Taeyeon sentía que el contacto de las manos de Tiffany  le quemaba.

Trató de soltarse forcejeando un poco, pero la americana  no la dejaba libre.

―Disculpa, tae. No te enojes conmigo, ¿quieres?

―No estoy enojada―dijo tratando de aparentar normalidad, pero no lo logró.

―No mientas, tae-tae. Veo que tienes los ojos brillantes de furia. Fui una tonta al decir eso, si quieres no hablaré más en todo el día, pero no estés enojada, por favor.

Taeyeon  la miró y vio sus ojos suplicantes, como los de un cachorro pequeño pidiendo cariño.

En ese momento fue que se dio cuenta de que estaba completamente perdida y que sería una batalla campal sacar a esa mujer de su vida.

―Está bien, tonta―dijo sonriendo.

Tiffany  se acercó para besarle la punta de la nariz, lo que no fue de mucha ayuda para taeyeon que, estaba tratando de ordenar sus ideas sobre tiffany.

―Gracias, tae-tae. Por eso te quiero tanto.

Se quedaron mirando por lo que pareció una eternidad.

Tiffany  se negaba a soltarla y taeyeon no quería que lo hiciera, aunque sabía que no era lo mejor.

― ¡Tía Tiff!―se escuchó de pronto la voz de kris interrumpiendo el silencio.

Tiffany  soltó las manos de taeyeon  y ésta se apartó de la americana  dándole espacio para que saludara a kris.

― ¿Estás listo?―le preguntó al entusiasta niño.

―Sí, estoy más que listo. Podemos irnos cuando quieras.

Dicho esto, los tres salieron de la casa y se subieron al auto de Tiffany  para dirigirse al estadio.

Una vez en el recinto, llegaron al palco que los esperaba y se prepararon para que el partido de fútbol comenzara.

El juego avanzaba y los tres entusiasmados veían cómo el equipo al que estaban apoyando no lograba anotar un gol.

Taeyeon  se paraba sin cesar desde su asiento increpando a los jugadores y al árbitro en quien había fijado su ataque.

―¡¡¡Pero qué estás cobrando, hijo de la gran p…

― ¡tae!―le dijo Tiffany  reprendiéndola y cortando la grosería que estaba saliendo de su boca para que kris  no escuchara.

―Lo siento, ¿pero tú has visto? Ese árbitro no sabe nada y nos están robando el partido.

Taeyeon  se volvió a sentar enojada, con los brazos cruzados sobre su pecho, enfurruñada por lo que creía era la injusticia más grande del mundo.

Tiffany  la miraba embelesada.

Siempre que podían taeyeon y Tiffany  iban al estadio y con la rubia la experiencia era única.

Era tan apasionada que, si el equipo ganaba, era la felicidad máxima para ella, pero si les tocaba derrota, era capaz de salir llorando desconsolada desde el estadio.

Nunca lo reconocería ante nadie y menos ante ella, pero ir con taeyeon a un partido de fútbol, era la mejor cosa del mundo.

El sonido del teléfono móvil, sacó de su estado a taeyeon. Lo tomó desde el bolsillo del jeans y miró la pantalla. El número no le era conocido, pero aun así decidió contestar, ya que muy pocas personas tenían ese número y de seguro era algo importante, pensó.

―Hola.

―Hola, taeyeon―dijo una profunda voz femenina al otro del teléfono―Soy jessica, jessica jung.

―Hola, ¿cómo estás?―respondió incorporándose en su asiento.

Vio que Tiffany  la miraba con curiosidad, así es que decidió levantarse para alejarse un poco y hablar con tranquilidad.

―Bien. Disculpa si estoy interrumpiendo algo, pero llamaba para invitarte a salir.

―jessica, creo que hoy es una mala idea. Estoy a cargo de mi sobrino, así es que este fin de semana soy completamente de y para él.

― ¡Qué suerte tiene ese pequeño!―dijo provocando que taeyeon  sonriera.

Tiffany, observaba todo desde su asiento y con el ceño fruncido.

Miraba cómo taeyeon  sonreía a lo que fuera que le estaban diciendo. Estaba segura que, la persona que la había llamado era una persona que le gustaba, ya que el lenguaje corporal coqueto de la rubia  así se lo manifestaba.

Sonreía seductora y se enrollaba un mechón de cabello con un dedo, para luego morderse el labio inferior.

Tiffany  sintió ganas de levantarse y correr hasta taeyeon  para quitarle el teléfono y hacerlo mil pedazos contra el suelo.

¿Pero qué le estaba pasando?

Se preguntó enfadada sacudiendo la cabeza y dando un largo sorbo a su bebida para saciar la repentina sed que le había sobrevenido.

Luego de lo que a Tiffany  le parecieron horas, y de haberse perdido el gol de su equipo por estar pendiente de la rubia, vio que una sonriente taeyeon  volvía otra vez a sentarse en su lugar.

― ¡Noooo!―dijo taeyeon poniendo las manos sobre su pecho―Me he perdido el gol ¿Cómo estuvo?

―Genial, tía. El número nueve anotó el gol de chilena.

―Vaya, qué lástima. Pero bueno vamos ganando, ¿no?

― ¿Una llamada importante?―preguntó Tiffany  buscando la mirada de taeyeon, pero ésta la tenía fija en la cancha.

―Una amiga―dijo como sin importancia.

― ¿Qué amiga? ¿Y qué tipo?―Tiffany  se acercó un poco a la rubia en el asiento tratando de que lo mirara.

―Una amiga. No la conoces… ¿qué te importa qué tipo de tipo de amiga? ¿Acaso yo te ando preguntando por tus amigas?

Tiffany  tragó en seco el nudo que se le había formado en la garganta. Sabía que con eso de "sus amigas" taeyeon  se referí a las aventuras que tenía de vez en cuando con alguna mujer.

Taeyeon  era su única amiga, amiga, ninguna otra podía ocupar ese lugar.

―Solo era curiosidad, disculpa si te molestó mi pregunta―dijo tiffany.

Taeyeon no le contestó nada más.

Una vez que terminó el partido, con un triunfo de un gol contra cero para su equipo, salieron del estadio en dirección al zoológico.

Todo lo que duró el trayecto, taeyeon y Tiffany  no emitieron ni una sola palabra.

Tiffany  estaba molesta y no sabía por qué.

Taeyeon  en cambio estaba incómoda por el silencio de la americana, así es que mejor mantuvo la boca cerrada.

Llegaron al zoológico y kris, el más entusiasmado de los tres, corrió en dirección hasta el elefante.

Taeyeon y Tiffany  reían al ver al pequeño tan emocionado con cada animal que se presentaba ante sus ojos.

Llegaron a los leones y taeyeon los dejó para ir por una botella de agua. Tiffany  la siguió con la mirada hasta que llegó a un kiosko.

Estaba ahí parada, mirando a taeyeon, cuando de pronto escuchó que kris le preguntaba:

―Tía Tiff, ¿Estás enamorada de mi tía tae?

La pregunta que escuchó de parte del pequeño hizo que a Tiffany  se le desencajara la mandíbula.

― ¿Qué No… yo… quiero decir… ¿Por qué preguntas eso, kris?

―Porque cuando miras a mi tía, pones la misma cara de enamorada que pone mamá cuando mira a nana.

Tiffany  abrió los ojos en sorpresa por lo que decía kris.

¿Ella enamorada de taeyeon?

No, eso era imposible, de eso estaba segura.

Taeyeon  era su amiga, y siempre sería así.

Taeyeon  volvió hasta donde había dejado a sus acompañantes y siguió con éstos el recorrido por el zoológico.

Luego almorzaron algo rápido en el mismo recinto para seguir con el paseo.

Ya entrada la tarde, Tiffany  llevó a kris y taeyeon  hasta su casa.

Se despidió de ellos y se dirigió hasta su departamento.

Una vez dentro de su espacio se tiró en un sofá de su sala y con el mando a distancia encendió el sistema de sonido y este comenzó a reproducir una canción.

El tema era Carrie del grupo Europe.

Esas baladas rock de los ochentas eran las favoritas de taeyeon  y tenía que reconocer que también lo eran para ella.

Cerró los ojos mientras dejaba que la música inundara sus oídos llegando hasta su cabeza y anclándose en su corazón.

La primera imagen que se vino a su mente fue la de taeyeon, y luego la pregunta de kris.

― ¿Qué mierda estoy pensando?―dijo enojada y tomando el mando a distancia hizo que la música se detuviera.

Luego se fue a su baño para darse una ducha para luego meterse a la cama y tratar de dormir.

Aunque con la cabeza llena de pensamientos como la tenía, dudaba mucho que esa noche conciliara pronto el sueño.