CAPITULO 56(+18)

♥ALL FOR LOVE♥

Capítulo 56

 

Sulli se encontraba leyendo una revista en sala de espera, esta esperaba a hye sun minho le había pedido que por favor se haga un chequeo, no era normal su estado de ánimo.

- como quiere que me encuentre bien después de todo lo que ha pasado… solo necesito sentirme tranquila… dijo sulli cerrando la revista, esta observo la gente a su alrededor.

- mamá… cuando podre conocer a mi hermanito… dijo una niña sonriendo a su mamá.

- en tan solo 3 meses más… ya lo tendremos con nosotros… camina linda… tenemos que ir a casa… papá nos espera… dijo la mujer, sulli suspiro, de pronto vio a hye sun salir de su consultorio.

- te toca… dijo sonriendo, sulli sonrió.

- la verdad es que esto me parece innecesario… dijo sulli sentándose.

- un chequeo nunca es algo innecesario… creo que es bueno que estés pendiente acerca de tu salud…

- tu también vas a comenzar con eso…

- soy doctora que espera… bien… habla… que sucede... dijo hye sun apenas termino de llenar la historia clínica.

- bueno… últimamente… he estado cansada… no tengo apetito, y cuando lo tengo trago en cantidades, tengo muy mal humor… me siento ansiosa… hye sun esto tiene a minho preocupado… tienes que decirme que es lo que pasa… aunque estoy segura que es una simple anemia… y nada más…

- una simple anemia… ninguna anemia es simple… quiero que te quede claro…

- lo se… pero la anemia se cura… además… todo lo que está pasando… no me siento bien por eso…

- cuando fue tu último periodo… dijo hye sun mirándola.

- bueno… tengo un retraso de dos semanas… pero eso no quiere decir que esté embarazada… créeme que he pensado en todo… me hice una prueba y salió negativa…

- no siempre las pruebas de embarazo caseras son efectivas… dijo hye sun sonriendo.

- mejor hagamos un descarte… llamero a mi asistente… dijo hye sun tomando el teléfono.

- doctora…

- kristal… quiero que lleves al laboratorio a la señora… prueba de sangre y embarazo… y también quiero que alistes la sala de ecografías… es todo…

- es una pérdida de tiempo hye sun… dijo sulli marchándose.

- el título de doctora lo tengo yo cariño… dijo hye sun sonriendo, después de casi dos horas sulli obtuvo el resultado de sus exámenes.

- toma… dijo sulli sentándose.

- bien… veamos… si es positiva… ahora mismo iremos con la ecografía… dijo hye sun abriendo el sobre.

- y bien… dijo sulli impaciente.

- felicidades sulli… vas hacer mamá… dijo hye sun sonriendo, sulli la observo sorprendida.

- dios… no puedo creerlo… es enserio… no hay ningún error… dijo sulli al borde de las lágrimas.

- no… no estas contenta…

- estoy más que contenta… dijo sulli sonriendo.

- lo imagine… ahora vallamos a ver cuánto tiempo de embarazo tienes… minho estará feliz… dijo hye sun marchándose junto con sulli, la enfermera ayudo a sulli a prepararse para la ecografía, sulli aún no lo podía creer.

- minho me dijo que podía estar embarazada… pero mate todas sus esperanzas con la prueba casera…

- pues ahora está más que confirmado… mira ahí está… es pequeñísimo, esta tan mono… dijo hye sun sonriendo.

- es una haba… mira es como un semilla… dijo sulli sonriendo.

- que insensible eres… él tiene razón esto está que te afecta… espera… que es esto… dijo hye sun.

- pasa algo con mi bebe… hye sun que sucede…

- no puede ser verdad… dijo hye sun sonriendo.

- que sucede… estas asustándome…

- son dos bebes… mira aquí está el otro… dijo hye sun mirándola sorprendida, sulli no aguanto más y rompió en llanto.

- felicidades en doble… minho estará feliz…

- dos bebes… dios… minho estará realmente contento…

- veo que se esforzaron mucho… dijo sonriendo.

- eres una tonta… dijo sulli sonriendo.

Hye sun acompaño a sulli hasta el estacionamiento, sulli no dejaba de expresar lo emocionada que estaba al saber que estaba embarazada.

-me alegra mucho verte tan feliz… dijo hye sun cerrando la puerta del auto.

- no te ha llamado… dijo sulli mirándola.

- tengo que darle tiempo… después de lo que su madre hizo… tiene a la prensa encima suyo… tuve que prohibir el ingreso de la prensa al hospital… dijo hye sun.

- ya verás que todo se soluciona…

- lo se… ve a decirle la maravillosa noticia a minho… nos vemos… dijo hye sun sonriendo, en el transcurso a casa, sulli no podía dejar de pensar en cómo decirle a minho que estaba embarazada.

- señora llegamos… dijo su chofer abriendo la puerta del auto.

- gracias… dijo sulli bajando, esta camino hacia la entrada de pronto alguien la detuvo.

- hola… dijo woo bin mirándola.

- que estás haciendo aquí… dijo sulli seria.

- solo quería ver como estabas…

- yo estoy magnifica… ahora si me disculpas tengo que irme…

- puedo ayudar a minho a probar su inocencia… dijo woo bin haciendo parar a sulli.

- que has dicho…

- puedo ayudarlo… todo depende de ti… si estas interesada… ya sabes dónde encontrarme… dijo woo bin, sulli se quedó observándolo mientras este se marchaba.

- señora suba por favor… dijo su seguridad, sulli desconcertada subió hasta la suite.

- que fue lo que te dijo… dijo minho furioso.

- hola cariño… estoy perfectamente bien… como te va a ti… dijo sulli dejando su bolso en el sofá.

- no me vengas con esa mierda sulli… mis hombres me informaron que woo bin se te acerco… por qué y para que… dijo minho.

- estas espiándome…

- se llama protegerte cariño…

- puedo cuidarme sola…

- no, no puedes… así que ahora dime que fue lo que te dijo… dijo minho furioso.

- ni siquiera vas a preguntarme como me fue con hye sun… no te preocupa eso… dijo sulli mirándolo.

- cómo puedes pensar que no me preocupa tu salud… claro que me preocupa… dijo minho mirándola.

- dice que él puede limpiarte de este problema… y que solo depende de mí… dijo sulli entrando en la habitación.

- es un maldito… hijo de puta… te prohíbo terminantemente que vayas a verlo… dijo minho siguiéndolo.

- créeme que no sería tan idiota de ir a verlo… dijo mirándolo.

- yo solucionare el problema… tú no tienes que preocuparte por nada… simplemente no quiero que te le acerques…

- lo entiendo minho… no me le acercare… dijo sulli mirándolo.

- prométemelo…

- no te prometeré nada… tienes que confiar en mi…

- confió en ti… pero no en el…

- ya fue suficiente… sé que todo esto te está estresando tremendamente… y hago todo lo que puedo para entenderte… pero también te pido que me entiendas a mi… me tienes totalmente al margen de todo lo que está pasando, entiéndelo de una vez por todas… no voy a dejarte… no voy a irme… si piensas que esta vida no es la que merezco… tú no puedes cambiarla… esto es lo que yo escogí… escogí estar a tu lado… es tan difícil de entender… dijo sulli molesta.

- solo quiero que estés bien… y que este conmigo…

- estoy contigo… todo esto no te dice algo… dijo sulli.

- lo siento… dijo minho saliendo de la habitación.

Sulli sumamente frustrada y enojada, se fue directamente a la cama, horas después esta sintió un vacío en la cama, sulli soñolienta observo la hora, eran apropiadamente 4 de la madrugada, esta se levantó.

-ven a la cama es tarde… dijo sulli al ver a minho sentando en el mueble.

- no tengo sueño… regresa a la cama…

- tengo frio… tenemos frio… necesitamos que nos abraces… dijo sulli, minho la observo.

- hablas en plural linda… vuelve a la cama… en un minuto voy… dijo minho apenas sonriendo.

- te lo prometo… dijo sulli mirándolo.

- no es necesario que lo hagas… ya me has demostrado mucho…

- tu también… tengo algo que decirte…

- que sucede… por cierto como te fue con hye sun… te dijo que es lo que pasa… y a que se debe tu cansancio…

- estoy embarazada… y eso no es todo… serás doblemente papá… me embarazaste por partida doble… fieldades… ahora cambiaras paneles… dijo sulli sonriendo.

- dios… nena… dijo minho parándose y abrazándola rápidamente.

- tengo 3 semanas… dijo sulli mientras minho la besaba.

- nena… gracias… gracias… te prometo que no seré un imbécil… dios estas embarazada!!! Dijo minho besándola.

- ahora si regresaras a la cama… tenemos frio y somos tres ahora… dijo sulli sonriendo.

- claro que si… todo lo que quieran… todo dijo minho sonriendo.

 

Horas después…

 

Al enterarse sobre el secuestro de la hermana de jessica, rápidamente hicieron todo para encontrarla, estos con ayuda de algunos amigos pudieron encontrar a kristal a las afuera de la cuidad, sus captores al verse acorralados la dejaron amordazada cerca de un riachuelo, esta fue llevada al hospital en donde jessica la esperaba, pasaron horas antes de que jessica pudiera verla.

-sica… dijo kristal llorando.

- nena… dios… está bien… dijo jessica llorando.

- si estoy bien… solo estoy cansada… dijo kristal abrazándola.

- kristal no voy a permitir que vuelvan hacerte esto… nena te vas a ir a estados unidos…

- no!! No puedo dejarte… me dejaras de nuevo…

- solo será hasta que todo esto pase… lo único que quiero es que este bien… te prometo que cuando todo esto pase… te hare regresar… además… cariño no iras sola… la hermana de yong hwa y shin hye irán contigo… después de lo que te paso… no quieren pasar riesgos..

- pero jessica…

- kristal estoy embarazada…

- sica…

- es por eso que quiero mantenerte alejada… no me preocupare tanto… necesito tenerte a salvo… eres la única familia que me queda… dijo Jessica abrazándola, kristal solo la observo y continuo llorando, mientras tanto donghae esperaba a que jessica saliera.

- donde esta… dijo tae yeon llegando al lugar.

- buscas a alguien… dijo donghae mirándola furioso.

- si a la que dices que es tu mujer… donde esta…

- a la que digo… mira será mejor que te largues no quiero que la estés molestando….

- tranquilo… déjame hablar con ella… estaré bien… dijo jessica sonriéndole.

- te espero en la cafetería… no has comido nada… me entérate si la molestas… dijo donghae mirando a tae yeon, jessica espero que este se fuera para mirar furiosa a kristal.

- me puedes explicar que es lo que estás haciendo aquí…

- se suponía que hoy teníamos ensayo… jessica esto no solo se trata de ti… se trata de todo un grupo que depende de todas… si tu no haces un buen trabajo… entonces no estamos bien… como quieres dar una buena presentación… cuando ni siquiera vas a practicar… se supone que hoy teníamos ensayo…

- disculpa por no ir… falta por una tontería…. Dios no todos los días secuestran a mi hermana… eres una maldita estúpida…

- crees que me importa… mira jessica… esto no se trata solo de ti… así que por favor… pon de tu parte… por cierto la modista quiere verte… deja de comer quieres… tenemos una imagen que cuidar… dijo tae yeon.

- voy a renunciar…

- qué diablos estas diciendo… dijo tae yeon molesta.

- estoy embarazada… y no voy a poner más en riesgo a mi bebe…

- dios… como puedes ser tan estúpida de embarazarte justo ahora… estás loca o que… mira jessica… escúchame bien… el día de mañana tenemos ensayo y en una semana tenemos un concierto muy importante… te espero en el ensayo… dijo tae yeon marchándose, jessica exhausta fue hasta la cafetería en donde donghae la esperaba.

- te pedí algo… nena que quería esa bruja…

- nada… solo molestar… hoy tenia practica…

- es una…

- el concierto… que se aproxima es muy importante…

- el concierto? Pues si… si todo sale bien… tendremos una gira realmente impresionante… dependemos de ese concierto…

- entiendo… cielo… después de este concierto… quiero dejar los escenarios… dijo jessica mirándolo.

- porque nena… no te gusta ya…

- me siento cansada es todo… quiero pensar en nosotros… tener un matrimonio como cualquier otro…

- entonces creo que debemos casarnos… te mereces la boda del sueño…

- quieres tener hijos… dijo jessica.

- por supuesto que si… nena ya estoy en los 30… claro que quiero tener hijos…

- ahora… dijo mirándolo.

- creo que ahora que no es un momento… pero me encantaría tener hijos… nenas estas embarazada? Dijo donghae mirándola.

- no… solo decía… dijo jessica mirándolo.

 

Dos días después…

 

So eun se sentía un poco indispuesta para ir a trabajar, kim bum la había obligado prácticamente a quedarse en casa, este se encargó de llevar a yong do al colegio, las invitación de su boda se encontraban encima de la mesa, kim bum era el más emociona cosa que hacía gracia a so eun, por otro lado, la relación con yong do por otra parte no había mejorado para nada.

-así que voy a casarme… dijo so eun sonriendo, esta empezó a ordenar la tarjetas, su boda seria después de la hye sun, el que no estaba muy feliz era yong do.

- espero estar haciendo lo correcto… dijo so eun, de pronto el móvil sonó.

- si… paso algo con el… dios… voy para allá… dijo so eun, esta tomo su bolso, salió del departamento, esta llego rápidamente al colegio de yong do.

- la oficina de la profesora lee… dijo so eun sonriéndole al portero.

- es la última puerta del pasillo… dijo sonriendo.

- gracias… dijo so eun, al llegar so eun vio a una rubio, que no tenía ni idea de lo que hacía.

- disculpe… la profesora lee… dijo so eun.

- si… quien la busca…

- bueno pues… usted me mandó llamar… por yong do… puedo sentarme… dijo so eun.

- ah… usted vino por el niño… siéntese… se…

- señora… dijo mirándola.

- creí que kim bum vendría… él ha venido los últimos días… usted es la nana del niño…

- él dijo que soy la nana… dijo so eun molesta.

- no… no lo dijo… en verdad es su hijo yong do… es muy joven para ser padre…

- vine para hablar de mi marido… o de mi hijo… dijo so eun molesta.

- es su marido? Dijo sorprendida.

- si… es mi marido… ahora puede decirme… que está pasando con mi hijo…

- bueno señora… yong do es un poco difícil de entender… volvió a pelearse con los otros niños… claro que eran más y lo terminaron golpeando a él…

- mi hijo está bien!!!

- claro que si… esta en detención con los demás niños…

- quien inicio la pelea…

- lo niños no saben las cosas que pasan los demás… suelen ser hirientes con sus palabras… yong do soporto lo que le dijeron y bueno los golpeo… o intento golpearlos… dijo mirándola.

- por su bien… espero que esto no se vuelva a repetir… me llevare a mi hijo… y… una última cosa… mi marido no va detrás de rubias desabridas… que no tienen ni idea de lo están haciendo… con lo que concierne a mi hijo… me llama a mi… dijo so eun saliendo molesta de la oficina.

- maniática… dijo la profesora mirándola, so eun fue hasta detención en donde lo esperaba yong do, este al verla salió rápidamente, una vez en el auto.

- no vas a decirme que es lo paso… mira tienes moretones…

- es obvio lo que me paso… esos idiotas me golpearon…

- tu profesora dijo que fue por algo cruel que te dijeron… que te dijeron...

- importa?

- no voy a decírselo a tu papá… anda dime… que sucede… no se lo diré…

- ellos dijeron que soy un bastardo… dijo yong do sin mirarla.

- tú no eres un bastardo cariño… tú tienes papá y tienes… mamá… no tienes que pelear por cosas que son mentira… lo entiendes verdad…

- ellos no creen que tú eres mi mamá… dicen que eres muy joven…

- que importa lo que ellos crean o no… la verdad tú la sabes…

- le dirás a papá que me les pegue de nuevo…

- quieres que lo haga… dijo so eun mirándolo.

- no… no quiero que lo hagas… pero si lo haces… me da igual…

- no lo hare… dijo so eun mirándolo el camino a casa fue un silencio total, apenas llegaron yong do se bajó del auto y fue al apartamento, so eun saco su mochila y bolso.

- tienes hambre… quieres que te sirva el almuerzo… dijo so eun entrando.

- seguro cariño tenemos hambre… dijo kim bum mirándola, yong do se encontraba parado frente a kim bin.

- que fue lo que paso... dijo kim bum mirando a yong do.

- no sucedió nada… simplemente fui por el a la escuela… dijo so eun cerrando la puerta.

- su profesora me llamo…

- así que te llamo la rubia desabrida esa…

- se por dónde va tu tono de voz… y déjame decirte que estás loca… dijo kim bum mirándola.

- ve a tu habitación… dijo so eun mirando a yong do.

- enseguida voy hablar contigo...

- no cariño… tú no tienes nada que hablar con mi hijo…

- así que ahora se confabula contigo… solo te quiere cuando te mandan llamar de la escuela… dijo kim bum mirándola.

- ve a tu habitación… dijo so eun mirándolo yong do suspiro y regreso a su habitación.

- lo estas malcriando so eun…

- no kim bum… solo trato de entenderlo… no es fácil para el todo lo que pasa…

- se claramente que no es fácil para el… pero también debe de entender que causar problemas no es una forma de solucionar nuestra situación…

- esos niños se burlan de yong do… le dicen bastardo… como quieres que el reaccione… dijo so eun mirándolo.

- eso no fue lo que me dijo la profesora…

- esa rubia desoxigenada… lo único que busca es atraer tu atención… cuantas veces la fuiste a ver… veo que llevan muy bien… como es que te llama… así kim bum… y es una completa desconocida… ni tus empleados de confianza… te dicen por tu nombre… cielo… dijo so eun molesta.

- haber si entiendo lo que me tratas de decir… crees que tengo algo con ella…

- claro que no… por dios… solo pienso que esa maldita bruja… pone de escusa a mi hijo… para que valla a verte… porque no le dijiste que soy tu mujer…

- nena se lo dije…

- pues no te creyó… ahora… escúchame bien lo que te voy a decir… quiero que cambies a mi hijo de escuela… y por favor que no tenga como profesora una maldita actriz o… dijo so eun entrando a la habitación molesta.

- ósea que ahora ella es la molesta… dijo kim bum entrando al cuarto de yong do este se encontraba sentado en su cama.

- nunca estuviste tan enojado… desde que ella está aquí…

- ella es tu madre… y ella está en mi contra por estar a tu favor… no crees que se merece un poco de tu amor…

- yo solo quiero que se valla… no quiero verla… y tampoco quiero que me cambies de escuela… 

- creo que eres muy injusto con so eun… ella solo busca tu bienestar…

- yo no quiero que ella me de bienestar…

- yong do… puedo pedirte algo… dijo kim bum mirándolo.

- claro… que sucede…

- no cierres las puertas de tu corazón… yo me estoy enamorado de ella… y me costó aceptarlo en un comienzo… pasa lo mismo contigo… yong do los necesito a los dos… los necesito a los dos para ser feliz… dijo mirándolo.

- tengo miedo que se valla nuevamente…

- so eun nunca se ira… ella nunca te dejara…

- y si lo hace… y nos deja nuevamente…

- ella nunca nos dejara nuevamente… papá no va a permitírselo… dijo kim bum mirándolo.

- lo siento… me he portado muy mal con ella…

- date tu tiempo… ahora iré a calmar a la fiera de tu madre… dijo kim bum dándole un beso para luego marcharse, este se dirigió a su habitación, so eun se encontraba saliendo del baño.

- aun sigues molesta… dijo kim bum.

- aun sigues siendo un idiota…

- prometo no serlo… también prometo no más profesoras... dijo sonriéndole.

- nos casamos en dos semanas… crees que esté listo para esto… dijo so eun.

- y tu estas lista para esto… sé que tienes miedo…

- no es cierto…

- si es cierto… nena… nunca he estado más seguro en mi vida…. Quiero todo contigo… te lo juro… dijo kim bum besándola.

- es que…

- nena… no importa si no puede tener más hijos… soy feliz ahora…

- te amo… dijo so eun abrazándolo.

- y yo a ti… dijo kim bum besándola.

 

A la mañana siguiente…

 

Eunhyuk llego con rapidez al lugar que fue citado por hye yeon, este vio el enorme edificio delante suyo, el encargado del edificio le indico el piso y apartamento, al llegar este toco la puerta, hye yeon sonriente abrió la puerta.

-borra esa maldita sonrisa de tu cara… donde está mi hija? Dijo eunhyuk molesto.

- la niña está bien… no es muy sociable… ni siquiera habla conmigo, está en su recamara mirando a la ventana como todos los días…  dijo mirándolo, este entro y rápidamente se dirigió al cuarto de pilsuk, este sintió un nudo en el pecho cuando la vio mirando a la ventana, era idéntica a IU.

- hola cielo… dijo eunhyuk mirándola, esta voltio y corrió abrazarlo.

- porque estoy aquí…

- solo será temporal… pronto conocerás a mamá… sabes quién soy yo… dijo eunhyuk.

- si… tu eres mi papá… pero ella… ella dice que es mi mamá… dijo mirando a hye yeon.

- cariño… dime como se llama tu madre… dijo eunhyuk.

- ella… su nombre… es… IU…

- exacto… ella es tu madre… enseguida vuelvo por ti… dijo eunhyuk dándole un beso, esta sonrió con tristeza y volvió a ver la ventana.

- hablemos… dijo eunhyuk sacándola de la habitación.

- suéltame!!! No me puedes tratar así delante de nuestra hija…

- que mierda estás hablando… tú no eres la madre de mi hija…

- si lo soy… ahora lo soy… y te ahorrare las explicaciones… si quieres a la niña contigo… pues paquete sale con madre adoptiva también… así que tú decides… dijo hye yeon.

- me estas amenazando?

- tómalo como quieras… es mi última palabra…

- acaso no tienes corazón… acaso piensas que nunca serás madre… COMO PUEDES QUERER SEPARAR A MI MUJER DE SU HIJA… grito eunhyuk enfadado.

- la niña no la conoce… por ende… será fácil para ella aceptar que soy su madre…

- TU NO ERES SU MADRE…

- por el amor que te tengo lo seré… si tanto quieres a tu hija… está bien… criare a la niña… acepto todo eso por ti…

- hye yeon… ven… siéntate… tratare de ser razonable y paciente contigo…

- no necesito tu paciencia… te necesito a ti…

- y yo necesito demostrarle a la única mujer que he amado que soy capaz de protegerla a ella y a mi hija…

- porque siempre fue ella… dijo hye yeon llorando.

- porque en el corazón no se manda… lo nuestro hubiera terminado de todas formas… ya sé que tu sabias que IU estaba embarazada cuando se fue de aquí… dijo eunhyuk hye yeon seco sus lágrimas.

- merezco esto entonces… lo único que hizo fue amarte…

- y agradezco que lo hicieras… pero mereces que alguien te amé de la misma intensidad que ella y yo nos amamos…

- no quiero escuchar más… coge a la niña y vete… dijo hye yeon empujándolo.

- gracias… dijo eunhyuk mirándola, mientras tanto IU se encontraba en su oficina, esta tenía mucho trabajo pendiente.

- señora… dijo un hombre entrando.

- pasa algo… dijo IU sacándose los lentes.

- con la seguridad… todo está tranquilo señora… excepto que tenemos una pequeña sospechosa que quiere verlo.

- pequeña sospechosa… claro... dijo IU parándose.

- adelante preciosa… la señora te recibirá… dijo el hombre sonriendo, pilsuk ingreso con timidez, IU al verla se sostuvo de la mesa sus piernas temblaban, las lágrimas caían pos su mejillas.

- dios… eres hermosa… dijo IU arrodillándose delante de ella, mientras acariciaba su rostro.

- tu… tu eres mi mamá… dijo mirándola, los ojos de pilsuk se llenaban de lágrimas, IU no tenía palabras, simplemente asintió sonriendo, IU la abrazo con fuerza, esta vio a eunhyuk observarlas desde la puerta, IU sonrió.

- papá está aquí… no llores… ahora seremos una familia… dijo sonriéndole, mientras limpiaba sus lágrimas, eunhyuk se acercó a ambas, este hizo que IU se parara.

- ven con papá… dijo cargando a pilsuk.

- gracias… dijo IU mirando a eunhyuk.

- gracias a ti… gracias por hacerme sumamente feliz… y por una hija hermosa… dijo eunhyuk abrazándolas a ambas.

- ahora vivero con ustedes… dijo mirándolos.

- por el momento vivirás en casa de una amiga… dijo eunhyuk mirándola.

- QUE…. Dijo IU.

- mamá y yo tenemos que casarnos… solo así podrás vivir con nosotros… mamá no tiene ningún impedimento verdad… dijo eunhyuk mirándola.

- eunhyuk… dijo IU mirándolo sorprendida.

- porque no le das a mamá el regalo que compramos para ella… dijo eunhyuk bajando a pilsuk, está sonriendo saco una pequeña caja de su bolsillo.

- yo escogí la caja… sonriendo IU abrió la caja y se sorprendió.

- acepta casarte conmigo… dijo mirándola.

- vamos mami… di que sí… dijo pilsuk mirándola.

- si… dijo IU sonriendo, esta abrazo a eunhyuk con fuerza.

 

Mientras tanto…

 

Hye sun llevaba días tratando de comunicarse con lee min ho, este no contestaba ninguna de sus llamadas, esta estaba cada vez más enojada y se sentía sumamente frustrada, james la observaba desde la puerta, esta estaba al borde las lágrimas.

-siempre es así… primero te promete que estará contigo y luego te deja… dijo mirándola.

- tu no entiendes lo que el pasa…

- y quien entiende lo que tu pasas…

- ese no es problema tuyo… yo… siempre estaré para el…

- el estúpido el amor que le tienes…

- es estúpido amor que le tengo es algo que tú nunca vas a comprender… entiéndelo james… no eres lee min ho…

- ni tampoco me gustaría serlo… la forma en que dice que él te ama… simplemente no es amor…

- él me ha demostrado en muchas ocasiones lo mucho que me ama… él ha sufrido mucho… crees que por ser un hombre con mucho dinero… no pasa pobrezas, yo sé lo que es pasar pobreza… no tener que comer… pero sobrevive por el amor que mis padre me tiene… y el amor de lee min ho… pero sabes que cruel y difícil debe ser vivir sin amor… lee min ho tiene la pobreza en el alma… no hables de, el como si lo conocieras… porque tu no lo conoces…

- que halagador todo lo que dices de lee min ho…

- no es un alago hacia el… dime james… tu estarías a dejarte golpear salvajemente con tal de que no toquen a tu novia… estarías dispuesto a ponerte en contra de tu familia… dijo hye sun mirándolo.

- por culpa suya… tienes el hombro destrozado…

- gracias a leer min ho… ahora soy quien soy… porque muy en el fondo de mi… aunque hubiera querido con todas mis fuerzas odiarlo… jamás habría podido hacerlo… lee min ho… siempre perduro en mi dolido corazón… siempre fue el… y siempre lo será… dijo hye sun tomando su cartera.

- de que sirve la devoción que le tienes… si él no es capaz de proporcionarte una vida tranquila…

- y quien dijo que estar con el fácil… sabes… así suene estúpido como tú dices… espero un día despertar y ver a mi hijo correr a mi cama y decirme… papá te preparo el desayuno mamá… yo le ayude… creo que ya te di una respuesta de cuál es el futuro que yo quiero a su lado… el futuro que tú no puedes proporcionarme…

- crees que él puede hacer eso? Embarazarte claro que puede hacerlo, casarse también, pero darte una vida tranquila… con la madre que tiene y que solo quiere verte muerta…

- entiendo a dónde quieres llegar… tu también puedes proporcionarme la vida quiero… pero hay algo que no puedes darme y que el si me da…

- y que puede ser eso… amor…

- si amor… supéralo… no eres el… dijo hye sun saliendo del consultorio.

- si… eso lo tengo claro… dijo mirándola marcharse, hye sun subió a su auto furiosa, esta tiro el bolso en la parte trasera del auto.

- ashhh!!! Maldito lee min ho!! Con la actitud tan estúpida que tienes no tendría ni por que defenderte… dijo hye sun golpeando el timón del auto, las lágrimas caían por sus mejillas.

- ni siquiera eres capaz de llamar… acaso no piensas un poco en mi… en cómo me siento yo… en 10 días vamos a casarnos… dijo hye sun llorando.

- señorita está bien… dijo el encargado del estacionamiento.

- si… lo siento… ya me voy… dijo hye sun limpiando sus lágrimas.

- gracias… dijo sonriendo, hye sun manejo con el rostro de lee min ho en su mente, esta fue a toda velocidad, de pronto freno de golpe, esta tenía delante suyo, el renovado colegio shinwa, esta decidió entrar.

- disculpe señorita… viene a pedir requisitos para la universidad… dijo uno de los encargados.

- no… yo estudie aquí… hace 10 años… solo vine de visita…

- disfrute su visita señorita…

- disculpe… quien es la nueva directora… me entere que ya no es la misma…

- si… es la señora joon hee, hija de la antigua directora, desde que ella entro el colegio ha cambiado mucho, para bien claro…

- estoy segura que es así… gracias… dijo hye sun, esta camino por todos los lugares en donde ella pasaba tiempo con sus amigas, hye sun sonrió al ver un grupo de chicas saliendo de la biblioteca, esta recordó a so eun, shin hye tratando de enseñar a eun hye, hye sun fue hasta la gran cancha en donde observo un grupo de jóvenes observando a unas chicas correr, hye sun recordó a los F7 en especial a minho, observar a sulli correr por toda la cancha, de pronto recordó, esta fue hasta los enormes jardines en donde imagino a so min sentada en una de las bancas dibujando, mientras hyun joong la observa detrás de los árboles, hye sun siempre celo la admiración con la que hyun joong observaba a so min, pero todo termino cuando se dio cuenta de lo enamorada que estaba de lee min ho y de lo afortunada que era, esta se topó con una gran muro de rosas, esta recordó cuando yoona estaba sumamente furiosa porque geun seok le tomo una foto con la falda elevada por el viento, al pasar por los salones, esta recordó la primera vez que IU impresiono a todos con su bella voz, salones en los que heechul acosaba prácticamente a sae mí, aun se podía observar las medallas de sora en defensa personal, también habían fotos de las animadoras en la que jessica era la capitana, hye sun camino hacia los dormitorios, todo había cambiado, el dormitorio 2, lugar en donde empezó todo, esta se dio con la gran sorpresa de que las puertas aún estaban con los nombres de sus amigas y el de ella, esta abrió la puerta rápidamente, todo estaba igual y en orden, hye sun lloro al ver las fotografías en donde estaban todas, esta cerro la habitación y se dirigió hacia el dormitorio de los F7, aún estaban sus nombres también, el dormitorio de lee min ho seguía intacto, al costado de su cama, en la mesa de centro, se podía observar un retrato en donde lee min ho sonreía con el resto de los F7.

- siempre vengo a ver esa foto… dijo joon hee entrando en el dormitorio, está limpio sus lágrimas.

- unnie… yo… lo siento…

- me informaron que estabas aquí…

- porque todo…

- porque todo está igual, estas paredes… están esperando que una nueva historia se escriba… ellos no han regresado después de lo ocurrido, eres la primera que volvió… dijo joon hee mirándola.

- yo… necesita recordar… y encontrar respuestas…

- y las encontraste… dijo mirándola.

- si… todo valió la pena… porque lo conocí… dijo hye sun sonriendo.

- ustedes pueden hacer que esta foto no quede en el olvido… esos muchachos… han sufrido demasiado… bueno… tengo alumnos que castigar… cuídate… dijo joon hee saliendo, hye sun hizo lo mismo, esta salía del dormitorio y a lo lejos pudo ver el gimnasio, el lugar donde pasaba la mayor parte del tiempo, esta ingreso, sintió un nudo en el pecho al ver la enorme piscina en donde salía pasar horas nadando, las lágrimas cayeron por sus mejillas.

- no importa… todo valió la pena…  ABSOLUTAMENTE TODO VALIO LA PENA… POR QUE LO TENGO A EL!! Grito hye sun llorando, esta sintió unos brazos alrededor de su cintura.

- todo valió la pena… porque conocí a hye sun… absolutamente todo valió la pena… dijo lee min ho.

- tu tendencia al acoso es impresionante…

- qué esperas que haga… soy un F7… te dije ya que soy muy poderoso… por cierto lavandera te debo una disculpa…

- tu… lee min ho… has aprendido a disculparte…

- contigo aprendí muchas cosas…

- porque no me has llamado…

- porque soy un maldito engreído… porque aún no puedo aceptar la madre que me toco… en verdad quieres casarte con el hijo de una supuesta asesina…

- los pecados los cometió ella… no tu… tu… nunca fuiste como ella…

- y lo que te hizo a ti… eso fue muy cruel…

- ahora vas hacerte el mártir… en verdad te afecto lo que dijo tu madre… ashhh!!! Que voy hacer contigo… yo solo quiero al idiota de lee min ho nuevamente…

- al idiota que no sabía enamorarte…

- al idiota que sin saber cómo enamorarme me enamoro… dijo hye sun llorando.

- es increíble lo que un idiota puede hacer verdad… dijo mirándolo, hye sun lo abrazo.

- tú no eres como ella… tu nunca serás como ella… tu… serás como tu corazón dicte que seas…

- un idiota… dijo sonriéndole.

- el hombre más maravilloso del mundo… sabes que sus cuartos están intactos… dijo hye sun mirándolo.

- algo escuche… dijo mirándola, hye sun lo vio fijamente y analizo su rostro.

- que sucede… tengo algo en la cara… dijo mirándola.

- solo observo… será igual que tu… seguro que si… ashhh… dijo hye sun.

- quien será igual que yo…

- los hijos que vamos a tener… dijo hye sun mirándolo, este sonrió.

- no quieres que sean igual que yo… soy muy apuesto… dijo mirándola.

- seré una madre muy celosa… ashhh… hare todo lo posible por que sea un hijo de mami…

- eso no está bien… quieres que sea un idiota como yo…

- obviamente que como tú no va hacer… en este mundo no existen dos hye sun… mi hijo tendrá que conformarse con una chica rica… dijo sonriéndole.

- tienes razón… nadie puede tener más suerte que yo… dijo besándola.

 

A la mañana siguiente…

 

Sora regresaba a casa con leeteuk, esta había sido dado de alta, su hermano ma roo la había ayuda a llevar a leeteuk hasta su habitación, este se encontraba molesto y sobre todo aburrido.

-en verdad estoy bien… puedo caminar solo… ya casi ni me duele… dijo leeteuk mirándolo.

- entiendo… estaría igual que tu… bueno… te dejo en buenas manos… cuídate cuñado… dijo ma roo saliendo, a los pocos minutos sora entro con una jarra con agua.

- mejor…

- estaría mejor… si hubiera ido a ensayar… dijo leeteuk.

- no puedes hacerlo… aun estas convaleciente… además quiero tenerte en casa…

- como van las cosas con sae mi… dijo leeteuk.

- muy bien… solo fue pequeña pelea… ambas estamos mucho mejor… no te preocupes… dijo sora sonriendo.

- no quiero que te alejes de ellas… ni mucho menos discutas con ellas… dijo leeteuk parándose.

- hey!! No puedes pararte aun…

- quieres que me sienta mejor…

- claro que quiero eso…

- ya sabes lo que necesito para sentirme mejor… dijo leeteuk.

- cariño… dijo sora mirándolo, leeteuk la beso, este rodeo su cintura atrayéndola hacia él.

Sora sonrió y puso sus manos sobre el pecho de leeteuk para mantener el equilibrio, de lo contrario se habría caído bajo el implacable asalto a sus sentidos. Suspiró y se apoyó más en el beso, sin siquiera protestar cuando su lengua se deslizó sensualmente sobre su labio inferior mientras la persuadía a separarlo.

Había echado mucho de menos a leeteuk, podría estar aún convaleciente, pero ella podría ahogarse en

Sus besos.

—Bésame —murmuró—. Bésame no me lastimaras, estoy bien

Sus palabras se deslizaron como terciopelo sobre su piel. Se estremeció cuando ahuecó sus pechos y estos se hincharon. Un dolor se inició en la profundidad de su cuerpo, en lugares que no podían mencionarse.

Sus manos se deslizaron hasta su cintura y luego más arriba, sobre sus hombros y cuello, hasta enmarcar su rostro. El calor de su toque la quemó. Se sentía como si fuera a tener marcas permanentes de sus dedos en las mejillas, y sin embargo era exquisitamente suave, las puntas de ellos pasaban sobre su piel como pequeñas criaturas aladas.

Incapaz de escaparse al sondeo de su lengua, relajó la boca y le permitió deslizarse dentro. Cálida y áspera. Tan pecaminosa. Una decadente sensación, una que estaba segura debería negarse a sí misma, pero no podía.

La tentación de probarlo también, era fuerte. Tan fuerte que golpeaba a un incesante ritmo en sus sienes, en su mente, en su mismo núcleo.

Tímidamente cepilló su lengua por sus labios. Él gimió y ella inmediatamente se retiró, temiendo haber hecho algo mal.

La arrastró de vuelta y capturó su boca una vez más, de una manera voraz que la dejó sin aliento.

—Estoy bien nena —susurró—. Tranquila.

Por el sonido de su voz, no le había desagradado que ella lo tocara con su lengua. Tentativamente le lamió el labio otra vez. Él relajó su boca contra la suya, abriéndola para que así tuviera mejor acceso.

Sintiéndose más valiente, audazmente empujó hacia adentro, caliente y húmeda. Se estremeció por la pura carnalidad de algo tan simple como un beso.

Se sentía desnuda y vulnerable, como si estuviera extendida y debajo de él mientras saciaba su lujuria una y otra vez. Sólo que esta vez ardía por él. Lo quería sobre ella, cubriendo su cuerpo. Se sentía nerviosa y ansiosa, como si su piel estuviera muy tirante.

—Te desnudare con cuidado —le susurró, mientras la llevaba hacia la cama.

Su mente estaba nublada y era lenta sorteando a través de sus pensamientos confusos.

—tengo miedo de hacerte daño. Las manos de sora temblaban.

Él sonrió abiertamente.

—Esta noche tengo la intención de desnudarte y disfrutar de cada momento. Te mereces un lento cortejo, después de mucho tiempo, quiero admirarte. Esta será tu noche de bodas de nuevo. Si pudiera volver atrás y hacer todo de otra manera, lo haría. Pero te daré algo mejor. Te daré esta noche.

La promesa en su voz la sacudió hasta los dedos de sus pies. Parpadeó cuando le bajó el vestido sobre un hombro y luego trazó una línea hacia abajo por su cuello y por la curva de su brazo con sus labios.

Cada centímetro de piel que descubría, él la besaba, deslizándose hasta que el vestido cayó, dejándola casi expuesta bajo su mirada. Cada capa amontonada a sus pies, hasta que estuvo desnuda.

—Eres hermosa, —dijo con voz rota, su cálido aliento susurrando sobre los coletazos de frío que salpicaban su carne.

Le ahuecó un pecho, palmeándolo hasta que el globo pálido se hinchó en su mano. Su pezón se contrajo y endureció con tanta fuerza, que envió pequeños fragmentos de rayos a través de su vientre.

Entonces se inclinó y movió su lengua por la protuberancia erecta, sus rodillas de inmediato se doblaron. Aterrizó en la cama con un suave rebote, y él se rio ligeramente mientras la seguía hacia abajo.

Con un suave empujón, la tuvo en su espalda, cerniéndose sobre ella, tan grande y fuerte. Miraba tan descaradamente su desnudez, que ella trató de alcanzar las mantas, algo, cualquier cosa, que le permitiera no sentirse tan vulnerable.

La mano de él atrapó la suya, su mirada tierna, mientras se encontraba con la suya.

—No te cubras, sientes vergüenza de mí. Eres un espectáculo exquisito nena—arrastró un dedo por la curva de su cintura, hasta su cadera y luego de regreso otra vez, hasta que frotó sobre sus tensos pezones—. Tienes la piel tan suave como la seda más fina. Y tus pechos... dios nena te he extrañado tanto…

Ella trató de aspirar aire, pero sus pulmones quemaban por el esfuerzo.

Cada respiración se sentía apretada. Jadeaba entrecortadamente, sintiéndose más mareada a cada minuto.

Él se apartó de la cama, y por un momento, le entró el pánico. ¿Adónde iba? Pero comenzó a deshacerse de su ropa de una manera mucho más impaciente que cuando la había despojado de la suya, lanzándolos al otro lado de la habitación.

Mirarlo era inevitable. No podría haber apartado la vista aunque quisiera.

Sus ojos se ensancharon a la vista de lo que sobresalía muy duro y... grande. Comenzó a retroceder sobre la cama antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

—Nena actúas como tu primera vez —murmuró, mientras se dejaba caer sobre ella—. No

Te haré daño. Dijo sonriendo

—en mi primera vez tenías 21 años… y no tenías el cuerpo que tienes ahora

Él sonrió.

—tienes razón… sin embargo tú tienes siempre has tenido un bello, solo que ahora, eres una mujer de 25 años…

—me esfuerzo por tener un buen cuerpo, horas y horas de gimnasio… dijo sonriendo

—créeme que veo tu esfuerzo.

—Vas a seguir mirando —susurró.

La besó en los labios, tan caliente y tan suave. Era una idea ridícula, pero él la hacía sentir muy protegida y querida.

Él siguió besándola, deslizando su boca bajo la línea de su mandíbula y luego bajó a su cuello y la carne sensible justo debajo de su oreja. Se detuvo un momento y sorbió húmedamente antes de pasar los dientes sobre el punto de su pulso.

— ¡Ah!

Lo sintió sonreír contra su cuello, pero él nunca apartó su boca. En cambio, se arrastró hacia abajo a su pecho hasta que estuvo peligrosamente cerca de sus senos. Recordando su reacción cuando le puso la lengua en su pezón, se encontró arqueándose hacia él. Él no se burló, por lo cual estaba agradecida. Se sentía tan fuertemente traspasada, que temía lo que iba a sucederle. Sus labios se cerraron alrededor de un pezón y lo chupó con fuerza. Su espalda se arqueó y sus manos volaron a agarrarle el pelo. Oh cielos, pero esta era una maravillosa sensación.

Succionó, unas veces áspero, y luego suave y rítmico. Su lengua rodeó la sensible carne, y sus dientes pellizcaron muy ligeramente, incitando al brote a un punto aún más duro.

—Dulce. Tan dulce, —dijo, mientras movía la boca a su otro pecho.

Ella suspiró, aunque el sonido salió más como una expresión distorsionada que una entrecortada exclamación. El frío de la recámara ya no la molestaba. Se sentía más bien como si estuviera acostada en un prado durante un día de caliente verano, permitiendo que los rayos del sol derritieran sus huesos.

Sí, deshuesada era una descripción apropiada. Mientras se amamantaba de su pecho, sus dedos se deslizaron por su vientre, acariciando durante un momento antes de que él cuidadosamente se abriera camino hacia la unión entre sus muslos. Al instante en que su dedo se deslizó a través de sus pliegues, ella se tensó.

—Shhh, Relájate. Sólo voy a darte placer, —su dedo encontró un punto particularmente sensible y comenzó a frotar ligeramente, y luego lo giró en un movimiento circular. Ella jadeó y entonces cerró los ojos mientras era bombardeada por el placer más intenso. Tal como él se lo había prometido.

Había una curiosa presión mientras su cuerpo se erguía. Sus músculos se tensaron. Efímera. Así es como se sentía. Como si estuviera a punto de caerse de una cima muy alta.

— ¡cielo!

Su nombre brotó de sus labios, y en los recovecos de su mente borrosa, se dio cuenta de que esta era apenas la segunda vez que lo había usado. Él liberó su pezón y la mano que retenía su cabello. Fue entonces cuando se dio cuenta de que seguía aferrándose a su cabeza con un apretón de muerte. Lo soltó y dejó que sus manos cayeran sobre la cama. Pero tenía que agarrarse a algo.

Él presionó su lengua por su línea media y lentamente fue dejando un rastro húmedo sobre su vientre. Su estómago convulsionó cuando su respiración se aceleró. Trazó un camino lento alrededor de su ombligo y a continuación, para su sorpresa absoluta, se fue más abajo, moviendo su cuerpo hacia la parte inferior de la cama, mientras trabajaba cada vez más cerca del lugar donde sus dedos la habían acariciado.

—Relájate.

Lo intentó. Oh, como lo intentó, pero su boca la tornaba tonta. Y entonces su lengua la encontró, tan caliente y erótica. Un lavado de placer indescriptible se disparó a través de su vientre mientras él lamía su entrada. Su visión se volvió borrosa y enroscó sus dedos en torno a las mantas hasta quedar exangües y toda sensación voló.

Ella ya no tenía ningún control sobre su cuerpo. Se arqueó inconscientemente, y sus piernas se agitaron, las sacudidas se expandieron hacia sus muslos hasta que fue una masa de carne temblorosa.

—tengo que hacerte mía. Susurro con dificultad

Su voz se hizo más profunda, por poco ronca, su tono casi desesperado.

Se arriesgó a mirar hacia abajo para verlo contemplándola, sus ojos brillantes y con apariencia salvaje.

— ¿tuya? —suspiró ella.

—Sí, mía.

Subió sobre su cuerpo a una velocidad que la sorprendió. Ahuecó su trasero con una mano y colocó su cuerpo entre las piernas de ella. Podía sentirlo caliente e increíblemente duro, enclavado en contra de su apertura.

Entonces se inclinó y fundió su boca en la suya. Abrió sus labios y lo devoró antes de que él siquiera tuviera la oportunidad de exigir que lo hiciera.

—Agárrate a mí, —dijo con voz ronca, entre los calientes y húmedos besos de su boca.

Ella envolvió sus brazos alrededor de sus amplios hombros y hundió los dedos en su espalda. Lo besó. Lo saboreó. Lo absorbió, aspirándolo en cada suspiro para tomar aire.

Antes de que se diera cuenta que él se había movido, le había levantado las caderas y deslizado dentro muy lentamente. Ella se estiró para darle cabida y se preguntó cómo había sido capaz de hacerlo.

La besó de nuevo y luego apoyó su frente sobre la de ella, sus ojos tan cerca.

—Relájate, —dijo de nuevo—. No te haré daño.

Levantó los labios hacia los suyos. Esta vez sus bocas se encontraron en una danza delicada, de tiernos toques.

—Lo sé. Y lo sabía. Su cuerpo fusionado con el de él, rindiéndose a su poder y a su necesidad. Y a la necesidad de ella.

Sus caderas se movían hacia adelante con infinitesimal lentitud. Se abrió a su alrededor mientras se deslizaba más profundo. La plenitud la abrumó, pero no era dolor o sorpresa lo que sacudió su cuerpo.

—Casi allí, —susurró.

Sus ojos se ensancharon cuando él fue más lejos y luego se detuvo, alojado tan profundamente dentro de ella, que no podía respirar. La rodeó, recogiéndola en sus brazos, sosteniéndola cerca cuando comenzó a moverse, en un lento y seductor ritmo que la tuvo loca de deseo.

Los músculos de su espalda se tensaron y abultaron. Los dedos de ella bailaban sobre su carne en un patrón seductor, mientras buscaba agarrarse. Algo a lo que anclarse como si estuviera a la deriva en una tormenta.

Sus movimientos aumentaron, más rápidos y más poderosos. Los suspiros de ambos atrapados y mezclados en el pesado aire con la esencia de su amor.

—Envuelve tus piernas alrededor de mí, —ordenó—. Abrázame fuerte.

Envolvió todo su cuerpo en torno a él hasta que estuvo segura de que estaban tan inexorablemente entrelazados que nunca se separarían.

La sensación abrasadora aumentó hasta que se agitó inquieta, frenética por... liberación. Respirar dolía, así que no lo hizo, y su pecho protestó, pero se resistió, tratando de alcanzar algo que no tenía ningún sentido para ella.

Y entonces se deshizo, desarticulándose como hilos de un tapiz inacabado. Gritó, o trató de hacerlo, pero la boca de su marido se cerró sobre la de ella, y se tragó su clamor frenético.

No tenía ningún control sobre su cuerpo. No podía pensar. Sólo podía sentir, incapaz de hacer nada más que yacer en los brazos de leeteuk mientras éste le murmuraba suaves palabras contra sus oídos.

Completamente aturdida por lo que había ocurrido, clavó los ojos desenfocados en su marido cuando vio que una expresión de agonía contrajo su cara. Él dio un empuje más poderoso, asentándose más profundamente dentro de su cuerpo. Entonces se dejó caer sobre ella, presionándola contra el colchón mientras le entregaba su semilla.

Recostó su cabeza en el hueco de su garganta, tan saciada y completamente deshuesada que estaba considerando la idea de permanecer en la cama durante el siguiente año. Leeteuk descansó sobre ella durante un buen rato antes de que finalmente aliviara su peso de su cuerpo, rodando a un lado.

La tomó en sus brazos y le acarició el cabello. Luego le dio un beso en su sien y dejó descansar la mejilla contra un lado de su cabeza.

- te amo..

- te amo…

 

Mientras tanto…

 

Yoona terminaba una de sus presentaciones, estas encontraba en camerino escuchando las indicaciones de su manager.

-bueno chicas… me tengo que ir… yoona te quiero aquí… el miércoles… ya tendrás una luna de miel… después de que acaben las giras… dijo sonriéndole.

- oppa lo entiendo… dijo yoona levándose, esta cogió su maleta, geun seok la recogería pronto, mientras tanto jessica estaba sujetándose del marco de la pared.

- te pasa algo… estas pálida… dijo yoona mirándola.

- no es nada… es el corpiño, he subido de peso…

- cuando vas a decirle tu estado… puedes hacerte daño… incluso a tu bebe… dijo yoona.

- iré a cambiar… ve geun seok te espera… dijo jessica, yoona desajusto las cuerdas del corpiño.

- adiós… cuídate… te quiero… dijo yoona, esta asintió, esta salió hacia el estacionamiento, para perder tiempo, esta jugaba con su móvil.

- que hermosa…

- Harry!! Que haces aquí… dijo yoona mirándolo.

- creo que soy libre de ver a los cantantes que deseo…

- claro… en eso tienes razón…

- felicidades…

- felicidades? Dijo yoona mirándolo.

- por la boda… debe de ser un ajetreo verdad… espero que ahora si llegues al altar…

- te estabas tardando en mostrar tu enojo… bueno mi auto llego… adiós… dijo yoona subiendo al auto de geun seok, este lo fulmino con la mirada.

- antes que gruñas... lo puse en sus sitio…

- no diré nada… quiero enseñarte algo… dijo geun seok sonriendo, yoona lo observo entusiasmada.

- a donde vamos… dijo sonriéndole.

- ya casi llegamos nena… lista ya para el gran día… dijo tomando su mano.

- más que lista…

- llegamos… dijo geun seok, yoona volvió inesperadamente 10 años atrás, esta recordaba el lugar, días antes de su matrimonio geun seok la trajo aquí.

- no quiero entrar… dijo yoona mirándolo.

- solo quiero enseñarte algo… dijo geun seok.

- ya sé que es… es el invernadero… me trajiste aquí antes de nuestra boda… luego terminaste conmigo… no quiero subir ahí…

- el invernadero no tiene nada que ver con lo que paso…

- lo se… pero…

- confía en mi… dijo geun seok, yoona suspiro y tomo su mano, ambos subieron hasta el último pido del edificio, yoona se sorprendió cuando vio el invernada lleno de flores, habían pasado años, esta creyó que geun seok no quería saber nada de ella, incluida las flores y el invernadero.

- tu cuidaste de ellas… dijo mirándola.

- no… pague alguien para que lo hiciera… no podía regresar aquí… es la primera vez que estoy aquí… después de lo ocurrido…

- todo va salir… vamos hacer muy felices… ya lo veras… dijo yoona abrazándolo.

- sé que será así…

- puedo preguntarte algo… dijo yoona mirándolo.

- claro que si… que sucede…

- has regresado a shinwa… dijo mirándolo.

- aún existe ese colegio… dijo geun seok sonriendo.

- si… aún existe… y sabes… hye sun estuvo ahí… recordó todo lo bonito que pasamos ahí… dijo yoona suspirando.

- también recordó los malos momentos…

- hey!!! No todo fue malo… shinwa no siempre será como la recuerdas…

- es cierto… esa maldita cárcel te conocí… conocí a la mujer más importante en mi vida…

- a la única mujer importante? Dijo yoona mirándolo.

- espero que un día ella pueda entender lo importante que eres para mí… dijo mirándola.

- sé que así será cariño… ella te ama… eres su único hijo… dijo yoona abrazándolo.

 

Al día siguiente…

 

Sae mí se sentía muy cansada, esta estaba terminando de arreglar sus cosas, heechul la había sorprendido comprando una casa, sae mí no pudo negarse, la casa era bonita, cómoda, acogedora, esta sonrió cuando vio a heechul llegar.

-hola cielo… que tal la oficina… dijo sonriendo.

- genial nena… fichas mierdas que firma… ah y bueno… creo que tú y yo tenemos un conversación pendiente… dijo heechul tomando su mano, esta había intentado hablar con ella desde su encuentro con hyun joong, pero sae mí siempre terminaba cambiándole de tema.

- sabes… estoy exhausta… desempacar no ha sido fácil sabes… porque mejor no me dejas darme un baño y después hablamos…

- esa fue tu ultima escusa y te quedaste dormida… y es muy difícil levantarte… dijo heechul mirándola.

- puedo convencerte de no hablar…

- puedes hacerlo? Dijo mirándola.

- no quiero hablar… dijo sae mi con tristeza.

- pero yo necesito que hablemos…

- de que quieres de los videos que hyun joong te hizo ver… ya lo sabes… simplemente olvidémoslo… fue algo traumático para mi… no estoy preparado para ello… aun no puedo hablar… dijo sae mi al borde de las lágrimas.

- está bien nena… está bien… perdóname… no debí… lo siento nena… lo siento… dijo abrazándola.

- me siento algo mal… iré a tomar un baño… dijo sae mi subiendo rápidamente las escaleras, heechul se sentó en el sofá, este tenía que idear una forma en la que sae mi pudiera confiar completamente en él, después de un largo tiempo heechul fue a la habitación en donde encontró a sae mi cepillándose el cabello.

—hablemos de nosotros. Sae mi lo observo y fue a su encuentro

— ¿hablar? —Preguntó ella, colocando sin pudor las manos sobre el pecho de heechul—. No estoy tan segura.

Heechul se puso tenso pero no retiró las manos de ella. Eso la animó, y empezó a bajar seductoramente hacia su pecho. Se detuvo deliberadamente cuando alcanzó su liso tórax. Recorría con delicadeza los duros músculos con sus dedos y saboreaba el modo en que aquel cuerpo se tensaba bajo ellos. Lo provocaba, acariciándolo cada vez más abajo, pero no lo bastante.  Él gemía con los labios apretados.

Sae mi sonrió, animada a continuar con aquello.

Acercó la boca hacia uno de los hombros de heechul y comenzó a besar delicadamente las líneas de su cuello.

—Yo sí que creo que tenemos más cosas que decirnos, heechul. Muchas más, físicamente.

Para recalcar lo que acababa de decir, esta lo beso apasionadamente.

—Eres una embustera—gruñó heechul. Continuaba con los brazos pegados al cuerpo, con los fuertes músculos de los brazos tensados mientras intentaba controlar el deseo que ella había desatado.

Sae mi siguió explorando su cuello, deslizando la lengua por su vena pulsátil. Heechul no hacía más que luchar para controlarse.

—No soy un maldito santo, nena me estas provocando.

Ella soltó una risita y miró deliberadamente hacia abajo para admirar el tamaño de su erección.

—Gracias a Dios que no lo eres. Habría sido un desperdicio. —sae mi lamió su labio superior con ansia—. Un desperdicio enorme.

Heechul emitió un sonido de reproche porque, obviamente, no estaba en condiciones de apreciar el irreverente sentido del humor de sae mí.

Sae mi empezó a desvestirlo de pronto la ropa estaba toda amontonada a un lado. Esa noche, heechul sería quien le proporcionaría todo el calor que necesitase. Se apretó contra él y unió las manos alrededor de su cuello, apretando los duros pezones contra su pecho. Jugueteó con el cabello de su nuca.

—Nunca había deseado nada tanto como esto —dijo ella con sinceridad.  Él la rodeó con los brazos, vacilando.

—No cambiará nada, promete que hablaremos —protestó, aunque débilmente.

Ella presionó los labios de heechul con sus dedos.

—Nada de promesas, no me harás prometerte algo cuando estamos a punto de hacer el amor… por favor

Aquella sincera y simple súplica fue suficiente. La tensión de heechul se disipó visiblemente. Ella había ganado, aunque en realidad él no se había esforzado mucho en librar aquella batalla. Había algo inevitable en aquel momento que ninguno de los dos quería negarse.

La besó y sae mi pensó que el corazón le iba a explotar de felicidad. El beso se hizo más intenso. Su delicioso sabor la estremecía. La boca de heechul estaba caliente y exigía ser correspondida; su pasión, totalmente encendida por sus caricias. Ella se notaba ligera, etérea, con el cuerpo rebosante de deseo. Pensaba que aquello no sería posible, pero la pasión entre ellos era aún más intensa e incontenible que antes. Había una profundidad intensa en aquel momento; no se trataba solo de la unión de sus cuerpos, sino de sus almas.

La calidez que sentía entre las piernas se extendió por todo su cuerpo como fuego abrasador. Su erección presionaba posesivamente contra el abdomen de sae mi mientras metía y sacaba la lengua de su boca, volviéndola loca de deseo. Ella quería tenerlo dentro, quería que la llenase, que la embistiese hasta el fondo, con fuerza, hasta que su cuerpo se hiciera añicos pegada a él. Su cuerpo estaba húmedo, preparándose para recibir su potente penetración, mientras movía las caderas contra él, en busca de esa exquisita presión que solo él podía proporcionarle.

Ansiaba sentir las manos de heechul sobre su cuerpo, dentro, embistiéndola, pero él todavía no la había tocado. Sabía que se estaba conteniendo, que intentaba controlar la oleada de pasión que amenazaba con desatarse y atraparlos a los dos.

Un suave gemido se le escapó de los labios entreabiertos cuando por fin heechul posó una mano sobre su pecho y comenzó a frotar su dedo pulgar contra el crecido pezón a través de la tela del vestido. Ella quería sentir cómo los ásperos callos de las manos de heechul marcaban su piel. Se apretaba contra aquella mano. Ya no tenían que seguir fingiendo. Sae mi deseaba el placer que solo él podía darle, lo quería todo.

Heechul retiró la boca de los suaves labios de sae mí y le dedicó una sonrisa astuta y maliciosa que debería haberla puesto sobre aviso.

—No tan rápido, cielito. Estoy dispuesto a aprovechar hasta el último minuto de oscuridad que nos quede.

Los dos querían que aquello durase toda una vida.

Heechul sonrió empezó a desatar los cordones del vestido de sae mí. Pieza a pieza le fue quitando la ropa hasta que se quedó completamente desnuda delante de él. Temblaba mientras el aire frío de la noche atizaba su piel ardiente. De repente se sintió tímida ante él, pero resistió el impulso de cubrirse y miró de reojo a heechul para ver su reacción.

La miró lleno de deseo, como si fuese un hombre hambriento al que le estuvieran ofreciendo un festín. Sus ojos brillaban de admiración.

—Eres preciosa.

Y por primera vez, extrañamente, sae mi creyó que de verdad lo era.

Cuando empezó a tocarla, rozando con un dedo la curva de sus senos, sae mí pensó que perdería el sentido. Las piernas no le aguantaban. Aquello no era suficiente. ¿Acaso él no se daba cuenta de cómo la estaba torturando? Su cuerpo se estremecía por el deseo.

—Tus pechos son magníficos. —Posó sus manos sobre ellos, apreciando su tamaño entre sus manos. —. Tan grandes y redondeados, pero con estos deliciosos pezones, tan pequeños y rosados. Nunca olvidaré lo dulce que sabes.

Ella cerró los ojos, sumiéndose en aquel calor a medida que las palabras de heechul la arrastraban bajo el oscuro manto de la dicha. Dicha que la envolvía y que ahogaba todo excepto el placer.

Con una sonrisa traviesa, heechul se inclinó y pasó su lengua sobre el duro pezón.

—Han. No estoy seguro de que esto sea suficiente.

Enterró el rostro entre sus senos, rozando la mandíbula contra su piel sensible. Sopló sobre los pezones y su cálido aliento no hizo más que avivar la llama. Movía la lengua en círculos sobre los pezones y ella temblaba ante la expectativa y se retorcía de dulce agonía, arqueando su espalda con cada embestida de su lengua.

—Heechul—gimió sae mí.

—Dime qué quieres.

Ella quería que aquella agonía acabase. Para ser una mujer que raramente se quedaba sin palabras, solo se las apañó para emitir un ahogado:

—A ti.

Fue suficiente. Por fin heechul envolvió sus senos con la boca. Al tiempo que la chupaba, ella hundía los dedos en su espalda, acercándolo cada vez con más decisión hacia la total liberación.

Heechul hizo acopio de un control que no pensaba que tuviese. Dios, era perfecta. Derritiéndose contra él, tan suave y maleable. Tan sincera en su pasión. Él no podía creerse la gran suerte que había tenido y que le había llevado a sae mí hasta él. Ya no tenía que seguir luchando contra el destino. Tener a sae mi entre sus brazos, abrazada a él, así era como debía ser.

Pasaba la lengua con movimientos circulares sobre sus pezones al tiempo que los chupaba. Se deleitaba en el dulce sabor a miel de su piel. Alcanzó su vientre con la boca mientras las manos esculpían las curvas de su cuerpo, desde la exuberancia de sus pechos hasta la diminuta cintura y las caderas estrechas. Él se había olvidado de lo menuda que era, de lo preciosa y delicada. En comparación, sus manos parecían enormes.

Descendió un poco más con su boca. Ella contuvo la respiración.

Él se arrodilló frente a ella, sujetando con las manos su pequeño y redondeado trasero. Era tan suave y blanda, tan dulcemente atractiva… Deslizó la lengua por la satinada piel del interior de sus muslos, excitándola. Ella tembló y emitió un débil sonido. Aquel delicado aroma femenino inundó sus sentidos, llenándolo de un intenso deseo.

Quizá ella había adivinado lo que él estaba a punto de hacer.

—heechul, ¿qué…?

Él atajó su pregunta con un ligero movimiento de su lengua, saboreándola y deleitándose con la dulce esencia de su placer. No era capaz de imaginar un afrodisíaco más potente que aquel. Ella era muy suave y estaba terriblemente húmeda a causa de él.

Lentamente la estiró sobre la cama, se colocó entre las piernas de sae mí y empezó a prepararla abriéndola con sus dedos, sacudiendo su cuerpo del estado de agotamiento por la plena satisfacción, hasta que empezó a mover las caderas de nuevo contra las de él.

Delicados gemidos salían de su boca semiabierta. Su cabeza se movía adelante y atrás, y una mirada de salvaje abandono transformaba sus facciones. Sae mi estaba casi a punto… y él también. Ella empezó a gemir, esa vez en voz alta, y él cubrió su boca con la mano, incrementando incluso más la presión contra la repentina violencia de liberación que se apoderó de ella. Heechul la sujetó mientras sae mí se retorcía de placer contra su mano. Justo antes de que ella alcanzara el o, él la penetró hasta el fondo, introduciéndole el pene hasta la base en un único y suave movimiento.

Estaba tenso. Una marea de sudor lo invadía.

Cerró los ojos y comenzó a embestirla, obligándola a alcanzar otro o. El sudor provocado por aquel control forzado se le acumulaba en el pecho y en la frente mientras intentaba ser cuidadoso al penetrarla; la veía tan menuda…

—No voy a romperme —susurró ella leyendo su mente—. No te resistas. Tú eres todo lo que quiero, heechul.

Maldita sea, no sabe lo que está pidiendo. Pero sus luminosos ojos marrones intuyeron lo que estaba pensando, obligándolo a revelar cada una de sus partes oscuras y torturadas. Los lugares que nadie había visto. Algo en su interior se resquebrajó. Estaba fuera de control, expuesto. Lo único que le quedaba era su primitiva ansía de ella. El fuego que lo consumía, que ardía en su interior y que solo ella era capaz de sofocar.

Así que se lo ofreció en su totalidad, hasta el fondo y con fuerza, retorciendo su miembro y embistiendo con toda la salvaje emoción que ella extraía de él. Le dio todo. Todo menos la promesa de un futuro. Y ella afrontó el desafío de sus penetrantes embestidas con sus propios movimientos, sosteniendo su mirada, despojando su alma de secretos.

Ella ya había comprendido qué significaba para él.

Heechul notaba que la presión se le iba acumulando y sabía que no sería capaz de aguantar mucho más tiempo. La miró profundamente a los ojos, buscando en silencio… aprobación. Algo casi sagrado pasó entre ellos: un reflejo de amor tan puro que disolvió la última sombra que existía entre ellos.

Una oleada de increíble euforia le sobrevino cuando alcanzó el o, con tanta intensidad que hizo que se le escapase un grave rugido. Sus gemidos se unieron a los de ella. Una y otra vez su cuerpo se retorcía liberándose, expulsando su dentro de ella al tiempo que los dos estallaban en una tormenta perfecta.

Sae mi pensó que estaba muerta. No podría moverse aunque su vida dependiese de ello. Nunca se había sentido tan vacía y a la vez tan completamente realizada.

Heechul se derrumbó a su lado. Ella se las apañó para acurrucarse junto a él y colocar la cabeza sobre su pecho, mientras escuchaba el intenso latido de su corazón. La rodeó con sus brazos y la acercó para ajustarla a la curva de su cuerpo.

Ninguno de los dos habló. Las palabras parecían totalmente inadecuadas en aquel momento.

Ella nunca habría imaginado que su cuerpo fuera capaz de consumir tanta energía y de experimentar tanto éxtasis. Él la había conducido al paraíso muchas veces. Ella pensó que no sería capaz de aguantar aquello de nuevo.

-perdóname… por todo… debí de estar contigo… dijo heechul mientras acareaba la hendidura de su cintura.

- no importa ya… estás conmigo… tu no tuviste lo entiendes… quiero que saques esa estúpida culpa… tu jamás podrías ser el responsable de lo que paso… si hoy estoy contigo… es porque aunque mi corazón se niegue admitirlo… tú fuiste la única persona que me mantuvo cuerda en el maldito lugar… lo único recordaba… era tu rostro… tú me hablabas a diario y me pedias que no me diera por vencida… tú eres la razón por la que estoy aquí…

- voy hacerles pagar lo que te hicieron… dijo besándola.

- te amo… como no tienes idea… solo abrázame… dijo sae mí, heechul asintió y la abrazo mientras se las ideaba para cubrirla.

- te amo preciosa… te amo con mi vida… susurro heechul, este observo a sae mi hasta que quedo profundamente dormida, este observo la mesa de noche y se percató que su medicina estaba intacta, él había descubierto la manera de hacer que dejara de tomarlas, dándole amor.

 

A la mañana siguiente…

 

Eran alrededor de las 6 de la tarde, eun hye estaba acomodando la oficina de ji hoon, al terminar esta se dirigió a su habitación, esta se bañó y puso algo cómodo, arreglo el cabello en moño alto, puso una pañoleta roja oledor de su cabello que termino en un listos.

-toda una coneja… dijo eun hye sonriendo, esta salió de la habitación y se dirigió a la cocina, la ama de llaves aún se encontraba terminando la cena.

- su comida es deliciosa… quisiera cocinar como usted… no crees que deberías enseñarme… dijo eun hye sonriendo.

- señora… en verdad quiere que le enseñe… dijo sonriendo.

- no claro que no… no soy buena en la cocina… bueno si… pero olvide hace mucho como se cocinaba… solo se hacer lo básico… sabe que ji hoon y compraremos una casa… queremos que usted venga a vivir con nosotros… por supuesto con su esposo… el asesor… es una persona muy buena… estoy eternamente agradecida con él.

- solo cumplía su deber… cuidar del rey… es lo que le gusta hacer… dijo sonriendo.

- lo se… dijo sonriendo, de pronto esta sintió que alguien más los acompañaba, esta se puso pálida al ver a la directora frente a ella.

- buenas noches su alteza… creo que usted y yo tendremos una conversación… dijo mirándola.

- señora… la sacamos… ella insistió… dijo su seguridad.

- déjala… disculpemos a la gente que no tiene modales… he ingresa a una casa sin ser llama… o invitada…

- hablemos… dijo la directora sentándose en el sofá, eun hye la siguió sin quitarle la mirada, sentándose frente a ella.

- que es lo que trae su digna presencia a mi casa… dijo eun hye mirándola.

- esto… dijo poniéndole unos papeles en la mesa.

- qué es esto… dijo eun hye tomándolo, esta abrió el sobre y empezó a leerlos.

- qué significa esto… yo no pienso cederle mis posesiones…

- sabía que no lo harías… entonces seguiré el plan b… dijo mirándola.

- plan B?

- estoy muy molesta furiosa… desde su llegado no han hecho más que molestarme… así que ya me canse… ustedes… ni tu ni tus amigas… saben con quién se han metido… crees que toda la seguridad que te ponga tu maridito va a poder protegerte de mí… o peor aún eun hye… crees que tú vas a poder protegerlo… de mi… dijo mirándola.

- usted no va acercarse a mi marido… si se acerca a ji hoon… le juro… por dios santo… que la mato…

- tú no tienes las agallas para atar alguien…

- si usted las tuvo yo también puedo tenerlas… la diferencia es… que usted mato por odio… yo mataría por amor… debe de ser muy triste… que nadie quiera dar la vida por usted…

- valla… la princesita… saco valor…

- aléjate de ji hoon… si tanto nos odias… entonces metete conmigo no con el…

- yo ya tengo tregua con nadie… ni siquiera con los míos… solo soy yo, yo y yo…

- ya termino de amenazarme… porque tengo cosas que hacer… dijo mirándola furiosa, esta sonrió y camino hacia la salida.

- ah… por cierto… yo no me amenazo… yo actuó… ji hoon ya se tardó en llegar no… cuídalo… hay mucho peligro en las calles… nos vemos querida… dijo saliendo sonriendo.

- qué quiso decir… dios ji hoon… dijo eun hye saliendo corriendo del apartamento, esta se dirigió hasta el encargado del lugar.

- disculpe… señor… dijo eun hye asustada.

- señora… que sucede…

- mi marido… su chofer ya fue a recogerlo… dijo eun hye preocupada.

- hace como 3 horas señora… pero que sucedió… ya llamo a su esposo… dijo mirándola.

- mierda… no… dijo eun hye sacando su móvil, esta se desesperó aún más al escuchar el móvil apagado, eun hye no aguanto más, salió del edificio.

- señora… espere esta lloviznando… dijo el encargado del edificio, esta trato de encontrar un taxi, pero con la llovizna ninguno paraba, entonces decidió tomar el tren hasta la empresa, la gente que la veía sentía lastima, eun hye estaba tan preocupada que no se había percatado que estaba en shorts, suéter y zapatillas, el tren estaba repleto de gente, esta al intentar poner en un lado con menos personas, fue empujada por la gente que bajada en una de las estaciones.

- espere… permiso… déjeme pasar… dijo eun hye tratando de subir nuevamente, pero el tren cerró sus puertas.

- dios… donde mierda estoy… tengo que ver a ji hoon… dijo eun hye casi llorando, esta saco su móvil, pero tenía la batería baja.

- mierda… dijo eun hye, esta estaba empezando asustarse aún más, estaba sola y sin saber nada de ji hoon, esa bruja le había hecho algo, mientras tanto, ji hoon se encontraba llegando a su edificio.

- valla lluvia… después de mucho verdad?

- si señor… hace mucho tiempo que no llovía así. Dijo bajando del auto, este saco el paraguas para hacerlo ingresar al edificio de pronto vio a su hombre fuera del edificio, ji hoon maldijo.

- que le paso a mi mujer… donde esta ella… porque no están cuidándola!!! Dijo ji hoon mirándolos.

- señor… no sabemos dónde está la señora… esta una visita de la madre de su amigo y salió corriendo del apartamento… dijo su seguridad.

- MALDITOS… SOLO SE ENCARGAN DE SU CUIDADO… COMO MIERDA PUEDEN DEJARLA SOLA… EN ESTA MALDITA LLUVIA… grito ji hoon furioso.

- señora la encontraremos… dijo apenado.

- señor… si me disculpa… la señora estaba muy preocupada por usted… ella salió despavorida de aquí… dijo el encargado del lugar.

- mierda… me llevare el auto… que dos autos más me sigan, quédate con ellos y has que cumplan su maldito trabajo, al menos saben si se llevó su móvil… dijo ji hoon mirándolos molesto.

- si señor… su esposa tiene el móvil, pero está apagado…

- genial… rastréala por GPS, me das su ubicación mediante llamada… dijo ji hoon sumiendo a su auto rápidamente.

- nena donde te has metido… dios… espero que no estés herida por que la mato… dijo ji hoon furioso, mientras tanto eun hye se encontraba sentada en la banca de un parque asustada y con frio, esta estaba llorando desconsoladamente, no había nadie a su alrededor.

- ji hoon… donde estas… no quiero que te haga daño… dijo eun hye llorando, mientras tanto ji hoon se encontraba a unos minutos de donde se encontraba eun hye.

- ya casi llego… estas seguro que está ahí… creo que la estoy viendo… mierda está en shorts… diles que les pateare el culo a esos ineptos… gracias por todo… te llamo cuando este camino a casa… dijo ji hoon, este rápidamente bajo del auto, eun hye estaba muy asustada, esta alzo la mirada y vio a ji hoon.

- ji hoon… está bien… dijo eun hye corriendo hacia él, este la abrazo con fuerza.

- creí que algo malo te había pasado… estaba muy asustada… dijo eun hye llorando.

- tranquila nena… cálmate mi vida… estoy bien… mírame…mírame nena... mi vida estoy bien… dios eun hye estaba tan asustado… me moriría si algo te pasara… dijo ji hoon besándola, eun hye lo observo de pies a cabeza.

- ella me asusto… creí que te había hecho algo… dijo llorando.

- estoy bien mi amor… ven vamos a casa antes que enfermes… dijo ji hoon llevándola hacia el auto, este la arropo con su saco, eun hye durmió todo el camino a casa, cuando esta despertó sintió un calor alrededor de ella, ji hoon la tenía abrazada, pegada a su pecho, esta se movió.

- despiertas… estas bien nena… dijo mirándola.

- si… solo estoy cansada… me siento exhausta… dijo eun hye mirándolo.

- no vuelvas hacerme esto… tienes hombres a tu disposición… sé que te asustaste… pero no puedes ponerte en riesgo así… eres muy importante para mi…

- lo siento… es yo pensé… dijo eun hye llorando.

- nena… no debes creer en lo que esa bruja te diga… yo siempre estaré bien si estoy contigo… lo entiendes?

- si… tu cambiaste…

- si… gracias por arreglar mi oficina.. No llores… no me gusta que llores… dijo besándola.

- ella habla enserio ji hoon… ella no está jugando…

- lo se…  si se atrevió a venir aquí y amenazar a mi mujer… ella no está jugando…

- que vamos hacer… no quiero que te lastime…

- créeme que a mí no va a tocarme… aquí ella sabe cuál es mi debilidad… es lo que me preocupa…

- tu debilidad…

- tu mi amor… ella sabe que estaré inestable si se mete contigo…

- entonces que debo hacer… dijo mirándolo.

- protegerte eun hye… solo quiero eso… quiero que te protejas es todo… dijo besándola.

- tu también… no quiero que nada te pase… me muero si algo te pasa…

- nunca te dejaría sola… jamás…

- júramelo…

- te lo juro…

 

En día de la boda…

 

Era ya casi la hora de empezar la misa, yoona esperaba ansiosa, su madre le terminaba de arreglar el vestido.

- no puedo creer que esté pasando… dijo yoona sonriendo.

- pues ya casi eres su esposa… tu padre estaría orgulloso… dijo sonriéndole.

- lo se mami… tú me entregaras cierto… dijo yoona mirándola.

- claro que si… escuchas eso… es la marcha nupcial, es hora… debes de estar hermosa… dijo su madre sonriendo.

- daría mi vida porque me vieras… 

- yo igual… dijo su madre dándole un beso, yoona se veía hermosa, su madre la tomo de la mano, este le entrego el ramo de rosas, mientras tanto geun seok se encontraba ya esperando en el altar.

- cerramos todas las puertas por si la novia se arrepiente… dijo kim bum sonriendo.

- gracias… el vendrá… dijo mirándolo.

- crees que faltaría a tu matrimonio… disculpen la demora… cierta chica embarazada entro en crisis por no saber que ponerse… dice que esta gorda… dijo minho sonriendo.

- gracias por venir… dijo geun seok sonriéndole.

- silencio haya viene la novia… valla que hermosa… dijo ji hoon sonriendo, yoona sonrió al ver a geun seok, este estaba realmente apuesto y el altar era verdaderamente hermoso, esta vio a todas sus amigas, se alegró mucho cuando vio a so min sonriéndole, esta sabía que no estaba para fiestas, tan solo a unos pasos de llegar al altar, yoona se detuvo.

- estoy contigo… ahora es diferente… dijo su madre sosteniendo su mano, ambas llegaron hasta el altar donde geun seok.

- cuídala… con tu vida… dijo entregándole a yoona.

- lo hare… gracias madre… dijo sonriéndole, yoona lo observo nerviosa.

- estas hermosa… dijo mirándola.

- tú también… dijo sonriendo.

- bien… comencemos la ceremonia… estamos aquí reunidos… para bendecir la unión de geun seok y yoona… dijo el sacerdote, la ceremonia fue muy graciosa, el sacerdote fue el mismo que caso a shin hye y yong hwa.

- es momento de los votos… dijo mirándolos.

- No es casualidad que nos hayamos conocido, no es casualidad que nos hayamos amado, creo que este gran amor que siento tampoco es casual, es más bien, fruto de una hermosa casualidad y de una foto, de las ganas de vivir, de querer compartirlo todo juntos. Yoona, ahora que estamos aquí, quiero ante Dios comprometerme a ser tu compañero fiel, tu amigo incondicional, y tu amante eterno, atrévete a construir nuestro destino, porque sé que tanto tú como yo, estamos convencidos que juntos somos mejor que separados, te amo… dijo geun seok poniéndole el anillo.

- el destino se escribió para nosotros antes de nacer, enamorarte de ti fue como contar hasta 3, la magia que emana el amor que tú y yo nos temas vencerá todo obstáculo que se interponga entre nosotros, pasamos duros momentos y los seguiremos pasando, pero juntos sabremos afrontarlos, geun seok ahora que estamos aquí, quiero ante dios comprometerme a ser tu compañera fiel, tu amiga incondicional y tu amante eterna, porque sé que tanto tú como yo, estamos convencidos que juntos somos mejor que separados, te amo… dijo yoona poniéndole el anillo.

- Por el poder que me ha sido conferido yo os declaro marido y mujer, ya puedes besar a la novia… dijo el padre, geun seok sonrió acerco a yoona y la beso, los aplausos se escuchaban con fuerza.

- que empiece la fiesta… dijo eun hye sonriendo, todos se encontraban en sus mesas, el lugar era hermoso, yoona y geun seok se encontraban bailando al igual que todos sus amigos, yoona observo a so min sentada, esta se encontraba sola.

- ya regreso… dijo a geun seok.

- que sucede… ah… entiendo… dijo geun seok viendo a so min, esta sonrió y se acercó hacia  so min.

- hola… te diviertes… veo que estas harta de divertirte… dijo yoona molestándola.

- te vez hermosa… dijo sonriéndole.

- eun hye me diseño el segundo vestido… ya que jessica hizo el de novia…

- es hermoso… yoona… en verdad deseo que seas feliz… con todo mi corazón… dijo tomando su mano.

- en verdad vas enserio con si wan, escuche que hablo con tu padre de matrimonio… dijo mirándola.

- pues si… pero no quiero nada con el… ya le deje claro… que no lo veo más que como un amigo… dijo mirándola.

- alguien viene… dijo yoona en voz baja.

- dime que no es el… dijo so min incomoda.

- bailamos… dijo hyun joong extendiendo su mano.

- ya… ya me iba… dijo so min parándose.

- pero lo pensó mejor y decidió quedarse… ve… ve… con el… dijo yoona empujándola.

- podemos hablar… dijo hyun joong mirándola.

- solo bailaremos… dijo so min fríamente.

- dale tiempo… dijo yoona en voz baja, mientras tanto sulli se encontraba comiendo los dulces de la fiesta.

- es increíble como tragas… dijo eun hye mirándola.

- es normal que tenga apetito… cuando estuve embarazada también tenía ganas de comer… muchas en realidad… es hermoso sentir que una pequeña personita crece dentro de ti… dijo so eun sonriendo.

- solo sulli tiene dos personitas creciendo dentro de ella… dijo shin hye sonriendo.

- regrese… dijo yoona sonriendo.

- bonita fiesta… creo que supero mi matrimonio… dijo shin hye sonriendo.

- y cada matrimonio será el mejor… dijo hye sun.

- yo me caso después de ella… dijo so eun.

- aun no puedo creer que estemos aquí… nuevamente… dijo eun hye.

- creo que como dijo yoona nuestro destino estaba escrito antes de que nos conociéramos… dijo IU abrazando a su hija.

- es idéntica a IU… eres tan hermosa pilsuk… dijo yoona sonriéndole.

- cariño por que no vas a jugar con los niños… dijo IU sonriéndole, esta asintió.

- aún se adapta a todo… dijo jessica.

- y tu… cuando va adaptarte al hecho de que serás mamá… dijo sora.

- yo estoy bien… solo que hae tiene muchas problemas ahora… con lo que está pasando… prefiero ocultar mi embarazo… tengo miedo de que algo pueda pasarle a mi bebe… dijo jessica.

- nada le pasara… estamos juntas… dijo sae mi abrazándola.

- donde esta so min… dijo hye sun.

- se largó… solo me utilizo de excusa para irse… dijo hyun joong.

- no seas mentiroso… la llamo si wan y tú la mandaste prácticamente a la mierda… dijo yong hwa mirándola.

- piérdete quieres… dijo hyun joong marchándose molesto.

- me robo a la novia… dijo geun seok tomando la mano de yoona, este la llevo a caminar a yoona.

- tengo un regalo para ti… dijo sonriendo.

- un regalo… que es… dime… dijo mirándolo.

- toma… dijo sonriéndole, este le entrego un manojo de llaves.

- llaves? Que romántico cielo… son… solo llaves… dijo yoona mirándolo.

- si… son solo llaves… ahora… pero adivina que abren estas llaves… dijo sonriéndole.

- no… no es cierto… dijo sonriendo.

- si nena… es lo que estás pensando… una de las mejores zonas de corea… dijo sonriendo.

- una casa… dijo yoona abrazándolo.

- casados, casa quieren… dijo sonriendo.

- pero y…

- tu madre tendrá la habitación que desee… aunque…

- cielo gracias… pero tu aunque me preocupa…

- mi padre quiere casarse con ella… dijo geun seok mirándola.

- hablare con ella aun no es momento… tu…

- no te preocupes por mi… yo estoy bien… mi padre merece ser feliz… igual que yo… dijo geun seok.

- gracias… por todo esto… dijo besándolo, este sonrió y la observo.

- creo que debemos regresar a la fiesta… dijo sonriendo.

- si… lamento no poder irnos de viaje de bodas…

- en este tiempo no podemos… te prometo que cuando todo esto termine… tendremos el viaje…

- crees que esto termine…

- si… pero el final de esto va a dolerle mucho a lee min ho.

- nadie quiere tener a su madre en la cárcel… dijo yoona con tristeza.

- ya basta… volvamos a disfrutar de nuestra boda… nada de tristezas… dijo jalándola de la mano.

- te amo… con todo mi corazón.

- te amo cielo…

- juntos…

- siempre… dijo geun seok besándola.

 

Días después…

 

Yong hwa salía muy molesto, este desde su boda no había tenido ni un solo momento para shin hye, cuando regresaba a casa ella estaba durmiendo, y que podía esperar salía tarde la oficina.

- me largo… dijo yong hwa parándose.

- pero señor estamos en medio de una junta… dijo nervioso.

- si… creo que van a poder sobrevivir dos días sin mi… no mandas mi empresa a la quiebra… dijo yong hwa saliendo de la oficina.

- pero señor… dijo su asesor sonriendo nervioso, mientras los demás accionista lo observaban, mientras tanto shin hye se encontraba cenando junto a la ama de llaves.

- gracias por acompañarme… yong hwa está muy ocupado…

- el señor ah estado de muy mal humor… y es un gusto cenar con usted señora…

- pobre… después de la boda… entiende verdad…

- si entiendo!! Valla… es su esposa y no tuvieron noche de bodas… eso debe de tenerme de mal humor…

- supongo… dijo shin hye sonriendo.

- bueno señora recogeré los platas… valla a descansar ya son casi las 10 de la noche… dijo parándose.

- si lo sé, mejor me iré… estoy cansada… dijo shin hye marchándose, esta tomo un baño, se puso la ropa de dormir y entro en su cómoda cama, en ese momento yong hwa entro en la habitación, shin hye se levantó rápidamente, esta sonrió.

- tu marido es todo tuyo nena… dijo sonriendo, esta sonrió y se paró.

- lindo camisón, es seda…

- si es seda… dijo acercándose a él.

Para probar su firmeza, yong hwa deslizó sus manos por la cintura de ella y fue desatando poco a poco el cinturón de bata de seda, sin dejar de mirarla a los ojos un instante. Ella no podía ni respirar, pese a no ser su primera vez, yong hwa la seguía poniendo nerviosa.

Él alzó las manos despacio hasta sus hombros y las metió bajo la prenda de seda para deslizarla por sus hombros hasta que cayó al suelo en torno a ella. Contuvo entonces el aliento, devorando con los ojos cada curva y contorno de su figura, visible bajo la sedosa gasa color marfil de su camisón.

Yong hwa le acarició con el dedo un pezón hasta que se endureció contra la fina tela. Shin hye notó una oleada de calor entre las piernas.

—Dios, eres preciosa —dijo él con voz ronca. Pellizcó suavemente el pezón con los dedos y ella notó una sacudida.

Recordó su boca en la suya y supo que él también la recordaba. Deseaba cerrar los ojos y sucumbir a las embriagadoras sensaciones que la poseían. Yong hwa movía el pulgar sobre el pezón acariciándolo suavemente, frotando la tela contra el sensible botón hasta hacerla casi tambalearse. Las piernas no la sostenían.

Pensó que iba a besarla, pero él la sorprendió cogiéndola en brazos sin esfuerzo, como si no pesara más que una niña, para dejarla con cuidado sobre el blando colchón. Luego se sentó al borde de la cama, hundiéndola, y se apresuró a desprenderse de los zapatos. Se sacó la camisa del pantalón y se la quitó de un solo movimiento por la cabeza, para arrojarla a la silla.

Shin hye se quedó sin aliento, hipnotizada por la imagen que tenía delante. Yong hwa era hermoso. Las duras líneas de su pecho y sus brazos parecían talladas en granito. Todos los abdominales se marcaban en su vientre.

Yong hwa se levantó y aflojó las ataduras de los pantalones hasta que le colgaron de la parte baja de la cadera. Shin hye veía la gruesa longitud de su miembro bajo la tela, prueba innegable de su deseo.

Él soltó una carcajada y volvió a sentarse en la cama a su lado.

—Es que no he podido evitar admirar... Eres hermoso —masculló sin darse cuenta de lo que decía, el sonrió.

—solo soy una cara bonita… la hermosa eres tu…

Por fin shin hye tendió un brazo para tocarle, y notó que él daba un respingo cuando extendió las palmas sobre su musculoso pecho. Vio que le latía el pulso en el cuello y supo que la caricia le agradaba. Sin dejar de mirarle a los ojos, movió las manos hasta sus hombros para deslizarlas sobre los músculos de sus brazos, que se tensaron por instinto bajo sus dedos. Era magnífico.

—Para mí lo eres… eres magnifico.

Una chispa se encendió en sus ojos. Yong hwa bajó la cabeza hasta posar los labios sobre su boca en un tierno beso mucho más elocuente que las palabras. Con sus labios le tocaba el alma, reclamando una parte de ella que jamás había visto la luz. Frotó la boca contra sus labios, excitándola con el aleteo de su lengua, lento y lánguido, como si tuviera todo el tiempo del mundo. La besó en el mentón, se deslizó hasta la sensible hondonada del cuello y sopló en la piel húmeda hasta que ella se estremeció de deseo.

La estaba volviendo loca de deseo, alargando el beso hasta que ella le hundió las uñas en los hombros. Sus cuerpos todavía no se tocaban y shin hye se tensó anhelante, deseando sentir el peso de su pecho sobre ella, sus senos aplastados contra la dura pared de músculos que acababa de admirar con las manos.

Yong hwa volvió a besada en la boca, esta vez con más fuerza, y ella se abrió a él, forzándole a profundizar al encontrarse las lenguas. Y gimió, incapaz de contener el estallido de placer de aquel beso cada vez más ardiente y más salvaje.

Cuando por fin él le cubrió el pecho con la mano; shin hye dio un brinco. Él apretó el pezón entre los dedos hasta que ella arqueó la espalda, suplicando en silencio. Yong hwa deshizo entonces las cintas del cuello y abrió el camisón para exponer sus pechos. Yong hwa tomó con la mano la pálida piel y alzó el botón rosado hasta su boca para succionarlo.

Una aguja de placer pareció atravesarla. Su boca, cálida y húmeda sobre aquella piel tan sensible, le hacía temblar. La pasión que él había ido construyendo en ella se acercaba peligrosamente al punto de explosión. Una ola de calor pareció engullida. Shin hye alzó las caderas desesperada. El calor. Que sentía entre sus piernas era insoportable.

Y su evidente necesidad pareció hacer añicos el control de yong hwa, que besaba su pecho con más insistencia, rodeando el pezón con la lengua, mordisqueándolo suavemente hasta que todo el cuerpo de shin hye volvió a arquearse contra él.

Por fin, cuando ya no creía poder soportado más, yong hwa alzó la cabeza y se colocó sobre ella, dejando que sintiera algo de su peso. Entonces le levantó el camisón y deslizó la mano entre sus piernas, este sonrió y cambio de posición.

Se tumbó en la cama a su lado y la hizo colocarse sobre él, dolorosamente consciente de cada poro de su increíble cuerpo sobre su piel. Sus largas y esbeltas piernas entrelazadas con las suyas, la curva de la cadera contra su miembro, sus senos redondos y turgentes aplastados contra su pecho, y los delicados pezones rosados clavándose en él. La sensación era tan extraordinaria, tan distinta a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.

—Eh... ¿estás seguro quieres tenerme encima de ti? —shin hye se mordió el labio.

—¡Por Dios, sí! —yong hwa intentó no gemir, convencido de lo natural que podía ser esa postura. No quería pensar en poner las manos en su cintura, no quería imaginar sus senos botando en sus manos mientras ella se movía arriba y abajo sobre su...

Demonios.

Borró de su mente las lujuriosas imágenes y contestó:

—Hay más de una forma de hacer el amor, y quiero hacer todas las formas contigo.

El tímido rubor que asomó a sus mejillas fue una de las reacciones más sensuales que había visto jamás, sobre todo por la ansiosa curiosidad que también se reflejaba en sus ojos. Yong hwa mantuvo los brazos firmemente a los costados, resistiendo el impulso de deslizarlas por la suave piel de su espalda hasta abarcar la voluptuosa curva de sus nalgas.

—Me temo que no sé qué hacer —dijo ella, claramente avergonzada.

—Lo que quieras. Soy tuyo.

Ella lo pensó un momento y esbozó una sonrisa traviesa que provocó en yong hwa un escalofrío de aprensión.

Shin hye posó la mirada en su boca, deslizando inconscientemente la lengua por su labio inferior. Yong hwa notó una oleada de calor.

Shin hye volvió a besarle, deslizando la lengua por sus labios. A yong hwa le palpitaba el pecho y su miembro se tensaba contra ella, ella volvió a besarle, apretando sus suaves labios contra los de él y deslizando la lengua en su boca con un lento y tierno suspiro. Posó su suave mano en la mejilla mientras le acariciaba con la lengua, como él tan insensatamente le había enseñado. Yong hwa necesitó todas sus fuerzas para no arrojarse sobre ella y besarla con la intensidad que merecía.

—Bésame —murmuró ella por fin.

Y tras un gruñido de alivio, yong hwa rodeó su lengua con la suya, danzando con ella, saboreándola con la misma intensidad que ella había empleado. Jamás podría saciarse. La sangre palpitaba por su cuerpo, su erección era tan dura que ella debía de notarla. Como leyendo sus pensamientos, shin hye se sentó sobre él, apresándole con firmeza entre sus piernas. Yong hwa no podía respirar.

Sin saber qué le estaba haciendo, ella interrumpió el beso y recorrió con los labios su mentón y su cuello, trazando un camino de fuego en su piel. Paseó las manos por su pecho y sus brazos, explorando cada músculo con un deleite casi infantil, como si fuera una niña abriendo un regalo.

A él le martilleaba el corazón, le palpitaba el miembro, todos sus instintos clamaban por tocarla, pero se mantuvo quieto bajo su inocente escrutinio. Contó hasta diez mentalmente, dispuesto a hacer cualquier cosa para no pensar en lo que ella le hacía.

Shin hye se alzó un poco sobre él para deslizar la mano entre sus cuerpos, planeando por su vientre mientras pasaba la lengua por su cuello. Sus dedos recorrieron los rígidos abdominales, y aquel suave contacto fue casi más de lo que él pudo soportar. Se le tensaron todos los músculos y tuvo que apretar los dientes para ahogar otro gruñido.

Ella bajó más la mano, hasta la cintura del pantalón, y con la palma rozó accidentalmente la palpitante cabeza de su erección. Yong hwa tensó las nalgas para combatir el impulso de embestir. Pero debió de emitir algún sonido, porque ella apartó la boca de su cuello y le miró insegura.

—¿Te he hecho daño?

Yong hwa negó con la cabeza.

—pero si no quieres que termine fuera, mejor no lo hagas. Shin hye sonrió avergonzada.

—Tócame —susurró. —Por favor, tócame.

— ¿Dónde?

El denso acento de su voz parecía caliente y oscuro como la lava, y se hundió hasta sus huesos.

—Por todas partes.

Con un gemido yong hwa le cubrió los pechos con las manos y pellizcó los pezones hasta dejarlos erectos.

— ¿Así, nena?

Ella echó atrás la cabeza, entregada a las exquisitas sensaciones. Aquellas manos que podían blandir una espada con una fuerza mortal eran también capaces de acariciar con una ternura que casi dolía.

Yong hwa le apresó un pezón con la boca, y lo succionó y mordisqueó hasta que todo su cuerpo, por voluntad propia, comenzó a frotarse contra él. Shin hye notaba en el vientre su erección caliente y palpitante.

—Te quiero desnuda —dijo él, clavándole una mirada con tal pasión que casi daba miedo. No era solo deseo, sino algo mucho más profundo, algo que la envolvía como un cálido y mullido abrigo, algo que jamás creyó que volvería a sentir: seguridad.

Shin hye asintió y él le quitó con destreza el camisón para dejarlo en el suelo junto a la cama. Ya no estaba sobre él, sino tumbada a su lado. No tuvo tiempo de avergonzarse de su desnudez, porque él le chupaba de nuevo los pechos, alzándolos hasta su boca y enterrando la cara entre ellos...

Jamás se había sentido tan adorada. Yong hwa la veneraba con los labios y la lengua, la esculpía con las manos como intentando grabarse en la memoria cada uno de sus poros, sin dejar ninguno sin explorar.

El largo y lento roce de sus palmas provocaba un hormigueo en toda su piel, una tortura exquisita. Cada contacto, cada movimiento estaba calculado para su placer. El deseo se agolpó entre sus piernas en un torrente en llamas. Se notaba cálida y blanda, y desesperada por sus caricias. Su boca volvió a cubrir la de ella con un beso húmedo, oscuro y carnal. Sus dedos se deslizaron por el interior de sus muslos y shin hye contuvo el aliento.

—Dímelo —susurró él. Ella asintió con la cabeza, pero él se limitó a rozarla con la punta de los dedos—. ¿Quieres que te toque aquí, shin hye? —Ella sentía tal angustia que todo su cuerpo se estremeció.

—Por favor —suplicó, presionando contra su mano, anhelante de placer. Y lanzó un gemido cuando él por fin hundió los dedos para llevarla hasta el borde del clímax con sus hábiles caricias.

Él le murmuraba naderías al oído, volviéndola loca. Estaba tan cerca...

Pero quería más, quería compartir con él su placer. Tendió la mano instintivamente para envolverla en torno a su piel aterciopelada y caliente.

Tomándola por las caderas, la guio suavemente hasta ponerla sobre él a caballo. La sensación de su miembro grueso entre los muslos le hizo vacilar un instante, pero lo olvidó todo cuando él la movió sobre su punta y comenzó a embestir muy poco a poco contra su hendidura con la cabeza suave y redonda. Ella abrió más las piernas y fue bajando el cuerpo sobre él.

El gemido de yong hwa fue casi de dolor cuando la cabeza de su miembro la penetró. Ella se detuvo al encontrar un poco de resistencia, dejando que su cuerpo se volviera acostumbrar a la sensación de envolverle, intentando decidir si le dolía. Él se mantuvo perfectamente inmóvil, aunque era evidente que se dominaba a duras penas. Su férrea determinación tensaba su rostro, su cuello y sus hombros como la cuerda de un arco.

—Dios… por que duele —comentó ella.

Yong hwa emitió una especie de risa estrangulada.

—han pasado 10 años, que esperabas nena.

—perdón por no estar en funcionamiento.

Yong hwa negó con la cabeza. Ella intentó bajar un poco más y se detuvo.

—dios que comes para que crezca tanto.

Esta vez él sí logró sonreír.

—Unas palabras para alegrar el corazón de cualquier hombre, cariño, pero no es nada romántico, lo siento nena te dolerá.

Ella asintió, y antes de que pudiera pensárselo dos veces, yong hwa la agarró por la cintura y mirándola a los ojos embistió y la penetró hasta el fondo. Shin hye lanzó un grito de dolor.

—Lo siento —se disculpó él con voz tensa.

—Dale un minuto —pidió. —Intenta relajarte. Dios, es increíble.

Intentó acariciar la hendidura entre sus piernas con el pulgar, y el cuerpo de shin hye poco a poco se fue destensando. Una dulce sensación se extendía de nuevo por ella. —Eso es —gruñó él, frotando con más fuerza.

Su cuerpo comenzó a moverse como con voluntad propia, alzándose un poco para volver a caer sobre él, adoptando un ritmo natural. Jamás se había sentido tan libre. Sabía por la expresión de éxtasis de su rostro que debía de estar haciendo algo bien.

Cuando el pulso empezó a latirle frenético, él la agarró por las caderas para ayudarla a moverse más deprisa, embistiendo más y más fuerte, más y más, hasta...

Shin hye notó que todo el cuerpo se le contraía llevado por las convulsiones del placer. Debía de ser lo que él esperaba, porque notó que también se dejaba ir.

—Voy a terminar —anunció él, y embistió una vez más, penetrándola hasta el fondo. Se miraron a los ojos y lo que shin hye vio en ellos le conmovió el corazón. Sabía que había revelado una parte de sí mismo que nadie había visto antes.

Yong hwa lanzó un grito al tiempo que se le tensaba todo el cuerpo, terminando dentro de ella. Shin hye se alzó para encontrarlo, arqueando la espalda y gritando al notar el estallido de su propio placer. Fue igual que la vez anterior, solo que mucho más intenso: esa lenta impresión de deshacerse, la afilada cúspide de sensaciones, el breve instante en que su corazón se detuvo y su alma pareció tocar el cielo. Pero esta vez no estaba sola, nunca más estaría sola

Deseaba que durase para siempre y se aferró a la sensación cuanto pudo, cabalgando cada ola hasta que hubo remitido el último temblor. Y por fin, jadeando, se dejó caer sobre su pecho; sus pieles estaban húmedas de sudor. Con la oreja pegada a él, escuchó cómo se iban calmando los frenéticos latidos de su corazón, y cerró los ojos.

Por el suave y regular sonido de su respiración, yong hwa supo que dormía y exhaló un suspiro de alivio.

Le acarició el cabello y sintió una extraña tensión en el pecho, una sobrecogedora ternura hacia la diminuta mujer entre sus brazos. Su esposa.

Eran alrededor de las 4 la madrugada cuando shin hye despertó, esta se sorprendió al ver a yong hwa observándola, mientras acariciaba con un dedo su piel desnuda.

-no duermes… dijo adormitada.

- quiero hacerte el amor de nuevo… dijo  mirándola fijamente, esta sonrió, se colocó a caballo sobre él. Él le acariciaba los pechos, apretándoselos, pellizcándole los duros pezones. Ella frotaba la entrepierna sobre su erección. Estaba húmeda y caliente y palpitaba por él, pero quería prolongar las sensaciones que le atravesaban todo el cuerpo.

—¡Por Dios, me estás matando! Necesito estar dentro de ti.

Le cubrió un seno con la boca, atrapándole el pezón entre los dientes y succionando. Ella echó atrás la cabeza, arqueada, y se frotó más fuerte contra él, deslizándose una y otra vez hasta dejar empapada toda la zona. Él acarició con el pulgar su punto más sensible y shin hye explotó entre convulsiones, gritando de placer.

Cuando los espasmos todavía la sacudían, yong hwa la agarró de las caderas para penetrarla de golpe, con tal profundidad que le arrancó otro grito. No había nada como aquella sensación de conexión absoluta, un sentimiento que estaba basado en algo mucho más profundo.

Shin hye lo notó brotar de nuevo, llenándola, aquella desesperada necesidad... yong hwa embestía con fuerza y sus cuerpos se tocaban, se mecían, y la fricción, aquella exquisita presión, volvió a lanzarla al abismo y nuevas contracciones sacudieron su cuerpo.

Estaba preciosa así, con su cuerpo desnudo enrojecido y temblando por la fuerza del clímax, el rostro transformado por el éxtasis. Podía quedarse mirándola para siempre. Aquella imagen despertaba en él algo profundo y salvaje, una emoción tan primitiva que no sabría ponerle nombre.

Los últimos temblores se fueron calmando y shin hye quedó yerta, débil como un corderillo recién nacido, este salto cuando yong hwa se movió.

—Confía en mí, te gustara.

Se puso en pie junto a la cama y tiró de ella hasta que sus nalgas reposaron justo al borde del colchón, a la altura perfecta. Palpitaba de expectación, ansioso por volver dentro de aquel calor húmedo.

Mirándola a los ojos le hizo doblar las piernas para sostenerlas a cada lado de sus caderas y pasó las manos por la cálida y aterciopelada piel de sus muslos. Tenía unas piernas preciosas, largas, esbeltas, blancas como la nieve. Se moría de ganas de sentirlas en torno a su cintura. Muy despacio dirigió la punta de su erección hasta su abertura. Estaba tan húmeda, tan suave, tan rosada... Frotó la sensible cabeza contra ella, arrancándole un gemido. Shin hye alzó las caderas, pero él quería verla empapada. Se humedeció el dedo en la boca y lo deslizó por toda la hendidura. Ella dio un brinco de excitación y yong hwa esbozó una sonrisa traviesa. Su propio placer podía esperar.

Se inclinó sobre ella para besar los pequeños pezones rosados y erectos, y luego pasó la lengua sobre la planicie marfileña de su vientre. Oyó que ella contenía el aliento y tuvo que resistirse a soltar una risita. Su boca bajaba cada vez más, hacia la sensible piel de los muslos, disfrutando de aquel sabor a miel, deseando saborear cada poro de su piel.

Yong hwa se hundió en ella hasta el fondo. Con sus cuerpos unidos, cerró los ojos y echó atrás la cabeza, saboreando la afilada intensidad de las sensaciones. Se sentía electrificado, más completo que nunca. Aquello era el cielo.

Esa sensación del hombre que ha encontrado a su compañera, a la mujer con la que debe estar.

Ella alzaba las caderas pidiendo más, y él se dejó ir. Embestía una y otra vez, más y más hondo, con todo el cuerpo tenso de ansia. Le encantaba la sensación de estar dentro de ella, de llenarla, de hacerla suya. Ella se aferraba a él con sus músculos femeninos, succionándole con su cuerpo, y yong hwa perdió todo el control. Nunca se había sentido así: consumido, desatado, salvaje de pasión, totalmente libre.

Sus caderas embestían y ella salía a su encuentro en cada embestida; sus hermosos pechos botaban con cada movimiento. Deseaba tomarlos con las manos, estrujarlos, chupar los pezones rosados y ver su piel erizada de pasión. Pero no podía pensar. Estaba en llamas. Se centró en contenerse con todas las fibras de su ser hasta... Hasta que la oyó gemir, oyó sus gritos de placer al alcanzar el clímax y por fin se dejó ir, explotando en su interior con un grito gutural que pareció salir del mismo centro de su ser.

Luego la estrechó hasta que se desvaneció el último estremecimiento, hasta exprimir la última gota de placer. Entonces cayó en la cama junto a ella, la abrazó y aguardó a recuperar el aliento para poder decir algo.

Pero ¿qué podía decir? ¿Qué podían decirse? Las palabras parecían muy pobres y vanas después de aquella maravillosa experiencia. La amaba con todo su corazón y cada fibra de su cuerpo. Y la amaría hasta el día de su muerte, este cargo shin hye y la volvió acomodar en la cama, este se sentó y la observo mientras se ponía el pantalón de pijama.

-que sucede… susurro shin hye.

- que te he extrañado… dijo yong hwa echándose junto a ella, este la tapo y acurruco contra su pecho.

- yo también… estoy exhausta…

- yo también… no iré a trabajar… pasaremos el día juntos… que te parece… dijo quitándole los mechones de la cara.

- me parece genial… cielo… me pesan los ojos…

- entonces duerme… dijo dándole un beso en la frente.

- te amo…

- te amo… dijo yong hwa mientras admiraba su bellos rostro.

 

Una semana después…

 

-claro papá… yo también te amo… prometo ir a verte… si… todo bien… si papá… bueno pues hoy me tomaron las fotos para presentarme en el concurso… tú sabes una banda… traje de baño… está bien… lo llamare… también prometo llamarla a ella… todo va bien… no me siento sola en mi departamento… bueno si… papá… tengo que irme… conduciré… está bien… adiós… te amo… dijo so min colgando, esta abrió la puerta de su auto y tiro su maleta en la parte trasera, ya habían pasado dos semanas desde que termino toda relación con hyun joong, esta se sentía fatal.

- que tal estuvo la sesión… dijo si wan sonriendo.

- dios… me asustaste… dijo so min mirándolo.

- lo siento… no fue mi intención… estas hermosa… tu caballo es castaño de nuevo… cuando te lo pintaste… dijo si wan tocando su cabello, so min se movió a otro lado para evitar que la tocara.

- mi agente lo decidió hoy… no quise contármelo… así que simplemente lo pinte…

- eres hermosa con el cabello hasta la cintura… te hace ver más alta… estas muy linda hoy… justo para tener una cita…

- una cita?... bueno yo… no creo que pueda… tengo tacones… y tengo un vestido… con este clima… podría enfermarme… dijo so min incomoda.

- tienes una gabardina justo atrás de tu auto… no quieres salir conmigo…

- no es eso… es solo que…

- tienes que dejarlo ir so min… deja de crearte ilusiones de que el regresara… te buscara… no lo hará… ya han pasado dos semanas… no volverá contigo… dijo mirando a so min, esta se sintió incomoda con su comentario.

- claro… tienes razón… dijo so min con tristeza.

- porque no aceptas mi propuesta… so min te tratare como una reina… como lo eres para mí… yo te lo daré todo no migajas… dijo tomándole la mano.

- está bien… una salida no vendría mal… dijo so min, este sonrió.

Las horas pasaron rápidamente, hyun joong se encontraba en casa, este decidió pasar tiempo con sus hermanos, soo hyun y eun Jo.

-hyung… por que las chicas son tan complicadas… dijo eun Jo mirándolo.

- ya casi vas a cumplir 20 y 30… yo no nada de chicas hermano… dijo hyun joong sonriéndole.

- no sabes nada… o no entiendes a la que quieres… dijo soo hyun mirándolo.

- quizás las dos cosas…

- hyung… tu estas peor que yo… dijo eun Jo mirándolo.

- vine para pasar un buen rato… no para que me tortures… dijo hyun joong golpeándolo.

- qué alegría ver a mis tres hijos juntos… dijo su madre sentando junto a ellos.

- como esta mi abuelo… dijo hyun joong.

- bien mi cielo… ya sabes el hospital lo tiene ocupado… y tu como estas… me alegra que vinieras… me tienes muy olvidada… y yo te parí… dijo su madre mirándolo.

- lo siento… sabes como soy… por que no preparamos algo para comer… después de mucho tiempo tengo todo un día libre y al menos quiero pasarlo con ustedes… dijo hyun joong.

- sí que estas jodido… eres tu hyun joong… cuando has expresado tú lo que sientes… tu hijo esta grave madre… dijo soo hyun mirándolo.

- soo hyun!! Dijo su madre mirándolo molesta.

- déjalo… soy un dios cuando me pide dinero… dijo hyun joong mirándolo, todos se pararon y se dirigieron a la cocina, mientras eun Jo veía un programa de televisión, de pronto su celular vibro, este cogió su móvil y se sorprendió con lo que vio, hyun joong bajaba las escaleras, cuando eun Jo se paró en su delante.

- que sucede… dijo hyun joong.

- la estás perdiendo… mis amigos… adoran a so min…

- como que la adoran… no te estoy entendiendo… dijo hyun joong mirándolo.

- veras… so min es una modelo muy linda… hoy tenía que ir al cine con los chicos… pero me quede en casa… pero ellos fueron… mira lo que me mandaron… dijo eun Jo entregándole su móvil, hyun joong tiro el móvil de eun Jo contra el suelo.

- hyung era nuevo!!! Dijo eun Jo recogiendo los pedazos rotos de su celular.

- lo matare… dijo hyun joong tomando su abrigo y saliendo como alma que lleva el diablo, este se dirigió al centro comercial más que furioso, la foto que le mandaron a eun Jo, mostraba a si wan intentando besar a so min, mientras tanto si wan compraba las entradas para el cine, so min se sentía sumamente incomoda, después de que este intentara besarla.

- en 30 minutos comienza… dijo si wan sonriéndole.

- claro… no hay problema… oye… iré a los servicios un momento… dijo so min marchándose, está prácticamente corrió lejos de si wan, esta saco su móvil cuando vio que si wan entro en la tienda de comestibles del cine.

- hola… si… tienes que ayudarme… no puedo con esto… por favor… gracia que buena amiga eres… dijo so min colgando.

- maldita hye sun… otoke!!! Que hice… definitivamente nunca va hacer lo mismo… dijo so min.

- nunca más… dijo hyun joong, so min abrió los ojos como platos, esta volteo lentamente y vio a hyun joong parado frente a ella con las manos hacia atrás.

- que haces tú aquí… dijo so min mirándolo.

- vine por mi novia… dijo hyun joong, este saco un ramo de rosas blancas, so min se sorprendió y lo observo aterrada.

- quien eres tu… y que hiciste con el… dijo cogiendo las rosas.

- payasa… quiero hablar contigo… quiero tener una cita contigo… dijo hyun joong acercándose a ella y besándola.

- hyun joong…

- lo siento si… ya no puedo estar más tiempo sin ti… no puedo… ya no… so min quiero todo contigo… dijo hyun joong mirándola, este de un solo tirón se arrancó la cadena que traía en el cuello, so min no podía creer lo que veía.

- compre este anillo el día que terminaste conmigo… estaba esperando a tu cumpleaños… quise entregártelo el día de la boda, pero mi carácter judío todo… lamento lo que te dije… nena te amo… por favor regresa conmigo… cásate conmigo… si dices que no… te voy acosar… sabes que soy bueno haciendo eso… dijo hyun joong mirándola, las lágrimas caían por las mejillas de so min.

- hae ra…

- nena… lo viste ese día… fue la peor de las mierdas… ya jamás… jamás podría preferirla a ella antes que a ti… yo la odio… y lo viste… daría mi vida… por que no vuelvas a ver eso…

- porque estaba en tu oficina…

- porque fue a joderte… a decirme algo que tu debías decirme… cuando ibas a decirme que ibas a participar en el concurso… cuando todo el mundo viera el trasero de mi mujer…

- ya vez… ya empiezas… dijo so min mirándolo, hyun joong trato de calmarse.

- esta nena… quieres modelas… te amo… entonces hazlo… dijo hyun joong mirándola, esta sonrió.

- de verdad… cualquier ropa…

- es un si… dijo hyun joong mirándola.

- hyun joong… es que… tu siempre… me irritas… y me molesta que seas así… me sacas de quicio… está bien si acepto… dijo so min besándolo, hyun joong sonrió mientras la abrazaba.

- te amo mi amor… te amo mucho… dios te extrañe tanto… dijo hyun joong mientras besaba su cuello, de pronto este vio a si wan acercándose, la expresión de hyun joong se volvió sombría.

- me puedes explicar aquí y con ella… dijo si wan molesto, hyun joong puso a so min detrás suyo.

- número uno imbécil no tengo por qué explicarte nada y dos vine aquí antes de que tus sucias manos tocaran a mi mujer… dijo hyun joong furioso.

- sabes que tenía una cita con el… dijo so min mirándolo.

- tu mujer tú la dejaste idiota… dijo si wan.

- me estabas espiando… dijo so min mirándolo molesta.

- nena… en casa hablamos si… y tu… aléjate de ella… porque nos vamos a casar… aléjate… dijo hyun joong tomando la mano de so min y sacándola del lugar, esta observo a si wan y sintió culpa, al llegar a su auto so min se quedó parada mirándolo.

- porque tu cara ya no quieres una cita… nena estas delgada… apuesto que bajaste dos tallas… dijo hyun joong cogiéndola de la cintura.

- me estabas espiando… y prometiste que lo harías…

- lo prometí recién… no cuenta antes… además no prometí nada… solo dije que cambiaría mi maldito carácter… dijo hyun joong mirándola.

- en verdad quieres hacer esto… hyun joong voy a morir si nos separamos nuevamente… dijo so min mirándolo.

- te lo juro… quiero todo contigo… acaso no es un maldito cambio en mi aptitud quererte acompañar a los malditos desfiles en donde muestras tu lindo trasero… dijo hyun joong sonriéndole.

- no viviré contigo hasta después de la boda… dijo so min mirándolo.

- no hablaras enserio… traje rosas… dijo hyun joong mirándola.

- lo se… y te amo… pero tendrás que hacer mucho más que traerme rosas… dijo besándole.

- ven a vivir conmigo… me siento solo sin ti… dijo hyun joong haciendo puchero.

- es enserio que hiciste eso… no lo puedo creer… a la mierda con las flores… cuando me llevas a casa… dijo so min.

- que fácil eres de convencer… dijo hyun joong besándola.

- soy fácil contigo… has pucherito de nuevo… dijo so min.

- no tienes que decirme que lo haga… tiene que salir por naturaleza… dios como te he extrañado… dijo besándola.

- y yo a ti… mucho… incluso me lleve tu almohada… quería tener algo tuyo… dijo so min.

- y yo que pensé que se lo habían robado… y la loca maniática era mi novia… te amo nena… dijo hyun joong abrazándola.

- quiero una bonita boda…

- y la tendrás… seremos los últimos en casarnos… dijo sonriéndole.

- porque…

- porque lo mejor se guarda para el final… serás la envidia de tus amigas…

- eres un engreído… dijo sonriéndole.

- lo se… te casaras con un hombre guapo…

- hey!!! Sabes cuantos hombres guapos tienen mis fotos en sus habitaciones… dijo so min mirándolo.

- estás haciendo que me arrepienta de dejarte modelar…

- solo era una broma…

- no hay cita…

- hyun joong… solo fue una broma…

- yo también bromeo… anda sube… tengo una reservación… dijo sonriéndole, so min subió al auto.

- muy bien hyun joong… así se hace… dijo subiendo al auto.

 

 

 

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Comments

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yanibel1001 #1
Hola! No sabes cuánto busqué la historia porque no recordaba el título xD Lo volveré a leer todo otra vez <3 el capítulo 88 es el último?
danie1822 #2
Chapter 88: Me encanta esta historia despues de tantos problemas todos son felices, gracias por redactar esta historia tan interesante.
cachilapo #3
Por favor continuala
cachilapo #4
Chapter 87: espero su próxima actualización
evelindalia #5
Unnie actulizaste n.n me encanto ahora espero con ansias la boda dd hyun joong y somin en serio lo espero y quizas tengan un nuevo hijo en camino nun jajaj xd
Ohanijazmin #6
Unnie porfavor actualize </3 ya paso mucho tiempo :(
cachilapo #7
Chapter 84: espero su próxima actualización
evelindalia #8
Chicas me estoy empezando a preocupar le habra pasado algo a nuestra unnie OnO
evelindalia #9
Unnieeeeeeeeee...!!! Por favoooooorrr actualizaaaaaaaaaa...!
evelindalia #10
:-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( :-( FIGHTING ALL FOR LOVE.........!!!!