capitulo 16
Eres para miTiffany la besaba lentamente, saboreando la boca de taeyeon, disfrutando y prologando el momento mágico que estaba viviendo.
Deseaba con locura a esa bajita mujer que estaba junto a ella entregándose porque la amaba.
Tiffany se separó del beso y ambas se quedaron mirando fijamente y en silencio. Tiffany le acarició el labio inferior con el pulgar, taeyeon soltó un suspiro.
―tae, yo…
―No digas nada, por favor no digas nada…
―Solo quiero saber si estás segura. Si no quieres… yo… bueno…
―Estoy segura, Tiff. Vivamos el momento. No pensemos en el mañana, ¿quieres?
Tiffany asintió con la cabeza y la volvió a besar ahora con más desesperación. Taeyeon recibía el beso gustosa, volando lejos de la tierra, subiendo al cielo en la boca de Tiffany.
Ese era el efecto que esa mujer provocaba en ella… la pérdida total de la conciencia.
Taeyeon se quitó la colcha con la cual estaba tapada y se incorporó en la cama para luego arrodillarse, Tiffany la imitó y se quedaron frente a frente para comenzar a desnudarse.
La rubia le fue desabrochando con lentitud cada botón de la camisa, Tiffany quería disfrutar cada segundo con ésta mujer, le desabrocho el sujetador maravillándose con los pechos de Tiffany, acariciando cada centímetro de su piel.
Tiffany fue metiendo una de sus manos bajo la camiseta de taeyeon, le acarició la espalda, recorriendo con sus dedos la columna, provocando que se le erizara la piel.
Tiffany se acercó y la besó con locura aprovechando ese instante para hacer caer a taeyeon sobre la cama y la americana arriba y sobre la rubia.
Ya no podía aguantar más, el pijama de taeyeon le estorbaba, así es que, con rapidez se deshizo de la ropa dejándola tendida sobre la cama completamente desnuda.
Tiffany fue besando cada parte del cuerpo de taeyeon y ella solo era capaz de suspirar y entregarse a cada caricia de esa boca.
Llevaba tanto tiempo soñando con ese momento. Ahora, en su cama, haría el amor con la mujer que amaba, ese día sería distinto a como hace años atrás.
Ambas estaban sobrias y disfrutarían este momento a concho.
Tiffany no aguantó más, estaba loca de deseo por taeyeon.
Deseaba poseerla en ese momento más que a cualquier cosa en el mundo, la sangre hirviéndole en las venas, la mente nublada por lo que la chica le hacía sentir.
A toda prisa se quitó los pantalones y las bragas que era todo lo que la separaba de poder calmar la pasión y el deseo que la comenzaba a consumir por dentro.
Bajó sobre taeyeon, aprisionándola con su cuerpo, así la rubia no tendría escapatoria, aunque dudaba que taeyeon quisiera huir de ella en ese momento.
Taeyeon estaba totalmente entregada al momento, entregada completamente a ella y a lo que ella quisiera.
Volvió a besarla jugando con su lengua y mordiéndole suavemente el labio inferior para luego pasar su lengua donde la había mordido.
Taeyeon gemía y pasó sus manos por el cabello de Tiffany para luego darle un pequeño tirón de pelo que, a la morena, la puso como loca y ya no pudo contenerse más.
Mirándola fijamente a los ojos se unió a la rubia.
Taeyeon arqueó su espalda de placer y Tiffany cerró los ojos y se mordió el labio inferior para no dejar escapar el gemido que nacía en su garganta.
Todo entre ellas era tan natural, tenían un ritmo acompasado, con total sincronía, lo que demostraba que estaban hechas la una para la otra.
Taeyeon susurraba su nombre y Tiffany gemía por la exquisita sensación que era estar unida a esta mujer que, le llenaba el corazón y el alma a tal nivel que, ya estaba perdida.
Comenzaron con un ritmo lento, como si se estuvieran reconociendo, pero luego de un instante el ritmo se volvió frenético y ambas perdieron la noción del tiempo cuando sus cuerpos estallaron en un o placentero.
Tiffany posó su cara en el espacio entre el cuello y el hombro de la rubia, dejando un camino de besos a su paso, tratando de que sus latidos volvieran a la normalidad.
Su boca disfrutaba de la suavidad de la piel de taeyeon y de pronto su mente le gritaba como un mantra que, nunca más podría separarse de ella, porque taeyeon era suya y para siempre.
Tiffany se tendió de espaldas sobre la cama. Taeyeon posó su cabeza sobre el pecho ésta, la rubia estaba en una burbuja de felicidad, estar con su morena había sido un sueño maravilloso.
Tiffany le acariciaba la espalda y taeyeon disfrutando de la sensación se quedó dormida.
Ambas cayeron en brazos de Morfeo, pero a media noche, Tiffany la despertó a besos para amarla nuevamente y con más ímpetu que la vez anterior.
Taeyeon abrió los ojos y vio que ya había amanecido.
Giró sobre la cama, pero se encontró que estaba desnuda y sola. No quería pensar en que Tiffany la había dejado sola y se había marchado sin siquiera despedirse.
La desilusión se apoderó de ella otra vez, con Tiffany era así, avanzaba un paso para retroceder dos.
No quería llorar, pero el llanto ya se le estaba comenzando a acumular en la garganta.
Se volvió a recostar sobre su almohada pensando en qué tendría que hacer con su vida y con Tiffany.
Se quedó ahí, tratando de controlar el llanto, pero no pudo más y por sus mejillas comenzaron a caer lágrimas.
Sentía tristeza por ella, por seguir siendo una tonta romanticona, pero ya estaba hecho, no podía quejarse, ella misma le había dicho a Santana que no pensaran en el mañana.
Pensó en eso y se acurrucó aferrada a la almohada para llorar su desgracia.
― ¡Buenos días!―dijo Tiffany desde la puerta.
Taeyeon se levantó de golpe sobre la cama y vio que Tiffany estaba ahí en el marco de la puerta vestida solo con la camisa y llevando una bandeja con el desayuno.
―Tiff―dijo sollozando.
Tiffany al verla así, dejó la bandeja sobre un mueble y en tres zancadas llegó al lado de taeyeon.
―tae, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras?
―Por nada―dijo secándose las lágrimas de sus mejillas y sintiendo que el alma le volvía al cuerpo.
Tiffany no se había marchado, estaba ahí con ella y preparándole el desayuno.
―No me digas que por nada, ¿qué pasó?
Taeyeon solo suspiraba
―Pensaste que me había marchado, ¿verdad?
Tiffany acercó su mano a la mejilla de taeyeon y secó las lágrimas que ahí se posaban.
―Sé que estoy actuando como una tonta, pero no me puedes culpar, ¿verdad?
Tiffany solo asintió, taeyeon tenía razón.
Cada vez que pasaba algo entre ellas, Tiffany huía como las ratas que abandonan el barco antes de que se hunda. Pero ahora estaba ahí y no pensaba salir corriendo del lado de taeyeon.
―Siento haberme comportado así contigo, siempre como una idiota asustada. Pero hoy estoy aquí y preparé desayuno para dos.
Tiffany le besó la punta de la nariz y fue a buscar la bandeja para desayunar con su rubia en la cama.
― ¿Qué hora es?
―Son casi las nueve.
― ¿Y no es hora de que vayas a tu trabajo?―preguntó mientras le daba un sorbo a su taza de café.
― ¿Vas tú hoy a trabajar?―dijo Tiffany y la rubia negó con la cabeza―Entonces yo tampoco voy. Quiero quedarme aquí en tu cama haciéndote compañía ¿Qué te parece mi idea?
―Me fascina, pero…
―No se diga más, yo me quedo aquí en tu cama.
Taeyeon sonrió feliz por lo que escuchaba.
Estar todo un día con tiffany y en su cama era más que un sueño cumplido.
Siguieron desayunando entre besos y caricias.
En eso estaban cuando el móvil de taeyeon comenzó a sonar, estiró la mano y sin ver quien llamaba lo contestó.
―Hola.
―Hola, taeyeon, ¿cómo estás?
―Hola, jessica. Estoy bien, ¿y tú?
Tiffany frunció el ceño al escuchar que era jessica Jung quien llamaba a taeyeon y se acercó a su oído para susurrarle:
―No hables con esa cabrona. Corta la llamada.
―Shhh, deja que le hable―dijo tapando el teléfono para que jessica no escuchara.
―No, mándala a freír espárragos―Tiffany comenzó a besarle el cuello haciendo que la chica se removiera ante ese contacto.
― ¿Estás bien?―preguntó jessica a taeyeon ―Llamé a la naviera y tu secretaria me dijo que estabas muy enferma.
―Sí, estoy con gripe, pero ya estoy mucho mejor.
Tiffany seguía besando el cuello de taeyeon y ella soltaba pequeños suspiros de placer.
―Corta, tae-tae―dijo Tiffany y le dio un tirón a la sábana con que la rubia cubría su desnudez, para empezar ahora a besarle los senos, taeyeon arqueó su espalda y un suave gemido salió de su boca.
― ¿Segura que estás bien, taeyeon? Te escucho un poco rara, ¿necesitas algo?―preguntó jessica, al notar el cambio de voz de su amiga.
―Sí, segura, estoy bien, muy bien.
Taeyeon miraba cómo Tiffany comenzaba a bajar por su cuerpo y ahora le besaba el vientre de un lado a otro.
―Bien, si tú dices que estás bien, te creo.
―Sí, sí―dijo cuándo Tiffany llegó al centro de su deseo, cerró los ojos y se mordió los labios para no soltar el gemido que venía subiendo por su garganta.
―Bueno, te dejo. Más tarde te llamo para ver cómo estás―jessica le seguía hablando―Prométeme que si necesitas algo me llamarás.
―Sí, sííííí―dijo envuelta en el placer que estaba sintiendo―Adiós, jessica―dijo cortando la llamada y tirando el celular al piso.
― ¿Ahora me vas a prestar atención?―preguntó Tiffany levantando la cara de entre las piernas de la coreana.
―Eres mala, muy mala. Jessica solo quería saber cómo estaba, nada más que eso.
―Por mí que se pudra―dijo besando el interior del muslo de taeyeon―Ahora tú solo me vas a prestar atención a mí, ¿oíste?―Tiffany continuó con su tarea mientras ella gemía:
―Sí, sí, solo a ti, solo a ti.
Ese día taeyeon y Tiffany disfrutaron de sus cuerpos, como si el mundo se les fuera a acabar en ese instante.
Taeyeon feliz porque el deseo que había albergado por tanto tiempo en su corazón, se estaba haciendo realidad ese día y con creces.
Tiffany se sentía extraña, pero con una gran paz en su interior.
Todo era natural con taeyeon, y por su mente pasó el pensamiento de que ya le sería difícil volver a vivir la vida sin ella.
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― ¿Estás segura de lo que vas a hacer?
―Sí, hermana, segurísima.
― ¿Y cómo crees que te recibirá, seo?
―Espero que bien.
Seohyun hablaba con su hermana mientras empezaba a preparar un bolso con un poco de ropa para el viaje que tendría que emprender.
― ¿Y si no? ¿Y si ella te manda a la mierda?
―No lo creo, Wendy. Sé que jessica aún me ama, solo tengo que hablar con ella.
―Yo no lo creo. Le rompiste el corazón rechazando su propuesta de matrimonio, tal vez hasta ya se haya buscado a otra y…
― ¡No!―gritó Wendy a su hermana―jessica no es así, ella no tiene a otra.
―Una es mujer y persona, seo. No hay que fiarse ni del Papa.
―Eso lo dices porque tu novio te puso los cuernos con media ciudad, pero a mí no, jessica jamás me engañó, y si no estoy con ella ahora es por mi culpa, por haber tenido miedo al matrimonio.
Seohyun vio cómo su hermana cambiaba la cara enojada por una de tristeza cuando ella nombró los recurrentes engaños del ex novio de ésta. Sintió pena por Wendy que, había tenido la mala suerte de que un canalla se le cruzara en el camino.
Pero ella sabía que jessica no era así, ella la amaba y eso lo había ratificado las dos veces que lo había llamado por teléfono y le le pedía que le dijera dónde estaba, que solo quería hablar con ella.
―Lo siento, Tina, no quise decir eso. Es que jessica no es como…
―No lo digas. No hables más, no quiero oír otra vez el nombre de ese patán. Además las cosas con Mike van bastante bien esta ahora.
―Si lo sé. Lo siento.
―Solo quiero saber si estás completamente segura de lo que vas a hacer ¿Quieres que vaya contigo?
―No, Wendy. Estaré bien.
― ¿Y qué harás primero?
―Bueno, lo primero será buscar un hotel y luego averiguar todo lo que más pueda de jessica. Saber qué está haciendo y dónde encontrarla y luego me acercaré y hablaré con ella. Sé que le hice mucho daño al rechazar su propuesta, pero cuando le explique lo asustada que estaba, de seguro comprenderá mi actitud.
―Solo espero que todo esto termine pronto y termine bien―dijo Wendy mientras se acercaba a su hermana para abrazarla―Quiero que todo vaya bien para ti, hermana. Quiero que esa maldita tristeza que traes se acabe de una buena vez. Quiero verte sonreír como antes. Y como yo estoy ahora con Mike.
―Gracias, hermana. Yo también quiero que todo esto termine pronto. Quiero estar con jessica para besarla y abrazarla como llevo deseando todos estos días. La he extrañado demasiado, la necesito junto a mí. Voy dispuesta a hacer todo para recuperarla.
―Así se habla hermana. Pero tengo que preguntarte una última vez, ¿estás segura de todo esto?
―Sí, cien por ciento segura.
―Bien, entonces te deseo toda las suerte del mundo y te traes a esa mujer contigo aunque sea por una oreja.
seo sonrió ante lo que decía su hermana y la volvió a abrazar para así despedirse y comenzar su camino en busca de un futuro con la mujer que amaba.
Solo pensaba en el momento en que tendría a jessica frente a ella.
En cuál sería la primera palabra que ella le diría cuando mirara sus ojos y en qué sería lo primero que diría jessica al verla.
Solo esperaba que la suerte estuviera a su favor.
Si bien ella la había llamado y jessica le había dicho que quería verla, ella no dejaba de sentirse culpable por haberle causado dolor a la mujer que amaba.
Esperaba que la rubia la perdonara y volviera con ella y esta vez para siempre.
Con toda la esperanza guardada en el corazón, seo dejó su casa para emprender la marcha en búsqueda de la mujer de su vida.
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