Era lunes y taeyeon venía caminando por la calle que albergaba la gran mayoría de las empresas de la ciudad.

 

Muy temprano por la mañana había tenido que acercarse hasta el banco, donde firmaría y recuperar unos documentos.

 

A la naviera la separaban ocho calles del banco, así es que como no tenía nada en su agenda hasta para dentro de unas horas más, decidió volver caminando hasta su oficina.

 

Estaba por entrar en su edificio, cuando el letrero verde de Starbucks parecía estar llamándola desde el otro lado de la calle. Le entraron unas enormes ganas de tomar un Caramel Macchiato, así es que casi sin pensarlo, cruzó la calle y entró al lugar.

 

Lo primero que vio en un rincón, le aceleró los latidos de su corazón.

 

Tiffany estaba bebiendo un café y leyendo el periódico. Y no había reparado en su presencia, así es que taeyeon se dirigió disimuladamente hasta la barra para hacer el pedido, esperando que la americana no la notara en el local.

 

Taeyeon pidió su café y mientras lo esperaba, no se giró ni una sola vez a ver a Tiffany.

 

El último día que estuvieron juntas ella se juró que se alejaría de la pelinegra.

 

Sabía que iba a ser difícil, más porque Tiffany trabajaba para la naviera, pero taeyeon estaba dispuesta a intentarlo, estaba dispuesta a dejar esa relación de amistad cercana que tanto daño le hacía.

 

Seguiría siendo su amiga, pero ya no estaría disponible para Tiffany como lo hacía siempre.

 

Ya no habría salidas, tal vez uno que otro almuerzo, pero nada más.

 

- ¿Me está siguiendo, señorita Kim? ―Preguntó Tiffany tras ella con su inconfundible voz profunda, lo que hizo que a taeyeon le temblaran las piernas.

 

Mal empezaba con el plan de alejarse de la americana, si el solo escuchar su voz le hacía flaquear su voluntad.

 

Taeyeon se giró para contestarle, para seguirle el juego y se encontró con una mujer que la miraba risueña, con esa sonrisa pícara que adoraba.

 

―Qué más quisieras tú que yo te siguiera ― dijo levantando la barbilla, haciendo que Tiffany soltara una carcajada.

 

Le gustaba que taeyeon tuviera respuesta para todo, que la enfrentara y que la desafiara constantemente.

 

- ¿Cómo estás, tae? Pensé que ya estabas en tu oficina. Yo terminaba el café y me dirigía para allá.

 

―Vengo del banco. Tenía que ir temprano por unos documentos. Pero un café de estos ― levantó su vaso mostrándoselo―, Y crucé quería la calle. Pero ahora vuelvo.

 

―Bueno, vamos entonces.

 

Cruzaron la calle y entraron en el edificio de la naviera. Se subieron al ascensor que las llevó hasta el piso diez.

 

Conversaban animadas por el pasillo del vestíbulo hasta que se encontró con el escritorio de Bora.

 

Taeyeon se paró de golpe por lo que veía y Tiffany se detuvo tras ella.

 

La rubia se acercó despacio, como no creyendo lo que había sobre el escritorio de su secretaria.

 

―Buenos días, señorita taeyeon ―dijo Bora saludando a su jefa e ignorando la presencia de la abogada.

 

―Buenos días para usted también, Bora ― dijo Tiffany con sarcasmo a la secretaria.

 

- ¿Qué es esto, Bora?

 

―Son para usted, llegaron hace media hora.

 

Lo que había sobre el escritorio de la secretaria era un enorme ramo de hermosas rosas rojas de tallo largo.

 

―¿Para mí? ―Preguntó incrédula.

 

―Sí, señorita. La tarjeta dice su nombre.

 

Tiffany buscó con su mirada la tarjeta y en efecto tenía el nombre de su amiga.

 

Taeyeon tomó la tarjeta, la abrió y leyó el mensaje.

 

«Espero que hoy sí puedas cenar conmigo ¿Te parece que pase por ti a las ocho? Espero tu llamada, jessica. »

 

Taeyeon cerró el sobre risueña, Tiffany la miró curiosa, quería saber quién le enviaba las rosas.

 

Taeyeon tomó el arreglo floral y caminó con Tiffany hasta su oficina. Lo dejó sobre la mesa de centro y luego se sentó en su silla.

 

- ¿Y bien? ―Dijo Tiffany tratando de sonsacarle algo a taeyeon.

 

- ¿What?

 

- ¿Quién te envía esas rosas?

 

―Una amiga especial.

 

―Ya, una amiga especial. Tan amiga no es y para pareja no sirve mucho ― dijo muy seria―, Ni siquiera sabe que no te gustan las rosas.

 

- ¿Qué dados?

 

―Que a ti no te gustan las rosas.

 

- ¿Ah no? ―Dijo levantando una ceja, mirándola divertida.

 

-No. Tu flor favorita son los lirios, y no cualquiera si no las calas. Tú odias las rosas rojas.

 

Taeyeon sintió que el corazón se le iba a salir del pecho.

 

Tiffany estaba teniendo un ataque de celos.

 

Pero lo que más le gustó, fue saber que Tiffany recordara el detalle de las flores.

 

A taeyeon no le gustaban las rosas rojas, sin embargo adoraba las calas.

 

―Pero bueno, pueden empezar a gustarme las rosas rojas.

 

Tiffany tensó la mandíbula por el comentario de taeyeon y con el ceño fruncido se sentó en la silla frente a la rubia.

 

―Y bien, ¿me vas a decir quién es tu amiga especial misterios?

 

―Creo que no.

 

―Tae ...

 

―No, Tiffany. No te metas en mi vida, ¿quieres? Ahora si me traes algo para que vea o firme, entrégamelo que dentro de poco voy a una reunión al quinto piso.

 

- ¿Por qué no me quieres contar, tae?

 

―Porque no hay correspondencia. Hay cosas que no te puedo contar, Tiffany, por muy amigas que seamos, son parte de mi intimidad.

 

Tiffany sintió que algo dentro de él se removía, algo se impulsaba por salir, algo que nunca antes había sentido.

 

Enojada como estaba, sacó unos papeles y se los dejó a taeyeon sobre el escritorio.

 

―Estos contratos son los que Yoona me pidió redactar para el negocio en Asia.

 

―Bien, los ...

 

―Te los dejo ― dijo levantándose de la silla sin dejar que terminara la frase―, Mañana vengo por ellos.

 

―Está bien, pero yo ...

 

―Que tengas un buen día, taeyeon.

 

Tiffany caminó a paso rápido hasta llegar a la puerta y salir de la oficina de taeyeon.

 

Estaba tan furiosa y lo peor era que no sabía por qué la enojaba tanto que taeyeon recibiera flores de otra persona.

 

Ella era su amiga y debería estar feliz de que taeyeon tuviera a alguien especial en su vida, pero no era así.

 

Además la negativa de la rubia a contarle sobre esta persona misteriosa la enfurecía más de la cuenta.

 

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Taeyeon estaba pensativa en su oficina.

 

No sabía cómo tomar la actitud de su amiga.

 

Tiffany se había mostrado celosa al ver que estaba pendiente de otra persona, pero sabía que no debía pensar así.

 

Los celos de Tiffany no eran porque algún sentimiento romántico se albergara dentro de ella, sino más bien eran como los de un niño que no le gusta que su mejor amigo le preste atención a otro niño.

 

 

Luego de darle muchas vueltas en su cabeza a toda la situación, y con la intención de ir alejando a Tiffany cada día más de su vida, llamó a jessica para aceptar su invitación a cenar.

 

Le haría bien distraerse un rato y jessica era muy buena compañía. Pasaría un buen rato compartiendo con la americana.

 

Ese día empezaría su misión… sacar a Tiffany de su corazón.

Puntualmente a las ocho de la noche una sonriente jessica llegaba a casa de taeyeon.

 

Abrió la puerta y se encontró con una mujer enfundada en un vestido negro, se veía guapísima pensó taeyeon tragando en seco por la impresión que le había causado jessica.

 

―Hola, ―dijo acercándose para besarla en la mejilla ― Te vez preciosa.

 

―Gracias, tú también.

 

- ¿Lista para irnos?

 

―Claro. Vamos.

 

Llegaron al auto de jessica y le abrió la puerta del copiloto. Luego puso el auto en marcha y se dirigieron al restaurante que jessica había elegido.

Taeyeon sonrió ante la elección de su acompañante.

El restaurante elegido era su favorito. Un elegante restaurante de comida italiana que taeyeon había descubierto hace unos años y el cual se había convertido en su lugar preferido, además de la comida que ahí servían era exquisita.

 

- ¿Cómo supiste? ―Preguntó taeyeon mientras ingresaban al lugar.

 

- ¿Qué cosa?

 

―Que éste es mi restaurante favorito.

 

―Bueno, adiviné. Pregunté por un restaurante excelente y me recomendaron éste. Me alegro haber acertado en la elección.

 

Llegaron a la mesa que había sido reservada por jessica y se sentaron para ver la carta.

 

Taeyeon no sabía por qué plato decidirse ya que todo lo que aparecía en la carta le gustaba.

 

Ella y jessica, sonreían por los nombres de los platos y se burlaban una de la otra por la pésima pronunciación del italiano que ambas tenían.

Así, sonriéndose una a la otra, las Tiffany, que venía entrando en el restaurante y muy bien acompañada por una bella rubia que colgaba de su brazo.

 

Una extraña sensación se apoderó de la americana al ver a taeyeon conversando animadamente con otra mujer.

 

De seguro ese era la amiga misteriosa de la que taeyeon no quería contarle, la amiga especial que le había enviado el ramo de rosas.

 

Caminó hasta la mesa de taeyeon para saludarla y así poder ver quién era su acompañante.

Taeyeon pestañeó rápido un par de veces al ver que Tiffany se acercaba hasta ella y que además venía acompañado de una guapa mujer.

 

―Buenas noches, tae ― dijo con una sonrisa ladina. Se acercó a la rubia y le besó la mejilla ― Qué sorpresa.

 

―Hola, Tiffany ― dijo mirando de soslayo a la rubia que estaba al lado de su amiga ― jessica, te presento a mi amiga, Tiffany. Tiffany ella es jessica Jung.

 

Jessica se levantó y le extendió la mano a Tiffany para saludarla. Tiffany se puso seria y le estrechó la mano a la mujer sin muchas ganas.

 

―Les presento a hyuna ― dijo Tiffany

 

Taeyeon esbozó un «hola» casi entre dientes.

 

―Bien ― dijo Tiffany―, Las dejamos para que continúen con su cena. Buenas noches.

 

Tiffany y su acompañante se dirigieron hasta su mesa, desde el cual, podía observar perfectamente cada movimiento de su amiga y su pareja.

 

 

Taeyeon podía sentir el peso de la mirada de Tiffany sobre ella, pero no se giró ni una sola vez a verla.

 

Trataba de prestarle la mayor atención posible a jessica quien resultó ser una perfecta acompañante.

 

Tiffany miraba cómo reían y hablaban y hablaban.

 

¿De qué hablarían tanto? pensó.

 

Llegó el postre y taeyeon pidió mousse de chocolate.

 

Tiffany miraba cómo taeyeon se llevaba la cuchara a la boca y cerraba los ojos ante el primer bocado del delicioso manjar.

 

Se removió inquieta en su asiento, ¿qué le pasaba?

 

De pronto vio que jessica acercaba la mano a la cara de taeyeon y que delicadamente le pasaba su pulgar por la comisura de la boca, limpiándole un poco de chocolate que había quedado ahí.

 

Taeyeon sonrió y sintió que un fuego se alojaba en su pecho.

 

Necesitaba salir de ahí, no podía seguir presenciando esa escena.

 

Llamó al mesero pidió la cuenta y con una enojada hyuna que, no entendía por qué tenían que irse tan de prisa, Tiffany pasó por delante de taeyeon y jessica sin siquiera despedirse.

 

- ¿Qué pasa Tiffany? ¿Por qué salimos casi corriendo del restaurante? ―Preguntó una ofuscada hyuna mientras subía al auto de Tiffany.

 

―Nada. Pero la verdad es que ya me estaba aburriendo el lugar. Te llevo a casa.

 

- ¿What? Pero… pero me prometiste que iríamos a tu casa.

 

―Lo siento hyuna, pero esta noche no.

Tiffany condujo hasta el domicilio de hyuna.

 

Ni siquiera se molestó en bajarse para abrirle la puerta del auto y acompañarla a la puerta de su departamento.

 

La mujer se bajó enfurecida y dando un fuerte portazo que que Tiffany saltara en su asiento.

 

- ¡Parece que quedó mal cerrada, hyuna! ―Le gritó irónica.

 

- ¡Jódete idiota! ―Dijo furiosa y caminó rápidamente hasta desaparecer dentro del edificio de departamentos.

Tiffany condujo su auto por una hora sin saber muy bien qué hacer.

 

Quería volver al restaurante y ver qué estaría haciendo taeyeon, pero de seguro ya se habría ido del local.

 

Luego pensó en ir a su casa, pero desechó esa idea.

 

Tal vez estaría con la otra rubia que la acompañaba en el restaurante.

 

Apretó con fuerza el volante con sus manos al pensar en eso. No lograba entender qué le pasaba con taeyeon

 

.No era la primera vez que la veía con una persona que le gustaba a la rubia, pero era la primera vez que la veía tan entusiasmada.

 

Era la primera vez que la veía tan sonriente y coqueta.

 

Sintió rabia por sentirse así, cómo si una desesperación se hiciera cargo de ella y no saber por qué ni qué hacer.

 

Al final y después de dar muchas vueltas por la ciudad, se fue a su casa, se sirvió una copa de licor, se la bebió pensando en taeyeon y en todo lo que estaba pasando dentro de ella.