capitulo 12
Eres para miEl día domingo llegó y jessica y taeyeon entraban en el estadio de fútbol donde se jugaría la semifinal del campeonato.
Apenas puso un pie dentro del recinto, ella recordó a Tiffany.
Cada vez que, había entrado en ese estadio para ver algún partido de su equipo, lo había hecho con la abogada.
Pero ahora estaba con jessica y estaba dispuesta a pasarla bien, la americana era una buena compañía y solo esperaba que la distrajera en demasía ya que, sabía que Tiffany, estaría en el palco con sus amigos viendo el partido.
Taeyeon y jessica llegaron a sus lugares que, para desgracia de taeyeon, estaban bajo el palco que frecuentaba Tiffany.
No quería girar y mirar hacia arriba, no quería pensar en la americana, así que se reprendió fuertemente a sí misma y se prometió no girar su cabeza ni una sola vez.
Tiffany estaba sentada en el palco con un par de amigos, tal como taeyeon pensaba.
Miraba el césped, faltaban unos minutos para que el partido comenzara.
Su mente estaba lejos, echaba de menos el tener a taeyeon ahí junto a ella para discutir cada jugada o para que ella increpara a jugadores, árbitros y entrenadores o a quién se le cruzara por delante.
Verla furiosa le encantaba así como también le encantaba verla saltar de alegría por un triunfo de su equipo.
Se acercó un poco más a la orilla del palco, cuando algo en las tribunas llamó su atención.
Primero pensó que estaba equivocada, pero luego de unos segundos de mirar fijamente la escena que se presentaba ante ella, no tuvo más dudas.
Ahí, sentadas en las tribunas bajo su palco, estaban jessica y taeyeon conversando animadamente.
Taeyeon sonreía y jessica no se quedaba atrás, prestándole más atención de la necesaria para su gusto.
Jessica estaba divertida con taeyeon, la verdad era que lo pasaba muy bien con la rubia más baja, podía entender por qué la abogada estaba pérdida por esta mujer y pensó que, si no estuviera tan enamorado de SeoHyun, podría haberse enamorado de taeyeon.
De pronto jessica comenzó a mirar de un lado a otro cuando sin querer se giró y quedó con su vista frente al palco y a la seria mirada de Tiffany.
Sonrió con malicia, sabía que Tiffany se moría de celos al ver a taeyeon a su lado y que tal vez hasta sería capaz de lanzarse desde el palco hasta llegar al lado de taeyeon.
―taeyeon, no te gires, pero la abogada está en el palco y creo que ya me he muerto tres veces con las miradas que me ha dado―le dijo acercándose un poco más a la americana.
Taeyeon sonrió por lo que escuchaba y tuvo que luchar con las ganas de girar su cabeza para ver a su amiga en el palco.
El partido comenzaba y taeyeon estaba agradecida de distraer su mente con el fútbol y así dejar de pensar en que Tiffany la estaba observando.
Tiffany, en cambio, no se había enterado de que los jugadores ya estaban en el campo de juego.
Podría estarse jugando la final del campeonato mundial de fútbol en ese instante, pero ella no le habría prestado atención más que a cada movimiento hecho por taeyeon.
Taeyeon se levantaba, gritaba, aplaudía y se sentaba animando a su equipo.
Jessica la miraba divertida, nunca se imaginó que, dentro de una empresaria y bella mujer, existiera tanta pasión.
Se acercó a taeyeon y le dijo algo al oído, estaba provocando abiertamente a Tiffany, quería que hiciera algo, que actuara de una vez y no se lo pensara tanto.
Tiffany estaba tensa, molesta por lo que veía, rabiosa por la cercanía de jessica.
Dentro de ella sentía cómo la ira y los celos se apoderaban de su razón.
Había pensado en saltar desde el palco y sacar a taeyeon de ahí a rastras, pero sacudiendo su cabeza para que esos pensamientos no ganaran la lucha interna que tenía en ese instante, respiró todo lo profundo que pudo y trató de tranquilizarse antes de que cometiera una locura.
Cada día estaba peor.
No sabía qué hacer respecto a taeyeon, de pronto todo era muy confuso para ella.
Tenía un deseo incomprensible hacia su amiga, un deseo que cada día se acrecentaba más y más y que no sabía hasta dónde lo iba a llevar.
El entre tiempo aún no llegaba, pero vio que taeyeon se levantaba de su asiento y salía de seguro para dirigirse hasta el baño.
Salió desde el palco a toda velocidad solo pensando en darle alcance a taeyeon.
La vio entrar en el baño y se quedó fuera esperando a que saliera.
Taeyeon se refrescó la nuca y se miró al espejo antes de salir desde el baño.
Aunque lo estaba pasando muy bien con jessica, estaba intranquila sabiendo que Tiffany la estaba mirando desde el palco.
Se miró la cara y se insultó por dejar que la americana le afectara tanto, ya era tiempo de empezar a olvidarla, olvidarse de ese amor no correspondido.
Tomó una honda respiración y salió hacia el pasillo.
No sabía qué pasaba, solo que una mano se aferraba fuertemente a la de ella y que era llevaba a toda velocidad hacia alguna parte.
Llegó a un pasillo alejado del tránsito del público y fue ahí donde sintió que su espalda chocaba contra una fría y dura pared.
Tiffany no pensaba en nada más que no fuera besar a taeyeon y así lo hizo.
Aprisionándola contra la pared se apoderó de su boca y perdió todo el poco de cordura que le quedaba.
Taeyeon se removía bajo el cuerpo de Tiffany, pero era inútil, mientras más se removía, más la apretaba contra la pared.
Tiffany la besaba desesperada, como si necesitara esa boca para respirar.
Jugaba con su lengua buscando la de la rubia que, trataba de no entregarse como una boba a ese beso, a esa morena que jugaba con ella como si no le importara nada de lo que fuera a sentir.
Taeyeon estaba en la gloria, pero a la vez en el infierno.
Amaba tanto a esta mujer que la besaba con pasión, pero sabía que lo que a la americana la movía era solo un sentimiento de territoriedad.
Verla junto a jessica había despertado los celos en ella, pero no celos de una persona enamorada, pensaba, si no que celos de perder a su amiga.
La que siempre estaba ahí para cuando quisiera, y ahora que, le prestaba atención a otra persona, se moría de miedo de perderla.
Taeyeon hubiera dado todo lo que poseía porque Tiffany le dijera que la amaba, porque ese beso fuera el primero de tantos, pero no podía permitirse soñar así.
De seguro Tiffany volvería a desaparecer otra vez, sin explicaciones y con un "lo siento" como única respuesta cuando le preguntara qué pasaba.
Ese pensamiento hizo que taeyeon se llenara de rabia, ya no quería seguir sufriendo por Tiffany, esto ya no podía seguir así.
Tiffany no quería dejar la boca de taeyeon, era tan suave y dulce que se estaba volviendo loca y el pasillo de un estadio no era el mejor lugar para que alguien se volviera loco de deseo.
Muy a su pesar se separó de la rubia que, estaba con los ojos cerrados, la boca entre abierta y la respiración agitada.
Viéndola así le dieron ganas de volver a besarla, de tomarla y de escabullirse con ella por algún lugar escondido donde poder poseerla y acabar con la desesperación que la estaba consumiendo.
Taeyeon abrió los ojos y vio que la americana la observaba con una sonrisa ladina, como si lo que estaba pasando en ese pasillo fuera una travesura, un juego de niños.
―Hola, tae―dijo separándose un poco para apreciar bien la reacción de la rubia.
Aunque no fue la que hubiera esperado.
Taeyeon la sorprendió abofeteándole la cara.
Tiffany no habría imaginado jamás una reacción así por parte de taeyeon.
La volvió a mirar extrañada y tocándose la mejilla que había sido golpeada.
― ¿Qué te pasa? ¿Por qué me golpeas?
―No, qué te pasa a ti. Por qué me besas, qué te has creído.
―No lo sé―dijo con sinceridad.
―No lo sabes, ¿cómo que no lo sabes?―dijo indignada.
―No lo sé, tae, de verdad que no lo sé. Solo sé que te vi y necesité besarte y…
― ¿Por qué, Tiffany? ¿Por qué haces esto? Dime de una vez, ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué es lo que sientes?
Tiffany la miró y se maldijo por no poder ser claro con taeyeon.
¿Por qué siempre que estaba con taeyeon no podía sincerarse y gritarle todo lo que sentía?
La rubia se movió haciendo un amago para comenzar a caminar y volver a las tribunas, pero Tiffany la detuvo.
―No vuelvas con ella―le dijo casi en un susurro, suplicando para que no volviera al lado de jessica.
Taeyeon miró la mano que la tenía firmemente sujeta por un brazo y luego levantó la mirada para mirarla a los ojos.
―Suéltame, Tiffany. Jessica debe estar preocupada por mi demora.
―Por favor, tae…
―No… ni por favor ni nada. Suéltame de una vez.
Tiffany la soltó aunque no quisiera hacerlo.
Taeyeon la miró una última vez y comenzó a caminar para volver con jessica, pero no se quedaría para terminar de ver el partido, le diría a su acompañante que quería irse y que la sacara de ahí.
Tiffany la siguió hasta que la coreana llegó junto a jessica, vio que le decía algo que la rubia más alta asintió con la cabeza y se levantó desde su asiento.
Unos minutos más tarde vio cómo taeyeon y jessica desaparecían por la entrada del estadio.
¿Qué iba a hacer ahora?
Ella y su maldita manía de quedarse callada cuando tenía que hablar con taeyeon de algo importante.
¿Cómo volvería a estar con taeyeon?
De seguro taeyeon estaría muy enojada por lo sucedido.
Tenía que hablar, tenía que lograr que la rubia volviera a ella y dejara de una vez a jessica.
¿Cómo lo haría?
No tenía ni idea, solo sabía que debía de buscar la forma de que taeyeon volviera a ella y esta vez para siempre.
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Mientras iban en el auto por la ciudad en busca de algún restaurante para almorzar, taeyeon le contaba a jessica sobre lo ocurrido en el pasillo del estadio con Tiffany.
―Guau, hasta que por fin reacciona esa americana, ya me tenía preocupada, ¿sabes?―dijo jessica en tono divertido y sonriendo, pero para taeyeon este tema no era nada de gracioso.
―Qué reacción ni que nada, es que Tiffany no sabe lo que quiere.
Taeyeon hablaba irritada, con el ceño fruncido.
―Te quiere a ti, ya no le des más vueltas, taeyeon. Solo falta que le demos un empujoncito más, ya lo verás.
―No, jessica, nada más. Ella no está clara en nada. Hoy puede querer todo y mañana nada.
―Pero se aclarará, solo espera. Algunas mujeres somos un poco lentas en estas cosas, bueno unas más lentas que otras―dijo riendo y haciendo clara alusión a la demora de Tiffany en confesar su amor―, Pero estoy segura que lo hará, tarde o temprano terminará rendida a tus pies confesándote su amor.
Taeyeon ya no quería hacerse más ilusiones con respecto a la abogada.
Si seguía pensando en lo que decía jessica con tanta certeza, el dolor que sentiría cuando nada de eso ocurriera iba a ser lo peor de su vida.
Pero, ¿cómo se puede sacar a alguien del corazón de un día para el otro?
El que tuviera la receta de seguro ya se habría hecho millonario.
Siguieron conversando de los eventos de ese día cuando el teléfono de jessica interrumpió la conversación.
El número era desconocido, pero de igual manera lo contestó. Accionó el manos libres y se dispuso a hablar:
―Hola―dijo jessica, pero ninguna palabra sonó como respuesta.
Jessica supo de inmediato quién la llamaba.
Rápidamente buscó dónde estacionar y con una señal le pidió a taeyeon que se mantuviera en silencio.
Orilló el auto y se detuvo.
―Hola, ¿seo, eres tú? ¿Háblame por favor?
Taeyeon abrió los ojos asombrada por lo que oía decir a jessica y pudo ver la desesperación en la cara de la rubia.
―seo, necesito verte, dime dónde estás por favor, no hagas esto amor, vamos, dime dónde estás.
Un susurro se escuchó en el aire y luego un sollozo, igual que la última vez que recibió una llamada de ella.
―jessica―dijo una suave voz de mujer―Jessi…
―seo, dime dónde estás, voy a donde me digas que vaya, solo dime dónde estás por favor.
Taeyeon miraba la cara de jessica quien estaba a punto de perder el control.
―Jessi…amor mío.
Fue lo último que dijo SeoHyun antes de cortar la llamada.
El silencio se hizo dentro del auto.
Taeyeon no sabía qué decir en esa situación, no quería parecer demasiado curiosa, pero de igual manera quería ayudar a su amiga.
―jessica, ¿estás bien?
Qué pregunta más tonta se dijo mentalmente al segundo de haberla hecho.
Era más que evidente que jessica no se encontraba bien.
―Solo quiero saber dónde está. Quiero verla, necesito verla, taeyeon―dijo en tono triste y melancólico.
―Pero te llamó, esa es una buena señal…
―Pero no me basta escucharla, quiero verla, quiero tenerla frente a mí y perderme en sus hermosos ojos. Que me sonría con esa sonrisa que me hace sentir la mujer más afortunada del mundo, tenerla entre mis brazos y saber que no necesito nada en este mundo para ser feliz más que tenerla a mi lado.
Taeyeon casi suelta una lágrima al escuchar tan bellas palabras, palabras de una persona tremendamente enamorada.
Palabras que quizás ella nunca escucharía en su vida.
―jessica, si puedo ayudarte en algo solo tienes que pedírmelo.
―Lo sé, taeyeon y te lo agradezco, pero la verdad es que en este momento no sé muy bien qué hacer. Quizá debo seguir dándole tiempo aunque la espera me mate.
Ambas se quedaron en silencio.
Jessica rogando para que SeoHyun la volviera a llamar pronto y ojalá esa vez le dijera algo que le indicara dónde encontrarla.
Y taeyeon pensando en lo distinta que era jessica y Tiffany.
Mientras una estaba desesperada por volver con el amor de su vida, la otra era una mujer que no sabía lo que quería en su vida respecto al amor.
Después de un almuerzo no muy conversado, jessica dejó a taeyeon en su casa y luego se fue a su departamento, donde sentado en su sofá y mirando una fotografía de ella y seohyun, pensaba en dónde se encontraría ella y cuando llegaría el día en que la volvería a ver.
Y pedía al universo que eso fuera lo más pronto posible.
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