Salió de su despacho y miró a su alrededor para percatarse de que nadie lo veía, se sentía como un tonto adolescente de 15 años… escondiéndose para no ser descubierto por sus padres, volvió a observar por el pasillo, soltó un suspiro, al parecer todos estaban ocupados y él podría ir a verla sin ser interrumpido, desde que había llegado quiso estar a solas con ella, pero si no era una cosa era otra y jamás lo lograba, tenía ganas de ver aquellos ojos cafes que amaba en secreto desde hacía tanto tiempo, sin dudarlo entró a la cocina haciendo un poco de ruido.

Ella se sobresaltó y se giró a verlo con el corazón en la boca, se sintió algo aliviada al saber que era él, aunque de repente se sintió nerviosa no quería estar a solas con Leonard Hwang Carraspeó su garganta y volvió a mirar de nuevo al agua que comenzaba a hervir, Leo se acercó un poco.

—¿Qué estás cocinando? —le preguntó y respiró profundamente para encontrarse con el inconfundible aroma del romero. 

—Pastas —contestó ella simplemente.

—Mmm… mis favoritas. 

Ella lo miró de reojo y su corazón dio un vuelco ¿Por qué… por qué le seguía pasando aquello? Era como que no podía superarlo, lo había amado siendo una niña y lo seguía amando siendo una adulta, ellos dos se conocían desde que su padre había sido contratado para ser peón de aquellas tierras Leonard Hwang tenía 15 años y ella 13… se habían amado tanto, pero luego el se fue y después de unos años volvió casado, ella también había hecho su vida, a veces se reprochaba por no haberse jugado por su verdadero amor. 

—Lo sé —le dijo luego de unos segundos. 

Leonard se quedó quieto observándola quería decirle algo pero no sabía que, tenía aquella estúpida sensación en el pecho, se preguntaba a si mismo qué era lo que le impedía confesarle que la seguía amando, su esposa había muerto cuando Tiffany apenas era un bebé y Eunha se había separado del padre de Taeyeon hacía muchos años..

—Eunha..

—¿Qué? —preguntó ella.

—¿Crees que aun estamos a tiempo?

Ella se giró a verlo como si hubiese dicho algo sumamente malo, sus ojos estaban bien abiertos y había dejado caer el repasador sobre la mesada. 

—¿Qué? —murmuró.

—¿No lo crees?

—Yo…

Él dio un paso hacia ella, se limitó a observarla fijamente. 

—Voy a quedarme a vivir aquí —los ojos de ella se abrieron aun más —Y creo que voy a necesitar una… buena mujer para que me acompañe en la habitación grande —sus mejillas se tiñeron de un rojo casi intenso. 

—Leonard.. —chilló avergonzada, él rió por lo bajo. 

—Cásate conmigo, Eunha —ella sintió que iba a desmayarse —Fui un cobarde hace 30 años atrás… por no pelear por ti. 

—Éramos jovenes Leo.. —musitó ella y dejó de mirarlo,
no podía mirarlo, le dolía hacerlo, le dolía recordar la manera en la que ella lo había esperado tontamente… y luego lo había visto llegar de la mano con una hermosa joven de cuidad. 

—Era un reberendo bastardo —murmuró él —Y lamento haberte hecho sufrir, lamento… lamento todo lo que pasó. 

—Ya no más —le pidió ella y se aguantó las ganas de llorar, ya no era una niña no iba a llorar delante de su dolor, se armó de valor para mirarlo —La cena ya está lista, señor voy a avisarles a los muchachos…

Salió de allí dejándolo con el corazón acelerado. Leonard suspiró, le iba a costar mucho trabajo hacerle entender a esa mujer que aun la amaba… más que a nada en ese mundo. 
 

******
Tiffany bajaba las escaleras con Heechul al lado este le hablaba de algo sobre moda pero ella no lograba prestarle demasiada atención, desde que había vuelto de las caballerizas le había costado horrores concentrarse, aun le temblaban las piernas, no podía entender como aquella mujer podía ser Taeyeon tan hermosa, tan dulce e intimidante, su cuerpo, sus ojos, aquella chica era tan..tan… 

—¿Por qué no me estás escuchando, Sweetness? —le dijo él mientras chasqueaba los dedos delante de su rostro, Tiffany sacudió la cabeza.

—¿Qué? —le preguntó Heechul frunció el ceño.

—Estás más distraida de lo normal… dime, ¿Qué te sucede? —quiso saber. 

Tiffany se tensó, era increíble que alguien la conociera tanto, Heechul podía darse cuenta de sus estados de ánimos en un abrir y cerrar de ojos, eso a veces la aterraba. 

—No me pasa nada, Chul.. —dijo tratando de sonar muy convincente, el la miró entrecerrando los ojos pero no le dijo nada. 

Llegaron hasta la sala principal Eunha había subido a avisarles que la cena estaba lista y que ya podían ir a sentarse Tiffany la había notado algo rara pero lo dejó pasar.

Heechul observó encantado aquel lugar amaba como estaba decorado y sin duda Eunha tenía una excelente mano para aquellas cosas, se sentaron un al lado del otro. 

Tiffany observó bien la mesa, habían tres platos más aparte de los de ellos dos, se preguntó quienes irían a cenar con ellos además de Leo su padre 

Una de las puertas se abrió y Leonard entró por allí, les sonrió a ambos y luego se sentó en la cabecera.

—¿Ya se acomodaron? —les preguntó.

—Si, Leoni—dijo Heechul —Me gusta mucho mi cuarto… es bastante amplio y tiene una maravillosa vista desde el balcón.

—Me alegro, Hee —dijo contento. 

—Papi —lo llamó ella, Leo estiró su mano y acarició su mejilla

—¿Qué, cariño? —inquirió.

—¿Quiénes van a cenar con nosotros? —le preguntó. 

—Eunha y Taeyeon —contestó él.

Y después de eso la puerta de la cocina se volvió a abrir y a Tiffany casi se le sale el corazón del cuerpo, allí entraba ella ayudando a su madre con un par de bandejas, llevaba el cabello algo húmedo tenia puesta una blusa color celeste, unos pantalones de mezclilla negros bien ceñidos al cuerpo y sus infaltables botas, por poco y se le hizo imposible respirar.

Taeyeon levantó un poco la vista y se encontró con la de ella, intentó sonreír pero nada se dibujó en su rostro todavía no entendía por qué… por qué no podía reaccionar ante ella pero entonces su mirada se posó en el hombre que estaba sentado al lado de ella, sintió una pequeña presión en la boca del estomago. 

—Apoya eso ahí Tae.. —le dijo su madre, sacándola de sus pensamientos. 

Con cuidado puso la bandeja en medio de la mesa, Leo se puso de pie y les indicó que se sentaran para su dicha y desdicha, Taeyeon quedó justo frente a ella.

—Bueno… déjenme presentarlos —dijo Leonard —Heechul ella es Kim Taeyeon, la mejor chica en estás tierras.

—¿Qué tal, bombón? —dijo el pelinegro Tiffany se giró a verlo rápidamente.

—Chul!!—le dijo apretando los dientes.

—¿Qué? —inquirió él, Taeyeon lo miró extrañada, Leonard rió por lo bajo aquello le causaba mucha gracia. 

— Taeyeon él es Heechul el mejor amigo de Tiffany. 

la chica de ojos ónice volvió la vista a la pelirroja,  no estaba segura de aquello podría ser que él fuera su pareja y ellos no quisieran decirlo, pero a decir verdad aquel hombre era demasiado raro. ¿Bombón? Nadie jamás la había llamado así.

Ella percibió algo en su mirada, no estaba segura de qué, pero quería averiguarlo.

—Bien… ¿vamos a cenar? —dijo Eunha.

—Por favor —pidió Leonard sonriéndole tiernamente —Muero de hambre.

Eunha comenzó a servir, pero Tiffany y Taeyeon no podían dejar de mirarse, era como si estuvieran completamente atrapadas la una en la otra, había tantas cosas para decirse, pero no encontraban la manera de enfrentarse.

Taeyeon quería ponerse de pie y llenarla de preguntas, quería saber por qué se había olvidado de todo aquello, de ella, del campo, de White…

Tiffany quería ponerse de pie y pedirle perdón, pedirle perdón por haberse olvidado de todo eso que ella había amado tanto, de ella, del campo… de su caballo blanco.

—Oye darling, ¿Por qué no deja de mirarte así? —le murmuró Heechul acercándose un poco a su oído.

—Cállate —le dijo ella sin dejar de mirar a Taeyeon

Ya sabía ella que tendría que sentarse a hablar largamente con aquella mujer, pero lo que no sabía era que tal vez iba a volver a enamorarse en el intento..

Hola, quizas mas tarde les traiga otro capitulo, depende de los comentarios okno xD.. Bye.