― ¿Qué pasó con la abogada, taeyeon? ―preguntó jessica  a su acompañante mientras miraban la carta y hacían la elección para el almuerzo.

 

―Nada, ¿por qué crees que pasó algo?

 

―Bueno, siento que me invitaste a almorzar solo para que la abogada te viera salir conmigo. Y no me malinterpretes, me encanta tu compañía y me siento halagada que decidas sacarle celos a Tiffany conmigo, ya sabes que soy materia dispuesta.

 

―No, jessica, no es eso…

 

―taeyeon, no tienes por qué negarlo. Todo bien con eso. Y ahora dime, qué pasa.

 

―Me besó, jessica. Ella me besó―dijo taeyeon de golpe y con la mirada perdida.

 

―Te lo dije, te dije que ella siente algo por ti. Y bueno, ¿por qué estás almorzando conmigo y no con ella?

 

―Porque estás equivocada, Tiffany  no siente nada por mí. Me besó y luego salió de mi casa como alma que lleva el diablo, como si besarme hubiera sido lo peor que le ha pasado en la vida, porque es una cobarde que, cuando le dije que habláramos, se quedó callada y me dejó sola. Ahora dime, ¿crees que ella siente algo por mí? Yo no lo creo.

 

―Vaya, me cuesta creer lo que me dices. Si hoy mismo casi pude sentir que quería matarme cuando me vio entrar en el vestíbulo de la naviera.

 

―Es verdad, jessica. No sé por qué ella actúa así. Me tiene realmente confundida, pero ya me cansé de toda esta locura. Le pedí que habláramos, que me explicara qué sucede con ella, pero me dejó con la palabra en la boca. Yo debo olvidarme de ella de una buena vez. Mejor que la vea como a una amiga y termine enterrando lo que siento por Santana.

 

―Lo que creo es que falta que le den un buen remezón a esa americana.

 

―Ya no, jessica.

 

―Pero si…

 

―No, es mejor no seguir pensando en ella. Te agradezco que me escucharas, pero este tema lo dejamos hasta aquí.

 

―Bien… lo que tú digas―dijo jessica con su boca, pero en su mente pensaba en cómo ayudar a taeyeon.

 

Algo tenía que hacer, algo para que Tiffany  actuara y confesara de una vez los sentimientos que tenía por taeyeon.

 

En otro restaurante de la ciudad, Tiffany y Yuri  almorzaban y trataban de tener una conversación.

 

Trataban, porque Tiffany  estaba extrañamente distraída, lejos, en otro mundo y Yuri  tuvo que llamar su atención un par de veces.

 

― ¿Creo que debería vender la naviera y mandar todo a la mierda? ¿Qué te parece?―preguntó Yuri  esperando una reacción por parte de la abogada.

 

―Sí, genial, creo que está bien―respondió Tiffany  sin escuchar ni media palabra pronunciada por su amiga.

 

― ¡Se acabó!―dijo Yuri  dejando los cubiertos sobre el plato―Me vas a contar inmediatamente lo que te sucede.

 

―A mí, nada, ¿por?―Tiffany  bebió un gran sorbo de agua porque de repente la garganta se le secó por completo.

 

―tiffany, que te conozco, dime, ¿qué es lo que pasa? ¿Es algo muy grave? ¿Puedo ayudarte en algo?

 

―No sé de dónde sacas que me pasa algo, estoy bien, gracias por la preocupación, pero no me pasa nada.

 

―No me digas que no pasa nada cuando he estado almorzando con un zombi, te he estado hablando de miles de cosas solo me has dicho tres palabras y siempre han sido las mismas. Vamos dime qué te pasa.

 

Tiffany  se quedó callada por unos segundos, como tratando de ordenar las ideas que se agolpaban en su cabeza.

 

Qué podía decirle a Yuri, ¿que estaba lejos de ahí pensando en qué estaría haciendo taeyeon?

 

¿Que desde que la volvió a besar, no había podido sacarse el sabor de sus labios?

 

Yuri  la mataría primero antes de que terminara de decir la última palabra.

 

Además de todo, se había portado realmente mal con taeyeon, en vez de quedarse con ella y hablar de lo sucedido.

 

Taeyeon  no se lo perdonaría tan fácil, de eso estaba segura.

 

No soportaba cómo la coreana  la había mirado ese día en la oficina, casi sin dirigirle la palabra, pero se lo tenía bien merecido, pensó.

 

Cada desaire de taeyeon, lo soportaría, porque se lo había ganado, no podía quejarse.

 

―Estoy cansado amiga―mintió con desgano―He tenido demasiado trabajo, creo que me debería tomar unas vacaciones.

 

―Creo que tienes razón, pero sabes que no puedes salir en estos momentos, te necesito para el negocio de Asia, pronto terminaremos con eso y serás libre. Pero también creo que hay otra cosa que te tiene molesta.

 

―Puede que estés en lo cierto, pero no quiero hablar, Yuri.

 

―Es por una mujer, ¿verdad?

 

Tiffany  abrió los ojos y volvió a beber otro poco de agua.

 

―Una mujer es la que te tiene en tan deplorable estado. Y, ¿se puede saber quién es?

 

―Estás equivocada…

 

―No me quieres contar, ¿es eso?

 

―No, no es eso… solo que no es lo que crees.

 

Tiffany  se sintió nervios, Yuri la conocía hace mucho tiempo y sabía de su vida de mujeriega.

 

Alguna que otra vez se habían sentado a beber hablando de mujeres, Yuri  sabía todos sus secretos, y no podía contarle precisamente a ella lo que pasaba con su hermana sin esperar que como mínimo le acertara un golpe en pleno rostro.

 

―Vaya―exclamó Yuri  alzando sus cejas sorprendida―, Veo que esto es algo muy importante para ti. No te preguntare más, cuando estés lista para hablar ya sabes dónde encontrarme, amiga.

 

El resto del almuerzo transcurrió entre monosílabos.

 

Yuri  quería saber qué era lo que se traía su amiga, pero no la presionaría… de momento.

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Cuando taeyeon  llegó a la naviera su hermana ya estaba en su oficina y para su suerte estaba sola.

 

Ahora podrían hablar tranquilas, pensó ella, sin la presencia de Tiffany  que la descolocaba.

 

― ¿Todo bien en tu almuerzo, hermana?―preguntó Yuri  al ver que taeyeon entraba en su oficina.

 

―Muy bien, ¿el tuyo?―contra preguntó sentádo se en una silla frente a su hermana.

 

―Podría haber estado mejor. Pero no me quejo.

 

―Ah, qué bien.

 

―Y qué me cuentas de tu amiga jessica.

 

―Qué quieres que te cuente, solo es eso, somos amigas hace unas semanas.

 

Taeyeon  sabía que Yuri  no descansaría hasta saber todo sobre jessica, pero no tenía nada que contar.

 

Decía la verdad… ellas eran solo amigas.

 

― ¿De verdad? Porque a mí me pareció que por parte de ella quiere ser más que una amiga.

 

―No, nada que ver, Yuri. Es lo que te digo. Nos hemos llevado muy bien, desde el primer día que nos vimos, somos amigas, solo es eso.

 

―Otra más que no quiere hablar de lo que le pasa―susurró Yuri  por lo bajo.

 

― ¿Qué dijiste?

 

―Que tú tampoco quieres hablar, igual que Tiffany, que tiene un problema. Sé que es con una mujer porque no me quiere hablar del asunto, pero con la cara que anda me dice que es eso lo que le está perturbando ¿Tú no sabes nada por casualidad?

 

Taeyeon  tragó en seco y se removió en la silla.

 

¿Qué le habría dicho Tiffany  a Yuri?

 

¿Le habría insinuado algo sobre lo sucedido entre ellas?

 

No, eso no podía ser, se dijo.

 

Tal vez Tiffany estaba pensando en otra mujer, si eso tenía más sentido pensó

 

―No, ¿por qué yo debería saber algo?

 

―Porque Tiffany  es tu mejor amiga. Siempre te cuenta todo. Yo la veo mal, ¿tú no has notado eso?

 

―Para nada―dijo taeyeon entornando los ojos.

 

Había demasiada preocupación hacia Tiffany  por parte de su hermana.

 

―Bueno, ella no me quiere contar, pero de igual forma lo averiguaré

 

Después de intercambiar unas palabras más con su hermana taeyeon  volvió a su despacho y terminó todo lo que tenía que hacer ese día.

 

Quería llegar a su casa, llenar la tina con sales aromáticas y darse un relajante baño de inmersión.

 

Estaba agotada por todo lo acontecido durante las últimas horas.

 

Entró en su casa cuando su teléfono móvil comenzó a sonar. Lo sacó desde su bolso y vio que era jessica  quien la llamaba.

 

Contestó de inmediato para ver qué quería su nueva amiga.

 

―Hola.

 

―Hola, taeyeon. Quiero hacerte una invitación―dijo con mucho entusiasmo en su voz.

 

―jessica, si es para hoy te digo de inmediato que no.

 

―Pero, taeyeon, ni si quera sabes de qué se trata, no me puedes decir que no. Voy a un club con un grupo de amigos y pensé que tal vez querías venir ¿Qué dices?

 

―Suena tentador, pero no, jessica, de verdad. Quiero descansar, quizá para otra oportunidad.

 

―Bueno, tú te lo pierdes―dijo casi como una niña enfadada, lo que hizo que taeyeon sonriera―Ya tendremos más ocasiones para salir. Bueno, te dejo. Adió, taeyeon.

 

―Adiós, jessica. Diviértete.

 

Taeyeon  pensó en jessica y en lo rápido que habían congeniado.

 

Jessica había resultado ser una buena amiga y taeyeon pedía lo mejor del mundo para la americana, ojalá recuperar al amor de su vida… SeoHyun.

 

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Cuando Tiffany  llegó esa noche al club, lo hizo sin muchas ganas.

 

No quería salir, pero sus amigos insistieron en demasía.

 

Y ahí estaba, sentada en un cómodo sofá escuchando la estridente música del local y bebiendo un whisky.

 

Sus amigos hablaban de lo guapas que estaban algunas personas a su al rededor.

 

Ella las miraba, pero ninguna llamaba su atención.

 

Trató de distraerse, de cambiar de actitud y disfrutar de la noche y de cualquiera que la miraba con lascivia. Tal vez eso era lo mejor que podía hacer, perderse por ahí con alguna mujer de la cual no supiera su nombre y olvidarse de los últimos acontecimientos.

 

Siguió bebiendo cuando un grupo de unas siete personas le llamó la atención.

 

El grupo reía y bebía, se notaba que se estaban divirtiendo.

 

Tres hombres y cuatro mujeres conformaban el alegre grupo. Tiffany  miró con detención a los integrantes y se fijó que a una de las mujeres ya la conocí.

 

Esa mujer era jessica Jung.

 

Tiffany  buscaba con la mirada por si taeyeon  venía con ella, pero se dio cuenta que no.

 

Jessica hablaba con una de las chicas que estaba junto a ella, una hermosa rubia de largas piernas que apenas eran cubiertas por una minifalda. La chica se reí por algo que jessica  le decía y ella le hablaba al oído en un acto de coqueteo en toda la extensión de la palabra.

 

Tiffany  sintió que una ira se apoderaba de todo su ser.

 

Sentí que jessica  estaba jugando con taeyeon.

 

Que delante de la americana  se presentaba como la buena y encantadora, pero no era mejor que ella.

 

De pronto vio que, jessica  se levantaba de su asiento y dejaba a su grupo de amigos. Tiffany  sin pensarlo se levantó también y la siguió. Vio que entraba al baño, así es que la esperó en el pasillo.

 

Luego de unos minutos la puerta se abrió y jessica  apareció ante la americana.

 

―Veo que te está divirtiendo mucho, jessica―dijo Tiffany  quedando frente a frente a la rubia.

 

― ¡Claro! ¿Acaso tú no, abogada?―respondió jessica  divertida con la situación que estaba viviendo.

 

―Yo también. Pensé que salís con tae y no veo que sea ella la que te está hablando al oído.

 

―Ah, eso. Sí son mis amigas ¿quieres que te presente a alguna de ellas?―

 

Jessica  trataba de sacar de sus casillas a la abogada y estaba segura que lo haría en unos segundos más.

 

― ¿Qué pretendes con taeyeon?―soltó Tiffany con rabia.

 

―No creo que ese sea un asunto que tenga que tratar contigo, abogada. Ella es bien grandecita para saber lo que hace. No te metas donde no te llaman, ¿Quieres?

 

Tiffany  se acercó más a jessica, tratando de intimidarla, pero la sonrisa ladina de jessica  le decía que no había conseguido el objetivo.

 

―No le hagas daño a taeyeon―dijo Tiffany  apretando los dientes, tratando de no gritar, pero lo que quería era partirle la cara a jessica.

 

―Ya te dije, no es de tu incumbencia la relación que yo tenga con taeyeon.

 

―Claro que me incumbe. Taeyeon  es mi mejor amiga, no quiero que nadie le haga daño.

 

― ¿Y por qué piensas que yo puedo hacerle daño? No me conoces, tal vez yo puedo hacer inmensamente feliz a taeyeon.

 

― ¡No! ¡Eso nunca!―gritó Tiffany desconociendo su propia voz y la ira que le recorrí el cuerpo.

 

Jessica volvió a sonreír, para ella estaba claro que Tiffany  quería a taeyeon más allá que como amiga.

 

― ¿No? ¿Por qué? ¿Quién me lo va a impedir?

 

―Te lo advierto, jessica. No juegues con Taeyeon, si ella sufre te las verá conmigo, ¿escuchaste?―empujó a jessica hundiéndole el dedo índice en el pecho.

 

Jessica  miró la mano y luego a la cara de la abogada para luego empujarla haciendo que Tiffany  diera un paso hacia atrás.

 

―Y yo te lo vuelvo a repetir, no te metas donde no te llaman. Ahora si me lo permites voy a volver junto mis amigos.

 

Jessica se alejó ante la mirada de Tiffany, pero antes de volver a la pista, giró sobre los talones y le dijo a la abogada:

 

―Ah y déjame que te de un consejo… aclárate sobre lo que sientes por taeyeon. La vas a perder si sigues así. Parece que no te has dado cuenta de lo que realmente sientes por ella.

 

Jessica  desapareció de la vista de Tiffany  y está se quedó pensando en lo último que le había dicho la rubia.

 

Pero, ¿Qué era lo que realmente sentí por taeyeon?

 

Sabía que era una gran cabeza dura por no querer admitirlo.

 

Salió hecha una furia y sin despedirse de sus amigos desde aquel club. Vio cómo jessica  se despedí de ella alzando un vaso de licor en su dirección sonriendo socarronamente.

 

Todas las palabras que jessica  había pronunciado aún resonaban fuertemente en su cabeza.

 

Se fue a su casa, ya no había ninguna diversión para ella esa noche.

 

 

 

Llegó a su departamento y cayó desparramada en su sofá pasándose las manos por la cabeza en forma desesperada.

 

Pensaba en taeyeon, en cómo le gustaba estar con ella. En cómo reaccionó su cuerpo al besarla y a cómo era presa de los celos al saberla en compañía de otra persona.

 

Su corazón latía rápidamente, estaba desesperada y ya no hubo duda alguna.

 

Fue cómo si un rayo de luz se posara sobre ella.

 

Cerró los ojos y respiró profundamente.

 

Ya no se lo podía negar más, ya no tenía ninguna duda y aunque estaba temerosa de reconocer sus sentimientos, terminó por aceptar… estaba perdidamente enamorada de taeyeon.