Tiffany se acostó pesadamente en su cama luego de haber salido de la ducha, Heechul se acostó a su lado en el más completo silencio, se veía enojada, molesta, enojada de nuevo y desde que habían salido de la cocina no le había dicho ni una sola palabra. 

—¿Vas a decirme que te sucede, darling? —inquirió.

—No me pasa nada —musitó ella. 

En realidad ni ella misma sabía que le pasaba, pero a decir verdad tenía muchas ganas de golpear a alguien… a alguien llamada Im Jin Ah, Sacudió la cabeza, eso era completamente absurdo.

—Es porque la hermosa castaña tiene novia, ¿cierto? —preguntó con suma delicadeza, no quería alterar la delicada línea de paz de Tiffany

—¡Ppffff! —escupió ella —¡Ja! ¿Por qué debería estar así por eso?

Heechul no pudo aguantarse la risa, pero trató, había tanto sarcasmo en las palabras de su mejor amiga. 

—No lo sé —prosiguió él —Quizás estás un poquitín celosa. 

—¿Celosa? —inquirió y se echó a reír —Ay, Hee, no estoy celosa de esa… de esa campesina desubicada.

—¿Campesina desubicada? —inquirió divertido —¿Desde cuando utilizas la palabra CAMPESINA para insultar a alguien? 

—Bueno —ella se sonrojó un poco —En realidad no quise decir eso… pero si lo de desubicada. ¿Quién se cree que es para entrar así a mi casa?

—¿La novia de la cuidadora de este campo y casa? —inquirió con algo de duda, ella lo miró molesta.

—Eso no le da derecho a entrar como si estuviera pancho por su casa.

—Es una muchacha bonita.

—Seeee, claro —murmuró entre dientes —Se nota a leguas que es teñida…

—¿Y? —quiso saber él. 

—¡Y nada, Heechul nada! —chilló molesta y escondió el rostro en la almohada.

Heechul se puso boca a bajo y se apoyó sobre sus brazos para observarla realmente divertido, era genial verla celosa… jamás la había visto de esa manera.

—Vamos, Tiffany admite que estás muy celosa de que la bajita tenga una novia tan linda

Ella sacó el rostro de la almohada y lo miró.

—No, no estoy celosa… No tengo por qué estarlo, Taeyeon puede tener 1 millón de novias si tiene ganas, no me interesa.

—Mentira —sonrió.

—Además, yo también tengo novio.

—Oh, por favor… no empieces a hablarme de ese imbécil y se te nota, se te nota terriblemente que te mueres por dentro, tú quieres ser la novia de esa mujer, tú quieres estar con esa mujer ¡Por dios! Si vieras como sonríes cuando está cerca… simplemente eres otra…

—¡Ya basta, Kim Heechul!

Él la miró sin poder creerlo, como si ella acabara de darle el peor insulto de toda su vida, se puso de pie y la miró con cara de pocos amigos.

—¡Cuando aclares tus sentimientos y estés totalmente segura de lo que te pasa, podrás llamarme Kim Heechul! —dijo enojado —Antes no…

Él salió de la habitación de la pelirroja dando un firme portazo, Tiffany resopló y volvió a esconder el rostro en la almohada, quería agarrar y romper algo, no podía entender por qué estaba celosa. SI, CELOSA. Muy celosa. Como jamás lo había estado por nadie en su vida. 

Y lo peor de todo aquello era que al parecer Taeyeon jamás le había hablado de ella, pero ahora que lo pensaba bien ella tampoco le había hablado a Nichkhun sobre Taeyeon

Todo era demasiado confuso, no deseba sentirse más así, no. 

—¿Tiffany?

Ella levantó rápidamente la cabeza y en ese mismo instante se puso de pie.

—¿Qué haces en mi habitación? —preguntó nerviosa.

Ella estaba allí parada con cara de sueño, un short de dormir que dejaba ver sus piernas torneadas y una camisa blanca de seda que dejaba a la vista el principio de la piel blanca de sus pechos, Tiffany tragó saliva. 

—Necesitaba hablar contigo —dijo Taeyeon

—¿Sobre qué? —dijo y desvío su mirada de ella

—Sobre lo que pasó en la cocina…

—Nada pasó en la cocina —se apresuró a decir.

—¿No? —inquirió ella —Te fuiste así, como si nada…

—De verdad no pasó nada —sentenció la pelirroja —Y voy a pedirte que por favor te vayas, ya es tarde… y que la próxima vez golpees antes de entrar, ya no somos unas niñas -Taeyeon la miró extrañada —Y que tu novia no vuelva a entrar así…

—Comprendo —asintió ella —Y perdón.

—No — Taeyeon caminó hasta la puerta y luego se giró a verla.

—Hasta mañana —le dijo.

—Adiós —asintió ella.

Taeyeon salió de allí, ella se quedó quieta observando la nada… lentamente se sentó en la cama y de repente la culpa la invadió, ella no tenía derecho de tratarla de esa manera, ella solo había ido para hablar. 

Se acostó en su cama y apagó la luz de la mesita de noche. ¿Qué estaba pasando con ella, por dios? No se sentía igual que hacía una semana atrás.

Soltó un suspiro y cerró los ojos, quizás mañana se le iría todo el mal humor y las ganas de comportarse como una salvaje…

****

Se despertó peor de lo que se había acostado, su humor no solo había empeorado sino que se había despertado sin voz.

—No te aguanto más —le dijo Heechul, ella lo miró indignada.

—Ni yo —le dijo con poca voz mientras ambos bajaban las escaleras para ir a desayunar. 

Desde que se habían encontrado en el pasillo no habían parado de pelear, Heechul al parecer estaba decidido en fastidiarla y ella no estaba muy tolerante para eso.

—Te escuchas tan horrible —le aseguró él —¿Sabes por qué estás así?

—Si, lo sé —aseguró ella con aquella horrible voz que le salía.

—Estás así por hacerte la Heidy ayer, por eso.

Ella lo miró mal, pero no pudo decirle nada porque justo llegaron a la sala en dónde Leonard ya estaba sentado leyendo el diario y tomando un te,

cada uno tomó su lugar y comenzaron a desayunar.

—¿Cómo durmieron? —les preguntó Leonard

—Ay, yo muy bien Leon.. —dijo Heechul sonriente —Gracias a dios los mosquitos no entraron a mi cuarto y dormí como un bebé, pero no sé como habrá dormido la mudita.

—¿Mudita? —inquirió y miró a Tiffany

—No… no tengo voz —logró decir ella.

—Oh, hija… ¿Qué le pasó a tu voz?

—Quise hacerme la campirana, papi —Heechul imitó a la perfección la voz de Tiffany mientras se acercaba la taza a la boca.

Tiffany se puso rápidamente de pie.

—Eres intratable —le dijo con la poca voz que le quedaba.

Salió rápidamente de allí, Leonard miró algo confundido a Heechul, el pelinegro se encogió de hombros y le dio un mordisco a una tostada.

—¿Qué? —preguntó —Ella empezó, lo juro.

Tiffany salió de la casa y a paso rápido comenzó a caminar hacia el establo, necesitaba despejarse un poco, calmarse tenía que controlar su humor, porque sino iba a ser mucho peor. Y ella ya no quería estar así.

Entró, pero se detuvo al verla allí, Taeyeon se giró a verla, pero al instante volvió la vista a White que estaba parado frente a ella, le cepillaba el pelaje. 

—Buenos días, señorita ¿se le ofrece algo? —le preguntó sin mirarla,

ella pudo notar el tono de ‘indiferencia’ en sus palabras se mordió el labio con algo de fuerza, quería acercarse a ella y pedirle perdón por lo que había pasado anoche.

— Tae… —logró decir.

Ella se giró a verla y soltó un suspiro para luego dejar las cosas que estaba utilizando para arreglar a White, en el piso, se acercó unos pasos a ella.

—Vamos a dejar las cosas claras —le dijo —Creo que usted las dejó bien claras anoche…

—Pero… —ella volvía a tratarla de usted.

—Y va a ser mejor que las cosas se queden como están, usted es la hija del jefe y yo soy su empleada va a ser mejor no mezclar más las cosas.

—No, Tae...

—Ya no somos unas niñas.. —se fue de allí, dejándola con la palabra en la boca.