizado para un fin traicionero a nuestra especie. Predijo que este niño enviaría a cada ángel oscuro a las cadenas del infierno por el resto de la eternidad. ―Sus ojos lucían salvajes, y mi cabeza empezó a dar vueltas―. ¡Esta… infante es el Nephilim profetizado enviado por Dios para librar la tierra de nosotros! Esto… ―Corrió dramáticamente una mano de arriba abajo por mi cuerpo―, ¡es lo mejor que Dios pudo hacer en su momento de desesperación!

Un fuerte ruido de gritos y risas se levantó. Esperé a que Rahab contara el resto de la profecía, pero no lo hizo. Sólo se quedó ahí pareciendo presumido. Y entonces me pregunté… ¿siquiera conocía la profecía completa? ¿La parte de su posible redención?

Miré hacia mis aliadas, quienes estaban todas sentadas en el borde de sus sillas. Yerin parecía preparada. Yuju me dio el asentimiento más ligero, casi imperceptible. La intensidad de sus ojos en mí fue un empujón. Era la hora. La audacia me tomó por las cuerdas vocales.

―¡Hay más! ―interrumpí a los Duques fuertemente―. ¡Les van a dar a todos una segunda oportunidad en el cielo!

Me tambaleé hacia un lado en el suelo por la fuerza del dorso de la mano de Rahab en mi rostro. Mi mejilla latía con dolor. Me había olvidado de lo mucho que le gustaba pegar.

Mis aliadas estaban de pie ahora, y un repentino temor se disparó a través de mí por Yerin. Estaba lista para luchar.

Rahab se cernió sobre mí, mirándome con pura maldad

―¡Tú. No. Hablarás!

―¿A qué estamos esperando? ―gritó Thamuz―. ¡Matémosla! No hay ángeles para que nos detengan esta vez.

Gritos de asentimiento llenaron el aire. Me quedé en el suelo, observando para ver cómo se desarrollaría.

―¡Espera! ―gritó Melchom―. ¿De qué está hablando?

―¡Mentiras contra nuestro Señor! ―dijo Rahab.

―Deja que Jezebet decida si está diciendo la verdad o no ―sugirió Alocer.

Sonaron gruñidos, pero nadie detuvo a Jezebet mientras entraba con gracia al suelo circular delante de mí. Me levanté, y ella agarró mi mandíbula en los dedos delgados de una de sus manos.

―Habla ―dijo, y observó mis ojos.

Hablé tan fuerte como podía con sus uñas clavándose en mi piel, pero mantuve mis ojos entrelazados con los suyos azules cristalinos para que pudiera sentir mi completa honestidad.

―Hay más en la profecía. Dios está dispuesto a perdonarlos y aceptarlos de regreso al cielo. Pero aquellos que elijan permanecer contra él serán condenados al infierno para siempre, tal como ha dicho Rahab.

La habitación se quedó en silencio mientras los ojos de Jezebet se entrecerraban en mí, pero los susurradores encima de nosotros se movían como nubes de tormenta. Me miró mientras hablaba, aligerando su agarre y dejándome ir.

―Dice la verdad.

Los Duques se pusieron de pie ahora, gritándose los unos a los otros sobre esta nueva posibilidad. Miré a Yerin, quien observaba la escena que se desarrollaba con una firmeza perspicaz. Luego pensé en Tiff y Jessica, y todo el amor que me habían dado en mi vida. Había sido salvada de la muerte una vez en una cumbre. ¿Quién era yo para dudar que no ocurriera el mismo milagro otra vez? ¿Y si no ocurría? Entonces era mi hora. El temor o la muerte ya no tenían sitio en mi corazón. Los aparté, los dejé ir, y permití que la confianza que se deriva de la libertad se vertiera a través de mí.

―Gracias, Jezebet ―dijo Pharzuph, gesticulándole para que tomara su lugar otra vez.

Jezebet miró una última vez a mis ojos, sin ningún rastro de maldad en los suyos, y volvió con los otros Duques. Se estaban volviendo unos contra otros, las voces volviéndose más frenéticas y exaltadas.

―¿Y si es verdad? ―preguntó Alocer. Miró hacia sus hijos, quienes se encontraron con sus ojos esperanzados.

―¿Después de todo este tiempo? ―preguntó Melchom sin creérselo.

―¿A quién le importa? ―gritó Kobal, el Duque de la Gula―. ¡No voy a volver ahí!

―¿Por qué has omitido esto, Rahab? ―preguntó Shax.

―Les he contado toda la profecía tal y como me la contaron a mí. ―La paciencia de Rahab se estaba agotando.

Jadeé cuando mi cabeza fue echada hacia atrás en el aire, contra el cuerpo de Pharzuph con una mano en mi garganta mientras el otro brazo rodeaba mi caja torácica, pegando mis brazos a mis costados.

―¿Quién te dio esta información? ―demandó.

Apenas podía decir las palabras.

―Una monja… una Nephilim descendiente del ángel de apóstol Pablo.

―¡Imposible! ―gritó Rahab―. Habríamos sabido si hubo una descendiente del viejo en la tierra. ―Pero su tono estaba afectado por sus propias dudas.

La multitud estaba empezando a desenredarse, y tenía que saber que los estaba perdiendo. Echó la cabeza hacia atrás y dejó salir un extraño silbido, llamando a uno de sus susurradores.

―¿Es verdad? ―preguntó Rahab―. ¿Hubo una Neph de la luz? ―Todos estaban en silencio mientras el espíritu susurraba directamente en la mente de Rahab y él respondió en alto―: Oh, ¿no pensaste que esto era importante? ¿En serio? ¿Una Nephilim angelical no supervisada? ¡Me importa una mierda lo inofensiva que pareciera, o si nunca se fue del convento de monjas! ¡Aléjate de mí, idiota insípido! ―Lanzó una mano, y el espíritu se disparó hacia la nube oscura de Legionarios.

―Ahora no importa ―dijo Pharzuph―. Tenemos a la chica. Y qué raro lujo poder frustrar un plan de Dios.

Rahab se refirió a los Duques más alto ahora, mientras Pharzuph continuaba su apretado agarre en mi cuello y cuerpo.

―¡Ninguno de nosotros aquí puede entrar al cielo otra vez a menos que lo tomemos por la fuerza! Esta estúpida chica está equivocada. Lucifer tiene el poder ahora. No tenemos ninguna lealtad hacia el débil. Pensó que podríamos ser engañados por este rostro dulce, pero ¡tenemos pruebas de que busca nuestra destrucción! Tenía en su poder la ardiente Espada de la Justicia. ¡Ha matado a tres de nuestros espíritus sólo esta semana!

Hubo jadeos de horror y gritos desde arriba.

Pharzuph continuó agarrándome fuertemente contra él mientras Rahab se mantenía cerca.

―¿Dónde está? ―preguntó Sonellion.

A través de los dientes apretados, Pharzuph comenzó:

―Fue recuperada…

―Por mi hijo ―interrumpió Shax orgullosamente.

―Y desechada ―terminó Rahab. Los Duques y susurradores se hincharon con alivio.

―¿Cómo ha sido capaz de empuñar la espada? ―preguntó Alocer.

Pharzuph exhaló y negó con la cabeza.

―No lo sabemos. Pero lo hizo. Un susurrador fue testigo.

Más murmullos y susurros mientras la confusión y el temor se extendían.

Los ojos de Thamuz brillaban con un carmesí enfermizo mientras me miraba.

―Basta de juegos. Quiero sangre.

―Sí, hermano, habrá sangre. ―Pharzuph se rió―. La saborearemos. ―Lamió el lóbulo de mi oreja y me estremecí―. Ni siquiera la tendré yo primero ―ofreció con gracia―. Ella es mi pequeño regalo para ustedes, hermanos. Solo tengan cuidado de no matarla todavía porque tiene que sufrir de cualquier manera posible. El cielo está observando. Vamos a darles un espectáculo.

Cerré los ojos.

―Yo primero ―se ofreció uno de los Duques. Reconocí ese acento australiano.

―Por supuesto que dirías eso, Mammon, cabrón codicioso ―dijo Pharzuph y hubo risas.

Abrí los ojos otra vez, intentando ver a mis aliadas. Todas estaban de pie ahora, Yerin habiéndose movido hacia delante, pero los Duques no parecieron notarla o que les importase.

Mammon entró al círculo, seguido de Thamuz y Sonellion. El odio no adulterado llenaba sus ojos.

Oh, Dios, por favor ayúdame. No sabía cuánta tortura podría soportar. ¿Me cortarían? ¿Violarían? ¿Me quemarían?

No. Yerin y las otras no dejarían que llegase tan lejos.

Estúpidamente luché contra el fuerte agarre de Pharzuph mientras nos volvía hacia los tres Duques.

―Padre… ―llamó Yerin desde detrás de nosotros. Reconocí la advertencia en su voz.

Sin volverse, Pharzuph gritó:

―¡Ahora no!

Fue un testimonio de lo concentrados que estaban en su sed de sangre que a ninguno de los Duques pareció importarle que un Neph hubiera hablado en esta cumbre.

Mammon se cernió sobre mí como un monstruo gigante con la boca hecha agua con un hambre feroz y emoción en sus ojos. Su reloj de oro y sus collares carecían de brillo en el cuarto oscuro. Se acercó más, desabrochándose su pantalón, lo cual respondía a mi pregunta de cuál sería la forma de tortura que había elegido para mí.

―No ―gemí.

―Sí. ―Pharzuph se rió.

Mammon estiró una mano y me agarró por la nuca para acercarme a él, y ahí es cuando pasó. En mi periferia vi un rápido giro de plata, de punta a punta. Hubo un zumbido cerca de mi rostro, y un húmedo ruido sordo. En un momento, Mammon estaba de pie delante de mí, y al siguiente se tambaleaba hacia atrás con una cuchilla alojada profundamente en sus ojos.

Su boca formaba una redonda O, y cayó a sus pies, inclinándose hacia atrás mientras su chirriante espíritu oscuro luchaba para salir de su cuerpo. Pharzuph me tiró hacia atrás por el cuello y nos hizo girar en dirección a Yerin. Se volvió hacia su hija con una ira que sacudió la habitación.

―¿Qué has hecho?

Yerin se cuadró, de pie firme, ya con otro cuchillo en la mano. Le dio la vuelta en su palma antes de cogerlo otra vez.

―Sólo un poco de agua bendita en la hoja ―habló casualmente, pero sus ojos eran temibles.

El rostro de Mammon golpeó el suelo con un ruido sordo y su espíritu se cernió sobre su cuerpo como si estuviera quemándose. Eso es por tu hijo, Flynn, pensé.

―Vuelve al infierno, hermano ―gritó Rahab al espíritu―. Los efectos benditos arderán ahí.

El espíritu de Mammon se lanzó por el suelo, y la habitación se llenó de un silencio espantoso.

―Tú ―le susurró Pharzuph a Yennie. Sus ojos estaban rojos brillantes. Se acercó más a su hija, arrastrándome―. Confiaba en ti.

―No, no lo hacías ―dijo Yerin.

Los ojos de Pharzuph se ampliaron, y la habitación jadeó ante la audacia de Yennie al responderle.

―¡Pequeña y sucia idiota! ¡Tenías más potencial que todos mis pasados hijos combinados! ¿Cómo has podido dejarte seducir, como una perra, por una  Neph? ¡Eres un fracaso!

El rostro de Yerin pareció dolido por una fracción de segundo.

―¡Mátenla! ―demandó Rahab. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho. ¡No! Intenté alejarme, pero no fue necesario.

Mientras Yerin movía el cuchillo entre sus dedos, nadie hizo un movimiento.

Cobardes, pensé. Todos ellos. Podían haber abatido a Yerin si lo hubieran querido, pero sabían que tendría tiempo para matar a uno de ellos si intentaban alcanzar sus armas, y ninguno estaba dispuesto a sacrificarse. Incluso Pharzuph me usó como escudo, poniéndome de cara a Yerin y manteniendo su rostro cerca de mi cabeza. ¿Qué diría Lucifer si pudiera ver a sus intrépidos líderes ahora?

Sus razones egoístas trabajaron en nuestro favor, y por eso estaba agradecida. Yerin me obser

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Comments

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TsunYerin #1
Chapter 32: No tentó palabras para describir éste último capítulo. Lo juro. Estoy que no me aguanto las lágrimas. Sin SinB pudiera ver mis colores, creo que sería todo un caos total. Jajajajajajajaja
GRACIAS por traer ésta historia a nosotros con ésta hermosa pareja. Es perfecta. Espero no ser la ultima vez que te vemos por estos lares con fics de couples de GFriend.
MUCHÍSIMAS GRACIAS.
(Divulgaré éste fic hasta no poder mas. Lo juro!)
TsunYerin #2
Chapter 29: Sinb vestida así y poniéndose ruda, es taaaaaaan ella.
"Esos demonios pueden besar mi trasero celestial".
JAJAJAJAJAJAJAJAJA SINB, TE AMO.
TsunYerin #3
Chapter 27: JAJAJAJAJAJAJAAJAJA
SinB borracha xD
Pobre Yerin, ésto se va a descontrolaaaar.
shootinthe-moon
#4
Chapter 33: Gracias por adaptar esta fic a SinRin. Se necesitan mas sinrin fics en el mundo con lo gay que es Yerin. Es una de las fics mas completas que he leido en un largo tiempo y de verdad gracias por dar tu tiempo y dedicarte a esto.
Tambien, te queria agredecer por continuar aportando a los Buddies con fics de calidad. Se que tu adaptacion de 97line va a estar igual de excelente que esta. :)))
Rachel69 #5
Gracias por esta increíble saga *-* Te amo por haberla adaptado. Sin duda me ha dejado una mezcla de sentimientos,entre tristes y alegres;por ello,te felicito. Por tu arduo trabajo y por el tiempo que has gastado.
Pd: Tiffany ㅠ.ㅠ fue demasiado cruel su muerte. Lloré mucha en esta parte
Me hubiera gustado que Nayeon no muera,pero la felicidad no siempre es completa :'( Al menos Eunha tendrá a Caterina,ni idea cómo entablaron lazos,pero supongo que por algo paso :')
Me dejas con deseos de más fanfics de Gfriend. Muchas gracias,otra vez,por todo.
Soo_love18
#6
Chapter 31: Hay tantas cosas que quiero decir (ಥ_ಥ)
Primero que nada muchas gracias por traer esta historia y adaptarla al SinRin
Me siento algo vacía con este final (づ-̩̩̩-̩̩̩_-̩̩̩-̩̩̩)づ
De igual forma esto es un hermoso final asdasdasdas
Quiero decir mas cosas
Pero no se que decir jajaja
Espero puedas traer mas sinrin
Te súper amo por esto
FELIZ NAVIDA!
Las chicas lo cantaron en español muri aggg
Llore por la muerte de Tiff
Me partió el alma (╥_╥)
Me sorprendí como Eunha reaccionó con Caterina pero me alegro
Aish
Gracias nuevamente por esta historia
Voy a llorar a un rincon porque ya termino (ಥ_ಥ)
chaerajeiljalnaga #7
Chapter 31: Nunca comente en este fic pero hoy llegó el día porque ¿cómo voy a irme asi como asi sin decir nada a la persona que subió la historia mas linda de Sinrin que he leído?
Primero que nada gracias por esta historia, de verdad me gustó akslkf no dormía solo por leerla xd y me reía mucho igual hasta que murió Tiff :-( bueno fuera de eso me gusto veryveryvery much ahhdks gracias de nuevo y no puedo esperar ver que mas subes en el futuro.
FELIZ NAVIDAD TAMBIÉN PARA TI~! ♡
Soo_love18
#8
Chapter 23: Aaaaah
Mierda Tiff joo no porfavor Σ( ° △ °|||)︴
Todo tan hermoso, el sueño de Sinb los niños el vivir justas, las palabras de Yenni al final (ಥ_ಥ)
Para que después pase todo eso
Omg!
No puedo creer que esto se está acabando
TE SÚPER AMO POR ADAPTARLO AL SINRIN
Estoy muy agradecida por tu trabajo al traducir la historia
Cuando acabe por completo la volveré a leer una y otra ves
Esta es una de esas historias que no cansa y vale la pena♡
Gracias ♡♡♡
TsunYerin #9
Chapter 23: AZOPOTAMADREEEE!!!!
sentí que Fany ya no la contaba :'v ... Aeeeeeedeeeeoj mi corazón, we!
"Me quedaré contigo". YERIN, TE AMO.
ya valió madres amigos. Se viene la batalla final.
Te juro que te amo por tomarte el tiempo para traerno ésta historia. <3
Rachel69 #10
Chapter 23: .o. :O
....
No mueran,por favor!
Pd: No tengo palabras...Todo surgió tan rápido que no me lo esperaba...